Los secretos del norte de cerdena
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Los secretos del norte de cerdena
otros mares Los secretos del norte de Cerdeña Siendo sinceros, toda la isla de Cerdeña es hermosa, precisamente por conservar su identidad y tesoros naturales, pero no hay duda de que la parte norte es la que ostenta mayores zonas protegidas, consiguiendo un buceo único, que se prolonga hasta el sur de la isla francesa de Córcega. Oscar Rulli y Nora Cámara Y es precisamente allí, donde transcurre nuestra historia, ya que el recorrido que realizamos a bordo de la goleta turca Hande, parte desde la región de Olbia, al noreste de la isla y en el precioso puerto tradicional de Cannigione. Desde allí dará comienzo nuestra aventura submarina, recorriendo el litoral abrupto que combina calas de arena blanca y aguas turquesas, con acantilados cubiertos de vegetación. La ruta Como ya comentamos al principio, nuestro punto de partida es Olbia y su precioso puerto Cannigione, donde las hortensias azules comparten la arena de la playa con las bouganvillas en tonos rosas y naranjas. En el pequeño embarcadero subimos a bordo del Hande y nos disponemos a comenzar la ruta rumbo sur, hacia el golfo de Olbia, famoso en toda Europa por sus inmersiones en la isla Tavolara. Se trata de una isla de forma alargada y cuyo perfil superior le asemeja a una gran tarta verde, donde sobresalen largas piedras blancas, como Después, tras comprobar que no hay peligro, acuden los meros adultos Epinephelus marginatus, algunos de más de 110 cm se aprecia en la foto. Alrededor de esta isla hay dos secas famosas en todo el mundo por albergar una de las mejores 10 inmersiones de Europa y tener una auténtica explosión de vida. Gorgonias, meros, algas, esponjas, crustáceos, otros peces... con una corriente de morirse, y que sustenta a todo el ecosistema. De allí pondremos rumbo noreste hacia el precioso Parque Marino de la Maddalena, donde exploraremos varios islotes y ya desde ahí, rumbo al norte, hasta el estrecho de Bonifacio. Es justo en la parte más estrecha entre Córcega y Cerdeña, donde visitaremos la isla de Lavezzi. Una zona dominada por los fuertes vientos que se forman debido al efecto botella del propio estrecho de Bonifacio y que no 6 inmersión inmersión 7 permite el buceo, más que algunos días al año. Es un paisaje que nada tiene que ver con el norte de Cerdeña, un panorama con identidad propia donde los escollos, piedras, islotes y secas, ponen a prueba hasta el capitán más experimentado. La navegación nocturna en esta parte del estrecho no es nada recomendable, pues podemos quedar atrapados entre los canales que conforman todos sus obstáculos naturales que emergen de sus turquesas y cristalinas aguas. Rumbo a Tavolara Desde puerto Cannigione bordeamos el litoral rumbo sur hacia la isla de Tavolara y ya desde el horizonte, discernimos su peculiar geomorfología de gran tarta desde la que sobresalen grandes piedras blancas. Lo curioso de su aspecto, es que si no la miras de frente, que sería su parte más ancha, la isla es muy estrecha, por lo que desde el aire se la divisa como un gran rectángulo alargado con una pequeña península en la cara noreste. El mejor buceo se hace por su cara más expuesta, como era de esperar, en la que hay varias secas donde la vida se concentra gracias a la fuerte y perpetua corriente reinante entre islas y bajos. En esta ocasión, y cuadrando con las mareas la hora del buceo, dejamos para la tarde “la super inmersión” en el Papa 1. Nos dirigimos hacia lo que se llama Tegghja liscia, inconfundible por la gran roca cuadrada que reposa en lo alto de las montañas blancas de Tavolara, hogar de cabras salvajes. Las hay de todas las formas y colores, el fotógrafo sin duda se volverá loco en Papa 1. NOCTURNA EN ISLA BUDELLI En lo alto de Tavolara, las cabras salvajes se pasean cercanas a la gran roca que marca un punto de inmersión. Tegghja liscia Se trata de una inmersión para todos los niveles, sobre un fondo rocoso de unos 25 m, donde hay una excelente cobertura de algas verdes, rojas y marrones, donde predomina la llamada alga espárrago, Asparagopsis armata, que Astropecten spinulosus. Sin duda el Papa 1 es una fiesta de color, diversidad y acción, alimentada por la fuerte corriente de las cuevas, colgando casi hacia abajo como podemos ver en las imágenes. Otra característica de la inmersión era la abundancia de pólipos solitarios de la especie Leptopsammia pruvoti, una madrépora de color amarillo constructora de coral duro, pero no colonial, ya que sus individuos crecen en solitario aunque se concentran en las paredes de las rocas más alejadas de la incidencia solar. Camuflado cual parte del fondo rocoso, observamos un pulpo común de buen tamaño y en las inmediaciones, un mero de talla considerable, Ephinephelus marginatus. A media agua nadaban sargos y obladas luciendo sus plateados cuerpos, mientras entre las hojas de parches de Posidonia, se mece con la suave corriente. Lo que más me llamó la atención, en estas cristalinas y frías aguas a 17 ºC, es que las gorgonias ya comenzaban a aparecer casi a los 15 m de profundidad, concretamente Eunicella cavolinii, con sus vivos tonos amarillos y creciendo sobre el mismo plano, solía fijarse en los bajos Lasa guas que bañan Lavezzi albergan una increíble cantidad y riqueza de vida a poca porfundidad. se guarecían lábridos coloreados como cabrillas y merlos. Casi al terminar la inmersión, llegas a una pequeña cueva de techo aplanado y estrecho, donde hay un gran cardumen de reyezuelos naranjas que yacen a la sombra, protegidos en el interior de la curiosa oquedad. Papa 1 Tras el estupendo almuerzo, llega el gran momento, explorar el mundialmente conocido bajo del Papa 1, en la parte trasera de Tavolara. El número que acompaña al nombre le sirve para distinguirlo de la otra seca que hay cercana a él. Por tanto, tenemos una seca llamada Papa 1 y otra, llamada Papa 2. Ambas con el mismo tipo de escosiste- Anemona viridis. La Seca di Monaci es espectacular en cuanto a paisaje y formas de las rocas, totalmente coloreadas de invertebrados. Flabellina ischitana. Scorpaena porcus. 8 inmersión inmersión 9 En el Papa 1, la fuerte corriente alimenta a todo un bosque de gorgonias, Paramuricea clavata, en rojo y amarillo. Las rayas son abundantes, aunque algo tímidas. ma, pero siendo el Papa 1 el que tiene mayor incidencia de corriente continua, y más cantidad de vida. Nos equipamos y nerviosos nos dirijimos hacia la gran cadena que soporta la boya de señalización del fondeo y descendemos por ella, mano a mano, sorteando una corriente brutal, que llega a poner los reguladores en flujo continuo si no estás atento. Una vez llegas al fondo, toca nadar contracorriente unos 3 m de distancia, pero creédme si os digo, que parecen interminables pues o bien coges carrerilla en el primer instante, o lo tienes muy complicado. ¡Aunque merece la pena! De pronto, a los 25 m te hallas inmerso en un denso jardín de gorgonias rojas y amarillas, Paramuricea clavata, de gran porte, que extienden sus pólipos bien visibles a la fuerte corriente cargada Si logramos separarnos de los meros y dar la vuelta a la roca, descubriremos estas gorgonias. el tiempo y la saturación corren por momentos. Una breve pero intensa inmersión, de esas que sales excitado y gritando de alegría. Un magnífico bosque animal encantado, donde de verdad sientes al auténtico Mediterráneo. Sin duda, la inmersión de “las cernias” es uno de los reclamos del estrecho de Bonifacio. Parque Natural de la Maddalena Nos dirijimos al norte bordeando de nuevo el puerto Cannigione, para conocer el Parque de la Maddalena, una reserva natural muy bien controlada y vijilada, donde nada más aparecer en el perímetro, un barco se acerca a comprobar todos los permisos necesarios para poder estar allí. El parque está conformado por la isla Maddalena que es la principal y la de mayor tamaño, paralela a ésta, se halla la isla Caprera y entre ambas, un pe- Gorgonias rojas, amarillas, meros, y todo un sinfín de peces revolotean en torno a la seca del Papa 1 queño islote llamado Isola Monaci. Un poco más al norte, ya cerca del estrecho de Bonifacio pero aún en territorio sardo, están las islas de Razzoli, Santa María y Budelli, que es la más al sur. Son un conjunto de pequeños islotes donde puedes bucear si las cosas se ponen feas con el viento. Las normas en el parque son muy estrictas y se hacen cumplir sin excepciones, no es como en España, donde se pesca, contamina, se incumplen las normas y encima no te dejan bucear. No, queridos lectores, en Cerdeña las reservas son a favor de la Naturaleza y se puede bucear, pero eso sí, no se puede fondear ni en las boyas de señalización de puntos de buceo, ni en el fondo. Siempre debe haber alguien de apoyo en la embarcación pues ésta no se queda fondeada. Una vez registrados con el guarda del Parque y comprobados los permisos por radio, procedemos a realizar nuestra primera inmersión, precisamente en la Isola Caprera, en su margen más al sureste, en lo que se conoce con el nombre de Punta Coticcio. Punta Coticcio Ya sólo las vistas de la pared rocosa sobre el mar te deja perplejo, pues blanco resplandeciente contrasta con el azul del sol y la gran piedra cuadrada que hay sobre lo alto. Es un lugar inconfundible, que merece una foto, como la que podemos ver en el reportaje. La visibilidad era algo regular debido al temporal que azotaba la zona en esa mañana, pero una vez llegabas al fondo, ésta mejoraba. La inmersión consiste en recorrer dos secas puntiagudas unidas en su base, bordeándolas por su perímetro para ir ascendiendo y finalizar en el azul. El fondo está a unos 31 m pero lo interesante se concentra en las paredes Los bancos de corvinas plateadas con su dorsal dorada, abundan en Seca di Monaci. La imponente isla Tavolara, en su parte más ancha. 10 inmersión de plancton. Un festival de vida e intensa actividad donde los meros, grandes y abundantes, se mezclan con las espectaculares corvinas, dentones y castañuelas. Eso, sin olvidar a los grandes nudibranquios del tipo vaca suiza, Peltodoris atromaculata o el conocido Hypselodoris picta, crustáceos, esponjas candelabro amarillo, ascidias solitarias, manos de muerto, y todo un largo etcétera de coloridos invertebrados. La verdad es que no sabes dónde mirar, y si vas con cámara, estás arruinado. Intentarás elegir encuadre pero no sabrás dónde, pues todos te gustarán y al final pasará el tiempo y la deco no te dejará pensar, y tocará disparar a discreción. El color están vivo y llamativo, que creerás estar soñando, pero ojo, no podemos dormirnos, pues lo mejor de la buceada está entre los 20 y los 35 m, y claro, inmersión 11 hembra de pulpo con la puesta, rodeada de piedras y conchas. Más adelante, vimos algunas morenas sueltas escondidas entre las algas, que parecían no inmutarse con nuestra presencia. Sobre una rama de hidroideos vi un pequeño nudibranquio azul con una raya blanca, propio de esta parte más fría del Mediterráneo, Hypselodoris orsinii. Sobresaliendo de las paredes más sombreadas había ascidias solitarias trasnparentes con algunos reflejos azules, Clavelina dellavallei. Buscando entre las grietas de la seca con la linterna, encontré el raro ejemplar de anémona grossa, Cibrinopsis crassa, cuyos tentáculos gruesos como dedos, son verdes con el extremo más oscuro. Son muy difíciles de encontrar, ya que suelen estar totalmente incrus- de la seca, totalmente tapizada de pólipos amarillos y naranjas, nudibranquios como la abundante vaquita suiza y diferentes tipos de flabelínidos rosas y morados. También hay muchas esponjas incrustantes como la naranja con nerviaciones en forma de estrella, Spirastrella cunctatrix, o bien la El Escollio di Perdutto es famoso no sólo por su faro, sino por los grandes bancos de barracudas residentes extraña esponja amarilla filamentosa, Clathrina clathrus. En la parte más profunda y oscura, había gorgonias Leptogorgia sarmentosa, en su variante roja y amarilla, que aunque no eran muy grandes, sí que tenían los pólipos extendidos recogiendo el plancton suspendido en el agua. Había una parte de pradera de Posidonia no demasiado extensa pero sí muy bien conserva- Las morenas estaban fuera de sus guaridas, ocultas entre la densa cobertura de algas. da, donde había un gran banco de salpas y algunos sargos, obladas, meros pequeños, abades y en el fondo, algunos tordos. Al terminar la inmersión nos llevaron aún más atrás de la isla, y de repente, era como si estuviésemos en las Islas Vírgenes o en las Seychelles, con un agua turquesa impresionante, las típicas rocas blancas graníticas, los árboles a pie de playa. Nos to- mamos un respiro y nos dimos un baño con las típicas fotos de recuerdo, pues sin duda alguna ese fantástico paraje parecía estar en Las Antípodas, más bien que a una hora y media de España. Seca Monaci Se trata de una gran seca que emerge hasta los 14 m y que tiene un perímetro muy amplio. Con una fuerte corriente, logramos descender hasta la seca, totalmente recubierta de pólipos amarillos Parazoanthus axinellae, nuy densos y llamativos, que compartían el sustrato rocoso con la esponja incrustante azul de burbujas, Phorbas tenacior, la verde Cliona viridis, y la gris lobulada Chondrosia reniformis. Sobre le fondo, en una pequeña oquedad, había una mouchezi, Balanophyllia europaea, Polycyathus muellerae, Cladocora coespitosa, o bien la llamativa Cladopsammia rolandi con sus pequeños pólipos amarillos y esqueleto calcáreo blanco, aquí son muy frecuentes. Curiosamente en esta misma inmersión hemos disfrutado de las dos variedades de color del pólipo Astroides calycularis, en su tono más común naranja intenso, y en otro más claro, casi blanquecino. Entre un saliente de roca camuflado con algas, se puede distinguir las antenas rojas y amarillas de nuestra querida langosta, Palinurus elephas, de buena talla. Destacamos también la parte del precoralígeno, muy abundante en zonas oscuras donde las algas calcáreas rojas, rosas y violetas, son protagonistas. PAISAJES DE ENSUEÑO Entre los canales de la isla Lavezzi, está la playa famosa por el color rosa de su arena. Las piedras graníticas blancas con la densa vegetación y las flores amarillas nos recuerda a las Seychelles. La roca está literalmente tapizada de pólipos y otras especies de esponja incrustante. Los escollos, piedras y construcciones de rocas naturales, forman canales peligrosos para la navegación. El Hande es la única goleta que recorre esta rara ruta. tadas incluso cuando tienen todos los tentáculos fuera, por eso debemos estar bien atentos para poder reconocerla. Otro detalle que me llamó la atención, es la cantidad de pólipos solitarios madrépora que hay en general en el litoral sardo. Especies raras y poco frecuentes en nuestras latitudes como la madrépora de Mouchez, Phyllangia Isola Budelli Tras realizar las inmersiones en el Parque Natural de la Maddalena, el Hande pone rumbo al estrecho de Bonifacio, una buena tirada de navegación que hay que realizar antes del ocaso. Debido a la orografía marina, las embarcaciones que se aventuran en el estrecho deben estar bien preparadas para sortear Mires por donde mires en el estrecho de Bonifacio, tienes garantizado el espectáculo. En casi todas las inmersiones podemos ver gorgonias, como esta Leptogorgia sarmentosa hallada en Punta Coticcio. 12 inmersión Si somos observadores, descubriremos interesantes habitantes como esta langosta. inmersión 13 taba. Para no interferir demasiado y estropearle el plan de acecho, hice un par de fotos sin alumbrar demasiado y proseguí en busca de otras criaturas. Escrutando los bordes de la pradera había un arenal con grano muy fino, casi fangoso, en donde pude discernir un pequeño cangrejo guisante de color naranja los múltiples obstáculos naturales y haber fondeado antes de que llegue la noche. En nuestro caso, llegamos justo al atardecer, disfrutando del increíble espectáculo de rayos dorados y morados, que contrastaban con la silueta de Córcega sobre el mar. Sin duda, el paisaje del estrecho de Bonifacio es inconfundible por sus múltiples canales formados por rocas que parecen El estrecho de Bonifacio tiene identidad y belleza propia, piedras blancas, verde vegetación al borde la playa y aguas turquesas hay embarcaciones que salen desde el norte de Cerdeña y hacen la excursión de 2 buceos, debido a sus peculiares puntos de inmersión: Sigaro de Lavessi, Mero ou Village y Escollio di Perdutto. Pero no sólo eso, además las propias formaciones rocosas emergentes conforman canales donde es muy interesante Este gran pulpo no era nada tímido, y se dejo fotografiar con naturalidad. los canales y que ha sido señalizado con un gran faro de unos 10 m de altura. Está operativo y por tanto, es una curiosa inmersión pues se realiza en la base del faro, formada por 3 pilares sobre una gran estructura de hormigón. Hay una parte que ya está colonizada por varias especies de esponjas incrustantes, y el lugar La preciosa y siempre llamativa vaquita suiza es uno de los habitantes del Papa 1. Sin duda estas aguas albergan una densidad de peces espectacular. La buceadora explora los pilares del faro, en el Escollio di Perdutto. estar colocadas unas sobre otras, formando interesantes figuras imaginarias. A veces parecen fichas de dominó todas juntas, en paralelo e inclinadas en la misma dirección, como si las hubiesen puesto a propósito. Después del atardecer, decidimos realizar una nocturna en una pequeña cala poco profunda y bien protegida, para poder inspeccionar el nuevo territorio. La nocturna Aunque estábamos frente al estrecho, todavía nos encontrabamos en territorio del Parque Nacional de la Maddalena y por tanto, todavía estábamos en dominio sardo. No obsEntre los canales rocosos que se forman en Lavezzi, podremos disfrutar de praderas muy bien conservadas. 14 inmersión tubulosa de color marrón con protuberancias del mismo tono, H. polii de color negro muy intenso y púas blancas, y H. forskali, pardo oscura con protuberancias claras de púas oscuras. Todas ellas engullendo el fango y expulsando los choricitos de arena compacta. Además, cuando pasabas la linterna por la arena, tante, podías ver Córcega perfectamente. Nos equipamos con focos y linternas, y decidimos explorar las especies noctámbulas del lugar. Tuvimos la suerte de llegar hasta una pequeña extensión de Posidonia, donde estaba claro que íbamos a encontrar inquilinos que se vuelven activos durante la noche. Y nada más mirar, encontramos reptando entre las verdes hojas una estrella Astropecten spinulosus, de color encarnado con las espínulas blancas bordeando todo su cuerpo. Con sus pies ambulacrales a modo de ventosas, iba sujetándose y liberándose de las hojas, más aprisa según me acercaba con la linterna. Después de inmortalizarla, me desplacé un poco y descubrí una pequeña escórpora Scorpaena porcus, de librea más bien pardodorada, que inmóvil parecía dismular que no es- Ilia nucleus, que los sardos llaman cangrejo de cabeza de muerto -no sé muy bien por qué- y como curiosidad, y es la primera vez que lo veo en vivo y en directo, un sipuncúlido o gusano cuchara de arena, Sipunculidus nudus. La verdad es que me hizo mucha ilusión, pues recordaba que cuando estudiábamos en el laboratorio de invertebrados marinos a esta especie, no me la llegaba a imaginar, eso que estudias y crees algo porque te lo dice el profesor. Pero claro, nada comparado con verlo vivo, moviéndose en su mundo. Además, estaban las muy abundantes holoturias Holothuria veías pequeñas gambitas y cangrejillos que se enterraban, grupos de salmonetes moviendo sus barbillones en busca de presas y en el azul, grupos de pequeños pececillos azulados. Todo un espectáculo a casi 4 m de agua. Isola Lavezzi A la mañana siguiente navegamos un poco más al norte, hasta llegar a la famosa isla Lavezzi, un punto de buceo muy conocido por los sardos y destino obligado de fin de semana por los charters. No está masificado, pero está claro que el buceo es un reclamo de la zona y practicar esnórquel o hacer inmersiones, pues hay extensas praderas de Posidonia, rocas con densa cobertura algal que atrae a los alevines de varias especies de peces, o bien mismamente para disfrutar del paisaje submarino y la claridad de sus aguas. Por último, comentar que la isla tiene un gran faro con una caseta blanca y roja, donde puede leerse el nombre de la isla. Inconfundible así, para el navegante. Escollio di Perdutto Situado en la zona sureste de Lavezzi, el nombre de la inmersión se debe a un peligroso bajo que hay en es el hogar de varios bancos de barracudas. De hecho, el lugar es famoso por sus depredadores plateados y muchos centros de buceo vienen a verlas, pues son abundantes y ya están acostumbradas a la presencia de los buceadores. Pero además, la zona presenta una gran extensión de Posidonia oceanica, tan bien conservada que explorarla es todo un placer. La visibilidad ronda los 25 a 30 m, por lo que el fotógrafo submarino disfrutará mucho con las tomas de gran angular jugando con la silueta de la estructura del faro y con las barracudas. La inmersión se puede hacer a Las barracudas del Escollio di Perdutto son tan famosas, que los centros de buceo del norte de Cerdeña acuden a verlas. inmersión 15 poca profundidad, sobre el propio escollo o bien bajar aún más para ver brótolas de roca, sargos, algún mero y abade, o bien alguna raya, que se pueden ver más de una. En Lavezzi podremos bucear entre numerosos meros, en Mero ou Village. El faro de Lavezzi, sobre la isla del mismo nombre. Sigaro de Lavessi Nos encontramos ahora en la parte suroeste de la isla, en una inmersión muy conocida también y a la que se acercan centros de buceo del norte de Cerdeña. Se distingue ya por los barcos fondeados y el buceo es muy especial, debido a las grandes concentraciones de salpas y sargos. La inmersión se compone de una seca cuya altura es de 10 m y desciende poco a poco hasta un fondo de más de 30 m. Por tanto, el buceador elige a qué cota quedarse, aunque lo mejor está en La estructura sumergida del faro permite el refugio a numerosas barracudas que acuden a la zona. torno a los 20 m, pues es allí donde literalmente las salpas te envuelven. Es tal la concetración de peces que muchas veces ni necesitas desplazarte, pues aunque lo hagas, siempre estarás rodeado de peces plateados. Es una pasada, en nuestro Mediterráneo no estamos acostumbrados a semejante concentración de peces, seguramente esto se debe al verdadero cumplimiento de la protección y conservación de los parques naturales que al final su influencia se extiende hasta el estrecho de Bonifacio. Aquí la vida bulle en una explosión de color y acción que sorprenderá a todo aquel que lo visite. La visibilidad es algo menor pues el agua va cargada de plancton, es más fría y los peque- ños peces que se alimentan de él, son presa de los más grandes. Hay que estar atentos al azul, pues los depredadores están al acecho. Las salpas, como ya sabemos, ramonean los invertebrados incrustados en las hojas de Posidonia o bien en las algas que hay sobre las rocas, de manera que estarán trabajando sin parar, hasta quedar bien satisfechas. Al igual que los grandes bancos de sargos plateados, que pueden llegar a formar bancos de centenares de ejemplares, pero alimentándose de pequeños pececillos y algunos crustáceos y gusanos del arenal. Muy recomendable la inmersión, sobre todo para fotógrafos amantes del gran angular y aficionados a la biología. Mero ou Village En el Sigaro de Lavessi bucearemos inmersos en el interior de los densos bancos de salpas. 16 inmersión También conocida como “Las cernias” que es así como se dice mero en italiano, hemos dejado esta inmersión para el final, precisamente por considerarla una de las mejores de todo el crucero. Como su propio nombre indica, es la Villa de los meros, un fantástico lugar donde abundan los grandes meros, debido al continuo fondeo de barcos que han dado de comer a los peces durante mucho tiempo. Y claro, ellos lo han aprendido y allí nos esperaban. Nada más oír el ruido del motor de la embarcación, acuden en torno al cabo de fondeo. Un cortejo de sargos y obladas les acompañan, para no perderse la fiesta. Bastan unos trozos de pan para atraerlos y que se queden jugando con nosotros, aunque no se les da ninguna otra cosa, recordemos que su dieta nada tiene que ver con la nuestra. Ya a los 24 ó 25 m comienzan a venir las cernias, de unos 70 cm de talla y de color muy oscuro. Después, tras comprobar que no hay peligro, acuden los meros adultos Epinephelus marginatus, algunos de más de 110 cm. Hay uno que era muy agresivo, debía ser el macho dominante, pues La excelente visibilidad de más de 25 m es garantía de un gran buceo muy espectacular empujó a Gaddo, el guía del grupo en busca de su ración. Además, había ejemplares de Mycteroperca rubra, algo más tímidos que los meros y que aquí son conocidos como cernias rossa, y algún mero dorado, Epinephelus costae, con su característica librea a bandas. Imaginad el revuelo, pues toda una gran concentración de peces de gran talla, con espáridos plateados y un grupo de buceadores, juegan entre todos disfrutando de una especie que en nuestras aguas está esquilmada por los pescasub. De todos los tamaños, libreas y sexo, los buceadores podrán conocer de cerca el comportamiento y aspecto del mero y del resto de serránidos comunes del Mediterráneo. Y si somos capaces de alejarnos del grupo, podemos ir tras una pared rocosa donde hay unas cuantas gorgonias rojas y hacerles unas fotos. Aunque eso sin dejar de consultar el ordenador pues se entra en deco sin dificultad. Ya de regreso a la superficie muchos de los meros nos seguirán hasta los 10 m, en compañía de sargos y con algo de suerte, hasta de barracudas que se acercan por el azul a ver qué es ese revuelo. Es una inmersión que no debe faltar en el crucero y que a ser posible, ¡debemos repetir! Todo nuestro agradecimiento a Gaddo Risso, por invitarnos a este inolvidable crucero a bordo del Hande, por aguas sardas y corsas. Más información en su página web www.capogalera.com 1/4 P En la parte de atrás de la isla de Tavolara, disfrutaremos con este mágico paisaje, como si estuviésemos en las Islas Vírgenes. inmersión 17