TEMA 5.- NECESIDADES, CARENCIAS Y

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TEMA 5.- NECESIDADES, CARENCIAS Y
TEMA 5.- NECESIDADES, CARENCIAS Y DEMANDAS. LA EVALUACIÓN DE NECESIDADES
5.1.- NECESIDADES, CARENCIAS Y DEMANDAS
En términos técnicos el concepto necesidad no se entiende de forma intuitiva;
- los seres humanos la experimentan como todo lo que contribuya al buen funcionamiento de su
organismo
- psicológicamente viene a ser una tensión que impele a la satisfacción de algo considerado deseable
- es subjetiva desde la connotación de sentir que falta algo, que se echa de menos algo, puede llegar a
ser básico, esencial…
- podemos encontrar personas que no sienten esas necesidades, no experimentan subjetivamente lo que
objetivamente les falta: no echan de menos objetos, relaciones…
- “McKillip”: una necesidad implica el juicio de valor que tiene algún grupo sobre un problema que
puede ser resuelto
Esta distinción entre los componentes subjetivos y objetivos es importante para entender las necesidades de
los programas. Un primer elemento clave a la hora de diseñar programas es el de la identificación de las
necesidades, tratando de comprobar si estamos ante necesidades en sentido estricto o ante carencias no
sentidas como necesidades. En este segundo caso una tarea previa a la implantación del programa deberá ser
la de sensibilizar a las personar hacia sus propias carencias a fin de convertirlas en necesidades.
En lado opuesto nos encontramos con el caso de aquellas demandas que sólo son necesidades en el sentido
subjetivo del término; puede tratarse de demandas caprichosas, excesivas, alejadas de la situación general de
la comunidad. Los recursos son limitados y deben utilizarse de modo justo y equitativo.
Las expectativas son la detección de las esperanzas que pueden tener ciertos grupos de lograr determinadas
metas, metas que, en este caso, necesitarían del programa para ser alcanzadas. Cuando son razonables y justas,
merecen ser debidamente atendidas.
5.2.- EVALUACIÓN DE LAS NECESIDADES.La valoración o evaluación implica analizar, sopesar las necesidades, y conceder ciertos niveles de
importancia, estableciendo prioridades a la hora de emprender su satisfacción.
En el caso de la evaluación de necesidades, como en cualquier otro tipo de evaluación, conviene afrontar la
tarea con un plan. Las líneas básicas son:
- Planificación y preparación.- decidir qué se entiende por necesidad y por evaluación; establecer qué
tipo de necesidades serán el objeto de la evaluación
- Diseño de la evaluación.- metodología general, técnicas e instrumentos a utilizar, criterios y
referencias para valorar, momentos en que se recogerá la información, sistema de registro, tratamiento
y análisis previstos
- Recogida de la información seleccionada.- Tratamiento y análisis de la información.- Discusión
- Valoración.- puntos fuertes y débiles, establecimiento de prioridades. Toma de decisiones
5.2.1.- Detección e identificación de necesidades.Es una tarea que puede abordarse por diversos procedimientos. El más obvio es el de la consulta a las
personas o grupos, adecuadamente definidos en función de variables como la edad, sexo, clase social, nivel de
estudios, lugar residencia. La encuesta en forma de cuestionario o entrevista es el instrumento más adecuado.
Este tipo de actuación debe respetar la norma básica de toda encuesta: la representatividad de los consultados,
lo que implica un número suficiente y una selección imparcial, con criterios técnicos propios del muestreo. La
alternativa de consultar a todos, dado que no está asegurada la respuesta de todos los consultados, no asegura
más representatividad que un buen muestreo, y este resulta más económico en términos de tiempo y recursos.
En el caso de las carencias experimentadas por la sociedad, la consulta debe dirigirse a personas
representativas de los diferentes sectores de la actividad- salud, educación, formación personal…- por se
quienes pueden poner de relieve las diferencias entre las posibilidades y expectativas y la realidad del
personal..
Cabe también un enfoque prospectivo, esto es, un adelantarse a las necesidades de personas o grupos con la
intención no de crear necesidades, como ocurre con el mundo del consumo, sino de estar en condiciones de
ofrecer las respuestas oportunas. Los avances sociales y tecnológicos de nuestro mundo, los cambios
espectaculares y acelerados que se constatan día a día, fueron previstos por personas con la adecuada
formación.
En ocasiones, la consulta puede ser sustituida por la observación, complementada o no por los registros. El
registro puede aportar con frecuencia datos relevantes sobre carencias de personas o grupos; los datos están
ahí y lo que procede es extraerlos utilizando procedimientos rigurosos, organizarlos, tratarlos..
5.2.2.- Valoración de las necesidades.La información es el pilar cuya calidad debe construirse la evaluación mediante la aplicación de criterios y de
referencias. Previo al acto de valorar es necesario proceder a la organización, tratamiento y análisis de la
misma
Organización, tratamiento y análisis de la información.Lo habitual es sintetizar toda la información y hasta representarla, bien con índices, con representaciones
gráficas…La estadística nos muestra toda esta información a través de índices, como los coeficientes de
correlación y asociación de fácil interpretación
Un elemento fundamental es el establecimiento de la unidad de análisis; fijar la unidad es establecer el nivel
de agregación que se va a utilizar para establecer comparaciones, para analizar las relaciones existentes e
incluso para realizar predicciones
El análisis se convierte así en un procedimiento sistemático por medio del cual el evaluador extrae la
información relevante para su trabajo, información que está de alguna manera oculta o subyacente en las
respuestas y registros utilizados
Evaluación.Las referencias habituales para establecer las necesidades son las siguientes:
- Normativas.- se toma como referencia la discrepancia entre la situación de grupos o personas y lo que
es normal o habitual en la comunidad de que forma parte
- Criteriales.- se toma como referencia el logro de unos determinados niveles establecidos por personas
o entidades responsables como metas alcanzables en un determinado espacio de tiempo
- Idiosincráticas o personalizadas.- nos encontramos ante las necesidades expresadas en sentido
subjetivo. Su valoración como atendibles o no debería llevarse a cabo acudiendo a las referencias
anteriores
Una vez clasificadas la información, valorada como carencias y como necesidades, debemos calificarlas como
atendibles o no en función de diversos criterios, tales como disponibilidad de recursos, perentoriedad o
gravedad de las mismas.
Las prioridades pueden formularse por diversos criterios, bien políticos o económicos…pero en nuestro caso
deben ser pedagógicos, esto es, orientado a la mejora de las personas, y se sugieren los siguientes:
- Gravedad de las carencias.- Las necesidades se imponen
- Intensidad de la demanda de respuesta a auténticas necesidades.- Se une el interés, con la presumible
implicación de los afectados, a la autenticidad de las necesidades
- Número de potenciales beneficiarios
- Grado de rentabilidad.- La satisfacción de ciertas demandas como desencadenante de otras de mayor
trascendencia, pero no demandadas en la actualidad
- Inmediatez de los efectos.- Programas de corto recorrido y potenciales efectos rápidos, que pueden
abrir las puertas a nuevas y más importantes necesidades
- Eficacia.- Implantar programas centrados en necesidades fáciles de satisfacer
- Responsabilidad.- Atender a las necesidades que se encuentran en el ámbito de competencia de
quienes pueden poner en marcha los programas
5.2.3.- Toma de decisiones.Permite traducir las carencias y necesidades en objetivos del programa y, por consiguiente, la posterior
elaboración del programa en cuanto plan de acción
5.3.- CALIDAD DE LA EVALUACIÓN DE NECESIDADES.La calidad de este tipo de evaluaciones no se diferencia, salvo en la especificidad de su objeto, de la calidad
de cualquier otro tipo de evaluación. A partir de esta posición, entendemos que los grandes criterios a
considerar son los siguientes:
- Su referencia y subordinación a la realidad a la que sirve.- En la medida en que concedemos a la
evaluación un carácter instrumental, ésta debe ser coherente y armónica con aquella. En nuestro caso,
la evaluación debe servir a la educación
- La correción y adecuación de su planificación y diseño a la naturaleza de las necesidades a evaluar
-
Su ejecución eficiente.- Prudencia en el uso de medios, recursos e instrumentos
La calidad de la información recogida, sintetizada en tres grandes cualidades: fiabilidad, validez y su
carácter valioso.La utilidad y relevancia de la información aportada para las distintas partes interesadas: diseñadores
y responsables de los programas, aplicadores y evaluadores de los mismos
Otros autores han realizado trabajos específicos destinados no sólo a establecer cuáles deben ser los criterios
de calidad sino a identificar indicadores o normas dentro de cada uno de ellos.
Martínez de Toda (1991).- establece tres criterios
- Funcionalidad.-coherencia entre el diseño y el proceso evaluativo con el propósito general de toda
evaluación. Recoge indicadores referidos a las entradas, al proceso y al producto
- Eficiencia.- valoración de los costos en relación con los resultados, incluidos los referidos a tiempo y
recursos
- Eficacia.-rigor técnico en las medidas, técnicas e instrumentos, así como en los métodos de análisis de
la información
Después de todo el estudio, llegamos a que, los criterios se pueden distribuir de la siguiente forma:
- Indicadores de funcionalidad.o Funcionalidad del producto.- 10 indicadores, 5 de ellos de mayor importancia
o Funcionalidad del proceso.- 14 indicadores, siendo 4 los más importantes
o Funcionalidad de las entradas.- 8 indicadores, 2 de ellos de mayor relieve
- Indicadores de eficacia.o 14 indicadores, relacionados con el rigor técnico, 9 de ellos especialmente importantes
- Indicadores de eficiencia.o 6 indicadores, con especial relieve en tres de ellos

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