Carlos Ortiz Rosas renunció por violar derechos

Transcripción

Carlos Ortiz Rosas renunció por violar derechos
Carlos Ortiz Rosas renunció por violar derechos laborales que derivaron en demandas
Jueves, 26 de Febrero de 2009 08:04
Fermín Alejandro García / La Jornada de Oriente
La supuesta renuncia “voluntaria” de Carlos Ortiz Rosas como delegado de la Secretaría del
Trabajo y Previsión Social (STPS) no es creíble; todo parece indicar que su salida se debió al
acoso laboral que este funcionario ejerció en contra de un grupo de inspectores federales del
trabajo, y eso derivó en una serie de litigios, mismos que están a punto de ganarle a la STPS y
que provocarán una sangría económica a las arcas de dicha dependencia.
Y es que dicho asunto es una auténtica vergüenza para la STPS, no solamente porque la
dependencia encargada de vigilar la aplicación de la Ley Federal del Trabajo violó los derechos
laborales de sus propios inspectores, sino porque además no les pudo ganar una serie de
litigios ni mucho menos los pudo despedir.
Carlos Ortiz es un personaje que antes de ser funcionario del gobierno federal ocupó varios
cargos gerenciales en organismos empresariales de Puebla. Cuando llegó a la STPS buscó
que las actividades favorecieran los intereses de empresarios locales, suspendiendo muchas
de las revisiones a instalaciones industriales riesgosas, pero se topó con la oposición de siete
de los nueve inspectores que tiene la Secretaría en Puebla.
Además, estos inspectores eran vistos como “enemigos” por no simpatizar con el PAN, y eso
llevó a Ortiz Rosas a buscar echarlos a como dé lugar, sin importar que sus acciones contra los
trabajadores llegaran a paralizar la delegación de la STPS.
En agosto de 2008 se documentó el conflicto en este espacio. En esa ocasión narró que a siete
de los nueve inspectores del trabajo que tiene la delegación de la STPS de un día para otro les
quitaron su base laboral y los convirtieron en empleados de confianza, con lo que les redujeron
el salario, les quitaron prestaciones, vales de despensas y los premios que tenían por
puntualidad y eficiencia; es decir, le hicieron todo aquello que prohíbe la Ley Federal del
Trabajo.
La intención de Carlos Ortiz era doblar a los trabajadores, llevarlos al hartazgo y conseguir que
se fueran; para ello generó situaciones extremas en la delegación, como fue en una ocasión
que le dieron el pitazo de que iban a entregar una notificación para una audiencia como parte
de un juicio laboral que iniciaron los inspectores, entonces el funcionario mandó a suspender
labores en la delegación de la STPS para de esa manera no pudieran dejar el citatorio en
cuestión.
Cuando el notificador llegó se encontró cerrada la delegación, y entonces le reclamó al policía
que todavía no era la hora de cierre de oficinas, a lo cual el uniformado le respondió que por
órdenes superiores había cambiado el horario. Todo eso se hizo para evitar que se entregara
un documento en la Oficialía Mayor de Partes; sin embargo, los inspectores resistieron, y luego
de agosto del año pasado sufrieron nuevas acciones de hostigamientos que fueron las
siguientes:
Como los inspectores seguían asistiendo a laborar de manera normal, pese al acoso en su
contra, sin que existiera una justificación, les empezaron a retener una parte de su salario,
mismo que ya les habían bajado.
Eso derivó en que los afectados presentaran una segunda demanda contra la STPS y el
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Carlos Ortiz Rosas renunció por violar derechos laborales que derivaron en demandas
Jueves, 26 de Febrero de 2009 08:04
delegado Carlos Ortiz Rosas.
Pese a esa nueva presión, los inspectores siguieron resistiendo el embate. Eso llevó a la
desesperación a Ortiz Rosas, quien entonces decidió correr a dos de los trabajadores que
habían iniciado los litigios, pero la delegación se olvidó de sustentar las causas por las que se
rescindía a estas personas.
El peor de los absurdos es que a los trabajadores, luego de que fueron despedidos
oficialmente, la delegación de la STPS les pagó sus salarios íntegros en la siguiente quincena.
Se los depositó en la cuenta de nómina bancaria; entonces Carlos Ortiz les mandó una
notificación para que regresaran el dinero y personalmente se lo dieran a él mediante un
cheque de caja.
El asunto de los dos rescindidos y el acoso para que regresaran el dinero que les pagó la
STPS derivó en un tercer litigio contra la delegación de la STPS.
En la sede central de la STPS, cuando se enteraron de lo que ocurría, pasaron del asombro a
la indignación. Por esa razón en una ocasión se presentó en Puebla un funcionario encargado
de las delegaciones de la secretaría. Su intención era entrevistarse con los inspectores que
protagonizan el conflicto, pero no los encontró, porque ese día Carlos Ortiz los mandó a
diversas comisiones para evitar que fueran interrogados.
Y es que Carlos Ortiz cree que escondiendo los problemas o mandando a cerrar las rejas de la
delegación de la STPS se solucionan los problemas. En una ocasión mandó una carta a La
Jornada de Oriente en donde sostenía que no existía la inconformidad de los inspectores, pese
a que ya estaba en curso la primera demanda laboral.
Los inspectores finalmente fueron citados en la ciudad de México para que acudieran a explicar
a la Secretaría del Trabajo lo que estaba pasando, y obviamente los convocaron sin que se
enterara Carlos Ortiz, para que no buscara frenar las entrevistas.
Al final se dieron cuenta, en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, de la serie de
problemas que se habían generado por las paranoias de Carlos Ortiz y, sobre todo, el poco
respeto que este personaje tiene de la Ley Federal del Trabajo; luego de eso se generó la
“renuncia voluntaria” del delegado.
Carlos Ortiz estuvo siete años en la delegación de la STPS, y en ese periodo los trabajadores
sufrieron hostigamiento y malos tratos, además de que las inspecciones a las instalaciones
industriales de alto riesgo se dejaron de hacer de manera adecuada, ya que los encargados
eran perseguidos. Hasta ahora se ignora cuáles son los peligros que se enfrentan en Puebla
por dicha situación.
Lo más vergonzoso de todo esto es que Carlos Ortiz ahora se incorpora a las actividades
académicas de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la cual es una
institución que camina como el cangrejo, siempre para atrás, intentando defender lo más
ominoso de la derecha poblana.
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