Capitán FAP José Quiñones

Capitán FAP José Quiñones
Héroe Nacional del Perú, cuya vida y acción ejemplar sirven de inspiración a los
jóvenes peruanos a ser firmes en sus principios éticos y morales, así como
coherentes entre su pensamiento y acción.
En Pimentel, apacible puerto de las costas de Chiclayo, Lambayeque, en el norte del
Perú, nació José Quiñones Gonzales, el 22 de abril de 1914.
Durante sus estudios primarios en el Colegio Nacional San José de Chiclayo se
familiarizó con los planeadores, que aprendió a volar. Su sed de conocimientos y la
práctica intensiva de los deportes forjaron su carácter metódico y disciplina intelectual.
En marzo de 1935, Quiñones ingresó como Cadete de primer año en la “Escuela
Central de Aviación Jorge Chávez” de Las Palmas, al sur de Lima. Muy pronto,
revelaría sus condiciones para el vuelo. En efecto, sólo necesitó 4 horas y 40 minutos
de instrucción para quedar expedito para realizar el vuelo “Solo”, el cual lo hizo en
forma impecable.
El 21 de enero de 1939, en la ceremonia de clausura de la Escuela Central de Aviación
y graduación de la nueva promoción de pilotos, recibió su despacho de Alférez de
Aeronáutica, su brevete de piloto militar, así como un diploma y una pulsera de oro por
ser el piloto de caza Nº1 de su promoción “Comandante José L. Raguz”.
Durante la exhibición de vuelos que realizó ese día, sorprendió a la tribuna oficial en la
que se hallaba el Presidente de la República y otras autoridades del la nación, al
efectuar un espectacular vuelo invertido, a sólo metro y medio del suelo, en un avión de
alta acrobacia como era entonces el Caproni 113, lo cual hasta ese momento no se
había realizado en el país.
En las tres Unidades Aéreas donde prestó servicios, Quiñones demostró sus destrezas
y habilidades de piloto, que iban convirtiéndose en leyenda. Podemos mencionar que
además de integrar el equipo de ases acrobáticos, junto a oficiales de gran experiencia,
conformó el primer grupo de paracaidismo militar de Sudamérica.
El 23 de julio de 1941, en el Conflicto Armado con el Ecuador, se le designó para
cumplir una misión de ataque aéreo a las tropas invasoras en la zona denominada
“Quebrada Seca”. Después de varias incursiones su avión fue alcanzado por una
intensa ráfaga enemiga y lejos de salvarse saltando en paracaídas, dirigió su nave
contra aquellas ametralladoras, las que destruyó totalmente. Se convertía así en
histórica realidad sus perentorias palabras. “ El piloto, llegado el momento, tiene el
deber de llegar hasta el sacrificio”.
El 10 de mayo de 1966, el Congreso de la República lo declaró Héroe Nacional
disponiéndose en la misma Ley 16126 que el 23 de julio de cada año se conmemore el
Día de la Aviación Militar del Perú, en homenaje al epónimo aviador peruano.
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