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Joyas Relojes Arte Objetos de Colección
www.tendenciasdelarte.com - nº 65 - España, Portugal, Andorra: 5 €. Canarias: 5.20 €
ÚNICOS EN VENTAS
RECUPERABLES
www.tendenciasdelarte.com - nº 65 - España, Portugal, Andorra: 5 €. Canarias: 5.20 €
Tendencias
cias
i
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del Mercado del Arte
Helena Cambó: la estirpe de un mecenas legendario
C L AU D I O CO E LLO 35, 2 8 0 01 M AD R I D
9 1 4 31 8 7 3 3
ENTREVISTA CON JOANA VASCONCELOS
Pierre Moos, el embajador del arte tribal
LUCIEN CLERGUE Y SU AMIGO PICASSO
Todos los préstamos estarán sujetos al valor de los bienes otorgados como garantía (de conformidad con lo establecido por Suttons & Robertsons).
Todos los préstamos dependerán de su estado asequibilidad. Se requiere ser mayor de 18 años y acreditarse con DNI español o de la CEE y/o tarjeta de residencia. Términos y condiciones aplicables.
Giacometti o el juego de la vida
PDM2013-Tendencias(1).qxd_Layout 1 21/06/13 12:02 Pagina 1
L A F E R I A I N T E R N A C I O N A L D E L A S A RT E S P R I M E R A S
parcours
d e s
m o n d e s
PARIS 10 -15 septiembre
Saint-Germain-des-Prés
Más de 60 prestigiosas
especializadas en las artes
primeras se dan cita en París
para la XII edición del más
importante evento
consagrado al arte primitivo
i n fo @ p a rc o u rs - d e s - m o n d e s. c o m
•
w w w. p a rc o u rs - d e s - m o n d e s. c o m
Photo © H. Dubois / Voyageurs et Curieux
galerías internacionales
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14/06/13 11:35
.
editorial
EN PORTADA
Sandro Botticelli
La historia de Nastasio degli Onesti (III)
[detalle]
Museo Nacional del Prado, Madrid
Tendencias
del Mercado del Arte
Edita
Hojas de Arte e Inversión, SL
Juan Álvarez Mendizábal 63, 2º.
28008 Madrid · Tel 91 541 88 93
[email protected]
www.tendenciasdelarte.com
Editor
Carlos García-Osuna
Directora
Vanessa García-Osuna
Delegada en Barcelona
Marga Perera
Maquetación
Juan Enrique García, María Arias
Administración y publicidad
Raquel García-Osuna
Imprime: Imprimex
Depósito legal: M. 10. 659-2007
ISSN: 1887-5483
Distribuye: SGEL
Esta revista se distribuye en Andorra,
Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile,
España, Marruecos, México, Perú y
Portugal.
«Esta revista recibió una ayuda a la edición
del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte
en 2012».
© Hojas de Arte e Inversión, SL.
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Tendencias del Mercado del Arte se expresa exclusivamente a
través del Editorial. Esta publicación no se responsabiliza de la
autenticidad y calidad de los productos y servicios publicitarios
que aparecen en la revista, que son exclusiva responsabilidad de
las empresas anunciadoras. Generosos
mecenas
En España ha existido un singular número de coleccionistas que han sido los
auténticos guardianes de una parte esencial de nuestro patrimonio artístico que, en
elevado porcentaje, se ha conseguido a través de donaciones privadas. La revista
que tienen ustedes en las manos quiere ser un reconocimiento a uno de los mecenas
más sobresalientes del siglo XX, el político catalán Francesc Cambó, que legó a
dos instituciones (el Museo del Prado y el Museu Nacional d’Art de Catalunya)
una herencia artística extraordinaria, permitiendo únicamente a su hija elegir
una obra para conservarla en su propiedad. Pero incluso Helena Cambó, digna
descendiente de su progenitor y tan generosa como él, que escogió una magnífica
pintura de Botticelli, ha tenido el detalle de cederla temporalmente al Prado para
que los visitantes gocen de ella antes que mantenerla en su domicilio familiar.
Personalizando en la familia Cambó el agradecimiento a todos los mecenas
y coleccionistas de nuestro país, queremos hacer justicia a un colectivo,
afortunadamente cada vez más amplio, que en vida o cuando está próxima
la despedida de este valle de lágrimas, realizan donaciones a nuestros
museos para mantener unida una colección a la que han dedicado los
mejores esfuerzos vitales y económicos con una única condición: que
se exponga para que puedan disfrutarla sus conciudadanos e incluso
aquellos que llegan de lejanas tierras para hacer vacaciones culturales.
Por eso resulta tan urgente la aprobación de una Ley de Mecenazgo que no
penalice a los coleccionistas que decidan pagar una parte de sus impuestos con
obras de arte, sino que sean alentados por ayudar a recuperar una parte de
nuestro patrimonio que fue expoliado en tiempo de penumbra y a incorporar
a los nuevos nombres del arte mundial a los fondos de nuestras pinacotecas.
El siguiente número de Tendencias del Mercado del Arte, que llevará el capicúa del
66, se reencontrará con nuestros lectores y anunciantes el próximo mes de octubre.
Hasta entonces, les deseamos un feliz verano.
1
sumario
Wassily Kandinsky, Studie zu Improvisation 3. Vendido en 15,8 millones de euros. Subasta: 18 de junio, Londres. © Christie’s Images Limited 2013
8
Grandes Coleccionistas
El histórico político catalán
Francesc Cambó fue un
coleccionista generoso y atípico.
Su única hija, Helena Cambó,
mantiene vivo su legado.
28
Entrevista El
prestigioso coleccionista
Pierre Moos es el propietario
de Parcours des Mondes, la más
influyente feria internacional
dedicada al arte tribal.
48
78
16
Flechazos
La directora del
Museo Arqueológico de
Córdoba escribe sobre una
sensacional escultura romana
descubierta recientemente.
36
64
80
22
38
66
84
Entrevista La artista
portuguesa Joana
Vasconcelos, la primera
mujer en exponer en el Palacio
de Versalles, es célebre por
sus creaciones excesivas y
sorprendentes.
Fotografía Fundador
de Les Rencontres d’Arles,
el afamado fotógrafo francés
Lucien Clergue retrató a su
gran amigo Picasso en miles
de ocasiones.
Crímenes del mundo
del arte Noah
Charney analiza el nuevo
organismo creado para
controlar el tráfico ilícito de
bienes culturales.
Christie’s El pintor
Edward Coley
Burne-Jones retrató a su
amante en un romántico cuadro
cuya historia desvela Harriet
Drummond.
Grandes
Coleccionistas La
psicoterapeuta y coleccionista
de videoarte Rebecca Russo
ha patentado una innovadora
terapia basada en el poder
curativo de las imágenes.
Sotheby’s James
Macdonald nos relata la
historia de un valioso lienzo de
El Greco que perteneció al
pintor vasco Ignacio Zuloaga.
2
Investigación
Matías Díaz Padrón
restituye a Gerard Seghers un
cobre que había sido atribuido a
Alonso Cano.
Exposición Toda la
carrera de Alberto
Giacometti es recorrida
en una ambiciosa antológica
organizada por la Fundación
Mapfre.
Exposición La
huella del maestro del
simbolismo andaluz, Julio
Romero de Torres, es
reivindicada por el Museo
Carmen Thyssen Málaga.
grandes coleccionistas
Helena
Cambó
El excepcional legado
de un mecenas
8
Helena Cambó
(Barcelona, 1929), es la
única hija del histórico
mecenas catalán
Francesc Cambó (1876
- 1947). Académica de
la Reial Acadèmia de
Belles Arts de Sant Jordi
de Barcelona, preside el
Institut Cambó que ella
misma fundó en 1999
en colaboración con
su marido, el abogado
Ramon Guardans, con
la voluntad de continuar
y actualizar la obra de
mecenazgo impulsada
por su padre. Hemos
tenido el privilegio de
conversar con la señora
Cambó, quien nos recibió
en su residencia de
Barcelona para hablar
con gran entusiasmo de
su padre y compartir sus
vívidos recuerdos.
La historia de Nastasio degli Onesti (I) Sandro Botticelli, hacia 1483. Madrid, Museo Nacional del Prado
H
elena Cambó ha sido distinguida este año como
Miembro del Patronato de
Honor del Museo del Prado y más recientemente,
también nombrada Patrona del Museu
Nacional d’Art de Catalunya (MNAC),
museos para los que su padre forjó una
histórica colección con la voluntad de
reunir obras para ampliar sus ya importantes fondos. “Con este nombramiento
-ha comunicado el MNAC- se pretende
reconocer el gran valor de uno de los
legados más importantes que ha recibido el Museo a lo largo de su historia, y
que conserva intacta toda su fuerza en la
actualidad. Se trata de un legado que es
el fruto de la generosidad y la voluntad
de Francesc Cambó, y que fue adquirido
desde el inicio con la idea de que pasara a formar parte de nuestro patrimonio
cultural”.
¿Cuáles son los primeros recuerdos de su
padre?
Mi padre nació en Verges, un pueblecito
de Girona; la casa familiar, que todavía
existe, tiene un balcón gótico, y ya de
pequeño sentía una gran atracción por
ese balcón; de niño tenía un enorme interés y curiosidad por las cosas y se fija-
Marullus, una obra maestra del Renacimiento
“Ya tengo los ocho cuadros que el gobierno español ha autorizado que vinieran a hacerme
compañía. Ninguno de ellos llega a la calidad del Marullus…”, escribió Cambó en sus memorias.
Marullus, un retrato de hombre de Botticelli, el único cuadro que Helena Cambó heredó de
su padre como recuerdo, fue el motivo de reflexión de su discurso como académica electa
de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Jordi de Barcelona en 1996. “Mi padre decía que
Marullus era ‘la perla de mi colección’, y se identificaba con él por su mirada añorando la patria
perdida”. Nacido en Grecia (c. 1453/4-1500), emigró a Italia y fue poeta, humanista y soldado.
Sus influencias fueron los textos griegos antiguos y fue un gran admirador del poeta romano
Lucrecio. Fue invitado por Lorenzo di Pierfrancesco de Medici, primo de Lorenzo el Magnífico,
a Florencia entre 1489 y 1494, ciudad a la que regresó en 1496 y en la que permaneció
hasta poco antes de su muerte en 1500. La cercanía de Marullus a Lorenzo di Pierfrancesco,
importante patrón de Botticelli, explica que éste lo retratara, probablemente hacia 1490.
Francesc Cambó manifestó haberse identificado con el personaje retratado por Botticelli en
esta obra por tratarse de un exiliado como él (Cambó no regresó nunca a España desde que
inició su exilio en 1936). Respecto al cuadro de Marullus, Cambó escribió en sus memorias: “La
adquisición del cuadro fue conocida en el mundo del arte y pasé, de golpe, a figurar como uno de
los grandes compradores a los cuales se ofrecían las principales obras de arte que estaban en venta.
Entonces entré en relación con los grandes marchantes. Recuerdo que, al visitar París, el primero de
todos, Mr. Duveen (poco tiempo después lo hicieron lord por sus donaciones a la National Gallery)
me dijo que mi adquisición del Botticelli de Eduard Simon había sido el primer fracaso profesional de
su vida, ya que hacía años que tenía a una persona especialmente dedicada a vigilar aquel cuadro
por si algún día se pusiera a la venta. Como buen inglés, sin embargo, me felicitó por haber adquirido
uno de los mejores cuadros del mundo”.
Los únicos Botticelli del Prado fueron
donados por el mecenas
9
ba mucho en todo. Antes de ir a estudiar
a Barcelona, estuvo viviendo en Besalú,
el pueblo paterno, su padre quería que
estudiara farmacia para que fuera farmacéutico en Besalú; por ello lo envió a
Girona, donde un pariente tenía una farmacia, para que se familiarizara con ella,
al cursar allí el último año de bachillerato. Pero él no quiso seguir ese camino
y se fue a Barcelona, donde enseguida
entró en contacto con grupos políticos
del catalanismo de la ciudad; cambió su
matrícula por libre para poder asistir a
reuniones políticas. Desde ese momento ya no dejó Barcelona y sólo volvía a
Besalú por vacaciones. Estudió Derecho y Filosofía y Letras, y fue pasante
de un despacho en Barcelona. Conoció
a Prat de la Riba; en aquellos años, todo
pasaba en Barcelona… Tenía un presupuesto modesto, pero cuando cobró la
primera minuta ya pensó en un viaje; su
concepto de viaje era ir a ver museos,
siempre pensando en que un día ampliaría la colección del Museo de Barcelona.
A veces se ha criticado que su colección
es heterogénea, pero la hizo con la visión
de que estuvieran representadas todas
las escuelas de pintura, de los siglos XV
al XVIII… ¡el esfuerzo que tuvo que
hacer para que fuera heterogénea y que
estuvieran todas las escuelas europeas!.
Su padre tuvo una vida política muy activa, ¿qué intervención tuvo en la transformación de Barcelona?
Yo tenía 17 años cuando mi padre murió,
y en todo este tiempo me explicó muchas
cosas, como su visión de convertir la montaña de Montjuïc en un jardín. Trabajaba
como abogado en el despacho de Verdaguer, sobrino del poeta, y a través de ahí
llegó a la testamentaría Laribal, propietaria de gran parte de Montjuïc, y viendo el
peligro de que se vendiese media montaña en parcelas, propuso al Ayuntamiento
de Barcelona que la comprara para uso
ciudadano. En ella se celebraría la Exposición Internacional de 1929, de la que
Cambó fue comisario, entonces se invitó al
arquitecto paisajista Jean Claude Nicolas
Forestier para que ajardinara la montaña. Cambó tenía mucho trabajo, pero se
lo tomó con gran entusiasmo, y pensó que
podría suprimir de su agenda diaria una
tertulia después de la cena y levantarse antes, y así tendría dos horas más al día para
su cargo de comisario de la exposición; era
muy organizado en todo…
Retrato de Michele Marullus Tarcaniota, Sandro Botticelli, hacia 1490. Colección Guardans-Cambó,
depositado en el Museo Nacional del Prado
Cuando llegó la dictadura de Primo de
Rivera en 1923, él dejó su actividad de
comisario y dejó también de ser diputado.
Anteriormente, en 1918, había sido ministro de Fomento, y como tal, se mostró
responsable de toda España; por ello pensó en el problema más urgente del país,
que era la electrificación del tren Madrid-Asturias, ésta fue una de las mejoras
más importantes durante su ministerio,
porque cuando nevaba el tren de carbón
no podía subir la rampa de Pajares y la
región quedaba totalmente aislada. Esto
fue tan importante para el desarrollo de
Asturias, que 50 años más tarde se puso
una placa en la estación en su reconocimiento. Hace unos años fuimos al acto de
entrega de los Premios Príncipe de Asturias y se había renovado la estación, pero
la placa seguía allí, ¡fue un gesto muy
simpático que se mantuviera! Cambó fue
nuevamente ministro en 1921, esta vez
de Hacienda, y allí también dejó huella.
Durante la dictadura ya no fue ministro,
se dedicó a escribir y a adquirir cuadros.
Cuando empezó a comprar, cada adquisición era una aventura porque muchos de
los cuadros no estaban en venta; incluso
a veces compraba alguna pieza menor
para poder hacer intercambios. Al llegar
la guerra la ilusión de la colección se acabó, y durante estos años algunos cuadros
quedaron depositados en Francia, otros
en Suiza y alguno desapareció.
Cambó formó su colección de pintura para
enriquecer el patrimonio artístico español
¿Cuándo empezó su padre a pensar en
una colección de arte?
Siempre pensaba que llegaría un día en
que tendría dinero y podría hacer algo
por la cultura del país, como comprar
También fue ministro del gobierno de España…
10
Pierre-Louis Laideguive,
Maurice Quentin de
la Tour, hacia 1761
Este cuadro fue uno de
los que hicieron compañía
a Cambó durante sus
años en Argentina.
“Cuando me ve triste y
preocupado (¡es cuando
suelo visitarlo!), con
sus ojos de picardía y
sus labios burlones y
sensuales se mofa de mí,
de mis cavilaciones, y me
cuenta cuatro chistes y
a menudo me distrae y
me devuelve la alegría.
¡Qué gran amigo me ha
llegado con el notario
Laideguive pintado por
Latour!”. Francesc Cambó.
Meditacions, 1941-1946.
Conocimiento y sensibilidad
Francesc Cambó (Verges, Girona, 1876 - Buenos Aires, 1947), político, coleccionista y
mecenas, empezó a crear su colección en los años 20 del pasado siglo con la voluntad de
incrementar y enriquecer el patrimonio del país. Se propuso reunir una colección de obras
de grandes maestros europeos del Renacimiento y del Barroco para complementar en parte
las colecciones de arte medieval con las que entonces contaba el MNAC, un ejemplo de
coleccionismo programado que refleja algo más que el gusto y la satisfacción personales. El
Legado al Museo de Barcelona, que abarca la historia de la pintura europea desde el siglo XIV
al inicio del siglo XIX, cuenta con obras de Tiziano, Tiepolo, Rubens, Lucas Cranach, Fragonard,
Zurbarán, El Greco y Goya, entre otros artistas. El objetivo de Cambó fue buscar “en cada
una de las escuelas que no tienen representación en España una obra del más grande de los
maestros, si era posible; sino, del que le siguiera en importancia”. Su objetivo para el Museo del
Prado fue llenar algunas de las pocas lagunas que tenía: las únicas pinturas de Botticelli que
posee el Museo del Prado fueron donadas por Cambó. Tenía gran conocimiento y sensibilidad
artísticos, como puede verse en sus memorias cuando explica los razonamientos que le llevaron
a la decisión de no comprar El Juicio de Paris de Rubens de la Colección Holdeness. Francesc
Cambó estudió Derecho y Filosofía y Letras; militante del nacionalismo catalán desde su
juventud, fue co-fundador y líder de la Lliga Regionalista; durante su carrera política fue ministro
de Fomento en 1918 y de Finanzas en 1921 en gobiernos de Antonio Maura. Creó en 1923 la
Fundació Bernat Metge con el objetivo de publicar los clásicos griegos y latinos en sus versiones
originales y sus traducciones catalanas, y también con la voluntad de crear generaciones de
humanistas a través del tiempo. Falleció en Buenos Aires en 1947.
11
cuadros y editar libros. Y se le presentó una oportunidad importante; en 1918
hubo una incautación de bienes para que
Alemania pagara las indemnizaciones de
lo que se había destruido, y una de las
soluciones que se propusieron para que
esto no fuera tan gravoso, fue que España hiciera ciertos contactos para vender
alguna empresa alemana a una española
si se encontraban bancos que se hicieran cargo, y para ello se necesitaba un
interlocutor, y mi padre se encargó de
la conexión con los bancos españoles: a
su vuelta, se recuerda que con un gesto
teatral mostró todos los documentos ya
firmados por los bancos de España. A
consecuencia de estas operaciones pudo
empezar a cumplir sus proyectos: creó
la Fundació Bernat Metge para la traducción de textos clásicos al catalán y se
puso en contacto con Folch i Torres, que
entonces dirigía el Museo, para tratar de
su proyecto de ampliar los fondos del
mismo con obras de las escuelas menos
representadas. También pensó en que
Barcelona tuviera un hotel de calidad
para que cuando viniera gente importante pudiera alojarse en un hotel de categoría, comparable a otras capitales; la
idea era formar una sociedad para aportar recursos y animar también al Ayuntamiento a colaborar, y así se convirtió
en el promotor del Hotel Ritz.
Su padre fue un coleccionista atípico porque hizo la colección programándola para
ampliar los fondos del MNAC y del Museo
del Prado. ¿Cuándo empezó a coleccionar?
Empezó a comprar en 1924 con un
criterio muy personal, buscando pieza por pieza, haciendo un seguimiento
de dónde estaba el cuadro que quería
comprar… por ejemplo, la compra de
la colección Joseph Spiridon, un coleccionista que vivía en Francia y que tenía
una colección muy importante. La viuda
decidió ponerla a la venta, pero quería
venderla entera. Mi padre pensaba llegar a 50 cuadros y pensó que la venta
se haría en Alemania porque había mejor mercado, y a finales de 1928 se fue a
Alemania para participar en la subasta;
había agentes encargados de pujar por
algunos cuadros y los mismos compradores revendían lo que no les interesaba;
mi padre compró mucho y dijo que nunca había sufrido tanto, pero logró deshacerse de la parte que no le interesaba…
fue toda una aventura. En esta colección
había cuadros de Botticelli, que donó al
Museo del Prado en vida, como también
donó un bodegón de Zurbarán. En una
de sus cartas escribió: “He decidido donar
al Museo del Prado unos cuadros para llenar
los pocos vacíos que tiene; es para agradecer
los grandes y buenos ratos que he pasado disfrutando en el Museo”. El cuadro Un retrato
de hombre de Botticelli lo tenía un magnate y amante del arte alemán, Eduard
Simon, que tenía una importante colección; en un viaje a Berlín invitaron a mi
padre a verla y quedó entusiasmado con
el Botticelli. Simon le dijo que no pensaba venderlo, pero mi padre le dijo: “sepa
que me gusta mucho”. Al cabo de un tiempo, este señor se arruinó y mi padre recibió un telegrama: “Vendo el cuadro. Respuesta en 24 horas”. Me contó que aquella
noche no pudo dormir, y le contestó que
se lo quedaba, que se lo depositara en
Suiza; me dijo que al verlo se iba diciendo: “¡es mío, es mío!”. Durante la guerra,
mi padre dejó en Suiza, en el Museo de
Lausana, varios cuadros para que se los
guardaran. De éstos, uno quedó allí en
Vittoria Colonna, Sebastiano del Piombo, 1520-1525. MNAC.
muestra de su agradecimiento. También
donó a los Caputxins de Sarrià un cuadro de asunto religioso cuando tuvieron
que reconstruir su iglesia destruida durante la guerra.
Usted conservó un solo cuadro de la colección de su padre, un Botticelli excepcional,
considerado una de las obras maestras del
pintor florentino y del Renacimiento.
En el testamento, mi padre dejó toda su
colección para Barcelona -los de Madrid
los había donado en vida- y estableció
que yo eligiera un cuadro como recuerdo. Mi madre, que tenía mucho criterio
artístico, me recomendó que escogiera
el Botticelli. Es un cuadro que tiene su
Adquirió muchas de sus obras en
el mercado internacional
12
historia. Todos mis hijos, que han convivido junto a él, le han llamado siempre
“El Botti”. Cuando hace pocos años se hicieron obras en el edificio para convertirlo en hotel, como era un peligro tener el
cuadro aquí porque todo estaba en obras
y abierto, mi marido sugirió que lo depositáramos temporalmente en el Museo del
Prado. De allí se ha mostrado en diversas
exposiciones por Nueva York, Grecia y
Alemania. Cuando me nombraron miembro de la Academia Sant Jordi, hice el
discurso sobre la historia del personaje:
Michele Marullus, que había nacido en
Grecia en 1453, cuando la conquista de
los turcos, fue poeta, humanista y militar,
y escribía poesía en italiano… Es decir,
que por un lado escribía poesías románticas y por otro era soldado. Yo me quedé
este cuadro porque era uno de los preferidos de mi padre; él no compraba por inversión, y los cuadros eran como amigos
que le acompañaban.
San Eloy ante el rey Clotario, Maestro de la Madonna della Misericordia, Madrid, Museo Nacional del Prado
El Minuet, Giandomenico Tiepolo, 1756. MNAC.
13
cuadros muy buenos, son del hijo; también en el Louvre tenían dos Tiepolo que
finalmente tuvieron que atribuir al hijo,
eran como los nuestros. También hay un
Rembrandt, probablemente un retrato
de su hijo, pintado por uno de los primeros maestros del taller de Rembrandt.
¿Cuáles fueron los mejores consejos que
recibió de su padre?
Conservo cartas deliciosas llenas de consejos; cuando estábamos en Buenos Aires, que tenía un clima muy húmedo durante los meses más fríos, mis padres se
iban a Córdoba, que está a 1.000 metros
de altitud, y yo me quedaba interna en el
colegio: lo recuerdo como muy divertido. Allí mi padre me escribía cartas. Recuerdo que le escribí diciéndole que me
habían dado unos premios en la escuela
y me contestó recomendándome que sobre todo no se me subieran los humos a
la cabeza… para él, esto era importantísimo en la vida, por encima de todo; me
decía que si podíamos ayudar a alguien
y no se enteraba era mucho mejor. Recuerdo que el Maestro Falla estaba en
Córdoba y un día fue a visitarle, estaba
en un lugar muy húmedo, y mi padre
le buscó una casa en Alta Gracia muy
soleada, diciéndole que el alquiler era el
mismo. Falla estaba encantado. Durante la guerra ayudó a mucha gente, pero
siempre procuraba que la ayuda fuera
delicada, por ejemplo, conoció a un señor que lo estaba pasando muy mal, con
mucha penuria económica, y preguntó
qué tenía para vender, le dijeron que tenía mapas y globos antiguos, y él se los
compró. La cuestión era no ofenderle
dándole dinero como caridad.
Jean-Claude Richard, el abad de Saint-Non, vestido a la española, Jean-Honoré Fragonard, hacia 1769. MNAC.
¿Recuerda alguna anécdota en relación a
la colección?
Cuando marchamos a Buenos Aires, en
los años 40, mi padre solicitó al Gobierno la autorización para exportar ocho
cuadros para que le hicieran compañía
en Argentina. Cuando él murió en 1947
gobernaba Perón, quien quiso quedarse
con los cuadros para el Museo de Buenos Aires; para recuperarlos intervino
Franco y se consiguió que volvieran a
España, aunque fue de una manera rocambolesca: se sacaron del país a escondidas, porque el gobierno argentino no
podía quedar como que había dado el
brazo a torcer, así que los cuadros se llevaron desde nuestra casa a la Embajada
española y los metieron en un contenedor de un diplomático que transportaba
sus muebles. Así llegaron a Barcelona,
donde las autoridades esperaban los
“muebles”. En Barcelona, la colección
estuvo primero en el Salón del Tinell
y después en el Palau de la Virreina.
Mientras estuvieron ahí se robó un cuadro pequeño, pero se recuperó de manera extraña: al cabo de dos o tres años
empezaron a recibirse llamadas a la Virreina diciendo que estaban dispuestos a
negociar el retorno del cuadro, la policía
interceptó la llamada y vio que venía de
París y lo recuperó; finalmente, al acabar las primeras obras del MNAC ya se
llevó la colección al museo. Ahora sería
imposible hacer lo que hizo mi padre. A
cada uno de los otros cuadros les tenía
un gran cariño, como a un Rubens, a un
Patinir, y dos Tiepolo que aún siendo
El político catalán fue un coleccionista
atípico y generoso
14
Usted fundó con su marido el Institut
Cambó, ¿cuáles fueron los objetivos?
Yo he procurado que funcionaran las cosas que inició mi padre; tuve la suerte de
casarme con una persona que se identificó con su obra, y continuamos con la colección Bernat Metge de traducciones de
los clásicos griegos y latinos al catalán, la
traducción de la Biblia… Con el Instituto
se asegura una mayor continuidad y puede conservarse mejor su memoria.
Usted ha sido nombrada Patrona del
MNAC, ¿qué significado tiene ser Patrona
de este Museo?
Lo vivo como reconocimiento a la generosidad de mi padre: siempre ha habido
una buena relación con el Museo. Mi marido fue Presidente del Patronato; ahora,
siendo Presidente Miquel Roca, me han
nombrado Patrona, y el Museo del Prado también me ha incluido en el Patronato de Honor. Todo ello contribuye al
recuerdo.
Marga Perera
entrevista
Irónica, sorprendente
y majestuosa
Joana
Vasconcelos
La naturaleza del
proceso creativo de
la artista portuguesa
Joana Vasconcelos
(París, 1971) se basa
en la apropiación, la
descontextualización
y la subversión de
objetos preexistentes
y realidades
cotidianas. La
artista ofrece una
mirada cómplice
y a la vez crítica,
sobre la sociedad
contemporánea,
abordando
cuestiones como
la situación de
las mujeres, la
diferenciación
por clases o la
identidad nacional.
Vasconcelos ha sido
la primera mujer
en exponer en el
Palacio de Versalles,
y ahora representa a
Portugal en la Bienal
de Venecia.
Joana
Vasconcelos.
Foto Miguel
Domingos/©Unidade
Infinita Projectos
16
Marilyn, 2009
. Colección particular. Obra producida con el patrocinio de Silampos. Foto: DMF, Lisboa/©Unidade Infinita Projectos
Corazón independiente, 2005. Museo Coleção Berardo, Lisboa ©Unidade Infinita Projectos
17
Valquiria real, 2012.
Colección de la artista.
Obra producida con la
colaboración de artesanas
de Nisa y el patrocinio de
Manufacture Prelle, S.A.
©Unidade Infinita Projectos
18
Joana Vasconcelos,
Trafaria Praia,
2013. Foto: Luís
Vasconcelos.
© Unidade Infinita
Projectos.
La novia, 20012005 . Colección António
Cachola, Elvas. Obra
producida y restaurada con
el patrocinio de Johnson
& Johnson. Foto: Luís
Vasconcelos/©Unidade
Infinita Projectos
La Bienal de Venecia
N
ada irrita más a Joana Vasconcelos que tilden su arte de kitsch:
“Para que lo fuera, debería ser
irreflexivo y de mal gusto, estar producido de forma mecánica e industrial y resultar ajeno a la belleza y a un discurso
político. Yo soy todo lo contrario –puntualiza- Hago las cosas de forma artesanal, con mis propias manos y tengo un
discurso sobre el presente”. La portuguesa suscitó un gran revuelo mediático con
su exposición en el Palacio de Versalles
donde reunió sus sorprendentes e irónicas instalaciones. Los visitantes pudieron
contemplar desde estatuas de fieros leones recubiertos con servilletas de encaje
blanco hasta su obra más celebrada, que
estuvo a punto de ser censurada, La novia:
Vasconcelos ha sido
la primera mujer en
exponer en Versalles
una lámpara de araña de cinco metros de
altura confeccionada íntegramente con
tampones blancos. Otra de sus obras
más impactantes era Marilyn, un par de
stilettos hechos a base de ollas y cazuelas,
que habla del ama de casa obligada a convivir con la diva que se pone tacón alto
para salir de noche. Muy llamativa era
Lilicoptère, el helicóptero creado con plumas rosas de avestruz y cristales Swarovski para el palacio de María Antonieta.
La exposición de Versalles recibió más de
un millón y medio de visitas. La afamada
artista portuguesa tiene su gran valedor
en el multimillonario coleccionista y dueño de Christie’s, Francois Pinault.
¿Qué le llevó a embarcarse en una carrera
en el arte?
Convertirme en artista ha sido un camino
más que una decisión objetiva tomada en
un momento dado. Yo era una niña normal, aficionada a los deportes y a las actividades creativas, y mientras estudiaba
en el instituto (hice el bachillerato artís-
19
En su instalación para la Bienal de Venecia
Joana Vasconcelos ha tejido los hilos
históricos entre Venecia y Portugal. Ambas
ciudades mantuvieron una estrecha relación
comercial durante la Edad Media y el
floreciente Renacimiento gracias a la vía
de comunicación marítima que conectaba
los dos puertos. La artista asocia ambas
ciudades, a través de la relación entre el
emblemático cacilheiro, un ferry portugués
que conecta las dos orillas del río Tajo y
su análogo vaporetto de Venecia. De una
forma poética, sorprendente y cautivadora la
portuguesa reflexiona sobre los medios de
comunicación y conexión en la actualidad, no
sin dejar toda una estela romántica al mirar
hacia el pasado histórico. “He transformado
un cacilheiro, un ferry de Lisboa, en una obra
de arte/pabellón flotante, para establecer
un paralelismo con el vaporetto veneciano
(también un medio colectivo de transporte),
pero también para articular la historia común
de Lisboa y de Venecia como puertos
comerciales estratégicos –nos explica–. El
exterior del barco, llamado Trafaria Praia, va
recubierto totalmente de grandes azulejos
que plasman a Lisboa, vista desde el río Tajo.
El interior está dominado por una instalación
a base de tejidos orgánicos que los visitantes
podrán recorrer. También hay un escenario
para espectáculos musicales y conferencias
que pretenden acortar las distancias entre el
público de la Bienal de Venecia y la cultura
portuguesa.”
tico en una escuela especializada) empecé a experimentar con distintos medios.
Creo que fue ahí cuando me ‘enganché’ a
hacer descubrimientos...
¿Cuál es su filosofía como artista?
Me interesan los símbolos, los objetos y
las conductas de la sociedad contemporánea.
¿Hay artistas, u obras de arte concretas,
que le hayan inspirado de forma especial?
Soy una gran admiradora de Louise
Bourgeois; creo que sus representaciones intimistas son muy poderosas. Para
mi, sus Celdas son recreaciones profundas
de un mundo interior. Las considero un
Maria Pia, 2013. Colección de la artista. ©Unidade Infinita Projectos
gran ejemplo de la indiscutible habilidad
de Bourgeois para materializar la intimidad.
¿Cuáles diría que han sido los hitos de su
carrera? ¿Cómo recuerda su exposición en
el Palacio de Versalles?
La trayectoria de un artista se va construyendo a través de sucesivos momentos
clave que, cuando se producen, modifican
el curso de una carrera abriendo el campo a posibilidades de más envergadura.
Versalles fue uno de esos momentos, pero
también lo fue, por ejemplo, exponer La
novia en la Bienal de Venecia de 2005;
fue la primera vez que mi obra recibió la
atención de un público internacional.
¿Qué obras plantearon un desafío mayor?
¿De cuáles se siente más orgullosa?
Me siento orgullosa de todos mis trabajos; de hecho, a menudo vuelvo a mirar
mis primeras obras y siento que siguen
siendo tan relevantes y pertinentes hoy
como lo fueron cuando las creé. He tenido diversos desafíos a lo largo de mi carrera; algunas obras fueron complicadas
de ejecutar desde un punto de vista técnico, financiero, burocrático, etc… Mi
último proyecto ha sido particularmente
ambicioso: transformar uno de los trans-
bordadores de Lisboa en un pabellón flotante. Con esta obra represento a Portugal en la Bienal de Venecia de este año.
Llevarla a cabo me ha planteado diversos
retos… ¡tuve que sumergirme en el universo naval del que apenas sabía nada!
¿Qué define las dimensiones de sus piezas? ¿Qué le atrae de la idea de exceso?
El tamaño es fruto de decisiones previas,
al igual que la elección del material, lo
que significa que, no es tanto una meta,
un objetivo, sino una consecuencia. Me
interesa el exceso por sus diversos significados; ya sea su asociación con el lujo,
que nos traslada al mundo de objetos
deslumbrantes; o por sus implicaciones
sociológicas, generalmente compensando
la insustancialidad actual; o incluso como
símbolo de un mundo más plural y global.
Estudiando su producción artística es
inevitable pensar en una tradición artística que ha adoptado entre sus prácticas
la artesanía femenina: Louise Bourgeois,
“Me siento heredera
de Louise Bourgeois y
Richard Serra”
20
Rosemarie Trockel, Tracey Emin... ¿se
siente parte de este linaje?
Me siento heredera tanto de Louise
Bourgeois como de Richard Serra. Mi
corpus artístico es, en muchos sentidos,
sumamente variado, por lo que el uso de
técnicas tradicionalmente femeninas solo
es un aspecto más de mi práctica artística.
Yo diría que mi trabajo da continuidad a
un linaje mucho más vasto, con el propósito de responder a las complejidades
de la contemporaneidad a través de voces
diferentes y, por consiguiente, mediante
el uso de una amplia gama de técnicas y
materiales.
Usted dió una conferencia en la última edición de la feria TEFAF Maastricht. ¿Qué
opina de las ferias? ¿Le gusta visitarlas?
Los lugares como TEFAF Maastricht
me sorprenden porque, además de estar
meticulosamente organizados, acercan
al público obras de arte que han logrado
resistir la prueba del tiempo. Además, me
encanta la gran artesanía y me interesa
explorar las nociones de gusto, así que es
estupendo ver cómo la feria ofrece una
brillante panorámica de su evolución a lo
largo de los tiempos.
Vanessa García-Osuna
fotografía
N
os reunimos con el célebre fotógrafo durante su visita a Madrid
para inaugurar la exposición
Mi amigo Picasso en el Instituto
Francés. Dice tener siempre en su casa
una reproducción del Guernica. Habla de
Don Pablo, con una enorme ternura. Sus
ojos siguen mostrando la misma admiración que descubrimos en sus fotografías.
“A Don Pablo, le debo todo”, dirá, con ojos bañados en lágrimas.
Este año se cumplen 40 años de la
muerte de Picasso. La cita madrileña
conmemora al maestro y se enmarca dentro de PhotoEspaña, festival que Clergue
considera “una de mis hijas”. En efecto,
hace 44 años fundó, junto al escritor Michel Tournier y el historiador Jean-Maurice Rouquette, Les Rencontres d’Arles, el
gran foro internacional dedicado a la fotografía.
Todo empieza en 1953. Lucien Clergue tiene 18 años. Lleva
un año haciendo fotos. Ve a Picasso en una corrida en
Arles y le plantifica sus fotografías delante de los ojos. A
partir de ese momento, nace entre los dos una amistad
que durará más de veinte años, hasta la muerte de Picasso,
en 1973. El libro Picasso mon ami (Ediciones Plume) traza
los momentos importantes de su relación. Sus icónicas
fotografías, Picasso à la cigarette, Picasso au miroir,
imágenes de Picasso en corridas, en Arles, en su casa…
fueron tomadas por Clergue. Su universo creativo abarcó
también el cine y rodó la película Picasso, guerre, amour et
paix en 1971. Lucien Clergue es el primer fotógrafo miembro
de la Real Academia de Bellas Artes de Francia, de la que
es presidente. Sus inolvidables instantáneas han recorrido
los museos de arte contemporáneo del mundo entero.
22
Cuéntenos cómo fueron los comienzos de su
relación con el maestro
Ese día le entregué mis fotografías en
plena corrida. Se las quedó para verlas
más adelante. Picasso nunca te decía si
algo estaba bien o estaba mal. Como no
me volvió a llamar, fui yo a verle. La
persona que me abrió la puerta, cuando supo quien era, me dijo que Picasso quería verme a las 14.30. ¡Fue el
día más bonito de mi vida!. Creo que
me puse a llorar, igual que hago ahora
[dice con la mirada húmeda]. A partir de
entonces, trabajé para él. Durante los
primeros ocho meses, le hice todo tipo
de fotos de niños por las calles, vestidos de arlequines, también de animales
muertos, que podía ver desde mi casa.
Arles es una ciudad abierta a la muerte. Tenemos dos cementerios preciosos,
uno de ellos del siglo XII. Y las fotos
vitales de los niños, junto con la imagen
de los animales muertos, encantaban a
Picasso. Picasso me dio suerte. Y me
cambió la vida.
Picasso y sus palomas ©Lucien Clergue
23
El día a día del maestro
“Picasso era muy serio. Muchos años después
de su muerte, la hija de Maya, que tiene
apenas dos años cuando muere su abuelo,
vino un día a verme para comprarme fotos
de Don Pablo, “en las que se le vea sonriendo
porque en todas está muy triste”. Para mí,
estaba siempre pensando. La gente que
trabajaba para él debía mantener su ritmo.
Don Pablo se levantaba a las 12, leía los
periódicos, el correo. A las 13.30 comía, a
las 14.30 un rato con los amigos y se ponía
a trabajar hacia las 16.00 ó 16.30 de la
tarde. No era raro que estuviera trabajando
hasta las 4 de la mañana. ¡Siempre estaba
trabajando!. A veces, a las 4 de la mañana,
llamaba a su impresor y le decía que viniera
a su estudio a buscar lo que acababa de
pintar o grabar, para ver la prueba cuando él
amanecía, a las 12. Incluso durante la comida,
con dos dedos y un trozo de metal, hacía
palomas. Cuando se murió, Jacqueline tenía
un mueble entero lleno de esas palomitas. El
albacea quiso dividirlas para la herencia. Fue
horrible”, recuerda Lucien Clergue.
Fotógrafo de bellísimos desnudos femeninos
en blanco y negro, cuyas sombras dibujan
figuras geométricas, captador de momentos
emblemáticos de las corridas, en la mirada
de un gitano, en un paisaje provenzal, en
los retratos, etc, los mismos temas que pinta también Picasso. ¿se puede hablar de un
encuentro entre dos creadores?
Picasso era pintor y yo fotógrafo, no había rivalidad entre nosotros. Nos veíamos
sobre todo en primavera y verano, cuando
venía al sur de Francia. También estuvimos juntos muchas veces en París cuando
trabajé con Jean Cocteau en su película Le
Testament d’Orphée. Con Picasso iba a las
corridas y luego montábamos fiestas con
los gitanos franceses que yo le traía. Un
día, después de una corrida, había organizado una fiesta en mi casa en la que le
esperábamos. Naturalmente, Don Pablo
no llegaba. Cuando llamó por teléfono,
yo puse el auricular para que escuchara al
guitarrista. “Qué, ¿te vienes?”, le pregunté.
“No, veniros todos a mi hotel”. Allí celebramos
una juerga con baile y flamenco. ¡Hasta
Picasso bailó y cantó!.
Picasso e Hipólito Ballardo, Mougins, 1968 ©Lucien Clergue
¿Qué relación mantenía Picasso con la fotografía?
Una de las frases lapidarias de Picasso era
“ahora que existe la fotografía, ya me puedo morir”. Siempre que se ve la vida de Don Pablo, a su lado hay un fotógrafo. En 1911 ya
se celebran exposiciones de fotografías de
Picasso en Nueva York y de dibujos fabulosos. Él decía que no sabía nada de fotografía. No era verdad. Cuando miras, por
ejemplo, las fotos que tomó de Dora Maar
para mí son mucho mejores que las que
hizo Man Ray. También las fotos que hizo
en Horta de Sant Joan son importantísimas
Picasso y la estatua de las Islas Marquesas, Cannes, 1955 ©Lucien Clergue
24
“Picasso me hablaba
de su infancia, de
Barcelona y me
describía increíbles
escenas surrealistas”
Picasso con un capote ©Lucien Clergue
para entender el nacimiento del Cubismo.
El Cubismo nació de la fotografía, y esto es
algo que no se ha dicho nunca.
¿Qué lugar ocupaba España en la mente
de Picasso?
Bailaba y cantaba flamenco todo el tiempo.
John Richardson, su biógrafo en América,
dice que la última vez que Picasso fue a
Perpiñán, pidió ir a la frontera con España.
Allí le dejaron solo y Don Pablo se quedó
durante una hora entera, inmóvil, mirando
hacia España. Él me contaba poco de España. Rememoraba su infancia, su etapa en
Barcelona, y describía escenas surrealistas.
Una prostituta a la que le faltaba una pierna. Hablaba mucho de Pallarés, su amigo,
que le salvó la vida cuando era pequeño.
Charlábamos de toros, de toreros. En
Nîmes, en aquellos tiempos, las corridas
comenzaban a las cuatro de la tarde y no a
las siete como ahora en España que es tardísimo y ya no hay luz. La luz tan fuerte,
hacía las sombras muy oscuras. En 1957,
después de la corrida tras la que realizó
esos aguafuertes tan importantes sobre la
tauromaquia, Don Pablo ofreció una fies-
Lorca, su otra pasión
“Seré descaradamente pintoresco pero, para mi, el toro de Osborne, ése que se puede ver
por las carreteras, eso es España. La primera vez que crucé España en coche fue en 1954, una
época en la que de Francia a Sevilla, nos divertíamos contando los coches que circulaban por la
carretera ¡tan pocos había!. Era peligroso porque no había ninguna señal, se tenían accidentes,
era una etapa terrible. El país ha dado un salto que aún me choca, pero aquella primera imagen
de España perduró mucho tiempo en mí. Aunque le confesaré que la mayor desilusión de
mi vida ha sido no haber conocido a García Lorca. Tengo, sin embargo, uno de sus libros
dedicados por él a una de mis amigas que fue quien me lo regaló. El llanto de Sánchez Mejías.
Es mi posesión más preciada.”
ta en su casa, La Californie. Tengo el honor
de haber sido retratado en uno de esos
aguafuertes. Otro día, que íbamos a ir a
una corrida en Nîmes, estaba lloviendo y
nos refugiamos en un café. Llegó un fotógrafo español y le preguntó si podía hacerle un dibujo. Don Pablo le dijo que no
tenía nada, pero cogió el papel de la mesa.
Yo me puse detrás de él para observarlo
mejor. Empezó a dibujar por abajo. Unos
trazos. Luego unos puntos sueltos por el
papel y fue como revelar una fotografía.
¡Salió una corrida de toros!. Existía esa
relación permanente entre él, los gitanos,
los toros y el flamenco.
25
Usted que los conoció tan íntimamente, ¿cómo era la relación de Picasso con
Jacqueline?.
Ella era la mujer perfecta para él. Nos conocimos el mismo año. Todo ocurrió en
Perpiñán. Jacqueline estaba con su hija.
John Richardson que estaba allí, habla de
ello en sus biografías. Estaba Maya que
dormía en la cama de su padre y Jacqueline tuvo que irse al hotel. Jacqueline y yo
éramos muy amigos. También tocaba el
violín, como yo. Durante una época, Picasso insistía mucho en que yo tuviera otra hija
-yo ya tenía dos-, y que él fuera el padrino.
Cada vez que me veía me decía que me fue-
Picasso en la playa, Cannes, 1965 ©Lucien Clergue
ra a una cama a hacer la niña. “¿Has hecho
ya la niña? Me siento y te espero”. Eso enfurecía a Jacqueline que sufría por no tener
un hijo de Picasso. Jacqueline era fabulosa.
Cuando murió Don Pablo no lo
aceptó. Durante los quince días
que duró la preparación de la
tumba de Picasso, Jacqueline se
acostó todas las noches cerca de
su cuerpo. Luego se alcoholizó.
Años después de la muerte de
Picasso, fui a saludarla a su casa.
Llamamos. Me hizo entrar. Nos
enseñó la casa vacía, sin nada.
Me invadió una gran tristeza.
Recorrimos toda la casa, yo me imaginaba a Picasso trabajando, su pijama todavía
seguía colgado, vi uno de mis libros Né de
la vague, y Jacqueline me dijo: “Ves Lucien,
siempre has estado con nosotros”. Entramos en
una habitación, abrió un cajón y sacó una
pistola del interior. Me dijo: “¡Por si viene alguien que quiere hacerme algo!”. Yo pensé que
era para ella y, así fue, más adelante se pegó
un tiro en la cabeza. Fue una relación de
amor extraordinaria.
vio me preguntó “¿tú tienes zapatos nuevos?”.
Me sentí verdaderamente idiota y le dije
que sí, que había ganado un dinerito con
unas fotos que había vendido. “Como yo”
–me contestó y se fue a buscar
unos zapatos nuevos para mí.
“Son los derechos de autor de las postales mías que se venden en Polonia.
Con eso me he comprado estos zapatos”. De repente, había conseguido igualarme a él. Son detalles
inestimables. Pero no había que
caer en la trampa. Creerse superior a él. Cuando yo salía de su
casa, solía estar deprimido. Recordaba las cosas tan extraordinarias que
me decía y pensaba “¡es imposible!”. Pero al
día siguiente, mi propósito era ponerme a
trabajar para no decepcionarlo.
Clergue
retrató a
Picasso en
miles de
ocasiones
De las tres mil fotografías que tiene de Picasso, ¿con cuáles se quedaría el fotógrafo?
Con todas. Cada una representa una época importante en mi vida. Picasso decía
cosas de las obras que te transformaban.
Un día le dijo a un amigo mío: “Las fotos
de Lucien son los cuadernos de notas de Dios”.
¡Es el piropo más grande que me han hecho nunca!. Picasso tenía esa capacidad.
Te ponía a su nivel. Un día le vi con unos
zapatos nuevos relucientes. Cuando los
Usted es uno de los grandes fotógrafos,
pero su formación es autodidacta. Sus
“maestros” fueron Picasso, Jean Cocteau,
Éluard, Saint John-Perse.
Cuando daba clases de fotografía siempre
les decía a los alumnos que se olvidasen de
la fotografía y de los fotógrafos. Que fueran a los museos, a un buen restaurante, a
un buen cine, al teatro, etc. Las fotografías
son el resultado de lo que uno ha visto y
sentido. Yo he aprendido todo de Picasso.
El sentido de las proporciones, de las composiciones. Picasso nunca dejaba nada en
el vacío. Sus vacíos tienen –como en el
caso de Cezanne–, un significado. Debo
añadir que mi formación es de violinista
y que mi maestro es Bach. Sus sonatas
para violín rondaron en mi cabeza durante
26
años. Y me sirvieron para sacar fotografías, para su construcción. Hay sutilezas
en las obras que se desconocen. Todo artista debe hacer una construcción. Mi tesis Languages des Sables está hecha solo con
imágenes. No tiene ni una palabra. Roland
Barthes que estaba en el jurado y más tarde prologó el libro, dijo que la clasificación
de las imágenes era también un discurso.
¿Es usted coleccionista?
¡Soy muy coleccionista!. Empecé intercambiando obras con mis amigos fotógrafos. Con Mapplethorpe y André Kertész,
por ejemplo. Con mis alumnos también he
hecho algunos intercambios. Y, por supuesto compro fotografías. Una de ellas,
de Ansel Adams. En 1974 pagué por ella
175 dólares en Estados Unidos. Hoy se
cotiza en 75.000 dólares. Tengo miles de
fotos. A veces de desconocidos. También
tengo muchas obras de artistas contemporáneos como Rauschenberg, David Hockney, Cesar, Vasarely, Lichtenstein, etc.
De Picasso tengo las obras que él me dio.
Pero le contaré un secreto. El martes pasado, adquirí el grabado de Picasso del Minotauro con la niña y la paloma en la playa
de Málaga, de 1934. Llevaba toda mi vida
soñando con él. Me ha costado una fortuna pero ¡qué se le va a hacer!.
Jacinta Cremades
Hasta el 26 de julio
Galerie du 10
Marqués de la Ensenada 12
28004 Madrid
entrevista
El embajador
del arte tribal
Las pintorescas calles del barrio parisino de Saint-Germaindes-Prés, cuyo espíritu bohemio
sedujo a filósofos, artistas, políticos y escritores que se citaban
en los afamados cafés Les
Deux Magots y Flore, acogen
cada año la gran fiesta del arte
tribal. Cerca de 60 prestigiosos
comerciantes especializados en las artes de África,
Asia, Oceanía y las Américas muestran sus propuestas más exquisitas durante la feria Parcours des Mondes. Detrás de esta gran cita con las artes primeras
está el savoir faire de Pierre Moos, un apasionado
coleccionista que hace cinco años tuvo la visión de
tomar las riendas de este certamen para convertir
París en la capital mundial del arte tribal. Entusiasmado con el proyecto, Moos –dueño también de la
influyente Tribal Art Magazine- asegura que, aunque
cada vez hay menos piezas en el mercado, quedan
todavía muchas por descubrir, y afortunadamente
existen grandes marchantes. Tres galerías españolas (Arte y Ritual, Galería Guilhem Montagut y David
Serra-Art Tribal) participan en este esperado evento
que congrega a más de 10.000 visitantes.
28
U
sted empezó coleccionando arte
moderno, especialmente dibujos
cubistas y surrealistas, ¿cree
que fueron el cubismo y el surrealismo lo que le llevaron al arte africano?
Sí, así, es. Empecé a coleccionar muy
pronto, en 1962. Al principio compraba
pequeñas figuras de barro porque no tenía dinero para hacerme con piezas importantes [dice sonriendo]. De hecho, he
seguido el camino inverso al de los artistas: he partido de la pintura moderna para
llegar al arte africano y oceánico mientras
que los artistas partieron del arte africano
para llegar al cubismo. En mis primeros
viajes a África me regalaron algunos objetos, que todavía conservo; en realidad son
“souvenirs” pero me impulsaron a visitar
museos y a comprar libros para ampliar
mis conocimientos sobre las artes primeras. Me he pasado la vida yendo a museos
y galerías, mirando imágenes y coleccionando. Soy coleccionista también de arte
moderno, de objetos de bakelita y de muchas otras cosas. ¡Éste es mi universo!.
Y he transmitido esta afición a mis hijos
y mis nietos. Mi hija es una reconocida
marchante de arte moderno, y mi nieto,
que tiene ahora 18 años, empezó a coleccionar a los 11, y ya ha reunido una bonita
colección de pequeñas máscaras africanas… [dice divertido].
¿Sigue usted coleccionando?
Sí, ¡demasiado! [sonríe con aire satisfecho]
ayer mismo adquirí un cuadro. Me interesa mucho la Escuela de París, especialmente los años de La Ruche, la residencia
en la que se instalaban los artistas que
llegaban a París con escasos recursos económicos, como en aquel momento Modigliani, Chagall, Soutine, Archipenko…
Tengo muchas piezas, y sigo comprando
arte tribal oceánico, particularmente de
Nueva Irlanda. Hará unos diez años que
mi curiosidad por Oceanía empezó a crecer, porque había llegado un momento en
que tenía la impresión, equivocada, por
cierto, de que lo sabía todo sobre el arte
africano, y me centré en Oceanía, que es
la colección que hago ahora. Mi colección, sin embargo, tiene un espectro muy
abierto, porque incluye también piezas de
la cultura nazca y precolombina en general.
¿Qué visión tuvo de Parcours des Mondes
cuando decidió comprarlo?
Ya era un apasionado de la revista Tribal
Art Magazine y, como ésta tenía dificultades, la compré. Ahora es la más prestigiosa del mundo en su especialidad. Y
luego adquirí Parcours des Mondes para
dinamizarlo. No puede compararse con
las ferias de arte contemporáneo más influyentes, como la de Basilea, pero en arte
tribal es la más importante del mundo.
¡Es apasionante!. Participan las galerías
más afamadas y los mejores marchantes
del mundo, que son los españoles Antonio
y Ana Casanovas, con galería en Madrid
[Arte y Ritual]. Reflexioné mucho antes
de comprar esta feria, pero tras la apertura en París de un museo de arte tribal,
el Musée du Quai Branly, el mejor del
mundo, pensé que Parcours des Mondes
representaría a los mejores marchantes,
convirtiendo a París en la capital internacional del arte tribal. De esto hace cinco
años y vistos los resultados podemos afirmar que hemos superado el reto. No hay
ninguna feria comparable a ésta. Nuestro
certamen es como una gran fiesta porque
todos los coleccionistas vienen a París,
los más reputados y los que no lo son
tanto, los que tienen muy buen gusto y
no demasiado dinero, y también los que
tienen mucho dinero y encuentran piezas
excepcionales. Los marchantes reservan
sus mejores piezas para esta cita. Hay 60
galerías de arte tribal en el mundo, y tres
de ellas en España. No son muchas si lo
comparamos con las de arte contemporáneo que pueden existir en un solo edificio
de Chelsea, o en Nueva York.
¿Cómo ha evolucionado el interés de los coleccionistas?
De forma espectacular. Pienso que gracias a nuestros esfuerzos hemos estimulado la aparición de nuevos coleccionistas
de arte tribal. Son compradores de cuadros de arte moderno y contemporáneo
que acaban vinculándose al arte africano.
Estos coleccionistas que no tienen problemas económicos han contribuido a
la subida de los precios del arte tribal, a
pesar de la crisis económica generalizada.
En mi opinión, esta tendencia continuará,
ya que la demanda de piezas tribales es
Un paseo por el
mundo
“Hay
sesenta
galerías
de arte
tribal en
el mundo”
Indigènes, Apoyo-flecha de
un jefe Luba, Congo, S.XIXXX. Foto : F. Dehaen - Studio
R. Asselberghs © Indigènes
29
Uno de los atractivos de Parcours des
Mondes son sus cuidadas exposiciones
temáticas. La oferta este año es
muy sugerente e incluye Salón de
belleza, una muestra organizada por
la Galería Maine Durieu, sobre
adornos para el cabello, joyas y
ornamentos de África, Asia y Oceanía,
que ilustran la pasión ancestral por
embellecer el cuerpo a través de
formas armoniosas, virtuosismo
técnico y materiales preciosos.
Retratos de Oceanía es la propuesta
de Michael Evans Tribal Art:
una colección de fotografías del
siglo XIX que retratan la vida diaria
y las tradiciones de los aborígenes
australianos y los maoríes de Nueva
Zelanda. La galería de Laurent
Dodier reúne, por su lado, un
excitante conjunto de 40 objetos de
Melanesia y Polinesia. La Galería
Pascassio Manfredi, ha recopilado
objetos de diferentes regiones de la
lejana isla de Borneo. Estas obras del
pueblo Dayak hablan del mito de la
creación, la fertilidad o la lucha contra
las fuerzas enemigas. La Galería
SL da a conocer los extravagantes
tocados del Congo. Destaca un tocado
Pende llamado Mukotte, hecho de fibra
vegetal y decorado con arcilla y clavos
de cobre. Durante el periodo colonial
lucirlo era considerado un acto de
resistencia contra el ocupante belga.
En las profundidades de la antigua
tierra de Papúa Nueva Guinea las
tribus que habitaban la ribera del río
Sepik crearon unos singulares amuletos
que pese a su pequeño tamaño
desprenden el poderío de las figuras
de tamaño natural y expresan el alma
genuina de sus escultores anónimos.
Podrán descubrirse en la galería
Bruce Frank Primitive Art..
Galerie Alain Bovis, Cuerno medicinal,
Toba-Batak, Sumatra, S. XIX. Foto: Mathieu
Ferrier © Alain Bovis
Los refinados Kulango
David Serra
- Art Tribal,
Estatuilla Kulango.
Foto: Guillem F-H
© David Serra
- Art Tribal
La galería David Serra- Art
Tribal presenta dos exposiciones.
La primera, Kulango, agrupa obras
realizadas mayoritariamente en aleación
de cobre por los artistas-fundidores
del grupo étnico Kulango-Loron.
Establecidos a finales del siglo XVII
y principios del XVIII entre los ríos
Comoe y Volta Negro, en las regiones
del norte de Costa de Marfil y del
sudoeste de Burkina Faso, dominaban
la técnica de la cera perdida, y crearon
unas obras refinadas de estilo peculiar
que solían emplearse como amuletos
protectores y como medida para
pesar el oro. Algunas de estas joyas
se venderán desde 1.000 a 5.000
euros [en imagen]. La otra propuesta,
Formes Rituelles se argumenta con
obras que evocan diversos estilos
del arte primitivo africano, entre ellas
una figura de ancestro Tellem con los
brazos levantados expuesta en Africa,
colecciones privadas de Barcelona de
La Fundación Godia, dos máscaras
Bambara de Mali –una máscara sogo
expuesta en el Museo Rietberg y una
máscara koré ex colección P. Morigi-,
y un taburete Lobi, de sorprendente
finura.
30
superior a la oferta y el diferencial continuará acrecentándose, porque ya no hay
producción de arte tribal, y actualmente
es muy difícil encontrar obras. Como coleccionista, pienso que algunas de las piezas realizadas hasta los años 50 pueden
considerarse arte tribal, pero a partir de
ese momento ya no hablamos de arte tribal, sino de decoración.
¿Con qué criterio elige una pieza?, ¿ha
comprado alguna por un enamoramiento,
o es algo más racional?
Lo primero es el enamoramiento, que
siempre es una cuestión estética, después
se atiende a los detalles, como la técnica,
la pátina, la fabricación, si ha sido confeccionado y utilizado realmente por
las tribus… Para esto hace falta mucha
experiencia por eso hay que comprar a
los marchantes. Pero a veces, el precio
¡puede hacer que el enamoramiento se
desvanezca!. Hay que estudiar también
la procedencia, de quién es, quién lo ha
coleccionado, dónde… Una vez superada la fase de enamoramiento, se pasa a
analizar la técnica, incluso, si son piezas
relevantes, con análisis científicos, como
el Carbono 14 y la termoluminiscencia,
que pueden determinar un período, y
aunque no pueden dar una fecha, ofrecen una escala posible, nunca cierta,
pero es preciso hacerlo. En un buen
enamoramiento está todo: la forma, la
pátina, el color… es lo mismo que ocurre con un cuadro, de entrada, gusta o
no gusta… y también sucede cuando un
hombre mira a una mujer, o una mujer
a un hombre: al principio se trata de encontrarse atractivos, después es el momento de fijarse en los detalles [sonríe].
Existen también los flechazos, pero son
más raros.
“Vendí mi
colección de
vanguardia
rusa para
adquirir arte
de Oceanía”
Algunos coleccionistas “hablan” con sus
piezas y establecen un diálogo…
Es cierto… para dialogar con las piezas
es más fácil el arte tribal porque es figurativo. Con una máscara siempre se puede
empezar un diálogo; con un Rothko, por
mucho que te gustara, no sé si se podría…
pero eso es la continuación del flechazo:
se acaricia la pieza, se le habla… es como
una locura.
¿Ha hecho algún “descubrimiento”?
Todos los días… pero llegó un momento
en que ya no hacía descubrimientos en
arte africano, y ésta es la razón por la que
empecé a coleccionar arte oceánico.
¿Qué piensa del arte aborigen australiano?
Creo que es decorativo, pero no es tribal porque se conoce desde los años 60,
y el arte tribal oceánico es más antiguo.
El arte aborigen australiano es contemporáneo, está muy mediatizado y se encuentran cuadros porque todavía hay
producción, puede coleccionarse pero no
es arte tribal, y aunque sea muy bonito y
pueda darse una explicación de su simbolismo, no es tribal. Por otra parte, yo
estoy habituado al volumen y los cuadros
son planos… el arte tribal tiene tres dimensiones.
Usted vendió su colección de vanguardia
rusa para empezar a coleccionar arte de
Oceanía. ¿Recuerda cuál fue la primera
pieza que compró de arte oceánico?
La primera… [dice pensativo]… ¡sí, sí!
fue un “crochet”, una figura-gancho; generalmente son piezas ceremoniales con
uno o dos ganchos de suspensión. Estos
ganchos tenían dos funciones diferentes.
Una de ellas era la de colgar los alimentos
para protegerlos de los roedores, como
los ganchos de los carniceros. Otra era
la de colgar los cráneos de los enemigos
ya que ellos creían que conservando el
cráneo también conservaban el vigor del
contrincante.
¿Cómo han evolucionado el valor y el precio de las artes primeras en los últimos
años?
Están en constante evolución. Los precios siguen aumentando porque cada vez
hay menos piezas en el mercado.
Galerie Jacques Germain,
Máscara zoomorfa, Bamana, Mali,
S.XX. Foto: Hugues Dubois ©
Galerie Jacques Germain
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Joyas tribales
El joven anticuario Guilhem Montagut, con galerías en Barcelona y Nueva York,
ofrece una de las obras más valiosas: una mascara zoomorfa del pueblo Mama (sur de
Nigeria) de mediados del siglo XIX [en imagen]. Esta pieza de madera con una bella
pátina perteneció al guionista y director de cine estadounidense Robert Douglas Benton,
autor de éxitos como Kramer contra Kramer. Su precio: 100.000 euros. Otras ‘perlas’ son
un fetiche Nkisi, del siglo XIX, que ofrece Serge Schoffel; una efigie conmemorativa
de un fon (rey) del pueblo de Bamileke de la colección Arman que presentará la galería
de Bernard Dulon, o un escudo de Mengen originario de Nueva Bretaña (XVIII-XIX)
presentado por Michel Thieme Tribal Art.
“La
demanda de
arte tribal
crece pero
la oferta
escasea”
¿Cree que las subastas han contribuido al
aumento de precios?
Sí y eso es bueno porque da credibilidad.
Afortunadamente existen grandes marchantes que ofrecen piezas de excelente
calidad a muy buenos precios… y exponen en Parcours des Mondes.
En los últimos años, el interés por el arte
oceánico ha crecido entre los coleccionistas
de artes primeras…
En los últimos quince años había pocas
galerías especializadas en arte oceánico.
En cuanto al arte africano, había muchas
piezas importantes pero también muchos
marchantes; entonces, la gente, por gusto y por necesidad, empezó a fijarse en
el arte oceánico, era distinto, colorista, y
ahora suscita gran interés. Existen islas
habitadas que producían objetos para sus
habitantes y hay piezas de cuando llegaron los primeros exploradores en el siglo
XIX, pero son rarezas. En los catálogos
de subastas, así como en Parcours des Mondes, el 10% de las piezas de artes primeras
son de Oceanía, y el resto de África. Hay
regiones tribales poco conocidas por los
coleccionistas, como el Sudeste asiático
(Tíbet y Nepal) y Filipinas en donde hay
piezas extraordinarias, como por ejemplo
las que exhiben la Galerie Bovis y la Galeria Manfredi. Actualmente hay una bella
exposición en el Museo del Quai Branly
sobre arte filipino, que aconsejo visitar.
Afortunadamente aún quedan objetos por
descubrir [dice con entusiasmo].
¿A qué precio puede encontrarse una pieza
interesante de Filipinas?, ¿de qué tierras o
culturas son las piezas más asequibles?¿A
partir de qué precios se pueden encontrar
piezas en Parcours des Mondes?
Aparte de Alain Schoffel y Alex Arthur,
quienes en los años 1970 y 1980 coleccionaron este tipo de piezas, no existen otros
coleccionistas de arte tribal filipino. Apenas
hay piezas disponibles en el mercado actual.
Solo hay dos o tres marchantes que ofrecen
esporádicamente algunos objetos. Por eso
es prácticamente imposible determinar los
precios. Pero a priori las obras presentadas
son accesibles. Lo que es bello y antiguo es
siempre accesible. En Parcours des Mondes se
pueden encontrar piezas a partir de dos mil
euros y con la garantía de recibir un consejo profesional acertado.
¿Ha llegado a los coleccionistas chinos el
interés por el arte tribal?
Existen coleccionistas chinos atraídos por
el arte tribal, pero en general se interesan
por su propia civilización y su propio arte.
M. Perera
Galeria Guilhem
Montagut, Máscara
zoomorfa Mama, Nigeria,
S. XIX.
Del 10 al 15 de septiembre
Varias sedes. Saint-Germain-des-Prés. París
www.parcours-des-mondes.com
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