Módulo Agresión Sexual

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Módulo Agresión Sexual
Instituto de Psicología Positiva &
Formación Profesional, CSP
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Carr. 111 Km 6.7
Voladoras, Moca PR
(787) 647-8676
psicologiapositivapr.wordpress.com
Abuso sexual en la niñez: Lo que todo profesional de
salud debe conocer sobre la evaluación pericial
Serie
“Los y las profesionales de salud como expertos en foros administrativos y judiciales”
Dr. José Lorenzo, PhD
Psicólogo (Lic. JEP-P: 1588; NPI: 1356574990)
Catedrático de Psicología (Rango 2004 en UPR)
Autor de: …:Algunas consideraciones salubristas sobre custodia
Autor de: Fundamentos y aplicaciones del comportamiento ético
Autor de: Abuso sexual en la niñez: Lo que todo profesional…
Autor del texto: Psicología: Principios fundamentales (3 eds.)
Reconocido Outstanding scientist of the twentieth century
Ganador del Aaron Diamond Social Policy Award
Ganador del Stanley Milgram Foundation Award
(Este es un documento original, se prohíbe su reproducción total o parcial)
(c) 2014 - IPP&FP, Moca, P.R.
2
Tabla de Contenido
Materia
Página
I. Objetivos
3
II. Definición e incidencia de abuso sexual
4
III. Los problemas de las alegaciones
5
IV. Desacierto (“misattibution”), sugestión y otros errores de la memoria
8
V. La creación de memorias falsas en la niñez
11
VI. Datos que apoyan la validación de una alegación de abuso sexual
12
VII.
Algunas precauciones para una validación efectiva
17
VIII. Algunas ideas de cómo redactar el informe pericial
20
IX. Referencias
23
X. Anejo (Protocolo de la APSAC)
29
3
Abuso sexual en la niñez: Lo que todo profesional de salud
debe conocer sobre la evaluación pericial
I. Objetivos:
Este módulo tiene como objetivo central el resumir las principales consideraciones que el
personal de salud debe tener presente al atender alegaciones de abuso sexual en pre-púberes. Con
el término pre-púberes, en este escrito, nos referimos a menores antes de ser capaces de
menstruar o de eyacular.
Anticipamos que las personas interesadas en esta lectura completarán los ejercicios de
auto-evalúo según avanzan, de tal manera que al concluir el módulo, podrán:
 Identificar los componentes de abuso sexual de menores de conformidad con la Ley 246
de 2011.
 Especificar la incidencia más reciente de abuso sexual de menores en Estados Unidos y
en Puerto Rico.
 Explicar los principales problemas de las alegaciones de hecho y los posibles escenarios
en cada caso en que se alega abuso sexual.
 Desglosar estrategias para aumentar el nivel de confianza de que lo que se alega
realmente ocurrió.
 Discutir la literatura pertinente de cómo se guardan y recuperan los recuerdos y como
también se distorsionan los mismos.
 Enumerar cinco formas o más de cómo se pueden crear memorias falsas en menores que
alegan haber sido abusados sexualmente.
 Explicar los cinco elementos básicos a considerar en un proceso de validación de unas
alegaciones.
4
 Exponer las precauciones que un profesional de salud debe ejercer para asegurar la
pureza de los datos obtenidos y fiabilidad de las conclusiones a las que llegue.
 Reconocer como organizar y redactar un escrito pericial.
II. Definición e incidencia de abuso sexual
Abuso sexual ha sido definido como: (1) el incurrir en conducta sexual en presencia de
un menor, (2) y/o que se utilice a un menor, voluntaria o involuntariamente, para ejecutar
conducta sexual dirigida a satisfacer la lascivia o, (3) cualquier acto que involucre a uno o más
menores que, de procesarse por la vía criminal, constituiría delito de violación, sodomía, actos
lascivos o impúdicos, incesto, exposiciones deshonestas, proposiciones obscenas; envío,
transportación, venta, distribución, publicación, exhibición o posesión de material obsceno y
espectáculos obscenos según tipificados en el código penal de Puerto Rico. (Art. 2, Ley 177 de
2003). Según definido por la ley, el abuso sexual incluye desde el involucrarse en conducta
sexual con otra persona habiendo algún menor en el lugar hasta la agresión sexual (o violación).
En Puerto Rico, para propósitos de la Ley para el Bienestar y la Protección Integral de la Niñez
(Ley 177 de 2003), un menor es toda persona que no haya cumplido los 18 años. Recordamos
que este módulo trata sobre el abuso de menores pre-púberes; aunque mucha de la literatura
discutida puede ser aplicada a menores en plena adolescencia.
Con referencia a los 50 estados de los Estados Unidos, para el 2007, de la totalidad de
casos reportados e investigados por la Administración de Familia y Niños del gobierno federal,
se determinó que 794,000 menores (en los 50 estados) habían sufrido algún tipo de maltrato de
menores. De estos, el 7.6% (cerca de 55, 600) habían sido abusados sexualmente
USDHHS).
(ACF-
5
En Puerto Rico, el Departamento de la Familia
(ADFAN, según tendenciaspr, 2011) informó que para el 2009
habían 1939 casos activos de abuso sexual en Puerto Rico.
Esto representa un 5% del total de casos de maltrato y abuso
activos para ese año (que era de 36,002). Es importante
percatarse que estas estadística sólo recogen los casos
reportados e investigados por el Departamento de la Familia;
la verdadera incidencia debe ser aún mayor debido a los casos
que nunca se reportan o investigan en el país. También hay
que advertir que no todas las alegaciones de abuso de menores
se ajustan a la realidad o pueden ser sostenidas con la
EJERCICIO DE AUTO-EVALUO:
Conteste cierto o falso:
_______1. Un adulto comete abuso
sexual cuando se pone a ver videos
pornográficos en presencias de su
sobrino de 13 años.
_______2. El padre y la madre de
Martín, 4 años, incurren en abuso
sexual cuando el padre pega sus labios
a los senos de la madre que consiente
en presencia del menor
_______2. La ley que protege a los
menores de todo tipo de maltrato y
abuso, incluyendo el abuso sexual es
la 177 del 2003
_______3. La proporción de casos de
abuso sexual investigados en Puerto
Rico es menor que la proporción de
casos en Estados Unidos
Continentales.
evidencia disponible.
III. Los problemas de las alegaciones
De la estadística presentada se desprende que el abuso sexual de niños es un problema
real. También son problemas reales los eventos donde se dan malas interpretaciones, las mentiras
por parte de los menores; la manipulación de los menores por parte de adultos para agendas
personales y la incidencia de memorias falsas (Ceci & Bruck, 2001). Por ello se precisa evaluar
con rigor las alegaciones de abuso sexual, particularmente cuando sólo se cuenta con los dichos
del menor.
Con alguna frecuencia se escucha el mito de que los niños y las niñas no mienten. Ese
mito es contrario a la evidencia científica según establecido desde hace tiempo por Paul Ekman
(1991) en su libro Why kids lie? La verdad es que los niños y niñas son capaces de distorsionar la
6
realidad de manera intencional y también guiados por algún adulto. Además son vulnerables a
los efectos de la sugestión, la manipulación y otros problemas (Ceci & Bruck, 2001)
Ante alegaciones de abuso sexual originadas por un niño o niña, existen varios posibles
escenarios divididos en dos constelaciones: La primera constelación es, ocurrió el abuso alegado
y la segunda, NO ocurrió lo que se alega. Con relación a alegaciones falsas de abuso sexual,
Kuehnle y Connell (2008) señalan las siguientes posibilidades, entre otras:

El niño no es víctima de abuso sexual, pero ha sido sin intención alguna, contaminado
por una figura de autoridad.

El niño no es víctima de abuso sexual, pero ha sido intencionalmente manipulado por una
figura de autoridad; al grado de creerse el abuso sexual.

El niño no es víctima de abuso sexual, pero a sabiendas y falsamente acusa a alguna
persona de abuso sexual debido a la presión que ejerce una figura de autoridad, la cual
realmente cree que el niño ha sido abusado sexualmente.
El profesional de salud y el personal jurídico debe mantener en perspectiva estos posibles
escenarios y tener en cuenta que el descargue responsable de su responsabilidad requiere que
evalúe rigurosamente cada una de estas posibilidades. Debido a las múltiples posibles fuentes de
error que puede introducir el profesional que hace una evaluación sobre alegaciones de abuso
sexual, es imprescindible el uso de protocolos que guían paso a paso las diversas fases del
proceso para indagar y documentar alegaciones de abuso (Ver protocolos pertinentes: American
Asssociation of Child and Adolescente Psychiatry, 1990; American, Professional Society in the
Abuse of Children, 1997; Departamento de Salud de Puerto Rico, 2006, Home Office, 2002;
Wilson & Powell, 2001). El autor de este módulo recomienda el Protocolo de Intervención de
Victimas / Sobrevivientes de Agresión Sexual del Departamento de Salud de Puerto Rico (2006),
7
no sólo para alegaciones de abuso sexual en menores, sino también para adolescentes y adultos.
Este protocolo puede ser adquirido de manera gratuita en http://www.salud.gov.pr
(Services/ProtocolosMedicos/Protocolos)
Por la multiplicidad de explicaciones posibles para alegaciones de abuso sexual en niños
y niñas, el evaluar evidencia indirecta sobre tal asunto es una tarea inexacta y compleja. No
existen síntomas de conducta sexual o no-sexual que sean exclusivamente originados por abuso
sexual; no hay síndrome psicológico, perfil o prueba que detecte o diagnostique abuso sexual en
niños/as (Friedrich, 2004; Oberlander, 1995). Por ello, los síntomas psicológicos y sociales
invocados en el llamado “Síndrome del niño abusado”, están igualmente presentes en una
amalgama de otras situaciones (padres divorciándose, víctimas de “bullying”, odio a la escuela,
etc.). No obstante, el nivel de confianza y certeza de que se trata de un caso real de abuso sexual
aumenta cuando se dan un concierto de diversos tipos de datos. Así lo expone Myers (2005):
In general, confidence rises when there is a coalescence of several types of data: First,
developmentally unusual sexual behavior, knowledge, or symptoms (i.e. four year old with
detailed knowledge of fellatio, including ejaculation). Second, nonsexual behavior or
symptoms observed in sexually abused children (i.e. nightmares and regression). Third,
medical evidence of sexual abuse. Fourth, a convincing out of court disclosure by the
child. Fifth, evidence that corroborates the abuse (i.e. evidence that the suspect abused
other children). Sixth, inculpatory statement by the accused. Seventh, persuasive trial
testimony from the child (p. 387).
Cuando un profesional de la salud debidamente adiestrado se involucra en el proceso para
evaluar si las condiciones que se dan en un caso particular de alegaciones de abuso sexual hechas
por un menor sugieren que existe una alta probabilidad de que las mismas sean ciertas, entonces
se habla de validación. Para que ese proceso evaluativo sea una validación, se requiere que el o
8
la
profesional
examine
todos
los
componentes
sin
apasionamientos, ni parcialidad, ni prejuzgamiento de clase
alguna; y partiendo de los estándares de la ciencia y la
profesión (Lubet & Boals, 2009).
La validación de unas alegaciones de abuso sexual
hechas por un menor no puede fundamentarse en la narrativa
del niño o niña exclusivamente debido a los múltiples factores
que inciden en el origen de tales recuentos. Entre ellos: la
sugestibilidad de la memoria (Ceci & Fredman, 2000;
Goodman & Stewart, 1991; Myers, 2005, 1998), la
vulnerabilidad de los niños/as a ser manipulados por figuras de
autoridad,
sesgos
introducidos
durante
la
entrevista,
particularmente si estas fueron repetitivas (Ceci & Fredman,
2000; Ceci & Bruck, 2001; Ghetti, Shaaf, Qin & Goodman,
2004) y otros. Tal como nos advierte Myers (2005) la ausencia
de datos corroborativos en uno de los componentes de la
evaluación, conlleva una exigencia de mayor robustez en los
demás componentes.
EJERCICIO DE AUTO-EVALUO
Explique brevemente porque cada una
de las siguientes afirmaciones son
mitos.
1. Los niños y las niñas no mienten
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
2. Siempre que un menor alega que
ocurrió lo que no ocurrió se debe a un
adulto manipulador
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
3. Existe un síndrome que detecta sin
dudas cuando ha ocurrido abuso
sexual.
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
4. La validación debe fundamentarse
principalmente en la narrativa del o de
la menor.
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
5. Cuando la evidencia física es pobre
o inexistente, es imposible la
validación.
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
IV. Desacierto (misattribution), sugestión, y otros errores de la memoria
La memoria no se produce de manera fílmica como las películas o las fotografías; más
bien es un proceso reconstructivo que consta de tres fases codificación, almacenaje y
recuperación. Cada una de esas fases es susceptible a distorsión, sugestión y error. En el proceso
9
de almacenaje, por ejemplo, el estímulo llega al cerebro en forma de impulsos electroquímicos y
una vez en el cerebro, esa información es activamente interpretada a la luz de unos esquemas
pre-existentes, de experiencias previas y de información ya poseída. El producto final del trabajo
que realiza el cerebro sobre el estímulo es lo que se almacena y lo que se recuerda. En la
recolección, la información es invocada para ser utilizada; y la manera en que se invoca
constituye estímulos que son interpretados y pueden distorsionar el recuerdo que produce y
también puede distorsionar la respuesta que se da en una entrevista. (Ver Lorenzo-Hernández,
2006; Myers, 1998; Schachter, 1999). Este conocimiento es de nivel básico en las ciencias de la
conducta (Coons, 2005;
Lorenzo-Hernández, 2006). Por ello, la memoria es altamente
vulnerable a errar, particularmente en los niños y niñas de temprana edad (Ceci & Fredman,
2000).
La sugestión, a pesar de ser la más mencionada, no es la única fuente de error de la
memoria, Schachter (1999) añade seis más: fugacidad (“transcience”), distracción, bloqueo,
desacierto (“misattribution”), sesgo y persistencia. La fugacidad, distracción y el bloqueo son
errores cometidos por omisión; y para propósitos de este módulo, no los trataremos.
El desacierto es un error por comisión. El desacierto ocurre cuando alguna forma de
memoria está presente pero se le atribuye a un momento, persona o circunstancia incorrecta; o
cuando la persona percibe como real a un evento producto de su imaginación (Garry, Manning,
Loftus & Sherman, 1996, Goff & Roediger, 1998). Tratando este tema, Schachter (1999) expusó
que “A third type of misatribution occurs when individuals falsely recall or recognize ítems or
events that never happened”. Luego provee un extenso recuento de las investigaciones donde los
y las participantes reclaman haber visto o escuchado estímulos que nunca le fueron presentados
durante las demostraciones. Sobre este mismo asunto, Wells y colegas (1999) investigaron los
10
casos de encarcelamientos erróneos, donde la inocencia de la persona convicta se estableció
irrefutablemente al hacerse disponible las pruebas de ADN. En una muestra de 40 de estos casos,
36 involucraban problemas de desacierto (“misatribution”) por parte de testigos oculares
creíbles.
La sugestión se refiere a la susceptibilidad de la memoria a distorsionar o errar (Myers,
1998). Este fenómeno ocurre cuando una fuente externa, con intención o sin ella, provee pistas o
estímulos
que
estimulan
y
producen
una
recolección
distorsionada. Esto ha sido demostrado por innumerables
investigaciones (Ver Ceci & Brucks, 2001; Loftus, 2000; 2001)
y ha dado lugar a una literatura que se resume en el llamado
“Síndrome de memoria falsa”. A las personas interesadas en
este tema le sugerimos leer The Myth of Repressed Memory:
False Memories and Allegations of Sexual Abuse por Elizabeth
Loftus y Katherine Ketcham (1996). Sobre esto, se ha alertado
que la orientación filosófica del profesional evaluador y su
manera de abordar los asuntos ante su consideración pueden
originar o solidificar memorias falsas. Aquellos que adoptan
lenguaje y filosofías psicoanalíticas parecen ser particularmente
vulnerables a crear memorias falsas (Madill & Holch, 2004).
Esto es así ya que los psicoanalistas defienden la idea de que
conflictos sexuales a temprana edad son la fuente más
importante de los traumas.
EJERCICIOS DE AUTO-EVALUO
Consiga las siguientes oraciones en la
sección que acabas de leer y complete
cada oración
1. La memoria no se produce de
manera fílmica como las películas o
las fotografías; más bien es un proceso
_________________ .
2. Por ello, la memoria es altamente
vulnerable a ___________________,
particularmente _________________.
3. El desacierto ocurre cuando alguna
forma de memoria está presente pero
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
4. La sugestión ocurre cuando una
fuente
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
11
V. La creación de memorias falsas en la niñez
La literatura sugiere que los eventos de alegaciones falsas de abuso sexual son más
frecuentes cuando el padre y la madre se separan en condiciones tempestuosas (rencor,
venganza, desconfianza). En estos casos, la memoria puede ser implantada en los niños y niñas
por el padre o la madre de manera deliberada o inadvertidamente (Ver Ceci & Bruck, 2001; Ceci
& Fredman, 2000; Goodman & Stewart, 1991). Por ejemplo, cuando un padre pregunta a su hijo
“Quien te ha tocado el pipi” está implicando al niño que alguien lo ha tocado; a temprana edad
los y las menores son muy dados a acatar lo implicado por las figuras de autoridad. Si la
pregunta se repite una y otra vez, el menor pensará que no está dando la respuesta correcta o que
está decepcionando a papá, por lo que ira corrigiendo sobre la marcha hasta decir lo que el adulto
busca escuchar, haya ocurrido o no (Myers, 2005, 1998; Ghetti, Shaaf, Qin & Goodman, 2004;
Neisser, 1982).
Son variadas las maneras en que se crean memorias y recuentos erróneos en la niñez.
Muchas de estas distorsiones se crean a través de preguntas directivas. Es decir preguntas que le
sugieren al o a la menor como responder. Como nos recuerdan, Guetti, Shaaf, Qin & Goodman
(2004) “leading questions distort the child’s memory or instill ideas of abuse that never
occurred”. También el preguntar lo mismo muchas veces produce distorsiones. Así lo expresan
estos mismos autores: “ Children who are asked the same question more than once may assume
they gave the wrong answer the first time and feel pressure to provide the ‘right’ answer when
the question is reported.” (Ver también Ceci & Fredman, 2000; Myers, 1998) Esto no es nada
nuevo, ya en el 1982, Neisser argumentó que la habilidad de recordar detalles es mejorado como
función del recontar una historia y asimismo demostró que información falsa plantada puede ser
incorporada por la persona en la narrativa y en la percepción del incidente. Otra fuente de
12
distorsión
es
el
llamado
sesgo
del
entrevistador
(“Interviewer bias”). Las creencias, la orientación filosófica
y las expectativas del evaluador minan sus gestos, formas
de preguntar y procedimientos abriendo la brecha a
resultados confirmatorios falsos (Devoe & Faller, 2002;
Lamb & Brown, 2005). Myers (1998) le llama a este
fenómeno “La demanda social de la entrevista” y de
manera más genérica se le conoce como el “Efecto
Pigmalión”
(o
profecías
auto-realizables).
Algunos
investigadores (i.e. Ceci & Fredman, 2000) consideran que
las
preguntas
sugestivas
reemplazan
y
borran
permanentemente los recuerdos originales; así también
rellenan lagunas en las memorias falsas o verdaderas ya
poseídas (Myers, 2005).
Precisamente, para evitar la
EJERCICIO DE AUTO-EVALUO
Exponga CINCO formas en que se
puede crear memorias falsas en los y
las menores
1._____________________________
_______________________________
______________________________
2._____________________________
_______________________________
_______________________________
3._____________________________
_______________________________
_______________________________
4._____________________________
_______________________________
_______________________________
5._____________________________
_______________________________
______________________________
Defina los siguientes términos:
1. Memoria falsa: ________________
_______________________________
2. Preguntas directivas: ___________
_______________________________
3. Sesgo del entrevistador: _________
_______________________________
4. Efecto Pigmalión:______________
_______________________________
intromisión de memorias por intromisión, se han formulado
las guías y protocolos citados en párrafos precedentes.
VI. Datos que apoyan la validación de una alegación de abuso sexual.
Entre las diversas fuentes de datos que se deben evaluar en toda validación, está la
conducta sexual inusual para la edad, conocimiento y síntomas. En este proceder, hay que
recordar que la conducta sexual puede originarse del abuso, pero “it is also influenced in its
range and frequency by family factors that are not sexual-abuse specific. These include family
violence, life stress, exposure to adult sexuality, family nudity and behavioral difficulties in the
13
child” (Friedrich, 2001). Para ello, ese mismo autor recomienda recopilar un historial completo
del desarrollo del menor, de las relaciones con los padres, entrevistas con los progenitores y la
utilización de pruebas estandarizadas.
Un segundo componente de la validación es el comportamiento o síntomas no-sexuales
observados en el niño. El Protocolo de Intervención de Victimas / Sobrevivientes de Agresión
Sexual del Departamento de Salud de Puerto Rico (2006); a juicio del presente autor, es uno de
los más completos entre los conocidos y estudiados. Este clasifica estos síntomas no-sexuales en
físicos y emocionales. Los resumimos en las Tabla 1.
Tabla 1: Síntomas no –sexuales que se deben considerar en una validación de abuso sexual,
según el protocolo del Departamento de Salud de PR
Indicadores físicos
 Embarazo
 Infecciones del recto o boca
 Infecciones de transmisión sexual
 Dolor o inflamación en el área agredida
 Descargas espermáticas o residuos de lubricante
 Dolor de estomago recurrente
 Dolor de garganta recurrente
 Fatiga extrema
Indicadores emocionales
 Estado de ánimo variable
 Temor a estar solo con un adulto
 Miedos consistentes y fuera de lo común
 Aislamiento
 Indiferencia
 Conducta regresiva (i.e. chuparse los dedos, reiniciar el tomar en botella…)
 Desordenes del sueño (i.e. insomnio, pesadillas…)
 Expresiones inadecuada de amor o afecto
 Conductas irritables, desafiantes, rebeldes y agresivas
Fuente: Departamento de Salud de PR, 2006
14
Otros muchos síntomas no-sexuales han sido propuestos por investigadores e
investigadoras en el área (Kisser, et. ls, 1988; Ater, 2001; Brown, Brack & Mullis, 2008; Carole,
1996; Findling, Bratt & Herson, 2006; Hewitt, 1999; Heger, Emans, & Muram, 2000; Valle &
Silowsky, 2002 ). En la Tabla 2 se resumen estos síntomas adicionales, los que deben ser
tomados en consideración en todo proceso de validación de alegaciones de abuso sexual en
menores. Recordamos que estos síntomas tienden a estar presentes en incidentes de abuso sexual
de menores, pero también pueden estar presentes por muchas otras razones que no son abuso
sexual. Igualmente, la ausencia de un síndrome, no implica de ninguna manera que el abuso no
haya ocurrido (Myers, 2005).
Tabla 2: Otros síntomas no-sexuales según informados en la literatura científica














Incontinencia
bajo aprovechamiento escolar,
conducta de automutilación,
“flashbacks”,
somatización
dificultades sentándose
manchas en la ropa interior
retraimiento
preocupación excesiva sobre sus hermanos
dificultad relacionándose con los pares
reactuación del trauma
inhabilidad para concentrarse en la escuela o para completar los trabajos a tiempo
conducta de coraje hacia los maestros
un cuadro consistente con el trastorno de estrés post-traumático
Fuentes: Kisser, et. als, 1988; Ater, 2001; Brown, Brack & Mullis, 2008; Carole, 1996;
Findling, Bratt & Herson, 2006; Hewitt, 1999; Heger, Emans, & Muram, 2000;
Valle & Silowsky, 2002
Un tercer componente de la validación de alegaciones de abuso sexual en niños es la
evidencia médica disponible. Esto incluye las observaciones médicas realizadas y los resultados
15
de pruebas y laboratorios. Por ejemplo si una menor de 12 años está embarazada, el proceso de
validar la ocurrencia de abuso sexual se convierte en uno de validar únicamente su alegación de
quien fue el perpetrador. Tómese conocimiento que desde el punto de vista legal los y las
menores de 16 años no pueden consentir tener una relación sexual con nadie (Código Penal de
2004). El personal que trabaja en salas de emergencia o facilidades médicas donde pueden llegar
víctimas de agresión sexual deben recordar la importancia de tomar fotografías de la evidencia
física visible al momento, antes de intervenirla; y así mismo documentar en detalle lo que se
observa y reporta. El artículo 22 de la Ley 177 del 203 autoriza que los profesionales que tienen
obligación de suministrar información en caso de abuso de menores tome fotografías de las
áreas del trauma, aun sin el consentimiento de los guardianes legales del menor. Ante la ausencia
de evidencia médica clara, la exigencia de rigor con los demás componentes de la validación es
mayor (Myers, 2005; Ney, 1995).
Como cuarto componente, está la evaluación de la calidad de la revelación hecha por el
niño o niña, descartando cualquier contaminación por sugestión o manipulación que afectara el
recuerdo del menor (como ya discutimos). Como bien advierte Ceci & Bruck (2001) y otros,
cuando la revelación ocurre en medio de una batalla personal y/o legal entre personas separadas
o divorciadas hay que ejercer máximo cuidado; la incidencia de memorias implantadas o
manipulación es mayor bajo esas circunstancias. En todo caso la probabilidad de que el relato del
niño o niña esté libre de contaminación por sugestión, “misatribution” o manipulación aumenta
cuando se dan los siguientes elementos:
Primero, la calidad de los detalles y conocimientos es tal que difícilmente un niño podría
proveer tal relato de no haber ocurrido en realidad. Por ejemplo, un niño de seis años que conoce
de eyaculación y menciona propiedades de esta; o que conoce sobre el uso de lubricantes para
16
fines sexuales; o que puede describir como los fluidos genitales son expulsados por el órgano
que los recibe.
Segundo, por la consistencia interna de la narración. Entre más frecuentes y de mayor
envergadura las contradicciones en la exposición del niño o la niña, mayor la obligación de
auscultar explicaciones alternas, tales como memoria implantada y manipulación. Si el niño o
niña es de inteligencia superior es de esperarse una mayor capacidad para recordar mejor los
detalles de un evento y tener una narrativa más coherente, elaborada y consistente a lo largo del
tiempo. Contradicciones e imprecisiones en un niño muy inteligente tienen mayor probabilidad
de ser contrario a una validación de abuso sexual. (Una excelente discusión sobre las variables
asociadas a la inteligencia en Neisser, et.al, 1995).
Tercero por la respuesta emocional del menor, la que debe ser consistente con una
experiencia traumática. Un niño que narra una experiencia de dolor o abuso, en ausencia de
reacciones apropiadas como llorar o hacer gestos de dolor, debe levantar sospechas. (Friedrich &
Corwin, 2004; Hewitt, 199; Oberlander, 1995; y muchos otros)
El quinto componente de validación es la existencia de evidencia corroborativa de lo
vertido por el niño o niña (Myers, 2005). Por ejemplo, la versión de un menor sobre haber
sangrado profusamente después de haber sido sodomizado puede ser apoyada si los adultos
encargados del lavado en la casa informan haber encontrado fluidos o rastros consistentes con
sangre en las sabanas, la ropa o los lugares donde ocurrió la agresión; o que los responsables de
cuidar al niño informaran que el niño se quejaba al sentarse.
17
EJERCICIO DE AUTO-EVALUO
Myers (2005) discute cinco componentes básicos del proceso de validación de alegaciones de
abuso sexual. Mencione cada uno de estos componentes seguidos por un breve resumen de que
implica cada uno de ellos
1.___________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
2.___________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
3.___________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
4.___________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
5.___________________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________________
VII. Algunas precauciones para una validación efectiva.
La credibilidad que le merezca a un juzgador lo vertido por un testigo pericial en un
proceso formal no es un evento automático. El juzgador se crea una impresión del conocimiento,
honestidad y competencias del perito basándose en el informe pericial y en la manera y
contenido de su declaración. Por ello, los profesionales de salud que anticipan participar en
procesos formales deben ajustar su comportamiento a los más altos estándares éticos de su
profesión. Igualmente debe ceñir el proceso de validación a los pasos y directrices del protocolo
adoptado. Sobretodo, los peritos deben ser siempre honestos con sus clientes y con todas las
partes.
18
La mayoría de los protocolos coinciden en las siguientes precauciones en los procesos de
validación de alegaciones de abuso a menores.
(a) en toda entrevista para propósitos periciales informe a las personas que en tales procesos
no aplican las reglas de confidencialidad y no hay privilegios.
(b) grabe las entrevistas, particularmente aquellas que recogen la versión de las partes
promoventes y promovidas. Sobre esto, el protocolo de la APSAC establece: “Forensic
evaluations should contain specific documentation of questions and response regarding
possible sexual abuse” (III A.1).
Las personas a ser grabadas deben haber consentido
para ser grabadas. Este requerimiento obedece al conocimiento de que
preguntas
directivas, sugestivas, sesgadas, confusas, ambiguas, complejas, inadecuadas y / o mal
formuladas pueden invocar respuestas complacientes y erradas así como crear y
consolidar memorias falsas
(c) Tome notas textuales de lo que la persona entrevistada expresó; esto siempre es preferible
a parafrasear.
(d) Entreviste al (a la) menor, alegada víctima, al final de las entrevistas. Esta precaución es
importante porque la versión de la alegada víctima debe coincidir con la información ya
aportada por otros; y cuando eso no ocurra así, entonces hay que buscar disipar las
contradicciones a través de las explicaciones que pudiese ofrecer el menor.
(e) Todas las entrevistas deben realizarse individualmente en ausencia de terceros. La mera
presencia de un familiar puede afectar la respuesta de la persona entrevistada.
(f) Al entrevistar, prefiera preguntas abiertas que comiencen con “¿qué?, ¿quién/es?
¿cuándo?, ¿cómo? o ¿para qué? Evite preguntas cerradas o preguntas que se contestan
con “sí o no”. Igualmente hay que evitar hacer preguntas que presupongan algo que no
19
ha sido previamente establecido. Por ejemplo, es incorrecto comenzar con la pregunta
¿Qué te hizo tío Lolo? Para llegar a preguntar sobre tío Lolo habría que antes haber
preguntado, ¿Cuántos tíos tienes? ¿Cómo se llaman? ¿Qué me puedes decir de tío
Juan?… de tío Lolo?
(g) Al entrevistar mantenga un sólo tono de voz, controle el lenguaje corporal y las pistas
lingüísticas y para-lingüísticas. Mantenga una expresión facial uniforme durante toda la
entrevista y evite la tendencia a reforzar ciertas respuestas. Por ejemplo, si usted le dice al
menor “Muy bien” cada vez que su narración es consistente con lo que usted anticipa, y
permanece callada cuando no es consistente; tal proceder terminará guiando el testimonio
del menor y su validación será fatula.
(h) Comience toda entrevista con preguntas no amenazantes. Por ejemplo., después de
presentarte, puedes preguntar: ¿Cómo te llamas?, ¿cuántos años tienes?, etc. Si se trata de
niños o niñas muy pequeños puede que usted quiera involucrar al menor realizando
alguna actividad, como el colorear juntos.
(i) Postule explicaciones alternas para todo lo que se le dice y vaya descartando las mismas a
través del proceso de entrevista y la recopilación de otro tipo de datos (documentos,
pruebas, etc.)
(j) No repita preguntas que ya han sido contestadas. Si se le repite una pregunta ya
contestada a un/a menor, éste/a creerá que la primera respuesta era incorrecta y tenderá a
variar su contestación.
(k) Corrobore toda información relevante que sea susceptible a ser verificada. Por ejemplo, si
le dicen que el menor tiene una inteligencia fronteriza pida ver el informe psicológico que
20
así lo acredita. Si le informan que la puerta que el menor
alega que fue cerrada con llave no tiene cerradura, pida
ver la puerta cuando realice la visita de campo.
Se hace formar parte de este modulo el protocolo de la
APSAC en el anejo 1. Incluimos ese protocolo por ser uno corto
y sucinto. Allí se presentan otras recomendaciones y guías para
el proceso de validación.
EJERCICIOS DE AUTO-EVALUO
Las siguientes frases pretenden
describir cada una de las precauciones
en los procesos de evaluación. Anote
la letra de la precaución a la que se
refiere:
___- GRABE CON CONSENTIMIENTO
___- ENTREVISTE VICTIMA AL FINAL
___-CORROBORE TODO
___-TOME NOTAS TEXTUALES
___-NO REPITA PREGUNTAS
___-ENTREVISTE INDIVIDUALMENTE
___-EXPLIQUE NO CONFIDENCIALIDAD
___-PREGUNTAS ABIERTAS
___-EXPLICACIONES ALTERNAS
___-CONTROLE SUS EXPRESIONES
VIII. Algunas ideas de cómo redactar el informe pericial
Todo escrito debe ajustarse a un estilo profesional de escribir. El estilo conocido como
“APA” (American Psychological Association) es uno de los más populares y preferidos en el
área de ciencia de la conducta. Este módulo, por ejemplo, fue redactado utilizando el estilo APA;
por ello el o la lectora observará que cada oración se redacta utilizando una voz neutral y cuando
se traen afirmaciones científicas se cita la fuente, muchas veces en paréntesis. Si el lector o
lectora no está familiarizado/a con este estilo de escribir le recomendamos que adquiera el
manual de redacción estilo APA (2009).
El informe pericial debe contener al menos las siguientes secciones: (1) Introducción que
contenga las advertencias de rigor, el propósito de la evaluación y una síntesis de cómo se
organiza el escrito; (2) Revisión de literatura pertinente al asunto encomendado; (3)
Formulaciones o hipótesis que él o la evaluadora sometió a prueba; (3) Método y protocolos
utilizados para recopilar la información pertinente; (4) Resultados de las entrevistas, pruebas
administradas, análisis de documentos y cualquier otra fuente de donde se obtuvo datos, (5)
21
Discusión de las conclusiones que se desprenden del análisis de los resultados a la luz de la
literatura científica, (6) Recomendaciones y (7) Referencias o fuentes científicas que se hayan
citado en el escrito.
El escrito debe ser redactado de la manera más sencilla posible y se debe preferir
lenguaje cotidiano a lenguaje técnico. Cuando se utilicen jergas científicas o estadísticas se le
debe explicar al lector su significado. Por ejemplo “El puntaje del evaluado lo coloca en la
percentila 86 en la escala de ansiedad (BAI); es decir, si se escogieran 100 personas al azar y se
alinearan del menos ansioso al más ansioso, el evaluado ocuparía la posición 86.”
Los datos informados en la sección de resultados deben plantearse como alegaciones, si
es que son los dichos de alguien. Por ejemplo, “la Sra. Diez alegó que era maltratada
físicamente mientras estuvo casada con el Sr. Pérez; al punto de haber sufrido fractura en…”.
Cuando se informa sobre observaciones que sugieren una interpretación especifica; se deben
utilizar expresiones como “son consistentes con” o “ sugieren que…”. Esto es, se debe evitar
lenguaje dogmático o inflexible. Veamos un ejemplo de esto “Los síntomas que la maestra le
adscribió al menor son consistentes con aquellos presentados por menores que han sido
abusados sexualmente o que han o están experimentando eventos traumáticos.” Otro ejemplo:
“Las quemaduras observadas en el menor e ilustradas en las fotos que hacemos formar parte
como Anejo 3, son consistentes con quemaduras de hornillas de gas como la que vimos en la
residencia de la madre y cuya foto incluimos como Anejo 4.” En todo caso, el escrito debe ser
descriptivo y no evaluativo. Es decir, el o la perito debe evitar adjetivos que sugieran que ha
asumido una posición antes de la sección de conclusiones o recomendaciones. Al narrar lo que
escuchó, obtuvo u observó debe limitarse a describirlo.
22
Escribir un buen informe pericial es un asunto más complejo que escapa la intención de
este modulo. Aquí solo le proveemos algunas ideas preliminares. Recomendamos el libro de
cómo escribir y defender su informe pericial de Babitsky y Mangravity (2004).
Como escribir…

USO INCORRECTO:


“De la entrevista a la madre sabemos que
el padrastro abusó del menor”
USO CORRECTO:

“La Sra. Díaz alegó que el padrastro le
había pegado con la correa en las piernas
del menor, pero que no le dejó marcas”
Como escribir…

USO INCORRECTO



Para cada una de las transparencias
ilustradas a la izquierda, explique que
problemas tienen los escritos
identificados como “uso incorrecto”:
Transparencia 1
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
______________________________
“El menor fue tocado por el tío en sus partes
privadas”
USO CORRECTO

EJERCICIO DE AUTO-EVALUO
“El menor alegó que su tío paterno, Alex
Smith, le tocó el muslo con una palmada y
luego de dijo “pórtate bien, bebe”..
“El menor dijo ”Tío Alex me tocó el pipi y
luego me agarró las bolitas” Dijo que tío Alex
es el hermano de su mamá.”
Transparencia 2
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
Como escribir

USO INCORRECTO


“Las alegaciones de la madre eran mentiras
porque el menor no tenía ningún signo de
quemadura…”
USO CORRECTO

“Las alegaciones de la madre eran
inconsistentes con el hecho de que el menor
no presentaba signos de quemadura en…”
Transparencia 3
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
_______________________________
23
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29
Anejo 1: Protocolo de la APSAC
Psychosocial Evaluation of Suspected Sexual Abuse in Children. Second Edition.
STATEMENT OF PURPOSE
These Guidelines for mental health professionals reflect current knowledge and an emerging
consensus about the psychosocial evaluation of suspected sexual abuse in children. They are not
intended as a standard of practice to which practitioners are expected to adhere in all cases.
Evaluators must have the flexibility to exercise clinical judgment in individual cases. Laws and
local customs may also influence the accepted method in a given community. Practitioners must
be prepared to justify their decisions about particular practices in specific cases. As experience
and scientific knowledge expand, further refinement and revision of these Guidelines are
expected.
These Guidelines are specific to psychosocial evaluations. Psychosocial evaluations are a
systematic process of gathering information and forming professional opinions about the source
and meaning of statements, behavior, and other evidence that are the basis of concern about
possible sexual abuse. The results of such evaluations may be used to direct treatment planning
and to assist in legal decision making.
Psychosocial evaluators should first establish the purpose of the evaluation and their role in the
evaluation process. Psychosocial evaluations may be conducted for purely clinical reasons or be
forensic in nature. These guidelines pertain to both situations. Clinical evaluations may be
requested by parents, guardians or other professionals to determine whether there is reason to be
concerned about possible abuse. It is also customary for clinicians to precede treatment for the
effects of sexual abuse with an assessment of the sexual abuse history. Forensic evaluations have
the explicit purpose of contributing to legal decision making or legal proceedings. Such
evaluations may be requested by parents or guardians, public child protective services (CPS)
agencies, attorneys, guardians ad litem (or court appointed special advocates), or other
professionals. The results may be used in civil or criminal proceedings. As noted in these
guidelines, forensic evaluations are different from clinical evaluations in generally requiring a
different professional stance and additional components.
In all cases, evaluators should be aware that any interview with a child regarding possible sexual
abuse may be subject to scrutiny and have significant implications for legal decision making and
the child's safety and well-being.
GUIDELINES
I . THE EVALUATOR
A. CHARACTERISTICS
30
1. The evaluator should possess a graduate level mental health degree in a recognized discipline
(e.g. psychiatry, psychology, social work, nursing, child development) or be supervised
by a professional with a graduate level degree.
2. The evaluator should have professional experience assessing and treating children and
families, and professional experience with sexually abused children. A minimum of two
years of professional experience with sexually abused children is expected; three to five
years is preferred for forensic evaluators. If the evaluator does not possess such
experience, supervision is essential.
3. The evaluator must have had specialized training in child development and child sexual abuse.
This training should be documented in terms of formal course work, supervision, or
attendance at conferences, seminars, and workshops.
4. The evaluator should be knowledgeable about the dynamics and the emotional and behavioral
consequences of sexual abuse experiences. The evaluator should be familiar with the
professional literature and with current issues relevant to understanding and evaluating
sexual abuse experiences.
5. The evaluator should be familiar with different cultural values and practices that may affect
definitions of sexual abuse, child and/or family comfort with the evaluation process, child
and/or family willingness to provide complete and accurate information, and the
evaluator's own interpretation of responses.
6. If the purpose of the evaluation is forensic, the evaluator should have experience in conducting
forensic evaluations and providing expert testimony. If the evaluator does not possess
such experience, supervision is essential.
7. The evaluator should approach the evaluation with an open mind to all possible responses
from the child and all possible explanations for the concern about sexual abuse. The
evaluator should recognize that all sources of information have limitations and may
contain inaccuracies. In forming an opinion, the evaluator should consider plausible
alternative hypotheses.
II. COMPONENTS OF THE EVALUATION
A. PROTOCOL
1. A written protocol is not necessary; however, evaluations should ordinarily involve reviewing
those materials considered relevant for the type of evaluation; conducting collateral
interviews when necessary; establishing rapport; assessing the child's developmental
status, cognitive capacity, level of functioning and level of distress; and specifically
evaluating the possibility of abuse. The evaluator may use discretion in the order and
method of assessment. Forensic evaluations differ from evaluations conducted for purely
clinical reasons in that they generally involve reviewing relevant materials and
conducting collateral interviews.
2. If information is available prior to the evaluation that meets the respective state's definition of
reasonable suspicion for a CPS report, but no CPS report has yet been made, the
evaluator should make the report and may choose to defer the evaluation until the CPS
investigation has been conducted.
3. When possible, unsupervised contact between the child and the suspected offender should be
strongly discouraged during the evaluation process.
31
B. EMPLOYER OF THE EVALUATOR
1. Evaluation of the child may be conducted at the request of a legal guardian prior to court
involvement. When only one parent has requested the evaluation, evaluators should give
careful consideration to informing the other parent about the evaluation whether or not
that parent is the focus of concern. When the other parent is the focus of concern, that
parent is likely to request another evaluation; evaluators should consider whether it would
be in the child's best interest to have a mutually agreed upon or court appointed evaluator
to avoid unnecessary evaluations.
2. If the evaluation is specifically requested or intended for use in a legal proceeding or a court is
already involved, the preferred practice is a court-appointed or mutually agreed upon
evaluator of the child. In some circumstances exceptions to this practice are acceptable or
are customary practice (e.g., contractual arrangements with child protective services, civil
damage suits, when one party refuses to cooperate).
3. Discretion should be used in agreeing to conduct an evaluation of a child when the child has
already been evaluated. Additional evaluations should be conducted only if they clearly
further the best interests of the child. When a second opinion is required, a review of the
records may eliminate the need for re-interviewing the child.
C. NUMBER OF EVALUATORS
1. The evaluation may be conducted by a single evaluator or by a team of professionals.
D. COLLATERAL INFORMATION GATHERED AS PART OF THE EVALUATION
1. Evaluators may seek and review background materials or conduct interviews as part of the
evaluation process. The amount and nature of information reviewed depends on the
purpose of the evaluation and the extent to which such information will be helpful in
addressing the referral question and understanding the child's presenting problems or
concerns. For clinical evaluations, clinical judgment should determine the necessity for
additional records, materials, or interviews. Evaluators should request that background
material be made available and collateral interviews be permitted for forensic
evaluations.
2. The evaluation report should reflect an objective review of collateral information relied upon
in the evaluation or opinion forming process.
E. INTERVIEWING THE A C C U S E D OR SUSPECTED INDIVIDUAL
1. It is not necessary to interview the accused or suspected individual in order to form an opinion
about possible sexual abuse of the child.
2. An interview with or review of the statements from a suspected or accused individual may
provide additional relevant information (e.g., alternative explanations, admissions, insight
into relationship between child and accused individual).
32
3. If the accused or suspected individual is a parent who seeks to participate in the evaluation and
there are no contraindications (e.g., criminal investigation or charges pending, civil suit),
interviewing of the accused or suspected parent should be given strong consideration.
F. RELEASING INFORMATION
1. Suspected abuse should always be reported to authorities as dictated by state law. Except as
specified by law, clinical evaluators have no affirmative duty to disclose confidential
clinical information.
2. Permission should be obtained from legal guardian(s) to request collateral materials and for
release of information about the evaluation to relevant medical or mental health
professionals, other professionals (e.g., schoolteachers), and involved legal systems (e.g.,
CPS, law enforcement, lawyers, courts). Discretion should be used in releasing sensitive
individual and family history that does not directly relate to the purpose of the
assessment.
3. Feedback about the results of the evaluation should usually be offered to parent(s) or legal
guardian(s) and may be offered to the child, except where doing so would not be in the
best interests of the child.
I I I . INTERVIEWING
A. RECORDING OF INTERVIEWS
1. Written documentation is the minimum requirement. Verbatim quotation of significant
questions and answers is desirable. Forensic evaluations should contain specific
documentation of questions and responses (verbal and nonverbal) regarding possible
sexual abuse.
2. Audio or video recording may be preferred practice in some communities. Professional
preference, logistics, or clinical considerations may contraindicate recording of
interviews. Professional discretion is permitted in recording policies and practices.
3. When audio and video recording are used, the child and legal guardian should be informed. It
is desirable to obtain assent from the child (when age appropriate) and consent from legal
guardian(s).
B. OBSERVATION OF THE INTERVIEW
1. Professional discretion is permitted in observation policies and practices. Observation of
interviews by involved professionals (CPS, law enforcement, etc.) may be indicated if it
reduces the need for additional interviews and will not compromise the evaluation
process.
2. Observation by non-accused and non-suspected primary caregiver(s) may be indicated for
particular clinical reasons; however, great care should be taken that the observation is
clinically appropriate, does not unduly distress the child, and does not affect the validity
of the evaluation process.
3. If interviews are observed, the child must be informed. It is desirable to obtain assent from the
child(when age appropriate) and consent from legal guardian(s).
33
C. NUMBER OF INTERVIEWS
1. The evaluator determines the number of interviews necessary to address the referral question
and assess the child's presenting problems or concerns. This does not imply that all
sessions must include specific questioning possible sexual abuse. The evaluator may
decide, based on the individual case circumstances, to adopt a less direct approach and
reserve questioning about possible sexual abuse for subsequent interviews. Repeated
direct questioning of the child regarding sexual abuse when the child is not reporting or is
denying abuse is usually contraindicated.
2. If the child does not report abuse and further direct questioning is judged to be
counterproductive, but the evaluator has continuing concerns about the possibility of
abuse, the child may be referred for an extended evaluation or therapy that is less
directive, but diagnostically focused. Recommendations regarding conditions necessary
to insure the child's protection from possible abuse should be made.
D. FORMAT OF INTERVIEW
1. When possible, interviewing the primary caregiver and reviewing other collateral data first to
gather background information may facilitate the evaluation process.
2. The child should be seen individually, except when the child refuses to separate from a
parent/guardian. Discussion of possible abuse with the child in the presence of the
caregiver during evaluation interviews should be avoided except when necessary to elicit
information from the child. In such cases, the interview setting should be structured to
reduce the possibility of improper influence by the caregiver on the child's behavior or
statements.
3. In some cases, joint sessions with the child and the non-accused caregiver or accused or
suspected individual might be helpful to obtain information regarding the overall quality
of the relationships. Such joint sessions should not be conducted for the purpose of
determining whether abuse occurred based on the child's reactions to the participating
adult. Joint sessions should not be conducted if they will cause significant distress for the
child.
4. Joint sessions with a child and an accused or suspected individual should only be considered
when the individual is a parent or primary caregiver. In making a decision about
conducting a joint session with a child and the accused or suspected parent, the evaluator
should carefully weigh the possibility of gaining valuable information against the
significant potential for negative consequences for an abused child and for the evaluation
process. A child should never be asked to discuss the possible abuse in front of an
accused or suspected parent.
IV. CHILD INTERVIEW
A. GENERAL PRINCIPLES
34
1. The evaluator should create an atmosphere that enables the child to talk freely, including
providing physical surroundings and a climate that facilitates the child's comfort and
communication.
2. The evaluator should convey to all parties that no assumptions have been made about whether
abuse has occurred.
3. Language and interviewing approach should be developmentally and culturally appropriate.
4. The evaluator should take the time necessary to perform a complete evaluation and should
avoid any coercive quality to the interview.
5. Interview procedures may be modified in cases involving very young, minimally verbal
children or children with special problems (e.g., developmentally delayed, selectively
mute, non-native speakers).
6. The difference between the evaluation phase and a treatment phase should be articulated.
Under certain circumstances, (e.g., disputed custody cases) it may be preferable to obtain
agreement from the parties before proceeding with treatment following evaluation.
B. QUESTIONING
1. It may be helpful to preface questioning with specific statements designed to reduce
misunderstandings during the interview(s), and promote accuracy and completeness.
2. It may be helpful to begin the interview with open-ended questions about neutral topics (e.g.
family, school, recent events) so that the child has an opportunity to practice providing
free recall responses.
3. Initial substantive questioning should be open-ended and as non-directive as possible to elicit
free recall responses. More focused or specific questioning should follow. Once
information is provided in response to a specific question, open-ended prompts should
again be used.
4. The child should be questioned directly about possible sexual abuse at some point in the
evaluation if less directive approaches have not yielded adequate information to answer
the referral question.
5. The evaluator may use the form of questioning deemed necessary and justified to elicit
information on which to base an opinion. Highly specific questioning should only be used
when other methods of questioning have failed, when previous information warrants
substantial concern, or when the child's developmental level precludes more nondirective approaches. However, responses to these questions should be carefully
evaluated and weighed accordingly. Coercive or intimidating questioning is never
justified.
C. U S E O F DOLLS AND OTHER DEVICES
1. A variety of non-verbal tools may be used to assist young children in communication,
including drawings, toys, doll-houses, dolls, puppets, etc. Since such materials have the
potential to be distracting or misleading they should be used with care. They are
discretionary for older children.
2. Anatomical dolls are accepted interview aids. Evaluators using anatomical dolls should be
knowledgeable about the functions they may serve and should conform to accepted
35
practice. (Refer to the APSAC Guidelines on the Use of Anatomical Dolls in Child
Sexual Abuse Assessments).
3. Anatomical dolls should not be used as a diagnostic test for sexual abuse. Definitive
conclusions about a history of sexual abuse should not be based solely on interpretation
of behavior with the dolls. Unusual behavior with the dolls may suggest further lines of
inquiry that should be pursued. The unusual behavior and the responses to further
questioning should be noted in the evaluation report.
4. Story books, coloring books or videos that contain explicit descriptions of abuse situations are
potentially suggestive and are primarily teaching tools. They are typically not appropriate
for evaluation purposes.
D. PSYCHOLOGICAL TESTING
1. Formal psychological testing of the child is not necessary for the purpose of proving or
disproving a history of sexual abuse.
2. Psychological testing may useful when the clinician has questions about the child's intellectual
or developmental level. Psychological tests can also provide helpful information
regarding a child's emotional status and general functioning.
3. Psychological testing of parents is not a routine component of child evaluations. An evaluation
that includes assessment of parents may involve psychological tests.
V. CONCLUSIONS/REPORT
A. GENERAL PRINCIPLES
1. The evaluation report should document the sources of information and/or data relied on in
forming an opinion and making recommendations.
2. The evaluator may state an opinion that abuse did or did not occur, an opinion about the
likelihood of the occurrence of abuse or simply provide a description and analysis of the
gathered information.
3. Opinions should include supporting information (e.g., the child, parent(s)/guardian(s) and/or
the accused individual's statements, behavior, psychological symptoms). Possible
alternative explanations should have been considered. The evaluator should not suggest
that mental health professionals have any special ability to detect whether an individual is
telling the truth.
4. The evaluation may be inconclusive. If so, the evaluator should cite the information that
causes continuing concern but does not enable confirmation or disconfirmation of abuse.
If inconclusiveness is due to such problems as missing information or an untimely or
poorly-conducted investigation, these obstacles should be clearly noted in the report.
5. Recommendations should be made regarding therapeutic or environmental interventions to
address the child's emotional and behavioral functioning and to ensure the child's safety.
ACKNOWLEDGMENTS
These Guidelines are the product of APSAC's Task Force on the Psychosocial Evaluation of
suspected Sexual Abuse in Children, chaired by Lucy Berliner, MSW. The initial version was
the result of a lengthy, iterative process. These revisions are the result of a similar process
conducted in 1996. Appreciation goes to the many APSAC members who contributed their
time and expertise to produce these Guidelines. The Guidelines will be updated periodically.
Instituto de Psicología Positiva &36
Formación Profesional, CSP
Proveedor 00146
HC 05 Box 10682
Moca, P.R. 00604-0160
Carr. 111 Km 6.7
Voladoras, Moca PR
(787) 647-7686
[email protected]
Titulo del módulo: Abuso sexual en la niñez: Lo que todo profesional de salud debe conocer sobre
la evaluación pericial
Costo: $35 (Se paga al recibir el módulo)
Horas contacto aprobadas: 4 hrs
Autor:
Dr. José Lorenzo Hernández
Instrucciones: Complete este formulario y conteste la prueba diagnóstica y la evaluativa que se
incluye. Remita el formulario con un sobre pre-dirigido (y con sello de correo), junto con su
evidencia de pago a Dr. José Lorenzo, HC 05 Box 10682, Moca, PR 00676. También puede
visitar nuestras facilidades. Para aprobar la pre-prueba debes obtener un puntaje de 75% o superior.
De fallar en su primer intento puede solicitar hasta una sola repetición. Esta repetición será libre de
costo y debe aprobarse con la misma puntuación o mejor. Los pagos hechos NO son reembolsables.
Este módulo caduca el __________________.
Nota: Si paga con cheque personal, su certificado ser retenido hasta que el cheque sea cobrado.
Información de el/la solicitante
Nombre y apellidos (para el certificado): ____________________________________________
Dirección postal: _______________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
Teléfono/celular: _____________________________ e-mail: ___________________________
Profesión: _________________________ Num. lic. _________ Código de profesión: ________
Prueba diagnóstica
Conteste Cierto o Falso en el espacio provisto.
Afirmaciones
1. Solamente se puede hablar de abuso sexual si una persona adulta ha
tenido contacto físico sexual con algún o alguna menor de 16 años.
2. La Ley para el bienestar y la protección integral de la niñez se conoce
como la Ley 75 de 2003.
3. La incidencia de abuso sexual en P.R. es 2 veces mayor que en EEUU.
4. Paul Ekman nos recuerda que los niños y las niñas no mienten, pero
que los adultos si los manipulan.
5. Un/a menor puede ser manipulado por una figura de autoridad; al grado
de creerse que ha sido abusado sexualmente.
Cierto o Falso
37
6. Para reducir la posibilidad de errores, se deben utilizar protocolos.
7. El síndrome del niño abusado esta presente en otras situaciones que no
son de abuso sexual.
8. La memoria es un proceso reconstructivo; no es fílmica ni fotográfica.
9.Cuando una persona cree que ocurrió un evento producto de su
imaginación, se habla de desacierto (“misatribution”)
10. Las falsas alegaciones de abuso sexual son más frecuentes cuando el
padre y madre se han divorciado en condiciones tempestuosas
11. Las preguntas directivas y la repetición de preguntas pueden causar
distorsión en lo que informa el menor debido a la sugestión.
12. El componente más importante y convincente de que en realidad
ocurrió abuso sexual es la presencia de síntomas psicológicos.
13. Al entrevistar las preguntas deben ser bien sencillas; de “si y no”
14. El menor, víctima de abuso, debe ser entrevistado primero
15. El escrito pericial debe ser evaluativo desde el mismo principio
Muy de acuerdo
De acuerdo
Neutral
En desacuerdo
Muy en desacuerdo
evaluaCION
INSTRUCCIONES:
Para cada afirmación, Haga una “X” en el recuadro que
MEJOR se ajusta a su opinión. Por favor escoja una sola
respuesta por cada afirmación.
¡Gracias por su participación!
Para sugerencias o inquietudes llame al 787-647-8676
1. El módulo está redactado de forma clara
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2. El tema se desarrolla de manera lógica
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3. El contenido del módulo corresponde a su titulo
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4. El contenido del módulo es apropiado para profesionales
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5. El material cubierto es instructivo (enseña)
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6. El contenido del módulo está bien documentado.
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7. He aprendido de la lectura de este módulo
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8. Recomendaría este módulo a colegas y amistades
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9. Al concluir el módulo se cumplieron mis expectativas
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10. Este módulo me motivó a seguir aprendiendo y mejorando
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por mi cuenta …………………………………………….
11. Este módulo me entusiasmó por desarrollar mayores
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destrezas
Sugerencias:___________________________________________________________________
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¿Qué títulos le gustaría se desarrollaran próximamente? ________________________________
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