AMANECER Hay un murmullo apagado en la copa de los árboles
Transcripción
AMANECER Hay un murmullo apagado en la copa de los árboles
AMANECER Hay un murmullo apagado en la copa de los árboles: el sol rasga con dedos seguros el horizonte rojizo, saludado por un eco de pájaros lejanos que garabatean el cielo. La luz que nace nueva, entera, extiende su manto violeta, descubriendo aquí y allá macizos de amapolas, vestidas de carmín en la semipenumbra del campo, camuflado de helechos verdinegros. De vez en vez, como por ensalmo, aquí y allá sobre la umbría surge blanca, casi transparente, cubierta de rocío, delicada como una niña chica, la flor de la jara. La tierna sonrisa de las margaritas sobre la hierba, la retama encendida y el almoradux, pincelada violeta, etérea, casi roja, casi azul aromando laderas. Con las manos abiertas al cielo las palmas silvestres forman círculos verdosos sobre el ocre de la tierra para ocultar su dulce y suculento tesoro de palmitos y uva palma. La luz crece ensimismada de colores hasta hacer que en el azul se truequen rojo y malva. Un estallido de sol se cuela espejeante entre las encinas viejas para descubrir sobre el arroyo, alborozadas de brisa y pájaros fugaces, las hojas plateadas de los álamos mirándose coquetas y risueñas en los hilos de luz de la corriente. Dominándolo todo, en una sinfonía constante hasta enmu- enmudecer la brisa, el ruiseñor, solista virtuoso de trino inverosímil saluda la mañana, un escalofrío estremece el aire para llenar el pecho de latidos y de paz el alma. Manuel G. Bando Beltrán Septiembre 2006 SENTIR EL CAMINO Primero fue el silencio vestido de brisa que roza tu cara, y la música del agua que corre a tu vera en hilillos de luz serpeando la hierba. Luego, o quizás a la vez sientes a tus pies hayes de hojarasca bajo tus huellas, y la tarde, henchida de azules que a lo lejos bosteza gravitando pinares dibujando veredas. Percibes, entonces, perfume de romero y brezo de lavanda y menta, un intenso olor, ancestral, eterno a madre tierra fecundada de lluvia de vientos y de soles en el atardecer violeta. Y entonces el camino jalonado de verdes se pierde entre suspiros. Manuel G. Bando Beltrán Septiembre 2006 Más allá de las extensas playas, más allá del mítico puerto que vio zarpar las naves comandas por Colón hacia el Nuevo Mundo... ....existe una Huelva distinta, una provincia rica en recursos naturales, de tradición minera y paisajes de campiña; ...una Huelva con una Historia intensa que arrancó hace miles de años; una Huelva llena de pueblos con sabor propio .... AGUALUZ DEL SUR ... Y cuando la luz se enamoró del agua fecundado de arpegios su aleve transparencia. ... Y cuando el agualuz vistió la tierra de espejos infinitos. Cuando estuvo todo reflejado en las estrellas. Agua - luz - y - sur gravitaron por siempre reclinados en la rejacal del horizonte - vida. Manuel G. Bando Beltrán "Por el Agualuz del Sur"