TRIGESIMO PRIMER DOMINGO TIEMPO ORDINARIO 30

Transcripción

TRIGESIMO PRIMER DOMINGO TIEMPO ORDINARIO 30
 TRIGESIMO PRIMER DOMINGO
TIEMPO ORDINARIO 30 OCTUBRE, 2011
TODOS LOS SANTOS Y LOS FIELES DIFUNTOS
¿Todos los Santos están en el cielo? Si, la iglesia cree que millones de cristianos han sido bien recibidos en el
Señor y están en el cielo. Algunos son canonizados y eso significa que estamos seguros de que sus vidas santas
los han llevado ha Dios. El resto de nosotros que han muerto en la amistad de Dios, están a la espera de la
resurrección de los muertos. Esto son los Fieles Difuntos. Nuestras plegarias por ellos nos dan la certeza de que
Dios los resucitó en el último día.
La Iglesia ofrece oraciones A LOS SANTOS Y ORACIONES POR LOS FIELES DIFUNTOS. Ambos están en
buenas manos de Dios. Pero nosotros, que permanecemos en la Iglesia que peregrina, debemos asistir a las
Misas de esta semana, el 1º. De Noviembre, día de Todos los Santos, a las 12:00 del medio día y a 7:30
PM.
La Misa mensual de Primer Viernes, se celebra el 4 de Noviembre a las 7:30 PM. Esta
excelente tradición de las Misas de Viernes Primero, se mantiene en nuestras mentes en la poderosa oración que
clama al amor de Cristo, como se muestra en el símbolo de su Sagrado Corazón, no sólo de Su divina, sino de
Su Humana preocupación por nosotros. Los cristianos fríos o distantes, pueden avivar su fe o encontrarla de
nuevo si se detienen a mirar este símbolo: Su Corazón.
Este símbolo está reflejado bellamente en el interior de nuestra Iglesia, en la ventana principal del Altar Mayor
y en la estatua de Cristo en el Bautisterio. Use esas dos imágenes durante su oración y podrá entender que el
amor de nuestro Señor fluye hacia todos, santos y pecadores por igual.
MINISTROS DE LA EUCARISTIA –UN REGALO A LOS ENFERMOS
Nosotros, los sacerdotes, tenemos el deber y la alegría de visitar a los enfermos con el sacramento del perdón y
la unción. Estos son los sacramentos de la consolación. Pero junto con los sacerdotes, los laicos visitan a los
enfermos, los ancianos y los recluidos en sus hogares, con sus oraciones, palabras de consuelo y el sacramento
de la Santa Comunión.
Estos ministros laicos, sirven en hospitales, hogares de ancianos y casas particulares. Los católicos
desconsolados por la enfermedad pueden sentirse parte de la celebración de la Misa, recibiendo la Comunión de
ellos. En efecto, esos ministros son de gran ayuda para los sacerdotes en su misión de dar los sacramentos.
La parroquia San Gabriel cuenta con un número dedicado de estos ministros. Pero el número no es suficiente
para atender a las personas en el hogar, en los asilos de ancianos y en el hospital. Por eso, más ministros
formados en nuestra parroquia, pueden llegar a más pacientes y aligerar las cargas de aquellos que trabajan
actualmente.
Llame a la rectoría ahora mismo y pida una entrevista con uno de los sacerdotes y con quien modera el grupo, la
señora Alicia Valencia. Si usted califica, usted será entrenado para ser un ministro. Piense en esta invitación.
Esto le dará un gran consuelo si está aprobado y es asignado.
RITOS Y CEREMONIAS DE ENTIERRO
La antigua costumbre de la Iglesia llama ‘cristiana sepultura’ a la ceremonia póstuma de unión del bautizado
con la iglesia. Los católicos fallecidos tienen derecho a todas las ceremonias de entierro, o sea, a la cristiana
sepultura. ¿Cuáles son estos ritos o ceremonias? En primer lugar, las oraciones antes de la misa funeral,
conocido como ‘Despertar’. Estas tienen lugar en la funeraria. En segundo lugar, la traída del cuerpo a un lugar
de la iglesia para la misa fúnebre. Por último, la colocación de los restos en la tierra bendecida por el sacerdote.
En los Estados Unidos, la incineración puede tener lugar antes o después de la misa fúnebre; la práctica
preferida en la mayoría de las parroquias es que la cremación se lleve a cabo enseguida del funeral.
Los católicos no deben negar estos ritos y ceremonias a sus queridos difuntos, especialmente si han vivido como
católicos. Tenemos el derecho de todas las oraciones y las ceremonias de la Iglesia. Lamentablemente algunas
veces prefieren omitir estos rituales. ¿Sus razones? Los gastos o la falta de conveniencia o de tiempo.
Si, los funerales pueden ser un proyecto costoso. Pero poner la economía antes de las prácticas religiosas diluye
la fuerza de la religión y habla mal de los católicos que no han dado cristiana sepultura a sus familiares.
Durante este mes de noviembre, mes de la oración más intensa por lo muertos, nos aferramos a nuestras
tradiciones religiosas de oración por los difuntos, y el uso de las ceremonias de la Iglesia en honor a ellos, antes
de su entierro. El velatorio, la misa de funeral en la iglesia, el entierro en suelo consagrado… En todo esto
puede ayudarle su director de la funeraria; él hará los acuerdos precisos y claros. Nuestros directores de
funerarias tienen la más alta reputación de hacer los arreglos sensibles con nuestras familias y de relaciones
cordiales con los sacerdotes de la parroquia. Ellos estarán encantados de darle toda la información adecuada
sobre las tradiciones de la iglesia y los requisitos necesarios.
NOMBRES DE LOS FIELES DIFUNTOS
En los sobres adjuntos, escriba los nombres de sus queridos difuntos. Los nombres se quedarán en el altar
mayor para el mes de Noviembre. Incluya una ofrenda en el sobre. Al colocar estos nombres en el altar, se
recordará al difunto pidiéndole a Dios que le de vida eterna y nos recordará a nosotros mismos de la propia
mortalidad.
PUNTUALIDAD –REUNIENDONOS A TIEMPO PARA LA MISA
Llegar a tiempo a cualquier acción es una señal de respeto y cooperación. Esto es cierto especialmente para
nuestros deberes religiosos, tales como la asistencia a misa.
Los ‘tarderos’ llegando a Misa en nuestra parroquia, distraen al sacerdote, al coro, a los ujieres y a toda la
congregación. Esto reduce mucho nuestra concentración y belleza de la liturgia. Vamos a hacer un esfuerzo
serio para poner alto a estos que llegan tarde a la Misa Dominical.
Llegue al estacionamiento quince minutos antes de la Misa; tome asiento en el frente de la iglesia o el auditorio.
(Solo los padres con niños pequeños tienen reservados sus lugares en la parte de atrás). Muévase al siguiente
asiento –hacia el centro, para que permita a otros la entrada.
Venga a recibir la Comunión en una fila por el centro y regrese a su lugar por los lados.
Venir tarde una vez, puede tener excusas, pero llegar tarde todo el tiempo no tiene justificación. Con la
colaboración de todos nosotros, nuestra hora de adoración durante el fin de semana, será muy satisfactoria.

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