IDEAS SOBRE EL OBJETO
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IDEAS SOBRE EL OBJETO
IDEAS SOBRE EL OBJETO POSIBLES UTILIDADES DE APLICACIÓN CREATIVA/DIDÁCTICA Juan Mariano Balibrea. 1 Marcel Duchamp trabajó cuatro variedades o posibilidades del “ready-made” (objeto ya hecho, objeto encontrado): El “ready-made” asistido: Rueda de bicicleta. En “Rueda de bicicleta” construyó un nuevo objeto al colocar la horquilla delantera de una bicicleta sobre un taburete de cocina. En realidad, el objeto sobre el que reflexiona (y al que le gusta mirar, girando) es la rueda de bicicleta. Pero Duchamp lo dota de una falsa peana: el taburete. O sea, el objeto que él expone posteriormente, al incorporar el taburete, queda modificado al modo imitativo de una obra “tradicional”. El “ready-made” puro: Portabotellas. En esta obra, Marcel Duchamp se limita a elegir un objeto de uso industrial. Lo presenta tal como lo cogió, sin añadir ni quitar nada. El objeto provoca una reflexión en el 2 espectador. El objeto, al ser contemplado en un contexto diferente del habitual, queda “abierto a la interpretación de otros significados simbólicos”. En todo caso, y para ser precisos, la presentación del objeto si sufre una ligera variación: su cambio de contexto o espacio y el título. Es sabido que a Marcel Ducham le gustaba jugar con las titulaciones de las obras, para crear juegos de palabras con un alto poder de evocación poética. El “ready-made” rectificado: Farmacia o L.H.O.O.Q. Rectificado significa que el autor interviene en la obra con alguna sencilla acción transformadora. En “Farmacia”, el artista añade un par de círculos a una fotografía. Con esa sencilla intervención, o con el añadido de unos bigotes y una perilla a la foto de la Gioconda, Duchamp crea un universo de posibilidades a la ironía, al cambio de sentido de una imagen, a la creación subversiva… 3 El “ready-made” semi-elaborado (semi-ready-made): “A bruit secret”. En esta obra, hay varios objetos ensamblados. Aunque el mayor protagonismo radica en el ovillo de hilo, el objeto aparece aprisionado por dos planchas atravesadas de unos tornillos. La apariencia general simula una pequeña mesita con cuatro patas. Pero, evidentemente, la intención expresiva es otra muy distinta. Se produce lo que llamamos en arte, un “diálogo de objetos”. ACCIONES Y TRANSFORMACIONES DEL OBJETO, SOBRE EL OBJETO, EN EL OBJETO O… A PESAR DEL OBJETO 1) Mirar los objetos. Mirar el entorno. Quizá sea la propuesta más revolucionaria del arte conceptual (heredero de las noobras de Marcel Duchamp).El individuo que conoce las distintas aportaciones del arte contemporáneo actual (desde Duchamp hasta nuestros días), desarrolla una capacidad de observar y “saborear” las cualidades plásticas de un objeto (o de un entorno). Ver es interrogar, buscar conexiones, pensar, establecer paralelismos, idear posibilidades de actuaciones… Ver, también es planificar o idear una posible obra (el arte comienza en la reflexión mental). En esta primera fase, el espectador/a no pasa a la acción. Puede quedarse en una actitud crítica; en una actitud poética-estética; en una actitud productiva (buscar algo para dibujar, pintar o recoger…). O, simplemente, no hacer nada. 4 2) Mirar el objeto y tratar de representarlo en una imagen: dibujarlo, pintarlo, fotografiarlo… En esta segunda posibilidad, ligada a la tradición creativo/expresiva más tradicional, el individuo se interesa por el objeto o por el entorno, pero lo hace pensando en una acción representativa posterior: miro un árbol, una flor, una casa, un objeto industrial… para realizar una obra representativa (dibujo, pintura, fotografía, grabación en vídeo…). 3) Elegir un objeto: o sea, encontrar, seleccionar ese objeto para hacer alguna cosa… Elegir es una acción muy comprometida. Puede se un segundo paso, muy importante, en la utilización didáctica/terapéutica del objeto. La elección de un objeto, en esta caso, no es para reproducirlo en una imagen, sino para mirarlo o modificarlo o apropiárselo. Elegir es difícil, porque cuando invitamos a los alumnos/as a buscar por el entorno solamente un objeto, en el proceso de búsqueda y selección, ocurren una serie de movimientos internos muy interesantes. El individuo puede elegir caprichosamente un objeto, al azar (como hacía Marcel Duchamp), o puede intentar “escuhar” o “sentir” la llamada del objeto. La persona no sabe porqué, o lo intuye vagamente, o lo hace por determinadas cualidades expresivas (potenciales); pero tiene que sentir que es ese objeto (y no otro) el que quiere. A veces, tiene que optar, seleccionar, apartar, dejar el que ya había cogido… 5 4) Coger el objeto de su entorno y presentarlo, tal cual, en una sala de exposiciones (sin añadir ni quitar nada). Con esta propuesta, estaríamos evocando, de nuevo, la manera de actuar de Marcel Duchamp. No queremos hacerle nada al objeto encontrado, salvo rescatarlo o seleccionarlo de su ambiente o de espacio habitual. Duchamp decía que en su elección no había intenciones estéticas, sino una especie de suerte o azar. Lo que el buscaba, al rescatar un objeto de su uso o función habitual, era cambiar la perspectiva en la mirada del espectador. La acción más importante, en este tipo de intervenciones, estaría en la colocación del objeto en un lugar consagrado para las exposiciones (contradicción). Conviene no confundir la actitud de Duchamp con la actitud del coleccionista (que también rescata el objeto de su medio para exponerlo); pero en la actitud del coleccionista sí hay una apreciación de sus cualidades estéticas, o una supervaloración de sus funciones, o un gusto por apropiarse de una variedad de objetos. 5) Coger el objeto de su entorno y presentarlo, haciéndole alguna sencilla transformación: colocarlo en una peana, colgarlo, limpiarlo, titularlo con alguna frase… Es la propuesta más habitual en muchas de las exposiciones actuales: se muestra el objeto seleccionado, pero con alguna sencilla modificación. También fue Marcel Duchamp el primero que realizó este tipo de trabajos. A veces, la modificación puede consistir en añadir un título, una firma, unos bigotes y perilla a una imagen… O colocarlo sobre una peana, o colgarlo del techo… 6) Coger el objeto y transformarlo con una o varias acciones: añadirle alguna cosa, pintarlo, liarlo, atarlo, quitarle alguna parte… Este tipo de propuesta, heredera, cómo no, de la obra de Marcel Duchamp, es la que tiene más posibilidades didácticas/terapéuticas. Porque además de mirar y buscar un objeto, además de seleccionarlo, se le permite al creador/a la posibilidad de hacer una o varias modificaciones: pintar, serrar, cortar, desarmar, clavar, yuxtaponer, forrar… Estas acciones posibilitan un desarrollo de la creatividad, permitiendo que el objeto, sin perder del todo sus características materiales o formales, se transforme en una nueva propuesta. Otra cosa son las intenciones que uno tenga: Marcel Duchamp buscaba un cambio de actitud en el espectador (una mirada reflexiva). Sin embargo, en este tipo de propuestas, hay muchas potencialidades creativo/expresivas para el trabajo. 6 7) Collage tridimensional o escultura “construida”: en este caso, estaríamos hablando de varios objetos encontrados que se unen de alguna forma o se disponen en un cierto orden (se atan, se pegan, se sueldan, se colocan en un espacio, se juntan, se separan…). De esta manera, se produce un nuevo objeto, una escultura, que procede de la suma de varios objetos (construcción). La gran mayoría de esculturas actuales (de las diversas tendencias y movimientos artísticos), procede de esta forma de trabajar. El creador/a no se tiene que limitar a la elección y modificación de un solo objeto, sino que puede trabajar con varios (con todos los que quiera), ya sea para formar un agregado de objetos mediante la soldadura o unión de las partes, o para rodear al objeto principal de otros objetos que lo modifican (diálogo de objetos). En realidad, lo que se llama en arte “diálogo de objetos” es la combinación casual o buscada de dos objetos, uno al lado del otro, para que entablen un diálogo entre ellos. 8) Instalación. En una instalación, destaca el protagonismo que se le concede a la intervención concreta en un espacio (da igual que sea una sala de exposiciones, un espacio natural o urbano). Pueden intervenir objetos encontrados, estén o no modificados. Pero el acento se pone en la configuración espacial de la totalidad, pensando en la mirada y la presencia física del posible espectador. La instalación, en algunos casos, va acompañada de proyecciones de luces, sombras, fotos, vídeos… 9) Intervención. Es un concepto parecido al de la instalación. Pero, generalmente, en la intervención el artista presta más atención “a lo dado”, al espacio en donde se va a producir una acción. De las percepciones que realiza el creador/a, previamente, se extraen algunas consideraciones para poder actuar, ya sea con los objetos que haya en ese lugar o con la aportación de otras cosas. Se trata de llamar la atención del espectador/a, de hacer que se cuestione lo que está allí, de que observe, piense, sienta, reflexione… 7 10) El objeto cargado de poesía. Se trata de exponer y modificar algún objeto (o varios), con la intención de provocar en el espectador una emoción estética, vivencial o comunicativa. Recoge la influencia de las obras surrealistas. Generalmente, utiliza, lo que llamamos, en artes plásticas, la metáfora visual. Es decir, la búsqueda de un nuevo sentido o significación de ese objeto, gracias a la unión con otros objetos o al cambio de función o al efecto de un letrero (título), que actúa con todas las consecuencias en la misma obra. En este sentido, también fue Marcel Duchamp uno de los primeros creadores de “metáforas visuales” (sobre todo, en su periodo más cercano al surrealismo). Como he mencionado antes, el título o los juegos de palabras que acompañan a la obra, adquieren un papel importantísimo para cerrar (o abrir) las significaciones y la búsqueda de nuevos sentidos. Lo único que pasa es que Marcel Duchamp, al menos en sus declaraciones, quería evitar la carga emotivo/estética en sus obras. Pero, como dice Valeriano Bozal, es muy difícil impedir que el posible espectador de la obra proyecte determinados contenidos simbólicos o aprecie ciertas cualidades estéticas, a pesar de lo que pensaba Duchamp. 11) El juego con el collage “en dos dimensiones”. Además de utilizar objetos reales en ciertas obras, podemos jugar creativamente con las imágenes de los objetos. Existe una amplia tradición de mostrar o combinar imágenes de objetos (paisajes, personas, ambientes, productos comerciales…), para elaborar nuevas obras: obras irónicas, humorísticas, poéticas, críticas… El movimiento 8 Dada, el surrealismo, el Pop-Art y, por supuesto, Marcel Duchamp, han utilizado el collage bidimensional con estas intenciones. 12) La performance. En realidad, en la performance, es el propio cuerpo del artista el que actúa, se expone o hace “algo” en un espacio concreto, delante del público. Espacio y tiempo intervienen en una especie de actuación del artista, que se produce en una sala de exposiciones o en un lugar público, para establecer algún tipo de conexión con el público. Pueden o no intervenir objetos en dicha actuación. 13) Arte y naturaleza. Existe una corriente artística en la que los creadores/as intervienen en un espacio natural. A veces, los artistas simplemente pasean u observan un espacio, y muestran sus fotografías de ese espacio (la intervención, en estos caso, es mínima). Otras veces, sin embargo, el artista elige un objeto natural (o varios) y realiza una alteración, intervención o modificación, con el objetivo de provocar una mirada crítica en el espectador. La diferencia con otras obras o con otros movimientos, radica en la acentuación del entorno natural como objeto del arte. 9 10