¡Ahora nos toca a nosotros¡

¡Ahora nos toca a nosotros¡
Jesús,
la misión que confías a los discípulos es clara:
Has venido a anunciar la Buena Nueva
a todos los hombres y mujeres.
Todos han de poder conocer y vivir
el amor incondicional de Dios.
Tú lo anunciaste
en un lugar concreto y limitado.
Ahora, cuando vuelves a la casa del Padre,
pides a quienes habías invitado a seguirte
y a todos los que como ellos te seguirán,
que lleven el anuncio de la Buena Nueva
a todo el mundo para la salvación de todos.
Les prometes que estarás con ellos
y les darás tu Espíritu.
Así, el anuncio de la Buena nueva
será, desde ahora, obra de Dios y de los hombres.
Danos la fuerza y el impulso
de tu Espíritu Santo.
DOMINGO VII DE PASCUA
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Or
ac
ión:
Orac
ación:
Señor,
anunciaremos tu Reino,
llevaremos tu Palabra,
lucharemos por la Justicia,
construiremos la Fraternidad,
viviremos en Paz.
Porque tu estás con nosotros,
Dios de la Vida,
danos la fuerza para ser
tus testigos hoy y siempre.
Así sea
● Cristo vuelve al Padre. A la Iglesia corresponde mantener
viva l a o f e r ta d e l E v a n g e l i o p o r t o d o e l m u n d o , h a s ta s u
retorno definitivo. Es la hora del relevo.
HECHOS DE LOS APOSTOLES 1, 1-11
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de
todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta
el día en que dio instrucciones a los apóstoles,
que había escogido, movido por el Espíritu
Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó
después de su pasión, dándoles numero-sas
pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles
durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.
Una vez que comían juntos les recomendó: «No
os alejéis de Je-rusalén; aguardad que se cumpla
la promesa de mi Padre, de la que yo os he
hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos
días vo-sotros seréis bautizados con Espíritu
Santo». Ellos lo rodearon preguntándole: «Señor,
¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de
Israel?» Jesús contestó: «No os toca a vosotros
conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha
establecido con su autoridad. Cuando el Es-píritu
Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza
para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea,
en Samaria y hasta los confines del mundo».
Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una
nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban
fijos al cielo, viéndole irse, se les presentaron
dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
«Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al
cielo?. El mismo Jesús que os ha dejado para
subir al cielo volverá como le habéis visto
marcharse»
SALMO RESPONSORIAL
(Sal 46)
«Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor al son de trompetas»
P legaria:
Dios y Padre nuestro,
admirando la talla humana de Jesús,
Hermanos: Que el Dios del Señor nuestro
te dirigimos esta plegaria de bendición.
Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé Espíritu de
Una gozosa conmoción envuelvo hoy a la Comunidad,
sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los
porque, después de Jesús, son muchos los testigos
ojos de vuestro corazón, para que comprendáis
que han construido fraternidad en la historia
cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la
dejándonos la herencia de un cielo anticipado.
riqueza de gloria que da en he-rencia a los santos,
Son muchos los creyentes comprometidos
y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para
que han hipotecado su salud y su energía
nosotros, los que creemos, según la eficacia de
su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo,
en proyectos humanitarios, transidos de Evangelio.
resucitándolo de entre los muertos y sentán-dolo
Miles de voces y de gestos nos aseguran
a su derecha en el cielo, por encima de todo
que tu Reino es de este mundo,
principado, potes-tad, fuerza y dominación, y por
que se ha abierto el tiempo definitivo de tu gracia.
encima de todo nombre conocido, no sólo en este
Con orgullo aplaudimos el gesto de llevarte a Jesús
mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus
y de sentarlo a tu derecha como Señor,
pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo.
satisfecho de su paso por la tierra.
Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo
Para nosotros Él es el primero en todo,
en todos.
el símbolo de la humanidad lograda,
el primogénito de la nueva creación,
el que te da gloria como nadie
y el que orienta a todos con coherencia y con acierto.
Dios bueno, has puesto en nuestras manos
el Evangelio y el futuro de tu Reino.
Llénanos de tu Espíritu para saberlos contagiar.
Con todos los que te bendicen en el cielo y en la tierra...
EFESIOS 1, 17-23
X maTEO
28, 16-20
"Subió al cielo y sentó a la derecha de Dios"
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte
que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos
vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado pleno
poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y
enseñándoles a guardar todo lo que os he manda-do. Y sabed que yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo».