ANDEMOS COMO ES DIGNO DEL SEÑOR
Transcripción
ANDEMOS COMO ES DIGNO DEL SEÑOR
ANDEMOS COMO ES DIGNO DEL SEÑOR Col. 1:9-14 9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; 12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. INTRODUCCIÓN Ser cristiano es un privilegio que nos ha sido otorgado por Dios. Es un privilegio que nada tiene que ver con nosotros, más bien tiene que ver con Jesucristo y su obra redentora por la humanidad. La Palabra de Dios nos dice en: Efe 2:8 -9 Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios: No por obras, para que nadie se gloríe. Este gran regalo que nos ha sido dado, merece una respuesta hacia nuestro Señor, y esta respuesta es: “ Que andemos como es digno del Señor”. I. DEFINICIÓN DE LA PALABRA DIGNO De la palabra griega axios que significa apropiadamente, que a su vez deriva de la palabra áxios que significa merecedor, comparable o apropiado (como atrayendo alabanza):- digno, justamente padecer, merecer. Andar como es digno del Señor es vivir apropiadamente como cristianos, haciendo merecedor de toda alabanza a nuestro Señor con nuestra forma de vivir. II. ANDAR COMO ES DIGNO DEL SEÑOR ES: a. Agradándole en todo Col 3:5-10; 18-24 b. Llevando fruto en toda buena obra Cada vez que nos preguntan si tenemos fe, contestamos que si tenemos. Tener fe es en consecuencia dar fruto. La Palabra nos dice varias cosas con respecto a la fe y las obras. Si tenemos fe, damos fruto. Si decimos tener fe y no hay frutos, entonces nuestra fe es muerta. Si damos frutos y no tenemos fe, entonces esos frutos no serán buenos. Santiago 2:14 al 26 Hermanos míos, ¿qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle ? Y si el hermano ó la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, Y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y hartaos; pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo: ¿qué aprovechará? Así también la fe, si no tuviere obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras: muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces: también los demonios creen, y tiemblan. ¿Más quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció á su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe obró con sus obras, y que la fe fue perfecta por las obras? Y fue cumplida la Escritura que dice: Abraham creyó á Dios, y le fue imputado á justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió los mensajeros, y los echó fuera por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras es muerta. c. Creciendo en el conocimiento de Dios Para ser cristianos que andan como es digno del Señor, es necesario ante todo, crecer en el conocimiento de Dios. No vas a encontrar alguna otra manera de crecer espiritualmente si no conoces a Dios y esto sólo lo podrás conseguir mediante el estudio de la Palabra que es ahí donde Dios se da a conocer a todos los hombres. No esperes que Dios se te presente cara a cara como lo hizo con Moisés, porque esto al menos en esta vida no sucederá. La misma Palabra de Dios nos dice que la Fe viene por el oir y el oir la Palabra de Dios (Rom 10:17), en otras palabras no conocerás a Dios con tus sentidos naturales (vista, oído, tacto, etc…) tendrás que ir a la Biblia y buscarle ahí para conocerle. Muchos se jactan de tener una relación con Dios y con sus hechos muestran que no le conocen. En los libros de Crónicas y Reyes vemos como el desconocimiento de Dios afecta en gran manera la vida del hombre. Hubo reyes que al no conocer a Dios, hicieron lo malo delante de Él. Pero en el caso de Josías (2 Cro. 34), cuando este recibió un libro que contenía las Palabras de Dios, este rasgo sus vestidos al comprender quien era Dios y por tal motivo se conmovió, se humillo e hizo lo bueno delante de Dios. Tener el conocimiento de la Palabra, te hace crecer en el conocimiento de Dios, y también te hace beneficiario del cumplimiento de una poderosa promesa: Jn. 8:32 Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará. d. Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su Gloria Cuando tocamos el tema del poder de Dios en nosotros, inmediatamente nuestra mente visualiza el panorama super-hombres o super-mujeres en Cristo. No hay a poder o autoridad humana que nos detenga, ni tormenta, ni cosa alguna para obtener lo que deseamos “en Cristo”. Que nos van a cortar el agua y los demás dicen que no hay nada que hacer porque el encargado de la oficina de cobro es difícil de tratar. ¡A como que no se puede!, “si todo lo puedo en Cristo Jesús”. Hay que mover el refrigerador y estoy solo: “todo lo puedo en Cristo Jesús” Me gustó el último modelo que saco una línea de autos, pero esta carísima; ¡no importa! me lo voy a comprar porque “todo lo puedo en Cristo Jesús”. Hay muchas situaciones en las que hemos aplicado esta frase y en la mayoría de los casos, la aplicamos fuera de su contexto correcto. Cuando Pablo hizo esta mención en Fil. 4:13, lo hizo para dar testimonio de que Dios era quien le sostenía en medio de diversas situaciones para no desviarse de su fe en Él. Así que esta frase no era para decretar ni para establecer un ambiente positivista que nos ayude a obtener lo que deseamos. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” es creer que en Cristo podremos soportar con paciencia y perseverancia cualquier situación que sea adversa o seductora. Vemos entonces en el versículo 12 que dice así: “Se vivir humildemente, y se tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como padecer necesidad” 1. Sin dependencia a Él, no hay poder. Ser fortalecidos en todo poder conforme a la potencia de Su gloria, nos habla de que si queremos triunfar sobre toda situación en la vida, debemos de depender totalmente de Él y no confiar nunca ni en nuestras fuerzas, ni en nuestra prudencia. 2. El poder es para abundar en paciencia y perseverar. Ser fortalecidos en todo poder, conforme a la potencia de su gloria, es para que abundemos en paciencia a fin de perseverar en todo. 3. Un dato interesante: En la debilidad del hombre se perfecciona el poder de Dios. Es más, el poder de Dios no está en medio de la jactancia del hombre. El poder de Dios está en medio de la debilidad y humildad del hombre y ahí es donde también se perfecciona. 2 Co 12:9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo. e. Dando gracias al Padre con gozo Si algo debe diferenciar a los cristianos de los demás, es el gozo y la acción de gracias. Si Cristo en verdad nos ha rescatado, entonces deberíamos de tener gozo en nuestro corazón. El libro de los Hechos en los últimos versículos del capítulo 2, nos da la referencia de los verdaderos convertidos al Señor. Esto lo vemos propiamente en el versículo 46 y 47 que dice así: “… perseveraban unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” CONCLUSIÓN Ser cristiano va más allá de un título; va más allá de pertenecer a una congregación y de participar de las actividades como: la oración, la alabanza, las enseñanzas. Ser cristiano es llevar una vida que le agrade al Señor y que impacte a la gente que nos rodea para que sientan la necesidad de buscar a Dios. Ser cristiano es “andar como es digno del Señor”.