la isla mínima - Les Cinémas du Grütli

Transcripción

la isla mínima - Les Cinémas du Grütli
LE PLAN (D’ÉTUDES AU) CINÉMA:
LA ISLA MÍNIMA
En espagnol
sous-titré espagnol
Samedi 6 février
à 10h00
2016 - scolaire n° 2
Réalisation Scénario
Image
Musique
Avec
LA ISLA MÍNIMA
Alberto Rodriguez
Alberto Rodríguez
Rafael Cobos
Alex Catalán
Julio de la Rosa
Raúl Arévalo
Javier Gutiérrez
Espagne - 2014 - vo esp st esp - 104’
TARIFS
> En classe: 5 francs par élève et gratuit pour
les accompagnants
> Carte 20 ans/20 francs: 5 francs
> Enseignants sans élèves: 8 francs
> Réservations: [email protected]
Deux flics que tout oppose, dans l’Espagne post-franquiste des années 1980, sont
envoyés dans une petite ville d’Andalousie pour enquêter sur l’assassinat sauvage
de deux adolescentes pendant les fêtes locales. Au coeur des marécages de cette
région encore ancrée dans le passé, parfois jusqu’à l’absurde et où règne la loi
du silence, ils vont devoir surmonter leurs différences pour démasquer le tueur.
España, a comienzos de los años 80. Dos policías, ideológicamente opuestos,
son enviados desde Madrid a un remoto pueblo del sur, situado en las marismas
del Guadalquivir, para investigar la desaparición de dos chicas adolescentes. En
una comunidad anclada en el pasado, tendrán que enfrentarse no sólo a un cruel
asesino, sino también a sus propios fantasmas.
A remporté 10 Prix aux Goyas 2015 (Césars espagnols)
Proposé par le Plan (d’Etudes) au Cinéma et CinéStaël
C’est un paysage insolite, jusqu’ici négligé
par le cinéma. Et pourtant, quel potentiel
dramatique ! Le delta du Guadal­quivir, avec
ses milliers d’hectares de marécages couverts
de rizières, est un véritable labyrinthe végétal
et aquatique. On s’y cache, on s’y perd, on
y trafique toutes sortes de biens plus ou
moins ­licites. Dans le sixième film d’Alberto
Rodríguez, grand triomphateur des derniers
Goya (les César espagnols) et polar le plus
excitant de l’été, on y tue, aussi, avec un
raffinement pervers. C’est dans cet univers
sauvage, à quelques kilomètres de Séville et
de la «civilisation», que deux policiers venus
de Madrid débarquent au début des années
1980 pour enquêter sur la disparition de deux
adolescentes aux moeurs soi-disant légères.
(...)
Samuel Douhaire, Télérama
Su paso por el Festival de San Sebastián ya le
habrá facilitado al lector algunas pistas sobre
esta película de intrigas que sitúa a su director,
Alberto Rodríguez, en lo alto de una escalera
que ya empezó a subir con El factor Pilgrim y
que no ha dejado de ascender: El traje, Siete
vírgenes, After, Grupo 7? Con imágenes
precisas, de altura, sitúa su argumento en
espacio y tiempo precisos: son los años
ochenta y es en ese terreno empantanado
© 2013 Les Cinémas du Grütli
Rue du Général Dufour 16 | 1204 Genève
tél. +41 22 320 78 78 | www.cinemas-du-grutli.ch
de la marisma del Guadalquivir. También sus
personajes principales, dos policías de frente
cuyo perfil se irá enfocando progresivamente;
y por supuesto, ya de entrada, sitúa el caso:
dos adolescentes desaparecen en una noche
de fiesta y que será el arranque de la trama.
Nadie duda, y menos aún la película o su
director, de que se trata de una investigación
policial, pero la destreza de ambos (película
y director) se encargan de que un seco
naturalismo y un húmedo retrato de época
se imponga a la misma altura que la intriga
para hablarnos, en ese lugar de tierra y agua,
donde los caminos se cruzan a veces para
no ir a ningún sitio, de un tiempo que se
está yendo y de otro que está llegando, y la
personalidad, o el pasado, o el futuro, de esos
dos policías son también caminos separados
pero que confluyen (el pasado franquista, el
aire nuevo, lo inexplicable de las fidelidades y
de las mutaciones son el contenedor moral de
la geografía e historia del argumento).
Raúl Arévalo y Javier Gutiérrez son los actores
encargados de perfilar a esa pareja policial, a
la que algunos han visto la huella de la serie
True detective, y lo hacen con temperaturas
muy distintas, la frialdad y desencaje de uno,
y la potencia, vehemencia y complejidad ética
Salle
associée de la
Salle associée de la
del otro. Junto a esto, la trama se entretiene
(o nos entretiene) en la descripción física
y química de los personajes del lugar, a los
que se puede ver con los tintes residuales
del tiempo viejo, los «tics», miedos, vicios y
precauciones de una época que se supone
que se está borrando de la pizarra del paisaje,
pero que aún rechina la uña contra ella. Esta
voluntad de Alberto Rodríguez por ensanchar
el dibujo, por entretenerse mirando la riqueza
y el estertor de un mundo que se borra, le lleva
a enturbiar la propia trama policial, a dejarse
hilachas sueltas del caso, a cerrarlo sin el
«clic» perfecto de lo hermético, de lo no bien
resuelto o acabado, tal vez como metáfora de
nuestra propia Historia.
Película triste, crepuscular, magníficamente
filmada por fuera como por dentro, con un
pulso que no deja ni un instante de latir y
cuya atmósfera es una perfecta ecuación
de espacio y tiempo. Y que dentro de una
ajustada tonalidad de interpretaciones, de
adecuado fondo actoral, sobresale la del
magnífico Javier Gutiérrez, que encarna con
fuerza y sentimiento brutos todo ese conflicto
soterrado entre dos mundos, que le pone
integridad a lo inmoral y pureza al olvido.
E. Rodríguez Marchante, Diario ABC

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