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10 DE ABRIL DE 2005-NÚMERO 71
LA INFLACIÓN ES SINÓNIMO DE
DETERIORO SOCIAL
El aumento de los precios es el mecanismo más expeditivo de redistribución de
ingresos contra la población más vulnerable, como lo muestra el hecho de que la
inflación ha estado íntimamente vinculada a la decadencia social que por décadas
ha sufrido la Argentina. La dinámica que muestran los precios al consumidor en los
últimos meses es una señal de alerta de que vamos camino a repetir aquellas
frustrantes experiencias, si no median reformas estructurales de fondo.
La tasa de inflación del primer trimestre del año llegó al 4%. Si se mantiene a este ritmo, el
incremento de precios en el 2005 será del 17%. Hay más razones para suponer que se trata
de un fenómeno asociado a los cuellos de botellas generados por la insuficiente
inversión, que a cuestiones estacionales, transitorias o de oportunismo de algunos sectores
formadores de precios. Por esta razón, es importante recordar la fuerte asociación que en
la historia argentina se ha dado entre inflación y deterioro social.
Un ejemplo sumamente ilustrativo es la forma en que los aumentos de precios repercuten en
el nivel de vida de los jubilados. Según datos del Ministerio de Trabajo, desde el primer
episodio hiperinflacionario que experimentara la Argentina a mediados de los ´70, el
principal determinante de los ingresos de los jubilados fue el índice de inflación (y no
las decisiones de los gobiernos fijando los haberes previsionales).
•
En marzo de 1975, la jubilación media era de 827 pesos medidos a precios de hoy. En
junio de 1975, un masivo aumento de jubilaciones llevó el haber previsional a 1.130
pesos. En marzo de 1976, cuando termina abruptamente el gobierno de Isabel Perón,
el haber jubilatorio era de apenas 460 pesos.
•
Durante la dictadura militar, la jubilación media llega a ser en 1979 de 610 pesos. Al
final de la guerra de la Malvinas, otro final abrupto, la jubilación promedio se ubicaba
otra vez en alrededor de 443 pesos.
•
En 1984, el primer año de democracia en Argentina, el haber promedio era de 537
pesos. En junio de 1989, al final del gobierno del Dr. Alfonsín, la jubilación media era
de 108 pesos.
•
En diciembre de 2001, la jubilación media era de 530 pesos. Actualmente, a pesar de
que las jubilaciones más bajas fueron incrementadas en 6 oportunidades, el haber
medio se ubica en alrededor de los 458 pesos mensuales.
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Bajo contextos políticos muy diferentes, el “ajuste” de los haberes jubilatorios se efectuó
siempre por la vía de la inflación. En general, los gobiernos fueron muy proclives a otorgar
aumentos nominales del haber jubilatorio y muy ineficaces para evitar que los incrementos
de precios erosionaran su poder de compra. El resultado fue el acelerado deterioro en la
situación social de los jubilados que se observa en los últimos 30 años.
En la Argentina, la inflación es el resultado de reglas de juego que favorecen la dilapidación
de los recursos en actividades improductivas y un muy bajo nivel de inversión. Si bien la
devaluación –junto a la sobriedad fiscal y monetaria– permitió recuperar la actividad
económica a su nivel previo a la crisis, no resolvió los problemas de fondo. Es más, en
varios aspectos los agravó, ya que la devaluación es un mecanismo espurio de ganancias
de competitividad y solvencia fiscal. La reducción de los ingresos de la población, más
que una gestión eficiente de los recursos, es lo que permitió mejorar la rentabilidad de las
empresas y obtener superavit fiscal.
El rebrote de la inflación en el primer trimestre del año trae la mala noticia de que los
problemas estructurales de la organización económica y social –que son en esencia los
mismos que llevaron al estallido de la convertibilidad– siguen estando presentes. En otras
palabras, el sector público sigue recaudando impuestos, administrando el gasto público y
regulando la actividad privada de una manera inconsistente con un proceso de desarrollo
económico y social sostenido.
Mientras se siga demorando la aplicación de un plan creativo e innovador en materia de
gestión del Estado, la inflación seguirá cumpliendo el papel tradicional de operar como el
mecanismo a través del cual los segmentos más vulnerables de la sociedad paguen
las consecuencias de la inacción de los gobiernos.
30 años de deterioro social en el
nivel de vida de los jubilados
$ 900
$ 827
$ 800
$ 700
$ 610
$ 600
$ 537
$ 460
$ 500
$ 530
$ 458
$ 443
$ 400
$ 300
$ 200
$ 108
$ 100
$Marzo
1975
Marzo
1976
Gobierno de
Isabel Perón
1979
Junio
1982
Dictadura
militar
1984
Junio
1989
Gobierno de
Raúl Alfonsín
Diciembre
2001
Marzo
2005
Fuente: IDESA en base
a Ministerio de Trabajo e
INDEC
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