130414 Diácono sig. servidor - Diócesis de Barbastro

Transcripción

130414 Diácono sig. servidor - Diócesis de Barbastro
DIÁCONO SIGNIFICA SERVIDOR
Hay días, en el calendario de nuestra vida, marcados con color rojo por su
especial importancia. El próximo domingo, 21 de abril, va a ser uno de esos días
especiales en el calendario de nuestra Diócesis. El seminarista Francisco Camón Gabín,
que viene realizando su etapa pastoral en el arciprestazgo de Sobrarbe, será ordenado en
Aínsa como diácono. Estoy seguro de que esa fecha va a estar también marcada con
color rojo en la vida de Francisco, de sus padres y de su familia, oriundos de Caspe.
Ya sé que va a ser un día de fiesta para las parroquias de Laspuña y Lafortunada,
y de los demás pueblos de estos grupos parroquiales, a los que durante el presente curso
Francisco viene acompañando pastoralmente, y en general en todas las parroquias del
Arciprestazgo. Muchos de sus feligreses le han preguntado: «¿Cuándo te ordenan?,
porque el día de tu ordenación allí estaremos».
Francisco lleva nueve meses en nuestra Diócesis, a la que llegó con los estudios
eclesiásticos realizados e instituido en los ministerios de Lector y Acólito. Durante este
tiempo hemos podido comprobar su entrega y eficaz dedicación al servicio pastoral que
se le ha encomendado, y que le agradezco profundamente. Para mí y para los sacerdotes
del Arciprestazgo, esta dedicación ha sido una señal clara de su vocación al sacerdocio.
En esta carta quiero explicar en qué consiste el ministerio del diácono. Como es
sabido, para que un candidato sea ordenado como sacerdote ha de realizar con
aprovechamiento los estudios eclesiásticos, debe recibir la conveniente formación
espiritual y moral, ha de recorrer unos pasos previos como son la institución en los
ministerios de Lector y Acólito. Finalmente entra a formar parte del Orden sacramental
al ser ordenado de Diácono.
El Concilio Vaticano II enseña que «los diáconos, confortados por la gracia
sacramental, en comunión con el Obispo y su presbiterio, sirven al pueblo de Dios en el
ministerio de la liturgia, de la palabra y de la caridad. Es oficio propio del diacono,
según la autoridad competente se lo indicare, administrar solemnemente el bautismo,
conservar y distribuir la Eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la
Iglesia, llevar el viático a los moribundos, leer la Sagrada Escritura a los fieles,
instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y oración de los fieles, administrar los
sacramentales, presidir el rito de funerales y sepultura y ser diligentes en el ejercicio de
la caridad imitando al Señor que se hizo servidor de todos».
El diácono recibe, además, el encargo de rezar con toda la Iglesia por la
salvación del mundo, por medio de la Liturgia de las Horas que ofrece en favor del
pueblo de Dios y de todos los hombres. Y se compromete a vivir célibe para dedicar
íntegramente su existencia al ministerio que se le confía, y como símbolo y fuente de su
caridad pastoral y fecundidad apostólica.
Os pido que recéis por Francisco para que la gracia de Dios alegre su corazón y
fortalezca su vida para servir más y mejor a la Iglesia, tal como significa el nombre del
orden que va a recibir: diácono, es decir: servidor.
Con mi afecto y bendición.
+ Alfonso Milián Sorribas
Obispo de Barbastro-Monzón

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