Escultura románica - IES DR. FDEZ. SANTANA
Transcripción
Escultura románica - IES DR. FDEZ. SANTANA
Escultura y Pintura Románicas Antecedentes Las artes figurativas románicas estuvieron influenciada por el arte paleocristiano y bizantino, motivos de Oriente conocidos por la importación de manuscritos miniados (con ilustraciones en miniatura), orfebrería, cerámica y tejidos. Los motivos originados en los pueblos nómadas, como las figuras grotescas del bestiario y los diseños geométricos entrelazados. Características generales 1º.- Dependencia de la arquitectura. Su adecuación al marco arquitectónico es tal que se “deforma” la figura (“ley de adaptación al marco”): relación entre las figuras y los límites del marco mediante el movimiento violento de las partes del cuerpo y su deformación física. Es el marco el que genera la forma por esto tiende a la estilización y alargamientos, apaisada, achatada en los capiteles, curvilíneas, según el marco en el se dispongan. Las figuras se disponen sobre superficies planas, y nunca se recurrirán a efectos que den sensación de profundidad. 2º.- Geometría. Las figuras se organizan, no según formas naturalistas, sino adaptándose a formas geométricas, triángulos, cuadrados o bandas rectangulares, curvas de arcos..., A ello se une que las composiciones están ordenadas y compartimentadas en frisos y recuadros que huye del espacio vacío (“horror vacui”). 3º.- Carácter antinaturalista. Frontalidad, hieratismo, modelado sobrio, desproporciones anatómicas, carencia de volumen (figuras muy planas), yuxtaposición de las figuras y escasa relación entre ellas etc., cumpliendo un deseo de abstracción. De este modo, las figuras se espiritualizan, se las dota de gran expresividad, valor simbólico y alegórico (aparece incluso toda una estética de lo feo y lo grotesco), afirmándose una jerarquía del tamaño que representa a las figuras más importantes de mayor tamaño, importan más los ropajes, agitados siguiendo esquemas geométricos, que el propio cuerpo que se deforma para llamar la atención sobre algún detalle: se remarca la cabeza y, dentro de ella, los ojos como en la tradición bizantina, al igual que las manos como partes más expresivas del cuerpo. Son representaciones genéricas y no individuales, por lo que todas se parecen, aunque los artistas busquen su identificación a través de ciertos elementos simbólicos. 4º.- Tienen una función didáctica, moralizante y decorativa. Cumplen su principal objetivo, que es el de comunicar e instruir a los fieles, la mayoría analfabeta. La Iglesia se preocupaba de enseñar su religión (catequizar) y orientar moralmente en forma práctica, difundiendo el mensaje cristiano de manera que de forma visual penetrara en la mente de un mundo tosco y rudo. Existe un simbolismo, que plasma una idea, el mal es representado mediante lo feo (demonio-animal monstruoso) y el bien a través de lo bello (Dios, la Virgen, la justicia, etc.). 5º.- Temática. En general el repertorio iconográfico se moverá entre dos polos: lo deforme, lo monstruoso como símbolo del diablo y el mal y el universo divino, Dios en Majestad, Cristo, el bien. Los temas y motivos más representados fueron los religiosos, que narraban historias del Antiguo Testamento (Adán y Eva, el sacrificio de Isaac,...), los Evangelios ( la Natividad, la Epifanía, escenas de la Pasión ), el Apocalipsis, todo tipo de símbolos (crismón o monograma de Cristo ; la cruz; el cordero, ; la paloma o Espíritu Santo; ...) y las luchas simbólicas entre hombres y animales donde la representación del infierno adquiere una gran importancia a través de toda una serie de animales, cargados de fuerte simbolismo. Entre estos aspectos religiosos tendrán un papel preferente los temas de la “Maiestas Domini,” manifestación de la gloria de Cristo: el Pantocrátor (Dios Todopoderoso Juez) sentado en un trono o semicírculo y con los pies sobre una semiesfera (símbolo de la tierra), en actitud de bendecir/amenazar con una mano alzada mientras la otra sostiene el libro de la vida, inmerso en una aureola ovalada (mandorla o almendra mística, símbolo de la gloria), rodeado de los símbolos de los cuatro Evangelistas (Tetramorfos: águila de San Juan, león de San Marcos, ángel de San Mateo y toro de San Lucas) y de los 24 ancianos del Apocalipsis en actitud de adoración y alabanza. Su figura, desmesuradamente grande, fuera de lo temporal, es símbolo de lo absoluto, de aquello que encierra en sí el principio y el fin. Igualmente, se desarrolla la temática del Juicio Final según el Apocalipsis de San Juan. Escultura Materiales Suelen estar realizadas en piedra caliza, granito o mármol, pero también en madera o marfil. En el caso de los grandes conjuntos en piedra, estos solían estar policromados con vivos colores. Tipología Relieve. • Portadas. El tema central se sitúa en el tímpano semicircular de las puertas, predominando el Pantocrátor, rodeado de los símbolos de los cuatro evangelistas. En ocasiones el Juicio Final, donde se representa a un Cristo justiciero, que es el que separa a justos de condenados. En las arquivoltas se suelen decorar con los 24 ancianos del Apocalipsis a pequeña escala y temas decorativos como el taqueado, ajedrezado, billetes, besantes, clavos, puntas de sierra, líneas en zig-zag, etc. Es en las jambas de los laterales, donde se alargan las figuras con el fin de adaptarse a la forma de las columnas, suelen aparecer Apóstoles y Profetas, en este caso a gran escala. Ejemplos fundamentales los encontramos en San Pedro de Moissac y el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela. • Capiteles. Será en los capiteles tanto de columnas del interior del templo, como de los claustros, donde la iconografía es más variada con los temas simbólicos ya citados, alusivos a los peligros del mundo, la lucha del Bien y el Mal, vicios, trabajos, etc., se denominan capiteles historiados. Junto a ellos encontraremos capiteles con decoración geométrica (entrelazados) y vegetal (herencia del antiguo capitel corintio estilizado). Ejemplos los capiteles del monasterio de Silos en Burgos • Machones angulares de los claustros, donde el escultor románico ofrece sus mejores obras (como ejemplo, la "Duda de Santo Tomás" en el santuario de Sto. Domingo de Silos, en Burgos). Escultura exenta. • El crucificado: Con 4 clavos, los pies juntos uno al lado del otro, impasible al dolor y el sufrimiento, que no parece pesar, cuerpo derecho y brazos horizontales adaptándose al marco de la cruz. Cristo vivo con ojos saltones y con corona, representando al Cristo triunfante en la Cruz (no el humano que sufre sino el Hombre-Dios que vence a la muerte) • La Virgen: Su representación es sedente, hierática y frontal, con el Niño de frente y sentado sobre sus rodillas (frontalidad), en actitud de bendecir, con un libro o la bola del mundo en la otra mano. Su origen se vincula a la tradición bizantina Más que la madre de Dios (“Theótokos”), la Virgen, representa el trono del Salvador Son imágenes, tanto la de Cristo como la de la Virgen, que responden a la idea de Dios que el hombre románico posee, el Dios de justicia. Pintura Características estilísticas 1º.- Planas. No interesa la perspectiva, porque lo que se busca trasladar al espectador a un universo simbólico, abstracto. 2º.- Abstracción y geometría. Las figuras destacan por la geometría de sus formas y los fondos. Son fondos neutros, dispuestos en franjas horizontales de color con el fin de eliminar cualquier paisaje o arquitectura y ausencia de la perspectiva. . 3º.- Los colores son planos. No se utiliza la gradación de tonos para dar sensación de volumen. Además tienen un claro sentido simbólico. 4º.- Predominio del dibujo. Son figuras de trazo muy seguro, en las que la línea delimita perfectamente los espacios con colores diferentes y las siluetas de los personajes. La primacía de la línea y los colores planos generan figuras sin volumen. 5º.- Son escasas las escenas. Las figuras se disponen de forma individual. En la pintura sobre tabla sí serán más frecuentes las escenas bíblicas o de vida de santos. Técnica Pintura mural al fresco. Desde un punto de vista estrictamente técnico, estas pinturas no son frescos. Los murales románicos suelen ser obras de técnica mixta, en los que se combinan el fresco, el temple y los pigmentos disueltos en un medio graso, probablemente aceite, cola, goma o clara de huevo. La paleta románica es brillante y luminosa. El mejor ejemplo de esta pintura lo representa el Pantócrator de San Clemente de Tahull. Pintura sobre tabla Está ejecutada sobre madera Su ubicación era los frontales de los altares. El altar era por lo común una simple losa rectangular de piedra, sostenida por un pilar central o por pilares laterales, y recubierta por un frontal o también por los laterales .En cuanto a los temas, suele haber un tema central, que puede ser el Pantocrátor, la Virgen o la figura de un santo, y en los laterales, en varios registros, se disponen escenas de la vida del personaje central. Son pinturas al temple de huevo.