Una brusca reducción del tipo de gravamen como medida anti

Transcripción

Una brusca reducción del tipo de gravamen como medida anti
Una brusca reducción
del tipo de gravamen
como medida anti-crisis.
Armando Bronca
1
ÍNDICE
1. Introducción…………………………………………………………………….3
2. La economía española en crisis……………………………………………..3
2.1. El paro………………………………………………………………………..4
3. Empresa VS socio - La empresa como generadora de empleo………..5
4. ¿Qué proponemos y qué perseguimos?.................................................7
4.1. Propuesta…………………………………………………………………...7
4.2. Los objetivos…………………………………………………………….....8
4.3. Un ejemplo del efecto sobre el empleo…………………………….....9
4.4. Los efectos sobre el bienestar- El caso de Irlanda………………..11
4.5. La medida en España…………………………………………………...11
4.6. ¿Por qué no hacer un paraíso fiscal?..............................................12
4.7. ¿Por qué actuar por la vía del tipo impositivo y no por vía de
deducciones?.....................................................................................12
5. La factibilidad de la medida y los problemas que plantea …………….13
5.1. ¿Hay margen para bajar los tipos en España? ……………………..13
5.2. Otros problemas de la medida………………………………………....16
5.2.1. La oposición de Europa…………………………………………..16
5.2.2. La necesidad de efectuar reformas complementarias……...17
6. Perspectivas a largo plazo…………………………………………………..17
6.1. La necesidad de un sistema fiscal justo……………………………..17
6.2. La carrera por los tipos bajos………………………………………….18
7. Conclusión……………………………………………………………………..18
8. Bibliografía…………………………………………………………………….. 20
2
1. Introducción
En el presente trabajo se va a proponer una reforma del impuesto de
sociedades, que persigue la solución de algunos de los problemas económicos
y sociales que han venido de la mano de la crisis económica mundial.
En una primera sección, vamos a describir cuáles son los principales
problemas a los que se enfrenta la economía española como consecuencia de
la crisis. En ella, el paro, que casi alcanza los 5 millones de personas tendrá un
papel protagonista.
Posteriormente, hablaremos de qué puede hacer la empresa por aliviar
este inconveniente, centrándonos en explicar el papel de la misma como
institución creadora de empleo y bienestar. En el mundo actual, la gran mayoría
de los ciudadanos trabajan en empresas, por lo que desde el sector público
utilizando la política fiscal, se debe fomentar la creación y establecimiento de
esta institución en nuestro país. Por ello, nosotros proponemos una fuerte
reducción del tipo de gravamen del impuesto de sociedades para que soporten
un menor coste, que incentive la creación de empresas, la atracción de otras
internacionales y la expansión de las ya existentes.
Descrita la propuesta en profundidad, pasaremos a evaluarla y se
hablará de sus principales efectos positivos e inconvenientes, acentuando la
repercusión sobre el empleo del país y se analizará cómo luchar contra la
posible reducción de recaudación del Estado y las consecuencias sobre la
justicia del conjunto del sistema fiscal.
2. La economía española en crisis
En aras de analizar cómo se puede reformar el impuesto de sociedades
para mejorar la maltrecha economía española, habrá que previamente analizar
cuáles son los mayores problemas que encontramos y sobre todo, cuáles de
ellos pueden aliviarse utilizando el instrumento de política fiscal que es el
mencionado impuesto.
Quizás, el síntoma más notorio de crisis en España lo vive el mercado
laboral. A día de hoy, muchas son las empresas que están siendo arrastradas
por la insistente recesión y, a consecuencia de ello, nos encontramos con la
escalofriante cifra de casi cinco millones de parados en nuestro país. La falta
de empleadores por culpa de un consumo interno deprimido, junto con una
estructural falta de cultura emprendedora hace necesaria una intervención de la
política fiscal para paliar la destrucción de puestos de trabajo.
A la fragilidad del mercado laboral, se unen otros factores que nuestra
economía sufre desde mucho antes de la llegada de la crisis y que no ayuda en
3
absoluto a la recuperación, como son la dependencia del exterior (que se
manifiesta en un elevado déficit comercial), un déficit de las administraciones
fundamentalmente debido a la falta de actividad económica del país y un
sistema bancario muy endeudado con créditos inmobiliarios. Este último
problema genera además uno todavía mayor: la falta de crédito a las
empresas. Si el sistema bancario no concede créditos, siendo éste la palanca
de la economía, muy difícilmente se crearán o ampliarán empresas. De todos
estos problemas, hay muchos que sin duda alguna, pueden mejorarse, tocando
las teclas acertadas de nuestro sistema fiscal.
A continuación desarrollaré con datos y evidencias el más problemático
de ellos, el paro, que supone además un elemento que claramente es mucho
más pronunciado en nuestro país, lo que sugiere la adopción de medidas
específicas y no las comunes que están adoptando todos los países de nuestro
entorno.
2.1 El paro
Este es un problema estructural con el que nuestro país lleva
conviviendo durante años y que merece especial atención. Desde la llegada de
la democracia, España ha mantenido tasas de desempleo muy superiores a
sus vecinos europeos, sin que haya sido capaz de combatir este problema de
manera efectiva. Como vemos en el gráfico 1, ni siquiera en el mejor momento
de la economía española, en 2006, la tasa de paro bajó de un 8%. Con la crisis
económica, la situación se agravó muchísimo, alcanzando una cifra de
4.910.200 parados y un tasa del 21,3.1
Desde ciertos sectores se insiste en echarle la culpa al sector de la
construcción, pero lo cierto es que desde hace muchos meses, el desempleo
está aumentando en todos los sectores, incluso en la actualidad, es el sector
servicios el que más puestos de trabajo está destruyendo.
Gráfico 1
1
EPA (Encuesta de población activa) del Primer Trimestre de 2011, INE
4
No podemos seguir mirando hacia otro lado, echándoles la culpa a los
demás. Hay que actuar de manera drástica para mejorar una situación que no
se ha producido en ningún otro país del mundo desarrollado, ni siquiera en
EEUU o Reino Unido, con similares burbujas inmobiliarias y excesos en el
sector de la construcción. Por ello, vistos los fracasos que toda iniciativa del
gobierno ha tenido en su intento de revertir esta destrucción de empleo,
sugerimos una agresiva incentivación fiscal encaminada a la atracción y a la
creación de empresas.
Gráfico 2
Fuente: Eurostat
Tal y como muestran las gráficas, España se encuentra en una situación
desorbitadamente alejada de la media de los países que forman la UE. En
concreto, con los datos de Eurostat, nuestro país soporta un desempleo del
20,7% en comparación con el 9,5% que representa la media de Europa 27. Por
su parte, EEUU tenía un desempleo del 8,8% y Japón del 4,6% 2. Por lo tanto,
este es un problema español, en el que se deben aplicar soluciones
innovadoras, que van a estar poco relacionadas con lo que hagan nuestro
vecinos, que no sufren el mismo problema.
3. Empresa VS socio - La empresa como generadora de empleo
Vistos los problemas fundamentales ante los que se enfrenta la
economía española, expondremos nuestra visión del papel que tiene la
empresa en la sociedad y cómo puede ayudar a soliviantar las dificultades.
A nuestro juicio, la empresa es una fuente de puestos de trabajo de los
que se nutren los españoles. Es la institución creadora de bienestar en la
sociedad moderna, hasta el punto que de su éxito depende la prosperidad, la
riqueza e incluso la subsistencia de cientos de millones de personas en el
mundo. Es la empresa la que mediante la creación de empleo la empresa es
2
Eurostat
5
capaz de proporcionar ingresos a la inmensa mayoría de los habitantes del
planeta para que puedan comer, vestir y disfrutar del ocio. Sin ella, la sociedad
se retrotraería a la edad media, o a una forma de vida organizada en tribus
primitivas.
En definitiva, la empresa es el empleador por excelencia, la institución
creadora de trabajo y ello repercute en la bienandanza de toda la sociedad. Y
es a partir de la actividad de esta y de la remuneración sus trabajadores como
se acelera la economía mediante el consumo y además, es la forma por la que
el Estado consigue ingresos mediante el pago de impuestos de todas las
personas empleadas (vía IRPF, IVA y otros impuestos indirectos).
Además de ser la principal institución que proporciona salario a la
población, en las últimas décadas ha sido la empresa, en su búsqueda de
productos innovadores para maximizar sus beneficios ha sido la que ha
conducido el progreso tecnológico en el mundo. El nivel de vida y muchas de
las comodidades de las que gozamos en la actualidad son gracias a la
empresa y al mercado, que ha contribuido a incentivar a los individuos
innovadores.
En este punto quiero hacer una aclaración que debe permanecer en
mente del lector durante toda la exposición del trabajo. En una sociedad que
quiera considerarse justa, es absolutamente necesario que exista una
redistribución de la riqueza, penalizando a los más acaudalados (los que
presenten una mayor capacidad de pago) para favorecer a los más
desfavorecidos. Por ello, veo absolutamente necesario un impuesto sobre la
renta de las personas físicas progresivo, que trate de reducir las
desigualdades. Sin embargo, nosotros defendemos que esto debe aplicarse
exclusivamente a las personas físicas.
Vistos los beneficios que proporciona a la sociedad, nos cuesta buscar
una justificación sostenible a por qué se gravan los beneficios que generan
estas instituciones. Somos partidarios de reducir significativamente la
tributación de las sociedades, y en su lugar, gravar de manera progresiva a
aquellos socios que se lucren retirando los beneficios. Si están muchas de las
confesiones religiosas exentas de tributar por las actividades que presta a la
sociedad, cómo no lo va a estar una entidad que en nuestra opinión
proporciona unos beneficios mayores como son el dar trabajo a millones de
personas.
En definitiva, estoy haciendo hincapié en la necesidad de visualizar la
separación entre el socio de una empresa, y la empresa en sí. Y quiero
resaltarlo claramente, porque creo que es un concepto que en la sociedad se
confunde. Continuamente se señala a la empresa como si fuese una persona
rica, y por lo tanto se pide “que pague más impuestos”. Cada vez que aparecen
en los medios de comunicación una noticia sobre los 8000 millones de euros
6
que gana el Banco Santander, es frecuente oír opiniones demandando que
pague más impuestos.
En este trabajo defendemos que mientras entre sus accionistas no se
reparta este beneficio, no hay persona física que se lucre, más allá de sus
trabajadores. Toda demanda de que pague más impuestos solo ocasiona
incrementar sus costes, originando un más que probable despido de personal,
lo que ocasionaría un perjuicio para la sociedad. Mientras no salgan de la
empresa hacia sus socios, nadie puede disponer de este dinero a título
personal. A lo sumo, se puede argumentar que ha habido un incremento de la
capacidad de inversión y por ende, su capacidad de contratar trabajadores. Y
esto, en nuestra opinión, es muy positivo para la economía y la sociedad en su
conjunto, y no debe penalizarse con impuestos.
Hecha esta reflexión sobre la empresa, queremos dejar bien claro e
insistir en que deberá exigirse una tributación progresiva cuando los socios
retiren esos beneficios de la sociedad. No se está defendiendo, pues, que los
beneficios de una empresa queden impunes de gravamen en todo caso, sino
que se está condicionando su tributación al enriquecimiento de una persona
física. Con el reparto de dividendo es cuando hay alguien (en concreto, los
socios) que aumenta su capacidad de pago y sin duda alguna deberá soportar
un impuesto en su justa medida.
Es más, criticamos el sistema actual, en el que los dividendos tributan a
un 19% (o 21%) en la base del ahorro para todo contribuyente, sin atender a
criterios de progresividad. Como indicaremos más adelante, queremos
introducir mayor tributación, y sobre todo, más progresiva a los rendimientos
obtenidos por los dividendo ingresados.
Llegados a este punto, vistos los principales problemas de la economía
española, habiendo expuesto nuestra visión sobre el papel de la empresa en la
sociedad y habiendo argumentado nuestra postura criticando un sistema
tributario que grava injustificadamente a la empresa olvidándose de la
capacidad de pago del beneficiario de esos beneficios (el accionista),
pensamos que es buen momento para concretar nuestras propuestas.
4. ¿Qué proponemos y qué perseguimos?
4.1 Propuesta
Proponemos una reducción agresiva del tipo de gravamen del impuesto
de sociedades hasta un testimonial 7% para todas las empresas. No se trata se
un bajada marginal, sino una auténtica apuesta por un tipo notoriamente
inferior al de nuestros socios europeos. Proponemos esto, primero, porque
pensamos que a corto plazo, va a ayudar a solucionar los problemas de la
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economía española, y en concreto, el elevado desempleo. Y en segundo lugar,
porque no nos parece justo gravar a una entidad que proporciona el mayor
beneficio que puede tener una persona en la sociedad actual: un salario con el
que vivir. Ahora bien, esta reducción deberá verse adecuadamente
compensada y articulada por una justa imposición a aquellas personas, que se
lucran personalmente del beneficio de la empresa.
A continuación iremos explicando las razones que nos han llevado a
pensar en los efectos positivos que tendría esta medida en la economía
española. Somos conscientes de que esta propuesta no es la panacea, y que
por ello, van a existir numerosos inconvenientes y críticas en esta medida que
posteriormente analizaremos. Además, sin un adecuado plan global, que
mejore otros aspectos de la economía que incidan en la empresa, el efecto de
esta medida difícilmente se alcanzará.
4.2 Los objetivos
El fin último de esta propuesta es acabar con el desempleo de la
economía por tres vías. Por un lado, queremos atraer grandes empresas
extranjeras a España, para que instauren en nuestro país establecimientos
permanentes que contraten a mano de obra nacional. En segundo lugar,
buscamos que las empresas ya existentes vean reducido el coste que supone
el impuesto de sociedades (siempre que lo paguen, es decir, siempre que
existan beneficios) en aras de ampliar su capacidad productiva y poder
contratar más personal. A continuación expondré un ejemplo simple para
observar este efecto.
Por último, buscamos fomentar el autoempleo, creando un incentivo al
emprendedurismo. Recientemente, según datos del Informe GEM del Instituto
de Empresa Business School sólo en 2010 la tasa emprendedora descendió
un 15,7%3. Este informe señala que algunos de los motivos que parecen
ahuyentar a los emprendedores son la falta de incentivos, o los numerosos
gastos y trámites burocráticos que suponen la creación de empresas. Esta
medida pretende enviar una señal a muchos de los parados que hay en
España, diciéndoles que si tienen una idea que realizar, podrán beneficiarse de
una medida que les permitirá pagar menos impuestos por desarrollarla.
Hago un especial hincapié en la importancia de acelerar la creación de
empleo. Si esto no se consigue, la demanda interna del país seguirá muy débil
y la recuperación económica será muy complicada. Tras numerosas iniciativas
realizadas por el gobierno, buscando la reducción del paro, la situación no ha
mejorado. Por poner un ejemplo, Fondo Estatal de Inversión Local, el llamado
Plan E, supuso un desembolso de más de 8000 millones de euros 4 en el
3
4
Informe GEM del Instituto de Empresa Business School
Ministerio de Política Territorial
8
fomento de obras públicas sin que el efecto apenas se sintiera en el empleo.
Por ello, ha llegado la hora de afrontar el problema desde otra perspectiva,
mediante la atracción de empresas, que son al fin y al cabo, las instituciones
creadoras de empleo cualquier país.
Además de una mejora del empleo, se busca reducir el déficit comercial
del país. Si muchas empresas localizan su producción en España, creando
fábricas y establecimientos permanentes, es bastante razonable pensar que
aumentarán los productos fabricados y con ello las exportaciones, y quizás
reduciendo las importaciones. Gracias a esta medida, se podría resolver el otro
de los grandes desequilibrios de la economía española, que es su déficit
comercial.
Por último, proponemos esta medida como solución a la evasión fiscal.
Una alta tributación genera incentivos a la eludir impuestos, sobre todo, si la
sociedad no contempla cierta justicia en el sistema. El despilfarro, la mala
gestión de los gobiernos y la falta de transparencia del sector público pueden
incentivar la evasión fiscal, sobre todo, si esta última es muy alta. Por ello, si se
reduce la tributación de las sociedades, quizás pueda reducirse la evasión,
aunque falte transparencia y eficiencia en las administraciones públicas.
4.3 Un ejemplo del efecto sobre el empleo
Creemos que es muy importante señalar el efecto en el siguiente
ejemplo, que aunque sea sencillo, es muy ilustrativo. Supongamos una
empresa que cuenta con 50 empleados (15000€ cada uno) con la siguiente
cuenta de resultados simplificada.
Tabla 1
Ingresos
Costes de personal
Otros Costes
Beneficios
Impuesto sociedades
Beneficio neto
Con IS= 30%
2500000
750000
600000
1150000
345000
805000
Si el impuesto de sociedades se reduce a un 7%, desde el 30% actual,
se generaría un ingreso adicional de 264500 euros. Suponiendo que el
empresario va en busca de mayores beneficios, ampliará su empresa. De
estos, 150000 se podrían utilizar para contratar a un diez nuevos trabajador y
los aproximadamente 120000 restantes, para aumentar la capacidad productiva
de la empresa (hecho que se pone de manifiesto en el incremento de la partida
9
de otros costes). De esta forma, y suponiendo que a corto plazo, la empresa no
consigue aumentar las ventas, la nueva cuenta de resultados sería así:
Tabla 2
Con IS 7% c.p
2500000
900000
720000
880000
61600
818400
Ingresos
Costes de personal
Otros Costes
Beneficios
Impuesto sociedades
Beneficio neto
Hemos de señalar, que la proporción de otros costes por cada trabajador
se ha mantenido constante en 1,25, lo cual indica que el aumento del
trabajador ha supuesto un aumento del tamaño de la empresa en la proporción
adecuada (se han ampliado las instalaciones en la medida oportuna para que
se acoja al trabajador, se han aumentado el coste de suministros…).
Con esta nueva estructura de la empresa, y suponiendo que no
aumentan las ventas, observamos que la empresa obtendría mayores
beneficios que en la situación de partida, en concreto 13400 euros más. En
definitiva, esta medida hubiese supuesto en nuestro ejemplo un aumento del
número de trabajadores empleados (descenso del paro) con todo lo que ello
supone para la economía y un aumento del beneficio de la empresa. La
empresa de nuestro ejemplo podría aumentar su capacidad productiva sin
afrontar excesivos riesgos en términos de su beneficio, por lo que los incentivos
a ampliar son muy elevados. Pero además, si suponemos que esta empresa
aumenta las ventas en la proporción correspondiente al aumento de la
capacidad de producción el nuevo resultado sería el siguiente:
Tabla 3
Empresa ampliada
3000000
900000
720000
1380000
96600
1283400
Ingresos
Costes de personal
Otros Costes
Beneficios
Impuesto sociedades
Beneficio neto
El beneficio de la empresa aumentaría en una cuantía mucho mayor, en
concreto en 478400 desde el momento inicial. Por todo ello, esta medida sería
10
un gran incentivo a la empresa para que contrate más trabajadores y se
reduzca así el principal problema de la economía, que son esas millones de
personas que no tienen trabajo.
4.4 Los efectos sobre el bienestar – el caso de Irlanda
Muchos conocemos el sistema fiscal irlandés en lo que se refiere al
impuesto sobre sociedades. Desde que en 1981 se introdujera un tipo de
gravamen del 10% para fabricación, las ventajas para la economía han sido
espectaculares, en términos de empleo y PIB. Si en el año 1981, la economía
irlandesa tenía un PIB del 70% con respecto a la media europea, en 2007 llegó
a alcanzar el 147% de la misma.5 Se trata de un desarrollo que no ha
experimentado ningún otro país miembro de la UE y que muchos analistas
coinciden en que es debido a la atracción gracias a su sistema fiscal de
grandes empresas que allí se han localizado generando mucha inversión y
empleo, que han desarrollado al país. Es más, en 1982, el 80% de las
empresas que se localizaban en Irlanda confesaban hacerlo debido a las
ventajas de su sistema fiscal.6 En la actualidad, y desde 2003, el tipo impositivo
del IS se encuentra en el 12,5% para sectores productivos. Pensamos que una
medida similar podría ser extrapolable a España, e incluso sería más efectiva
dado el tamaño y dinamismo de nuestra economía.
4.5 La medida en España
España es un país, que cuenta con unas condiciones que se la hacen de
por sí un país muy interesante para localizarse. Su posición geográfica, que la
conecta a dos continentes (Europa y África) y su acceso a Asia por el
Mediterráneo y a América directamente por el océano Atlántico, es uno de sus
puntos fuertes. Se trata de una democracia consolidada con un sistema judicial
asentado y una economía capitalista potente en el mundo. Posee muy buenas
infraestructuras que conectan sus ciudades y Europa de manera rápida por
cualquier medio de transporte. Además, el nivel salarial de sus trabajadores es
bajo comparados con los vecinos europeos y su nivel de capital humano es
adecuado. A pesar de todas estas ventajas, en nuestra opinión necesita un
empujón, que podría venir de la mano de esta rebaja fiscal. Cuando Irlanda
acometió sus reformas fiscales en los años 80, la oferta que complementaria
que podía ofrecer era insignificante con lo que ahora puede aportar España.
Existen muchos países de Europa del Este que están intentando aplicar una
reforma fiscal similar, pero en ningún caso tiene la importancia y atractivo que
tiene España.
5
6
Eurostat y OCDE
http://en.wikipedia.org/wiki/Corporation_tax_in_the_Republic_of_Ireland
11
Ahora es buen momento para arrebatarle el liderazgo en esta materia,
pues la debilidad de su sistema bancario le ha ocasionado serios problemas
económicos que le ha llevado a tener que pedir un rescate bancario.
Aprovechamos este momento para dejar claro que la situación de Irlanda nada
tiene que ver con un tipo de sociedades tan reducido, sino que ha sido
consecuencia de tener que rescatar a todo su sistema bancario. Si en España
tuviésemos que comprar todos los bancos españoles, no seríamos capaces de
hacerlo ni teniendo un impuesto de sociedades y de la renta del 50%.
4.6 ¿Por qué no hacer un paraíso fiscal?
En la reflexión del trabajo, se pensó en eliminar totalmente el impuesto
de sociedades, hasta el punto de convertir a España en un paraíso fiscal,
aunque se advirtieron tres razones para no hacerlo. En primer lugar, queremos
que siga existiendo cierto control sobre las actividades de las empresas. En la
lucha contra el fraude fiscal, son fundamentales las verificaciones que se hacen
de las declaraciones de IS e IVA. Son a partir de las incoherencias que puedan
existir, como se descubren a aquellos que evaden. Por ello, queremos que siga
existiendo obligación de declarar, aunque luego se tribute en menor medida.
En segundo lugar, hay que recordar que las empresas con
establecimiento en España seguramente recurrirán a las instituciones de
nuestro país para pedir ayuda ante conflictos que puedan tener
internacionalmente con otros países. Pensamos que de algún modo, esta
actividad que generaría para nuestras instituciones debería verse remuneradas
compensadas de alguna forma, por lo que la ausencia total de tributación no se
vería como una opción.
Por último, queremos que no desaparezcan por completo los ingresos
por este concepto. Por poco que puedan tributar, y sobre todo, si existe un
efecto llamada que atrae muchas empresas del exterior, se conseguirá un nivel
de ingresos nada despreciable que puede contribuir al sostenimiento de los
gastos públicos del país. La idea es que muchas empresas paguen poco, en
lugar de que pocas empresas paguen mucho. Queremos recordar que en
nuestra opinión, es la empresa una institución que mucho da a la economía,
por su mera existencia, por lo que no es necesaria una tributación abundante.
4.7 ¿Por qué actuar por la vía del tipo impositivo y no por vía de deducciones?
También se planteo, la posibilidad de reducir la carga impositiva a las
empresas utilizando otros mecanismos, como son las deducciones, pero se
rechazó esta propuesta en base a dos argumentos.
En primer lugar, pensamos que las deducciones pueden ser un elemento
discriminatorio y poco objetivo que reduce la neutralidad del impuesto. Se
busca evitar que existan deducciones a determinadas actividades o sectores,
12
para potenciarlos en detrimento de otros. Pensamos que el país se debe
dedicar a aquellas actividades que realmente sean rentables para ellos; a las
actividades que el mercado establezca como productivas, y que no debe ser el
gobierno quien guie las actividades mediante el uso de estos incentivos
fiscales. En nuestra propuesta subyace la idea implícita de que junto a la
reducción del tipo de gravamen desaparezcan las deducciones en la mayor
medida posible.
En segundo, somos de la opinión que en el mercado global e
internacional, es mucho más atractivo una reducción del tipo de sociedades,
pues es el elemento del que más se habla internacionalmente y que más
notoriedad goza a nivel mundial. Si queremos hacer ver que España tiene un
régimen fiscal favorable para las empresas, pensamos que utilizando el tipo de
gravamen es la forma más efectiva de hacerlo.
5. La factibilidad de la medida y los problemas que plantea
5.1 ¿Hay margen para bajar los tipos en España?
Esta pregunta plantea dos aspectos. Primero, hay que comprobar si las
empresas españolas soportan una gran carba tributaria, es decir, hay que
analizar si las empresas tributan mucho o poco comparado con nuestros
vecinos, pues si lo hacen poco, el margen para bajar es menor que si son las
más gravadas. Segundo, habrá que ver cuántos ingresos genera el Estado en
concepto de IS, y si supondría un perjuicio muy grave para las cuentas públicas
a medio y largo plazo.
Gráfico 3
13
Fuente: Eurostat
El tipo de sociedades actual, se encuentra en el 30%, aunque las
empresas de reducida dimensión pagan un 25% e incluso en la actualidad,
aquellas reducidas que además mantengan a sus trabajadores pagan el 20%.
En gráfico 3 muestra una comparación de los tipo de sociedades de la zona
Euro. Vemos como en España se encuentra uno de los tipos de gravamen más
elevados, en concreto, es el quinto más elevado por detrás de Malta, Francia,
Bélgica e Italia. Incluso países de reconocida bienestar social como Austria,
Finlandia o Suecia tienen un tipo general inferior que el nuestro. De hecho, el
tipo medio de la UE-27 es 23,2%.7 Estos datos indican que sí existe cierto
margen para bajar el tipo, pues países de nuestro entorno lo tiene
considerablemente menor.
Además, recientemente el Banco Mundial de la mano de la consultora
PWC realizó un estudio que comparaba la carga fiscal de las empresas en
distintos países del mundo. Como los datos anteriores no tienen en cuentas las
deducciones fiscales que puedan existir, y obvian una especie de impuesto que
existe, que son las cuotas sociales, el informe al que me refiero refleja de mejor
modo cómo es la carga fiscal que soporta España.
Gráfica 4
Fuente: Informe Paying Taxes 2011 del Banco Mundial y PWC
7
Eurostat
14
Los datos anteriores reflejan que España es el cuarto país de la UE (es
el 150 sobre 180 con mayor carga fiscal a las empresas del mundo)8 con una
mayor carga fiscal para sus empresas, y en concreto, con una carga debida al
IS (línea roja oscura) significativamente mayor que la mayoría de países,
incluso mayor que algunos países que tienen un tipo de gravamen mayor. Es el
caso de Francia, que a pesar de tener un tipo del 34% 9, gracias a las
deducciones y bonificaciones, ven reducida la carga del IS a un volumen menor
que España, e incluso menor que Irlanda, que tiene un tipo del 12,5%.
España, con los problemas laborales que tiene, no se puede permitir ser
de los países que más intensamente grava a la principal institución creadora de
empleo, pues esto no es más que tirarse piedras sobre su propio tejado. Por lo
tanto, la primera de las cuestiones planteadas acerca de la viabilidad de reducir
el tipo de gravamen está resuelta: sí se puede bajar, pues no somos de los que
más bajo lo tenemos.
En segundo lugar, dado que en un primer momento, los ingresos fiscales
del Estado se verían mermados, hay que ver la magnitud del efecto, y si podría
significar una disminución insuperable.
En el año 2009, los ingresos procedentes del IS se situaron en torno a
los 20 200 millones de euros10. Si se redujera de un 30% a un 7% como se
propone, suponiendo que no cambiase la situación, los ingresos caerían hasta
aproximadamente los 5 000 millones de euros.
Tabla 4
Fuente:http://3.bp.blogspot.com/_XycYNbk7e5Q/TPQ4XRHrCDI/AAAAAAAAAJw/7QJemb
NoxE4/s1600/IngresosAEAT.png, basado en datos del Ministerio de Economía y Hacieda
¿Es una cuantía desproporcionada 15 000 millones de reducción? En
nuestra opinión, pensamos que no es una cifra insalvable, pues hay que
recordar que otras medidas anti-crisis supusieron gastos de por similar cuantía,
con efectos positivos limitados, y ciertamente insuficientes sobre la creación de
empleo. Sin ir más lejos, una de ellas (el Plan E), ocasionó unos gastos en ese
año de más de 8 000 millones. Además, como comentaré más adelante,
8
Informe Paying Taxes 2011 del Banco Mundial y PWC
Eurostat
10
http://www.cincodias.com/articulo/economia/tipo-efectivo-impuesto-sociedades-cae-minimoshistoricos/20100727cdscdieco_7/
9
15
planteo otras vías alternativas de aumentar la recaudación por vías que
nosotros consideramos más justas.
Es cierto que estos datos corresponden a un periodo en duramente
afectado por la crisis económica, por lo que en circunstancias normales, los
ingresos por el impuesto de sociedades están entre los 30 000 – 35 000
millones de euros. No obstante, igual de cierto es que a medio plazo, se espera
con esta medida
Quizás, para reducir en la medida de lo posible una reducción tan brusca
de un año fiscal a otro, podría anunciarse esta medida con 2 años de
anterioridad, para que las empresas se vayan localizando en España, de
manera que al producirse el cambio, el descenso en el volumen de ingresos no
fuese tan acusado. También sería importante adoptar medidas de austeridad,
para no incurrir en un posible déficit inicial demasiado abultado.
Sin embargo, hay que considerar otro factor importante, y es que, a
pesar de experimentar una brusca bajada en la recaudación del gobierno
debido al IS, el aumento en creación de empresas y con ello, puestos de
trabajo, creará un flujo de impuestos indirectos y directos vía IRPF superior
debido al incremento del consumo y las rentas a medio plazo.
5.2 Otros problemas de la medida
5.2.1 La oposición de Europa
Sin duda alguna, el mayor inconveniente al que nos enfrentamos a la
hora de implementar esta medida es la más que probable oposición que
encontraremos del resto de países de la Unión Europea. Esta medida es sin
duda lo que podríamos llamar “dumping fiscal” y por tanto ser una fuente de
ventaja para España que no tendrían el resto de socios.
Ante esto, argumentamos que los diferentes socios europeos también
hacen competencia desleal con su política económica, que causan perjuicios a
sus socios. Quizás el ejemplo más claro sea Francia, que como hemos visto, a
pesar de tener oficialmente un tipo de gravamen del 34%, las empresas
soportan una carga de IS incluso menor que Irlanda. O Alemania, que en plena
crisis económica presentó ayudas al automóvil, de manera que mientras en
España se hacían EREs en las plantas de automóviles, en Alemania se
aumentaba la producción.
Con esto quiero decir que España no debe tener miedo a enfrentarse
con sus socios a la hora de proponer esta medida (que por otro lado ya se la
admitieron a Irlanda en su día), pues cada país sigue defendiendo sus propios
intereses sin pensar en el bienestar de los países vecinos. Con el inmenso
problema de desempleo que tiene España, hubo actitudes de competencia
desleal por parte de otros socios, por lo que nuestro país no debe ser el más
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europeísta mientras seamos uno de los países con más problemas
económicos. Existen propuestas en torno a la armonización fiscal, pero a
nuestro juicio serán muy difíciles de aplicar, pues consideramos que en este
elemento de política fiscal nadie estará dispuesto a ceder su soberanía.
5.2.2 La necesidad de efectuar reformas complementarias
Uno de los aspectos a resaltar es que el impuesto de sociedades solo es
un coste, en la medida en que existen beneficios, puesto que de no existir, se
paga 0. Esta medida aisladamente no es por sí sola una panacea. Por ello, es
fundamental que España efectúe las reformas necesarias para eliminar otras
trabas que puedan desincentivar la creación de empresas en nuestro país.
Quizás la fundamental de todas ellas sea la necesidad de sanear el sistema
financiero para que vuelva a fluir el crédito a las empresas y así sean capaces
de realizar las inversiones que permitan crear empleo y beneficios
empresariales.
Es fundamental una reforma laboral, que elimine la rigidez extrema del
mercado laboral (informes internacionales sitúan a España en el puesto 115 en
flexibilidad laboral, muy por debajo de países de nuestro entorno y la altura de
dictaduras tercermundistas), y la dualidad existente entre el sobreprotegido
indefinido y el vulnerable temporal. Además, sería importante realizar reformas
que disminuyan la carga administrativa para realizar actos del día a día de la
empresa, como por ejemplo, su constitución. Por último, habría que evitar la
excesiva regulación que realizan las comunidades autónomas, que pueden
crear barreras a la libre circulación de servicios incluso dentro de las fronteras
españolas.
6. Perspectivas a largo plazo
6.1 La necesidad de un sistema fiscal justo
Esta medida supone una alteración de un elemento importante del
sistema fiscal, y puede suponer desajustes en la justicia del mismo. Por ello, a
medio y largo plazo habría que modificar elementos del sistema tributario, para
solucionar los desequilibrios del mismo que pueda la medida pueda provocar
sobre su justicia. El impuesto de sociedades grava las rentas de una empresa,
pero quien en última instancia se va a beneficiar de las rentas, es el socio
persona física de la misma. En la actualidad, cuando el socio retira los
beneficios de la sociedad vía dividendos, se tributa a un 19% (o 21%) por esa
cantidad. Con nuestra propuesta, esto generaría un gran problema relacionado
con la justicia del sistema fiscal. Las personas con rentas más elevadas
podrían utilizar las sociedades para tributar menos que vía IRPF con lo que
podría darse el caso de que personas con rentas muy elevadas tributen menos
que otros con unas menores.
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Por ello, pensamos que de alguna manera habría que elevar la
tributación a la retirada de beneficio de la empresa, introduciendo en ese
sistema un elemento de progresividad, para conseguir que aquellas personas
físicas con mayores ingresos procedentes de beneficios de sociedades,
tributen en mayor medida.
Insistimos de nuevo en la distinción que hacemos entre la tributación de
la empresa y de la persona física, socio de la misma. Aquí proponemos reducir
la tributación de la empresa sociedad a un 7%, pero a su vez, queremos gravar
de manera distinta (más gravosa) a aquellos que retiren los beneficios de la
empresa para su lucro personal. Con esta medida complementaria, se
conseguiría además un desincentivo a la retirada de beneficios por parte de los
accionistas fomentando la reinversión de los mismos en la propia empresa, con
todas las ventajas que ello supone.
Además, para compensar una inicial pérdida de ingresos del Estado,
habría que recuperar impuestos que precisamente afectan a las rentas más
elevadas, como son Impuesto de Patrimonio o Sucesiones, siempre que se
consiga el objetivo perseguido, que es gravar a aquellas rentas realmente
elevadas. En este trabajo no pretendemos defender una economía con los
menos impuestos posibles sino que estamos buscando qué teclas de nuestro
sistema fiscal modificar para conseguir acabar con algunos de los problemas
estructurales que tiene nuestro país, y en concreto, el paro y la falta de
emprendedurismo.
6.2 La carrera por los tipos bajos
También es probable que los países de nuestro entorno reduzcan su
impuesto de sociedades hasta el punto de que desaparezca la ventaja fiscal
que tendría España. A lo largo de los últimos años, los países han ido
reduciendo el tipo de gravamen (a la vez que reducían las deducciones), y no
es de esperar que esta tendencia se revierta. Por ello, es conveniente que
España opte por ser el primero en realizar un reducción importante de la
tributación, pues aunque sea por un tiempo, conseguirá atraer las empresas
necesarias que ayuden a mejorar los datos empleo. Quizás para cuando el
resto de países bajen su tributación de sociedades y se elimine la ventaja
comparativa de España, el paro haya dejado de ser un problema estructural en
España.
7. Conclusión
Si algo debe preocupar a España en la actualidad es su incapacidad
para hacer frente al problema del desempleo. En la actualidad, más del 21% de
la población activa no tiene trabajo, y a pesar de las cientos de medidas
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adoptadas por el gobierno, las previsiones no son nada halagüeñas, pues se
espera que la cifra no caiga del 16% hasta 2014.11
Ante este panorama, proponemos una reducción del tipo de gravamen
hasta el 7% persiguiendo reducir el coste del impuesto para las empresas, con
el fin de atraer empresas extranjeras, incentivar la creación de nuevas y la
ampliación de las existentes que precisarán de mano de obra. A su vez,
proponemos que aumente la tributación de las rentas de las personas físicas
más altas, de forma que en conjunto, la empresa como institución creadora de
bienestar y empleo no se le perjudique, sin que ello signifique que escaparán
de tributación progresiva los sujetos con mayor capacidad de pago.
Durante el trabajo se han expuesto los motivos que nos hacen pensar
que funcionará y se ha hecho una aproximación a sus posibles efectos, ahora
bien, somos conscientes de las limitaciones ante las que no hemos encontrado.
La tesis se podría haber desarrollado con mayor profundidad y con mayor
precisión utilizando análisis econométricos para evaluar de forma más concreta
el impacto que una reducción del tipo de gravamen tendría sobre distintas
variables macroeconómicas (creación de empresas, empleo, recaudación del
sector público, etc) y no mediante la realización de meras aproximaciones.
Aunque casos reales como Irlanda avalan los efectos que se han expuesto, el
preciso efecto que aquí tendría la medida podría ser una fuente de estudio muy
interesante.
Si la extensión lo permitiese, se podría entrar en profundidad en lo
relativo a minuciosa regulación que esta medida requeriría, utilizando sistemas
fiscales comparados de países que han adoptado medidas similares, para ver
cómo mejorar sus sistemas y hacerlos más efectivos. Además, la necesaria
reforma de otros impuestos como IRPF, Sucesiones o Donaciones podría
tratarse de forma más extensa, ideando un sistema eficaz para la tributación de
los que obtienen ganancias de las empresas vía dividendos.
En definitiva, hemos querido transmitir de forma breve pero ilustrativa
cómo se podría utilizar el impuesto de sociedades para hacer frente a los
efectos de la crisis económica en España. Somos conscientes de la oposición
política que esta medida tendría, pero en tiempos difíciles como los que corren,
los poderes públicos deben actuar de manera efectiva y no pensando
continuamente en lo que hacen nuestros socios, o en lo que es políticamente
correcto, y esta medida, a nuestro juicio, puede ayudar.
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Previsión del Ministerio de Economía y Hacienda
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9. Bibliografía
Manuales
Pla Vall, Ángeles y Salvador Cifre, Concha (2010): Impuesto sobre Sociedades: Régimen
General y Empresas de Reducida Dimensión, 8ª edición, Tirant lo Blanch, Valencia.
Moreno Moreno, M. C. y Paredes Gómez, R. (2005): Fiscalidad individual y empresarial.
Ejercicios resueltos, 9ª edición, Thomson Civitas, Madrid.
Bases de datos
Eurostat, epp.eurostat.ec.europa.eu
INE, www.ine.es
Informes de tributarios y de economía
Informe GEM del Instituto de Empresa Business School
Informe Paying Taxes 2011 del Banco Mundial y PWC
La investigación económica y los criterios para su reforma en España, ALBI 2010
Taxation in Europe 2011 del IREF
Webs de organismos oficiales
Agencia Tributaria, www.aeat.es
Ministerio de Economía y Hacienda, www.meh.es
Ministerio de Política Territorial, www.mpt.gob.es
OCDE, www.oecd.org
Institute for Research in Economic and Financial Issues, http://www.irefeurope.org/en
Webs de información general
www.cincodías.com
www.eleconomista.es
www.elpais.es
www.wikipedia.com
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