Apuntes sobre la historia de la CCIT (1937 – 1965)
Transcripción
Apuntes sobre la historia de la CCIT (1937 – 1965)
Crónicas CCIT Apuntes sobre la historia de la CCIT (1937 – 1965) Rolando Zelaya y Ferrera PhD. E n el año de 1937 se derogó la Ley de Cámaras de Comercio e Industrias mediante el Decreto 51 del 29 de enero de 1937, publicado en la Gaceta 10,119 de 8 de noviembre del mismo año. La anterior ley se reorganizó de conformidad con el Decreto Legislativo No. 26 del 24 de enero de 1946. Por ello, el 6 de abril de 1948 el presidente de la república en el ejercicio de la facultad que le confería el artículo No. 13 de la Ley de Cámaras de Comercio e Industrias del 24 de enero de 1946, emite el Reglamento General de Cámaras de Comercio e Industrias de la República de Honduras y esto abre un nuevo capítulo en la historia de la Cámara y se su ejercicio como tal. En 1946 la Cámara de Comercio e Industrias de Honduras cambia su nombre original por el de Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa y el 23 de abril de 1946 el Fiscal de La Cámara, Licenciado, Jorge Fidel Durón, solicita ante la secretaria de Estado en el Despacho de Hacienda y Crédito Público y Comercio se apruebe el Reglamento Interior el que fue aprobado el 20 de junio del mismo año. Para darle curso a este trámite el Señor Fiscal presentó testimonio expedido por el Notario Carlos A. Zúniga, de la protocolización del Acta de la Sesión ordinaria de la Asamblea General de La expresada Cámara de Comercio e Industrias celebrada el 22 de febrero de 1946 ( 1). 1 18 18 Es así como bajo la presidencia de Don Fernando Sempé, la Cámara asume el reto de aceptar y sumarse a los cambios que están surgiendo en la sociedad hondureña de la época y de dar a la Cámara una nueva visión, más moderna y acorde a los tiempos; para ello se amplía el poco personal laborante empezando por la gerencia donde se contrata al profesor Don Octasiano Valerio, en aras de llevar a efecto la reorganización de la institución. Don Octasiano, un organizador nato que ya había tenido la experiencia de organizar por completo una institución educativa, se hizo cargo de organizar el sistema administrativo interno de la institución, creación de archivos, organización de correspondencia tanto recibo como despacho, preparar memorias de actas de asambleas, publicar un boletín de la institución y mantener contacto con los miembros existentes así como el buscar nuevos miembros para la Cámara. Se mejoró la correspondencia con afiliados e instituciones relacionadas para dar mayor movilidad a las iniciativas surgidas al interior de la institución al mantener informados a todos sus miembros. Se dio una sinergia interesante entre los directivos de aquella época y la jefatura de la Cámara al definir cuáles serían las funciones primordiales de la misma: al interior defender los intereses de los afiliados, instruirlos en el conocimiento de las leyes para poder cumplirlas y saber cómo hacer valer sus derechos, para que hubiera una competencia sana fomentar el respeto a un código de ética empresarial y hacia el público en el sentido de las personas que requieren los servicios y los bienes que producen los empresarios, esto creó más conciencia entre los afiliados lo que puede señalarse como un logro de esta administración. Otro logro fue la sistematización de la documentación que permitió el flujo de información hacia adentro y hacia fuera de la Cámara que entendió su posición lider entre las cámaras de Honduras y asumió el papel protagónico de liderar a las mismas. Fue un cambio total de mentalidad. Otra persona digna de mencionar en este período es la figura del Perito Mercantil y Contador Público Don Juan Angel Moncada Díaz. Su trayectoria de 40 años en la CCIT se inició en 1945 cuando fue tesorero suplente y casi de inmediato, tesorero de la Junta Directiva de la CCIT desde 1945 hasta 1963; de 1968 a 1971 fue Vocal 3º. Suplente de la misma Junta; de 1971 a 1978 fue nuevamente Secretario; de 1978 a 1985 fue Miembro del Consejo Consultivo; y desde 1945 hasta 1985 siempre fue el orador principal en diferentes cónclaves a nivel nacional y mundial. Fue miembro fundador del Capítulo de Honduras de la Asociación de Hombres Cristianos de Negocios de la cuál también fue Tesorero y vicepresidente; fungió como representante de la Cámara ante el Banco Nacional de Fomento, Comité Arancelario, Consejo Metropolitano del Directorio de Socios – Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa, Honduras, C.A., 1983, pp. 5 y 6, en poder de la Hemeroteca Nacional de Honduras