Javier Corzana Blanco 1º E. S. O. D “ El secuestro de los

Transcripción

Javier Corzana Blanco 1º E. S. O. D “ El secuestro de los
El secuestro de los matemáticos
En el año 2010 un extraño caso pasó. Todos los grandes matemáticos del planeta
desaparecieron.Todas las agencias de espionaje se pusieron en marcha para investigar el
terrible suceso. Una agencia de detectives de Valencia observó unas huellas. Los
detectives fueron investigando y las huellas les condujeron hasta un pozo. Uno de los
detectives, llamado Javier, cayó dentro de este y encontró una carta. Esta decía:
“Sin matemáticos será difícil resolver este problema, pero aun así inténtalo. Debajo de ti
hay una bomba, si quieres escapar por uno de los dos caminos tendrás que llegar al final.
El de la derecha es escarpado, a unos 3Km/ h treparás, mide 60 m y cada 2 m un poco de
aceite tendrás. Te resbalarás y bajarás 1m.”
Por el de la izquierda, un buen rodeo darás, aunque no hay ninguna trampa,
1 Km. tendrás hasta llegar al final. Si corres a unos 10 Km./h. ¿Por qué camino llegarás
antes? La bomba en 5 minutos explotará. Si terminas el recorrido una pista encontrarás.”
Javier escogió el camino derecho, que era el correcto, y justo cuando salió, la bomba que
estaba en el pozo explotó. Javier volvió a su agencia de espionaje. Allí todos le daban por
muerto porque se había caído desde una gran altura, así que fue una gran sorpresa volver
a estar con él. Estuvo un tiempo hablando con los demás detectives sobre el extraño
suceso pero ninguno sabía nada de lo ocurrido. El jefe de la agencia donde trabajaba
Javier se llamaba Pedro y era uno de los mejores detectives de todo el planeta. Este
convocó una reunión con todos los detectives a ver si sabían algo de lo ocurrido. Nadie
sabía nada pero a Javier se le ocurrió que el secuestrador tenía que ser listo en
matemáticas porque el problema que él resolvió anteriormente era propio de un gran
matemático.
Tras una semana de trabajo no había ninguna pista más, así que Javier volvió al lugar en el
que estaba el pozo y recordó que al final de la nota ponía:
“Si terminas el recorrido una pista encontrarás”. Rápidamente se puso a buscar esa pista y
la encontró, estaba escondida detrás de un árbol. La leyó. Decía:
Estoy escondido en tu ciudad. La iglesia es su edificio más alto, de la cual se puede ver
cualquier punto de la ciudad, pero sin embargo hay un edificio desde el cual no se puede
ver la parte más alta de la iglesia ¿Cuál es? El estadio, el supermercado, el parque…
Javier tras pensar un buen rato halló la respuesta, era la propia iglesia. Él fue rápidamente
hasta ella y allí no encontró al secuestrador pero sí encontró una cosa muy valiosa para un
espía, un objeto del secuestrador, era una cadena, pero estaba muy sucia y llena de barro ,
así que Javier tuvo que lavarla y vio lo qué tenía grabado esa cadena. En ella estaba
grabado el escudo de la familia del secuestrador. Rápidamente Javier llevó a la agencia
esa cadena y se la enseñó a su jefe, Pedro. Los dos investigaron de donde podía venir ese
escudo y de repente Javier se acordó de que ese escudo lo había visto en alguna otra
parte. Pensó, pensó y pensó hasta que recordó que él había visto ese escudo en una
bodega que estaba en el pueblo donde el había vivido de pequeño, Navarrete. Sin pensarlo
dos veces Javier y Pedro se fueron a Navarrete. Javier fue al sitio donde estaba la bodega
con el escudo pero ahora no había nada. A lo lejos vio una casa con ese escudo y entró,
supuso que serían los padres del secuestrador. Llamó a Pedro para que viniera también
con él. Javier les preguntó que si reconocían esa cadena con el escudo y la mujer dijo que
sí, que era la cadena de su hijo. Pedro le dijo que cómo se llamaba su hijo y la mujer les
contestó que se llamaba Ángel Díaz González. Entonces Javier cogió su ordenador portátil
y miró ese nombre en un programa. Aparecían dos personas con el mismo nombre el
mismo día de nacimiento, el mismo mes…Lo único que cambiaba era la foto y el año de
nacimiento. Pero los padres de Ángel no reconocían esa foto porque habían dado a su hijo
en adopción cuando era un bebé.
Lo único que sé, dijo su padre, es que hace 10 años me llamó la familia de Ángel y me dijo
que yo le doblaba en edad si yo ahora tengo 80 años ¿Cuántos años tendrá ahora Ángel?
Javier y Pedro pensaron un buen rato y Javier halló la solución. Ángel tenía 45 años. Con
toda esta información los dos espías pusieron anuncios, carteles, difundieron los datos por
televisión… y decían que la persona que lo viera, que fuera rápido a la agencia de
detectives o a la comisaría de policía. Las familias de los matemáticos llamaban todos los
días a ver si había noticias de ellos, ya habían pasado 20 días desde su desaparición, sus
familias los daban por murtos. Al poco tiempo un chaval llamado Sergio llamó a la agencia
de detectives, el vivía en Zaragoza y les dijo que había visto a una persona muy parecida a
la de la foto por un camino muy poco transitable. Javier, Pedro y los demás agentes se
pusieron en camino. No mucho más tarde vieron el camino que les dijo Sergio. A lo lejos
vieron una casa vieja y abandonada, tenía un gran candado, así que a Javier le extrañó y
pensó: “¿para qué hay un candado tan grande si es una casa vieja y abandonada?”. Los
espías rápidamente cortaron el candado y entraron. ¡Sí, allí estaban los matemáticos!
Todos estaban muy delgados y tenían un pañuelo en la boca para que no hablasen. En ese
momento Ángel, el secuestrador, corrió por el camino para que no le cogiesen, pero no
tenía nada que hacer, en un abrir y cerrar de ojos todos los espías se echaron encima de
él. Las familias de los matemáticos vinieron rápidamente, estaban contentísimas. Ángel
estuvo un buen tiempo entre rejas, y a Javier le dieron una medalla por su gran trabajo.
“Sin su inteligencia no se hubiera podido resolver este caso” dijo el alcalde tras entregarle
la medalla.
Javier Corzana Blanco 1ºB

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