Stacey Alba D. Skar

Las palabras rebeladas/reveladas de autoras
dominicanas
Stacey Alba D. Skar
Western Connecticut State University
Medrano, Marianela y Miriam Mejía, compiladoras. La palabra rebelada/revelada: El poder
de contarnos. New York: Ediciones Femlibro, 2011. pp. 197. ISBN 978-0-9816086-8-6
La palabra rebelada/revelada: El poder de contarnos recopila voces literarias y vidas
contadas desde la perspectiva de ocho escritoras de origen dominicano. Con autoras que
residen en la isla, así como otras que escriben desde los Estados Unidos, dicho volumen
fomenta un diálogo cultural más allá de las fronteras que frecuentemente marcan las
antologías dedicadas a la literatura dominicana. El libro cuenta con un breve comentario
de presentación además de un resumen crítico sobre los ensayos reunidos. Estas palabras
preliminares de las compiladoras, Miriam Mejía y Marianela Medrano, elaboran el
contexto de la publicación y las temáticas abordadas por las escritoras incluidas: Ángela
Hernández Núñez, Aurora Arias, Annecy Báez, Dinorah Coronado, Emelda Ramos, Jael
Uribe Medina, Karina Rieke e Yrene Santos.
En su presentación crítica, Medrano plantea numerosas convergencias en las voces
reunidas dentro del marco de la dualidad ángel/demonio de Virginia Woolf. A pesar de
la diversidad de las experiencias vividas, Medrano reconoce varias temáticas repetidas: la
subjetividad experimentada desde la desigualdad social; la educación y el desarrollo literario
profesional; el matrimonio y la maternidad; la tradición oral y la memoria popular; el
encuentro con lo urbano en Santo Domingo, particularmente para escritoras de pueblos
rurales; la represión trujillista; el acceso a los libros, o su escasez; los espacios que constituyen
un “cuarto propio;” el acceder a la publicación; la influencia de las tradiciones religiosas,
tanto nostalgia como inspiración para la transgresión; la hibridez que caracteriza las voces
entre culturas; la escritura como terapia y desahogo; y la influencia de la tecnología y el
mundo cibernético. Además de hacer hincapié en los hilos que entretejen un diálogo entre
las ocho autoras del volumen, Medrano propone un marco paradigmático para examinar
críticamente la literatura contemporánea de escritoras dominicanas durante las últimas tres
décadas. En sí es un gran aporte para comenzar a abordar una exploración de estas voces.
Hernández Núñez abre el volumen recordando su niñez en un pueblo rural
durante los años de represión trujillista. En la universidad tuvo acceso a grandes obras
y un contacto con ideologías rebeldes. Sus lecturas científicas en su carrera de Ingeniería
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Química entraron en contacto con las obras de literatura universal y dominicana. Su
filosofía creativa plantea un acercamiento a su producción literaria capaz de extenderse a
una lectura de las reflexiones de las otras autoras incluidas en el libro.
Aurora Arias, la segunda autora del volumen, expone su inspiración para escribir,
principalmente en la figura paternal de un poeta frustrado y alcohólico, y su deseo de
huir de la realidad familiar inmersa en la lectura. Las convergencias entre producción
literaria y experiencia vivida siguen con encuentros poéticos en la Universidad Autónoma
de Santo Domingo (UASD) donde fue estudiante de Pedro Mir, Poeta Nacional. Otros
desencuentros decisivos, como su divorcio, marcaron el desarrollo de su rebeldía frente a
modelos femeninos heredados. La voz de Arias se alimenta de un espíritu feminista durante
sus años de trabajo en el Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF). Ha
cruzado múltiples fronteras, incluso con su emigración a Estados Unidos.
Otra escritora que relata la experiencia de emigrar a Nueva York es Annecy Báez.
Marcada por un adorado padre trujillista y por experiencias en escuelas del Bronx donde
aprendió de la brutalidad de la dictadura, las contradicciones culturales en el vaivén de la
migración fueron vitales para desarrollar su subjetividad. La escritura surge como terapia
personal. Notable en este ensayo es la descripción de su proceso de acceder a espacios para
la publicación en Estados Unidos y para recibir reconocimientos por su trabajo artístico.
Poeta, ensayista, narradora y dramaturga, Dinorah Coronado retoma el hilo del
ensayo anterior al reconocer el poder curativo de la creatividad. Destacando la influencia
de la psicología en su acercamiento al proceso creativo, descubre en el quehacer literario
conexiones con sus antepasados y la posibilidad de compartir con otros escritores una
terapia colectiva.
Emelda Ramos describe la generosidad intelectual de maestros que le dieron alas a
su escritura, además de reconocer el apoyo de su esposo para publicar sus obras. Es notable
que, a pesar de ser un volumen feminista, varias autoras, como Ramos, tuvieron grandes
presencias masculinas en sus vidas que fueron positivas para su desarrollo: padres, amigos,
maestros, compañeros.
Con un grito rebelde, comienza Jael Uribe Medina la narración de su desarrollo
artístico. Sus lecturas tempranas y el entorno familiar le dieron un espíritu revolucionario,
el cual le sirvió después para superar dolores personales. Presenta las posibilidades de la red
para entablar espacios de creatividad y espiritualidad.
El poder de la palabra se subraya de nuevo en el ensayo de Karina Rieke, poeta,
pintora y periodista. Narra las experiencias formativas de su niñez y adolescencia como
escritora dominicana en Estados Unidos, y reprocha una histórica falta de solidaridad, de
cátedras de literatura dominicana y de talleres literarios en Nueva York. Aceptó el desafío
de esa realidad para cambiarla y así gozar actualmente de una apasionada felicidad creativa.
Yrene Santos cierra el libro con reflexiones que nos regresan a la isla, el mar, la familia
y sus tradiciones. Narra el proceso de participar como mujer en el ámbito literario de la
República Dominicana durante la década de los ochenta y destaca su emigración como
una ruptura trascendente. Igual que otras escritoras reunidas aquí, descubre un hogar en la
tertulia en casa de Daisy Cocco de Filippis.
Esta hermosa colección de ensayos fue publicada bajo el sello Ediciones Femlibro
para la 8va Feria del Libro de Escritoras Dominicanas en Nueva York en el 2011. En su
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presentación del volumen, Hortensia González-Gómez y Miriam Mejía describen esta
feria como un espacio para actos de celebración de publicaciones y talleres literarios,
incluso para jóvenes del área circundante. Sin duda, sus historias reunidas invitan a nuevas
generaciones a entrar en diálogo con sus palabras rebeladas/reveladas.
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CONFLUENCIA, SPRING 2012