marzo - abril 2013 volumen 27, número 2

Transcripción

marzo - abril 2013 volumen 27, número 2
(La historia se encuentra en la página 10)
marzo - abril 2013
volumen 27, número 2
Este librito no es para la venta
Junta Directiva:
Eugenio
Heisey
Duane Nisly
Marcos Yoder
Pablo
Schrock
Noé Schrock
Antonio
Valverde
Jesús Villegas
Sanford
Yoder
Cualquier correspondencia
debe dirigirse a:
La Antorcha de
la Verdad
Apartado Postal
#15
Pital de San
Carlos
Costa Rica, C.
A.
CONTENIDO
El libro roto . . . . . . . . . . . . . . . . .portada
Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .3
¿Cómo edifica usted? . . . . . . . . . . . . . . .4
El diablo es peligroso . . . . . . . . . . . . . .13
Historia bíblica:
Los pastores y los magos . . . . . . . . . . . .18
Sección para padres
El llamado supremo
Lección 4c . . . . . . . . . . . . . . . . . . .14
Receta
Sopa de torta . . . . . . . . . . . . . . . . .23
Sección para jóvenes
Un sacrificio que vale la pena
Capítulo 16a . . . . . . . . . . . . . . . . . .24
Sección para niños
La composición quemada . . . . . . . . .30
Actividad para niños . . . . . . . . . . . . . .34
Santa Biblia... . . . . . . . . . . . . . . .contraportada
LA ANTORCHA DE LA VERDAD se publica bimestralmente por Publicadora La
Merced, ubicada en Santa Rita de Río Cuarto, Costa Rica.
PUBLICADORA LA MERCED trabaja sin fines lucrativos para extender el evangelio,
para propagar doctrina sana y bíblica de orientación anabaptista, y para presentar consejos para la vida cristiana práctica en América Latina.
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entre Av. central y segunda, calles cuatro y seis.)
Diseño de la portada: Randall Nisly
Estimado lector:
El artículo “¿Cómo edifica usted?” en
este número de la Antorcha, destaca la
importancia de edificar la vida sobre el
fundamento sólido, la Palabra de Dios.
Las verdades de este artículo se me hicieron más patentes cuando leí en
estos días el editorial de una revista religiosa. Dicho editorial me llamó
mucho la atención principalmente por dos razones. Primero por la índole
del escrito porque trataba sobre la vestimenta del cristiano, un tema poco
popular. La otra porque el escritor basó su escrito, no sobre algún principio
o mandamiento bíblico, sino netamente sobre razonamientos humanos. Y
aunque tenía algunos argumentos viables para apoyar su postura, carecía
totalmente de la autoridad y el poder de las Santas Escrituras. Cualquier
otro buen debatiente podría formar su propio argumento usando otros
parámetros con la misma validez que éste lo hizo. Lo cierto es que su
argumento carece de un fundamento firme y fuerte… la Palabra de Dios
que no cambia.
En realidad no debe sorprendernos tanto. El mundo religioso ha
perdido mucho de su fundamento bíblico y, por falta de él, usa filosofías y
razonamientos humanos. Como resultado, la iglesia experimenta mucho
desacuerdo y mucha división. Casi todos dirían que están edificando sobre
la roca, Jesucristo, pero Jesús les dice: “¿Por qué me llamaís, Señor,
Señor, y no hacéis lo que yo digo?” (Lucas 6:46). La prueba está en la
vida que llevamos. Si la regla de nuestra vida no es la Palabra de Dios, el
fundamento es movedizo y resulta en una gran desilusión.
¿Por qué no se le ocurrió al escritor del artículo antes mencionado
citar lo que la Biblia dice en cuanto a la vestimenta? Pablo le dice a
Timoteo que la mujer debe vestirse de manera que muestre pudor y
modestia, y no de manera ostentosa o que atraiga la atención al cuerpo o
la persona (1 Timoteo 2:9-10; 1 Pedro 3:1-5). El hecho de seguir nuestros
propios razonamientos sin una base bíblica y sólida resultará en una gran
caída algún día (Lucas 6:49).
¿Sobre qué edifica usted?
Duane Nisly
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¿Cómo edifica usted?
Por Pablo Schrock
n día Jesús hizo esta pregunta: “¿Por qué me
llamáis, Señor, Señor, y no
hacéis lo que yo digo?” (Lucas 6:46).
Amigo, lector, meditemos un poco
en estas palabras.
¿Qué quiere decir “Señor,
Señor”? Es una invocación que se
dirige a una persona que merece
todo nuestro respeto y que ejerce
toda autoridad. Así que, cuando nos
dirigimos a Jesús, estamos invocan do al “Señor” que merece TODO,
que exige TODO nuestro respeto,
U
4
y que tiene TODA autoridad (Filipenses 2:9-11).
Jesús sigue diciendo: “¿…y no
hacéis lo que yo digo?” Recordemos
que todo el Nuevo Testamento es el
mensaje de Jesús para nosotros. Él
es el autor de cada palabra. ¿Con
que cara, pues, nos presentamos
ante Jesús y al mismo tiempo buscamos razones para no obedecer sus
pa labras? Cuando abrimos la Biblia
y nuestro propio deseo u opinión
choca con un mandamiento sencillo y claro, ¿estamos prontos a
hacer morir ese pensamiento nuestro
y poner por obra lo que la Biblia
dice? La cultura del siglo veintiuno
es muy distinta a la de los siglos pasados. Se dice que es necesario entender la Biblia según los tiempos en
que vivimos. ¿Será cierto? ¿Estamos
tan dispuestos a desafiar la eterna
Palabra de Dios frente a la cultura
pasajera de hoy?
Jesús sigue con una comparación: “Todo aquel que viene a mí, y
oye mis palabras y las hace, os indicaré
a quién es semejante. Semejante es al
hombre que al edificar una casa, cavó
y ahondó y puso el fundamento sobre
la roca” (Lucas 6:47-48).
Las palabras “cavó” y “ahondó”
me llaman la atención. Nos muestran a un hombre que no mira a su
alrededor para ver cómo edifican
otros su casa. Este hombre no se
conforma con las maneras populares
y convenientes. Él sabe que edificar
sobre la arena tan movediza de nuestra cultura sería perder el tiempo y
las fuerzas. A decir verdad, es todo
un cristiano el que no escatima lágrimas ni sudor con el fin de cimentar su casa sobre lo único que nunca
se moverá, la Palabra de nuestro
Señor.
¿Cómo, pues, podemos con toda
verdad y derecho llamarlo
“SEÑOR”? ¿Cómo edificamos la
casa sobre la roca? Por medio de ajustar nuestra propia voluntad, nuestra
cultura, nuestras costumbres, nuestras creencias, y toda nuestra manera
de vivir a lo que enseña la Biblia (1
Pedro 1:14-15; Romanos 12:1-2).
Por mostrarlo en nuestras palabras,
en el hogar, en el trabajo, en la calle,
en la iglesia, y aun en lo secreto del
corazón.
Queremos ahora destacar algunos fundamentos bíblicos que
constituyen la ROCA verdadera.
Con cada uno de estos fundamentos,
queremos también mostrar cómo se
cava y ahonda y edifica la casa en
toda su manera de vivir.
LA ROCA:
“Pero yo os digo: No juréis en
ninguna manera…. Pero sea vuestro
hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es
más de esto, de mal procede” (Mateo
5:34-37).
CÓMO EDIFICAR LA CASA:
No practicar ningún tipo de juramento, ni por escrito ni por boca. Si
se nos pide una declaración jurada,
testificaremos de lo que la Biblia enseña y daremos fe de que diremos la
verdad con un SÍ o un NO.
Abstenerse de cualquier oficio
5
que requiera un juramento para
poder ejercerlo.
Practicar la honradez en todo.
Aunque tengamos que sufrir pérdidas de nuestros bienes, humillación,
o cualquier clase de persecución por
decir la verdad y practicarla, no nos
acobardaremos ni lo tendremos por
pérdida, sino como ganancia y tesoro
en el cielo.
Practicar la verdad en el pago de
impuestos, en traspasos de propiedades, y en juicios aunque nos
cueste multas o grandes sumas de
dinero. En ningún caso, sea grande o
pequeño, se justifica la mentira.
LA ROCA:
“Por tanto, lo que Dios juntó, no
lo separe el hombre” (Marcos 10:9).
“Porque la mujer casada está sujeta
por la ley al marido mientras éste
vive…. Así que, si en vida del marido
se uniere a otro varón, será llamada
adúltera” (Romanos 7:2-3).
CÓMO EDIFICAR LA CASA:
No aceptar el divorcio ni las segundas nupcias como opciones a la
ley del matrimonio. Son adulterio.
Ninguna ley humana podrá anular el
matrimonio mientras ambos
cónyuges vivan.
En caso de que una persona haya
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estado viviendo en adulterio y se
arrepienta, le será necesario separarse de la pareja y procurar la
reconciliación con el primer
cónyuge.
Ser fiel al compromiso matrimonial; ser casto y respetuoso en los
pensamientos, en la conducta delante de otros, y en el hablar.
Guardarse solamente para el
cónyuge.
LA ROCA:
“Pero yo os digo: Amad a vuestros
enemigos” (Mateo 5:44). “No paguéis
a nadie mal por mal; procurad lo
bueno delante de todos los hombres”
(Romanos 12:17).
CÓMO EDIFICAR LA CASA:
No alzar arma alguna contra
ningún ser humano.
No participar en ningún operativo militar ni en ningún programa
que resulte en la destrucción de vidas
humanas. Escoger morir antes que
desobedecer este mandamiento del
Señor.
Participar únicamente en trabajos que sean para el bienestar de la
humanidad. No participar en la
producción ni en la venta de
productos perjudiciales como las
bebidas alcohólicas, los cigarrillos,
las armas de guerra, y las drogas. Rechazar lo que destruye la moral, tal
como la televisión, la radio, la música
mundana, los bailes, y cualquier
lugar de diversión inmoral.
No llevar a juicio a otro, sea
ladrón o cualquier otro criminal,
para pedir castigo contra él.
LA ROCA:
“Si alguno enseña otra cosa, y no
se conforma a las sanas palabras de
nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está
envanecido, nada sabe, y delira acerca
de cuestiones y contiendas de palabras”
(1 Timoteo 6:3-4).
CÓMO EDIFICAR LA CASA:
Reconocer que todos los mandamientos del Nuevo Testamento
son sana doctrina y que han de practicarse para nuestro bien. Hoy día se
desecha como innecesario obedecer
los mandamientos sobre asuntos
como el vestuario humilde y decoroso (1 Timoteo 2:9), el velo de la
mujer cristiana (1 Corintios 11:116), el orden y la sumisión de la
mujer en el culto (1 Corintios 14:2635), el ósculo santo (Romanos
16:16) y el lavamiento de los pies
( Juan 13:1-17).
LA ROCA:
“Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor
y la paz, con los que de corazón limpio
invocan al Señor” (2 Timoteo 2:22).
“A las jovencitas, [exhortarlas] como a
hermanas, con toda pureza” (1 Timoteo 5:2).
CÓMO EDIFICAR LA CASA:
Practicar en la juventud la pureza
en todas las relaciones sociales. Que
la jovencita tenga una conducta casta
y reservada en presencia de los hombres.
Evitar los balnearios y las playas
públicas, los cines, y cualquier otro
lugar que promueva el sexo y la
desnudez.
Usar ropa que cubra el cuerpo y
lo oculte bien, tanto hombres como
mujeres, reconociendo que tan impuro es provocar a otros como entretener pensamientos lascivos.
Evitar los contactos físicos entre
novios como los besos y las caricias,
y las actividades que provoquen
estímulos sexuales. También evitar
lugares aislados y actividades a
horas avanzadas de la noche. El
joven cristiano sabe que estas actividades despiertan los impulsos sexuales. Por su temor a Dios, el joven
7
cristiano debe conducirse con todo
respeto y castidad.
El pastor no debe hablar con
una hermana de la iglesia sin tener
presente a la esposa.
incrédulos ni con personas de otras
creencias religiosas.
LA ROCA:
“De cierto, de cierto te digo, que el
que no naciere de nuevo, no puede ver
LA ROCA:
el reino de Dios. Os es necesario nacer
“Y no participéis en las obras in- de nuevo” ( Juan 3:3, 7).
fructuosas de las tinieblas, sino más
bien reprendedlas” (Efesios 5:11). CÓMO EDIFICAR LA CASA:
Humillarse como un niño, arre“No os unáis en yugo desigual con los
pentirse de todos los pecados y conincrédulos” (2 Corintios 6:14).
fesarlos, y desechar todo orgullo,
CÓMO EDIFICAR LA CASA: soberbia, y malicia.
Experimentar un cambio comRefrenarse de las palabras y los
chistes vulgares del mundo. pleto en la vida y andar en esta nueva
Apartarse de las modas, la música vida conforme a la regla de Cristo en
mundana, los deportes, y las otras el Nuevo Testamento: nuevos pencosas semejantes que corrompen la samientos, nueva conducta, nuevas
mente, enviciando y comprome- palabras, nuevas metas, y nueva distiendo a los que participan en ellas. posición hacia la vida. Y todo esto
Tener cuidado en formar parte por obra del Espíritu Santo.
Abrigar un deseo por la Palabra
de comités seculares para no ser
participantes en sus malos hechos. de Dios, y una fe sencilla en Dios.
No participar en huelgas ni protes- Crecer en las virtudes y los frutos del
tas de grupos pacifistas. Nuestro Espíritu Santo.
Muchos dirán que estas doctrinas
deber para con el gobierno es obedecerlo en el Señor, pagar los im- son bellas, pero demasiado duras. Si
puestos, y orar por los que en realidad es así, dígame cómo es
posible creer en la Palabra de Dios y
gobiernan.
Evitar asociaciones con incrédu- al mismo tiempo acomodarla a
los que nos comprometan con ellos o nuestro gusto en la vida diaria. Hoy
día hay muchos hogares, muchos
que nos hagan cómplices con ellos.
No unirse en matrimonio con jóvenes y adultos, y muchas iglesias
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que son arrastrados por las corrientes
de este mundo por esto mismo. ¿Qué
hará usted?
Cito de nuevo lo que dijo Jesús:
“¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y
no hacéis lo que yo digo?” ¿Qué significa hacer lo que Jesús nos dice? La
respuesta es clara: Poner por obra en
toda nuestra manera de vivir los
mandamientos tan claros del Nuevo
Testamento. Significa no escatimar
ni lágrimas ni sudor para cavar y
ahondar, y edificar nuestra casa sobre
la roca. No hay otra opción para salvar nuestra casa y perseverar hasta el
fin. Si hacemos esto, con todo derecho podremos clamar: “Señor,
Señor”.
R es p ue s t as : A c t i vi d ad p ar a ni ño s
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YO HE RESUELTO HACER LO CORRECTO SIN
IMPORTAR LO QUE ME PIDA HACER ALGÚN OTRO
9
EL
LIBRO ROTO
J
uanita esperaba a su esposo, Santiago, que pronto llegaría del trabajo. Estaba
nerviosa. Esa tarde había comprado un Nuevo Testamento con el dinero que
cuidadosamente habían ahorrado ella y su esposo. El vendedor ambulante
que había llamado a la puerta de su casa parecía digno de confianza. Sin embargo,
ella había vacilado en comprar el libro que el vendedor le ofrecía, temerosa por lo
que diría el líder religioso de su compra. Por fin se decidió, y dijo:
—No puedo rechazarlo, señor. Si acaso cometo pecado, espero que me sea
perdonado.
Cuando Santiago llegó del trabajo, Juanita sacó el libro y se lo enseñó. Justo
lo que ella había temido sucedió. Su esposo, cansado del trabajo, la regañó por
haber gastado el dinero.
—Pero el dinero no era sólo tuyo, Santiago —le dijo ella—. Yo compré mi
dote cuando nos casamos. El dinero era tanto mío como tuyo.
EL LIBRO ROTO
—Dame el libro —gritó Santiago malhumorado, mientras lo arrebataba de
las manos de su esposa—. Si dices que la mitad del dinero era tuya y la mitad
mía, pues bien, sólo la mitad del libro será tuyo. —Bruscamente abrió el libro y
lo rompió. Se dejó una parte y luego le arrojó la otra parte a Juanita.
Varios días más tarde, Santiago se encontraba en el bosque cuando de
pronto se acordó del libro roto. Lo sacó del bolsillo para hojearlo. Era la parte
final del Nuevo Testamento. Él lo había partido en el evangelio de Lucas.
Entonces comenzó a leer la primera hoja de su mitad.
“Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu
hijo” (Lucas 15:18-19). Cautivado por tan impresionante narrativa, siguió
leyendo hasta terminar. Además de ser una historia interesante, también
suscitaba en él una serie de preguntas. ¿Qué había hecho aquel hijo? Aquel hijo
pobre que se encontraba perdido, ¿por qué había sido desterrado? ¿En cuáles
lugares había andado? ¿Qué lo había hecho regresar? Día tras día lo perseguían
estas preguntas, pero no quería dar su brazo a torcer, así que no le pedía la otra
parte del libro a su esposa.
10
EL
LIBRO ROTO
Entre tanto, Juanita, leía su parte. Meditaba mucho acerca de su contenido.
Su interés por aquel libro fue en aumento hasta que llegando a la última página,
su ansiedad creció aun más. El hijo menor… su viaje, sus andanzas, su pecado, su
miseria, el cambio maravilloso en su manera de pensar. “Y yo aquí perezco de
hambre. Me levantaré
e iré a mi padre”
(Lucas 15:17-18).
Allí terminaba la
historia.
¿Qué sucedió
después? ¿El padre le
daría la bienvenida al
hijo? El corazón de
Juanita anhelaba
saber las respuestas a
sus preguntas. La historia le causaba tristeza hasta hacerla llorar, pero no tenía el
valor de preguntarle a Santiago sobre el final de la historia.
LA OTRA MITAD DE LA HISTORIA
Cierto día, Santiago regresó a la casa más cansado de lo común. Después de
comer en silencio, dijo:
—Juanita, ¿recuerdas aquel libro que yo rompí? La parte que a mí me tocó
contiene una historia maravillosa, pero sólo el final. No puedo descansar hasta
que sepa el principio. Por favor, tráeme la otra parte.
—¡Ay, Santiago, esa historia siempre está en mi mente, pero yo no tengo el
final! Dime, ¿recibió el padre al hijo descarriado?
—Sí, lo recibió. Pero, ¿cuál fue el pecado que separó al hijo del padre?
Juanita trajo su parte y se arrodilló junto a la silla donde se encontraba su
esposo. Juntos leyeron toda la historia hermosa narrada en el capítulo 15 de
Lucas. Vieron que el hijo había reclamado la herencia de su padre y se había ido
a un lugar lejano. Allí vivió perdidamente y malgastó todo lo que tenía. Después
11
EL
LIBRO ROTO
el Espíritu Santo, que había estado obrando en el corazón de Santiago y Juanita,
les reveló el mensaje escondido en aquella narración.
Aquella sería la primera de muchas ocasiones en que junto al calor del fuego,
y después de haber comido la humilde cena de sopa y pan, Santiago y su esposa,
leerían muchos de los escritos contenidos en el Nuevo Testamento. Con el paso
del tiempo, ambos le entregaron el corazón al Señor Jesucristo.
DIOS LE DARÁ A USTED LA BIENVENIDA
¿Recibió el padre a su hijo arrepentido en esa hermosa narración de Lucas,
capítulo 15? Sí. Dice la historia que “cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue
movido a misericordia, y corrió, y se echó
sobre su cuello, y le besó” (Lucas 15:20).
Dios también le dará a usted la misma
bienvenida si se acerca a él por fe en el
Señor Jesucristo. Él mismo dijo: “Nadie
viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).
“Cristo Jesús vino al mundo para salvar
a los pecadores” (1 Timoteo 1:15). “La
sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de
todo pecado” (1 Juan 1:7). “Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a
su Hijo unigénito, para que todo aquel que
en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna” (Juan 3:16).
¿Hará usted lo mismo que hicieron Santiago y Juanita? ¿Volverá usted a
Dios, arrepentido y humillado como ese hijo que volvió a su padre? Sería la
mejor decisión que usted jamás pudiera tomar.
Usado con permiso por:
Verdades Bíblicas
P. O. Box 649, Addison, IL 60101, EUA
12
“Y
El d ia b lo e s p el ig ro s o
dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a
Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella” (Job 1:7).
Mi amigo, ¡despiértate! Toma el escudo de la fe. Ponte la coraza de justicia y el
yelmo de la salvación. Y, no olvides la espada del Espíritu. El evangelio de paz te
dará suficiente nutrición y alimento para que te sostengas durante las horas del día
(Efesios :13-17).
“Pero, ¿por qué me hablas así?” quizá preguntas.
Hay un león que anda suelto. Está acechando, a la espera del momento oportuno
para atacarnos. No es un león de carne y sangre, y a veces se presenta como ángel
de luz. No sólo es un enemigo despiadado y brutal, sino
también tiene un equipo de espíritus malvados que le ayuda.
En su equipo están los principados, las potestades, y los
gobernadores de las tinieblas de este siglo. Él es mucho
más fuerte que nosotros y hará cualquier cosa para
derribarnos. Entre las tácticas que él usa están sus
promesas engañosas. Él promete la satisfacción pero da la
adicción. Él promete el amor, pero da en su lugar la lujuria
que trae consigo consecuencias eternas. Él promete el gozo,
pero lo lleva a uno por el camino de la necedad. Y como si
eso fuera poco, hace todo este daño de forma
desapercibida. Muchas veces el ser humano no se da cuenta
de la situación en que se encuentra hasta que es demasiado tarde. Para entonces,
uno se encuentra atrapado en sus trampas. Sí, las recompensas del diablo son
grandes; no solamente grandes, sino también desastrosas. No hay nada tan
espantoso como los horrores del infierno donde terminarán los que se dejan atrapar
por el enemigo.
Si tú has caído en las trampas del diablo, probablemente hay otros que están
siguiendo tu ejemplo. ¿Cómo enfrentarás el día del juicio si eres culpable de haber
llevado a otros a las trampas de Satanás?
¿No hay esperanza en contra de este enemigo de nuestras almas? ¿No hay
manera de escapar de las garras del diablo? La verdad es que en nosotros mismos no
la hay. Pero hay uno que sí tiene el poder de librarte. Es el Señor Jesús. Él ha
vencido a Satanás por medio de la muerte en la cruz. Él te ofrece las armas
espirituales que mencioné arriba, y con ellas vencerás.
La batalla prosigue con furia.
—Philip Cross Beside the Still Waters
¿A cuál lado te encuentras?
13
SECCIÓN PARA
PADRES
El llamado supremo
Lección 4c
La autoaceptación
Juan 10:10
“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”
Juan 15:4-5
“Permaneced en mí, y yo en vosotros.... Porque separados de mí nada podéis hacer.”
1 Juan 5:12
“El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al
14
2 Corintios 3:5
“No que seamos competentes por nosotros mismos para
pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra
competencia proviene de Dios.”
Observaciones:
Número 5 ~ Sólo se puede lograr una autoimagen correcta cuando
existe una devoción a Cristo.
La sociedad en que vivimos ofrece muchos remedios para quienes
tengan una autoimagen poco favorable. Existe una enorme variedad de
seminarios, libros, y videos sobre este tema. Su objetivo es identificar a un
culpable (generalmente los padres o circunstancias del pasado) y ofrecer
un remedio (generalmente un método de unos cinco pasos que sólo
exigen unos pocos minutos cada día, y que ha elevado la autoimagen de
innumerables hombres y mujeres que luego han llegado a ser gerentes y
presidentes de grandes empresas). Estos métodos suelen lograr ciertos
resultados; es por eso que se cree en ellos. Pero ¿logran desarrollar una
autoimagen equilibrada sin desarrollar un egocentrismo?
La autoimagen, la idea que tenemos de nosotros mismos, es algo
desconcertante. Cuanto más nos centramos en ella, más confundidos
terminamos. Es algo que podemos cambiar, hacerla más agradable, más
aceptable para otros. Hasta podemos hacerla bastante buena, sin lograr
que sea bíblica. A decir verdad, la Biblia no nos dice cómo mejorar
nuestra propia imagen. Lo que sí nos dice es que debemos dar nuestra
devoción a Cristo. Al llamarnos a seguir a Cristo, la Biblia es bastante
severa con el ego.
“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz,
y sígame” (Mateo 16:24). Para que Cristo suba al trono de nuestra vida,
nuestro ego tiene que ser destronado. Cuando eso suceda, la pregunta
importante ya no será: ¿Qué piensan otros de mí?, ni ¿Cómo me valoro?,
ni ¿Tengo un concepto sano de mí mismo? Más bien, nos preocuparemos
por preguntas tales como: ¿Se manifiesta la voluntad de Cristo en mi
vida? ¿Ven los demás a Cristo reflejado en mí? ¿Qué piensan mis amigos
15
de Jesús? El centro de mi atención ya no será el “yo”, sino Cristo. “Y ya no
vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gálatas 2:20).
¿Quiere decir que los cristianos ya no piensan en sí mismos? Pues, no
necesariamente. Lo que en realidad significa es que ya no nos
obsesionamos con nuestra propia persona. Cuando nos centramos en
nosotros mismos, desarrollamos patrones de conducta como el enojo, la
irritación, el rencor, el orgullo, la autocompasión, las quejas, los vicios y la
autocomplacencia.
Al contrario, cuando Cristo es el centro de nuestra vida, desarrollamos
patrones de conducta tales como el perdón, la paciencia, la bondad, la
longanimidad, la humildad, el contentamiento, la disciplina, y el amor. En
medio del gozo y de la tristeza, nos centramos en Cristo, no en nosotros
mismos. Nuestro estado emocional ya no brota del pensar egoísta. Lo que
otros piensan de nosotros es menos importante que lo que piensan de
Cristo. Mostrar el carácter de Cristo a las personas tiene más importancia
que la aprobación que podamos recibir de ellas.
Jesús quiere manifestar su vida en nosotros. Él desea transformarnos
de adentro hacia fuera, hasta que lleguemos a ser como él. Sólo mientras
nos encontremos en este proceso de transformación, en que procuramos
asemejarnos más a Cristo, estaremos en condiciones de vernos a nosotros
mismos. “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un
espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la
misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18). Al
mirarnos en ese espejo, nos vemos como personas que siempre tienen la
necesidad de crecer. Además, descubrimos que no debemos avergonzarnos
por ser una persona necesitada; pues en realidad es un reconocimiento
sano y correcto de nosotros mismos (véase Apocalipsis 3:17).
Cuando toda nuestra confianza se halla en Jesús, encontramos a
alguien en quién regocijarnos. De esa manera, podemos reconocer nuestra
indignidad, nuestra bajeza y debilidad sin pena alguna, para que así la
gloria de nuestra vida sea la de Cristo (1 Corintios 1:26-29). Además, al
confiar enteramente en Jesús, aprendemos que todo logro en el ámbito
16
espiritual sólo se obtiene gracias a él. Jesús afirma esto cuando dice:
“Porque separados de mí nada podéis hacer” ( Juan 15:5). Cuando Jesús vive
su vida en nosotros, y le obedecemos a él en todo, tenemos paz. Nuestra
autoestima ya no fluctuará según el éxito o el fracaso de nuestros
proyectos, puesto que ya no tenemos más proyectos. Sólo tenemos a
Cristo y nuestro deseo es solamente cumplir con su proyecto divino.
Esto debería aclarar el gran contraste entre lo que enseña la Biblia y lo
que enseña nuestra cultura en cuanto a la autoaceptación. Cualquier
intento de mejorar nuestra autoestima sin reconocer nuestra necesidad
continua y sin centrar nuestra atención en Cristo, fracasará. Tales intentos
no son más que un esfuerzo por retener el egocentrismo y a la vez
encontrar sentido, felicidad, y satisfacción en la vida. Por lo tanto, la
conclusión a la cual debemos arribar es que los consejeros que les
prometen a sus clientes felicidad y satisfacción, sin exigirles que renuncien
a sí mismos, y que se entreguen totalmente a Cristo, son ladrones y
salteadores.
e Preguntas de estudio e
1. ¿Cuáles métodos típicos utiliza nuestra sociedad para corregir una baja
autoestima?
2. ¿Por qué nos confundimos cuando simplemente centramos nuestra
atención en nosotros mismos?
3. ¿Cuáles son algunas evidencias que una persona vive centrada en sí
misma?
4. ¿Cuáles son las evidencias de una vida centrada en Cristo?
5. ¿Cuál es la única condición segura en que podemos mirarnos a nosotros
mismos?
6. Mencione tres conceptos de uno mismo que resultan cuando el
propósito de la vida es ser como Cristo.
7. De su experiencia personal, mencione algunos conceptos correctos de sí
mismo que usted ha desarrollado después de centrar su vida en Cristo.
8. ¿Cómo engaña la psicología moderna a la gente?
(Sigue en la página 20)
17
HISTORIA BÍBLICA
LOS PAST ORES Y LOS MAGOS
Mensajeros celestiales anuncian las buenas nuevas
a noche en que Jesús nació, Belén estaba en un profundo silencio. El
pueblo que dormía, no se imaginaba que un gran evento acababa de
ocurrir. En un campo cercano, unos pastores vigilaban sus rebaños.
De repente, una luz gloriosa los iluminó y se les apareció un ángel. Los
pastores se atemorizaron. Pero el ángel les dijo: “No tengan miedo, porque les
traigo unas nuevas de mucho gozo que jamás han escuchado. Hoy ha nacido
Cristo, el Salvador, en un establo en Belén. Lo hallarán envuelto en pañales y
acostado en un pesebre.”
Repentinamente, todo el campo donde estaban se iluminó. Aparecieron
miles de ángeles. Sus voces melodiosas se elevaron en un coro de alabanza:
“Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los
hombres”. Entonces los ángeles desaparecieron tan repentinamente como
habían llegado.
Los pastores se dirigieron a Belén a toda prisa. Allí hallaron al niñito Jesús
tal como el ángel lo había dicho. Ellos les dijeron a José y a María todo lo que
había sucedido.
Después los pastores regresaron a sus rebaños. Iban contando las
maravillosas nuevas a todos los que encontraban en el camino. ¡Cómo
alababan a Dios!
Muy lejos de allí, unos magos habían visto una estrella nueva en el cielo.
Después de observarla, ellos dijeron que era una señal de Dios de que había
nacido un nuevo rey. Rápidamente cargaron sus camellos y salieron con
destino a Israel. Después de muchos días llegaron a Jerusalén. Allí
preguntaron:
—¿Dónde está el rey que ha nacido?
A los magos les dijeron que debía nacer en Belén. Esa noche la estrella que
habían visto los guió hasta Belén. Los guió hasta la casa donde estaba Jesús.
¡Qué contentos estaban los magos de haber hallado a Jesús! Se
arrodillaron y adoraron al niño. Le dieron regalos de oro, incienso, y mirra.
Así fue como Dios proveyó las necesidades de José y María.
L
Lucas 2:8-20; Mateo 2:1-12
18
HISTORIA BÍBLICA
LOS PASTORES Y LOS MAGOS
Mensajeros celestiales anuncian las buenas nuevas
Los pastores escuchan las nuevas que les trae el ángel.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna” ( Juan 3:16).
1. ¿Qué hacían los pastores durante la noche?
2. ¿Quién les dijo a los pastores que Jesús había nacido?
3. ¿Qué guió a los magos hasta donde estaba Jesús?
19
Salmo 139:14-16
“Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus
obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.
No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto
fui formado, y entretejido en lo más profundo de la
tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro
estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego
formadas, sin faltar una de ellas.”
Observaciones:
Número 6 ~ Cada persona fue creada por Dios.
Este concepto se establece en las Escrituras y sus implicaciones son de
vital importancia. Dios ha creado todo nuestro ser: nuestro cuerpo,
nuestras emociones, y nuestro intelecto. Cuando comprendemos esta
verdad fundamental, podemos aceptarnos tal y como somos. En la
actualidad, muchas personas son esclavas de la amargura porque no
pueden aceptar su propia persona. Quizá hallan muy larga la nariz, o muy
grandes las orejas, o muy alta o muy baja la estatura. Tal vez no están a
gusto con el color del cabello, o no se consideran inteligentes, ni rápidos
para correr, o se sienten demasiado sentimentales.
Este descontento interno perjudica de muchas maneras. En primer
lugar, intensifica un concepto negativo de uno mismo. Nuestros
pensamientos acerca de nosotros mismos se impregnarán de resentimiento.
En segundo lugar, este descontento nos roba el agradecimiento. Al
concentrarnos en lo desagradable, pasamos por alto muchas razones por
las que debemos estar agradecidos. Notemos la actitud del salmista: “Te
alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras” (Salmo 139:14).
¡Qué diferencia se observa cuando estamos agradecidos en lugar de
resentidos!
En tercer lugar, semejante fastidio consume una cantidad enorme de
energía mental y emocional. El negativismo agota la mente y el espíritu, y
nos quita la habilidad de pensar sabiamente y con optimismo.
Pero el perjuicio mayor de esta disconformidad es que nos impide una
relación sana con Dios. Puesto que Dios es nuestro Creador, cuando
20
resentimos lo que somos, damos a entender que Dios no supo crearnos de
la mejor manera. Suponemos que nuestros planes son más importantes
que los de Dios para nosotros. Pero “Él sabe todas las cosas” (1 Juan 3:20).
Él sabe qué hemos de enfrentar en la vida. Él sabe cuántos años viviremos.
Él sabe exactamente lo que necesitamos. Además, Dios tiene un propósito
para cada persona. Es seguro que Dios nos creó de manera que estemos
bien equipados para cumplir ese propósito.
Algunos preguntarán: “¿Y qué pasa con aquellos con defectos físicos y
mentales?” Una cosa es aceptar mi estatura alta o baja, pero ¿qué pasa con
la ceguera? ¿Será posible que Dios haya creado a algunas personas con
defectos? Permitámosle al Señor contestar esta pregunta. “¿Quién dio la
boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No
soy yo Jehová?” (Éxodo 4:11).
¿Necesitamos responder por Dios? ¿No son tales su poder y su gracia
que él puede usar la debilidad del ser humano para su gloria? Fanny
Crosby, una autora de himnos cristianos del siglo diecinueve, quedó ciega
a los seis meses como resultado de un mal tratamiento médico. No
obstante, ella llegó a ser una de las personas más influyentes de su tiempo.
Cientos de personas acudían a ella en busca de ayuda espiritual. Un poco
antes de morir, declaró que la ceguera fue una de las más grandes
bendiciones que había recibido del Señor. Además, dijo que si se le diera
la opción de vivir su vida nuevamente, elegiría ser ciega otra vez.
e Preguntas de estudio e
1. ¿Cuáles son algunos razgos comunes que resienten las personas de sí
mismas?
2. Lea de nuevo los versículos del Salmo 139, en varias traducciones si es
posible. ¿Qué más se puede aprender?
3. ¿Cuál es la actitud del salmista acerca de cómo fue creado?
4. Mencione cuatro perjuicios que resultan de no estar conformes con la
manera en que fuimos creados. ¿Puede usted mencionar otros?
5. Mencione algunos casos bíblicos en los cuales Dios obró con mucho
poder a través de la debilidad humana.
6. Si puede, investigue más acerca de la vida de Fanny Crosby. ¿De qué
21
manera habría cambiado su vida si ella no hubiera sido ciega?
7. Nombre algunos razgos de su propia persona contra las cuales usted ha
luchado, deseando ser diferente. ¿Qué le enseña el Salmo 139 con
respecto a estos razgos?
8. Basado en este estudio, describa en un párrafo el punto de vista bíblico
de la autoaceptación.
(continuará en el siguiente número)
—John Coblentz
Usado con permiso de:
Christian Light Publications, Inc.
Harrisonburg, Virginia, EE.UU.
Derechos reservados
Difícilmente logramos reconocer que por lo
general recibimos mucho más en la vida de lo
que damos, y que es sólo con gratitud en el
corazón que la vida se enriquece.
- Dietrich Bonhoeffer
22
1
2
1
1
3
kilo de patatas
chayotes
kilo de huevos
taza de masa
de cebolla picada
1
1
1
1
3
chile dulce
rollo de culantro
hoja de apio
cucharada de achiote
dientes de ajo majados
Ponga a hervir agua en una olla con la cebolla, los ajos, el chile, el
culantro, y el apio. Cuando esté hirviendo, agregue las verduras picadas y
el achiote. Bata los huevos. Luego agrégueles la masa y vuelva a batir
hasta que queden bien mezclados. Haga tortas con la masa y fríalas en
una sartén con poca grasa. Luego pártalas en trozos grandes. Cuando las
verduras estén cocinadas, quítelas del fuego y agregue a la sopa los trozos
de torta. Déjela tapada unos diez minutos antes de servir.
23
SEC C IÓN PA RA
JÓVENES
U N SACRIFICI O QUE VALE LA PENA
El j u i c i o
Capítulo 16a
El juez me miró.
—¿Qué respondes a estos cargos?
A pesar del ataque de migraña que sufría, traté de aclarar mis
pensamientos.
—Señor Juez, según entiendo, hay ocho puntos en la acusación contra
mí:
1. Yo dirigí una reunión de jóvenes el 1 de mayo de 1976.
2. Yo dirigí una reunión de jóvenes en mayo de 1977.
3. Y otra reunión de jóvenes en mayo de 1978.
4. Yo realicé una ceremonia matrimonial ilegal de M. Prutyanu y su
24
esposa en la aldea de Chuchulyeny.
5. Yo dirigí una reunión en Kishinyov.
6. Yo visité a un amigo en el hogar del hermano Kreker en Bendery.
7. Yo visité a unos amigos en el hogar del hermano Azarov en
Leningrado.
8. Yo visité a unos amigos en el hogar de Sofiyevka.
La corte guardó silencio mientras yo hablaba. Yo deseaba volverme para
ver si algunos de mis amigos y familiares estaban presentes, pero me habían
prohibido estrictamente mirar alrededor. Traté de concentrarme en lo que
quería decir:
“¡Por favor, Señor, ayúdame a saber qué decir!”
Con un esfuerzo, continué mi defensa.
”Las tres reuniones de jóvenes son las reuniones que celebramos cada año
en mayo. Yo no fui el único organizador de esas reuniones, aunque fui uno
de los líderes. Esas reuniones se celebraron en un lugar tranquilo y no
causamos ningún disturbio. Las reuniones se llevaron a cabo con
normalidad. Cuando salimos, notamos otros grupos que también realizaban
actividades sociales. Nosotros no cometimos atropellos contra otras
propiedades ni dejamos basura en el lugar.
El juez levantó la mano:
—¿Había niños presentes?
—Sí.
—¿Había niños de edad prescolar? ¿Participaron en los cantos?
—Yo me imagino que sí cantaron, aunque no le presté atención a esa
parte.
El juez continuó el interrogatorio:
—¿Les hablaste de manera específica a los jóvenes en edad de prestar
servicio militar?
—Señor Juez, uno de los hombres me dijo que pronto se iría a prestar
servicio militar, y me pidió que orara por él. Yo le hablé a los jóvenes y los
animé a ser fieles en su tiempo de servicio. Les dije que debían darse a
conocer como creyentes entre sus compañeros.
Después de una pequeña pausa, el juez preguntó:
—¿Confiesa usted que trató de convencer a los hombres de que no
tomaran el juramento militar?
—Yo les dije que debían pensar seriamente en el paso que se les pide. Yo
creo que cada persona debe ser fiel a su conciencia.
25
—Y ¿qué me dice de las otras reuniones? ¿Qué de la reunión en Kishinyov?
Yo sentí el dolor punzante en la cabeza.
—Fue una reunión cristiana como cualquier otra, Señor Juez.
—¿Reconoce usted que desobedecieron a los oficiales que trataron de
dispersarlos?
—Nos encontrábamos en una propiedad privada, y no estábamos
causando ningún disturbio público. Yo traté de explicarle eso al policía.
—¿Qué me dice del incidente del 18 de septiembre de 1978? —continuó
el juez.
—Una pareja joven de nuestra iglesia me pidió que oficiara su ceremonia
de bodas en Chuchulyeny. Ellos esperaban unas 400 personas, así que
levantaron una tienda. El viernes antes de la boda, la policía nos informó que
no podríamos entrar en la aldea porque había sido puesta en cuarentena.
Nosotros entendimos que aquello había sido ordenado por la KGB para
impedir nuestra reunión.
Un murmullo recorrió la corte. Entonces supe que había amigos de la
iglesia y familiares presentes. Me atreví a echar un ligero vistazo hacia un
lado. ¡Sí, había caras conocidas!
”Tuvimos que llegar a la ceremonia a través de los viñedos para evitar los
caminos bloqueados por la policía. Los invitados tuvieron que llegar en
distintas ocasiones y esconderse en la aldea para evitar que muchos llegaran
juntos. Aun la pareja tuvo que salir de Kishinyov el sábado en la noche para
lograr llegar a su propia boda el domingo.
—Pero ¡yo no encuentro ninguna mención de una cuarentena en
Chuchulyeny en el mes de septiembre! —el juez dio a entender que todo era
un invento mío.
—Yo puedo darle nombres de testigos que pudieran confirmar esa
cuarentena.
El juez levantó la mano.
—Entonces, ¿usted reconoce haber oficiado una ceremonia matrimonial
ilegal?
—Señor Juez, no fue ilegal. Primeramente, la pareja fue a la oficina del
registro y se casó allí legalmente. Luego celebramos una boda religiosa para
ellos. Hasta el día de hoy, ellos están casados, y ya tienen un niño. ¿Qué
ilegalidad tiene ese matrimonio?
El juez bufó ligeramente con desdén.
26
—Se le ha acusado de cantar demasiado fuerte, predicar demasiado
fuerte, permitir el ingreso de menores a esa reunión, y liderar una procesión
por las calles. Usted no puede negar esos cargos.
—Yo no creo que hayamos perturbado a nadie. Nosotros usamos
altoparlantes para
dirigirnos al grupo,
pero no los usamos con
mucho volumen. Y por
supuesto que había
niños presentes, como
los hay en toda
celebración de bodas.
—Pero se le ha
acusado
de instruir a
sala de reuniones en la cárcel
niños, lo cual está
terminantemente prohibido.
—Señor Juez, con todo respeto, pero se instruyen a los niños en la
escuela y nosotros sentimos que tenemos el derecho de instruirlos también.
—¡Ajá! ¡Así que usted admite haber instruido a niños. Usted no está
registrado ante el estado para hacer eso.
—Nosotros no estamos de acuerdo con registrarnos.
—¿Por qué rehúsan hacerlo?
—Debido a la legislación sobre religiones.
* * * * * * * * *
El segundo día de juicio llegó. Me acusaron de escribir artículos para
Vestnik Istiny. Dos profesores declararon solemnemente que mis artículos
eran incendiarios, porque levantaban a la gente contra el gobierno.
Resultaba interesante ver hasta qué extremo habían llegado los oficiales
del gobierno para probar que yo era criminal. Para mí era claro que ellos no
deseaban probármelo a mí. Tampoco querían probárselo a los creyentes.
Ellos necesitaban probárselo a sí mismos.
Hablaron más de los niños y su presencia en nuestras reuniones y de
nuestro supuesto levantamiento en contra del gobierno.
Yo traté de mantenerme al tanto de todos los procedimientos, pero mi
dolor de cabeza empezaba a debilitarme.
Presté toda la atención que pude cuando el abogado de la defensa
empezó a hablar después de mi largo juicio.
27
—Señor Juez, éste es un juicio único. El acusado, Mikhail Khorev, ha
sido acusado de violar cuatro artículos.
”El Artículo 142 declara que el que se halla culpable de violar las leyes
que controlan la separación entre la iglesia y el estado, podrá recibir una
sentencia de hasta tres años de cárcel.
”El Artículo 143 declara que el responsable de una actividad con aspecto
de ceremonia religiosa ... que causa daños a la salud de otros ciudadanos
puede recibir una sentencia máxima de cinco años, además de una posible
confiscación de sus bienes.
”También se le acusa con respecto al Artículo 203. Dicho artículo
establece que si una persona con intención difama el sistema político o social
soviético, podrá ser sentenciado a tres años de cárcel.
”Y, finalmente, también el Artículo 203, al acusado se le acusa de haber
organizado actividades colectivas que violan el orden público y pueden ser
castigadas con tres años de cárcel.
”Khorev es acusado de haber violado estos cuatro artículos. Escuchen mi
defensa.
”No se ha probado que Khorev haya instruido a niños sistemáticamente.
Él ya ha sido multado con cincuenta rubles por haber conducido una
reunión sin estar registrado para hacerlo. Esa ofensa no puede ser procesada
de nuevo, y menos si se toma en cuenta que sucedió hace más de dos años.
”Khorev también ha sido acusado de escribir artículos incendiarios para
la revista de su iglesia. Se le acusa de haber escrito ocho artículos, pero él ha
declarado claramente que escribió sólo cuatro de ellos. No tenemos los
artículos aquí en la corte para usarlos en su contra.
Yo no podía concentrarme en lo que mi abogado decía. Traté de prestar
atención mientras él hablaba en mi defensa, y trataba de hacerle ver a la corte
que los cargos no estaban bien fundamentados y que una sentencia menor
era lo apropiado para mí.
—Por favor –continuó mi abogado—, a la hora de dictar sentencia,
consideren el estado de salud de mi defendido. Sabemos que Khorev es un
minusválido de segundo grado. Él tiene tres hijos y una esposa para quienes
debe proveer. La parte acusadora no ha considerado debidamente estas
circunstancias mitigantes...”
El abogado me defendió bien. Yo sabía que él estaba esforzándose.
Luego, en medio del dolor que me anublaba la mente, oí que el juez me
hablaba.
28
—Antes de que dictemos sentencia sobre usted, Mikhail Khorev, ¿hay
algo que quiera decir?
—Por favor, Señor Juez —respondí, luchando por pensar con claridad—.
Estoy sufriendo un terrible dolor de cabeza y no puedo pensar con claridad.
¿Puedo dar mi presentación mañana?
El juez meneó la cabeza al tiempo que me contestaba:
—No. Esto tiene que concluir hoy.
Traté de hablar de manera coherente de los cargos que se me imputaban.
No recuerdo todo lo que dije, pero yo quería que quedara registrado que yo
no era culpable. Concluí mis palabras diciendo:
—Hoy, voy a perder mi libertad, pero no tengo remordimientos porque
sé que soy inocente.
”El cargo contra mí basado en el Artículo 142 es correcto, pero no soy
culpable. Yo sé que he desobedecido lo que ahí dice. Ese artículo ha
oprimido a los cristianos por más de cincuenta años, pero un día el Soviet
Supremo va a cambiar esa parte de la legislación sobre asuntos religiosos.
”Yo me sentiría muy feliz si la corte me declarara inocente y me
permitiera volver a casa con mi familia. Mi hogar y mi familia son muy
preciosos para mí.
Yo me volví para mirar al grupo que me había apoyado.
”Pero les digo, hijos queridos y esposa querida, yo sé que esta noche voy a
dormir en un camastro en la cárcel. Puesto que nunca voy a serle infiel a mi
Señor, estoy preparado para seguir ese camino. Y si mi vida en la cárcel
glorifica a mi Señor más que mi servicio en la iglesia, me regocijaré y le daré
las gracias al Señor aun por el resultado de este juicio.
Me volví nuevamente hacia el juez.
—No tengo nada más que decir.
(continuará en el siguiente número)
—Harvey Yoder
Usado con permiso de:
TGS Internacional
Berlin, Ohio, EE.UU.
Derechos reservados
29
SE CC IÓN PA RA
NIÑOS
La composición qu emada
—¡Ya! ¡Por fin terminé, Mamá! ¿Me la puede leer para ver si está bien?
La señora de Carter alzó la vista y dijo:
—Permítemela.
Cogió las hojas y las examinó.
”Parece bien hecha —comentó después de un rato.
—No tiene ni un borrón. Si escribí bien todas las palabras, creo que
tendría posibilidad de ganar un premio. El escritorio es el premio mayor.
Yo estaré contenta con uno de los libros como premio.
—Creo que mereces un premio, Nettie. Está bien hecha, te expresas
bien, y la copia es muy limpia.
—Mamá, póngale las cintas, por favor. Entonces la guardaré.
Después de amarrar bien la composición con cintas bonitas, Nettie la
guardó. Le había costado mucho escribir una composición bien hecha.
30
Nettie estaba aún en la habitación en que estudiaban ella y sus
hermanas cuando entró su prima, Amy. Estaba sonrojada y con los ojos
llorosos.
—¿Está lista tu composición? —preguntó ella.
—Sí, y Mamá dice que está bien hecha.
—Pues, ¿puedes ayudarme con la mía?
—Pero, Amy, si te ayudo, no calificarás para el premio. Ya sabes que el
profesor Alfaro dijo que no se permite la ayuda de nadie, ni siquiera de los
padres.
—Pero ayúdame, Nettie. Nadie se dará cuenta.
—Eso no sería honrado.
Pero Amy no se dio por vencida. Siguió rogando. Para Nettie era muy
difícil negarle la ayuda. Quería mucho a Amy, y tenía la costumbre de
ayudarle con
las lecciones y
tareas. A la
vez, no quería
participar en
una mentira.
Al ver que
Nettie no
cedía, Amy se
enojó.
Reprochó a
Nettie con
acusarla de
celos, de
egoísmo, y de
motivos
malos. De
repente Amy
agarró la
composición que Nettie acababa de terminar y la arrojó a las brasas
encendidas en la chimenea.
31
—¡Si no me ayudas a ganar un premio, tampoco tú te ganarás uno!
—¡Ay, Amy! —gritó Nettie mientras su preciosa composición se
abarquillaba por el calor del fuego. Pronto no quedó nada de las muchas
horas de trabajo salvo una llama brillante.
Las niñas miraron en silencio la llama de fuego hasta que se apagó.
Observaron atónitas la destrucción causada por un momento de enojo
descontrolado. Amy, lamentándose de lo que había hecho, esperaba que
Nettie la regañara y llorara y que después fueran amigas de nuevo. Pero el
dolor de Nettie era tan profundo que no se enojó. Salió de la habitación
sin pronunciar ni una palabra. Se encerró en el dormitorio y se sentó a
llorar a lágrima viva. Mientras las lágrimas le corrían por las mejillas,
pensaba:
“No vuelvo a hablarle a Amy. No le ayudaré con ni una lección más.
Ella no tenía ningún derecho de quemar la composición. Con cualquier
otra cosa le hubiera ayudado, pero escribirle la composición sería hacer
trampa. ¡No la perdonaré nunca! No me queda tiempo para preparar otra
composición. Hay mucho que hacer en preparación para los exámenes.
Queda sólo una semana. Me pregunto si Amy se siente mal. Espero que sí.
Pero, ¿por qué me siento mal yo? ¿Es esto el perdón cristiano? Hace sólo
un mes resolví no amargarme y conquistar el enojo. Ahora busco
venganza, no quiero perdonar a Amy, y soy mala. ¿Qué hago? No puedo
perdonar a Amy.”
En esta confusión de pensamientos, Nettie primero le echaba la culpa
a Amy, después a sí misma. Al fin se arrodilló y en tono bajo citó el Padre
Nuestro. Con mucha sinceridad, dijo: “ ‘Perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.’ Padre celestial,
ayúdame a perdonarla, así como espero que se me perdonen mis pecados.”
Mientras tanto, una muchacha muy triste y penitente se dirigía
lentamente a su casa. Le molestaba mucho la conciencia. Ella sabía que
Nettie tenía razón de negarle la ayuda. Sabía, además, que ella había
hecho mal. Había hecho mal en pedir ayuda, había hecho mal en enojarse,
y había hecho mal en vengarse de manera tan cruel. Pensó en las muchas
horas que había pasado Nettie ayudándole con los estudios. Pensó en las
ocasiones en que la prima había dejado un paseo con el fin de ayudarla.
32
Antes de llegar a la casa, Amy estaba muy arrepentida.
La siguiente mañana, después de que Nettie había salido para ir a la
escuela, alguien llamó a la puerta de la familia Carter. Cuando la mamá de
Nettie se asomó, vio que era Amy. La cara acusaba tristeza.
—Tía María —dijo Amy, esforzándose por no llorar—, ¿le contó
Nettie de la composición?
—Sí —contestó la señora seriamente.
—¿Cree que me perdonará si trato de arreglar el asunto, tía María?
—No creo que se pueda arreglar, Amy.
—He hecho el intento, tía María. Me costó mucho, pero esta mañana
le conté todo al profesor Alfaro. Dice él que si usted le manda una nota
confirmando que la composición era bien hecha y sin borrones, para él
será igual como si él mismo la hubiera visto. ¡Ay, tía María, favor de
hacerlo!
La señora de Carter besó el rostro de la penitente.
—Si siempre procuras arreglar tan bien tus faltas, Amy, no pasarás
mucho tiempo sintiéndote mal. Ya escribiré la nota.
—¿Ahora me perdonará Nettie, tía María? —preguntó Amy ya con la
nota en la mano.
—Nettie la perdonó del todo antes de dormirse, Amy.
—Me pregunto si yo pudiera ser buena como lo es ella —dijo Amy
llorosa—. Estoy segura de que nunca más trataré mal a Nettie.
Cuando llegó el día del examen, el profesor les regaló a cada una de las
primas una Biblia de bolsillo. Amy se extrañó. El profesor le dijo:
—Te la di en aprecio por haber reconocido tu falta de inmediato y
haber tratado de corregir el daño. Nettie se ganó un premio por estudiar
bien. Pero valoro más que cualquier cosa la amabilidad cristiana y el
perdón que ella mostró cuando le pedí la composición. Ella prefirió
guardar silencio antes que contarme lo que había sucedido.
Esta historia es verídica. Es prueba de cómo nos ayudan la oración, la
restitución, y el perdón hacia el que nos hace mal.
—www.writtentreasures.org
33
Llena los cuadros con las palabras correctas para
leer un secreto de la vida. Las palabras para cada
renglón aparecen debajo del gráfico, pero no están en
el orden correcto. Pon la letra correcta en cada cuadro
para leer el mensaje de izquierda a derecha.
LO ME YO CORRECTO OTRO
IMPORTAR HE ALGÚN HACER SIN
QUE HACER RESUELTO LO PIDA
(Las respuestas se encuentran en la página 9.)
V ER S Í CULO DE M EMOR IA
“En la integridad de mi corazón
andaré en medio de mi casa. No pondré
delante de mis ojos cosa injusta” (Salmo
101: 2 y 3).
34
B
ien predica
quien bien
vive.
¡GRATIS!
Si desea recibir La Antorcha de la Verdad
bimestralmente, pídala a esta dirección:
La Antorcha de la Verdad
Apartado #15, Pital de San Carlos, Costa Rica, C.A.
Si usted tiene alguna pregunta, o si necesita ayuda espiritual, estamos
a sus órdenes. Puede consultar a una de estas direcciones:
Santa Biblia
Santa Biblia, para mí eres un tesoro aquí;
Tú contienes con verdad la divina voluntad;
Tú me dices lo que soy, de quien vine y a quien voy.
Tú reprendes mi dudar; tú me exhortas sin cesar;
Eres faro que a mi pie, sigue guiando por la fe
A las fuentes del amor del bendito Salvador.
Eres infalible voz del Espíritu de Dios;
Que vigor al alma da cuando en aflicción está;
Tú me enseñas a triunfar de la muerte y el pecar.
Por tu santa letra sé que con Cristo moraré.
Yo, que tan indigno soy, por tu luz al cielo voy;
¡Santa Biblia! para mí eres un tesoro aquí.
Usado con permiso
Publicadora Lámpara y Luz
de: Himnos de la iglesia
“Tenemos ... la palabra ... a la cual hacéis bien
en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro...” (2 Pedro 1:19).

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