el tapón del darién, región fronteriza colombo panameña, en la
Transcripción
el tapón del darién, región fronteriza colombo panameña, en la
María Carolina Rodríguez Acero 2008 EL TAPÓN DEL DARIÉN, REGIÓN FRONTERIZA COLOMBO PANAMEÑA, EN LA AGENDA PANAMERICANA DEL MINISTERIO DE TRANSPORTE DE COLOMBIA. 1954-2002 “… ahora como en el pasado, son siempre las mismas entidades que se enfrentan: una etnia nacional en expansión y múltiples etnias tribales que se encuentran en su camino” (Vargas, 1994: 325). 1. Mapa 1: Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/choc%c3%b3 2. Mapa 2: Región del Tapón del Darién, frontera noroccidental de Colombia. Fuente: Instituto Geográfico Agustín Codazzi. 2003. Atlas de Colombia. República de Colombia. 1 María Carolina Rodríguez Acero 2008 INTRODUCCIÓN En el 2007, Bachó, una matriarca de la cuenca del río Cacarica, en la región fronteriza del norte de Colombia, contaba que a finales de la década de 1940, ella como sus primos, tíos y padres, bailaban y recitaban el discurso del candidato presidencial socialista Jorge Eliecer Gaitán en la región del Alto Baudó, departamento del Chocó. Minutos después de recordar el recital político, dejó en el silencio los posteriores sucesos. Pobladores afrocolombianos del Alto Baudó tomaron camino con sus familias por ríos como el Atrato en busca de mejores condiciones de vida. Así muchas familias de aquella región llegaron al Darién después de 1948, y se quedaron al encontrar allí tranquilidad, tierras fértiles, y, en especial, la posibilidad de transitar de manera eficiente a lo largo de la región, mediante el uso de las redes fluviales que caracterizaban la zona. Sin embargo, en el transcurso de la década de 1950, las políticas de Estado planeaban, con los demás gobiernos de las Repúblicas del continente americano, la consolidación del sistema continental de movilidad terrestre, atravesando el Darién. Las redes fluviales, como opción vial socioculturalmente acopladas a una forma de producir conocimiento y tecnología en cuanto al manejo sostenible y eficiente del entorno, quedarían opacadas bajo la institucionalización del Proyecto de la Carretera Panamericana, y con ella el conocimiento y tecnología de sus pobladores. El Ministerio de Obras Públicas y Transporte definiría, en representación del Estado, la percepción, representación y difusión de la región del Darién colombiano, en la institucionalización del Proyecto vial Panamericano, que va de la Bahía de Prudhoe en E.U. hasta Ushuaia en Argentina, materializadas en el Plan Vial Nacional, expedido como Ley 121 de 1959, y a partir de ella en los aconteceres de una planeación regional en zona fronteriza. En el Darién, región de cuencas entre Panamá y Colombia, la movilidad es el resultado, por un lado, de un corredor biológico entre Centroamérica y las tierras bajas del pacifico, y por otro, de un diálogo permanente entre los habitantes y el entorno fluvial, pero que a partir del interés de representantes supranacionales en materializar el ideal de movilidad carreteable, esta relación con el entorno natural que el Estado enfatizó, moldeó una forma de producción de conocimiento y legitimidad a partir de la institucionalización del mismo en las políticas ministeriales entre las cuales se encuentra el proceso de ordenamiento territorial. El propósito de esta ponencia es comparar de manera ilustrativa las formas en que el Ministerio de Transporte colombiano y las poblaciones afrocolombianas de esta región de frontera definen la movilidad a partir de cómo cada cual se relaciona con el contexto y cuál es la relación entre ambas, durante 1954 a 2002. Los avances aquí expuestos surgen de dos tipos de fuentes: una pesquisa de fuentes primarias documentales, de documentos oficiales del Ministerio de Transporte referentes al proyecto de la Carretera Panamericana, y del trabajo de campo realizado en la Cuenca del río Cacarica mediante entrevistas informales y observación participante. La intensión con esta metodología es generar una reflexión inicial mediante una ilustración de las diferentes percepciones que definen el tipo de movilidad y las formas como las entidades estatales y panamericanas se articulan con la producción de conocimiento en el ámbito local. 2 María Carolina Rodríguez Acero 2008 Durante esta ponencia se expondrán los siguientes aspectos: en primer lugar, un avance teórico en torno al análisis sobre los orígenes en la producción de conocimiento, uno universal y otro local en el marco del mega-proyecto vial panamericano; segundo, una ilustración de algunas características del conocimiento sobre movilidad fluvial de la población ribereña afrocolombiana de la cuenca del río Cacarica; y finalmente algunas características de la institucionalización del conocimiento ministerial en el marco del proyecto de la carretera panamericana. Con ello, busco aportar algunas reflexiones en torno a la forma en que el Ministerio de Transporte ha producido conocimiento y la ausente iniciativa del mismo en articular los conocimientos afrocolombianos sobre movilidad fluvial, ignorando el papel que este juega en la modernidad, y negando con ello el reconocimiento e inclusión de los conocimientos y tecnologías locales en torno a la movilidad, como instrumento prioritario para analizar proyectos de envergadura internacional en cuanto a eficiencia, modernidad y reflexión sobre el concepto de tradición en cuanto a la relación con el entorno natural. Palabras claves: Conocimiento, movilidad, Ministerio de Transporte, afrocolombianos, Proyecto Carretera Panamericana. 3 María Carolina Rodríguez Acero 2008 I. LA LOCALIDAD RIBEREÑA AFROCOLOMBIANA DE LA CUENCA DEL RÍO CACARICA COMO FUENTE DE CONOCIMIENTO EN TORNO A LA MOVILIDAD FLUVIAL 4. MAPA 2: Sistemas pantanosos y de serranía en el llamado Tapón del Darién. Elaborado con base en: “Tapón del Darién” Proyecto de Ley por la cual se incorporan unas carreteras al plan vial y se define la carretera Panamericana Panamá-Bogotá. Congreso de Colombia. Ministerio de Obras Públicas y Transporte Virgilio Barco Vargas. 1959. Anexo [s.p.]. En el estrecho brazo del continente americano entre los mares Pacífico y Caribe, y como parte de los territorios político administrativos de Panamá y Colombia, se encuentra el Darién. Un espacio geográfico de sistemas pantanosos y de serranías que recrean la movilidad de la tierra, de sus placas tectónicas, dando lugar a relieves y modelados que determinan el recorrido de los ríos, la formación de ciénagas y pantanos, de valles y cuencas relacionadas con las bajas alturas y las desembocaduras de tributarios en los grandes ríos, y éstos en ambos mares, entre ellos el Atrato (Flórez, 2004; Molano y Ramírez 1998; Pedroza, 1996; Morello, 1995). 5. Mapa 3: Territorios colectivos de comunidades negras. Incoder. 2007. Una de las cuencas que constituyen la hoya hidrográfica del río Atrato es la del río Cacarica. Este río nace en las colinas que delimitan la frontera con Panamá, y desemboca en el río Atrato, manteniendo su forma lineal y su gran caudal, identificado por el Estado como el límite legal entre el Parque Nacional Natural Los Katíos y el Territorio colectivo de la Cuenca que lleva su nombre (Incoder, 2000; Archivo Central de UAESPNN, 1979). Este recibe las aguas de varios ríos en tiempo de alta pluviosidad cuando se desborda e inunda tierra firme. Los afrocolombianos de la cuenca del río Cacarica han poblado estas tierras desde finales de la década de 1940 (Incoder, 1999; Cavida, 2002; Entrevistas, 2007)1. A partir del 48, sus 1 Entrevistas a pobladores de la Cuenca del río Cacarica, quienes cuentan que varias familias del Medio Baudó llegaron y se asentaron en 1948. Fecha que tienen muy presente. Una de las matriarcas, “Bachó”, contaba cómo ella y su familia dejaban las tierras del Medio Baudó después del asesinato de Jorge Eliecer 4 María Carolina Rodríguez Acero 2008 pobladores llegaron de distintas regiones vecinas entre ellas del Baudó, San Juan, Buenaventura, Córdoba, en busca de raicilla (década del 40 y 50), tierras fértiles y mejores vías de comunicación y transporte (finales de los 60 y década del 70 y 80) (Entrevistas a pobladores de la Cuenca, 2007). 6. Fotografía de Ernesto Guhl en las riberas de los ríos del Chocó. D.E.G., A.C.U.N., carpeta 19, 1959, folio 62. La distribución de los poblados ha variado a causa de los desplazamientos forzados y las constantes amenazas de paramilitares y arremetidas militares (Cavida, 2002). Sin embargo, con el retorno, los asentamientos se redefinen de acuerdo a sus antiguos poblados. Antes del desplazamiento, las 23 comunidades se encontraban a lo largo de los ríos, identificando tres puertos fluviales donde llegaban las embarcaciones con las cosechas para la venta en Turbo y entre comunidades. Después del desplazamiento, la reorganización social giró en torno a dos asentamientos que agrupaban dichas comunidades y a nuevos puertos. No obstante, las familias visitan diariamente sus antiguas parcelas, en función de reconstruir sus anteriores redes sociales, económicas y culturales. 8. Fotografía en muelle de comunidad de la Cuenca del río Cacarica. María Carolina Rodríguez Acero. 2007. Los ríos han sido parte del proceso de institucionalización espacial local2; caminos de tránsito de embarcaciones diseñadas de acuerdo a las necesidades que se han identificado a lo largo de la historia regional y al proceso de ordenamiento local fluvial: cascos, pangas, chalupas y lanchas. De acuerdo al tipo de río, los asentamientos, los usos del suelo y las relaciones entre poblados, marcan un orden espacial con relación a su organización social, que en la actualidad ha estado determinada por la situación de conflicto armado. Durante los recorridos fluviales, los paisajes divergen entre su ribera y el flujo de agua. En unos, las riberas están cubiertas por arracachos, plantas arbustivas de tallos delgados que Gaitán, a quien recordaba por aprender con sus familiares y amigos de infancia el discurso que repetían en la radio. Fragmentos de este discurso fueron recitados y registrados. 2 Berger y Luckmann señalan que en el caso donde la sociedad es vista como realidad objetiva, la institucionalización es un proceso en el cual la habituación de la actividad humana produce pautas o significados como respuesta a la suma de actos y repeticiones, que en conjunto constituyen una rutina. Una rutina donde la institucionalización aparece cada vez que se da una “tipificación recíproca de acciones habitualizadas por tipos de actores” (pp. 74), dando lugar a la objetividad y a las instituciones. (1968). 5 María Carolina Rodríguez Acero 2008 nacen en las zonas inundadas a orilla de los ríos, en otros la superficie del río se encuentra cubierta de “orejas de mula”, dando una sensación de llanura sin rumbo. Cuando se deja el río principal, cada tributario toma una característica diferente. Algunos como el río Perancho se abren a nuevos colores y vegetación flotante de mayor altura, mientras que en otros como el río Limón, los árboles se presentan majestuosamente para darle sombra a su recorrido, y en tiempos de invierno para generar nuevos caminos de navegación por entre sus tallos. Ellos representan telarañas de un entramado cultural que le permite explayarse por un territorio común. El conocimiento de las maderas, de los animales de río, de la vegetación fluvial, de las particularidades de cada río, las conexiones de los mismos mediante caminos vecinales enriquece continuamente el saber y el lenguaje local: todo ello definiendo su propio orden en relación con el entorno (Scott, 1998). Cuentan, algunos que llegaron con sus padres y abuelos de Managrú, Cantón de San Pablo, donde se desarrolla la agricultura y la minería, que la frontera, como algunos llaman a la región, les proporcionaba autonomía en sus expresiones histórico-culturales. 9. Fotografía en muelle de comunidad de la Cuenca del río Cacarica. María Carolina Rodríguez Acero. 2007. El uso de embarcación es común para toda la población, encontrando entre los distintos afluentes de la cuenca, niños recogiendo el pescado o jugando con las canoas, mujeres pescadoras, lavanderas, pescadores, cazadores, madereros, transeúntes en general, transporte comunitario, transportes de carga, entre otros. Por otro lado, existe una clasificación en el trabajo experto de la navegación. Algunos se dedican a la construcción de embarcaciones, conocen las técnicas y los tipos de maderas propicias para cada embarcación, de acuerdo a la carga. Otros, los motoristas conducen las embarcaciones pero no necesariamente saben de su construcción o mantenimiento; existe personal experto para cada una de estas labores. Sus conocimientos adquiridos mediante la experiencia con el entorno, el aprendizaje oral y el bagaje de una memoria histórica afrodescendiente, se han convertido en instrumentos de resistencia y apropiación de un territorio. Los conocimientos de navegación no son ajenos a los conocimientos agrícolas y simbólicos sobre la fauna y la flora. Los cascos, o embarcaciones que salen de una pieza de madera y en su mayoría los navegan con palancas o palos, son usados para la caza, la pesca y el transporte. Estos sirven para atravesar entre caminos angostos de arracachos y orejas de mula donde se encuentran babillas, patos silvestres, manatíes, peces de toda clase, entre otros. 6 María Carolina Rodríguez Acero 2008 10. Fotografía en muelle de comunidad de la Cuenca del río Cacarica. María Carolina Rodríguez Acero. 2007. Las chalupas, embarcaciones alargadas de gran tamaño, son usadas para el transporte de carga pesada, ganado, inmuebles, cosechas y rastras de madera. Las pangas, más angostas y largas, sirven de transporte público principalmente. La eficiencia de las mismas se ha adaptado a las innovaciones mecánicas como los motores. Éstos motores son escogidos de acuerdo al tamaño de la embarcación, lo cual determina principalmente el número de caballos por fuerza. Los motores de fuera de borda se usan para chalupas y pangas, embarcaciones medianas que a lo ancho pueden llevar más de dos personas. Antes, dicen algunos, salían con sus cosechas de plátano, arroz, yuca, en embarcaciones movidas por canalete, un delgado palo de madera con uno de sus bordes más ancho, hasta los puertos fluviales como Puente América o Travesía y Puerto Libre. Actualmente los motores se consiguen de segunda o por donaciones internacionales. Estos motores siguen compartiendo el trabajo con palancas y canaletes. Conocen de corrientes y de pesos de acuerdo a la pluviosidad, como de las técnicas de navegación en diferentes circunstancias, y de los lenguajes de la noche para recorrer las curvas fluviales de su región. 11. Fotografías de Ernesto Guhl. D.E.G., A.C.U.N., carpeta 19, 1959, folios 27 y 8. Motoristas, carpinteros y mecánicos hacen parte de la red del empoderamiento de la región a partir de la producción del conocimiento. Entre ellos intercambian información y respetan la experticia de cada cual. Éste mantiene el engranaje de una historia vernácula en constante enriquecimiento local. La población en general, aunque tengan su propio casco y desarrollen sus actividades cotidianas, hace parte de ese entramado para el desarrollo de diversas diligencias, entre ellas salud, reuniones, educación. La transmisión del lenguaje informal en cada una de sus actividades revive con la aplicación de habilidades prácticas fluviales la constante innovación. 7 María Carolina Rodríguez Acero 2008 7. Mapa 4: elaborado por integrantes de la comunidad de la Cuenca del Cacarica. Fotografía María Carolina Rodríguez Acero. 2007. Sus pobladores han construido una red de navegación compleja, articulada a las formas y profundidades de los ríos, a los tipos de asentamientos y puertos fluviales. Transportes de carga pesada y liviana, transporte para salir y entrar al golfo, transporte para los caños y angostos ríos, dibujan un orden de acuerdo a la geografía. De un paisaje abierto pasa a un paisaje que se va cerrando a medida que se entra a los ríos tributarios del gran río, y a este mismo ritmo, las embarcaciones también cambian de tamaño. Las grandes están en constante movilidad desde los puertos centrales cruzando el golfo hasta los puertos fluviales al otro lado del mismo, donde se anclan para cambiar de embarcación de acuerdo al río al cual se dirijan los pobladores. Solo los cascos y algunas pangas llegan a los muelles de los poblados. El diseño de los cascos permite atravesar la vegetación flotante, delineando un camino hacia algún punto de interés, como para guarecerse en los arbustos altos donde se practican diferentes tipos de pesca y caza (peces, reptiles, aves, mamíferos, entre otros). Este conocimiento vive del contexto donde se fortalecen las habilidades personales, y de su articulación con la memoria histórica y cultural transportada por individuos como grupos familiares que se movilizaron a dicha región del Darién, dando lugar a resultados prácticos. Memoria que guarda conocimientos agrícolas y de transporte fluvial, y saberes sobre la naturaleza, entre otros. Así comenta la gente de Managrú, de San Juan, del Baudó y de Buenaventura, principalmente (Etnografía, 2007). A pesar de la utilidad que representa este conocimiento en cuanto al fortalecimiento de una integralidad socio-ambiental que vive día a día la innovación de sus saberes, y a pesar de la articulación de ideales con los Ministerios de Cultura y Medio Ambiente, aún se sigue percibiendo una desarticulación en el lenguaje estatal con lo local en cuanto a la adopción de técnicas, medios y modos de movilidad, particularmente en lo referente a la institucionalización de proyecto vial panamericano, que desconoce los conocimientos y proyectos locales de modernidad. Los territorios colectivos legalmente constituidos, siguen siendo considerados como espacios estáticos y congelados en una tradición definida desde el sincronismo. Como territorios que padecen de síncope y por tal, se decide sobre ellos el tipo de movilidad. 8 María Carolina Rodríguez Acero 2008 12. Mapas: Simulador de territorios superpuestos en el Darién, frontera colombo panameña. Fuentes: 1. Territorios y Titulos colectivos de las comunidades afrocolombianas (Incoder, 2007), y 2. PNN Los Katíos (AC UAESPNN, 1979), y 3. Rutas proyectadas en el Darién (DNP, 1993). Los peligros, que podría producir la aplicación del conocimiento epistémico característico de las acciones del Ministerio de Transporte, están latentes en la región. Los desplazamientos forzados por el ejercito y los paramilitares, las amenazas constantes en la región, las masacres acalladas por políticas de Estado, la ausencia de acción de los ministerios en la toma de medidas para impedir los desastres humanos y ambientales, el inútil papel del Parque Nacional Natural los Katíos en liderar un plan integral que proteja lo local, son algunas de las evidencias que ponen a la luz el poder de un pensamiento hegemónico sobre lo local. Todos ellos, representaciones del Estado, evitan conocer una región llena de saberes y conocimientos en comunicación con su entorno. Allí donde podrían encontrar la respuesta a sus caóticos planes. Aunque el proyecto de la carretera panamericana sigue siendo un proyecto como tal, su proyección ya ha dibujado un camino para la ejecución del proyecto panamericano: el Estado tiene un plan de ordenamiento territorial y ambiental vigente, que se enmarca en las políticas internacionales. En su recorrido atravesaría la Cuenca del río Cacarica, además del Parque Nacional Natural Los Katíos, patrimonio de la humanidad. 9 María Carolina Rodríguez Acero 2008 II. LA INSTITUCIONALIZACIÓN DEL CONOCIMIENTO. EL MINISTERIO DE TRASNPORTE Y EL PROYECTO DE LA CARRETERA PANAMERICANA 13. Mapa: Carretera Panamericana Medellín Turbo y Guapa-Palo de Letras. Informe del Departamento Nacional de Planeación. 1993. 12 años después de haber terminado la Segunda Guerra Mundial, el Ministerio de Transporte de Colombia acordaría con el gobierno estadounidense y panameño las rutas para la construcción de la Carretera Panamericana en la región del Darién (Congreso Panamericano, 1954; Congreso Panamericano, 1957; Barco, 1959, Ley 121 de 1959), con el aval de las demás repúblicas americanas, sin atender los órdenes locales que giraban en torno a la movilidad (West, 1957 (2000); Guhl, 1959; Guhl, 1958)3, como a la situación sociopolítica del país (Jaramillo, 1984). Así, los planes de los gobiernos americanos para construir un nuevo orden hemisférico que definieran las relaciones de vecindad continental serían adoptados por el Ministerio de Transporte nacional, priorizando esos ideales internacionales “de corrientes de cooperación y rivalidad interamericana” sobre el orden local4. Durante 50 años, después de las primeras iniciativas de los Estados Americanos y sus relaciones verticales de poder, este ideal de construir una vía terrestre, atravesando una geografía de tierras pantanosas e inundadas a lo largo de 91 kilómetros, mantuvo la propuesta como un ideal de expansión que debía materializarse en territorios ya constituidos y sobre una naturaleza representada como soporte de una ideal a objetivizar (Berger y Luckmann, 1968). Así, este proyecto vial, aún en los trazos de documentos ministeriales, hace parte de una historia maniquea que cuenta el proceso de transformación del paisaje del Darién en un orden institucionalizado y legitimado como panamericano, y de transformación del 3 A finales de la década de 1950, el geógrafo Robert West y el etnogeógrafo Ernesto Guhl investigaban sobre la cotidianidad económica ribereña afrocolombiana en las tierras bajas del Pacífico. Ambas investigaciones están en los resultados del Simposio que tuvo lugar en Quibdo, y en el cual la Unesco señaló la importancia de conocer la cultura vernácula para tomar decisiones de planeación en la zona. 4 WHITAKER, profesor de la Universidad de Pensylvannia, funcionario del gobierno estadounidense en la década de 1940, señalaba en 1946 que la modernidad en el continente americano estaría mediada por los intereses de Estados Unidos en fortalecer su rango de gran potencia en el continente americano para competir por los recursos y servicios con las potencias europeas. Las Américas y un mundo en crisis, Estados Unidos, Universidad de Pennsylvania – Lancaster Press, 1946. 10 María Carolina Rodríguez Acero 2008 pensamiento institucional técnico, representado por el Ministerio de Transporte, hacia una percepción de la naturaleza que cambia de inclinación (de “sobre” a “hacia”) y una articulación con ella a través de técnicas y tecnologías ingenieriles. Sin embargo, un aspecto que es poco visible de transformación es la relación y presencia de la población local. Su relación está mediada por el nuevo léxico desarrollista, pero no de reconocimiento y articulación del conocimiento práctico local (Invias, 1998). La ramificación institucional que reproduce el proyecto tiene como objeto continuar con la viabilidad del Proyecto continental. Así, como señala Burke, el proceso de institucionalización del proyecto refleja la verticalidad en la que se clasifica y se produce el conocimiento. La Unión Panamericana, creada por el gobierno estadounidense introduce en la Organización de Estados de América, en asuntos económicos y sociales, el Comité Directivo Panamericano de Carreteras, integrado por representantes de los Ministerios de Transporte de las repúblicas del continente americano, los cuales acatan los compromisos del proyecto, los cuales se centran en labores técnicas y operarias, dejando a un lado el análisis contextual. Así el Ministerio de Transporte de Colombia, delega los trabajos técnicos a consultorías de ingenieros, quienes se encargan de recolectar la información y viabilizar el proyecto en campo5. La ingeniería está preocupada en perfeccionar las técnicas de comprensión del espacio para el desarrollo del proyecto, impermeable al conocimiento histórico vernáculo, reflejando con ello, un Ministerio, centrado en la producción de un conocimiento tradicionalmente institucionalizado jerárquicamente a nivel internacional, impermeable a los conocimientos locales. Esto implica una posición ministerial en dos aspectos: un el ministerio interesado en conocer su frontera, o un ministerio definiendo su frontera a partir de un mapa ideal de orden estatal y supranacional. La estructura que se observa, y la información que se repliega con los informes del Ministerio, ponen en evidencia el hermetismo en el cual se desarrollan los proyectos que el mismo Estado financia. Aquí las poblaciones y la producción de conocimiento local queda incontrolablemente fuera de un escenario público, al ser las instituciones estatales el principal autor desde lo nacional, de dicho proyecto. El problema de cómo se percibe el proyecto vial desde el Ministerio de Transporte, sigue centrándose en el poder y el control de un “otro” que se encuentra fuera de su ideal hegemónico, o que puede ser incluido como un objeto de producción de la ideología de ese poder “agentive” (Los Comaroff: 22). 5 Organigrama a partir de la elaboración del corpus documental para la investigación, el cual recoge la información del proyecto panamericano en la zona del Darién. 11 María Carolina Rodríguez Acero 2008 (14, 15, 16, 17). Fotografías de exploraciones y excavaciones en el Chocó. Informes del Ministerio de Transporte, 1982, 1988. De esta manera, la frontera se sigue percibiendo, desde las fuentes ministeriales como: El límite que marca dos espacios donde poderes políticos y económicos desean diferenciar, por un lado la construcción de un imaginario que divide el continente en “las Américas”; y por otro, el espacio que involucra el límite como un contenedor de aspectos contrapuestos a los ideales del orden del panamericanismo, es decir lo que hay dentro del Tapón, su gente, su selva, sus recursos, su geografía (Grimson, 1999). 18. Grabado de una fotografía: “en la Capitana, cerca de Chepo, comienza el mundo aparte del Darién”. (March, 1960: 287). 12 María Carolina Rodríguez Acero 2008 III. PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO EN TORNO A LA MOVILIDAD. ASPECTOS DEL SABER LOCAL EN UN CONTEXTO FLUVIAL 3. Grabado de una fotografía: “El mito está roto; en mayo de 1960 se abre, precariamente, el camino provisional” (March, 1960: s.p.) El conocimiento científico universal, representado en este caso por el Ministerio de Transporte, y el conocimiento práctico, por las poblaciones ribereñas afrocolombianas, se ven enfrentados en proyectos como el de la Carretera Panamericana en la cuenca baja del río Atrato, en el cual el grado de localidad es simplificado por lenguajes estatales que impiden ver con mayor cautela la eficiencia del conocimiento local en aspectos comunes como la movilidad. El objetivo de este acápite es mostrar las características de un conocimiento producido desde lo local. James Scott señala que la relación entre el conocimiento científico y el conocimiento práctico es parte de una lucha política de la hegemonía institucional por expertos y sus instituciones (1999). El lenguaje estatal considera legible formas de conocimiento que están inmersas en la tradición política regida en América, enajenando aquel producido en el contexto, (caso de los afrocolombianos ribereños), y dándole así, legitimidad al conocimiento panamericano, avalado por las instancias encargadas de dilucidar modelos de movilidad y transporte. En este caso el panamericanismo es un movimiento estadounidense que surge con la primera conferencia realizada en Washington a finales de 1890 liderada por la OEA. Dicha Conferencia de tipo diplomático dio lugar a “reuniones de carácter técnico, jurídico, cultural y científico” con un eje central de poder: el Secretario Ejecutivo Permanente, quien representa la Unión Panamericana y quien tiene como objetivo “promover el espíritu de cooperación interamericana entre los países del continente en la esfera de sus relaciones económicas, jurídicas, sociales y culturales, aún cuando hasta 1940 carecía de funciones políticas”. Se integra después de la segunda guerra mundial, y da lugar a la creación de los Congresos panamericanos de Carreteras. (WHITAKER, 1946: 5). De allí que Scott señale la relación del valor del conocimiento práctico y su contraposición con el científico o universal, con las implicaciones negativas de las prácticas hegemónicas de un conocimiento técnico que se aísla de la experiencia y del conocimiento práctico, y actúa a partir de codificaciones desde la precondición estatal y capitalista. El conocimiento, producto del entramado de varios aspectos, entre ellos la relación entre sujetos, espacio, tiempo, medios de transmisión y lenguaje, debe ser analizado de acuerdo a la realidad en que se construye. Interesa comprender por un lado, cuál es ese conocimiento de localidad, ese conocimiento práctico que tiene como características la adaptabilidad, las reglas de base construidas, cultural, social e históricamente, su no simplificación; un conocimiento situado, localizado y adquirido mediante prácticas y experiencias, dadas en el tiempo, a diferencia del conocimiento técnico universal que evita el contexto, clasifica los 13 María Carolina Rodríguez Acero 2008 medios para la adquisición de información y jerarquiza la toma de decisiones a partir de un ideal, unos intereses, para proyectar la metodología de recolección e información e institucionalización del mismo (Scott, 1999). Es así como el conocimiento ribereño afrocolombiano, el “saber-hacer”, la experiencia, el “sentido común”, la habilidad o destreza son técnicas prácticas que responden a una dinámica cultural dentro de la cual se definen, se crean, se desarrollan y se mantienen, en el transcurso del tiempo (Scott, 1999; Santos, 2000). Aunado a ello, las dinámicas sociales y políticas de conflicto, presentes en la región, llevan a sus pobladores a buscar mejores zonas de habitabilidad, donde sea posible recrear su memoria histórica como estrategia de resistencia. El espacio, el tiempo y los sujetos se articulan para dar lugar a un territorio en movimiento, plasmando en él producciones culturales reflejo de su vernacularidad histórica (Scott, 1999: 323). La convergencia de éstos reproduce saberes y tecnologías sobre movilidad fluvial (Santos, 2000; Giménez, 2000). A diferencia del anterior, el Ministerio transmite sus conocimientos mediante la producción de documentos que recrean y replican estudios elaborados a priori, bajo los lineamientos que da el panamericanismo. Ello impide la articulación con el contexto al abstraer la experiencia y la historia del lugar de la misma producción documental. La ingeniería, la encargada de ir a la zona, llega en función de recoger datos para viabilizar el modelo universal, evitando de por si la incorporación de propuestas locales en torno a la movilidad. Esta forma de transmisión refleja la fuerte presencia de una tradición estática que solo se modifica a partir de las ordenaciones internacionales. Esto se puede observar con la incorporación de los estudios ambientales a finales de la década de 1980 y la creación de la ingeniería ambiental. No obstante, el concepto de tradición ha sido infundido a las poblaciones locales, a causa del poder que tiene el discurso dominante, que reproduce un entendimiento de “otros conocimientos” como “atrasados”, “estáticos” y “supersticiosos”, representando una posición binaria mediante una denigración sistemática del conocimiento práctico (Scott, 1999: 332). Analizar las técnicas que llevan a conocer la realidad y la forma como se construye legitimidad de otros conocimientos, es un camino que debe plantearse desde las ciencias sociales para dar lugar a la reivindicación de la localidad, como estrategia para crear puentes de comunicación entre el Estado, sus instituciones ministeriales y lo local en la construcción de soberanía (Scott, 1999; Manheim, 1941). 14 María Carolina Rodríguez Acero 2008 CONCLUSIONES “The culture is not merely a pot of messages, a repertoire of signs to be flashed across a neutral mental screen. It has form as well as content, is born in action as well as thought; is a product of human creativity as well as mimesis; and, above all, is empowered. But it is not all empowered in the same way, or all of the time… This is where hegemony and ideology become salient again. They are the two dominant forms in which power enters culture. It is through them that the relationship between power and culture is finally to be grasped…” (Los Comaroff, 1991: 22). La movilidad ha sido una de las actividades cotidianas del ser humano, y que en su práctica ha definido las formas de relacionarse con el entorno. Esa relación implica producción de conocimiento sobre dicho entorno, la construcción de símbolos de identificación, lenguajes y redes de comunicación, generando formas de comprensión y apropiación diferentes. Algunas culturas piensan la movilidad no con fines prácticos de localidad, sino con fines universalistas; fines de expansión, como lo refleja el Ministerio. De acuerdo a ello, la movilidad incluye dos aspectos: uno, el transporte, implica un objeto que es capaz de cargar y mover, cosas o personas (misión del Ministerio de Transporte); y el tránsito, el conjunto de transportes que se movilizan de un lugar a otro y son el resultado de unas ofertas y demandas de grupos en particular. Aspectos que se ven replicados en la cuenca por la cultura fluvial afrocolombiana. Sin embargo, el Ministerio de Transporte no percibe el espacio, en cuanto a su relación forma-contenido (Santos, 2000), como un lugar donde la gente que allí vive produce conocimientos propios de movilidad en relación con su entorno y su historia. El Ministerio sigue concibiendo la naturaleza como un objeto de dominación y domesticación, lo cual implica que el Darién sea un espacio para producir conocimiento, diseñar y transformar en función de tipos ideales universales, y donde los objetos y personas, allí comprometidos con el territorio, deben asimilarse al nuevo modelo. Así, el Darién es para el Ministerio un fragmento geográfico, que enlaza la proyección vial continental. Por otro lado, la catalogación étnica que se ha dado a las poblaciones afrocolombianas entre otras, promueve estereotipos que las mismas instituciones estatales observan como retrógradas, para el desarrollo de sus ideales. En este caso, el conocimiento localizado se ve enajenado por el mismo Ministerio, quien podría incluir, dentro de las propuestas regionales, el estudio y articulación de conocimientos locales que se refieren a su objeto misional, antes de definir la planeación y la soberanía en función de intereses supranacionales. El empoderamiento social hacia el proyecto de una carretera Panamericana en el Darién se traduce en la representación de un orden que no depende de la experiencia del ser humano con su entorno natural, sino de la aplicación de los esquemas institucionalmente constituidos (Latour). 15 María Carolina Rodríguez Acero 2008 Aquí, el panamericanismo vuelve a plantearse como un estado natural para producir conocimientos técnicos y llevar a cabalidad los ideales hegemónicos. Es así como el Ministerio representa un papel técnico dentro del ideal panamericano. Esta idiosincracia estatal reproduce actos de legitimación que no conciben la reflexividad para comprender la dinámica local, y mecanismos para la asimilación de un lenguaje universal natural y verdadero en sentido vertical de socialización (Weber). El conocimiento y construcción de frontera por parte del Estado pareciera no tener un sentido soberano, un sentido territorial. Los documentos representan un insumo para construir fronteras imperiales. Una frontera definida por políticas de seguridad para la realización efectiva del capitalismo y homogenización del lenguaje modernista. Las estrategias de la población local se centran en la utilización de instrumentos universales para mantener la resistencia y proteger su legado. El conocimiento de la ley, el uso de prácticas de mercado, la utilización de la cartografía son algunos aspectos que incentivan el empoderamiento social frente al empoderamiento que incentiva el Estado (Los Comaroff). “Sometimes it appears as the capacity of human beings to shape the actions and perceptions of other by exercising control over the production, circulation, and consumption of signs and objects, over the making of both subjectivities and realities. This is power in its agentive mode: it refers to the command wielded by human beings in specific historical contexts. But power also presents, or rather hides, itself in the forms of every day life.” (Los Comaroff, pp. 22). Con los cambios dados durante el siglo XX, cuando a las comunidades afrocolombianas se les reconoció el territorio de pertenencia como territorio político administrativo, legalmente constituido, los conocimientos sobre movilidad producidos a partir de su relación con el contexto deberían ser reconocidos, también por el Ministerio de Transporte, ya que el Ministerio de Cultura legitima su tradición como étnica, y la Unidad de Parques Nacionales, inscrita al Ministerio de Medio Ambiente, reconoce y trabaja en la articulación de alternativas de manejo sostenible con las tradiciones locales inscritas a la vez en la Ley 70. A partir de lo anterior, y teniendo en cuenta que los territorios legalmente constituidos son espacios con movimiento, propuestas, conocimientos y tecnología local, el Proyecto Panamericano también podría reajustar su propuesta en cuanto a la diversificación de los medios y modos de movilidad a través del continente, con el objeto de articular las ya presentes en lo local, apoyando el fortalecimiento de las mismas, y generando con ello una mayor eficacia y eficiencia en el proyecto de movilidad continental, como también en la institucionalización del conocimiento práctico. La diversidad en dicho aspecto es una manera de reconocer las diferentes formas de apropiación social del entorno natural, como medidas de manejo sostenible que pueden ser revaluadas en el concepto de modernidad. 16 María Carolina Rodríguez Acero 2008 BIBLIOGRAFÍA Berger, Peter y Luckmann, Thomas. 1968. La construcción social de la realidad. Buenos Aires: Amorrortu. Burke, Peter. 2002. Historia social del conocimiento. Barcelona: Paidós. Comaroff, Jean and John. 1991. Of the Revelation and Revolution: Christianity, Colonialism and Consciousness in South Africa. Vol. 1. Chicago:University of Chicago Press. Flórez, Antonio. 2003. Colombia: evolución de sus relieves y modelados. Colombia: Universidad Nacional de Colombia. Giménez, Gilberto. 2000. “Territorio, cultura e identidad. La Región sociocultural” en: Cultura y Región. Bogotá: CES. Grimson, Alejandro (Comp.). 1999. Fronteras, naciones e identidades. La periferia como centro. Argentina: Agencia Nacional de Promoción Científica y tecnológica – Fundación Rockefeller, 1999. Latour, Bruno. 2005. Reassembling the Social: An Introduction to Actor-Network-Theory. New York: Oxford University Press. Manheim, Karl. 1941. Ideología y Utopía: Introducción a la sociología del conocimiento. México: Fondo de Cultura Económica. Molano, Alfredo y Ramírez, María Constanza. 1996. Tapón del Darién. Diario de una Travesía. Bogotá: El Sello Editorial. -----------------------------------------------------------. 1994. “¿El Darién sin tapón?”. Ecológica. Política-medio ambiente-cultura, 5 (19). (diciembre): 4-11. Morello, J. 1995. “Grandes ecosistemas de Suramérica” en Gallopin, G. C. (comp). El futuro ecológico de un continente. Una visión prospectiva de la América Latina. México: Fondo de Cultura Económica, pp. 21-100. Pedrosa, Álvaro, “Paisaje y cultura”, en Escobar Arturo y Pedrosa Álvaro (Inv.). 1996. Pacífico ¿Desarrollo o diversidad? Estado, capital y movimientos sociales en el Pacífico colombiano. Bogotá, Ecofondo – CEREC, pp. 29-40. Santos, Milton. 2000. La naturaleza del espacio. Técnica y tiempo. Razón y emoción. España: Ariel Geografía. Scott, James. 1999. Seeing like a State. New Haven: Yale University Press. Vargas, Patricia. 1994. “Fronteras fluidas de dominación en el río Atrato”. En: Memorias Primer seminario internacional de etnohistoria del norte del Ecuador y sur de Colombia. Colombia. Whitaker, Arthur. 1946. Las Américas y un mundo en crisis. Universidad de Pennsylvania: Lancaster Press. 17 María Carolina Rodríguez Acero 2008 FUENTES PRIMARIAS (escritas y visuales) Cavida. 2002. Somos tierra de esta tierra. Memrias de una resistencia civil. Cacarica, Choco: Diakonía, Pan para el mundo, Misereor. Artículo Transitorio Nº 55, Constitución de Colombia de 1991 y Ley 70 de 1993. Expediente del proceso de titulación del territorio Colectivo de la Cuenca del río cacarica. 2000. Incoder. Registros etnográficos y entrevistas informales en la región del Darién, (1999 y 2007). West, Robert.1957. Las tierras bajas del Pacífico, Bogotá, ICAN, 2000. Donación Ernesto Guhl (D.E.G.). 1959. Archivo Central de la Universidad Nacional (A.C.U.N.), carpeta 18-19. Simposio Americano de las Zonas Húmedas Tropicales. 1958. Quibdó: Unesco Gobernación del Chocó - Ministerio de Agricultura. March José. 1962. Mito del Darién. México. Informes sobre estudios de ingeniería para el proyecto de la Carretera Panamericana. Ministerio de Transporte. 1957,1959, 1976, 1982,1987, 1988, 1993, 1998. Ingeniero Virgilio Barco Vargas. 1959. Proyecto de Ley por la cual se incorporan unas carreteras al Plan Vial, se define la ruta de la Carretera Panamericana entre Panamá y Bogotá y se dan unas autorizaciones al Gobierno y exposición de motivos. Resolución II del VI Congreso Panamericano de Carreteras, Caracas, julio de 1954. Mediante la cual se resuelve la “Expedición de técnicos al Darién y zonas contiguas”. Comité Directivo Permanente. Informe del Sub-comité del Darién. VII Congreso Panamericano de Carreteras, Congresos Panamericanos de Carreteras. Panamá, 1957. Archivo Central de UAESPNN, 1979. Ley 121 de 1959 por la cual se incorpora la Carretera Panamericana del Darién al Plan Vial del País. Invias.1998. Estudio de Diagnóstico Ambiental de Alternativas. Proyecto "conexión Terrestre entre Colombia y Panamá". 18