Poemas de ANTONIO MIRANDA traducidos recientemente

Transcripción

Poemas de ANTONIO MIRANDA traducidos recientemente
Poemas de ANTONIO MIRANDA traducidos recientemente
DEBAJO DE LA PIEL
Poema de Antonio Miranda
Traducción: Durga Cecilia Prieto y Trina Quiñones.
Sobre la piel
otras pieles
como armaduras;
bajo la piel
otras pieles
como tesituras indelebles.
Como camadas
en el suelo yermo
de cebolla ardida:
una inscripción
resignada.
¿Quién es el que habita las profundidades
del ser? Con seguridad es otro
en la superficie más externa
de su conformidad.
¿Es qué? ¿Sujeto a qué designios?
Vestirse
de todas las pieles, fantasear
y desvestirse de velos
como láminas
ardientes.
Sujeto.
Todos los que fuimos
sobreviven en nosotros
ostentando pérdidas y ganancias.
YO, KONSTANTINOS KAVAFIS DE ALEJANDRÍA – III
Poema de Antonio Miranda
(traducción: Jorge Ariel Madrazo)
Una canción sencilla viene de lejos
y es bella: las voces son jóvenes, fuertes.
Corro hasta la ventana y allá pasan:
figuras apolíneas, vigorosas,
venidas de otras eras,
permanecen conmigo para siempre
gráciles, tristes en la memoria
y sin embargo vibrantes,
impetuosas cuerpos diluyéndose
en la penumbra y ocupando
mis entrañas, trastornándome.
¡Tan bellos y fugaces, mas capaces
de inflamar mi espíritu!
Soy un griego apasionado por la forma,
dispuesto a absorberla y poseerla.
YO, KONSTANTINOS KAVAFIS DE ALEJANDRÍA – X
Poema de Antonio Miranda
(traducción: Jorge Ariel Madrazo)
“Moriste a los diecisiete años, de placer”
Soy tan libre contigo, mi íntimo amigo,
libre de convenciones mezquinas, moralistas:
contemplo tu rostro pálido, imberbe,
entre flores blancas; lívido me quedo
y te rescato, sin ningún recato,
para mi deleite y encanto venidero.
Conmovido, sin alardes de llanto,
con entusiasmo contenido, en suspenso,
pues el entusiasmo en exceso encandila
y, si falta, aniquila, es marasmo.
En la despedida te beso, sin ser visto.
No te conocía, pero tu cuerpo
me pertenece ahora, incluso ido, eterno.
¿ DÓNDE ESTABA DIOS?
“ ¿Dónde estaba Dios?” Papa Benedicto XVI
Poema de Antonio Miranda
(Traducción: Jorge Alania Vera)
¿Dónde estaba Dios en la hora del Holocausto?
¿Dónde, cuando explotó la bomba de Hiroshima?
¿Y dónde en la hora de los tsunamis, los terremotos y las furias
que devastan la miseria humana?
¿Dónde estaba Dios en la hora del hambre
y de la desgracia de sus más devotos seguidores
que rezan y se flagelan en Su Nombre
y alivian con su resignación todos sus dolores?
La naturaleza divina es ajena
al bien y al mal o indiferente
al universo en que reside.
No tiene fe ni nada. Es inclemente
¿Dónde estaba Dios en la hora del Holocausto?
En donde siempre estuvo, ubicuo, en algún sitio
asumiendo que está siempre en todas partes.
São Paulo, 25/06/06

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