Reseña de Cantamisa de Fr. Ricardo Maldonado, ofm.

Reseña de Cantamisa de Fr. Ricardo Maldonado, ofm.

pulso de la provincia
Reseña de Cantamisa
de Fr. Ricardo Maldonado, ofm.
Por: Fr. Ricardo Maldonado, ofm.
E
l día 5 de noviembre de 2011 el Señor me permitió celebrar mi cantamisa con los frailes de mi Provincia
del Santo Evangelio, con la Familia
franciscana, con mis familiares y
amigos y con mi comunidad de la Parroquia
de San José, perteneciente a los Oblatos de
san José, en Cuautitlán Izcalli, Estado de México.
A las 2 de la tarde, con mucha emoción, dimos inicio a la Eucaristía con unas palabras
de bienvenida del padre José Inés, nuestro
párroco, mientras se seguía congregando
poco a poco la gente en el templo parroquial.
Al terminar, la comunidad de San José, organizada por mi familia y el Consejo parroquial,
nos tenía ya preparada una deliciosa comida
y una convivencia amenizada por mi hermana Raquel quien hizo gala de sus dotes artísticos.
Aprovecho este espacio para agradecer a
mi querida Provincia del Santo Evangelio, la
cual, a través de mis hermanos, los frailes, en
distinta medida y de distintas formas, como
verdadera madre me ha acompañado, me ha
Octubre-Diciembre 2011 Boletín provincial
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pulso de la provincia
Agradezco también a mi familia: a mi papá
Luciano, a mi mamá Bertha, a mis hermanas
Raquel, Adriana y Ruth Patricia, por su apoyo
y su presencia permanentes y su cariño sin
condiciones. Gracias, porque son la imagen
más clara y nítida del Dios bueno, del Dios
tierno y del Dios fiel en mi vida.
Agradezco también a mi familia: a mi papá Luciano, a mi mamá Bertha,
a mis hermanas Raquel, Adriana y Ruth Patricia, por su apoyo y su
presencia permanentes y su cariño sin condiciones.
Gracias a mi Familia franciscana, a mis familiares, que siempre han estado conmigo, y
a todos mis amigos, hermanos y hermanas,
compañeros de camino, con quienes el Señor
me ha permitido convivir a lo largo de estos
años. Gracias, porque son y significan la presencia de Dios en mi existencia.
nutrido, me ha corregido y me ha enseñado
a caminar en este camino de la vida religiosa. Muchas gracias a ellos, de todo corazón,
por su testimonio, su entrega generosa al
Señor y por ser verdaderamente hermanos.
Especialmente a Fray Francisco Morales, Ministro provincial, y a los frailes que se dieron
el tiempo para acompañarme en aquellos remotos territorios de Cuautitlán Izcalli. Particularmente, doy gracias a Fray Antonio Huerta por su sentida homilía.
Quiero agradecer a mi querida Provincia del Santo Evangelio, la
cual, a través de mis hermanos, los frailes, en distinta medida y de
distintas formas, como verdadera madre me ha acompañado, me ha
nutrido, me ha corregido y me ha enseñado a caminar.
Gracias a mi Familia franciscana, a mis familiares, que siempre han estado conmigo,
y a todos mis amigos, hermanos y hermanas, compañeros de camino, con quienes el
Señor me ha permitido convivir a lo largo de estos años. Gracias, porque son y
significan la presencia de Dios en mi existencia.
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Sé que este acontecimiento no se trata de
un logro personal, sino, antes que todo, de
la presencia real de Dios en medio de su pueblo, del Señor que nos sigue hablando y manifestándose en el mundo derramando en él
todas sus gracias y bendiciones. Que Él me
ayude a dar frutos verdaderos en favor de la
Provincia, la Orden y su Iglesia y a ser digno
de la responsabilidad que el don de este ministerio representa. Como el día de mi profesión solemne, hoy más que nunca, me confío
a esta fraternidad y me encomiendo a sus
oraciones. Paz y Bien.