¿ES ADECUADO QUE LOS NIÑOS TENGAN TELÉFONO MÓVIL
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¿ES ADECUADO QUE LOS NIÑOS TENGAN TELÉFONO MÓVIL
¿ES ADECUADO QUE LOS NIÑOS TENGAN TELÉFONO MÓVIL? Los padres y las madres alegan a favor del móvil que pueden tener localizados a sus hijos y, también, porque no quieren que su hijo se sienta discriminado por ser el único que no tenga de su grupo. Sin embargo, los móviles presentan una serie de inconvenientes para los niños que no compensan los beneficios atribuidos. Según un estudio elaborado para el Defensor del Menor de Madrid, al gasto continuo que supone el móvil, hay que añadir que un porcentaje significativo de chicos y chicas (de 11 a 17 años) presenta problemas de concentración en el centro escolar, a veces ansiedad y empobrecimiento del lenguaje; además los niños adoptan conductas de adultos y no viven su niñez de forma plena. A esto se hace preciso agregar un tema importante, aunque se hable poco de él: el uso del móvil y la salud. Existe mayor riesgo para la salud de los niños pues, al no haber completado su desarrollo físico, las radiaciones les afectan más. Así lo entendió el Consejo Nacional de Protección Radiológica del Reino Unido que informó del peligro que tenía para la salud, sobre todo para “el tejido craneal”, el estar mucho tiempo con el móvil. Este informe fue determinante para que, a principios de 2005, se retirara del mercado de Gran Bretaña y de Holanda un teléfono móvil diseñando para niños de cuatro a ocho años. La publicidad se ha encargado de cautivar a los chicos para que éstos consideren que tener móvil es lo más natural del mundo. A esto sumaremos que algunos padres valoran mucho el móvil y están muy pendientes de él, lo cual incita a los hijos a tener uno cuanto antes. Además bastantes padres se han subido a la moda de regalar a sus hijos un móvil para el cumpleaños, en la comunión o en las Navidades, sin analizar sus repercusiones. Los niños y las niñas no necesitan móviles, dado que la mayor parte del tiempo están con los padres o en el colegio, desde donde se puede comunicar a la familia cualquier incidencia. Los padres requieren establecer límites orientados a un uso racional del móvil: edad de uso (mínima dieciséis años); utilizarlo sólo cuando se necesite, entre semana se debe dejar en casa; que se haga cargo el chico de los gastos dentro de su paga... Por último, recordar la importancia de compartir con los hijos tiempos de calidad, creando un clima de confianza para no sentir la necesidad de controlarles, pues aunque lleven el móvil, pueden mentir o estar “apagado o fuera de cobertura”.