Casa en que se refugiaron. C/Costanilla de los

Casa en que se refugiaron. C/Costanilla de los

Casa en que
se refugiaron.
Veintitrés mártires
Adoratrices
Ansias de martirio
en Santa Mª Micaela
C/Costanilla
de los Ángeles, 15.
la vida por Cristo
“¿Quién me diera ser mártir
de la caridad?
¡Salto de gozo en pensarlo!
“Quisiera ser mártir
de la caridad para probarme si soy
capaz de amar a un Dios tan bueno”
Nosotras, Adoratrices, habíamos
aprendido adorando a ser “pan partido”,
“La adoratriz no sólo es Esclava, sino
Mártir de la caridad”
por eso compartíamos lo poco o mucho que
teníamos.
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Adoratrices Esclavas del Smo.
Sacramento y de la Caridad
Vivieron...
Murieron…
Sencillamente, en pobreza, fraternidad, fe
y abandono en Dios, como el trigo que
ofrece su espiga sin hacer ruido.
Día 9 de Noviembre de 1936.
Terrible bombardeo, al toque
de sirenas bajan hacia el
refugio.
Un tropel de milicianos se
lo impide: "Las monjas,
¿dónde están las monjas?"
En la checa de Fomento son
sentenciadas a muerte y en
la madrugada del 10,
cargadas en un camión, las conducen al
Cementerio del Este.
Buscando el "pan de
cada día", sustento
elemental para ellas,
y para quienes más
hambrientos que
ellas, se lo piden.
Repletas de una humanidad limpia y libre,
que se comunica en el chiste y en la
súplica; en la ironía y en la
responsabilidad; en la adoración al Dios
presencia y en la caricia al "dios" sufriente.
¡Pobres!, pobres sin retórica: camastros en
lugar de camas; cajas en lugar de mesas...
hambre en lugar de saciedad.
Con su TESORO ESCONDIDO, disimulado
y clandestino como ellas, detrás de una
losa de mármol de la chimenea, depositado
en una bella cajita de reloj.
Allí lo adoran, allí lo comulgan.
Corren al toque de las sirenas que
anuncian bombardeos pero no escapan ni
se esconden cuando sufren registros o
intuyen que su fin está cerca.
Algo está pasando: se acercan a una
Hermana; parece que la quieren despedir.
Ella les da ALGO: De la cajita del reloj
extrae el VIÁTICO, comunión última porque
fue definitiva, que las acompañara en el
viaje al cielo.
Las descargas de los fusiles abaten sus
cuerpos cansados: algunos caen hacia
Madrid, otros en tierra de Vicálvaro: serán
estos cementerios los que custodiarán sus
preciosas reliquias.
Su espíritu libre y ligero ha encontrado ya su
morada en la Casa del Padre de todos.
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Adoratrices Esclavas del Smo.
Sacramento y de Caridad.
Encarnaron las palabras
que dijeron
“Con la confianza puesta en Dios
seguiremos adelante”.
"Señor, confío que no nos darás más
de lo que podamos sufrir".
"¡Ojalá fuéramos dignas del martirio!
"Esperamos con ansia
la muerte por Dios"
"¿Qué quieres de nosotras Señor?
¿Estás contento con tus Esclavas?"
“¡Qué bueno eres!”
"¡Adiós,
hasta el cielo!"