Los piononos de Motril El motrileño que quiso

Transcripción

Los piononos de Motril El motrileño que quiso
República de Motril
PUBLICACIÓN HISTÓRICA DEL ARCHIVO DE LA REPÚBLICA DE MOTRIL
LOS PIONONOS
MOTRIL
Contacto: Archivo de la República de Motril – Santísimo 109, local Bajo – 18600 Motril – Granada
Director: GaVriel Medina Vílchez – [email protected] - 644 444 609 – http://gaVriel.es
Número 11 – 5 de octubre de 2009
Depósito Legal: GR 2774-2009
DE
¿Cómo que los Piononos de Motril?, pero si son
de Santa Fé, y exclamarán con razón..., pero
todo tiene su explicación.
Pocos saben que yo entré en esto de la
investigación histórica gracias a Pascual Madoz,
sí, fue leyendo su entrada sobre Motril en el
Diccionario Geográfico Estadístico Histórico
de España y sus posesiones de Ultramar, en
el que decía que un motrileño, José García de
León y Pizarro, había sido nada menos que
capitán general del Perú. Esto me hizo sentirme
orgulloso, un motrileño en tan alto cargo!!. Quise
profundizar sobre el mismo y al final descubrí
que de capitán general del Perú, ná de na!!, tuvo
otros importantes cargos, pero no el
mencionado.
Eso me hizo plantearme que
parece que estamos obligados a creer lo que
dicen los libros, SI O SI, sin plantearnos la
posible equivocación o incorrección de los
mismos, no intencionada, pero si factible.
Por ello procuro librarme mucho de dar por
cierto, en modo categórico muchas cosas, y
cuando trato algún tema siempre intento obtener
la información de distintas fuentes para poder
contrastarla.
Hace unos días leía en un periódico provincial,
IDEAL, un reportaje sobre los creadores de los
piononos, la casa Ysla de Santa Fé y,
curiosamente llevaba algún tiempo buscando
información sobre este tema que, al igual que mi
paisano, no es tal y como se pinta.
Con esto no quiero quitar la enorme importancia
que tiene la familia Isla en haber conseguido
guardar una tradición durante tanto tiempo, pero
si es cierto que la historia está para ser contada,
y en esta ocasión los datos proporcionados en
este reportaje no coinciden con los obtenidos por
mi durante mi investigación sobre el origen de
los piononos.
Según la versión tradicional, fue Ceferino Isla a
quién en 1897 se le ocurre la idea de rendir
homenaje a Pio IX creando un dulce que no sólo
lleve su nombre “pio nono”, sino que además
recuerde la figura de este Papa Rey.
mucho más anterior y, eso sí, excesivamente
coincidente con la idea de Ceferino.
Curiosamente el impulso de Ceferino para crear
este dulce se remonta a un acto realizado por Pio
IX en 1858, había proclamado el dogma de la
Inmaculada Concepción de María. Y lo cierto es
que el Pio Nono se inventó en 1858, aunque los
protagonistas y los lugares varían.
“En la calle del Caballero de Gracia, en una
confitería, se han anunciado de venta unos ricos
Pios Nonos de dulce. Suponemos que es inocente
el anuncio, y que sólo por dar importancia al
dulce se ha tomado el nombre del santo padre.”
[email protected]
***
Una de las primeras referencias que se
encuentran sobre los “pios nonos” aparece en el
periódico “Diario Oficial de Avisos de Madrid” de
fecha 15 de marzo de 1858, página 4 y dice
así:
“Interesante al público de Madrid.
En la antigua confitería de la calle del Caballero
de Gracia número 22, se encontrarán acabados
de llegar de Cádiz, unos bollillos llamados en
Andalucía Pios Nonos; son nuevos en esta corte
y por su sabor delicado, no dudo que merecerán
la mayor aceptación.”
“La España” del día tres de diciembre vuelve a
atacar este anuncio, aunque copiando los textos
de La Época y La Esperanza.
La Discusión del martes 7 de diciembre copia lo
referido en otro periódico “La Monarquía” e
indica:
“¡Qué candidez!
Se nos ha dicho que el autor de los muñecos de
dulce, denominados de Pio Nono, los ha hecho
más para dar importancia al dulce, que para
desprestigiar a la augusta persona cuyo nombre
se invoca. Se nos asegura que el señor Nuncio
de su Santidad ve sin disgusto esos trabajos de
exquisito dulce que, como hemos dicho, no
tienen más objeto que el expresado.
Con este dato se rompe por completo la actual
historia de su origen y de su inventor. Datan al
menos de marzo de 1858 y su origen parece
estar en Cádiz.
Comprendo que sin disgusto,
el señor Nuncio los vea,
y comprendo, y no me asusto,
que habrá entre la gente nea,
quién se los coma con gusto. “
Esta pastelería sigue anunciando su nuevo
producto en los sucesivos números del periódico.
La aceptación fue ciertamente importante porque
en el número del 26 de marzo, apenas dos
semanas después de su aparición cambian el
anuncio en los siguientes términos:
Me falta por localizar el periódico “La
Monarquía” del 6 de diciembre de 1858 en
donde, con bastante probabilidad, aparezca el
nombre del creador del pionono. Trabajo que
queda pendiente.
“INTERESANTE
En la calle del Caballero de Gracia, antigua
confitería de San José número 22, se venden
unos rollitos llamados en Andalucía Pios Nonos, y
viendo la aceptación que han tenido, hay hoy un
gran surtido. Se ha reformado la composición de
tales Píos Nonos, gustosos al paladar, lo más
delicado que se puede encontrar. Hay fuentes
desde 20 reales hasta el precio que encarguen.”
“Las infinitas personas que tienen pedidos Pios
Nonos, pueden acudir desde hoy seguros de
encontrar un esmerado surtido.”
Ha transcurrido más de un siglo y se supone que
esta tradición oral, esta historia es cierta, y
seguro que lo es, pero el origen del Pionono es
“Según anuncia uno de nuestros colegas, en una
confitería de la calle del Caballero de Gracia se
venden, entre otros, unos dulces con el título de
los ricos Píos Nonos. Esta denominación no sólo
es impropia, sino irreverente, y prueba muy poco
respeto a la Cabeza visible de la iglesia; por lo
que advertimos así, esperando se corrija este
abuso, cometido tal vez sin malicia.”
“La Época” se hace eco de la noticia al día
siguiente:
La marcha del negocio con la venta de “Píos
Nonos” en la calle del Caballero de Gracia debió
ser espectacular. En el mismo periódico publica
con fecha 30 de octubre de 1858:
Pionono
En el periódico “La Esperanza” del primero de
diciembre, página 3, se publica la siguiente
noticia:
Pero como siempre..., “con la iglesia hemos
topado” o eso debió pensar el confitero
madrileño al ver la prensa de diciembre de 1858.
1
El miércoles 8 de diciembre se lanza la primera
“gran bomba” contra este dulce, La Discusión
dice:
“La prensa absolutista está gravemente
preocupada. Trata de investigar si es una
profanación llamar a un dulce con el nombre de
Pio IX, si es un crimen exponer estampas, si es
un delito decir que los chantres de Valladolid
deben tener voz de sereno.
Pues en los
gloriosos tiempos bien se reían Quevedo,
Cervantes, Tirso y otras gentes de los frailes!. Si
vendremos a deducir que nuestros colegas son
más realistas que el Rey, y más papistas que el
Papa.”
En el mismo periódico se incluye una noticia que
muestra la habilidad de este artesano al poner
este nombre a su dulce que consiguió que
estuviese en boca de las más altas esferas de la
sociedad de la época, tanto en las que lo
degustaban como en quienes lo criticaban.
“Dícese que una de las cuestiones importantes
que ha tratado el Nuncio de S.S., con el Consejo
de Ministros, es si ha de quitarse el augusto
nombre de Pio IX a unos ricos muñecos de dulce
que se venden en la calle de Caballero de Gracia.
Parece que después de haberlos probado el
gobierno decidió que los dulces eran dignos de
tener tan elevado nombre. ¡Lástima grande que
esto no hubiera sido objeto de un párrafo del
discurso de apertura de las Cámaras!”
A finales de enero de 1862 seguía anunciando la
confitería de la calle Caballero de Gracia la venta
de los Pios Nonos.
Este modelo de dulce saltó fronteras y en El
Diario de Avisos de Madrid del 13 de abril de
1886 se publica la siguiente noticia de Cuba:
“En el café El Niágara, en Cienfuegos, se ha
cometido un atentado escandaloso, rociándose
con polvos de arsénico la crema exterior de unos
dulces que el vulgo conoce con el nombre de piononos”
Este dulce inventado por, posiblemente, un
gaditano en febrero-marzo de 1858 se convirtió
en uno de los dulces más famosos. Los
restaurantes lo incluían en sus menús, así el
menú del 26 de noviembre de 1893 del
restaurante Las Tullerías, en plaza Matute 6, de
Madrid indica:
“Cubierto de 2 pesetas.
Comida del domingo 26
Puré San Germán
Gallina en pepitoria
Pajeles fritos
Bruselas a la suprema
Cabeza de jabalí al aspic
Pionono y fruta”
Tenemos que tener en cuenta que aún estamos
a cuatro años de que Ceferino Isla inventara este
dulce.
También el Restaurante Imperial, Tetuán, 16 y
otros ofrecían los piononos como postre. (El
Liberal, 26 de abril de 1894).
Teniendo en cuenta esta información parece que
resulta bastante lógico pensar que Ceferino tomó
la idea de otra persona, siendo una posible
hipótesis que algún familiar o amigo viajara a
Madrid y disfrutara de este dulce y él lo quisiera
elaborar en estos lares.
Lo que si es cierto que el mérito de Ceferino Isla
es mucho mayor ya que ha conseguido preservar
un producto a lo largo de más de un siglo,
aunque no se le pueda atribuir a él la creación de
este dulce.
EL MOTRILEÑO QUE QUISO
SER REY
Bueno, rey, rey..., no, y motrileño al 50%, pero
algo de cierto tiene este título.
Durante la guerra de independencia española,
Motril estuvo ocupado un par de años por los
franceses y eso hizo que algunos de estos
invasores hicieran “buenas migas” con mozuelas
del lugar. Uno de estos invasores que fue
“conquistado” en Motril fue Miguel Paris
Boratinski, un polaco, militar de alta graduación
que se enamoró de la motrileña María de la
Soledad Moreno del Trell, nieta del menos
famoso gobernador de Motril, Pablo Florencio del
Trell, verdadero verdugo de los intereses
motrileños mientras ostento ese cargo.
Miguel y Manuela contrajeron matrimonio en
Granada y allí nació el 28 de diciembre de
1822, Miguel París Moreno.
Miguel Paris siguió la carrera militar teniendo el
grado de comandante de caballería en junio de
1850. A mediados de este mes, el día 17
concretamente, Miguel junto a otro grupo de
militares, el coronel de infantería Andrés
Ormazabal, el capitán del mismo cuerpo José
Felipe, el subteniente Genaro Díaz Álvaro, el
Alférez Dionisio Vega y una treintena de hombres
se dirigían a los montes de Toledo a intentar
derrocar a la reina Isabel II.
Para su desgracia se les ocurrió pasar por
Colmenar Viejo en donde, avisado el alcalde de
la partida, fueron apresados por los vecinos y
algunos guardias civiles. En su camino hacia
Toledo iban apoderándose de todas las armas al
grito de ¡Viva Carlos VI!.
El 8 de julio a las siete de la mañana en
Colmenar Viejo se reunió un consejo de guerra
ordinario. Duró el mismo hasta las once de la
noche y se acordó por parte del fiscal la pena de
muerte para los tres principales encausados: el
comandante Miguel Paris, natural de Granada, el
coronel Andrés Ormazabal, de Tarazona de
Aragón y contra Félix García Botija, maestro de
obra segunda, para el resto sólo se pidió
presidio.
Al parecer desde mediados del año anterior
[1849] existía una sociedad secreta bajo el
nombre de “Militar y religiosa Orden de San
Carlos de la Alhambra”, cuyo objeto era defender
los derechos del conde de Montemolin. Miguel
Paris era el Gran Maestre de la Orden.
El 4 de octubre de 1850 se celebra en Madrid la
causa contra Miguel Paris y consortes acusados
de sedición a favor de Montemolin. El resultado
del mismo fue la petición de pena de muerte
contra Miguel Paris y otros tres más por intentar
poner en el trono de España al conde de
Montemolín.
El 12 de octubre de 1850 se dicta sentencia en la
que se condena a nuestro 50%motrileño, junto a
Andrés Ormazabal, Félix García Botija e Isidro
Bueno a cadena perpetua, interdicción civil,
inhabilitación perpetua absoluta y sujeción a la
vigilancia de la autoridad durante sus vidas, caso
de obtener indulto de la pena principal.
Primer anuncio de los “Pios Nonos”. 15 de marzo de 1858.
[email protected]
Este auto se revoca y en abril de 1851 la
audiencia de Madrid condena a pena de muerte a
garrote a Miguel Paris y Andrés Ormazabal. En
Mayo Miguel suplica la sentencia que lo condena
a muerte. En julio del mismo año la reina
conmuto la pena a la de cadena perpetua.
Con motivo de tener una hija la reina, en 22 de
octubre de mismo año se indulta a Miguel Paris y
resto de presos por intentar poner en el trono al
conde de Montemolin, futuro Carlos VI.
Gabriel Medina Vílchez
República de Motril
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