Absurdah/Libros

Transcripción

Absurdah/Libros
OPINION
ABSURDAH,
OTRA MANERA
DE VER
Absurdah es un vibrante testimonio
que refleja la realidad de miles de
adolescentes. La autora impacta con
la historia de su vida, contada con
crudeza y coraje, logrando cautivar a
lectores y medios de comunicación.
POR MARÍA SOLEDAD CASTRO
Una historia para no olvidar
Es increíble lo que un libro puede suscitar en nosotros,
las emociones, los sentimientos encontrados, las
ganas de responder a quien escribe. Los deseos de
gritar a los cuatro vientos que hay cosas dichas en
él, que han sido vividas por otros, miles de veces; tal
vez de manera diferente, pero seguramente con la
misma intensidad.
Después de leer Absurdah, el libro de Cielo Latini, la
adolescente de 21 años que “luchó contra su propia
locura”, a uno se le puede ocurrir varias cosas para
decir, para reflexionar, para comentar.
Por un lado, se puede opinar con respecto al libro,
como obra literaria, o bien brindar una reflexión
sobre el tema, es decir, sobre la problemática
expuesta por esta adolescente: los padecimientos
que vivió debido a los desórdenes alimenticios y,
más precisamente, a causa del severo trastorno de
la personalidad que experimentó en carne propia.
Interesa aquí explorar la problemática que el libro
plantea e indagar acerca de la forma en que los
medios de comunicación en general, trataron el
caso “Cielo Latini”.
Empieza el espectáculo
Durante el mes de septiembre se instaló en los
medios del país, un tema que parecía olvidado por la
sociedad, o por lo menos, dejado de lado: Anorexia
y Bulimia, lo que algunos llaman: “las caras de una
misma moneda”.
Al presentar su autobiografía, Cielo Latini se
convirtió en el epicentro del debate que se generó
a los largo de varias semanas, en radio, TV, revistas,
diarios e Internet. Todos pusieron su atención allí y
comenzó “el gran circo”, una vez más. Los medios
de Argentina hablaron sobre Bulimia y Anorexia
mañana, tarde y noche, en torno al testimonio de la
autora.
Sabemos que la TV es ante todo, espectáculo.
Siempre y cuando éste se haga bien, con respeto y
sin confundir a la gente, bienvenido sea.
Pero si no es así, como ocurrió en varias
oportunidades con este tema, excluyendo contadas
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excepciones, no deja de ser una masa amorfa de
contenido, pensado sólo para obtener alto rating, y
cumplir con el tema que está en boca de todos.
Si tratamos asuntos serios, pues lo hagamos como
corresponde: con seriedad, intentando buscar el
meollo de la cuestión.
La exposición mediática de la adolescente devenida
en heroína (así decidieron presentarla los medios)
luego de recuperarse de la anorexia y bulimia, no
tuvo límites.
El caso se mostró al público de manera desmedida,
como si no hubiera sido suficiente el hecho de que
la joven se desnudara a sí misma a través del relato
conmovedor de su historia personal. Pero tal vez, lo
peor de todo esto, fue la forma en que se hizo y no
cuántas horas se hayan dedicado al asunto.
Luz, cámara, acción
Cielo Latini en… Almorzando con Mirtha Legrand,
Telenueve, Mañanas Informales, Informe Central,
De todas maneras, en Newsweek, Para ti, en
Rolling Stone, Página 12, Noticias. También fue
entrevistada por Mario Pergolini en Rock & Pop, por
Andy Kusnetzoff en La Metro y recibió además una
propuesta para hacer la película de su vida.
Sumando a lo anterior, Absurdah, su libro “autobiográfico”, se convirtió en best-seller a menos
de dos semanas de su lanzamiento, dato de suma
importancia, que desencadenó en un éxito sin
precedentes, logrado en muy poco tiempo, por una
persona de su edad.
La obra cuenta la historia de su vida, habla de
sus trastornos emocionales, de un amor obsesivo
no correspondido que la hizo sufrir hasta límites
insospechados, de su etapa de anoréxica y bulímica,
de un intento de suicidio, de autoflagelaciones y de
la enfermedad que le diagnosticaron: trastorno de
la personalidad fronteriza o borderline.
Con Absurdah nos enteramos que Cielo tuvo una
página de Internet pro-anorexia: “Me cómo a mí”,
en la que adoraba junto a sus seguidoras (chicas de
todo el mundo) a las “deidades”, Ana o Mía (según
si eran anoréxicas o bulímicas) acariciando día a
día el espeluznante resplandor de la muerte, que
azotaba sus cuerpos y almas.
Con el tiempo se arrepintió de haber dado consejos
y militar por lo que consideraba “un estilo de vida”
y no una enfermedad. La autora acepta que su
error fue creer que todas las chicas que la leían en
la web podían “controlar la enfermedad” y burlar
a la muerte.
Si bien su testimonio respecto al tema es muy
interesante y nos permite pensar y repensar sobre
estas patologías, quizás fue un error tomar a
Cielo como el ejemplo de la anoréxica que volvió
a la vida, superándolo todo, cuando en realidad su
padecimiento iba más allá de la bulimia y anorexia,
tal como lo explica el libro.
En uno de los capítulos finales, aclara que en realidad
sufre de personalidad borderline, lo que la llevó a
autodestruirse, a través de desórdenes alimenticios,
automutilaciones e intentos de suicidio.
Es decir, el problema estaba en otro lado. A mi
entender, hubiera sido mejor que los medios de
comunicación abordaran el tema desde donde
merecía y no desde donde más convenía. Tal vez
se hubiera aportado más a la gente, indagando las
verdaderas causas del padecimiento de esta mujer,
que dicho sea de paso, es un trastorno de miles de
personas alrededor del mundo.
Lo que no deja de preocupar
Anorexia y Bulimia son desórdenes de la alimentación
que se desencadenan de la confluencia de diversos
factores como: los culturales (modas que implican
un tipo de vestimenta, un tipo de formas, un
exigente concepto de belleza poco ligado a la
realidad), la influencia negativa de los medios de
comunicación al respecto, pero también se debe
a factores educativos y familiares. El hogar juega
aquí un papel muy importante. A veces el exceso de
proteccionismo deja poca iniciativa al individuo, de
manera tal, que no se educa a los hijos para saber
enfrentarse a la vida, sino fomentando la falta de
habilidades para tomar decisiones progresivamente
más importantes.
También
inciden
trastornos
temporales
(circunstancias de vida difíciles) y por último,
factores de vulnerabilidad personal: no aceptarse
como persona, tener una baja autoestima, falta
de seguridad, ser demasiado perfeccionistas, tener
autoexigencias desmedidas, preocuparse en exceso
por lo que los demás piensen de uno, percibir que
se tiene poco control sobre la propia vida, ser poco
habilidosos en las relaciones sociales.
Todo ello se convierte en un perfil psicológico que
conforma el caldo de cultivo adecuado para el
desarrollo de este tipo de enfermedades.
Como reflexión final, podemos rescatar que sólo
analizando las causas, las razones desencadenantes
de este tipo de trastornos, encontraremos el lugar
desde donde prevenir, construir positivamente,
atacando las posibles raíces oscuras del problema.
Por supuesto, nos queda pendiente arrojar luz sobre
el mayor problema que tuvo la joven: personalidad
fronteriza.
Lo positivo: El libro. Es
un excelente mecanismo
terapéutico, no sólo
para su autora, sino para
cualquier persona que haya
protagonizado o haya sido
testigo de padecimientos
similares.
Lo negativo: Abordar el tema
desde lugares comunes, sin
aportar nada nuevo.
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