LAS F Á B R I C A S DE LA N U E VA E R A

LAS F Á B R I C A S DE LA N U E VA E R A

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LAS
FÁBRICAS
DE LA
NUEVA
ERA
Por Mariano Wolfson
Fotos: Gustavo Fernández
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ómo funcionan los laboratorios de
prototipado rápido y qué productos
se desarrollan en estos espacios de
trabajo colaborativo e interdisciplinario. Las experiencias de El Reactor, Garage
Lab, PATORUZU Labs y NETI, entre otros.
El filósofo alemán Georg W. F. Hegel decía que el
conocimiento era “crepuscular”, en el sentido de que
por lo común los seres humanos recién somos capaces de interpretar o comprender los procesos cuando
éstos ya han acontecido. Sólo entonces logramos
captar su sentido pleno. Claro que Hegel vivió a fines
del siglo XVIII y comienzos del XIX; si hubiese participado de la revolución tecnológica que vivimos hoy,
tal vez hubiese cambiado en algo su modo de ver.
Porque en la actualidad surgen algunas tendencias
que uno puede ver venir muy velozmente y avizorar
su relevancia cuando aún están en estado embrionario. Obviamente, es difícil saber hasta
dónde estas experiencias lograrán desplegar el
potencial que conllevan. El caso del software libre es
un antecedente. El de los laboratorios de prototipado
conocidos como “fab labs” parece mostrar otro
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horizonte también promisorio.
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InformationTechnology
En la tierra del buen vino
En Mendoza existe una experiencia pequeña y reciente llamada “Artesanos digitales”:“Apuntamos a ser el lugar de
encuentro de los nuevos productores híbridos que no hacen
divisiones entre arte, ciencia y tecnología, que aprenden a
partir de la práctica y están dispuestos a abrir sus experiencias para el crecimiento de su comunidad”, señala Fernando Castro, integrante del grupo.
Uno de los proyectos se denomina MACA (Monitor Abierto de
Calidad del Aire): “Fue desarrollado en base a hard ware
abierto (Arduino,Shields y sensor de ozono) y pretende ser
una alternativa de bajo costo y replicación para fomentar
el desarrollo de redes ciudadanas de monitore o. Actualmente estamos trabajando en la apertura de la primera
versión en f o rmato wiki y en el desarrollo de una segunda,
que cuente con comunicación wireless y nuevos sensores
(monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno). Aún no planteamos ninguna salida comercial para el prototipo,pero no descartamos la posibilidad de colaborar con organismos científicos y ambientales”, cuenta Castro.
Si bien este grupo aún no tiene aliados económicos, se
está financiando a partir de un capital semilla del Ministerio de Industria. “Tenemos un par de aliados estratégicos,
entre ellos la Facultad de Ingeniería de la Universidad de
C u y o, que ha tomado nuestro proyecto con la idea de
a rmar su propio fab lab. También hacemos intercambios con
empresas privadas y con otros labs. Con la incubadora de
empresas de la Universidad de Cuyo tuvimos algunas diferencias, por su visión excesivamente rentística del proye cto. Desde entonces evaluamos form a rnos como cooperativa”, señala Castro.
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ña a usarlas y se dictan talleres donde los alumnos las arman. Desde allí también se empuja el concepto
de hard w a re libre, de fabricar cosas de código abierto:
“La idea es que uno se pueda bajar el diseño de Internet,
imprimir las partes y fabricar algo —explica García Huidobro—. Plantea una nueva forma de industria, la liberación de la fabricación. El hardware libre aplicado a las
máquinas brinda la posibilidad de producir cosas y de independizarse bastante de las corporaciones.”
En el espacio físico de El Reactor —una antigua casa-taller
asentada en el barrio de Recoleta— hay una pequeña fundición de aluminio y bronce. “Hoy nuestra comunidad
está conformada por 10 personas. No tenemos sistema
de membresías y la idea es fundar un mini fab lab”, comenta García Huidobro. Él y sus compañeros también integran el proyecto del CMD Lab, que es un laboratorio de
mayor escala que está armando el Gobierno de la Ciudad con aporte público y privado, y que en cambio sí funcionará bajo un sistema de membresía. En el CMD hay
máquinas más grandes (una impresora 3D Dimension
profesional, dos cortadoras láser, un router CNC gigante,
i m p resoras 3D de bajo costo, escáners, soldadoras).
García Huidobro también es coordinador del CMD Lab:
“La idea es que sea un proyecto inclusivo y público, pero
no gratuito, para que pueda sustentarse; y que apoye a los
otros fab labs del país —dice—. El Ministerio de Tr a b ajo de la Nación ofrece desde abril cursos gratuitos allí.”
Proyectos en gateras
Actualmente, García Huidobro anda entusiasmado con
el proyecto de hacer una máquina que pueda imprimir
en 3D con arcilla y que fabrique cosas de barro o cerámica. Y en El Reactor también está la idea “de hacer un barco de fabricación digital —asegura—, para que cruce de
acá a Uruguay; sus partes se cortarán con láser o router
(una máquina que corta madera y metales), y luego se
ensamblarán. La idea es publicar los planos y que sea de
open hardware”.
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reporte
Kit básico para armar un fab lab
“Además de herramientas manuales (un martillo,destornillador),hace falta una
c o r t a d o raláser, un router CNC, una impre s o ra 3D, una máquina de coser, un
escáner 3D tipo Kinect y una soldadora de Arduino”, explica José García Huidobro, de El Reactor.
Para Darío Wainer, de Garage Lab,conviene complementar tecnologías aditivas
con otras ex t ra c t i vas: “Una impresora 3D es aditiva, va agregando capas de
material una sobre otra hasta conformar un objeto. Una cortadora láser o un
router, en cambio, son ex t ractivos, porque cortan una superficie o un volumen
hasta llegar al objeto deseado”.
La gente de NETI,por ejemplo,cuenta con maquinaria industrial de mediana envergadura (tornos, cortadoras, lijadoras), herramientas de mano (perforadoras, sierras de mano), recursos de diseño digital (impresoras 3D, cortadoras láser, corte
de control numérico (CNC),laboratorio de electrónica (placas Arduino y Raspeberry
Pi) y herramientas de control audiovisual (Kinect,
WII,Playstation).
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