Ordenación de presbítero
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Ordenación de presbítero
Hoja mensual de la Parroquia San Lucas Evangelista de Villanueva del Pardillo Año VII – abril 2.012 www.parroquiasanlucas.com [email protected] Ordenación de presbítero Alucino con la humildad del Sol, que se mete en el barro: Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo (Flp 2,6-7). Nosotros, que estamos hechos de esta tierra, ni nos damos cuenta, y paseamos, reímos y lloramos a ras de suelo, sin mirar y disfrutar de la Luz que se ha puesto a nuestra altura. A veces sí, a veces nos da por mirar la vida con un pelín más de lucidez, atraídos por no sé qué brillo y no sé qué gusto de lo bello, lo bueno y lo verdadero: y entonces aparece ante nosotros un Amor que hace libres y felices a los que se acercan. Y si esta experiencia es genuina, nos apetece que vaya a más: más en mí y más en todos. Porque el Amor verdadero lo único que no acepta es un límite. En los momentos más importantes de mi vida, nunca he estado a la altura. En mi plato de la báscula he puesto siempre cansancio, inseguridad, debilidad y pecado. En otras ocasiones, la misericordia de Dios hecha Cristo se ha acercado con tanta fuerza y novedad que me ha dejado de importar. Yo tampoco imaginaba que una vida feliz consistía en esta caída en picado. He perdido la cuenta de las horas que he tenido que estar mirando a un Crucificado para entenderlo: tomó la condición de esclavo. Gracias a Dios, el corazón aprende mirando. Bien sé ahora que si el Señor me elige y envía a los hombres como sacerdote es precisamente como siervo: en su nombre bendito, acercarles un par de centímetros la misericordia y el don del Espíritu Santo; cerca de ellos, orar a Dios con lágrimas, adorarle en sus batallas, y alabarle por sus alegrías; y cerca de ellos, ofrecer la Eucaristía que salva al mundo. Ojalá podáis compartir conmigo este día de gracia en el que el Señor me consagra, y la nueva vida que empieza con este nuevo ministerio. Con la condición que me ayudéis con vuestra amistad y oración a entregarme con alegría y fidelidad. Jaime López Peñalba Javierada La semana previa a la Javierada había sido bastante horrible. Y no sabía siquiera lo que era la Javierada en realidad. Por eso, cuando me subí al autobús, mis expectativas no estaban muy allá. Además, yo había invitado a venir a varias personas que no conocían a casi nadie del grupo y me daba un poco de miedo que no se acabaran de sentir cómodas. Pero desde el primer momento, a pesar de lo triste que pudiera estar, sentí que el grupo tiraba de mí. Durante el viaje de ida en autobús me dio tiempo a todo. A escuchar un testimonio impresionante. A echarme a llorar y estar partiéndome de risa a los dos segundos. A gritar canciones que no me sabía con voz de camionero. A pasarlo genial con el resto del grupo. Y así poco a poco se me fue quitando ese miedo a que todo fuera un fracaso, ese que me acompañaba al principio. Al día siguiente, en la peregrinación, tuve ocasión de hablar con mucha gente. De conocer a gente que “creía” que ya conocía. Y me hizo muchísima ilusión. Además, tuve la enorme suerte de hablar con gente que se encontraba en la misma situación que yo en cuanto a varios rasgos de su fe. Y eso era algo que nunca antes había vivido. Y, como siempre, saber que no eres la única sintiéndose de una determinada manera o dudando de determinadas cosas, ayuda. Sentía como si Dios hubiese decidido contestar a mis preguntas, o, por lo menos, poner a gente a mi lado que me constatara que lo que estaba haciendo no era una tontería. Oír más testimonios sinceros de esos que te ponen la piel de gallina, pero que a la vez reafirman lo que tú sientes y crees. Cómo si entre todos me dijesen: “no estás perdiendo el tiempo”. Por si fuera poco, en el viaje tuve la ocasión de dejarme ayudar. No con una tontería sino de verdad, con algo realmente importante. A descargar parte del peso que llevaba aplastándome toda la semana y a darme cuenta de que no estaba sola. Y menos mal. Porque no sé cómo habría sobrevivido a la semana siguiente con esa sensación de desesperación. Y es que, aunque el problema no se iba, mi disposición para afrontarlo había cambiado de nuevo. Como si se hubieran recargado las pilas, como si hubiese cogido fuerzas. Al final del camino, cuando empezamos a rezar el Via crucis, estaba alegre. Pero de verdad. Y ya me estaba dando pena que se acabase la peregrinación. Después de la misa subimos a las habitaciones. El tiempo que pasé allí me sirvió para darme cuenta de que había sido una idea genial invitar a gente nueva a la Javierada. De que todo el mundo, a su manera, había encontrado su sitio perfecto. ¡Y sin necesidad de que yo estuviese detrás de nadie! El ambiente en general era de personas con actitud siempre servicial y con ganas de conocerte. A ti, pero a ti de verdad, con un interés real. Y eso me encantó. Por la noche tuvimos la vigilia. Estaba agotada y casi no podía aguantar con los ojos abiertos. Pero en el momento de la Adoración, cuando estaba arrodillada ante el Santísimo me sentí completamente despierta. Y con una sensación de cercanía a Dios enorme. Cuando acabo la vigilia, bajé un rato más a la capilla con algunas más del grupo. Lo hice porque notaba que me había quedado con “ganas de más”. Como si la Adoración se hubiera cortado en el momento más intenso de la conversación que estaba teniendo y, claro, no podía dejarlo a medias. Así que ahí estaba de nuevo, en una capilla. Creo que no había estado metida en tanta iglesia en mi vida. Y menos por voluntad propia. Me estaba sorprendiendo hasta a mí misma. Pero estar en la capilla me llenó de verdad. Al día siguiente tuvimos misa antes de irnos. Y de esta se me quedó grabado el “¿de qué te sirve ganar el mundo si al final pierdes tu alma?”. Me impactó mucho. Era como si alguien hubiera puesto palabras a algo que yo llevaba planteándome desde hacía bastante tiempo. Rocío Villa Diario de una amistad El 1 de mayo de 2.011 era beatificado en Roma el papa Juan Pablo II. Por eso, al cumplirse un año queremos recomendar este libro que ahonda un poco más en su figura. No es un libro suyo, pero habla de él. Se trata del testimonio de Wanda Poltawska y su marido, que conocieron a Karol Wojtyla cuando era joven sacerdote en Crakovia. Pronto surgió una amistad que iba más allá de la simple dirección espiritual y de la relación sacerdote- matrimonio cristiano. Y ella fue escribiendo un diario espiritual que hoy es libro. De él os ofrecemos el relato del primer encuentro en un confesionario de Wanda y Karol: “Sobre el altar está la Virgen de Ostra Brama, una reproducción excepcionalmente bella: en la penumbra se puede ver su imagen por el resplandor de la corona. Y allí estaba aquel sacerdote en el confesionario, tan pendiente, escuchando con tanta atención lo que decía, y también aquello que no podía expresar; y su reacción. Al principio, me embargó un sentimiento de estupor mezclado con incredulidad: ¿de verdad existía alguien capaz de reaccionar así? Alguien que cumplía sus funciones sacerdotales según lo escrito en los evangelios –dispuesto a acompañar al necesitado, no cinco, sino todos los pasos necesarios- y a quien no le daba igual lo que le ocurriese al penitente, a esa alma que le había sido confiada. No ocurrió nada excepcional, pero la forma de comportarse, el tono y el contenido de lo que dijo, ¡todo ello dio en el blanco de lo que era importante para mí! Inmediatamente estuve segura: volvería a ver a ese sacerdote, porque él me entendía. Recuerdo que sentí un alivio increíble al saber que había alguien que me entendía, por fin, después de tantos desencuentros con diferentes personas, a veces rebosantes de buena voluntad y que, sin embargo, no habían entendido nada. Y ahora, qué alegría, bueno, tal vez todavía no se trataba de alegría, sino de alivio y paz. No le pedí que fuese mi director espiritual, nunca dije algo semejante, pero así acabó ocurriendo cuando, al concluir, me dijo –como ningún otro sacerdote había hecho antes-: “Ven mañana temprano a la Santa Misa, ven a diario.” Después reflexioné muchas veces que, en realidad todo sacerdote, todo confesor, debería dar un consejo tan simple a los penitentes: “Hermano, ven a la Santa Misa, porque es la fuente de la gracia”. Y, sin embargo, nunca antes ningún otro sacerdote me lo había dicho a pesar de que algunos me habían propuesto que nos volviésemos a encontrar, me habían invitado a ir hacia él. Pero aquel sacerdote no había dicho “vuelve a verme”, sino “Ven a la Santa Misa”. Mucho después, cuando pude observar de cerca cómo oficiaba la Santa Misa, comprendí que para él aquel comportamiento era lógico porque vivía en Dios. Él no quería entregarse a sí mismo a la gente, sino conducirla a Jesucristo, por así decirlo, a través de sí mismo, pero no a sí mismo. Y yo tuve claro que lo haría y que iría temprano cada mañana a la Santa Misa, porque de eso se trataba. No sólo comprendió cuál era la fuente de mi inquietud, sino que siempre fue capaz de enseñarme la luz.” WANDA POLTAWSKA, Diario de una amistad, Ed. San Pablo, Madrid, 2.001, 750 pag. Nuevo Templo y Complejo Parroquial Donativos para las obras en la Cuenta del Banco Popular: 0075 1375 18 0600003968 Tablón Parroquial Los lunes a las 20’30 horas Oración del grupo de la Renovación Carismática Católica. La Semana de la Octava de Pascua, del 9 al 15 de abril, no habrá catequesis. La misma se reanudará a partir del lunes 16. El miércoles 11, a las 17’30 horas Rosario y a las 18 horas Eucaristía en la Ermita de la Virgen del Soto. El viernes 20, a partir de las 21 horas, Vigilia de la Adoración Nocturna. El lunes 23 a las 20 horas, Reunión de padres de Primer Curso de Primera Comunión, con el título: “Un cristiano solo no es cristiano: la Iglesia.” El martes 27 a las 20 horas, Reunión de padres de Segundo Curso de Primera Comunión, con el título: “Iglesia, ¿de dónde vienes? ¿a dónde vas? El Espíritu guía a la Iglesia”. El miércoles 28 a las 20 horas, Reunión de padres de Tercer Curso de Primera Comunión, con el título: “Iniciación a la oración cristiana y su riqueza en la tradición de la Iglesia.” El miércoles 25 los niños de Tercer Curso de Catequesis de Primera Comunión a las 18 h. participarán de la Celebración de la Petición de la Primera Comunión y Entrega del Padrenuestro. No habrá catequesis a la hora correspondiente. Del 28 de abril al 2 de mayo, Peregrinación de Pre-Adolescentes a las Diócesis de La Rioja. (Ver folleto informativo aparte – edad: 12 a 15 años). La Asociación Virgen del Soto reza el Santo Rosario en la Parroquia el jueves 19 a las 19’30 horas y en la Ermita de la Virgen del Soto el sábado 21 a las 17 horas. Del 16 al 24 de julio la Parroquia peregrinará al Sepulcro del Evangelista San Lucas en Padua, visitando Roma y otros lugares de Italia (ver programa de mano aparte). Cáritas Parroquial agradece a cuántos han traído alimentos de primera necesidad los viernes de Cuaresma como fruto de ayuno. También agradece al PP de Villanueva del Pardillo por todo lo entregado de la campaña realizada el domingo 25 de marzo. ¡Gracias a todos! Ordenación de presbítero El sábado 5 de mayo, a las 19 horas, en la Santa Iglesia Catedral Santa María la Real de la Almudena de Madrid, Ordenación de presbítero de D. Jaime López Peñalba por nuestro Cardenal Arzobispo D. Antonio María Rouco Varela. El domingo 6 de mayo, a las 19’30 horas, Primera Eucaristía presidida por el nuevo presbítero D. Jaime López Peñalba en la Parroquia San Lucas Evangelista.