¿A fuego lento oa galope?

Transcripción

¿A fuego lento oa galope?
Número 1
¿A fuego lento o a galope?
Margarita Salazar Mendoza
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Para citar este artículo: Salazar Mendoza, Margarita. «¿Afuego lento o
a galope?». En La cultura en la frontera. Número. 1 de la Revista
Frontera Norte/Sur, NMSU. Julio, 2014.
La identidad del jazz es compleja y no puede delimitarse fácilmente, por analogía al conjunto
de textos que integran este libro
de Jorge, no puede ser clasificado con ligereza. Así como el jazz
es un conjunto de piezas con
diferentes rasgos, así mismo,
estos poemas de López Landó
presentan características diversas. Y tal como en este género
musical, que a veces sirve de
fondo o que a veces exige una
escucha atenta, tal encontramos
en la escritura de Jorge, por
ejemplo, al comparar «Bukoswki
se divierte» y esta estrofa de
«Travesía»:
Este es el camino del olvido, de
bosque interminable y sinceridad total.]
Aquí hemos de perdernos antes
de la tarde]
para reencontrarnos a oscuras
algún día.]
Inventio: El jazz es la fuente
En 1924 un periodista del New
York Times dijo que el jazz era
«el retorno de la música de los
salvajes», mientras que en 1987
el Congreso de los Estados Unidos lo declaró como un «tesoro
nacional». El jazz va de la tradición a la innovación, y se mueve
entre la obra de unos artistas que
sólo buscan el reconocimiento
de una pequeña pero selecta audiencia, y de otros que dirigen
sus esfuerzos a un público amplio. ¿Qué pretende Jorge con su
libro de poesía Mónica abre el
rompecabezas de fuego (y descubre que aún hay jazz)?, ¿va
hacia el grupo pequeño, íntimo?,
¿o prefiere el aplauso general?
La respuesta está aquí entre nosotros.
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evitar que las palabras se endurezcan y se rompan. A fuego
lento, como la olla llevada a la
ebullición para luego bajar el
fuego justo hasta el momento
antes de que las burbujas de vapor desaparezcan del todo, es
decir, con tranquilidad y paciencia revisaremos la forma, el estilo en esta obra de Jorge.
Es cierto, por lo pronto, que el
jazz surgió de la cultura afroamericana radicada en nuestro
continente, pero desde principios
del siglo pasado cautivó a músicos de todo el mundo; esperemos
que estos poemas crecidos en el
desierto naveguen pronto allende
los mares.
Primero, aunque no es necesario,
dejemos claro que sus poemas
están escritos en verso libre.
Después de eso, un rasgo sobresale: los versos muy extensos,
por lo menos diez de sus textos
están escritos en líneas de 20
sílabas, en promedio. Hay otro
grupo de poemas están compuestos de versos casi medidos, como en «Despegue» e «Historia».
Dispositio: el mejor lugar
Curiosa organización ha elegido
Jorge López Landó, y no por
inusual, ya que el orden alfabético es más que conocido, pero
para el caso de textos poéticos,
un orden de acuerdo a las letras
del abecedario es inusitado.
Treinta y cinco poemas integran
el libro. Él dio preferencia a tal
orden, con independencia de que
el tema y el tono fueran distintos. Parece, cuando vemos los
cuatro primeros textos, que están
intercalados por extensión, y el
patrón texto largo-corto-largocorto es claramente visible; para
luego seguir con dos textos largos y cinco cortos, así que no le
busquen por ahí. Confirmado, es
orden alfabético y ningún otro
elemento escondido.
Mención aparte merecen «En el
funeral de mi padre» y «Oscuridad más allá del azul», porque
en ambos poemas hay algunas
figuras bastante bien logradas.
Además, ambos proceden de la
misma fuente. Veamos algunas:
«Pensé que la lluvia callaría para
siempre» y «Después llegó el
viento». Dos personificaciones
acertadas en las que la naturaleza
está en consonancia con las
emociones de la voz poética.
«Las funerarias siempre me parecieron bodegas para guardar
lágrimas». Una comparación
imprevista, y además, hiperbolizada. ¿Qué cantidad de llanto es
necesario para poder ser almacenado? Por ùltimo, escuchen esta
Elocutio: No cuestionen mi
lengua
Así como los alimentos se cocinan en líquidos calientes «a fuego lento», así es recomendable
acercarse a la escritura de Jorge,
para asegurar una comprensión
más suave que la ebullición, para
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frase: «Y su fama se debía a que
jamás fue un infame».
analiza. Aunque no seamos críticos profesionales, podemos ir
poniendo en práctica algunos
hechos para afinar nuestro juicio.
Primero, recordemos que toda
obra que se publica, se somete al
escrutinio público. Si los receptores son amigos del autor, su
juicio tendrá mucho de subjetividad, si no son sus amigos, también. Es decir, con muy poca
frecuencia, los juicios son objetivos. Ciertamente, es difícil
formular opiniones, y como
además de ser seres pensantes, lo
somos, «sintientes», es muy común calificar desde lo que nos
dictan nuestra emociones.
Existen diversos artificios para
conseguir una cadencia, una de
las formas más usuales es la aliteración, la figura formada con
la repetición de sonidos, en este
caso, la efe y dos vocales a, e.
Aunque en general, sus poemas
carecen de rima al final de los
versos, el ritmo que se sacrifica
con ello, Jorge lo ha ganado porque ha mantenido una rima interna, adentro de los versos, como en los siguientes juegos de
palabras: «funerarias / lágrimas», «amigos / conocidos»,
«aparecieron / acudieron», «sabían que estarían». Esa rima
dentro de un verso o en el interior de dos, es bastante común; de
hecho, una rima asonante -ía
atraviesa ambos poemas.
Yo los invito a que no se conformen con esa forma de considerar una obra, el conocimiento
es indispensable, mas no se tiene
que ser experto en poesía, o en
pintura, o en música para tener
derecho a juzgar. Estudien el
título, nos puede guiar en la
comprensión, en la interpretación; ¿podría llevar otro título?;
¿estamos de acuerdo con ese?
Lean uno o varios poemas, tomen nota de la extensión, de las
frases que componen cada línea;
normalmente cada palabra trae a
nuestra mente una imagen. ¿La
extensión del texto es adecuada
al tema? Analicen el tema, ¿es
un tratamiento inusual, controvertido, cotidiano para ustedes?
¿Aparecen símbolos entre sus
versos?: no es lo mismo una rosa
roja que una rosa blanca, o una
bala que el agua; también puede
haber colores, cada color los
Hablar de la forma de estos textos podría llevarnos muchos minutos, pero aquí pararemos, no
tenemos para hablar, un espacio
ilimitado. Mónica abre el rompecabezas de fuego (y descubre
que aún hay jazz) (publicado en
el 2013 por Sediento ediciones)
está esperando su ojo crítico.
Una crítica, sí, es la evaluación
de la obra. Independientemente
de que haya cierta relatividad en
el gusto, existen algunas características que se deben tener en
cuenta para valorar la obra y su
significado. No hay, por otra
parte, una única forma de criticar
un texto, pueden ser varios los
enfoques desde los cuales se
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lleva a un ambiente. ¿A qué palabras recurre más el autor?
¿Tienen ritmo?, se puede sentir
áspero, liso, brillante; esos calificativos provienen del campo
semántico o de la familia léxica,
es decir, el conjunto de palabras
que están relacionadas entre sí.
Revisen los elementos que apa-
recen, como en la pintura, hay
un punto positivo, se trata de esa
imagen central alrededor de la
cual giran todos lo demás elementos. En fin, si tienen dudas,
investiguen, pregunten, cuando
tenemos al autor como ahora, es
mucho más fácil.
Presentación del poemario Mónica abre el rompecabezas de fuego (y
descubre que aún hay jazz) de Jorge López landó. De izquierda a derecha: Ricardo León García, Margarita Salzar Mendoza, y Jorge López
Landó. 6 de junio, 2014, Museo de Arte e Historia de Ciudad Juárez.
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