EL ESTADO MODERNO INICIO DE LA EDAD
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EL ESTADO MODERNO INICIO DE LA EDAD
EL ESTADO MODERNO INICIO DE LA EDAD MODERNA: nuevo pensamiento (humanismo, antropocentrismo) y monarquías fuertes; mentalidad más abierta, redescubrimiento de las culturas clásicas, desarrollo comercial; fin de las guerras; grandes descubrimientos y viajes. Renacimiento. NACIMIENTO DEL ESTADO MODERNO. Los monarcas terminaron con la fragmentación del feudalismo y se convirtieron en autoritarios, apoyándose en: gran territorio, sometimiento de la nobleza, ejército permanente, leyes y justicia unificadas, cobro de impuestos, administración organizada y creación de la diplomacia. Así ocurrió en Portugal, Francia, España e Inglaterra. En España comenzó con los Reyes Católicos (Isabel/Fernando, 1469), creando una unión dinástica de Castilla y Aragón y unificando política, religión (Inquisición) y ejército, aunque con leyes, Cortes, etc. Independientes. Actuaciones de los Reyes Católicos: sometimiento de la nobleza, control de municipios, creación de la Santa Hermandad (seguridad y orden en el campo), reforma de los Consejos, creación de las Audiencias y del ejército permanente. En política exterior: matrimonios de sus hijos con otros príncipes, conquista del norte de África, recuperación de Nápoles y expediciones a América. DESCUBRIMIENTOS GEOGRÁFICOS. Fueron protagonizados por España y Portugal. Los portugueses bordearon África hasta el Cabo de Buena Esperanza, mientras que los españoles emprendieron viaje a través del Atlántico, hasta llegar a América (12-10-1492). Las causas de estos descubrimientos fueron la búsqueda de una nueva ruta hacia Asia, los avances científicos y técnicos (cartografía, naves…) y el afán de riquezas y aventuras. En 1494 se firmó el Tratado de Tordesillas entre España y Portugal, para repartirse lo descubierto; se fijó una línea de norte a sur a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde (las tierras al oeste serían para Castilla y las situadas al este, para Portugal). En América se encontraron con 3 pueblos altamente civilizados: - Aztecas: escritura jeroglífica, conocimientos astronómicos, pirámides y palacios. Victoria de Hernán Cortés (1519). Mayas: ciudades, templos, pirámides, escritura jeroglífica, matemáticas. Incas: rey adorado como hijo del sol, administración, caminos, ciudades, fortalezas. Pizarro (1532). La conquista fue un proceso corto, por la sumisión de la población; además los españoles contaron con la sorpresa, las armas y la preparación técnica. Se conquistaron las Antillas, los imperios y desde 1530 América del Norte. Se llevó al continente la legislación de Castilla y la administración, y se crearon instituciones como la Casa de Contratación (comercio), el Consejo de Indias (autoridad sobre asuntos americanos) y los virreinatos (Nueva España y Perú), divididos en gobernaciones (provincias) y corregimientos (alcaldías); también había Audiencias (tribunales). Como consecuencia, a mediados del s. XVI comenzaron los conflictos con otros países europeos (Inglaterra, Holanda), por el control comercial. Por otro lado, también destacó la llegada del oro y la plata americanos, así como un aumento del intercambio de productos entre Europa y América (maíz, patatas, cacahuetes, tomates, tabaco; vacas, cerdos, trigo, vid). Socialmente hubo importante emigración a América, que llevó a mestizaje, y disminución de la población indígena. En el terreno cultural se conocieron las dimensiones del mundo, de los continentes… EL IMPERIO HISPÁNICO. CARLOS I Y FELIPE II. El siglo XVI corresponde al reinado de la dinastía Habsburgo, concretamente a los Austrias Mayores. Carlos I (1516-1556), nieto de los Reyes Católicos, en política interior se enfrentó a la rebelión de los comuneros (1520) y a la revuelta de las germanías; en el primer caso la burguesía castellana no aceptó a los consejeros extranjeros del rey, ni la subida de impuestos; fueron derrotados en la batalla de Villalar (1521). En las germanías, los gremios de Valencia y Mallorca se enfrentaron a la nobleza. En el exterior, Carlos I mantuvo guerras con Francia (territorios de Italia), los turcos (control del Mediterráneo) y los protestantes (derrota de la batalla de Mühlberg, 1547). Felipe II formó el mayor imperio conocido, al añadir a su herencia, Filipinas y Portugal. En el interior tuvo que hacer frente a la rebelión de los moriscos en las Alpujarras (1568, prohibición de sus costumbres), revuelta de Aragón (enfrentamiento con el Justicia Mayor). En el exterior venció a los turcos en Lepanto (1571), se produjo el enfrentamiento entre protestantes y católicos en los Países Bajos (independencia del norte), y se luchó contra Inglaterra (derrota de la Armada Invencible) y Francia (derrota francesa en S. Quintín, 1557). LA ECONOMÍA. Gran auge por la actividad comercial y la banca. Agricultura: gran desarrollo, producción especializada, con importancia de la venta en mercados y llegada de productos de América. En la explotación de la tierra eran frecuentes los contratos y los arrendamientos. Industria artesanal: nueva forma fue la industria domiciliaria, en la que, tras acabar el producto, el empresario lo comercializaba para obtener grandes beneficios; fue fuente complementaria de ingresos para el campesino. Comercio: gran expansión por el intercambio con América y Asia; se manejaban grandes cantidades y se empezaron a utilizar las letras de cambio, los bancos y las compañías por acciones. Se formaron flotas para viajar a América, con la protección de los barcos de guerra. En España, el envío de metales preciosos causó una acumulación importante de capital, aunque la mayor parte del oro y plata se destinó a cubrir los gastos del Estado (guerras, ejércitos, administración, etc.). Los reyes pidieron préstamos a banqueros alemanes y genoveses. Esta situación también provocó una subida de los precios, y la industria entró en crisis, lo que originó un aumento de las importaciones y la ruina económica del Estado. LA SOCIEDAD. Aumentó la población, con 6-7 millones de habitantes en España (más de 80 en Europa). Predominaba la población rural, aunque creció la urbana. Se mantienen los estamentos pero hay cambios importantes: monarquía apoyada en la burguesía; nobleza cortesana, dueña de tierras pero con menos poder político; burguesía, dividida en alta (banca, comercio, negocios) y baja; campesinos, que no mejoran su situación pero fueron más libres en Europa Occidental. EL HUMANISMO. El ser humano es el centro de todas las cosas; la religión ya no preside todo. Hay exaltación del individualismo, reflejado en el retrato, biografías, etc., y no se escribe solo en latín. Se fomentó el estudio de la Antigüedad clásica y hubo una nueva concepción de la educación (no solo conocimientos, sino formación moral, intelectual…). El desarrollo de la imprenta difundió la cultura y favoreció nuevas universidades. Erasmo de Rotterdam (1469-1536) criticó la guerra, la avaricia, la incultura y los defectos de la Iglesia. En España destacaron Antonio de Nebrija y Juan Luis Vives CAMBIOS RELIGIOSOS. El humanismo rechazaba el lujo, el sentimiento religioso superficial, la corrupción. Lutero inició un movimiento religioso, la Reforma Protestante: criticó la venta de indulgencias (limosnas a cambio de perdón) y rechazó el poder del papa; defendía la salvación a través de la fe y como única fuente las Escrituras (cada persona podía interpretar la Biblia). Se produjeron luchas entre católicos y protestantes, dividiéndose Europa (sur y centro, y norte). Esto provocó en la Iglesia católica una reforma interior (Contrarreforma), a través del Concilio de Trento (1545-63), en la que se defendió la necesidad de las buenas obras para la salvación, se mantuvo la interpretación de la Biblia de acuerdo a las autoridades y se reafirmó la autoridad del Papa. Se incidió también en la necesidad de una vida más austera. Estas ideas se difundieron a través de la Compañía de Jesús. LA CIUDAD RENACENTISTA. Florencia atrajo gran cantidad de población; su esplendor se debió al comercio de la lana y la seda, que facilitó el desarrollo de la actividad artesanal y del pequeño comercio urbano. Se demandaban cereales, vino, azúcar, tabaco. Florencia tenía su propio ejército, siendo importante también la industria de armas (cañones, picas, arcabuces…). Esta prosperidad se manifestó en edificios religiosos y palacios, decorados con obras de arte. También destacó Roma. EL ARTE RENACENTISTA. El arte de los s. XV y XVI se denominó Renacimiento por inspirarse en la Antigüedad griega y romana (“renacer”). Los artistas buscaron la belleza y la proporción, el arte ya no era anónimo y así conocemos a sus autores. Casi todos trabajaron en Florencia y Roma, y surgió la figura del mecenas; las obras serán por tanto de encargo. -ARQUITECTURA. En el s. XV destacaron Brunelleschi y Alberti, y en el XVI Bramante y Miguel Angel. -ESCULTURA. Se busca la belleza ideal y la perfección, representadas en el cuerpo humano. Sobresalieron Donatello (s. XV) y Miguel Angel (s. XVI). -PINTURA. Los artistas consiguieron dar profundidad y volumen, utilizando la perspectiva, junto a la pintura al fresco se empleó la pintura al óleo. Destacaron Fra Angélico y Boticelli (s. XV) y Leonardo, Rafael y Miguel Angel (s. XVI). -ARTE RENACENTISTA EN ESPAÑA. Se desarrolló a través de 3 estilos, el plateresco, el clasicismo y el herreriano, en la arquitectura. En escultura destacó Alonso Berruguete y en pintura El Greco, que trabajó en Toledo y constituye la expresión de la espiritualidad del s. XVI. LA EUROPA DEL BARROCO El siglo XVII fue un siglo de crisis, excepto en la cultura. En política se impuso la monarquía absoluta, que llevó a la Guerra de los Treinta Años (1618-1648); España perdió la hegemonía a favor de Francia. La crisis religiosa hizo que continuaran las guerras entre protestantes y católicos, finalizada con la Paz de Westfalia (1648), que reconocía la tolerancia religiosa. A nivel económico, a partir de 1620 hubo malas cosechas y el comercio americano declinó. También hubo grandes pérdidas demográficas como consecuencia de las epidemias y la mala alimentación, originándose numerosos conflictos por la subida del trigo y de los impuestos. Sin embargo, en el pensamiento y la ciencia hubo una revolución científica, destacando Galileo y Descartes. Los nuevos descubrimientos rompieron algunas creencias, naciendo un nuevo método científico. En España se vivió el Siglo de Oro de las letras, con Cervantes, Quevedo, Lope de Vega, etc. El barroco fue el estilo artístico de este siglo, recargado y teatral y reflejo de la inseguridad de la época. LA MONARQUÍA ABSOLUTA Se apoyaba en la idea de que el poder del rey procedía de Dios y era incuestionable. Los monarcas intentaron eliminar todos los obstáculos que limitaban su autoridad, como las Cortes, y controlaron la Administración, el Ejército, la Iglesia y la economía. FRANCIA. Fue el mejor ejemplo, con el cardenal Richelieu, ministro con gran influencia sobre Luis XIII (1610-43). Sus objetivos eran: garantizar la autoridad del rey, dominar a la nobleza, luchar contra los Habsburgo, pacificar las provincias, recaudar impuestos y fortalecer el ejército. En 1661 llegó al trono Luis XIV (Rey Sol), a quien se atribuye la frase “el Estado soy yo”; controló todos los poderes ayudado por un Consejo y varios ministros. Francia se convirtió en la 1ª potencia europea después de reformar el ejército (mejor armamento y oficiales más preparados), nombrar intendentes en las provincias y magistrados para la administración y justicia; además controló la economía a través de la doctrina mercantilista (la riqueza del país se basaba en la acumulación de metales preciosos y moneda) y apoyando el comercio exterior. Por otro lado, obligó a los protestantes a convertirse y finalizó las obras del palacio de Versalles. Cuando murió (1715) llegaba al trono español su nieto Felipe V, que inauguraba la dinastía borbónica en España. INGLATERRA. El rey Carlos I reinó de forma absoluta con la oposición de sus súbditos, lo que provocó una revolución (1642) dirigida por Oliver Cromwell; así comenzaba una guerra civil hasta 1649, que finalizó con la ejecución del rey, la abolición de la monarquía y la proclamación de la República. En 1660 se restauró la monarquía con Carlos II y Jacobo II, quienes intentaron volver al absolutismo pero provocaron otra revolución (1688, la Gloriosa), con la que se pretendía ofrecer la corona a un rey dispuesto a gobernar con el Parlamento. Así accedió al trono Guillermo de Orange (1689-1702), quien firmó la Declaración de Derechos que se comprometía a gobernar de acuerdo con la ley y el Parlamento y a garantizar las libertades individuales y la propiedad privada. Inglaterra se convirtió en la 1ª Monarquía parlamentaria, cambio que ayudó a que Inglaterra fuera también la primera potencia marítima, centrándose en el comercio y el establecimiento de colonias. LA CRISIS DEL IMPERIO HISPÁNICO En el siglo XVII reinaban en España los Austrias menores (Felipe III, Felipe IV, Carlos II); fue un siglo de decadencia y de control del gobierno por parte de los validos. FELIPE III (1598-1621). En política interior se produjo la expulsión de los moriscos -1609-, lo que afectó a la agricultura y a la artesanía, quedando despoblados muchos lugares de Valencia, Aragón y Murcia. En el exterior, su valido, Duque de Lerma, estableció la paz con Inglaterra, Francia y Países Bajos (con éste, Tregua de los Doce Años). FELIPE IV (1621-65). Gobernó el Conde-Duque de Olivares, reanudándose el conflicto con los Países Bajos y entrando en la Guerra de los Treinta Años en apoyo de los Habsburgo alemanes. Hubo reformas fiscales para que todos los reinos aportasen ingresos y soldados, lo que llevó a la oposición de Cataluña y Portugal, que iniciaron rebeliones independentistas (1640). En Cataluña (1652) los campesinos se enfrentaron a soldados de los Tercios y buscaron el apoyo del rey francés; pero el ejército, dirigido por Juan José de Austria, reintegró Cataluña a la Corona española. En Portugal el levantamiento lo dirigió el duque de Braganza, por las quejas de la población antes los impuestos y por no recibir ayuda española en los ataques holandeses a sus colonias. El duque se proclamó rey de Portugal y fue reconocido por Carlos II de España (1668). Por otro lado la Guerra de los Treinta Años, iniciada entre los Habsburgo (católicos) y los príncipes alemanes (protestantes) y los aliados de éstos (Dinamarca, Suecia) se extendió por todo el continente y acabó con la Paz de Westfalia (1648). Sus consecuencias fueron: reducción del poder y territorios de Alemania (cesión a Francia de Alsacia), reconocimiento de la tolerancia religiosa (cada príncipe decidía la religión de sus súbditos) y España aceptó la independencia del norte de los Países Bajos (perdiendo el poder y la influencia que tenía en Europa). Además en la Paz de los Pirineos (1659), España cedió a Francia parte de Flandes, Rosellón y Cerdaña. CARLOS II (1665-1700). Rey débil y enfermo que dejó todo el poder en sus validos (Juan José de Austria, duque de Medinaceli), que iniciaron algunas reformas económicas. En su reinado se reconoció la independencia de Portugal y siguieron algunas derrotas ante Francia (se le entregó el Franco Condado). Nombró como sucesor a Felipe de Borbón, pero este nombramiento llevó a la Guerra de Sucesión (1700-1714), enfrentando a Borbones y Habsburgo; fue una guerra civil y un conflicto internacional, que finalizó con la Paz de Utrecht y la llegada al trono de Felipe V de Borbón. CRISIS ECONÓMICA DEL S. XVII Se debió a las continuas guerras, epidemias y malas cosechas. En agricultura, tras la expulsión de los moriscos escaseó la mano de obra y disminuyó la producción; la propiedad se concentró en latifundios. Algunas zonas se recuperaron por la llegada de productos americanos (maíz, patata). La artesanía tuvo que competir con los productos extranjeros, más baratos y de más calidad; también descendió el beneficio de la metalurgia vasca y la industria naval. La llegada de oro y plata había elevado los precios el siglo anterior, y el problema se complicó cuando se fueron agotando las minas americanas; esto provocó crisis en el comercio interior y con América, unida a las pérdidas por los ataques de piratas a los barcos españoles. La crisis no afectó a Inglaterra ni a Holanda, que controlaron el mar y la actividad comercial; se centraron en el comercio marítimo y fundaron Compañías comerciales a las que el Estado cedía el derecho sobre algunos mercados. SOCIEDAD Hasta mediados del s. XVII descendió la población por guerras, hambres…; en España, las rebeliones, reclutamientos forzosos, expulsión de los moriscos y la emigración a América también hicieron disminuir la población. La sociedad, estamental todavía, vio como las diferencias se hacían más profundas. La nobleza recuperó parte de su poder, pues muchos validos eran nobles. La mayor parte de la burguesía se arruinó por el escaso apoyo dado a la industria y artesanía, y muchos burgueses aspiraban a compra títulos y a vivir de sus rentas. Artesanos y campesinos empeoraron su situación, muchos campesinos emigraron y existía la idea de que el trabajo manual no proporcionaba honor. Creció la mendicidad y el bandidaje, aumentó la inseguridad y se hizo frecuente la figura del pícaro (vivía del robo y del engaño). Las ciudades simbolizaron el centro del poder político. CULTURA En este siglo hubo una revolución científica, y las academias (sociedades consagradas a la ciencia, arte, etc., con personas dedicadas al estudio) realizaron publicaciones periódicas para difundir los trabajos científicos. Descartes estableció un nuevo método, no aceptar como verdad nada que no pueda descubrirse a través de la razón; Bacon afirmaba que los conocimientos se adquieren con la experimentación. En Astronomía, Copérnico y Galileo afirmaron que la Tierra giraba alrededor del sol, y se construyó el observatorio de Greenwich. En botánica se fundaron jardines y se estudiaron las propiedades de las plantas. Newton, en física descubrió la ley de la gravitación universal, y se inventó el barómetro. En medicina, William Harvey desarrolló la teoría de la circulación de la sangre, descubierta por Miguel Servet. En España el nivel cultural hizo que se hablase del SIGLO DE ORO, destacando Cervantes, Quevedo (crítica a la sociedad), Góngora (lenguaje culto), y Lope de Vega y Calderón de la Barca (autores teatrales). El amor y el honor fueron los temas recurrentes, así como la miseria social y económica. También sobresalieron Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. En música Tomás Luis de Vitoria es considerado el mejor compositor español. También aparecieron los arbitristas, grupo intelectual preocupado por la situación española y que analizó la economía y propuso diferentes mejoras. ARTE Frente al equilibro renacentista, el barroco va a ser un arte libre, grandioso, teatral y dinámico. En Arquitectura se construyeron iglesias y palacios, símbolos de poder; aparecen curvas, las columnas se retuercen, los muros se arquean, provocando efectos de luces y sombras; las plantas de los edificios son elípticas o circulares para resaltar el movimiento y la grandiosidad. Destacaron Bernini y Borromini. En escultura también se buscaba movimiento, con imágenes expresivas y de gestos exaltados; también fue importante Bernini. En pintura las innovaciones son los juegos de luz y sombra, la expresividad gracias a las técnicas de claroscuro. El color era más importante que el dibujo y los cuadros cuentan con numerosos personajes. Rubens, Caravaggio, Rembrandt están entre los más sobresalientes. En España fue importante la familia Churriguera en arquitectura, con un estilo recargado en las fachadas (plaza mayor de Salamanca), y también Pedro Ribera y Fernando Casas y Novoa (fachada del Obradoiro). Los escultores se especializaron en temas religiosos, realizados en madera policromada (imaginería), con nombres como Gregorio Fernández (dramatismo) o Juan Martínez Montañés (elegancia y serenidad). También en la pintura predominó el tema religioso, pero el gusto por el realismo se reflejó en temas mitológicos, bodegones y retratos; sobresalieron Murillo (pintor de “Inmaculadas”), José de Ribera (claroscuro), Zurbarán (pintor de frailes) y Velázquez, que buscaba representar más allá de la apariencia y fue conocido como el “pintor del aire”, por su uso de la perspectiva aérea (representar la atmósfera que envuelve los objetos, dibujando a los del fondo más difuminados para producir sensación de distancia).