Deja de Invernar!

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Deja de Invernar!
Mensajes escritos
Iglesia Cita con la Vida Puerta Norte
¡Deja de Invernar!
Texto: Joel 3:11-15
1. Hay muchos que están en la cueva como los osos que invernan cuando
la nieve cae.
El frío siempre acurruca a la gente. Los días grises, fríos entristecen a muchos.
Pero a los hijos de Dios no nos para
el frío, nosotros no dependemos del clima, de las circunstancias, sino de Cristo;
las adversidades no nos detienen.
2. Dios llama a los fuertes pero también a los que se ven a si mismos
como débiles.
Dios invita a despertarnos. Ef 5:4 “despiértate TU que duermes”. Una persona
dormida es como si estuviera muerta,
está indefensa ante el enemigo. Por eso, no es tiempo para dormir. Es tiempo
de salir para pelear, para conquistar,
para hacer guerra. Hay valientes que están dormidos. Recuerda que un
valiente despierto no es fácil de ser vencido.
3. El débil no debe dar lástima ni proclamar que es débil.
En Cristo el débil es fuerte. Hubo un profeta llamado Jeremías que decía que
era un niño, pero Dios le dijo que se
callara porque eso no le convenía. Es que con tus palabras sellas tu destino
para bien o para mal. La Biblia enseña
que la vida y la muerte está en el poder de la lengua. Por eso, si sientes que
eres como un niño, cállate la boca,
porque en Dios vas a lograr hacer todo lo que Dios quiere que hagas. Hoy Dios
te dice: “despierta y levántate como
un valiente”.
4. Hay un valle que todos tenemos que atravesar.
Ese valle se llama “el valle de Josafat, el valle de la decisión”. Josafat fue un
hombre que vivió una situación muy
interesante. El no se quedó esperando que sucedieran las cosas, no se quedó
invernando en Jerusalén, el salió a un
valle para enfrentar lo que debía ser enfrentado.
A todos nos va tocar pasar por el valle de Josafat para recibir bendición y otros
sentencias de condenación. La
historia que narra cuál fue la decisión que tuvo que tomar Josafat está en 2º Cr
20. Allí se relata que tres naciones
poderosas se aliaron para venir en contra de Israel. Una multitud muy grande
viene contra Josafat y su gente. El no
tiene capacidad de ejércitos ni recursos capaces de enfrentar al enemigo. Pero
él decide pasar por el valle de la
decisión. El se pregunta: “¿Qué hacer ante esto?”. “¿O busco a Dios o hago
alianza con los ejércitos de Egipto para
que me defiendan?”. “¿Contrato mercenarios que luchen contra estos tres
poderosos enemigos que me tienen
cercado?”. El tiene que decidir que va a hacer: ¿Acercarse a Dios o buscar
ayuda en Egipto?.
5. Dios le contesta que se pare y se quede quieto para ver como Dios va a
actuar.
También le dice que se levante, que no se quede acurrucado, que se ponga de
pie y comience a caminar a fin de
contemplar las cosas grandes que Dios va a hacer. Josafat le cree y con su
gente (según dice 2º Cr. 20:20) deciden
hacer lo siguiente: “salir y cantar a Dios”. A fuerte y a alta voz alabaron a Dios
en medio de la dificultad. Es bueno
alabar a Dios aunque todo vaya para atrás, a pesar de que las “papas
quemen”.
6. En el valle no quedo vivo ni uno solo de los enemigos.
El relato dice que se pelearon entre ellos. La gente de Josafat vio que el valle
estaba lleno de enemigos muertos. Y
como no quedó enemigo vivo, en vez de dedicarse a pelear, se ocuparon
durante tres días de juntar botín. Joyas,
alhajas, riquezas recolectaron como consecuencia de haber tomado la decisión
de no quedarse encerrados a causa
del frío que les causaba ver a la multitud de los enemigos reunidos. En
definitiva: El valle de la sepultura se transformó en el valle de la bendición.
Beraca es el nombre que le pusieron a partir de ese día al valle del
sufrimiento, de la decisión.
7. Para gozar del valle de Beraca, de la bendición uno debe escoger.
Dios no va a decidir por usted. Tampoco lo va a hacer el diablo, el marido, el
hijo, los nietos. Ellos no pueden decidir
por usted. Sólo usted debe escoger. Usted es libre para decidir. Dios no lo va a
obligar. Pero todos debemos pasar
por el valle de la decisión. La decisión es: servir a Dios o quedarse encerrados
en una cueva aterrorizado por el
griterío de los enemigos. Josué a igual que muchos otros dijeron: “Yo y mi casa
serviremos a Dios”. Hay que
decidirse. Y de acuerdo a la decisión serán los resultados. El único Dios que
produce resultados es el Dios y Padre
de Jesucristo. Todos los otros “dioses” no existen. El trabajo, el dinero, el
deporte, el estudio, son dioses que no
existen a la hora de que el enemigo viene contra ti. Solo el Dios verdadero
puede permitirte disfrutar de la victoria.
8. El mismo valle se vive de diferentes maneras de acuerdo a las
decisiones que se tomaron HOY.
El mismo valle, para algunos fue un valle de la destrucción y para otros un valle
de bendición. La diferencia comenzó
en el día en que se tomó la decisión de seguir al Dios verdadero o enfrentarse
a Dios. La decisión es HOY no
mañana porque no eres dueño del futuro. No podes modificar el pasado, ya
fue. Como vivas el HOY será como
experimentaras el futuro. No seamos rebeldes como nuestros antepasados.
Vengamos y cambiemos decidiendo por
Dios. Elijamos la vida y no la muerte. Deja de invernar.
9. Se acerca el día en que todos estaremos frente a Dios.
Un día estaremos frente a Dios y en ese día, El separará a los que decidieron
invernar, quedarse encerrados, sin
luchar y los que decidieron levantarse para seguir el camino de la vida y servir
a Dios junto con su casa.

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