PREVALENCIA DE LEISHMANIASIS VISCERAL CANINA EN EL

Transcripción

PREVALENCIA DE LEISHMANIASIS VISCERAL CANINA EN EL
ARTICULO ORIGINAL
Rev. salud pública Parag. 2011; Vol. 1 (2): 11-18
PREVALENCIA DE LEISHMANIASIS VISCERAL CANINA EN EL
ÁREA DE INFLUENCIA DE LA UNIDAD DE SALUD DE LA
FAMILIA MARÍN KA’AGUY, LUQUE
1,a
1,b
Víctor Hugo Segovia Portillo , Sheila Romina Benítez Benítez , Luciana Echeverría Acosta
1,c
RESUMEN
Introducción: La leishmaniosis visceral canina (LVC) es provocada por un parásito (Leishmania) que invade
diferentes órganos del perro y otros mamíferos provocando lesiones de diversa consideración hasta provocar la
muerte. Objetivos: Determinar seroprevalencia de anticuerpos IgG contra Leishmania chagasi en caninos que
habitan el área de influencia de la Unidad de Salud Familiar (USF) Marín Ka´aguy, Luque (febrero-abril, 2011)
Metodología: Se realizó un estudio observacional, descriptivo de corte trasversal, incluyendo 416 caninos. Los
datos fueron analizados en el programa Epi Info versión 3.5.1. Resultados: Fueron estudiados 416 caninos,
pertenecientes a 257 familias, con un promedio de 1,6 perros por familia. El 90.1% de los caninos estudiados
no contaban con ascendencia conocida. El 66,1% fueron machos. El 41% presentó signos compatibles con LVC.
La seroprevalencia poblacional fue del 26%; mayor en machos (27,3%). El promedio de edad de la población
general estudiada fue de 3,4 años; observándose mayor seroprevalencia en la población de 10 a 11 años. La
raza mestiza presentó mayor prevalencia de la enfermedad 26,9% en comparación a las de ascendencia
conocida. Con mayor frecuencia (53,7%) de los caninos seropositivos han presentado signos clínicos
manifiestos. El promedio de signos fue de 2, un mínimo de 1 y un máximo de 6; el 33% presentó más de 2. La
frecuencia de signos en caninos seropositivos fue: caída de pelos (72,4%), adelgazamiento (44,8%),
onicogrifosis (44,8%), úlceras (27,6%), conjuntivitis (22,4%), decaimiento (12,1%). De 108 seropositivos, 60
fueron sacrificados, 48 no por negativa de sus propietarios. Conclusión: Con prevalencia similar a otros distritos
de la región, el área de influencia de la USF Marín Ka´aguy, se constituye en área endémica de LVC, con
potencial riesgo de aparición de LVH.
Palabras clave: Leishmaniasis Visceral; Leishmaniasis/VE; Paraguay.
PREVALENCE OF CANINE VISCERAL LEISHMANIASIS IN THE
AREA OF INFLUENCE OF THE HEALTH UNIT FAMILY KA'AGUY
MARIN, LUQUE.
ABSTRACT
Introduction: Canine visceral leishmaniasis (CVL) is caused by a parasite (Leishmania) invading different organs
of the dog and other mammals causing injuries of varying degrees to cause death. Objectives: To determine
seroprevalence of IgG antibodies against Leishmania chagasi in dogs living in the area of influence of the Family
Health Unit (FHU) Ka'aguy Marin, Luque (February-April 2011). Methodology: An observational, crosssectional, including 416 dogs. Data were analyzed with Epi Info version 3.5.1. Results: We studied 416 dogs
belonging to 257 families, with an average of 1.6 dogs per household. The 90.1% of the dogs studied had no
known ancestry. The 66.1% were males. The 41% had signs consistent with LVC. The population seroprevalence
was 26% higher in males (27.3%). The average age of the general population studied was 3.4 years, but there
was higher prevalence in the population aged 10 to 11 years. The breed mixed highest prevalence of the
disease 26.9% compared to those of known ancestry. Most often (53.7%) of seropositive dogs presented
clinical signs. The average signs was 2, a minimum of 1 and a maximum of 6, the 33% showed more than 2. The
frequency of signs in dogs seropositive was: hair fall (72.4%), thinning (44.8%), onychogryphosis (44.8%), ulcers
(27.6%), conjunctivitis (22.4%) , decay (12.1%). Of 108 HIV-positive, 60 were killed, 48 not by denial of their
owners. Conclusion: prevalence similar to other districts in the region, the area of influence of the USF Ka'aguy
Marin, constitutes LVC endemic area, with potential risk of LVH.
Keywords: Visceral Leishmaniasis, Leishmaniasis / VE, Paraguay
1a
Alumnos de Curso de Especialización en Salud Pública. Instituto Nacional de Salud, Paraguay
b
c
Médico veterinario; Médico Veterinario, Enfermera
Recibido: 15-11-11
Aprobado: 16-12-11
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INTRODUCCIÓN
Las leishmaniosis son enfermedades de los
animales y del ser humano, endémicas cuya
trasmisión ocurre principalmente por la picadura de
hembras infectadas de ciertas especies de
flebótomos. Lutzomyia longipalpis es el principal
vector para la leishmaniosis visceral humana (LVH) y
la leishmaniosis visceral canina (LVC) (1).
La LVC es considerada actualmente como una
patología infecciosa zoonótica de importancia para
la salud pública en países del nuevo y viejo mundo.
Los parásitos causantes de la leishmaniosis canina
incluyen especies de género de leishmania,
Leishmania infantum en el viejo mundo y
Leishmania chagasi en el nuevo mundo. El perro es
una víctima hospedadora de esta parasitosis y por
ello el manejo de la enfermedad tiene las
connotaciones clínicas del perro como paciente y
las epidemiológicas como fuente de trasmisión para
los humanos.
La relación parásito-hospedador que se establece
entre las leishmanias y el perro es muy compleja,
pues está condicionada por una gran variedad de
factores, tanto del parásito como del hospedador,
que interaccionan de forma diversa y que hacen que
esa relación evolucione de forma también muy
variada. Esto se traduce en la existencia de un
espectro de situaciones distintas, que van desde la
ausencia de enfermedad hasta el desarrollo de
procesos muy graves, con cuadros clínicos muy
variados. Sin embargo, este espectro puede
ajustarse a un modelo básico de respuesta
dicotómica, en el que se contemplan dos
posibilidades excluyentes: el desarrollo progresivo
de la enfermedad, que en la mayoría de ocasiones
conduce a la muerte o el desarrollo de resistencia, y
por tanto, el control o resolución de la infección” (2).
Como condicionantes de la patogenia se pueden
distinguir factores dependientes del parásito y del
hospedador. Entre los factores dependientes del
parásito, el más importante es la especie y dentro
de ésta el zimodema, ya que se considera que
distintos zimodemas pueden tener diferente
virulencia y antigenicidad, que condiciona
diferentes respuestas en el hospedador. Los
factores dependientes del hospedador determinan
más directamente la patogenia de la enfermedad
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canina. Se consideran factores primarios la
constitución genética, y directamente relacionado
con ésta, la capacidad de respuesta inmunitaria,
que condicionan la resistencia o receptividad a la
infección, así como la predisposición para
desarrollar un tipo u otro de enfermedad. La
resistencia o receptividad están mediadas por la
capacidad inmunitaria, cuya influencia es decisiva,
tanto en el establecimiento de la infección, como en
el curso y naturaleza del proceso patológico. La
respuesta inmunitaria en la leishmaniosis puede dar
lugar a la protección o resultar ineficaz,
favoreciendo incluso la progresión del proceso.
Factores secundarios no menos importantes son el
estado sanitario (coinfecciones, estados de
inmunodepresión, etc.) y nutricional, que en gran
medida son difícilmente separables de la capacidad
inmunitaria, al condicionar la fisiología y capacidad
de respuesta general del organismo”(3).
Formas clínicas
El curso clínico de LVC en áreas endémicas depende
de varios factores, incluyendo la ocurrencia y el
número de picaduras de los flebótomos, especies
de leishmania involucradas, y la predisposición
genética y respuesta inmune”(4). En áreas
endémicas, los perros afectados pueden presentar
formas
clínicas
desde
asintomáticas
u
oligosintomáticas a formas severas de presentación
generalizada. En áreas endémicas, la mayoría de los
caninos infectados son asintomáticos” (5).
Epidemiologia
Esta enfermedad se halla relacionada con zonas
pobres y que en toda América está causada por el
agente Leishmania chagasi. (6)
La leishmania chagasi presenta amplia distribución
en el Nuevo Mundo, ocurriendo en Argentina,
Bolivia, Brasil, Colombia, Paraguay, Venezuela,
Guatemala, Guadalupe, Honduras, Martinica,
México y El Salvador; siendo que el 90% de los
casos se concentran en Brasil”(7) , afectando
principalmente a la población más pobre que vive
principalmente en las zonas rurales y suburbanas(8).
“En Paraguay más del 90% de los casos provienen
del área geográfica que abarca al distrito de
Asunción y a los departamentos de Central,
Paraguarí, Cordillera, probablemente debido a la
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instalación del ciclo de transmisión de la
enfermedad, en donde convergen una alta
proporción de perros con LV y flebótomos vectores,
además de un crecimiento urbano desordenado de
la población. En menor proporción también se han
detectado casos en los departamentos de Guaira,
Itapúa, Misiones, Alto Paraná, Concepción,
Caaguazú y Amambay”(9).
El agente etiológico aislado de perros procedentes
del departamento de Central y de Asunción ha sido
tipificado como Leishmania chagasi (actualmente
considerado como de la misma especie Leishmania
infantum, originaria de
la cuenca del
Mediterráneo)(10)..
Es característico de la Leishmaniosis que los
condicionantes epidemiológicos se combinen de tal
forma que producen una enfermedad altamente
focal. Un foco se corresponde, por tanto, a un
determinado hábitat en el que se mantiene un ciclo
de transmisión del parásito. En la Leishmaniosis se
describen tres tipos de ciclos epidemiológicos,
interrelacionados, pero cada uno con un patrón de
transmisión exclusivo: el ciclo selvático, el ciclo peridoméstico o rural y el ciclo doméstico o urbano. El
ciclo selvático tiene como principal reservorio al
zorro y como reservorio selvático secundario a la
rata. Los ciclos peridoméstico y doméstico tienen
como principal reservorio al perro, siendo los
perros vagabundos y asilvestrados los que
mantienen la conexión con los reservorios
selváticos, siempre a través de la picadura de los
hospedadores intermediarios. La transmisión
zoonótica se realiza generalmente de manera peri
doméstico o doméstico” (11).
La investigación de la prevalencia en los animales
por lo común se enfocan en los perros, porque
constituye el principal reservorio doméstico y
peridoméstico.
Los datos epidemiológicos en los últimos años en
América revelan la clara urbanización de la
enfermedad, el ambiente propicio para la
ocurrencia de la enfermedad de los casos humanos
de leishmaniosis visceral, es aquel de baja
condiciones socioeconómicas, de zonas rurales o de
la periferia de grandes ciudades.
La prevalencia de leishmaniosis Visceral Canina en
Sudamérica puede variar ampliamente de región a
región y de acuerdo al método de diagnóstico
utilizado puede ir del 25% hasta el 75% en áreas
con focos altamente endémicos, es muy difícil
estimar la prevalencia global de la leishmaniosis
canina en el continente americano debido al
limitado número de trabajo de algunas regiones, la
existencia de diferentes métodos entre los estudios
y las limitaciones inherentes a la metodología como
las reacciones cruzadas con otras enfermedades y
que la mayoría de los perros infectados con
Leishmania infantum, están aparentemente sanos y
no muestran signos clínicos compatibles con
leishmania.
“Los estudios epidemiológicos mediante técnicas
moleculares en las zonas donde la enfermedad es
endémica, han demostrado que la prevalencia de la
infección por leishmaniosis canina puede ser
considerablemente superior a la seroprevalencia y
la prevalencia de la enfermedad” (12).
Diagnóstico clínico-epidemiológico
El amplio espectro sintomático que con frecuencia
se desarrolla en la leishmaniosis hace que el
diagnóstico basado en datos epidemiológicos,
anamnésicos, exploratorios y analíticos, sea en
muchas ocasiones una primera opción válida. Su
indicación más clara es en zonas enzoóticas y en
animales en la fase latente del proceso, en los que
la conjunción del cuadro sintomático básico
(adenopatías, lesiones cutáneas, emaciación,
onicogrifosis) con datos analíticos de valor
diagnóstico (anemia, hiperproteinemia con
hipergammaglobulinemia) revela con claridad la
existencia de la infección.
Diagnóstico laboratorial
“Está dirigido a evidenciar la presencia del parásito
a partir de muestras procedentes de animal
enfermo. La presencia del parásito se puede poner
de manifiesto mediante métodos directos e
indirectos” (13).
Tratamiento
El tratamiento de los perros no es una medida
recomendada, pues no disminuye su importancia
como reservorio del parásito. Las tentativas de
tratamiento de la leishmaniosis visceral canina, por
medios de drogas tradicionales como: antimoniales
pentavalentes,
anfotericina
B,
alopurinol,
fluconazol, etc. han tenido baja eficacia. El uso
reiterado de estas drogas en perros produce una
mejoría temporal de los signos clínicos, pero no
previene la ocurrencia de recidivas, y lleva al riesgo
de crear parásitos resistentes a las drogas utilizadas
para el tratamiento humano.
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La LVC no tiene cura en el perro, por lo tanto se
recomienda su eutanasia, una vez que se establezca
el diagnóstico.
Esta Unidad de Salud Familiar, fue creada en fecha
10 de agosto de 2009. Abarca una población de
4.400 personas, siendo la prevención y promoción
de la salud sus labores prioritarias. Con el objetivo
de determinar la seroprevalencia de anticuerpos
IgG contra Leishmania chagasi en caninos que
habitan el área de influencia de la Unidad de Salud
Familiar (USF) Marín Ka`aguy, Luque-Paraguay.
acorde a las normas y el procesamiento de las
mismas, lectura y análisis de éstas se llevo a cabo
en el Laboratorio de Leishmaniosis Visceral del
PNCZ y CAN. Se utilizaron tiras reactivas de
nitrocelulosa, en las cuales se encuentra el antígeno
RK39 y que por un sistema de migración
cromatográfica son revelados los anticuerpos
específicos en contra de dicho antígeno. La
sensibilidad del método, en Paraguay, es de
aproximadamente 97%. La especificidad de la
prueba es cercana al 100% y no da reacciones
cruzadas.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional descriptivo, de
corte transversal, con componentes analíticos.
Fueron incluidos todos los canes que habitaban el
área de infuencia de la Unidad de Salud de la
Familia (USF) Marin Ka’aguy, ciudad de Luque en el
periodo de febrero a marzo del 2011. Mediante un
muestro probabilisto aleatorio se incluyeron un
total de 420 caninos, calculado en base a una
población de 838 caninos (fuente: censo USF Marín
Ka`aguy), y una prevalencia de 27% con un nivel de
confianza del 95%.
Los propietarios de los caninos fueron debidamente
informados del propósito del estudio y sus caninos
solo han sido incluidos en la muestra con el
consentimiento de los mismos. En el caso de los
caninos con resultado de serología positiva, se les
explicó el procedimiento, consistente en la
eutanasia, para lo cual también fue necesario el
consentimiento previo. La unidad de observación
constituyeron las familias y la unidad de análisis los
caninos. Se confeccionó el instrumento de
recolección de datos a partir de la ficha de
investigación epidemiológica del Centro Antirrabico
Nacional/MSPyBS, conteniendo variables de
interes:
serología para Leishamaniosis, edad
canina,
sexo,
raza
(ascendencia
conocida/desconocida), signos clínicos manifiestos,
presencia de signos manifiestos, eutanasia.
Se conformaron grupos de trabajo entre los
investigadores y técnicos del Programa Nacional de
Control de Zoonosis y Centro Antirrábico Nacional.
Previa salida a terreno se llevó a cabo una
capacitación a fin de coordinar el proceso de
trabajo.
Se llevaron a cabo las encuestas a cada uno de los
dueños o responsables de los animales, la toma de
muestra de sangre a los canes se llevó a cabo
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Los datos fueron cargados en el programa Epi-Info
Versión 3.5.3 y las variables fueron a analizadas
acorde a su naturaleza, para el grupo de variables
cualitativas se recurrieron a medidas de frecuencia
y para las cuantativas se recurrieron a medidas de
tendencia central y dispersión; la comparación de
variables de estudio, para el primer grupo se
recurrieron al Chi cuadrado y al t de Student para
el segundo.
RESULTADOS
Se estudiaron 416 canes, pertenecientes a 257
familias. Fueron excluidos 4 caninos por no cumplir
con los criterios establecidos (sin propietario). El
número máximo de perros por familia fue de 6.
Aproximadamente el 12% de las familias poseían 3
y más perros. El 100% de las familias visitadas con
caninos permitieron la evaluación física y
laboratorial de estos.
Características de la población canina
El 90,1%(IC 95 %: 86,9 - 92,8 %) de los perros
estudiados no contaban con ascendencia conocida
(Mestizos) y el 9,9 % (IC 95 %: 7,2-13,2 %) con
ascendencia conocida; incluyendo ésta 9 distintas
razas, observándose con mayor frecuencia a la
Caniche en un 44% (18/41), seguida por la raza
Pastor Alemán con el 24% (10/41). El 65,1 % (Int.
Conf. 95 %=60,3-69,7 %) fueron machos y el 34,9
hembras (Int. Conf. 95 % = 30,3 a 39,7).
El promedio de edad fue de 3,1 años (DE=0,8 años).
No se observaron diferencias significativas en las
edades entre machos y hembras (p=0,9). Se
observaron con mayor frecuencia las edades
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comprendidas entre 0 a 1 y 2 a 3 años con el 32,0 y
el 35,4 % respectivamente.
El 41,0 % (Int. Conf. 95 %=36,4-46,0 %) de los perros
presentaron signos compatibles con LV.
Tabla 1: Características de la población canina. Marín
Ka’aguy, Luque-Paraguay. 2011
Variable
N°
%
(IC 95 %)
La raza mestiza presentó mayor prevalencia con
26,9 % en comparación a la de ascendencia
“conocida”=17,1 % (p=0,17).
El promedio de edad de la población canina
seropositiva fue de 3,4 años, no observándose
diferencias significativas con la población
seronegativa (p=0,6). La mayor seroprevalencia se
observó en la población de 10 a 11 años de edad
con el 38,5 %. (Ver Figura 2).
Ascendencia
Desconocida
Conocida
375
90,1 (86,9 - 92,8)
41
9,9 (7,2 - 13,2)
Sexo
% 35
30
25
Macho
271
65,1 (60,3 - 69,7)
20
Hembra
145
34,9 (30,3 - 39,7)
15
0a1
133
32 (27,6 - 36,7)
5
2a3
147
35,3 (30,8 - 40,2)
4a5
64
15,4 (12,1 - 19,3)
0
6a7
34
8,2 (5,8 - 11,3)
8A9
17
4,1 (2,5 - 6,6)
10 y más
21
5 (3,2 - 7,7)
Edad
32,4
29,3
28,6
26,6
23,5
20,3
10
Seroprevalencia de
Leishmania chagasi.
anticuerpos
IgG
contra
La seroprevalencia de LV canina fue del 26,0 % (IC
95 %= 21,9 a 30,5 %). Se observó una prevalencia
mayor en la población de machos con el 27,3 % y en
hembras 23,4 % (p=0,39). (Ver Figura 1).
0a1
2a3
4a5
6a7
8a9
10 y mas
Edad (años)
Figura 2. Seroprevalencia de LV canina según edad. USF
Marín Ka’aguy-Luque.
Con mayor frecuencia (53,7%) los caninos con
serología positiva han presentado signos clínicos
manifiestos (p=0,002) (Ver Figura 3). Al examen
físico los principales signos clínicos que presentaron
los caninos con serología positiva fueron
principalmente la caída de pelo en el 72,4 %,
seguido de adelgazamiento y sobrecrecimiento de
uñas con 44,8 % respectivamente
% 30
25
20
15
27,3
26
23,4
10
5
0
Macho
n=271
Hembra
n=145
Gral.
n=416
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
46,3
63,3
53,7
36,7
Negativa
Positiva
SEROLOGIA
Sin Signos
Figura 1. Seroprevalencia de LV canina según sexo. USF
Marín Ka’aguy-Luque. (p=0,29)
Con signos
Figura 3. Distribución porcentual de signos clínicos
según resultado de serología (RK39). USF Marín Ka’aguyLuque
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El 100 % de las familias con caninos seropositivos a
Rk39 han sido visitadas para dar cumplimiento a la
eutanasia. Del total de caninos (108) el 46,5 % no
fueron sacrificados por negativa de parte de sus
respectivos propietarios.
Como posibles determinantes a la negativa de
estos, fueron estudiados a la condición del canino
de poseer ascendencia conocida o al hecho de
encontrarse con signos clínicos manifiestos. El
53,5% de los caninos con ascendencia desconocida
(mestiza) han sido sometidos a eutanasia, en
comparación a la población canina con ascendencia
conocida, 57,1 % (p=0,58).De la población canina
con presencia de signos el 58,6% fueron sometidos
a eutanasia (p=0,18).
Tabla 2: Frecuencia de canes RK39 positivo sometidos a eutanasia según raza y signos clínicos.
Eutanasia
Canes RK39
Total
Raza
Mestiza
Ascendencia conocida
Signos
Con signos
Sin signos
SI
N
108
N°
58
%
53,7
N°
50
NO
%
46,3
101
7
54
4
53,5
57,1
47
3
46,5
42,9
0,58
58
50
34
24
58,6
48,0
24
26
41,4
52,0
0,18
DISCUSIÓN
En el área de influencia de la USF Marín Ka´aguy,
ubicado en área periurbana de la ciudad de Luque,
se constató que aproximadamente el 12% de las
familias residentes en Marín Ka´aguy poseían 3 y
mas caninos. En un trabajo de Romero et al,
(2.009), el 79,7% de las familias presentaron entre 1
a 7 perros. En nuestro trabajo (90,1%) no contaban
con ascendencia conocida (mestizos). De la
población con ascendencia conocida, se hallaron un
total de 9 razas distintas, con mayor frecuencia la
raza caniche, seguida por la raza Pastor Alemán,
Husky, Boxer, Rottweiler, Cocker, Guimares,
Dálmata y Yorshire.
La prevalencia hallada fue del 25,96%; en caninos.
Prevalencia menor (25,96%); en comparación a
otros estudios realizados en otras localidades del
Departamento Central; ciudades de Villa Elisa y
Lambaré; donde la prevalencia de las dos
poblaciones juntas fue del 28% (Canesse et al,
1998)
Con referencia al estudio; la prevalencia observada
fue mayor en machos (27,3%) que en hembras
(23,4%), pero no demostró una diferencia
estadísticamente significativa; indicando que el
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p
sexo no es un factor predisponente para la
infección de los caninos en Marín Ka´aguy, en
coincidencia con algunos estudios epidemiológicos
que no han reportado predisposición de sexo como
factor de riesgo para la LVC (Miró et al., 2007b,
Rondón et al., 2008) mientras que otros estudios
han reportado un alto riesgo de la enfermedad en
canes machos en relación a las hembras (Zivicnjak
et al., 2005; Dantas–Torres et al., 2006).
En relación a la edad, estudios realizados en Brasil
demostraron resultados divergentes (Franc¸ a-Silva
et al., 2003; Dantas-Torres et al., 2006; Rondón et
al., 2008). Picos de alta prevalencia han sido
reportados en caninos entre 3 años y mayores de 8
años (Cardoso et al., 2004). Observándose que en
Marín Ka’aguy la mayor prevalencia de LV se
observó en caninos de 10 a 11 años de edad. Otro
estudio realizado en el Departamento de
Ñeembucú por López et al. (2010) arrojó que la
edad de 4 años era el promedio de edad de caninos
con serología positiva. Este hecho no excluye la
importancia que otras franjas etarias sean
infectadas, independientemente de la edad tienen
la misma probabilidad de contraer la LVC. Silva et al
(2001)
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No se conoce aun con certeza que mecanismos son
responsables de la susceptibilidad o resistencia de
los canes frente a la infección (Otranto et al., 2010).
Algunas razas como el Boxer, Cocker, Rottweiler y
Pastor parecen ser más susceptibles al desarrollo de
la enfermedad (Franca-Silva et al., 2003). No
obstante; la raza con ascendencia desconocida
(mestiza), presentó mayor susceptibilidad a la LV en
la zona de estudio.
En cuanto al hallazgo de signos clínicos compatibles
con LV, 41% de los perros presentaron signos
compatibles. Caninos seropositivos han presentado
con mayor frecuencia (53,7%) signos clínicos
manifiestos; el 46,3% de caninos seropositivos no
presentaron lesiones al examen clínico. Similar a lo
descrito en el estado Pernambuco Brasil por Silva
et al. que revelo que gran parte de los caninos
seropositivos no presentaba ninguna alteración
clínica. Debido fundamentalmente al largo periodo
de incubación y la lenta aparición de los signos
concomitante.
Es bien sabido que en áreas donde la LVC es
endémica, una elevada proporción de perros
infectados no presenta signos clínicos de la
enfermedad (Dantas-Torres et al., Rondón et al.,
2.008; Queiroz et al., 2.009). En contraste, la
presente investigación constató que en el área
estudiada, la mayoría de los caninos seropositivos
presentaron uno o más signos de la enfermedad,
siendo el promedio de número de signos clínicos
manifiestos. Referente a la eutanasia; la negativa de
algunos propietarios fue el factor preponderante
para que no se hayan eutanasiado la totalidad de
caninos seropositivos a LV, como lo recomienda la
OPS/OMS, referente al sacrificio humanitario. Sin
embargo, en la ciudad de Pilar, Ñeembucú, fueron
sacrificados la totalidad de los caninos positivos
diagnosticados durante la búsqueda activa de casos
en el año 2.010.
La seroprevalencia canina se encuentra dentro de
cifras similares a otros estudios realizados dentro
de la Región.
No se observaron diferencias significativas en
cuanto a la prevalencia según edad, sexo y razas.
Más del 50% de la población con LV presentaron
signos clínicos manifiestos, siendo la caída de pelo y
adelgazamiento los más frecuentes.
Aproximadamente el 50% de los propietarios de
caninos con LV, se rehusaron a la eutanasia.
El área de influencia de la USF Marín Ka´aguy, con el
presente estudio se constituye como un área
endémica de LVC, con potencial riesgo de aparecer
LVH.
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a las autoridades y al equipo
técnico del Centro Antirrábico Nacional.
Conflictos de Interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés
en la ejecución y publicación de este artículo.
CITAS BIBIOGRAFICAS
1. Travi B, Tabares C, Cadena H, Ferro C, Osorio Y.
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entre estados clínicos y parasitológicos e
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expression of Nramp1 (Slc11a1) in dogs
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CONCLUSIONES
3. Cordero Del Campilo M, Rojo Vázquez F.
Parasitología Veterinaria. Madrid: Mc Graw-Hill,
1999.
Del total de familias con caninos aproximadamente
el 47% de estas cuentan con dos o más caninos.
Uno de cada diez caninos estudiados fue de
ascendencia conocida, con un promedio del 44%
de la raza caniche.
4.Baneth G, Koutinas A F, Solano-Gallego L,
Bourdeau P, Ferrer L. Nuevos conceptos y puntos
de vista en una zoonosis emergente: Parte dos.
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desafío en el diagnóstico y la clínica.Vet. J. 2008;
175: 14–15.
13 Cordero DelCampilo, Rojo Vazquez F. op cit [sp]
8.Alvar J, Yactayo S, Bern C. Leishmaniosis y la
pobreza. Trends Parasitol. 2006; 22: 552–557.
9. Canese A, Maciel J, Oddone R. op cit p.20
10 Ibid, p.33
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Correspondencia: Sheila Romina Benítez
Dirección: Asunción, Paraguay
Teléfonos: (595-961) 305526
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