Pastoralia 46 - Obispado de Ourense

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DIOCESE DE OURENSE • Vigairía de Pastoral
Edita: Vigairía de Pastoral (Diocese de Ourense) • Dep. Legal: OU 13-07
OURENSE, TIERRA DE MARIA
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Ourense es tierra de María. En torno a 177
Parroquias de nuestra Diócesis están dedicadas a
Santa María o alguna advocación mariana. A ello
hay que sumar Santuarios y Ermitas que jalonan
los cuatro puntos cardinales de nuestra Diócesis.
En todos estos lugares el pueblo de Dios
que peregrina en Ourense expresa
su cariño filial a la Madre del
Verbo. Cada Santuario es como
un pulmón donde se alimenta la
fe, se fortalece la esperanza y se
acrecienta la caridad de nuestro
pueblo.
Cada zona de la Diócesis tiene
una imagen de María a la que profesa un cariño especial. “Coma a
nosa non lle hai”, dice la gente
sencilla de nuestro pueblo. Pero
entre todas destaca “A Santiña” do
Monte Medo, Nuestra Señora de
los Milagros, de “Ourense joya
preciosa”, como dice el Himno
que con fervor cantan tantos y
tantos peregrinos que se acercan
a su casa.
Al cumplirse 50 años de la coronación de la Imagen de Nuestra
Señora de los Milagros, la Iglesia
en Ourense, quiere celebrarlo
convocando un Año Mariano. Sin
duda alguna que la Novena de los
Milagros del Monte Medo es una
plataforma singular para convocar
a todos los hijos de esta “comarca dichosa”, por tener en ella a
tan buena Madre, y a todos los
fieles de nuestra Iglesia a una profunda conversión pastoral, que nos
lance a la misión con la prontitud de María. Ella es
modelo de discípulo, como dice el Himno magistralmente compuesto por Dn. Antonio F. León,
para el Año Mariano, “o máis certo guieiro cara
Cristo noso Deus”.
PEREGRINAR PARA VIVIR EN MISIÓN
Ourense en Misión con María, es un proyecto evangelizador que nos convoca a todos,
sacerdotes, religiosos, laicos y personas
consagradas, a recuperar la vitalidad y el
entusiasmo de creer para salir a proclamar
nuestra fe al hombre de hoy. Los
Santuarios y Ermitas de nuestra Diócesis
acogen en sus fiestas a muchos peregrinos.
Son como faros que convocan, en torno a
la Madre, a los hijos. Muchos de ellos viven
alejados de la vivencia de la fe en su vida,
pero conservan aún, aunque sea mortecina, aquella llama que recibieron en su más
tierna infancia y que la presencia de María
aviva, año tras año. Ella acoge a todos con
cariño maternal. Siempre atenta a nuestras necesidades nos recuerda el camino
para recuperar el entusiasmo de creer:
“Haced lo que Él os diga” (Jn.2,5). Con la
ternura y fortaleza de una madre, nos da
ejemplo saliendo a servir a su prima “a toda
prisa” (Lc.1,39), como para recordarnos
que quien tiene a su Hijo en el corazón,
tiene que salir a las periferias existenciales
para llevar la luz de la fe o avivarla en quienes, por los avatares de la vida y el influjo de
la secularización, la tienen debilitada.
EN ESTE VALLE DE LÁGRIMAS…
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San Pedro Mezonzo, reflejó en la plegaria de la Salve los sentimientos profundos
de muchos hombres y mujeres de hoy.
Cuando los peregrinos se acercan al camarín
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➠
de la Virgen, en sus ojos se refleja el dolor y el cariño. Bajo su manto desahogan sus penas, en sus
manos dejan súplicas que reflejan su debilidad y la
confianza de que en María, encontramos el remedio
que esperamos. María nos acerca a su Hijo y nos
envía a poner amor y compasión en medio de tanta
soledad, pobreza y miseria que llena de vacío existencial el corazón de tantos hombres y mujeres.
María nos estimula para ser una Iglesia samaritana
que achica espacios, se acerca a los que yacen al
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INTRODUCCIÓN
Equipo Vicaría de Pastoral
OURENSE EN MISIÓN CON
MARÍA, 2014
D. J. Leonardo Lemos Montanet,
Obispo de Ourense
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DECRETO DE CONSTITUCIÓN Y
COMISIÓN PARA EL AÑO
MARIANO
ROMA APRUEBA EL AÑO
MARIANO Y CONCEDE LAS
INDULGENCIAS OPORTUNAS
CONVOCADOS A LA COMUNIÓN
El individualismo es una lacra de nuestro tiempo
que afecta también a la labor pastoral de nuestra
Iglesia. Pero la experiencia de comunión fraterna
vivida en torno a nuestros Santuarios debe desper-
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Antonio Fernández León
CALENDARIO DE PEREGRINACIONES
AL SANTUARIO DE LOS MILAGROS
EL SANTUARIO DE LOS
MILAGROS Y SUS VIVENCIAS
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EL SANTUARIO DE LOS MILAGROS Y
SU "REPERCUSIÓN MISIONERA" EN
LA DIÓCESIS DE OURENSE
José Pérez Domínguez
Papa, Francisco,
Evangelii Gaudium, n. 288
HIMNO AÑO MARIANO
PROGRAMACIÓN PARA EL AÑO
MARIANO
50 Aniversario de la Coronación de la
Virgen de los Milagros (1964 – 2014)
ORACIÓN PARA LA ESTAMPA
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EN LA ESCUELA DE MARÍA, MUJER
“EUCARÍSTICA”
José Antonio Gil Sousa
APERTURA, CLAUSURA Y
PROMOCIÓN DEL AÑO MARIANO
AÑO MARIANO PARA LA DIÓCESIS
DE OURENSE EN MISIÓN
Comisión del Año Mariano
2
borde del camino para aliviar su dolor, con los
medios que tenemos no con los que desearíamos
tener, descubriendo en ellos la carne sufriente de
Cristo. En tiempos de tanto dolor, María brilla como
auxilio de sus hijos heridos por los golpes de la vida.
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DE 2002 A 2014, UN LARGO
PEREGRINAR DE LA MANO DE
MARÍA
Francisco Pernas de Dios
tarnos y convocarnos a la comunión, a todos y con todos. Amar lo
nuestro no debe cerrarnos a los
otros. María nos convoca a salir e ir
al encuentro de los hermanos, a
crear comunidades vivas. Miremos
a María, y descubriremos a todos
sus hijos, nuestros hermanos, para
juntos implicarnos en la tarea de la
Evangelización. ■
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EL SANTUARIO, ENTRE
TODO Y ANTE TODO,
UNA OPORTUNIDAD
SINGULAR DE VIDA
CRISTIANA
P. José Manuel Villar
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EL SANTUARIO DE
NUESTRA SEÑORA
DE LOS MILAGROS
Y LA NUEVA
EVANGELIZACIÓN
CRISTIANA
P. José Manuel Villar
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HISTORIA DE LA
ADVOCACIÓN DE
LOS MILAGROS Y
CORONACIÓN DE
LA VIRGEN DE LOS
MILAGROS
H. Eligio Rivas
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“CON MARÍA
AVANZAMOS
CONFIADOS…”
Papa Francisco
OURENSE EN MISIÓN CON MARÍA, 2014
D. J. Leonardo Lemos Montanet
Al celebrarse este año
2014 los cincuenta
años de la coronación
canónica de la venerada imagen de Nuestra
Señora de Los Milagros y teniendo en
cuenta la profunda
devoción que toda la
Diócesis, la Provincia,
las tierras de Galicia y
del norte de Portugal
le tienen a esta advocación mariana del
monte Medo, en el
concello de Baños de
Molgas, se ha pensado
que una manera efectiva de celebrar este
acontecimiento era
convocar a todo nuestro pueblo a un Año
Mariano, que será una
ocasión de gracia y de
renovación personal y
comunitaria.
Cuando un pueblo pierde la memoria sobre los acontecimientos de su pasado, aunque este sea reciente, algo
le acontece y, por ello, debe reaccionar. El mismo papa
Francisco nos recuerda que el creyente es fundamentalmente memorioso (EG, 13). La memoria es una dimensión
de nuestra fe, de hecho, todos sabemos que el Señor
Jesús nos deja la Eucaristía como memoria cotidiana de la
Iglesia. Ciertamente, no es mi pretensión comparar una
memoria con la otra, pero sí quisiera hacer notar que
cuando en nuestra Iglesia perdemos esa memoria y buscamos razones o criticamos que otros hagan algo en
recuerdo de una serie de acontecimientos de nuestra
pasado, esto quiere decir que algo se esta perdiendo en
nosotros y, por supuesto, corremos el riesgo de no saber
lanzarnos al futuro, o lo que es peor, podemos perder la
esperanza.
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Hace unos días se celebró en Santiago de
Compostela los veinticinco años de la Jornada
Mundial de la Juventud de 1989. En la
ciudad del Apóstol se dieron
cita jóvenes, especialistas y
pastores para conmemorar el evento, que
como sabemos marcó
un antes y un después de las llamadas
JMJ. También en
esta ocasión ha
habido voces críticas
sobre el evento. Para
algunos grupos, también compuestos por
hombres y mujeres de
Iglesia, todos estos acontecimientos suponen como una
afrenta a su vivencia de la fe o un antitestimonio; otros afirman que en un momento
de crisis no se justifica que las pequeñas o grandes comunidades se ponga en camino para peregrinar ¡se gasta mucho! nos dicen, ¡es mejor dárselo a los necesitados!. Se percibe la idea, a
veces, de que para algunos sería más laudable
quedarse en casa sin hacer nada, esperando a
que otros nos lleven la delantera en todo tipo de
manifestaciones. Da la sensación de que para
algunos la fe es algo tan íntimo que en cuanto se
le manifiesta parece que pierde algo de su pudor
y por ello es mejor que nos quedemos encerrados en nuestras habitaciones, en las sacristías, en
el grupo de referencia, o en el mismo templo.
Para otros cualquier opción puede ser justificable, excepto aquellas que se determinan y son
apoyadas mayoritariamente. Quienes así piensan
se sitúan, sin darse cuenta, aplicando a su vida de
fe esas teorías socio-políticas, que cargadas con
su sociologismo y su populismo característico, y
envueltos en una supuesta democracia, pretende
desacreditar la opción de la mayoría silenciosa.
Es bueno ponernos en camino. Es bueno
peregrinar. Es bueno salir de nuestras comunidades... El santo papa Juan Pablo II lo tenía muy
claro y abandonando, en muchas ocasiones la
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ciudad de Roma, se desplazó por el mundo entero, convocando a muchos fieles, y a otros
muchos menos fieles, para celebrar la
alegría de la fe. Por otra parte, si
nosotros dejamos la calle,
otros la ocuparán para sus
manifestaciones. Nuestra
fe, aunque es un regalo
que cada uno lo ha
recibido en lo más
íntimo de su corazón,
no es menos cierto
de que lo ha recibido
en el seno de una
Comunidad de referencia que es la Iglesia, una
Iglesia que se visibiliza en
esos hermosos y antiguos
templos parroquiales, en los santuarios cargados de historia y de fe, en
muchas de las capillas de nuestros pueblos
extendidos por la geografía de nuestra Diócesis.
A pesar de todo, sabemos que debemos ser
respetuosos con todos, de manera especial con
aquellos que no piensan como nosotros y, como
no, también con aquellos que se sitúan en posturas opuestas a las nuestras; sin embargo, el debido respetó a las minorías...no debe imponerse de un
modo arbitrario que silencie las convicciones de
mayorías creyentes o ignore la riqueza de las tradiciones religiosas ( EG, n. 255).
Nuestra Iglesia particular que posee antiquísimas raíces cristianas, porque fue evangelizada
muy pronto, encierra en sí unas tradiciones
marianas que la recorren como un cañamazo de
santidad. Si los pastores cuidásemos esos centros de peregrinación y de devoción a los santuarios marianos y a aquellos otros dedicados a
algunos de los santos de mayor devoción de
nuestro pueblo, tengo la absoluta certeza de que
lograríamos convertirlos en centros de referencia del culto y de la auténtica devoción católica,
así como en lugares privilegiados en los que se
podría llevar a cabo esa nueva tarea de evangelización a la que nos está invitando la Iglesia en los
últimos años. Debemos ser conscientes de que
muchos de nuestros hermanos laicos, bastantes
de ellos jóvenes, solo entran en contacto con el
Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo y con la
Iglesia a través de estos encuentros y peregrinaciones a nuestros santuarios. No podemos perder estas oportunidades.
Con ocasión de los cincuenta años de la coronación de la imagen de nuestra Señora de Los
Milagros es imprescindible que nos preocupemos
de preparar los actos programados en nuestras
comunidades de referencia, es decir, en las
parroquias, en los colegios, en los pequeños grupos apostólicos. Debemos aprovechar esta ocasión para llevar a cabo una tarea catequética y
evangelizadora que ayude a todos, mayores y
jóvenes, a preparar la peregrinación al santuario
o cualquier otro tipo de acciones pastorales. No
nos olvidemos de que el santo papa Juan Pablo II
nos había invitado a trabajar con mayor confianza
en una pastoral que dé prioridad a la oración, personal y comunitaria, (esto) significa respetar un principio esencial de la visión cristiana de la vida: la primacía de la gracia (NMI, n. 38). Las comunidades
eclesiales que se lanzaron con arrojo, por este
camino, dieron frutos en vocaciones para el
ministerio sacerdotal y para la vida religiosa,
misionera y monástica. Si queremos que nuestra
Iglesia particular vuelva a ser misionera necesitamos salir de nosotros mismos, abrirnos a todo lo
católico, no empequeñezcamos nuestro corazón
y todas las estructuras eclesiales, debemos caminar y remar en la misma dirección que nos marca
el papa Francisco en su última exhortación apostólica Evangelii gaudium, en mi carta pastoral
Ourense en misión y la Programación Pastoral
Diocesana.
Sé que hay muchos problemas graves y urgentes en nuestra Iglesia, pero se podrían solucionar
sí somos conscientes de esta urgencia pastoral de
las que nos hablan los últimos Obispos de Roma,
y no nos olvidemos de que la auténtica perspectiva en la que debe situarse el camino pastoral es el
de la santidad (NMI, n. 30). Este Año Mariano tiene
que ayudarnos a toda la comunidad diocesana a
dar un salto de calidad en nuestra vida espiritual
y apostólica, tenemos que salir de nosotros mis-
mos, de la pastoral del mantenimiento y de ciertas
actividades que nos están alejando de nuestros
fieles, en especial de las personas jóvenes. Bajo la
mirada de la Virgen tenemos que descubrir que
cuando la vida espiritual se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás,
se cierra nuestro corazón a la disponibilidad y a la
apertura, nos centramos en nuestras inercias, ya
no se escucha la voz de Dios, ya no entran los
pobres y necesitados en nuestros esquemas, ya
no se goza la dulce alegría del amor de Dios que
siempre es el primero en salir a nuestro encuentro, ya no palpita el entusiasmo en nuestras tareas pastorales y catequéticas ¡se va tirando y
seguimos haciendo lo de siempre! (cf. EG, n. 2).
Aprendamos de María, maestra de fe, la virgen de la disponibilidad; tan pronto recibió el
mensaje del ángel se puso en camino a toda prisa
para salir al encuentro de quien la necesitaba: su
prima Isabel. Procuraremos que la imagen de
Nuestra Señora de los Milagros peregriné por los
distintos lugares de la Diócesis para acercarse a
aquellos que no pueden desplazarse a su santuario: los enfermos y los ancianos. Por otra parte,
sería muy hermoso que aquellas imágenes de
más devoción acompañen a los grupos de los
arciprestazgos y de las zonas pastorales, así como
a las unidades de atención parroquial en su peregrinación al santuario del monte Medo. Es bueno
que le demos a estas peregrinaciones y al
encuentro subsiguiente un sentido de comunión
eclesial, sin olvidar el aspecto festivo del mismo.
Allí donde está la Madre que reúne a sus hijos ¡allí
hay fiesta!
A los sacerdotes y los demás agentes de pastoral os invito a que acojan las palabras del papa
Francisco que nos dice: Al que arriesga, el Señor no
le defrauda, y, cuando alguien da un pequeño paso
hacia Jesús, descubre que El ya esperaba su llegada
con los brazos abiertos (EG, n. 3). Es necesario que
no tengamos miedo y que nos pongamos en actitud de colaborar y de caminar en este sentido,
nuestro pueblo está necesitando signos de comunión que les ayude a descubrirse perteneciendo
no sólo a su pequeña parroquia, sino a la Iglesia
Católica cuya expresión más viva la encontramos
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en nuestra Iglesia particular, que en torno al
Obispo, con su Presbiterio, los religiosos y religiosas, los miembros de los institutos de vida
apostólica, los distintos movimientos y los
demás fieles, constituimos la única Iglesia de
Jesucristo que se siente mirada, querida, acompañada y protegida por Santa María, Señora de
los Milagros.
A finales de agosto comenzaremos las novenas a la Santísima Virgen, bajo diferentes advocaciones, entre ellas la de Los Milagros, que yo
mismo predicaré este año, siguiendo la costumbre de algunos de mis predecesores. Con la
ayuda de Dios, contando con la colaboración de
las instituciones públicas y de los devotos se
abrirá al culto la capilla-santuario de los
Remedios, tan venerada y querida por los
ourensanos. Confío que se convertirá en ese
corazón mariano que enriquecerá de piedad a
nuestro pueblo.
Por otra parte, resulta providencial que en
este Año Mariano, el 21 de noviembre, celebraremos los cincuenta años de la promulgación de
la constitución dogmática sobre la Iglesia,
Lumem gentium, del Concilio Ecuménico
Vaticano II, en su capítulo VIII nos ha dejado
una hermosa teología de la Bienaventurada
Virgen María, Madre de Dios, en el misterio
de Cristo y de la Iglesia. Esta magnífica efemérides que acontece en este año
debe servirnos para aden-
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trarnos en la reflexión mariológica que nos ofrece y empeñarnos todos, tanto los pastores
como el resto de los fieles, en el conocimiento
de esta doctrina conciliar que, seguro, nos ayudará a darle mayor fuste y profundidad a la
devoción mariana existente en nuestro Pueblo.
Sería de desear que con ocasión de este acontecimiento, ya sea dentro del ámbito académico, en el Instituto Teológico Divino Maestro o
bien en las Jornadas de Teología del mes de
febrero próximo se lleven a cabo actos de divulgación de este documento y, más en concreto,
en su aportación a la mariología y a la devoción
popular mariana que se vive con tanta intensidad en nuestra Diócesis.
A Santa María Nai, antiquísima advocación
de esta querida Iglesia particular, le encomendamos nuestros proyectos y tareas pastorales;
dejamos en su regazo materno nuestras necesidades materiales y espirituales, sabiendo que
como Señora de los Remedios, nos ayudará. La
invocamos con la certeza de que Ella, Señora de
los Milagros, nos concederá una primavera
vocacional tanto para el Seminario como para la
vida religiosa, misionera y monástica, haciendo de nuestra Diócesis lo que siempre ha
sido: un referente vocacional. Que la
Santísima Virgen, bajo todas las advocaciones populares de nuestra Iglesia particular, nos ayude en esta nueva singladura pastoral. ■
DECRETO Y COMISIÓN PARA EL AÑO MARIANO
NOS, EL DOCTOR DON JOSÉ LEONARDO LEMOS MONTANET,
POR LA GRACIA DE DIOS Y DE LA SEDE APOSTÓLICA,
OBISPO DE OURENSE
DECRETO
Siendo consciente de las hondas raíces marianas que se encuentran en muchas de las
vivencias religiosas de nuestro pueblo, con la finalidad de celebrar el 50 Aniversario de la
Coronación Canónica de la imagen de la Virgen de los Milagros (1964-2014), tengo a bien
convocar un AÑO MARIANO en todo el territorio de la amada Diócesis de Ourense, desde
el ocho de septiembre de dos mil catorce al ocho de septiembre de dos mil quince y, para que
se organicen con la mayor solemnidad los actos conmemorativos, convengo en nombrar, y
nombro, una comisión que estará compuesta por:
1. Ilmo. Sr. D. José Pérez Domínguez, Vicario de Pastoral.
2. Ilmo. Sr. D. Francisco José Prieto Fernández, Vicario para la Nueva Evangelización.
3. Rvdo. P. Eladio Gómez Barrio, C. M., Rector del Santuario de los Milagros.
4. Ilmo. Sr. D. José Antonio Gil Sousa, Director del Instituto Teológico “Divino
Maestro”.
5. Rvdo. Sr. D. Francisco Pernas de Dios, párroco de Santiago das Caldas.
6. Dña. Cristina Rodríguez López, de la Secretaría Episcopal de Comunicación.
Dado en la ciudad de Ourense, a 13 de mayo de 2014.
† J. Leonardo Lemos Montanet
Bispo de Ourense.
Notifíquese y publíquese
Por mandato de S.E. Rvdma.
M. Emilio Rodríguez Álvarez
Canciller-Secretario
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Nombre del autor
ROMA APRUEBA EL AÑO MARIANO Y
CONCEDE LAS INDULGENCIAS OPORTUNAS
PENITENCIARÍA APOSTÓLICA
Prot. N. 586/14/I
DECRETO
LA PENITENCIARÍA APOSTÓLICA, en virtud de las facultades que le fueron especialmente concedidas por el Santísimo Padre en Cristo y Señor Nuestro, por la Divina Providencia Papa Francisco, al
Excelentísimo y Reverendísimo Padre Don José Leonardo Lemos Montanet, Obispo de Ourense, generosamente concede que en los días VIII de septiembre de MMXIV y MMXV en los que solemnemente
se abrirá y clausurará el Año Jubilar Mariano de la Santísima Virgen de los Milagros, después de celebrado el Divino Sacrificio imparta a todos los Obispos, presbíteros, diáconos, religiosos y fieles allí presentes, que estén verdaderamente arrepentidos y movidos por el espíritu de caridad la Bendición Papal
que lleva aneja la Indulgencia plenaria con las condiciones acostumbradas (confesión sacramental,
comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice).
Los fieles que hayan recibido devotamente la Bendición Papal y que no hayan estado físicamente
presentes en los ritos sagrados, siempre que los hayan seguido piadosamente por la televisión o por la
radio, podrán conseguir la Indulgencia plenaria conforme a derecho.
No obstando ninguna cosa en contra.
Dado en Roma, en el Palacio de la Penitenciaría Apostólica, el día 25 del mes de Agosto, en el año
2014 de la Encarnación del Señor.
MAURUS S.R.E. Card. PIACENZA
Penitenciario Mayor
JOANNES MARIA GERVAIS
Ad. a Stud.
PENITENCIARÍA APOSTÓLICA
Prot. N. 585/14/I
BEATÍSIMO PADRE,
José Leonardo Lemos Montanet, Obispo de Ourense, con la mayor devoción, humilde y lleno de gozo
informa a Su Santidad de que el pueblo cristiano de Galicia, así como el del norte de Portugal va a celebrar desde el día VIII de Septiembre del MMXIV hasta el día VIII de Septiembre de MMXV el cincuenta aniversario de la coronación canónica de la imagen de María Santísima de “Los Milagros”, que se
venera en el Santuario Mariano de “Baños de Molgas”, donde está expuesta a la veneración del pueblo
cristiano y que fue concedida por la Autoridad del Siervo de Dios, el Papa Pablo VI.
A fin de que este devoto acontecimiento se celebre dignamente se está preparando una oportuna catequesis y otros medios de santificación especialmente los sacramentos de la Santísima Eucaristía y de la
Penitencia de los que esperamos abundantes frutos de Fe, Esperanza y Caridad que se acrecentarán a la
luz del Evangelio. Con este motivo se celebrarán especiales funciones litúrgicas, piadosas peregrinaciones y otros actos devotos en el propio Santuario y en otros templos Marianos dentro de la misma dióce-
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sis. Con ello los fieles obtendrán de estos actos copiosos frutos espirituales, y por ello este Excelentísimo
Suplicante pide a Su Santidad que le conceda la INDULGENCIA PLENARIA a modo de JUBILEO. Y Dios...etc
Día XXV de agosto de MMXIV
LA PENITENCIARÍA APOSTÓLICA, por mandato del Santísimo Padre Francisco, concede a la
Diócesis de Ourense un Año Mariano Jubilar con la correspondiente indulgencia plenaria, bajo las
acostumbradas condiciones (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones
del Sumo Pontífice) a los fieles verdaderamente arrepentidos y movidos por la caridad desde el día VIII
de Septiembre de MMXIV hasta el día VIII de Septiembre MMXV. Esta Indulgencia puede ser aplicada a modo de sufragio por las almas del Purgatorio, con tal de que las obras de piedad públicas o privadas, tal como se contempla en la petición del día XIII de Mayo pasado, sean devotamente cumplidas y
que por un espacio de tiempo prudente hagan preces por la fidelidad de España y Portugal a la vocación
cristiana, para pedir vocaciones sacerdotales y religiosas y por la defensa de la institución familiar, de la
que la Sagrada Familia es clarísimo ejemplo.
A fin de que este acercamiento a la gracia del perdón por medio de la potestad de la Iglesia resulte
más fácil, esta Penitenciaría ruega encarecidamente al Canónigo Penitenciario, al Deán del Cabildo
Catedralicio, a los Rectores de los Santuarios Marianos y a otros presbíteros elegidos por el propio
Excmo. Obispo de Ourense, que se les concedan las facultades oportunas para recibir confesiones, se
ofrezcan generosamente para celebrar la Penitencia en los templos jubilares y para administrar la
Sagrada Comunión a los enfermos.
No obstando nada en contra.
MAURUS S.R.E. Card. PIACENZA
Penitenciario Mayor
JOANNES MARIA GERVAIS
Ad. a Stud.
ORACIÓN DE LA ESTAMPA
Virgen de la escucha y la contemplación:
“Estrella de la nueva evangelización,
ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión,
del servicio, de la fe ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a los pobres,
para que la alegría del Evangelio
llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.
Madre del Evangelio viviente,
manantial de alegría para los pequeños,
ruega por nosotros. Amén”.
(Papa, Francisco, Evangelii Gaudium, n. 288).
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HIMNO AÑO MARIANO
Letra y Música de D. Antonio Fernández León
(Himno para o Ano Mariano da Diocese de Ourense)
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APERTURA, CLAUSURA Y PROMOCIÓN DEL AÑO MARIANO
Apertura del Año Mariano:
• Día 8 de septiembre de 2014, conmemoración de la Natividad de
Nuestra Señora, día de la fiesta de la
Virgen de los Milagros.
Desarrollo del Año Mariano:
• Desarrollo a lo largo de todo el año
con las programaciones que se especifican.
Clausura del Año Mariano:
• Día 8 de septiembre de 2015, fiesta
de la Virgen de los Milagros y clausura de la novena.
Promoción del Año Mariano:
1. Revista Pastoralia con la Programación
Diocesana: con la dinámica que implica.
Ejemplares: 600.
9. Televisión Española, 2: Misa del domingo
6 de septiembre de 2015. Misa a las
10:30 horas.
2. Revista Comunidade: apartado en la revista
Comunidade dedicado al Año Mariano y con
testimonios de algunos devotos de la Virgen.
10. Radio María: retransmisión de la Misa del
día 8 de septiembre: Misa de 10:00 h.
3. Revista Pastoralia: número dedicado al Año
Mariano. Ejemplares: 700.
4. Página Web del Obispado: con banner y
enlaces con las parroquias.
5. Página Web de los Milagros: información
detallada del Año Mariano.
6. Power Point: catequesis sobre el año mariano y Ourense en Misión.
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11. Carteles del año Mariano para las parroquias, comunidades religiosas, colegios…
En A3.
12. Estampas de la Virgen de los Milagros
conmemorando el Año Mariano y con
oración del Papa Francisco.
13. Temario común para todas las novenas
marianas del año 2015. Dogmas y títulos
marianos.
7. Cadena COPE: cuñas a partir del mes de
agosto sobre el Año Mariano; cuñas antes
de la apertura del Año Mariano; cuñas en la
clausura del Año Mariano. Información
semanal sobre el Año Mariano.
14. Banderines Colgantes en las fachadas del
Santuario de los Milagros y en los
Santuarios marianos diocesanos.
Banderines en las fachadas y en los templos de las villas y en la Catedral.
Ejemplares: 100.
8. Televisión Galega: Misa del domingo 7 de
septiembre de 2014. Misa a las 10:00 horas.
15. Lema para los banderines y carteles:
“Ourense en Misión con María”.
LEER CON EL ORIGINAL
AÑO MARIANO PARA LA
DIÓCESIS DE OURENSE EN MISIÓN
Comisión Año Mariano
El Obispo, D. José Leonardo Lemos Montanet, acaba de aprobar la celebración de un Año
Mariano para su diócesis de Ourense en Misión.
De entrada, debemos hacernos varias preguntas
para clarificar nociones y conceptos.
Primero: ¿qué es un año mariano? El tiempo en
el que debemos mirar a la Madre de Dios, como
modelo de creyente, como ejemplo de compromiso en la fe con los más necesitados espiritual, moral
y materialmente, como a la mujer humilde y sencilla, que fue capaz, con la gracia de Dios, de decir sí
en la Anunciación a la propuesta del arcángel San
Gabriel, como a nuestra madre intercesora en el
cielo que nos ayuda en estos momentos en los que
la fe se reblandece y necesita de apoyo celestial.
Segundo: ¿con qué motivo? El cincuenta aniversario de la coronación de la Virgen de los Milagros,
el compromiso de vivir la apuesta “Ourense en
misión” y la profunda devoción que todos los orensanos profesamos a la Madre de Dios.
Tercero: ¿qué implica celebrar un Año Mariano
en la diócesis? Implica que la programación de las
actividades pastorales debe centrarse en María
como el “camino seguro” para llegar a Cristo, su
Hijo. Implica que los encuentros pastorales de
todos los sectores del Pueblo de Dios en Ourense
han de celebrarse en el Santuario de los Milagros.
Implica que, a lo largo de todo el año, habrá en el
Santuario actos extraordinarios para acoger a los
peregrinos, de dentro y de fuera de la diócesis, que
vengan al monte Medo para rezar, suplicar, interceder ante la Virgen de los Milagros. Implica que
tanto los agentes de pastoral como todos los feligreses nos pongamos en camino de conversión
para poder evangelizar a nuestro pueblo, anunciando lo que ya vivimos y viviendo lo que anunciamos.
Por último, en el Año Mariano, como en los
Años Santos de la Iglesia, se señalarán templos significativos en los que se podrán lucrar las indulgencias plenarias, propias de esas celebraciones; además del Santuario de Nuestra Señora de los
Milagros, la S. I. Catedral Basílica de San Martín y
todos los demás santuarios marianos en los que se
celebre la novena a cualquiera de las advocaciones
de la Virgen, tan queridas de los orensanos en las
distintas zonas de la diócesis, y con la celebración
solemne del día de su fiesta.
¿Cómo se lucran las indulgencias durante el Año
Mariano? Leyendo algún texto del concilio Vaticano
II, participando en la lectura creyente de la Palabra
de Dios en los grupos bíblicos, colaborando en la
confección y en la puesta en marcha de la programación de la pastoral diocesana, participando en
las novenas de la Virgen con celebración de la
Eucaristía, comunión, confesión de los pecados
(quince días antes o después de la comunión) y
oración por las intenciones del Papa, Francisco.
Por todo ello, este nuevo curso pastoral de la
diócesis de Ouresne en Misión se verá motivado y
alentado por la presencia de María en todos sus
proyectos y en todas sus actividades,convirtiéndose la Virgen de los Milagros en faro que ilumina
nuestra fe, en Madre que nos ayuda en nuestro caminar coherente de creyentes y en modelo que nos
enseña a vivir como miembros de la Iglesia, que
peregrina en Ourense hacia la casa del Padre.
María, la Madre de la evangelización: “Con el
Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está
María. Ella reunía a los discípulos para invocarlo
(Hch 1,14), y así hizo posible la explosión misionera
que se produjo en Pentecostés. Ella es la Madre de
la Iglesia evangelizadora y sin ella no terminamos de
comprender el espíritu de la nueva evangelización
(Papa, Francisco, Evangelii Gaudium, 284).
13
PROGRAMACIÓN PARA EL AÑO MARIANO
50 ANIVERSARIO DE LA CORONACIÓN DE
LA VIRGEN DE LOS MILAGROS (1964 – 2014)
Año Mariano para la diócesis: 2014–2015
Apertura: el día 8 de septiembre de 2014.
Clausura: el día 8 de septiembre de 2015.
1 Peregrinación de los Arciprestazgos: curso
2014– 2015. Meses de mayo, junio y julio del año
2015: sábados a partir del día 2 de mayo hasta el
sábado, día 31 de julio, ambos inclusive.
• Cada arciprestazgo con su propia peregrinación.
• Responsable: el equipo arciprestal.
2 Celebración de San Juan de Ávila en el Santuario de
los Milagros: día 6 de mayo del año 2015.
Responsable: Delegado del Clero.
3 Formación Permanente del Clero: estudio y refle-
xión sobre mariología a partir del capítulo octavo de
la constitución de la Iglesia, Lumen Gentium, del concilio Vaticano II.
4 Novena predicada por el Sr. Obispo: “Visita de la
Santísima Virgen a su prima Santa Isabel”. Distribución de esta misma Novena por todos los santuarios
marianos de Ourense.
5 Peregrinación de los Profesores de ERE.
Día 23 de mayo
6 Peregrinación de los religiosos y personas consagradas: Responsable: Delegado de Vida Consagrada.
Día 22 de febrero (Domingo)
7 Peregrinación de los Colegios Religiosos al Santuario
de los Milagros. Meses de abril y mayo del año 2015.
Responsable: Vicaría para la Nueva Evangelización.
8 Peregrinación de los Colegios Públicos: día 27 de
abril (bachilleratos y 3º y 4º de la ESO), día 11 de
mayo (para alumnos de 1º y 2º de la ESO).
Responsable: Vicaría para la Nueva Evangelización.
Fiesta por la tarde: música disco.
9 Encuentro de los Misioneros en los Milagros: 18 de
julio de 2015. Organiza: Delegación de Misiones.
10 Peregrinación de los catecúmenos que se preparan
para la Confirmación en el curso 2015: día 11 de
abril. Responsables: Delegación de Catequesis y Srs.
Arciprestes. Preparación a nivel general y preparación
por arciprestazgos. Responsables: Delegación de
Catequesis y Arciprestes.
14
11 Peregrinación de los niños a los Milagros:
“encontro de nenos”. Día 18 de abril.
Responsables: Delegación de Catequesis,
Infancia y Delegación de Misiones. ¿Colegios
religiosos?.
12 Peregrinación de la Juventud: Día 16 de
mayo. Responsables: Delegación de juventud.
Asamblea de Jóvenes, A. Católica, Scouts.
13 Peregrinación de las familias con los Equipos
de Nuestra Señora. Domingo dedicado a la
familia como clausura de la Semana de la familia.
Responsables: Delegación de Familia y
Responsables de ENS.
• Fiesta de la Sagrada Familia.
• Semana de la Familia: día 26 de abril.
14 Confección de la Programación Diocesana en
el Santuario de los Milagros: 2015. Días 29 y 30
de junio. Responsable: Vicaría de Pastoral.
15 Encuentro de los grupos bíblicos en el
Santuario de los Milagros: último sábado del
mes de mayo de 2015: día 30 de mayo.
Responsable: Vicaría de Pastoral.
16 Asamblea de Catequistas: en el Santuario
de los Milagros: año 2015. Día 25 de abril.
Responsables: Vicaría para la Nueva
Evangelización y Delegación de catequesis.
17 Clausura de la Interparroquial de
Ourense en los Milagros: día 29 de abril.
Responsable: Vicaría de Pastoral.
18 Peregrinación de la Virgen de los Milagros a Ourense. Día 1 de mayo de 2015.
Obispado – Cruz Roja – Lamas Carvajal –
Plaza Santa Eufemia - Juan de Austria y
Catedral de Ourense: 16:30 de la tarde hasta
las 21:00 horas en la Catedral. Responsables:
Vicaría de Pastoral y PP. Paúles.
19 Peregrinación de los grupos y movimien-
tos diocesanos: Cursillistas de Cristiandad,
Neocatecumenales, Legión de María y
Adoración nocturna.
Responsable: Delegación de Apostolado
Seglar.
20 Novena del 2015: predicada por los
Obispos gallegos y del norte de Portugal.
Responsables: Vicaría de Pastoral y PP.
Paúles.
21 Himno del Año Mariano. Música y letra de
D. Antonio Fernández León.
22 Artículos de los Últimos Predicadores de
la novena de los Milagros para publicar en
Internet y en Pastoralia. De los últimos predicadores, una página a 12, doble espacio
para primeros de octubre.
23 Encuentro Vocacional en los Milagros:
Responsable: Delegación de Vocaciones.
Ejercicios vocacionales en los Milagros: del
10 al 12 de Octubre.
24 Peregrinación de la Hospitalidad de Lour-
des a los Milagros: día 8 de febrero, sábado.
25 Cursillistas de Cristiandad: día 24 de mayo
de 2015.
26 Peregrinación de los Grupos de Caritas.
Interparroquiales. Día 6 de junio, por la
tarde.
15
CALENDARIO DE PEREGRINACIONES AL
SANTUARIO DE LOS MILAGROS
DELEGACIONES EPISCOPALES
16
ARCIPRESTAZGOS
FECHA
PEREGRINACIÓN
DELEGACIONES
ARCIPRESTAZGO
10 al 12 de octubre
Ejercicios Espirituales Jóvenes.
A Limia
20 – VI – 2015
28 de diciembre
Fiesta de la Sagrada familia.
Allariz
14 –III – 2015
22 de febrero (domingo) Vida consagrada.
Baixa Limia
16 – V – 2015
11 de abril (sábado)
Encuentro confirmandos.
Carballiño
30 – V – 2015
Encuentro de niños.
Celanova
16 – V – 2015
Asamblea de Catequistas.
Os Milagres
02 – V – 2015
26 de abril (domingo)
Clausura semana Familia y Ens.
Ourense Norte
09 – V – 2015
27 de abril (lunes)
Colegios Públicos (3º y 4º de la
ESO y 1º y 2º Bachillerato).
Ourense Sur
06 – VI – 2015
Ourense Este
09 – V – 2015
29 de abril (miércoles)
El clero de la ciudad (interparroquial).
Ourense Oeste
06 – VI – 2015
Ribadavia
30 – V – 2015
1 de mayo (viernes)
La Virgen de los Milagros peregrina a Ourense.
Verín
23 – V – 2015
6 de mayo (miércoles)
Clero de la diócesis.
11 de mayo (lunes)
Colegios Públicos (1º y 2º de la
ESO).
16 de mayo (sábado)
Peregrinación de jóvenes.
Peregrinación Profesores ERE.
24 de mayo (domingo)
Cursillistas de Cristiandad.
Encuentro de los grupos bíblicos.
6 de junio (sábado)
Cáritas interparroquiales.
29 y 30 de junio
(lunes y martes)
Programación diocesana.
13 – 17 de julio
(semana de ejercs.)
Tanda de Ejercicios para
Sacerdotes.
FECHA
PEREGRINACIÓN
EL SANTUARIO DE LOS MILAGROS Y SU “REPERCUSIÓN
MISIONERA” EN LA DIÓCESIS DE OURENSE
EL SANTUARIO DE LOS MILAGROS Y SUS VIVENCIAS
José Pérez Domínguez
El Santuario de la Virgen
de los Milagros:
Tengo que decir, sin temor a equivocarme, que el Santuario de la Virgen de los
Milagros está en su máximo apogeo espiritual y de irradiación misionera al comienzo
del tercer milenio. Nunca se hizo tanto en
esta tierra orensana por la devoción a
María y por la expansión de la espiritualidad mariana como se está haciendo en
estos últimos años. ¿Motivo? Ourense es
tierra de María por excelencia.
Los santuarios marianos, principales
medios de evangelización:
La evangelización de nuestro pueblo se
hizo, sobre todo a partir del siglo XVI, por
medio de los Santuarios marianos, que coronan nuestras montañas o llenan de contento a
nuestros valles. Cientos de advocaciones
marianas llenan los corazones de los fieles de
Ourense, profundamente devotos de María, la
Madre de Dios. Cuando todo parece hundirse,
cuando la Iglesia nos envía a evangelizar de
nuevo, volver a la casa de la Madre es el camino que resulta más fácil tanto para los fieles
como sobre todo para los agentes de pastoral.
El Santuario de los Milagros es lugar de
peregrinación cotidiana: no hay un día en el
año, en el que, bien por la mañana, bien por la
tarde, no nos encontremos con personas, que
de forma individual, en familia o en grupo, acuden a los pies de la Virgen de los Milagros: a
pedirle, las más de las veces, pero también a
agradecerle. Muchos se acercan al Santuario
para interceder por las necesidades de personas, familias, o de la misma Iglesia (urgencia
vocacional al sacerdocio o a la vida consagrada, problemas de salud, necesidades sociales,
la paz en el mundo.
Novena a la Virgen de los Milagros: dada la preparación esmerada de las novenas en el Santuario, estas se
convierten en el tiempo oportuno para caminar al unísono en la acción pastoral de la diócesis, ajustando criterios
al sentir diocesano, programando acciones a realizar,
corrigiendo defectos, confirmando aspectos positivos.
Las novenas se convierten en días de auténtica espiritualidad mariana. Cada día con su preocupación especial y
pasando por todos y cada uno e os sectores del pueblo
de Dios: niños, jóvenes, adultos, personas mayores,
sacerdotes, misioneros, enfermos.. Los días de la novenas son días de peregrinación de parroquias, de juventud, de deportistas, de ancianos y de familias. Tenemos
la gran ventaja de hacer llegar el contenido mariano de la
novena a todos los santuarios, parroquias de la ciudad y
villas de la diócesis. La ambientación de la novena en
toda la diócesis es ajustada a las necesidades de cada una
de las parroquias: carteles, prensa, Internet, calendario
de las celebraciones…
Se cuida mucho la novena con ensayo de cantos,
con moniciones, con preparación de las celebraciones,
con el rezo de vísperas, facilitando la oración, los tiempos de silencio, la acogida y preparación penitencial en la
Capilla de las Confesiones.
Se cuenta con la religiosidad de nuestras gentes.
La devoción popular tiene su lugar oportuno y su catequesis adecuada a lo largo de la novena: Santo Rosario,
17
Adoración del Santísimo Sacramento,
Sabatina, ofrendas, promesas…
Una cosa muy importante: la colaboración del clero joven de la diócesis y los seminaristas mayores con los Padres Paúles a lo
largo de la novena. Es realmente ejemplar.
Testimonio de la Comunidad de la
Misión en el Santuario: buena acogida, casa
abierta para las actividades pastorales y de
espiritualidad, colaboración y animosidad en
que todo salga lo mejor posible.
El día del Señor y el Santuario de los
Milagros: los domingos, desde el sábado por
la tarde, se cuidan mucho esmero en el
Santuario. Podemos decir que es uno de los
templos con más afluencia de gente, tanto
por la mañana del domingo como, sobre
todo, en las misas de la tarde.
Las confesiones en el Santuario de los
Milagros: los sacerdotes solemos decir que
es fácil conocer a los penitentes de los
Milagros. Se confiesan casi siempre diciendo
“Padre, desde la novena de los Milagros”. El
servicio del confesonario es uno de los grandes servicios que nos está prestando a la
diócesis el Santuario de los Milagros con el
trabajo y disponibilidad de los Padres de la
Congregación de la Misión.
“Arciprestazgo de los Milagros” es el
nombre del nuevo arciprestazgo de la zona
de Maceda – Baños de Molgas y Tierras de
Caldelas. Es decir, el Santuario se ha convertido en el Centro de toda la dinámica sacerdotal y pastoral de la zona. De ahí que, por
primera vez, aparezca en Ourense un arciprestazgo con este título. Fue en el año
2013.
La Formación Permanente del Clero
del arciprestazgo se realiza en el Santuario. Se reúnen dos veces al mes, en el primer
y tercer miércoles, para la Formación
Permanente: retiro espiritual, programación
de pastoral, estudio y reflexión sobre temas
teológicos y tiempo de ocio, comunión y
diversión. Se celebra en el Santuario una
tanda de Ejercicios Espirituales en el mes de
julio. En este año los dirige el Sr. Obispo de
Ciudad Rodrigo, D. Raúl Berzosa.
18
El Santuario, lugar de encuentro de los grupos,
movimientos y asociaciones, diocesanos. Al lado del
Santuario hay un precioso colegio con unas instalaciones
fantásticas: campos de deporte, pabellón deportivo,
salón de actos espléndido, capilla con gran capacidad y
comedores para más de trescientos comensales. Pues
todo esto es lugar apropiado para que nuestra diócesis
los aproveche, gracias a la generosidad de los Padres
Paúles.
La Programación diocesana de pastoral se hace en
el Santuario de los Milagros (ya vamos en la decimoctava edición). También en esto el Santuario es lugar de
referencia para la diócesis de Ourense. Allí se elaboran
las programaciones dentro de un clima de auténtica
espiritualidad, de total convivencia y del respeto más
absoluto. Somos muchos los que nos reunimos para
esto: vicarios, arciprestes, delegados, responsables de
grupos, movimientos ya asociaciones, laicos representando a cada uno de los arciprestazos, delegaciones y
movimientos, Confer local.. Tanto es así que, si hoy se
hablara de programar en otro sitio, parece que nos faltaría algo fundamental: la proximidad de la Virgen de los
Milagros.
El Santuario de los Milagros, lugar de recepciones
de despedidas: para la diócesis de Ourense el Santuario
de la Virgen de los Milagros, das sus fenomenales instalaciones, es lugar de recepción para los nuevos Obispos
que llegan a nuestra tierra y también lugar de despedidas.
Ourense se ha caracterizado en los últimos años por
mucho movimiento en este sentido.
Los grupos bíblicos se clausuran cada año en el
Santuario de los Milagros. Nuestra diócesis lleva más de
15 años fomentando la lectura creyente de la Palabra de
Dios con el método de la Lectio Divina. El último sábado
del mes de mayo se reúnen todos los grupos bíblicos de
la diócesis para hacer la última Lectio Divina del curso
conjuntamente y para poner las bases del libro a estudiar
en el curso próximo. Es un encuentro que sube cada año
en asistencia y participación.
Más allá de la diócesis de Ourense:
Me he centrado sobre todo en el influjo misionero del
Santuario de los Milagros en la diócesis de Ourense. Pero
no podemos olvidar que su corriente de espiritualidad
mariana llega mucho más lejos: al norte de la vecina
Portugal, a todas y cada una de las diócesis gallegas, destacando sobre todo la presencia en el Santuario de los
habitantes de Vigo y Pontevedra, y de las vecinas comarcas de Lugo y Coruña. ■
EN LA ESCUELA DE MARÍA, MUJER “EUCARÍSTICA”
José Antonio Gil Sousa
Introducción
Este nuevo curso pastoral de
la diócesis de Ourense se siente
alentado por la presencia de
María en todos sus proyectos y
actividades. Con motivo del
cincuenta aniversario de la
coronación de la Virgen de los
Milagros, nuestro Sr. Obispo
aprueba la celebración de un
Año Mariano. La Virgen, como
madre y maestra, nos ayuda a
redescubrir el sentido genuino
del domingo.
La Iglesia recibe del mismo
Señor la herencia del domingo.
El ser cristiano y el ser Iglesia se
hallan, desde el comienzo
mismo, íntimamente vinculados
a la celebración dominical de la
Eucaristía. Desgraciadamente,
el domingo ya no es lo que era. Su modo de
vivirlo ha cambiado. En nuestro ambiente el
domingo va perdiendo su sentido cristiano originario. Se está reduciendo a un mero ‘fin de
semana’.
Conscientes de esta realidad, se ha celebrado en nuestra Diócesis una campaña para
recuperar el sentido del domingo. Recordamos
perfectamente el lema: “¡É Domingo! Xuntos na
Misa, alegres na esperanza”. La Virgen sí fue del
todo fiel a la herencia del domingo. En la vivencia cristiana del domingo, la Eucaristía ocupa un
lugar central. Así nos lo recuerda el Concilio
Vaticano II al enseñar que, en el domingo, “los
fieles deben reunirse en asamblea a fin de que,
escuchando la Palabra de Dios y participando en
la Eucaristía, hagan memoria de la pasión, resurrección y gloria del Señor Jesús y den gracias a
Dios que los ha regenerado para una esperanza
viva por medio de la resurrección de Jesucristo de
entre los muertos” (cfr.IPe.1,3)1.
El presente Año Mariano es una oportunidad para
seguir aprendiendo en la escuela de María, mujer eucarística. La relación de María con la Eucaristía se puede
delinear indirectamente a partir de su actitud interior:
María es mujer eucarística en toda su vida. Deseo destacar algunos aspectos concretos que están muy
presentes en la persona de María, como mujer
eucarística. Ella puede guiarnos en la contemplación
del rostro eucarístico de Cristo, porque tiene una relación profunda con él: “A primera vista, el Evangelio no
habla de este tema. En el relato de la institución, la tarde
del Jueves Santo, no se menciona a María. Se sabe, sin
embargo, que estaba junto a los Apóstoles, ‘concordes en la
oración’ (cfr. Hech.1,14), en la primera comunidad reunida
después de la Ascensión en espera de Pentecostés. Esta
presencia suya no pudo faltar ciertamente en las celebraciones eucarísticas de los fieles de la primera generación cristiana, ‘asiduos en la fracción del pan’ (Hech.2,42)”2.
1 SC.n.106.
2 San Juan Pablo II, encíclica, “Eecclesia de Eucharistia (=EE)”, n.53.
19
PONER DE FONDO ALGO..... RELACIONADO CON LOS PRIMEROS CR
En la visitación, primer tabernáculo
de la historia
María, después de su ‘fiat’, sintió que el Verbo
se hizo carne en su vientre. Llena de Dios, decidió y planificó un viaje a casa de su parienta,
Isabel. María se ha convertido en el Arca viva de
la Nueva Alianza, que recorre, sin portadores,
los mismos campos de Palestina. María es la primera Custodia, que preside la primera procesión
del Corpus Christi; por su pie, sin que nadie la
vaya exhibiendo. No hay alfombras de flores. No
canta nadie. No alumbra ningún cirio.
A los que van con María en la
caravana les pasa como les
pasará a los Discípulos que
regresaron de Jerusalén
hacia Emaús el día de
Pascua: Se les unió el
Señor resucitado. Pero
ellos no se enteraron
hasta que se sentó a la
mesa con ellos y partió el
pan. María es el Arca viva. La
Custodia viva, camina gozosa,
porque va a servir presiente la satisfacción de la diaconía auténtica. Cristófora y
Cristófila a la vez, no puede evitar el recuerdo de
aquel texto de Isaías: ¡Qué hermosos son, por encima de las montañas, los pies del mensajero que
anuncia la paz que trae buenas noticias, que pregona la salvación, diciendo a Sión: Reina tu Dios!” (Is.
52,7). A María le mueve el amor de ida. No piensa en ser servida, sino en servir. Es del mismo
parecer del que lleva en su seno: “el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar
su vida como rescate por muchos” (Mt.20,28).
San Juan Pablo II nos ofrece un comentario de
tinte eucarístico del encuentro de María con
Isabel: “Cuando en la Visitación, lleva en su seno el
Verbo hecho carne, se convierte de algún modo en
‘tabernáculo’ –el primer ‘tabernáculo’de la historiadonde el Hijo de Dios, todavía invisible a los ojos de
los hombres, se ofrece a la adoración de Isabel,
como ‘irradiando’ su luz a través de los ojos y la voz
de María”3.
María durante toda su vida hace suya la
dimensión sacrificial de la Eucaristía:
El rico Misterio de la Eucaristía encierra en sí
diversas dimensiones. Entre ellas cabe destacar
su carácter sacrificial. El Catecismo de la Iglesia
Católica enseña al respecto: “Por ser memorial de
la Pascua de Cristo, la Eucaristía es también sacrificio. El carácter sacrificial de la Eucaristía se manifiesta en las palabras mismas de la institución: ‘Esto
es mi Cuerpo que será entregado por vosotros’ y
‘Esta copa es la nueva Alianza en mi sangre, que
será derramada por vosotros’ (Lc.22,19-20). En
la Eucaristía, Cristo da el mismo cuerpo
que por nosotros entregó en la cruz y
la sangre misma que ‘derramó por
muchos…para remisión de los
pecados’ (Mt.26,28)”4.
Juan Pablo II enumera
aquellos momentos de la vida
de la Virgen donde está especialmente presente la cruz5. En
primer lugar aparece la presentación del niño Jesús en el templo
(Cfr. Lc.2,22-38). En este episodio Jesús
se muestra como el Primogénito que pertenece al Señor. Simeón y Ana representan todas
las gentes expectantes que salen al encuentro del
Salvador. Jesús es reconocido como ‘luz de las
naciones’ y ‘gloria de Israel’, pero también ‘signo
de contradicción’. Precisamente la espada de
dolor predicha a María, su Madre, profetiza otra
oblación perfecta y única, la de la Cruz que dará
la salvación a todos los pueblos 6. Esta profecía se
va cumpliendo y“María vive una especie de
‘Eucaristía anticipada’ se podría decir, una ‘comunión espiritual’ de deseo y ofrecimiento, que culminará en la unión con el Hijo en la pasión y se manifestará después, en el período postpascual, en su
participación en la celebración eucarística, presidida
por los Apóstoles, como ‘memorial’ de la pasión”7(EE. n.56).
¡La
Eucaristía se
nos ha dado para
que nuestra vida sea,
como la de María,
toda ella un magnificat!”
20
3 EE.n.55
4 Catecismo de la Iglesia
Católica (=CEC), n.1365.
5 EE.n.56.
6 CEC.n.529.
7 EE.n.56.
46_v14: Pastoralia 16
EROSPastoralia
CRISTIANOS
03/12/14 14:29 Página 21
El Magnificat en perspectiva eucarística:
Este sacramento se llama “Eucaristía porque es
acción de gracias a Dios”8. En el “Magnificat”
María da gracias por lo que Dios ha hecho en
Ella. En la primera estrofa del “Magnificat” (cfr.
Lc.1,46-50) el corazón de María se manifiesta alegre, regocijado; reconoce, con tono profético,
que todas las generaciones la felicitarán por las
maravillas que ha obrado Dios en Ella y santifica
el nombre del Todopoderoso que dio comienzo
a la redención, a su misericordia en Ella. En la
segunda estrofa María da gracias por el plan divino de Salvación (cfr. Lc.1, 51-53). María se revela
fuerte y valerosa, defendiendo los derechos de
Dios y canta el amor del que se llama Santo y es
Poderoso en términos desconcertantes para
sensibilidades tiernas y cómodas. Según el
“Magnificat” el amor de Dios tiene una forma
concreta, humana, social y que no es sólo una
consolación espiritual interior. En la última estrofa del “Magnificat” María da gracias por el cumplimiento de las promesas a Israel. La Virgen usa
la metáfora del recuerdo, porque, según el modo
ordinario de hablar, cuando uno cumple lo que
ha prometido, se dice que se acordó de cumplir
su palabra. Dios es fiel hasta el extremo.
Permanece siempre en la fidelidad. Cumple hasta
el último detalle de su palabra. En el cántico del
“Magnificat” vertió, como en una ánfora, los
secretos de su Corazón y las más íntimas efusiones de su alma. El “Magnificat” refleja el interior
de María. Lo mismo que el “Sermón de la
Montaña” refleja el interior del Hijo.
En síntesis, “la Eucaristía, en efecto, como el canto
de María, es ante todo alabanza y acción de gracias…
María rememora las maravillas que Dios ha hecho en la
historia de la salvación… María canta el ‘cielo nuevo’ y
la ‘tierra nueva’que se anticipan en la Eucaristía… ¡La
Eucaristía se nos ha dado para que nuestra vida sea,
como la de María, toda ella un magnificat!”9.
En el proceso de nuestra configuración con
Cristo hemos de aprender de su Madre, dejándonos acompañar por Ella. Así como Iglesia y
Eucaristía son un binomio inseparable, lo mismo
se puede decir del binomio María y Eucaristía.
“Por eso, el recuerdo de María en la celebración
eucarística es unánime, ya desde la antigüedad, en
las Iglesias de Oriente y Occidente”10. ■
8 CEC. n. 1328.
9 EE. n. 58.
10 Ibid. n.57
21
DE 2002 A 2014, UN LARGO PEREGRINAR
DE LA MANO DE MARÍA
Francisco Pernas de Dios
“A vino nuevo odres nuevos” (Mc.2,22)
22
Corría el año 2002 cuando el Rector del
Santuario de Nª Sª de los Milagros me invitaba a
predicar la novena que, en honor de “A Santiña” do
Medo, se celebra del 30 de agosto al 8 de septiembre. Como hijo de esa “comarca dichosa” que vive
bajo la mirada tierna de la Virgen de los Milagros,
acogí la llamada. En aquellos días tuve la oportunidad de afirmar aún más mi convicción de que nuestros Santuarios son una plataforma evangelizadora
de primer orden. Desde ellos, los proyectos de la
Programación Diocesana de cada curso pueden y
deben llegar al pueblo de Dios para que juntos
peregrinemos al encuentro del Señor. Una
Programación que lleva dieciocho años elaborándose en este lugar emblemático de nuestra Diócesis y
bajo la custodia de la Madre de Dios, por un amplio
grupo de sacerdotes, laicos y religiosos presididos
por el pastor y Obispo de nuestra Diócesis.
Al igual que los miles de peregrinos que, año tras
año, suben la empinada cuesta que desde el río de
Foncuberta y otros lugares les llevan a las puertas
de la casa de la Madre de los Milagros, nuestra
Iglesia no ha dejado de caminar en estos doce años
transcurridos. Unas veces con paso ágil, otras cansino, unas bajo la luz radiante de las mañanas veraniegas, otras sintiendo el frío y la humedad de las
bajas nieblas que encuentran los peregrinos que,
rezando el Rosario de la aurora, acuden a acariciar
la imagen de su querida Madre.
Los tiempos han cambiado y lo han hecho al
ritmo y la velocidad de la vida actual. Aquella Iglesia
que estrenábamos el nuevo milenio profundizábamos en la celebración de los misterios de Cristo
para la vida del mundo. Siendo la liturgia el centro
de la vida de la Iglesia, la devoción a la Virgen crece
entre los fieles a partir de la celebración y meditación de los misterios de nuestra salvación. La misma
devoción a María es y debe ser expresión del amor
y adoración de Cristo. Es Dios quien debe llevar
siempre la iniciativa en nuestra vida, como la llevó
en la de María. Él la eligió para ser Madre de su Hijo
y ella acogió la llamada y, con fidelidad y obediencia,
se puso en las manos de Dios. Así en ella encontramos un modelo de discípulo y el icono de una
Iglesia fecunda que engendra la fe de sus hijos y la
acompaña en medio de los avatares de la historia.
Una devoción globalizada
Vivimos en un mundo interdependiente. Lo que
acontece en un lugar afecta a todos. Esa globalización afecta también a la devoción a María en nuestra tierra. Al Monte Medo acuden peregrinos de
todas partes: De toda la Diócesis, de Galicia, de las
zonas vecinas de Castilla-León y del Norte de
Portugal. Pero el amor a la Virgen de los Milagros
traspasa mares y fronteras. Cada verano muchos
emigrantes de México, Venezuela, Argentina, Suiza
Francia, Alemania… y tantos lugares, donde los
hijos de esta tierra tuvieron que partir, regresan y
no falta en su agenda la visita agradecida y suplicante a la Santiña. La piedad popular necesita de la
inmediatez. El pueblo necesita ver y tocar la imagen
de la Virgen. ¡Cuánto cariño se percibe observando
los rostros, las miradas y los gestos de los peregrinos que se acercan a la imagen de la Virgen, la tocan
con su mano, o la acarician con su pañuelo para
luego pasarlo por su rostro y el de los suyos! Gestos
externos que reflejan lo que anida en lo más hondo
de sus corazones: La confianza en el auxilio de
María en medio de las cruces de la vida cotidiana.
2014 una Iglesia en la parrilla de “salida”
Recuerdo cómo los mayores nos hablaban de
aquella gran fiesta de la coronación de la imagen de
la Virgen de los Milagros hace ahora cincuenta años.
Allí estaban los devotos todos de la comarca con
sus autoridades. Fue un día grande. Eran tiempos de
gran fervor y nacional catolicismo. Pero los tiempos
han cambiado. La fe transmitida de generación en
generación, bajo el influjo del secularismo, se va
debilitando. Muchos ya viven
al margen de Dios, e incluso
lo ven como contrario a su
felicidad y realización. Otros
habitualmente viven alejados
de la Iglesia o solo acuden en
ocasiones extraordinarias.
No faltan los que en su fuero
interno viven la fe, pero hacia
afuera alardean de “pasar” de
Dios y de su Iglesia. Quizás
incluso aplauden al Papa, porque entienden que solo habla
para otros, no va con ellos, y
siguen anclados en los tópicos
manidos de siempre. También
hay un grupo, un resto, que
viven la fe con mayor convicción y conciencia formando
comunidades vivas. Pero en el
fondo de muchos corazones
sigue viva la fe y la devoción a
María. Así aparece, al menos
una vez al año, en tantas
romerías y fiestas en su
honor. También entre los
jóvenes, por aquellos años de
comienzo del milenio, iba
cobrando vitalidad la peregrinación en la noche del viernes
al sábado de la novena. Recuerdo que aquel año
2002, a las siete de una fría mañana, abarrotaban el
templo, con rostro de cansancio pero con el entusiasmo que siempre conlleva la juventud. Y año tras
año, sigue afianzándose esa peregrinación como cita
ya obligada.
La Iglesia en Ourense, tenemos que aprovechar
este caudal de religiosidad para despertar la fe que
duerme en el fondo del corazón de tantos hombres
y mujeres. Nuestras romerías, en torno a María, tienen que ser faros que muestren el rostro de una
Iglesia “en salida”, como pide el Papa Francisco.
Como salimos al encuentro de “nuestra Virgen querida”, así tenemos que salir cada domingo de nuestras casas a reunirnos con la comunidad creyente
para avivar la fe celebrando la Eucaristía. Salir, incluso de nuestra Parroquia cuando esta dejó de ser
una comunidad de fieles y solo se llama Parroquia
porque conserva un hermoso templo y un cementerio, para formar comunidad con otros. Los
Santuarios nos muestran que se puede celebrar la fe
con los de la Parroquia vecina, porque así lo hacemos en las romerías mostrando que somos hijos del
mismo Padre y amparados por el cariño de la
misma Madre. ¿Por qué no hacerlo en nuestras
zonas impulsando las Eucaristías de referencia como
celebraciones pausadas y vivas? Pero salir también al
encuentro de los hombres y mujeres en medio de
las tareas temporales para mostrarles el rostro de
Jesucristo.
23
Los Santuarios, escuelas vivas de comunión
Creer en Dios es profesar nuestra fe en el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo, trinidad en comunión
diversa, de la que tiene que ser icono toda comunidad de Iglesia. ¡Cuánto hablamos de comunión!
¿Será que notamos su ausencia? El individualismo
nos ahoga, genera desencanto y vacío. Perdemos
tantas energías con “habriaqueísmos”, pensando
que solo lo mío y a mi manera vale, que perdemos
la fuerza y entusiasmo misioneros. Juan Pablo II nos
invitaba a hacer de la Iglesia (y la Parroquia es la
Iglesia entre las casas de los hombres) “casa y
escuela de comunión”. Merece la pena recordar una
vez más sus palabras: “¿Qué significa todo esto en
concreto? También aquí la reflexión podría hacerse
enseguida operativa, pero sería equivocado dejarse
llevar por este primer impulso. Antes de programar
iniciativas concretas, hace falta promover una espiritualidad de la comunión, proponiéndola como principio educativo en todos los lugares donde se forma
el hombre y el cristiano, donde se educan los ministros del altar, las personas consagradas y los agentes pastorales, donde se construyen las familias y las
comunidades. Espiritualidad de la comunión significa ante todo una mirada del corazón sobre todo
hacia el misterio de la Trinidad que habita en nosotros, y cuya luz ha de ser reconocida también en el
rostro de los hermanos que están a nuestro lado.
Espiritualidad de la comunión significa, además,
capacidad de sentir al hermano de fe en la unidad
profunda del Cuerpo místico y, por tanto, como «
uno que me pertenece », para saber compartir sus
alegrías y sus sufrimientos, para intuir sus deseos y
atender a sus necesidades, para ofrecerle una verdadera y profunda amistad. Espiritualidad de la
comunión es también capacidad de ver ante todo lo
que hay de positivo en el otro, para acogerlo y valorarlo como regalo de Dios: un « don para mí », además de ser un don para el hermano que lo ha recibido directamente. En fin, espiritualidad de la comunión es saber «dar espacio» al hermano, llevando
mutuamente la carga de los otros (cf. Ga 6,2) y rechazando las tentaciones egoístas que continuamente
nos acechan y engendran competitividad, ganas de
hacer carrera, desconfianza y envidias. No nos
24
hagamos ilusiones: sin este camino espiritual, de
poco servirían los instrumentos externos de la
comunión. Se convertirían en medios sin alma, máscaras de comunión más que sus modos de expresión y crecimiento” (NMI.43). Solo desde esta espiritualidad seremos capaces de salir de nosotros,
abrirnos a la acción de Dios, como hizo María, y llevar el gozo y la alegría del Evangelio al mundo de
hoy.
No estamos huérfanos, tenemos una madre
Cuando nos acercamos a nuestros templos un
domingo podemos tener la impresión de que
somos pocos y mayores. Pero cuando nos acercamos a nuestros santuarios descubrimos que aún
queda fe en nuestra tierra y no podemos sentirnos
huérfanos, porque en medio de nosotros, el pueblo
de Dios, está María, madre de Dios y nuestra,
madre de la Iglesia. Ella con su sí aceptó, con todas
las consecuencias, ser la Madre del Verbo encarnado y experimentó en su vida lo que Dios puede
hacer con la humildad de una criatura, cuando esta
se abre al amor de Dios. Si los creyentes de hoy nos
volvemos a Dios, acogemos su Palabra, celebramos
la fe con verdadero sentido comunitario, asumimos
que somos Iglesia en la comunión con nuestro
Pastor y Obispo, venceremos la sensación de orfandad y recuperaremos el gozo de ser familia de los
hijos de Dios. Mirando a María, en tantas imágenes
como encontramos por todos los rincones de
nuestra Diócesis, escucharemos la voz del Señor:
“No tengáis miedo” (Mt.14,27) y con la fuerza de la
fe sentiremos el deseo de “remar mar adentro”
(Lc.5,4). Seremos una Iglesia misionera y María,
como a los primeros discípulos (Hch.1,14) nos sigue
alentando y acompañando para que el Reino de su
Hijo germine en medio de esta historia. ■
EL SANTUARIO, ENTRE TODO Y ANTE TODO,
UNA OPORTUNIDAD SINGULAR DE VIDA CRISTIANA
P. José Manuel Villar Suárez - C.M.
Quizás el lector y el que suscribe esto, está
harto de oír a algunos que la religiosidad popular
cristiana y, en particular todo lo relacionado con
los santuarios marianos, es una relectura de una
religiosidad natural y una reinterpretación interesada de la Iglesia de lugares ya marcados por lo
numinoso. A esta interpretación, bastante extendida con pretensión de definitiva y con marchamo académico, se añaden intereses varios que
buscan ya no que merme la religiosidad de estos
parajes sino que la promueven porque se trata
de un terreno abonado para muchas siembras.
Los católicos, gracias a Dios ya de vuelta de puritanismos religiosos que buscaron sin éxito sin
encontrar esa religión pura desprendida de toda
mediación, creemos, sin ingenuidad que “a pesar
de los pesares”, en la religiosidad popular y en los
santuarios se da “entre todo” y “ante todo” una
verdadera experiencia religiosa, una auténtica
vivencia del Evangelio; además de convertirse en
una oportunidad excepcional de evangelización y
de vivencia eclesial.
Además algunos siguen empeñados en ver cultos pre-cristianos en todo monte, cerro o valle
“cristianizado”, en el mejor de los casos, con un
santuario o haciendo la traducción católica de un
culto a cualesquiera diosa madre o madre tierra.
Otros, por el contrario, han querido hacer valer
cualquier leyenda o tradición como si se tratase
de buscar milagros, en sentido estricto, y así confirmar la genuinidad cristiana de ese lugar. Estas y
otras opiniones, consideradas de un modo reflexivo, nos aportan la luz necesaria para considerar
la vigencia y los valores de esta compleja realidad.
Desde aquí es preciso afirmar que, cristianos o
no, todos somos constitutivamente religiosos,
abiertos a la trascendencia. Lo religioso es un
fenómeno universal. La universalidad geográfica
y temporal de un hecho lo convierte en nota
definitoria de la realidad a la que pertenece. Y,
aunque en la actual cultura, algunos estén más o
menos interesados, motivados o distraídos de la
vivencia de la fe; otros se empeñan en volverse
contra lo religioso, en particular contra lo religioso cristiano, no pierde crédito la afirmación
antropológica inicial. Y, por supuesto, que lo religioso tiene que ver con necesidades básicas de
protección, ayuda, sentido y permanencia. Es
más, lejos de volverlo sospecho y alienante, lo
revela auténticamente humano. De que tengamos necesidad de esto, no se puede concluir que
el hombre haya inventado soluciones ficticias,
sino más bien, que existe la posibilidad real de
cubrirla y atenderla.
No obstante hemos de admitir que al tratarse
el objeto de la religión de una realidad no mensu-
25
rable, su expresión a lo largo de la historia de la
humanidad ha adquirido formas diversas donde
la fantasía, la proyección, lo mítico, la metafísica y
la fe se han dado cita con mayor o menor acierto expresivo y expositivo. Lo cristiano, a la
común necesidad humana de ayuda y sentido,
añade también estos elementos pero sobretodo
tiene en cuenta que viene definido por la experiencia y la fe en el Hijo de Dios hecho humanidad en quien encontramos la clave de interpretación de la experiencia religiosa y la respuesta a las
necesidades mediatas e inmediatas de la existencia. Sobre la base de la historia de Jesús, sobre el
fundamento de su permanencia en el tiempo,
pues confesamos que ha muerto y ha resucitado,
encontramos las claves de interpretación, de
integración, de asunción y corrección de lo todo
lo humano y también de cualquier experiencia
religiosa.
En la base de toda experiencia de relación
humana, y en particular la religión que es una
forma específica de relación, de reli-gazón, está
la necesidad de validación, de protección, de la
ayuda, de amor incondicional, sobre todo de
Alguien. Seamos o no cristianos intuimos la presencia benéfica y protectora de lo divino. Los
cristianos sabemos que esa presencia es la presencia de Dios. Para nosotros no es algo numinoso, algo o alguien desconocido porque tenemos
a Jesús que ha vivido en nuestra historia, nos ha
dejado el Evangelio, nos ha hecho su Iglesia y ha
prometido estar presente entre nosotros hasta
el final. A esto añadimos algo: Jesús ha dado a
María a los cristianos y con el mismo rol de madre.
Es verdad que esta breve sucesión de afirmaciones básicas cristianas no están hoy muy claras
para muchos pero son el entramado básico de
la fe cristiana y de la religiosidad católica.
Partimos pues de una necesidad y de una búsqueda de lo divino. Sabemos que a Dios lo
podemos encontrar.
Junto a todo lo anterior podemos añadir que,
lo dicho hasta el momento, se hace experiencia
particularmente intensa, sentida y acreditada por
26
la tradición, en este o aquel lugar. No nos engañemos, el hombre está hecho de lugares; los
lugares son evocadores por su belleza, por su
capacidad para expresar lo trascendente; son
espacios favorables para expresar la búsqueda de
realidades más altas, más hermosas, más profundas… “los llevó a ellos solos a una montaña
alta”…, pero a la vez, manifiestan las intervenciones del hacer providente de Dios. Y… ¿por qué
no decirlo?, manifiestan un “depósito” compuesto de milagros, historias y leyendas. De todo ello
podemos concluir que Dios nos ofrece su gracia,
su ayuda constante y lo hace según la capacidad y
disposiciones de las personas, y en el contexto
cultural, con el entramado histórico-tradicional y
legendario de una devoción y de un espacio
sagrado. En definitiva, la Providencia, las circunstancias históricas, la devoción… incluso la imaginación han configurado un entramado que finalmente ha adquirido la forma de culto bien definido, la devoción a (por ejemplo) nuestra Señora de
Los Milagros. Y ha consagrado un lugar como un
espacio también con identidad propia (para
seguir el ejemplo) santuario do Monte Medo.
Pues bien, en este frondoso y bello bosque de
la religiosidad popular, con sus devociones y santuarios es necesario que nos dejemos conducir
por el “sentido común”. No tenemos espacio ni
tiempo para tratar de dar nuestra propia definición pero al menos sabemos que se trata de una
percepción razonable del común. Un sentir y pensar que nos lleva a echar mano de los recursos
del razonar humano, de la ciencia positiva pero
también de la experiencia religiosa y, en particular,
de la Revelación cristiana. Tan extraño a este
“sentido común” sería excluir de la reflexión
sobre la religiosidad popular, estudios y reflexiones antropológicas, filosóficas o culturales, como
la misma hermenéutica religiosa, que llamamos
teología, que tiene como fundamento la persona
de Jesucristo, clave de bóveda de la comprensión
de toda fenomenología cristiana.
Llega el momento de hacer otra afirmación en
este complejo espacio de la religiosidad popular
cristiana construido sobre la base de la apertura
trascendente de lo humano, de la necesidad de
ayuda y sentido: Dios normalmente actúa de un
modo providente ordinario pero, no podemos limitar
su soberanía sobre toda realidad, por eso tenemos
que aceptar también el acontecer extraordinario. En
esta clave estarían las manifestaciones marianas
más conocidas de la Iglesia Católica como
Lourdes, Fátima o la Medalla Milagrosa. Y otras
más localizadas como puede ser este Santuario
de Nuestra Señora de los Milagros. Los fenómenos se estudian por su avatar y por sus efectos.
En este caso: la alabanza a Dios, el amor a la
Santísima Virgen, la mejora de la vida cristiana, la
generosidad con las diversas necesidades… pero,
sobre todo, la experiencia de religación que siempre es Jesucristo, en la cual la Virgen Maria, ejerce su función maternal de acogida, enseñanza,
protección y auxilio.
paso, a aprovechar toda ocasión y lugar para que
Cristo sea más y mejor conocido y amado, para
ofrecer los dones que el Señor le ha encomendado distribuir: los sacramentos (especialmente la
Reconciliación y la Eucaristía) y la Palabra.
Este cometido conlleva también advertir de
los excesos y abusos que puedan acontecer induciendo al error o a una percepción desfigurada
de la imagen de Dios: la identificación de la
Virgen con una especie de deidad independiente
o la separación entre la devoción y la vida. En
definitiva: la deriva de la fe en superstición. Por
eso es preciso estar muy atentos a la amenaza
que, siempre el crecimiento de intereses poco
nobles, pueden desarrollarse y crecer a la sombra de estos lugares.
La Iglesia, sus pastores y teólogos y los fieles
en general reciben esta realidad devocional con
complacencia, con atención y con sentido de responsabilidad. Expresión de ello fue la publicación
por parte de la Santa Sede del Directorio sobre la
piedad popular y la liturgia. En definitiva, todo lo
que contribuye a acercar a Jesucristo, es bien
recibido. La misión de los obispos y demás responsables pastorales tiene como objeto la reflexión que busca esclarecer la verdad cuando examina la génesis de una devoción, el culto de una
imagen o las circunstancias de un santuario, con
el fin de ver lo que haya de extraordinario, reconocer los signos de la Providencia divina y apreciar los frutos de santidad y vida cristiana.
Además, esta responsabilidad, les lleva a valorar
y aprovechar todo lo bueno que encuentra a su
27
Los santuarios, las devociones y las manifestaciones piadosas son una rica herencia que hemos
recibido de las generaciones pasadas y que debemos administrar bien para beneficio de todos.
Están enraizadas en la hondura religiosa de cada
hombre y cada mujer. Son expresión del actuar
providente de Dios. Son espacios eclesiales de
vida cristiana y comunión privilegiados. Son manifestación del genio cultural cristiano. Por esto y,
por mucho más, los santuarios, nuestro santuario
del Monte Medo es casa de acogida de la sensibilidad, de la necesidad, del anhelo del corazón de
los hombres que buscan a Dios. Podemos afirmar que este Santuario es:
✔ Belén donde reconocer a Cristo como uno de
los nuestros, el débil-humano a la vez que el
Dios-Todopoderoso, y aquí ofrecer como los
Magos lo mejor de cada uno.
✔ Betania donde acudir con nuestros agobios y
preocupaciones a descansar a los pies de Jesús
que hace resonar en cada uno sus palabras: -Venid
a mi todos los que estáis cansados y agobiados.
✔ Monte de las Bienaventuranzas donde escuchar
a Jesús y aprender un poco de vida cristiana. La
Virgen María nos enseña: “haced lo que Él os diga”.
28
✔ Calvario al que llegan tantos crucificados por
la vida, por los pecados de otros o por los
propios pecados y allí poder escuchar de
Jesús: -Te aseguro, hoy, estarás conmigo en el
Paraíso. No esperes a morirte para empezar a
estar conmigo.
✔ Sepulcro vacío porque, a pesar de que a veces
nuestra fe parezca muerta, terminamos por
encontrar en los alrededores, como las santas
mujeres o los de Emaús, a Jesús que nos llena
de Alegría y nos dice: -La paz esté contigo. Que
la paz, por fin, llegue a tu vida.
✔ Caná donde la Virgen lo supervisa todo. Está en
el baldaquino pero también está sentada en el primer banco del santuario: escuchando la Palabra
de Dios y llevándola a su interior; nos invita a
“dejarnos reconciliar con el Señor” y a sentarnos
en la fiesta del Banquete Eucarístico… Ella está
asomada a la puerta para vernos llegar; nos invita
a entrar por la puerta santa que nos acerca más a
Cristo, su Hijo; nos acompaña y escucha con
atención para atendernos en nuestras necesidades. Ella, la Madre de Los Milagros, no se cansa
de decirnos: Mira a Jesús. Lo llevo siempre conmigo
y te lo ofrezco. ■
EL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LOS MILAGROS
Y LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
P. José Manuel Villar Suárez - C.M.
Merece la pena comenzar recordando lo que
dice el Código de Derecho Canónico sobre los
Santuarios: Con el nombre de santuario se designa
una iglesia u otro lugar sagrado al que, por un motivo particular de piedad acuden en peregrinación
numerosos fieles, con la aprobación del Ordinario
del lugar (can. 1230). Y enseguida establece cuales
son los servicios pastorales que debe ofrecer. En
los santuarios se debe proporcionar a los fieles de
manera más abundante los medios de salvación,
predicando con diligencia la Palabra de Dios y
fomentando con esmero la vida litúrgica, principalmente mediante la celebración de la Eucaristía y la
Penitencia, y practicando también, otras formas
aprobadas de piedad popular (can. 1234.1).
Nos congratularnos de que estos requisitos se
están dando en este lugar de gracia que es el
Santuario de Nuestra Señora de los Milagros del
Monte Medo. No se trata de un ejercicio de
autocomplacencia sino del reconocimiento de
que Dios sigue obrando maravillas por medio de
la Madre de su Hijo (cfr. Lc 2) y de la constatación
de un trabajo pastoral de comunión singular
entre: Paúles, Clero diocesano, Seminaristas
mayores y menores, Hijas de la Caridad y fieles
laicos. Es sobre todo durante la Novena donde
esta comunión se hace patente en el trabajo,
codo con codo, desde el amanecer hasta bien
entrada la noche y se escenifica cuando todos
nos sentamos para compartir la mesa y para presentar el intenso programa pastoral del día
siguiente.
A veces, cuando hablamos de nueva evangelización, parece que partiéramos siempre de una
mala situación pastoral, corriendo el riesgo de
someter a juicio y condena todo lo que se estuviera haciendo. Esto resulta injusto en la mayoría
de los casos. Es cierto que todo lo que hacemos,
también en el ámbito de la pastoral, es susceptible de mejora, pero también es necesario valorar
con objetividad lo que se está realizando, para,
como dice el Apóstol, examinándolo todo y quedarnos con lo bueno. Todos los implicados en la
tarea pastoral del Santuario saben que esta casa
29
del Señor, presidida por su Madre la Virgen
María, no tiene otro fin que el anuncio y la vivencia del Evangelio, evangalizare pauperibus.
Entendemos que las características de un santuario posibilitan y limitan muchas cosas, pero
que es claro su objetivo: La Iglesia se pone al servicio de Dios para que en ese lugar de gracia los
hombres y mujeres que lleguen se sientan acogidos como hermanos y puedan encontrarse con
el Señor, con María Santísima y con sus Santos a
través de su Palabra, de los sacramentos y de la
caridad fraterna. Procurando hacer como el
padre de familia del evangelio que saca del baúl
de lo antiguo y de lo nuevo. Así, atentos a las
orientaciones generales de la Iglesia y particulares
de la Diócesis, los dinamismos propuestos por la
denominada nueva evangelización intentan administrar el rico patrimonio de gracia depositado en
el Santuario en fidelidad al Espíritu Santo que
continuamente recrea la Tradición.
Es verdad que respecto a otras realidades
eclesiales, en las que parece que tengamos que
salir a las encrucijadas de los caminos para invitar
a la fe o para que vuelvan a la comunidad, aquí
llegan continuamente hombres y mujeres de
todas las edades y en situaciones vitales y de fe
muy diversas. Aquí estamos llamados a ofrecerles, la protección de María, el Pan de la Palabra,
el consuelo de la Reconciliación y el Alimento de
la Eucaristía, procurando personalizar lo más
posible el encuentro. No interesa el número, sino
los rostros, las miradas, las lágrimas, las sonrisas,
el fervor, la devoción, los sufrimientos y las esperanzas de los peregrinos.
Con humildad revisamos lo que hacemos, bajo
la atenta mirada de la Madre de Dios y del
Obispo, padre y pastor de la grey de Cristo. No
nos conformamos y con humildad suplicamos luz
para remar mar adentro, donde el Señor nos invite a echar las redes. La Predicación de la Palabra
es esencial, de forma especialmente intensa
durante “las Novenas”, mediante la elaboración
de un subsidio con todos los textos de la Palabra
de la Escritura, la entera liturgia y las sugerencias
para la homilía, en consonancia con la programa-
30
ción de la diócesis, preparado por el predicador
de cada año y el rector del santuario y entregado
a todos los sacerdotes y diáconos que prediquen
en cada eucaristía.
A diario, y desde el amanecer, en la capilla
penitencial, se ofrece la Reconciliación sacramental, intentando que en todo momento haya un
número mínimo de diez confesores. Al entrar en
la capilla presidida por una espléndida talla del
Crucificado los fieles disponen de un subsidio
litúrgico para que puedan orar y examinarse
antes de acercarse hasta los modernos confesonarios situados a derecha e izquierda de la nave y
recibir allí el perdón y el consuelo de Dios.
A diario, por la cantidad innumerable de peregrinos, algunos, incluso, caminando durante toda
la noche, la Santa Misa comienza a celebrarse
desde las siete de la mañana, así sucesivamente
hasta a las ocho y media de la noche. La celebración del Santo Sacrificio es el centro de toda la
acción pastoral y en la que se pone el máximo
esmero. Atendiendo desde la limpieza del templo
que rebosa de flores que llegan por miles para
honrar a la Santísima Virgen, al cuidado de los
ornamentos para los sacerdotes que concelebran
en gran número cada eucaristía y también para
los acólitos. Gracias al servicio de los organistas,
cantores, lectores y acólitos que sirven el altar y
ayudan a los sacerdotes a distribuir, dentro y
fuera del Santuario, la Sagrada Comunión, cada
eucaristía se celebra con el máximo de piedad,
procurando así una fructuosa participación de los
fieles que les permita experimentar que “Dios
está aquí”.
El rezo del Rosario como contemplación
mariana de los Misterios de la Salvación y suplica
a la Virgen María llega a su cenit en la noche de la
Víspera de la Natividad de Nuestra Señora, en el
llamado Rosario de Antorchas en el que participan miles de fieles que suben la montaña para iluminar con sus velas la oscuridad de la noche y
para aclamar y felicitar en su “cumpleaños” a nosa
Naiciña do Monte Medo.
Otra realidad de la que nos sentimos especialmente orgullosos y agradecidos a Dios es la
Vigilia de Adoración y súplica por las vocaciones,
que tiene lugar el día más oportuno de la
Novena. Gracias al servicio, sobre todo de jóvenes sacerdotes paúles y diocesanos y de los
seminaristas, se celebra una fervorosa y participada liturgia, en la que se reza el Oficio de lecturas en su forma de Vigilia, para proseguir con la
procesión con el Santísimo Sacramento que ilumina la noche de este Monte Medo, entre cantos y sonar de campanas, entre luces y nubes de
incienso y así concluir, de nuevo en el interior
del templo con la Bendición Solemne en la que
postrados delante del Salvador del Mundo, junto
a la Madre le adoramos y pedimos la gracia de
que nos cuente siempre entres los suyos y llame
a otros a su santo servicio.
La veneración de la imagen de Nuestra Señora
es continua, después de cada misa, en filas
interminables de fervorosos fieles que besan su
medalla y quieren tocar su manto. Gracias al
servicio de los hermanos paúles y de los seminaristas, que ayudan incluso a subir las gradas a
las personas con dificultades todo discurre con
orden y recogimiento, mientras se entonan
cantos marianos y se reza reiteradamente el
Santo Rosario. De modo que el beso a la milagrosa imagen no deje de ir acompañado de la
plegaria. Así mismo y atendida por personal del
santuario existe en el costado derecho del santuario una capilla destinada a recibir las velas de
los fieles. Velas multicolores que, sobre todo en
la noche, permanecen como testigos mudos de
las plegarias y la fe de los que las han traído
para que se consuman ante la imagen de la
Madre de Dios.
Aunque nos hemos detenido en el intenso
tiempo de la Novena de Septiembre, el fluir
continuo de fieles es constante, hasta el punto
que en los últimos años, son muchos los diocesanos que acuden al Santuario a celebrar los
Santos Misterios de nuestra fe, en Navidad, Semana Santa o Pentecostés así como cada
Domingo, porque esta Casa de la Virgen es una
casa con las puertas abiertas con el deseo, como
reza una oración eucarística de que “todos encuentre un motivo para seguir esperando” (cfr. PE V).
Recomendaciones:
Ya para concluir, y porque el espacio no da
para más, me atrevo a hacer algunas consideraciones que permitan intensificar pastoralmente el trabajo en nuestros santuarios.
1. Ser conscientes de que “si el Señor no construye la casa en vano se cansan los albañiles”.
Hacerlo preceder todo de una profunda
vida de oración y de comunión eclesial. Es
decir dejar que Dios haga, proveer que
Dios haga y buscar su gloria. Procurar ser
amables, humildes y con sentido del humor.
Ser lo suficientemente fuertes para superar
cualquier tentación de protagonismo, a la
vez que para aguantar cualquier crítica u
oposición cuando lo que nos mueva sea
Cristo y solo Cristo
2. Hacer bien lo que corresponda hacer. El
sacerdote no es el actor principal ni el protagonista insustituible de la acción litúrgica.
Es preciso recuperar el “misterio” donde se
palpe a Dios y su acción entre nosotros.
Con esmero, con piedad, conforme lo que
establece la Iglesia. Sobre todo la liturgia,
evitando cualquier arbitrariedad y protagonismo, diciendo con el Bautista: “Conviene
que él crezca y yo disminuya”.
3. Personalizar al máximo el trato con las personas, mediante la acogida, la comprensión
y la orientación de sus vidas. ■
31
HISTORIA DE LA ADVOCACIÓN DE LOS MILAGROS Y
CORONACIÓN DE LA VIRGEN DE LOS MILAGROS
H. Eligio Rivas - C. M.
32
La sencilla, buena fe del pueblo, deseosa de saber del origen
de toda ermita o santuario solitario, si ignorado, acude al lugar
común de la aparición de la
Virgen, en nuestro caso a una
pastorcita sobre un viejo roble.
Otra es la realidad del Santuario
de Nª Señora de los Milagros.
Es bastante probable que se
trate de una cristianización primitiva. Pruebas directas y positivas
desde luego no las hay, pero si
indirectas, que aparecen cada
vez más claras y fehacientes,
posibilitando el hecho sin duda
frecuente de la cristianización.
Origen histórico:
El lugar donde se halla, Monte Medo -nombre hoy
extendido a todo el valle- señala un monumento
arqueológico del más antiguo nivel. Según autores
como Diaz Sanjurjo (BCMO, II, 320), ocupado por los
romanos como campamento de los esclavos que
beneficiaron a mina abierta la montonera de canto
rodado hacia Vilar de Cas en busca de oro. Aquí tiene
su origen sin duda, con la cristianización aparejada, el
hecho de llamarse, solo aquí y en 10 km. en torno,
casteiro (lat.vg. *cuestarius, < lat. quaestor ‘cobrador
de impuestos’; Porta da aira, nº 10, 343) el que recoge
por los pueblos la avinza de Cofrade de los Milagros, en
otras partes ermitaño.
Próximamente defenderemos la posibilidad de
que, en el ara cristianizada de Ambía, dedicada a
Analso IN DEI NOMINE, se trate del modo más primitivo de canonización: la elevatio a terra. (Div. rerum,
nº3,88). Acorde y sincrónico con todo ello es el hecho
de que las 5 aras o lápidas precristianas del valle (Santa
Eufemia, Presqueira, S. Pº de Pías, Santa Baia de
Escuadro y Asadur) hayan llegado a nosotros, recogidas al pie de altares. (Auriensia, nº2, 151s.).
Santuario de los Milagros:
Los Milagros sería una ermita en el Medo,
cerro paganizado más destacado en medio del
valle, a la vista de la Vía Romana 18 de Braga a
Astorga, por siglos solitaria y sin importancia.
Más tardío, pero de forma parecida, tal fue el
origen de San Mamed en la cúspide del Montem
Toro en el S.X, fecha desde la cual, olvidado el
antiguo nombre, recibe el nombre del Santo
ermitaño. Tanto el valle como la sierra fueron de
S.Rosendo, según documentos de Celanova.
(Porta da Aira, nº4, en prensa).
En alguna Visita del siglo XVII hay ya referencia a una ermita del s. XIV. Del siglo XVI es la
talla polícroma de la Virgen, y de su retablo las dos
buenas tablas de la Purificación y Coronación de la
Virgen que hay en la sacristía, manieristas.
En el siglo XVII se da una gran afluencia de
romeros y devoción, de que queda buena constancia en las visitas pastorales (1624, 1632,1640,
1651, 1659, etc. hasta la de 1694).En ellas aparece como dependiente del cabildo, a través de
S.Juan. de Vide.
Advocación de los Milagros:
Hay, en torno al año 1700, un hecho fehaciente, incontrastable, y por espontáneo vox
populi: la que siempre se llamara Nosa Señora
do Medo, empieza a llamarse, y desde 1731
siempre, Nosa Señora dos Milagres. La afluencia
era tal que el segundo templo, probablemente
manierista ´-la linterna de la cúpula puede
verse al lado del santuario-, era del todo insuficiente. Así, como las limosnas recogidas por
el casteiro y en la hucha para el caso eran cuantiosas, en 1731, siendo obispo Fr. Andrés Cid,
se inició el templo actual. Constructor principal Fr. Plácido Iglesias, benedictino
de Celanova, en 1740 solo
estaban la capilla mayor
y sacristías. Con nuevas aportaciones,
siguen las obras,
en mejor estilo
y de mayor
prestancia,
rematando en
el año 1768.
Con acertada
previsión, se
dotó la fachada
de alto un balcón.
Es la solución para
las grandes aglomeraciones que cada año se dan
en algunas ocasiones.
Hay que apuntar aquí, que por 1760 deja
el Santuario de depender de S.Juan.de Vide, y
es el obispo quien nombra administrador del
Santuario. Ya a finales del XVIII hay preceptoría al lado del Santuario, por él mantenida, a
que acuden los chicos de todo el contorno.
Del 4 al 5 de marzo de 1809 están los franceses aquí, sin cometer mayores desaguisados.
Más incordiante fue la desamortización desde
1840, y hasta bien entrado el S.XX. En las fiestas de la Virgen del año 1869, predicando en
forma de misión dos Padres Paúles, el obispo
Ilmo. Sr. Cuesta y Maroto los encargó del
Santuario como sus administradores.
Devoción Mariana en los Milagros
La devoción a Nuestra Señora de los Milagros se palpa
desde que tenemos noticias positivas claras por las
Visitas del siglo XVII. La devoción y milagros de la Virgen,
que constan desde ese tiempo, son los que operan, en
la mente y boca de la gente, el cambio de nombre. No
es otro el autor. Es evidente, además, por las limosnas,
sobre todo desde 1700, que posibilitan la erección del
gran templo. Lo que en el S.XVII era devoción de la provincia de Orense, se extiende de tal forma que desborda los términos de Galicia, con su cofradía y devotos (cf.
Libro de Cofradía de 1731), nombres y lugares de las provincias vecinas y del norte de Portugal. Dice en 1777 D.
Pedro Glez. de Ulloa, capellán de los Estados
del Conde de Monterrey: “en varios
días del año y en todos los sábados hay mucho concurso de
devotos y devotas peregrinos”. En 1794 dice el
administrador Sr. Nieto y
Losada: “en todo tiempo
y, especialmente en
Cuaresma y en festividades mayores del año,
acuden a dicho Santuario muchas gentes a
confesarse y a comulgar”,
“Con el tiempo, dice el
administrador Sr. Feijoo ya en
1860, vino a ser el Santuario
como un espejo de la Diócesis en lo
referente al culto y la liturgia”.
El cambio se nota más desde finales del XIX, cuando grandes misioneros se encargan del Santuario; con
prácticas, en larga y progresiva catequesis, depuradas de
ajenas costumbres. Se crea una tensión hacia María y por
Ella hacia Dios, no solo en el entorno, el más beneficiado, sino en ondas cada vez más amplias, propagado además por las misiones en toda Galicia. Sería interesante un
recuento de las dadas; en el año 1887 eran ya 157, hasta
de 15 días, las dadas por toda Galicia. Las “Novenas”
hasta el día de hoy no son otra cosa que una misión de
formación cristiana y reforma de costumbres. El Sr. Gil
Atrio dice (Orense mariano, 32) “Los Paúles organizaron
solemnísimos cultos diarios. semanales, mensuales y
anuales”. Y ejercicios espirituales al clero.
33
La insistente formación moral trajo la reforma de
costumbres. Consecuencia de ello fue el florecimiento de Asociaciones, sobre todo de las Hijas de
María, llegando a las 2.700, todas del entorno; algunas venían andando hasta15 kms.: 187 de la parroquia de Vide, 139 de Arnuide, 168 de Tioira, 102 de
Nodaiga... Hasta de S. Paio de Abeleda.
De aquí la floración de vocaciones, que nutrieron a
más de 12 congregaciones, sobre todo femeninas.
(Anales CM. XVII2,16s.). Se dio el caso, único en España
de seguro, de la parroquia de Tioira, que de los 150
vecinos que habría, hay una lista por 1950, nombres
y apellidos, con 80 (sic) frailes y monjas de distintas
congregaciones, sobre todo Hijas de la Caridad y P.
Paúles, de algunas casas 5 miembros.
El P. Arnao, aragonés, escribe en 1903 (Anales
CM,XII, 900s); “El número de romeros es enorme.
Acuden a honrar a la Virgen, no solo de las cuatro
Provincias gallegas, sino de León y Portugal. Los últimos cinco días (de Novena) resultó imposible dar
abasto (a las confesiones), a pesar de la ayuda de 17
señores abades del contorno”.
El 20 de mayo de 1904, al celebrar el cincuentenario de la definición del dogma de la Inmaculada,
con 40 procesiones parroquiales, se calculó en
20.000 el número de los asistentes, (Hª del Sant.,65). A
seguir, el 19 de junio, fiesta del Sgdo. Corazón (Ib.66),
no bajaría de los 15.000.
En las Novenas de 1908 (Bol.Ob.Or.,5-10-1908) son
unas 40.000 personas, con 9.000 comuniones. El 8-
XII-1908 (Anales CM, XVII, 216; y El Eco, Or.) se juntan en
los Milagros, andando hasta 3 y 4 leguas, 1.360 Hijas
de María.
En 1917 (Anales CM,) dice el P. Escribano que son
más de 30.000 comuniones al año. En las Novenas
de 1919, el día 4, se concentraron aquí 125 pueblos
del contorno. el día 5 más de mil hombres. Hubo
unas 13.000 comuniones. Al celebrar los 50 años de
la llegada de los Paúles, dice el P. Fuertes que asistirían a la Misa de campaña unas 40.000 personas,
repartiéndose 6.000 libritos’ (Anales C.M, XXVIII, 43,s),
lo que confirma El Imparcial de Madrid, 10-IX-1919.
Por el año 1921, dice V. Risco (Geogr. 363) “Es sin
duda, el de los Milagros, el santuario más concurrido
de la Diócesis... La mayor concurrencia es durante el
Novenario... se calcula en 40.000 todos los días y
12.000 solo el día de la fiesta’.
Así podíamos ir diciendo año por año. En 1937,
plena guerra civil, la afluencia salió de lo ordinario;
se calcula en 70.000, hasta de Ferrol, Astorga,
Zamora, andando algunos hasta 90 kms., con
15.000 comuniones. Una crónica de 1938 dice que
se reparten al año de 45 a 50.000 comuniones. En
1950 los Cofrades de la Virgen pasan de los 5.000. De
las Novenas de 1962, en las que se ruega por el
Concilio Vaticano, se dice “la mejor Novena de todos
los tiempos”. Por no seguir, cifras parecidas se dan
en estos últimos años. Lo que bajó drásticamente
han sido las confesiones, subiendo la concurrencia
todos los días de verano.
Coronación de la Virgen de los Milagros
La primera idea de coronar a la Virgen surge en
las Novenas de 1959, cuando el Superior y administrador P. José Rodríguez lo propone a la Comunidad. Luego, también es él promotor de todo el
proceso. En las Novenas de 1963, día 7 de setiembre, es el propio Sr. Obispo quien lo anuncia para
las de 1964. Inmediatamente hace las diligencias
ante la curia pontificia, y el 19 de diciembre del
mismo año 1963, su Santidad el Papa Paulo VI da
la Bula de Coronación canónica de la imagen de la
Santísima Virgen María en el Santuario llamado de
los Milagros, imponiéndole Corona de oro, según el
rito y fórmula prescritos. Razón: por la atención
espiritual que allí se imparte.
La preparación comienza el 7 de febrero de
1964, con el nombramiento de dos comisiones:
Comisión de Honor y Ejecutiva, y manos a la obra.
Preparación del espacio para la acogida y actos,
accesos al Santuario y complicada organización de
tráfico, actos a realizar, autoridades y personal de
asistencia en todos los aspectos, implicando en
ello a los 4 alcaldes del entorno.
Y preparación espiritual. Una semana antes de
la Coronación, 15 Paúles predicaron triduos en las
parroquias del Val do Medo. El 25 de agosto, por
expreso deseo del Sr, Obispo, se llevó la imagen
de la Virgen a la catedral, celebrándose solemnísimo triduo.
La Coronación fue el 6 de Setiembre. Madrina
Doña Carmen Polo de Franco, que por cierto, dijo
que muchos años antes, recién casados, peregrinara con su esposo a los Milagros. Asistieron los
ministros de Gobernación, D. Camilo Alonso Vega, y
de Información y Turismo, D. Manuel Fraga Iribarne;
Capitán General de VIII Región D. Cástor Manzaneda, y Autoridades provinciales.
Delegado pontificio fue el Emmo. Cardenal D. Fernando Quiroga Palacios, arzobispo de Santiago. Ademas de Mons. Temiño Sáenz, asistieron los obispos, D.
Miguel Nóvoa Santos, auxiliar de Santiago, Mons.
Demetrio Mansilla de Ciudad Rodrigo, Arzobispos de
Braga y Vilarreal, este con su auxiliar, obispo de Las
Azores y abad mitrado de Samos, D. Mauro Pereira.
La corona de oro, obra del orfebre de Vigo D. Ramón
Fernández, con 10 esmeraldas, 35 rubíes, 36 brillantes
en estrellas y aureolas, 108 brillantes y dos zafiros, es
contribución de los devotos de la Virgen, que para ello
se desprendieron de sus joyas, pieza a pieza
Las 12:15 daba el reloj; salió la Sagrada imagen a
hombros de los cuatro alcaldes, Baños de Molgas,
Maceda, Xunqueira de Espadañedo y Vilar de Barrio,
en procesión hacia el estrado preparado, ya esperando oficiante y autoridades. La multitud, inmensa, llenaba ambas explanadas, dentro y fuera, incluso la
robleda.
El acto empezó a las 12:30 con la Misa oficiada por
el Cardenal Quiroga. Terminada, se dio lectura a la
Bula de Coronación, y a seguida hizo la ofrenda de la
corona, en nombre de la provincia, el Sr. Gobernador
Civil de Orense, D. José Mª López Ramón, con bella
intervención. Le contestó el Sr. Cardenal, que tras
emotivo prólogo recordando que sus padres, apenas
nacido, lo habían ofrecido a la Virgen de los Milagros,
impartió hermosa lección de Mariología, aplicada a Nª
Sª de los Milagros.
Fue entonces cuando el Sr. Cardenal, ayudado del
obispo de Orense, coreado por atronadora salva de
aplausos y flamear de pañuelos, impuso la corona
sobre la cabeza de la Sagrada Imagen.
El Comisario de Tráfico calculó en 50.000 el número de los que asistimos a tan fausto acontecimiento,
todo en orden y sin ningún percance o accidente. ■
35
“CON MARÍA AVANZAMOS CONFIADOS…”
Virgen y Madre María,
tú que, movida por el Espíritu,
acogiste al Verbo de la vida
en la profundidad de tu humilde fe,
totalmente entregada al Eterno,
ayúdanos a decir nuestro « sí »
ante la urgencia, más imperiosa que nunca,
de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.
Tú, llena de la presencia de Cristo,
llevaste la alegría a Juan el Bautista,
haciéndolo exultar en el seno de su madre.
Tú, estremecida de gozo,
cantaste las maravillas del Señor.
Tú, que estuviste plantada ante la cruz
con una fe inquebrantable
y recibiste el alegre consuelo de la resurrección,
recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu
para que naciera la Iglesia evangelizadora.
Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados
para llevar a todos el Evangelio de la vida
que vence a la muerte.
Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos
para que llegue a todos
el don de la belleza que no se apaga.
Tú, Virgen de la escucha y la contemplación,
madre del amor, esposa de las bodas eternas,
intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo,
para que ella nunca se encierre ni se detenga
en su pasión por instaurar el Reino.
Estrella de la nueva evangelización,
ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión,
del servicio, de la fe ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a los pobres,
para que la alegría del Evangelio
llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.
Madre del Evangelio viviente,
manantial de alegría para los pequeños,
ruega por nosotros.
Amén. Aleluya.
Papa Francisco (Evangelii Gaudium, 288) ■
36

Pastoralia 46 - Obispado de Ourense

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Publicado en el Diario de Cádiz el 15/09/2013