Oración dedicatoria para el Templo de San José, Costa Rica

Transcripción

Oración dedicatoria para el Templo de San José, Costa Rica
DEDICACIÓN DEL TEMPLO DE SAN JOSÉ, COSTA RICA
Domingo 4 de junio de 2000
ORACIÓN DEDICATORIA
Presidente Gordon B. Hinckley
Oh Señor, Dios de Israel, venimos ante Ti en solemne oración para dedicar Tu santa casa
que se ha erigido en esta gran ciudad de San José, Costa Rica.
Tú has bendecido a Tu pueblo con los medios para llevar a cabo el programa de
construcción de templos a fin de que muchos más de Tus santos puedan entrar en Tu casa para
hacer convenios sagrados contigo y para que tanto ellos como las generaciones que
vendrán después de ellos sean bendecidos bajo Tu gran plan de felicidad.
Amado Padre, nos maravillamos ante Tu asombroso plan de salvación y exaltación hecho
posible por el sacrificio de Tu Amado Hijo, nuestro Salvador y Redentor, s í, el Señor Jesucristo.
La magnitud de Su divina Expiación es tan infinita que no podemos comprenderla en su
totalidad, pero sabemos que llega a todos los hijos de la tierra con bendiciones adicionales para
los que andan con fidelidad delante de Ti.
Al reunirnos en Tu casa y en los otros salones a los cuales se hace llegar este servicio,
nos sentimos humildes y agradecidos de tener ahora entre nosotros esta hermosa estructura
adonde podemos venir a estar en íntima comunión contigo, sentir la presencia de Tu Santo
Espíritu y servir como salvadores en el monte de Sión.
Tú has restaurado para nosotros en ésta, la dispensación del cumplimiento de los tiempos,
el sacerdocio sempiterno con todas sus llaves.
Con la autoridad de ese sacerdocio y en el
nombre de Jesucristo, dedicamos a Ti y a Él éste, el Templo de San José, Costa Rica, de La
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Padre, te rogamos que te complazca
aceptarlo y acogerlo como uno de Tus grandes tesoros en la tierra. Te suplicamos que lo aceptes
como la sagrada dádiva de Tus fieles hijos e hijas que han consagrado de sus medios para
construirlo en obediencia a Tu mandamiento. Hónralo con la presencia de Tu Santo Espíritu para
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que todos los que vengan aquí sean conmovidos en sus corazones y sean fortalecidos en su
testimonio de ésta, Tu grandiosa y sempiterna obra.
Dedicamos el terreno sobre el cual se encuentra, las paredes y las ventanas, todas las
salas y las instalaciones, y todos los demás aspectos de ésta, La Casa del Señor. Que todos los
que la contemplen la consideren con reverencia y respeto.
Rogamos que
no haya disposición
a desfigurarla ni a hacerle daño de modo alguno. Que permanezca protegida de las tormentas y
de los conflictos de cualquier tipo.
Oh Dios, nuestro Padre Eterno, ampáranos bajo Tu caritativa mano y bendícenos como
Tus hijos e hijas.
que nos
Estamos en deuda contigo por todo lo que tenemos y somos. Te suplicamos
consideres con amor y misericordia. Te imploramos que ilumines nuestra mente y que
abras nuestros ojos a las cosas de la eternidad.
Te rogamos que nos conmuevas el corazón con
amor por Ti y por Tu Hijo y por Tu gran causa y reino.
Como se dijo en la dedicación del Templo de Kirtland: “Te pedimos, Padre Santo, que
establezcas al pueblo que adorará y honorablemente retendrá un nombre y una posición en ésta
tu casa, por todas las generaciones y por la eternidad...
“que ninguna combinación inicua tenga el poder para levantarse y vencer a los de tu
pueblo, sobre quienes se ponga tu nombre en esta casa” (D. y C. 109:24, 26).
Rogamos por todos los que servirán aquí, Padre, por la presidencia del templo y por la
directora de las obreras y sus ayudantes, y por todos los que trabajen en cualquier cargo.
Suplicamos que aun la labor que se requiera realizar para conservar Tu casa limpia sea
considerada como un privilegio especial a fin de que todos los que sirvan lo hagan con un
espíritu de amor y de consagración.
Bendice a los que vengan como participantes a fin de que
lo hagan con regocijo en sus corazones, y Te suplicamos que les inculques el conocimiento de lo
indispensable que es esta obra para que Tus eternos propósitos se cumplan.
Te damos gracias por aquel por conducto de quien Tú has revelado las ordenanzas de esta
casa, a saber, el profeta José Smith.
Rogamos que siempre conservemos un sagrado recuerdo
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de él como Tu siervo en la labor de dar comienzo a Tu obra en esta época en que Tú has actuado
otra vez para edificar Tu reino y hacerlo rodar como la pequeña piedra cortada del monte, no con
mano, ha de rodar hasta que llene toda la tierra.
Acepta nuestro amor por Ti y por nuestro Redentor.
estrecho y angosto que conduce a la vida eterna.
Ayúdanos a recorrer el camino
Que el espectro de la muerte no ostente
temores para los que hayan recibido las ordenanzas de esta casa.
Suplicamos que todos anden
en obediencia delante de Ti, y que Tú enternezcas sus mentes y sus corazones con Tu poder
hacia un nuevo despertar de fe y de responsabilidad.
Ahora, Padre, con la cabeza inclinada y con reverencia hacia Ti, imploramos Tu
bendición sobre todo lo que hagamos, pensemos y digamos, a fin de que seamos dignos delante
de Ti. Te expresamos agradecimiento por todo don que proviene de Ti, al ofrecer humildemente
nuestra oración en el nombre de Tu amado Hijo, Él, que es nuestro Redentor, sí, el Señor
Jesucristo.
Amén.
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