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Joyas Relojes Arte Objetos de Colección www.tendenciasdelarte.com - nº 65 - España, Portugal, Andorra: 5 €. Canarias: 5.20 € ÚNICOS EN VENTAS RECUPERABLES www.tendenciasdelarte.com - nº 65 - España, Portugal, Andorra: 5 €. Canarias: 5.20 € Tendencias cias i ias del Mercado del Arte Helena Cambó: la estirpe de un mecenas legendario C L AU D I O CO E LLO 35, 2 8 0 01 M AD R I D 9 1 4 31 8 7 3 3 ENTREVISTA CON JOANA VASCONCELOS Pierre Moos, el embajador del arte tribal LUCIEN CLERGUE Y SU AMIGO PICASSO Todos los préstamos estarán sujetos al valor de los bienes otorgados como garantía (de conformidad con lo establecido por Suttons & Robertsons). Todos los préstamos dependerán de su estado asequibilidad. Se requiere ser mayor de 18 años y acreditarse con DNI español o de la CEE y/o tarjeta de residencia. Términos y condiciones aplicables. Giacometti o el juego de la vida PDM2013-Tendencias(1).qxd_Layout 1 21/06/13 12:02 Pagina 1 L A F E R I A I N T E R N A C I O N A L D E L A S A RT E S P R I M E R A S parcours d e s m o n d e s PARIS 10 -15 septiembre Saint-Germain-des-Prés Más de 60 prestigiosas especializadas en las artes primeras se dan cita en París para la XII edición del más importante evento consagrado al arte primitivo i n fo @ p a rc o u rs - d e s - m o n d e s. c o m • w w w. p a rc o u rs - d e s - m o n d e s. c o m Photo © H. Dubois / Voyageurs et Curieux galerías internacionales AF_AnuncioTendenciasMercado210x285_MCTM_RomeroTorres.indd 1 14/06/13 11:35 . editorial EN PORTADA Sandro Botticelli La historia de Nastasio degli Onesti (III) [detalle] Museo Nacional del Prado, Madrid Tendencias del Mercado del Arte Edita Hojas de Arte e Inversión, SL Juan Álvarez Mendizábal 63, 2º. 28008 Madrid · Tel 91 541 88 93 [email protected] www.tendenciasdelarte.com Editor Carlos García-Osuna Directora Vanessa García-Osuna Delegada en Barcelona Marga Perera Maquetación Juan Enrique García, María Arias Administración y publicidad Raquel García-Osuna Imprime: Imprimex Depósito legal: M. 10. 659-2007 ISSN: 1887-5483 Distribuye: SGEL Esta revista se distribuye en Andorra, Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile, España, Marruecos, México, Perú y Portugal. «Esta revista recibió una ayuda a la edición del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en 2012». © Hojas de Arte e Inversión, SL. Reservados todos los derechos. En virtud de lo dispuesto en los artículos 8 y 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual, quedan expresamente prohibidas la reproducción, la distribución y la comunicación pública, incluida su modalidad de puesta a disposición, de la totalidad o parte de los contenidos de Tendencias del Mercado del Arte, con fines comerciales en cualquier soporte y por cualquier medio técnico, sin la autorización escrita de Hojas de Arte e Inversión, SL. Tendencias del Mercado del Arte no se hace responsable de los hechos reseñados y de las opiniones vertidas por los redactores, colaboradores y columnistas en sus artículos. La opinión de Tendencias del Mercado del Arte se expresa exclusivamente a través del Editorial. Esta publicación no se responsabiliza de la autenticidad y calidad de los productos y servicios publicitarios que aparecen en la revista, que son exclusiva responsabilidad de las empresas anunciadoras. Generosos mecenas En España ha existido un singular número de coleccionistas que han sido los auténticos guardianes de una parte esencial de nuestro patrimonio artístico que, en elevado porcentaje, se ha conseguido a través de donaciones privadas. La revista que tienen ustedes en las manos quiere ser un reconocimiento a uno de los mecenas más sobresalientes del siglo XX, el político catalán Francesc Cambó, que legó a dos instituciones (el Museo del Prado y el Museu Nacional d’Art de Catalunya) una herencia artística extraordinaria, permitiendo únicamente a su hija elegir una obra para conservarla en su propiedad. Pero incluso Helena Cambó, digna descendiente de su progenitor y tan generosa como él, que escogió una magnífica pintura de Botticelli, ha tenido el detalle de cederla temporalmente al Prado para que los visitantes gocen de ella antes que mantenerla en su domicilio familiar. Personalizando en la familia Cambó el agradecimiento a todos los mecenas y coleccionistas de nuestro país, queremos hacer justicia a un colectivo, afortunadamente cada vez más amplio, que en vida o cuando está próxima la despedida de este valle de lágrimas, realizan donaciones a nuestros museos para mantener unida una colección a la que han dedicado los mejores esfuerzos vitales y económicos con una única condición: que se exponga para que puedan disfrutarla sus conciudadanos e incluso aquellos que llegan de lejanas tierras para hacer vacaciones culturales. Por eso resulta tan urgente la aprobación de una Ley de Mecenazgo que no penalice a los coleccionistas que decidan pagar una parte de sus impuestos con obras de arte, sino que sean alentados por ayudar a recuperar una parte de nuestro patrimonio que fue expoliado en tiempo de penumbra y a incorporar a los nuevos nombres del arte mundial a los fondos de nuestras pinacotecas. El siguiente número de Tendencias del Mercado del Arte, que llevará el capicúa del 66, se reencontrará con nuestros lectores y anunciantes el próximo mes de octubre. Hasta entonces, les deseamos un feliz verano. 1 sumario Wassily Kandinsky, Studie zu Improvisation 3. Vendido en 15,8 millones de euros. Subasta: 18 de junio, Londres. © Christie’s Images Limited 2013 8 Grandes Coleccionistas El histórico político catalán Francesc Cambó fue un coleccionista generoso y atípico. Su única hija, Helena Cambó, mantiene vivo su legado. 28 Entrevista El prestigioso coleccionista Pierre Moos es el propietario de Parcours des Mondes, la más influyente feria internacional dedicada al arte tribal. 48 78 16 Flechazos La directora del Museo Arqueológico de Córdoba escribe sobre una sensacional escultura romana descubierta recientemente. 36 64 80 22 38 66 84 Entrevista La artista portuguesa Joana Vasconcelos, la primera mujer en exponer en el Palacio de Versalles, es célebre por sus creaciones excesivas y sorprendentes. Fotografía Fundador de Les Rencontres d’Arles, el afamado fotógrafo francés Lucien Clergue retrató a su gran amigo Picasso en miles de ocasiones. Crímenes del mundo del arte Noah Charney analiza el nuevo organismo creado para controlar el tráfico ilícito de bienes culturales. Christie’s El pintor Edward Coley Burne-Jones retrató a su amante en un romántico cuadro cuya historia desvela Harriet Drummond. Grandes Coleccionistas La psicoterapeuta y coleccionista de videoarte Rebecca Russo ha patentado una innovadora terapia basada en el poder curativo de las imágenes. Sotheby’s James Macdonald nos relata la historia de un valioso lienzo de El Greco que perteneció al pintor vasco Ignacio Zuloaga. 2 Investigación Matías Díaz Padrón restituye a Gerard Seghers un cobre que había sido atribuido a Alonso Cano. Exposición Toda la carrera de Alberto Giacometti es recorrida en una ambiciosa antológica organizada por la Fundación Mapfre. Exposición La huella del maestro del simbolismo andaluz, Julio Romero de Torres, es reivindicada por el Museo Carmen Thyssen Málaga. grandes coleccionistas Helena Cambó El excepcional legado de un mecenas 8 Helena Cambó (Barcelona, 1929), es la única hija del histórico mecenas catalán Francesc Cambó (1876 - 1947). Académica de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Jordi de Barcelona, preside el Institut Cambó que ella misma fundó en 1999 en colaboración con su marido, el abogado Ramon Guardans, con la voluntad de continuar y actualizar la obra de mecenazgo impulsada por su padre. Hemos tenido el privilegio de conversar con la señora Cambó, quien nos recibió en su residencia de Barcelona para hablar con gran entusiasmo de su padre y compartir sus vívidos recuerdos. La historia de Nastasio degli Onesti (I) Sandro Botticelli, hacia 1483. Madrid, Museo Nacional del Prado H elena Cambó ha sido distinguida este año como Miembro del Patronato de Honor del Museo del Prado y más recientemente, también nombrada Patrona del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), museos para los que su padre forjó una histórica colección con la voluntad de reunir obras para ampliar sus ya importantes fondos. “Con este nombramiento -ha comunicado el MNAC- se pretende reconocer el gran valor de uno de los legados más importantes que ha recibido el Museo a lo largo de su historia, y que conserva intacta toda su fuerza en la actualidad. Se trata de un legado que es el fruto de la generosidad y la voluntad de Francesc Cambó, y que fue adquirido desde el inicio con la idea de que pasara a formar parte de nuestro patrimonio cultural”. ¿Cuáles son los primeros recuerdos de su padre? Mi padre nació en Verges, un pueblecito de Girona; la casa familiar, que todavía existe, tiene un balcón gótico, y ya de pequeño sentía una gran atracción por ese balcón; de niño tenía un enorme interés y curiosidad por las cosas y se fija- Marullus, una obra maestra del Renacimiento “Ya tengo los ocho cuadros que el gobierno español ha autorizado que vinieran a hacerme compañía. Ninguno de ellos llega a la calidad del Marullus…”, escribió Cambó en sus memorias. Marullus, un retrato de hombre de Botticelli, el único cuadro que Helena Cambó heredó de su padre como recuerdo, fue el motivo de reflexión de su discurso como académica electa de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Jordi de Barcelona en 1996. “Mi padre decía que Marullus era ‘la perla de mi colección’, y se identificaba con él por su mirada añorando la patria perdida”. Nacido en Grecia (c. 1453/4-1500), emigró a Italia y fue poeta, humanista y soldado. Sus influencias fueron los textos griegos antiguos y fue un gran admirador del poeta romano Lucrecio. Fue invitado por Lorenzo di Pierfrancesco de Medici, primo de Lorenzo el Magnífico, a Florencia entre 1489 y 1494, ciudad a la que regresó en 1496 y en la que permaneció hasta poco antes de su muerte en 1500. La cercanía de Marullus a Lorenzo di Pierfrancesco, importante patrón de Botticelli, explica que éste lo retratara, probablemente hacia 1490. Francesc Cambó manifestó haberse identificado con el personaje retratado por Botticelli en esta obra por tratarse de un exiliado como él (Cambó no regresó nunca a España desde que inició su exilio en 1936). Respecto al cuadro de Marullus, Cambó escribió en sus memorias: “La adquisición del cuadro fue conocida en el mundo del arte y pasé, de golpe, a figurar como uno de los grandes compradores a los cuales se ofrecían las principales obras de arte que estaban en venta. Entonces entré en relación con los grandes marchantes. Recuerdo que, al visitar París, el primero de todos, Mr. Duveen (poco tiempo después lo hicieron lord por sus donaciones a la National Gallery) me dijo que mi adquisición del Botticelli de Eduard Simon había sido el primer fracaso profesional de su vida, ya que hacía años que tenía a una persona especialmente dedicada a vigilar aquel cuadro por si algún día se pusiera a la venta. Como buen inglés, sin embargo, me felicitó por haber adquirido uno de los mejores cuadros del mundo”. Los únicos Botticelli del Prado fueron donados por el mecenas 9 ba mucho en todo. Antes de ir a estudiar a Barcelona, estuvo viviendo en Besalú, el pueblo paterno, su padre quería que estudiara farmacia para que fuera farmacéutico en Besalú; por ello lo envió a Girona, donde un pariente tenía una farmacia, para que se familiarizara con ella, al cursar allí el último año de bachillerato. Pero él no quiso seguir ese camino y se fue a Barcelona, donde enseguida entró en contacto con grupos políticos del catalanismo de la ciudad; cambió su matrícula por libre para poder asistir a reuniones políticas. Desde ese momento ya no dejó Barcelona y sólo volvía a Besalú por vacaciones. Estudió Derecho y Filosofía y Letras, y fue pasante de un despacho en Barcelona. Conoció a Prat de la Riba; en aquellos años, todo pasaba en Barcelona… Tenía un presupuesto modesto, pero cuando cobró la primera minuta ya pensó en un viaje; su concepto de viaje era ir a ver museos, siempre pensando en que un día ampliaría la colección del Museo de Barcelona. A veces se ha criticado que su colección es heterogénea, pero la hizo con la visión de que estuvieran representadas todas las escuelas de pintura, de los siglos XV al XVIII… ¡el esfuerzo que tuvo que hacer para que fuera heterogénea y que estuvieran todas las escuelas europeas!. Su padre tuvo una vida política muy activa, ¿qué intervención tuvo en la transformación de Barcelona? Yo tenía 17 años cuando mi padre murió, y en todo este tiempo me explicó muchas cosas, como su visión de convertir la montaña de Montjuïc en un jardín. Trabajaba como abogado en el despacho de Verdaguer, sobrino del poeta, y a través de ahí llegó a la testamentaría Laribal, propietaria de gran parte de Montjuïc, y viendo el peligro de que se vendiese media montaña en parcelas, propuso al Ayuntamiento de Barcelona que la comprara para uso ciudadano. En ella se celebraría la Exposición Internacional de 1929, de la que Cambó fue comisario, entonces se invitó al arquitecto paisajista Jean Claude Nicolas Forestier para que ajardinara la montaña. Cambó tenía mucho trabajo, pero se lo tomó con gran entusiasmo, y pensó que podría suprimir de su agenda diaria una tertulia después de la cena y levantarse antes, y así tendría dos horas más al día para su cargo de comisario de la exposición; era muy organizado en todo… Retrato de Michele Marullus Tarcaniota, Sandro Botticelli, hacia 1490. Colección Guardans-Cambó, depositado en el Museo Nacional del Prado Cuando llegó la dictadura de Primo de Rivera en 1923, él dejó su actividad de comisario y dejó también de ser diputado. Anteriormente, en 1918, había sido ministro de Fomento, y como tal, se mostró responsable de toda España; por ello pensó en el problema más urgente del país, que era la electrificación del tren Madrid-Asturias, ésta fue una de las mejoras más importantes durante su ministerio, porque cuando nevaba el tren de carbón no podía subir la rampa de Pajares y la región quedaba totalmente aislada. Esto fue tan importante para el desarrollo de Asturias, que 50 años más tarde se puso una placa en la estación en su reconocimiento. Hace unos años fuimos al acto de entrega de los Premios Príncipe de Asturias y se había renovado la estación, pero la placa seguía allí, ¡fue un gesto muy simpático que se mantuviera! Cambó fue nuevamente ministro en 1921, esta vez de Hacienda, y allí también dejó huella. Durante la dictadura ya no fue ministro, se dedicó a escribir y a adquirir cuadros. Cuando empezó a comprar, cada adquisición era una aventura porque muchos de los cuadros no estaban en venta; incluso a veces compraba alguna pieza menor para poder hacer intercambios. Al llegar la guerra la ilusión de la colección se acabó, y durante estos años algunos cuadros quedaron depositados en Francia, otros en Suiza y alguno desapareció. Cambó formó su colección de pintura para enriquecer el patrimonio artístico español ¿Cuándo empezó su padre a pensar en una colección de arte? Siempre pensaba que llegaría un día en que tendría dinero y podría hacer algo por la cultura del país, como comprar También fue ministro del gobierno de España… 10 Pierre-Louis Laideguive, Maurice Quentin de la Tour, hacia 1761 Este cuadro fue uno de los que hicieron compañía a Cambó durante sus años en Argentina. “Cuando me ve triste y preocupado (¡es cuando suelo visitarlo!), con sus ojos de picardía y sus labios burlones y sensuales se mofa de mí, de mis cavilaciones, y me cuenta cuatro chistes y a menudo me distrae y me devuelve la alegría. ¡Qué gran amigo me ha llegado con el notario Laideguive pintado por Latour!”. Francesc Cambó. Meditacions, 1941-1946. Conocimiento y sensibilidad Francesc Cambó (Verges, Girona, 1876 - Buenos Aires, 1947), político, coleccionista y mecenas, empezó a crear su colección en los años 20 del pasado siglo con la voluntad de incrementar y enriquecer el patrimonio del país. Se propuso reunir una colección de obras de grandes maestros europeos del Renacimiento y del Barroco para complementar en parte las colecciones de arte medieval con las que entonces contaba el MNAC, un ejemplo de coleccionismo programado que refleja algo más que el gusto y la satisfacción personales. El Legado al Museo de Barcelona, que abarca la historia de la pintura europea desde el siglo XIV al inicio del siglo XIX, cuenta con obras de Tiziano, Tiepolo, Rubens, Lucas Cranach, Fragonard, Zurbarán, El Greco y Goya, entre otros artistas. El objetivo de Cambó fue buscar “en cada una de las escuelas que no tienen representación en España una obra del más grande de los maestros, si era posible; sino, del que le siguiera en importancia”. Su objetivo para el Museo del Prado fue llenar algunas de las pocas lagunas que tenía: las únicas pinturas de Botticelli que posee el Museo del Prado fueron donadas por Cambó. Tenía gran conocimiento y sensibilidad artísticos, como puede verse en sus memorias cuando explica los razonamientos que le llevaron a la decisión de no comprar El Juicio de Paris de Rubens de la Colección Holdeness. Francesc Cambó estudió Derecho y Filosofía y Letras; militante del nacionalismo catalán desde su juventud, fue co-fundador y líder de la Lliga Regionalista; durante su carrera política fue ministro de Fomento en 1918 y de Finanzas en 1921 en gobiernos de Antonio Maura. Creó en 1923 la Fundació Bernat Metge con el objetivo de publicar los clásicos griegos y latinos en sus versiones originales y sus traducciones catalanas, y también con la voluntad de crear generaciones de humanistas a través del tiempo. Falleció en Buenos Aires en 1947. 11 cuadros y editar libros. Y se le presentó una oportunidad importante; en 1918 hubo una incautación de bienes para que Alemania pagara las indemnizaciones de lo que se había destruido, y una de las soluciones que se propusieron para que esto no fuera tan gravoso, fue que España hiciera ciertos contactos para vender alguna empresa alemana a una española si se encontraban bancos que se hicieran cargo, y para ello se necesitaba un interlocutor, y mi padre se encargó de la conexión con los bancos españoles: a su vuelta, se recuerda que con un gesto teatral mostró todos los documentos ya firmados por los bancos de España. A consecuencia de estas operaciones pudo empezar a cumplir sus proyectos: creó la Fundació Bernat Metge para la traducción de textos clásicos al catalán y se puso en contacto con Folch i Torres, que entonces dirigía el Museo, para tratar de su proyecto de ampliar los fondos del mismo con obras de las escuelas menos representadas. También pensó en que Barcelona tuviera un hotel de calidad para que cuando viniera gente importante pudiera alojarse en un hotel de categoría, comparable a otras capitales; la idea era formar una sociedad para aportar recursos y animar también al Ayuntamiento a colaborar, y así se convirtió en el promotor del Hotel Ritz. Su padre fue un coleccionista atípico porque hizo la colección programándola para ampliar los fondos del MNAC y del Museo del Prado. ¿Cuándo empezó a coleccionar? Empezó a comprar en 1924 con un criterio muy personal, buscando pieza por pieza, haciendo un seguimiento de dónde estaba el cuadro que quería comprar… por ejemplo, la compra de la colección Joseph Spiridon, un coleccionista que vivía en Francia y que tenía una colección muy importante. La viuda decidió ponerla a la venta, pero quería venderla entera. Mi padre pensaba llegar a 50 cuadros y pensó que la venta se haría en Alemania porque había mejor mercado, y a finales de 1928 se fue a Alemania para participar en la subasta; había agentes encargados de pujar por algunos cuadros y los mismos compradores revendían lo que no les interesaba; mi padre compró mucho y dijo que nunca había sufrido tanto, pero logró deshacerse de la parte que no le interesaba… fue toda una aventura. En esta colección había cuadros de Botticelli, que donó al Museo del Prado en vida, como también donó un bodegón de Zurbarán. En una de sus cartas escribió: “He decidido donar al Museo del Prado unos cuadros para llenar los pocos vacíos que tiene; es para agradecer los grandes y buenos ratos que he pasado disfrutando en el Museo”. El cuadro Un retrato de hombre de Botticelli lo tenía un magnate y amante del arte alemán, Eduard Simon, que tenía una importante colección; en un viaje a Berlín invitaron a mi padre a verla y quedó entusiasmado con el Botticelli. Simon le dijo que no pensaba venderlo, pero mi padre le dijo: “sepa que me gusta mucho”. Al cabo de un tiempo, este señor se arruinó y mi padre recibió un telegrama: “Vendo el cuadro. Respuesta en 24 horas”. Me contó que aquella noche no pudo dormir, y le contestó que se lo quedaba, que se lo depositara en Suiza; me dijo que al verlo se iba diciendo: “¡es mío, es mío!”. Durante la guerra, mi padre dejó en Suiza, en el Museo de Lausana, varios cuadros para que se los guardaran. De éstos, uno quedó allí en Vittoria Colonna, Sebastiano del Piombo, 1520-1525. MNAC. muestra de su agradecimiento. También donó a los Caputxins de Sarrià un cuadro de asunto religioso cuando tuvieron que reconstruir su iglesia destruida durante la guerra. Usted conservó un solo cuadro de la colección de su padre, un Botticelli excepcional, considerado una de las obras maestras del pintor florentino y del Renacimiento. En el testamento, mi padre dejó toda su colección para Barcelona -los de Madrid los había donado en vida- y estableció que yo eligiera un cuadro como recuerdo. Mi madre, que tenía mucho criterio artístico, me recomendó que escogiera el Botticelli. Es un cuadro que tiene su Adquirió muchas de sus obras en el mercado internacional 12 historia. Todos mis hijos, que han convivido junto a él, le han llamado siempre “El Botti”. Cuando hace pocos años se hicieron obras en el edificio para convertirlo en hotel, como era un peligro tener el cuadro aquí porque todo estaba en obras y abierto, mi marido sugirió que lo depositáramos temporalmente en el Museo del Prado. De allí se ha mostrado en diversas exposiciones por Nueva York, Grecia y Alemania. Cuando me nombraron miembro de la Academia Sant Jordi, hice el discurso sobre la historia del personaje: Michele Marullus, que había nacido en Grecia en 1453, cuando la conquista de los turcos, fue poeta, humanista y militar, y escribía poesía en italiano… Es decir, que por un lado escribía poesías románticas y por otro era soldado. Yo me quedé este cuadro porque era uno de los preferidos de mi padre; él no compraba por inversión, y los cuadros eran como amigos que le acompañaban. San Eloy ante el rey Clotario, Maestro de la Madonna della Misericordia, Madrid, Museo Nacional del Prado El Minuet, Giandomenico Tiepolo, 1756. MNAC. 13 cuadros muy buenos, son del hijo; también en el Louvre tenían dos Tiepolo que finalmente tuvieron que atribuir al hijo, eran como los nuestros. También hay un Rembrandt, probablemente un retrato de su hijo, pintado por uno de los primeros maestros del taller de Rembrandt. ¿Cuáles fueron los mejores consejos que recibió de su padre? Conservo cartas deliciosas llenas de consejos; cuando estábamos en Buenos Aires, que tenía un clima muy húmedo durante los meses más fríos, mis padres se iban a Córdoba, que está a 1.000 metros de altitud, y yo me quedaba interna en el colegio: lo recuerdo como muy divertido. Allí mi padre me escribía cartas. Recuerdo que le escribí diciéndole que me habían dado unos premios en la escuela y me contestó recomendándome que sobre todo no se me subieran los humos a la cabeza… para él, esto era importantísimo en la vida, por encima de todo; me decía que si podíamos ayudar a alguien y no se enteraba era mucho mejor. Recuerdo que el Maestro Falla estaba en Córdoba y un día fue a visitarle, estaba en un lugar muy húmedo, y mi padre le buscó una casa en Alta Gracia muy soleada, diciéndole que el alquiler era el mismo. Falla estaba encantado. Durante la guerra ayudó a mucha gente, pero siempre procuraba que la ayuda fuera delicada, por ejemplo, conoció a un señor que lo estaba pasando muy mal, con mucha penuria económica, y preguntó qué tenía para vender, le dijeron que tenía mapas y globos antiguos, y él se los compró. La cuestión era no ofenderle dándole dinero como caridad. Jean-Claude Richard, el abad de Saint-Non, vestido a la española, Jean-Honoré Fragonard, hacia 1769. MNAC. ¿Recuerda alguna anécdota en relación a la colección? Cuando marchamos a Buenos Aires, en los años 40, mi padre solicitó al Gobierno la autorización para exportar ocho cuadros para que le hicieran compañía en Argentina. Cuando él murió en 1947 gobernaba Perón, quien quiso quedarse con los cuadros para el Museo de Buenos Aires; para recuperarlos intervino Franco y se consiguió que volvieran a España, aunque fue de una manera rocambolesca: se sacaron del país a escondidas, porque el gobierno argentino no podía quedar como que había dado el brazo a torcer, así que los cuadros se llevaron desde nuestra casa a la Embajada española y los metieron en un contenedor de un diplomático que transportaba sus muebles. Así llegaron a Barcelona, donde las autoridades esperaban los “muebles”. En Barcelona, la colección estuvo primero en el Salón del Tinell y después en el Palau de la Virreina. Mientras estuvieron ahí se robó un cuadro pequeño, pero se recuperó de manera extraña: al cabo de dos o tres años empezaron a recibirse llamadas a la Virreina diciendo que estaban dispuestos a negociar el retorno del cuadro, la policía interceptó la llamada y vio que venía de París y lo recuperó; finalmente, al acabar las primeras obras del MNAC ya se llevó la colección al museo. Ahora sería imposible hacer lo que hizo mi padre. A cada uno de los otros cuadros les tenía un gran cariño, como a un Rubens, a un Patinir, y dos Tiepolo que aún siendo El político catalán fue un coleccionista atípico y generoso 14 Usted fundó con su marido el Institut Cambó, ¿cuáles fueron los objetivos? Yo he procurado que funcionaran las cosas que inició mi padre; tuve la suerte de casarme con una persona que se identificó con su obra, y continuamos con la colección Bernat Metge de traducciones de los clásicos griegos y latinos al catalán, la traducción de la Biblia… Con el Instituto se asegura una mayor continuidad y puede conservarse mejor su memoria. Usted ha sido nombrada Patrona del MNAC, ¿qué significado tiene ser Patrona de este Museo? Lo vivo como reconocimiento a la generosidad de mi padre: siempre ha habido una buena relación con el Museo. Mi marido fue Presidente del Patronato; ahora, siendo Presidente Miquel Roca, me han nombrado Patrona, y el Museo del Prado también me ha incluido en el Patronato de Honor. Todo ello contribuye al recuerdo. Marga Perera entrevista Irónica, sorprendente y majestuosa Joana Vasconcelos La naturaleza del proceso creativo de la artista portuguesa Joana Vasconcelos (París, 1971) se basa en la apropiación, la descontextualización y la subversión de objetos preexistentes y realidades cotidianas. La artista ofrece una mirada cómplice y a la vez crítica, sobre la sociedad contemporánea, abordando cuestiones como la situación de las mujeres, la diferenciación por clases o la identidad nacional. Vasconcelos ha sido la primera mujer en exponer en el Palacio de Versalles, y ahora representa a Portugal en la Bienal de Venecia. Joana Vasconcelos. Foto Miguel Domingos/©Unidade Infinita Projectos 16 Marilyn, 2009 . Colección particular. Obra producida con el patrocinio de Silampos. Foto: DMF, Lisboa/©Unidade Infinita Projectos Corazón independiente, 2005. Museo Coleção Berardo, Lisboa ©Unidade Infinita Projectos 17 Valquiria real, 2012. Colección de la artista. Obra producida con la colaboración de artesanas de Nisa y el patrocinio de Manufacture Prelle, S.A. ©Unidade Infinita Projectos 18 Joana Vasconcelos, Trafaria Praia, 2013. Foto: Luís Vasconcelos. © Unidade Infinita Projectos. La novia, 20012005 . Colección António Cachola, Elvas. Obra producida y restaurada con el patrocinio de Johnson & Johnson. Foto: Luís Vasconcelos/©Unidade Infinita Projectos La Bienal de Venecia N ada irrita más a Joana Vasconcelos que tilden su arte de kitsch: “Para que lo fuera, debería ser irreflexivo y de mal gusto, estar producido de forma mecánica e industrial y resultar ajeno a la belleza y a un discurso político. Yo soy todo lo contrario –puntualiza- Hago las cosas de forma artesanal, con mis propias manos y tengo un discurso sobre el presente”. La portuguesa suscitó un gran revuelo mediático con su exposición en el Palacio de Versalles donde reunió sus sorprendentes e irónicas instalaciones. Los visitantes pudieron contemplar desde estatuas de fieros leones recubiertos con servilletas de encaje blanco hasta su obra más celebrada, que estuvo a punto de ser censurada, La novia: Vasconcelos ha sido la primera mujer en exponer en Versalles una lámpara de araña de cinco metros de altura confeccionada íntegramente con tampones blancos. Otra de sus obras más impactantes era Marilyn, un par de stilettos hechos a base de ollas y cazuelas, que habla del ama de casa obligada a convivir con la diva que se pone tacón alto para salir de noche. Muy llamativa era Lilicoptère, el helicóptero creado con plumas rosas de avestruz y cristales Swarovski para el palacio de María Antonieta. La exposición de Versalles recibió más de un millón y medio de visitas. La afamada artista portuguesa tiene su gran valedor en el multimillonario coleccionista y dueño de Christie’s, Francois Pinault. ¿Qué le llevó a embarcarse en una carrera en el arte? Convertirme en artista ha sido un camino más que una decisión objetiva tomada en un momento dado. Yo era una niña normal, aficionada a los deportes y a las actividades creativas, y mientras estudiaba en el instituto (hice el bachillerato artís- 19 En su instalación para la Bienal de Venecia Joana Vasconcelos ha tejido los hilos históricos entre Venecia y Portugal. Ambas ciudades mantuvieron una estrecha relación comercial durante la Edad Media y el floreciente Renacimiento gracias a la vía de comunicación marítima que conectaba los dos puertos. La artista asocia ambas ciudades, a través de la relación entre el emblemático cacilheiro, un ferry portugués que conecta las dos orillas del río Tajo y su análogo vaporetto de Venecia. De una forma poética, sorprendente y cautivadora la portuguesa reflexiona sobre los medios de comunicación y conexión en la actualidad, no sin dejar toda una estela romántica al mirar hacia el pasado histórico. “He transformado un cacilheiro, un ferry de Lisboa, en una obra de arte/pabellón flotante, para establecer un paralelismo con el vaporetto veneciano (también un medio colectivo de transporte), pero también para articular la historia común de Lisboa y de Venecia como puertos comerciales estratégicos –nos explica–. El exterior del barco, llamado Trafaria Praia, va recubierto totalmente de grandes azulejos que plasman a Lisboa, vista desde el río Tajo. El interior está dominado por una instalación a base de tejidos orgánicos que los visitantes podrán recorrer. También hay un escenario para espectáculos musicales y conferencias que pretenden acortar las distancias entre el público de la Bienal de Venecia y la cultura portuguesa.” tico en una escuela especializada) empecé a experimentar con distintos medios. Creo que fue ahí cuando me ‘enganché’ a hacer descubrimientos... ¿Cuál es su filosofía como artista? Me interesan los símbolos, los objetos y las conductas de la sociedad contemporánea. ¿Hay artistas, u obras de arte concretas, que le hayan inspirado de forma especial? Soy una gran admiradora de Louise Bourgeois; creo que sus representaciones intimistas son muy poderosas. Para mi, sus Celdas son recreaciones profundas de un mundo interior. Las considero un Maria Pia, 2013. Colección de la artista. ©Unidade Infinita Projectos gran ejemplo de la indiscutible habilidad de Bourgeois para materializar la intimidad. ¿Cuáles diría que han sido los hitos de su carrera? ¿Cómo recuerda su exposición en el Palacio de Versalles? La trayectoria de un artista se va construyendo a través de sucesivos momentos clave que, cuando se producen, modifican el curso de una carrera abriendo el campo a posibilidades de más envergadura. Versalles fue uno de esos momentos, pero también lo fue, por ejemplo, exponer La novia en la Bienal de Venecia de 2005; fue la primera vez que mi obra recibió la atención de un público internacional. ¿Qué obras plantearon un desafío mayor? ¿De cuáles se siente más orgullosa? Me siento orgullosa de todos mis trabajos; de hecho, a menudo vuelvo a mirar mis primeras obras y siento que siguen siendo tan relevantes y pertinentes hoy como lo fueron cuando las creé. He tenido diversos desafíos a lo largo de mi carrera; algunas obras fueron complicadas de ejecutar desde un punto de vista técnico, financiero, burocrático, etc… Mi último proyecto ha sido particularmente ambicioso: transformar uno de los trans- bordadores de Lisboa en un pabellón flotante. Con esta obra represento a Portugal en la Bienal de Venecia de este año. Llevarla a cabo me ha planteado diversos retos… ¡tuve que sumergirme en el universo naval del que apenas sabía nada! ¿Qué define las dimensiones de sus piezas? ¿Qué le atrae de la idea de exceso? El tamaño es fruto de decisiones previas, al igual que la elección del material, lo que significa que, no es tanto una meta, un objetivo, sino una consecuencia. Me interesa el exceso por sus diversos significados; ya sea su asociación con el lujo, que nos traslada al mundo de objetos deslumbrantes; o por sus implicaciones sociológicas, generalmente compensando la insustancialidad actual; o incluso como símbolo de un mundo más plural y global. Estudiando su producción artística es inevitable pensar en una tradición artística que ha adoptado entre sus prácticas la artesanía femenina: Louise Bourgeois, “Me siento heredera de Louise Bourgeois y Richard Serra” 20 Rosemarie Trockel, Tracey Emin... ¿se siente parte de este linaje? Me siento heredera tanto de Louise Bourgeois como de Richard Serra. Mi corpus artístico es, en muchos sentidos, sumamente variado, por lo que el uso de técnicas tradicionalmente femeninas solo es un aspecto más de mi práctica artística. Yo diría que mi trabajo da continuidad a un linaje mucho más vasto, con el propósito de responder a las complejidades de la contemporaneidad a través de voces diferentes y, por consiguiente, mediante el uso de una amplia gama de técnicas y materiales. Usted dió una conferencia en la última edición de la feria TEFAF Maastricht. ¿Qué opina de las ferias? ¿Le gusta visitarlas? Los lugares como TEFAF Maastricht me sorprenden porque, además de estar meticulosamente organizados, acercan al público obras de arte que han logrado resistir la prueba del tiempo. Además, me encanta la gran artesanía y me interesa explorar las nociones de gusto, así que es estupendo ver cómo la feria ofrece una brillante panorámica de su evolución a lo largo de los tiempos. Vanessa García-Osuna fotografía N os reunimos con el célebre fotógrafo durante su visita a Madrid para inaugurar la exposición Mi amigo Picasso en el Instituto Francés. Dice tener siempre en su casa una reproducción del Guernica. Habla de Don Pablo, con una enorme ternura. Sus ojos siguen mostrando la misma admiración que descubrimos en sus fotografías. “A Don Pablo, le debo todo”, dirá, con ojos bañados en lágrimas. Este año se cumplen 40 años de la muerte de Picasso. La cita madrileña conmemora al maestro y se enmarca dentro de PhotoEspaña, festival que Clergue considera “una de mis hijas”. En efecto, hace 44 años fundó, junto al escritor Michel Tournier y el historiador Jean-Maurice Rouquette, Les Rencontres d’Arles, el gran foro internacional dedicado a la fotografía. Todo empieza en 1953. Lucien Clergue tiene 18 años. Lleva un año haciendo fotos. Ve a Picasso en una corrida en Arles y le plantifica sus fotografías delante de los ojos. A partir de ese momento, nace entre los dos una amistad que durará más de veinte años, hasta la muerte de Picasso, en 1973. El libro Picasso mon ami (Ediciones Plume) traza los momentos importantes de su relación. Sus icónicas fotografías, Picasso à la cigarette, Picasso au miroir, imágenes de Picasso en corridas, en Arles, en su casa… fueron tomadas por Clergue. Su universo creativo abarcó también el cine y rodó la película Picasso, guerre, amour et paix en 1971. Lucien Clergue es el primer fotógrafo miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Francia, de la que es presidente. Sus inolvidables instantáneas han recorrido los museos de arte contemporáneo del mundo entero. 22 Cuéntenos cómo fueron los comienzos de su relación con el maestro Ese día le entregué mis fotografías en plena corrida. Se las quedó para verlas más adelante. Picasso nunca te decía si algo estaba bien o estaba mal. Como no me volvió a llamar, fui yo a verle. La persona que me abrió la puerta, cuando supo quien era, me dijo que Picasso quería verme a las 14.30. ¡Fue el día más bonito de mi vida!. Creo que me puse a llorar, igual que hago ahora [dice con la mirada húmeda]. A partir de entonces, trabajé para él. Durante los primeros ocho meses, le hice todo tipo de fotos de niños por las calles, vestidos de arlequines, también de animales muertos, que podía ver desde mi casa. Arles es una ciudad abierta a la muerte. Tenemos dos cementerios preciosos, uno de ellos del siglo XII. Y las fotos vitales de los niños, junto con la imagen de los animales muertos, encantaban a Picasso. Picasso me dio suerte. Y me cambió la vida. Picasso y sus palomas ©Lucien Clergue 23 El día a día del maestro “Picasso era muy serio. Muchos años después de su muerte, la hija de Maya, que tiene apenas dos años cuando muere su abuelo, vino un día a verme para comprarme fotos de Don Pablo, “en las que se le vea sonriendo porque en todas está muy triste”. Para mí, estaba siempre pensando. La gente que trabajaba para él debía mantener su ritmo. Don Pablo se levantaba a las 12, leía los periódicos, el correo. A las 13.30 comía, a las 14.30 un rato con los amigos y se ponía a trabajar hacia las 16.00 ó 16.30 de la tarde. No era raro que estuviera trabajando hasta las 4 de la mañana. ¡Siempre estaba trabajando!. A veces, a las 4 de la mañana, llamaba a su impresor y le decía que viniera a su estudio a buscar lo que acababa de pintar o grabar, para ver la prueba cuando él amanecía, a las 12. Incluso durante la comida, con dos dedos y un trozo de metal, hacía palomas. Cuando se murió, Jacqueline tenía un mueble entero lleno de esas palomitas. El albacea quiso dividirlas para la herencia. Fue horrible”, recuerda Lucien Clergue. Fotógrafo de bellísimos desnudos femeninos en blanco y negro, cuyas sombras dibujan figuras geométricas, captador de momentos emblemáticos de las corridas, en la mirada de un gitano, en un paisaje provenzal, en los retratos, etc, los mismos temas que pinta también Picasso. ¿se puede hablar de un encuentro entre dos creadores? Picasso era pintor y yo fotógrafo, no había rivalidad entre nosotros. Nos veíamos sobre todo en primavera y verano, cuando venía al sur de Francia. También estuvimos juntos muchas veces en París cuando trabajé con Jean Cocteau en su película Le Testament d’Orphée. Con Picasso iba a las corridas y luego montábamos fiestas con los gitanos franceses que yo le traía. Un día, después de una corrida, había organizado una fiesta en mi casa en la que le esperábamos. Naturalmente, Don Pablo no llegaba. Cuando llamó por teléfono, yo puse el auricular para que escuchara al guitarrista. “Qué, ¿te vienes?”, le pregunté. “No, veniros todos a mi hotel”. Allí celebramos una juerga con baile y flamenco. ¡Hasta Picasso bailó y cantó!. Picasso e Hipólito Ballardo, Mougins, 1968 ©Lucien Clergue ¿Qué relación mantenía Picasso con la fotografía? Una de las frases lapidarias de Picasso era “ahora que existe la fotografía, ya me puedo morir”. Siempre que se ve la vida de Don Pablo, a su lado hay un fotógrafo. En 1911 ya se celebran exposiciones de fotografías de Picasso en Nueva York y de dibujos fabulosos. Él decía que no sabía nada de fotografía. No era verdad. Cuando miras, por ejemplo, las fotos que tomó de Dora Maar para mí son mucho mejores que las que hizo Man Ray. También las fotos que hizo en Horta de Sant Joan son importantísimas Picasso y la estatua de las Islas Marquesas, Cannes, 1955 ©Lucien Clergue 24 “Picasso me hablaba de su infancia, de Barcelona y me describía increíbles escenas surrealistas” Picasso con un capote ©Lucien Clergue para entender el nacimiento del Cubismo. El Cubismo nació de la fotografía, y esto es algo que no se ha dicho nunca. ¿Qué lugar ocupaba España en la mente de Picasso? Bailaba y cantaba flamenco todo el tiempo. John Richardson, su biógrafo en América, dice que la última vez que Picasso fue a Perpiñán, pidió ir a la frontera con España. Allí le dejaron solo y Don Pablo se quedó durante una hora entera, inmóvil, mirando hacia España. Él me contaba poco de España. Rememoraba su infancia, su etapa en Barcelona, y describía escenas surrealistas. Una prostituta a la que le faltaba una pierna. Hablaba mucho de Pallarés, su amigo, que le salvó la vida cuando era pequeño. Charlábamos de toros, de toreros. En Nîmes, en aquellos tiempos, las corridas comenzaban a las cuatro de la tarde y no a las siete como ahora en España que es tardísimo y ya no hay luz. La luz tan fuerte, hacía las sombras muy oscuras. En 1957, después de la corrida tras la que realizó esos aguafuertes tan importantes sobre la tauromaquia, Don Pablo ofreció una fies- Lorca, su otra pasión “Seré descaradamente pintoresco pero, para mi, el toro de Osborne, ése que se puede ver por las carreteras, eso es España. La primera vez que crucé España en coche fue en 1954, una época en la que de Francia a Sevilla, nos divertíamos contando los coches que circulaban por la carretera ¡tan pocos había!. Era peligroso porque no había ninguna señal, se tenían accidentes, era una etapa terrible. El país ha dado un salto que aún me choca, pero aquella primera imagen de España perduró mucho tiempo en mí. Aunque le confesaré que la mayor desilusión de mi vida ha sido no haber conocido a García Lorca. Tengo, sin embargo, uno de sus libros dedicados por él a una de mis amigas que fue quien me lo regaló. El llanto de Sánchez Mejías. Es mi posesión más preciada.” ta en su casa, La Californie. Tengo el honor de haber sido retratado en uno de esos aguafuertes. Otro día, que íbamos a ir a una corrida en Nîmes, estaba lloviendo y nos refugiamos en un café. Llegó un fotógrafo español y le preguntó si podía hacerle un dibujo. Don Pablo le dijo que no tenía nada, pero cogió el papel de la mesa. Yo me puse detrás de él para observarlo mejor. Empezó a dibujar por abajo. Unos trazos. Luego unos puntos sueltos por el papel y fue como revelar una fotografía. ¡Salió una corrida de toros!. Existía esa relación permanente entre él, los gitanos, los toros y el flamenco. 25 Usted que los conoció tan íntimamente, ¿cómo era la relación de Picasso con Jacqueline?. Ella era la mujer perfecta para él. Nos conocimos el mismo año. Todo ocurrió en Perpiñán. Jacqueline estaba con su hija. John Richardson que estaba allí, habla de ello en sus biografías. Estaba Maya que dormía en la cama de su padre y Jacqueline tuvo que irse al hotel. Jacqueline y yo éramos muy amigos. También tocaba el violín, como yo. Durante una época, Picasso insistía mucho en que yo tuviera otra hija -yo ya tenía dos-, y que él fuera el padrino. Cada vez que me veía me decía que me fue- Picasso en la playa, Cannes, 1965 ©Lucien Clergue ra a una cama a hacer la niña. “¿Has hecho ya la niña? Me siento y te espero”. Eso enfurecía a Jacqueline que sufría por no tener un hijo de Picasso. Jacqueline era fabulosa. Cuando murió Don Pablo no lo aceptó. Durante los quince días que duró la preparación de la tumba de Picasso, Jacqueline se acostó todas las noches cerca de su cuerpo. Luego se alcoholizó. Años después de la muerte de Picasso, fui a saludarla a su casa. Llamamos. Me hizo entrar. Nos enseñó la casa vacía, sin nada. Me invadió una gran tristeza. Recorrimos toda la casa, yo me imaginaba a Picasso trabajando, su pijama todavía seguía colgado, vi uno de mis libros Né de la vague, y Jacqueline me dijo: “Ves Lucien, siempre has estado con nosotros”. Entramos en una habitación, abrió un cajón y sacó una pistola del interior. Me dijo: “¡Por si viene alguien que quiere hacerme algo!”. Yo pensé que era para ella y, así fue, más adelante se pegó un tiro en la cabeza. Fue una relación de amor extraordinaria. vio me preguntó “¿tú tienes zapatos nuevos?”. Me sentí verdaderamente idiota y le dije que sí, que había ganado un dinerito con unas fotos que había vendido. “Como yo” –me contestó y se fue a buscar unos zapatos nuevos para mí. “Son los derechos de autor de las postales mías que se venden en Polonia. Con eso me he comprado estos zapatos”. De repente, había conseguido igualarme a él. Son detalles inestimables. Pero no había que caer en la trampa. Creerse superior a él. Cuando yo salía de su casa, solía estar deprimido. Recordaba las cosas tan extraordinarias que me decía y pensaba “¡es imposible!”. Pero al día siguiente, mi propósito era ponerme a trabajar para no decepcionarlo. Clergue retrató a Picasso en miles de ocasiones De las tres mil fotografías que tiene de Picasso, ¿con cuáles se quedaría el fotógrafo? Con todas. Cada una representa una época importante en mi vida. Picasso decía cosas de las obras que te transformaban. Un día le dijo a un amigo mío: “Las fotos de Lucien son los cuadernos de notas de Dios”. ¡Es el piropo más grande que me han hecho nunca!. Picasso tenía esa capacidad. Te ponía a su nivel. Un día le vi con unos zapatos nuevos relucientes. Cuando los Usted es uno de los grandes fotógrafos, pero su formación es autodidacta. Sus “maestros” fueron Picasso, Jean Cocteau, Éluard, Saint John-Perse. Cuando daba clases de fotografía siempre les decía a los alumnos que se olvidasen de la fotografía y de los fotógrafos. Que fueran a los museos, a un buen restaurante, a un buen cine, al teatro, etc. Las fotografías son el resultado de lo que uno ha visto y sentido. Yo he aprendido todo de Picasso. El sentido de las proporciones, de las composiciones. Picasso nunca dejaba nada en el vacío. Sus vacíos tienen –como en el caso de Cezanne–, un significado. Debo añadir que mi formación es de violinista y que mi maestro es Bach. Sus sonatas para violín rondaron en mi cabeza durante 26 años. Y me sirvieron para sacar fotografías, para su construcción. Hay sutilezas en las obras que se desconocen. Todo artista debe hacer una construcción. Mi tesis Languages des Sables está hecha solo con imágenes. No tiene ni una palabra. Roland Barthes que estaba en el jurado y más tarde prologó el libro, dijo que la clasificación de las imágenes era también un discurso. ¿Es usted coleccionista? ¡Soy muy coleccionista!. Empecé intercambiando obras con mis amigos fotógrafos. Con Mapplethorpe y André Kertész, por ejemplo. Con mis alumnos también he hecho algunos intercambios. Y, por supuesto compro fotografías. Una de ellas, de Ansel Adams. En 1974 pagué por ella 175 dólares en Estados Unidos. Hoy se cotiza en 75.000 dólares. Tengo miles de fotos. A veces de desconocidos. También tengo muchas obras de artistas contemporáneos como Rauschenberg, David Hockney, Cesar, Vasarely, Lichtenstein, etc. De Picasso tengo las obras que él me dio. Pero le contaré un secreto. El martes pasado, adquirí el grabado de Picasso del Minotauro con la niña y la paloma en la playa de Málaga, de 1934. Llevaba toda mi vida soñando con él. Me ha costado una fortuna pero ¡qué se le va a hacer!. Jacinta Cremades Hasta el 26 de julio Galerie du 10 Marqués de la Ensenada 12 28004 Madrid entrevista El embajador del arte tribal Las pintorescas calles del barrio parisino de Saint-Germaindes-Prés, cuyo espíritu bohemio sedujo a filósofos, artistas, políticos y escritores que se citaban en los afamados cafés Les Deux Magots y Flore, acogen cada año la gran fiesta del arte tribal. Cerca de 60 prestigiosos comerciantes especializados en las artes de África, Asia, Oceanía y las Américas muestran sus propuestas más exquisitas durante la feria Parcours des Mondes. Detrás de esta gran cita con las artes primeras está el savoir faire de Pierre Moos, un apasionado coleccionista que hace cinco años tuvo la visión de tomar las riendas de este certamen para convertir París en la capital mundial del arte tribal. Entusiasmado con el proyecto, Moos –dueño también de la influyente Tribal Art Magazine- asegura que, aunque cada vez hay menos piezas en el mercado, quedan todavía muchas por descubrir, y afortunadamente existen grandes marchantes. Tres galerías españolas (Arte y Ritual, Galería Guilhem Montagut y David Serra-Art Tribal) participan en este esperado evento que congrega a más de 10.000 visitantes. 28 U sted empezó coleccionando arte moderno, especialmente dibujos cubistas y surrealistas, ¿cree que fueron el cubismo y el surrealismo lo que le llevaron al arte africano? Sí, así, es. Empecé a coleccionar muy pronto, en 1962. Al principio compraba pequeñas figuras de barro porque no tenía dinero para hacerme con piezas importantes [dice sonriendo]. De hecho, he seguido el camino inverso al de los artistas: he partido de la pintura moderna para llegar al arte africano y oceánico mientras que los artistas partieron del arte africano para llegar al cubismo. En mis primeros viajes a África me regalaron algunos objetos, que todavía conservo; en realidad son “souvenirs” pero me impulsaron a visitar museos y a comprar libros para ampliar mis conocimientos sobre las artes primeras. Me he pasado la vida yendo a museos y galerías, mirando imágenes y coleccionando. Soy coleccionista también de arte moderno, de objetos de bakelita y de muchas otras cosas. ¡Éste es mi universo!. Y he transmitido esta afición a mis hijos y mis nietos. Mi hija es una reconocida marchante de arte moderno, y mi nieto, que tiene ahora 18 años, empezó a coleccionar a los 11, y ya ha reunido una bonita colección de pequeñas máscaras africanas… [dice divertido]. ¿Sigue usted coleccionando? Sí, ¡demasiado! [sonríe con aire satisfecho] ayer mismo adquirí un cuadro. Me interesa mucho la Escuela de París, especialmente los años de La Ruche, la residencia en la que se instalaban los artistas que llegaban a París con escasos recursos económicos, como en aquel momento Modigliani, Chagall, Soutine, Archipenko… Tengo muchas piezas, y sigo comprando arte tribal oceánico, particularmente de Nueva Irlanda. Hará unos diez años que mi curiosidad por Oceanía empezó a crecer, porque había llegado un momento en que tenía la impresión, equivocada, por cierto, de que lo sabía todo sobre el arte africano, y me centré en Oceanía, que es la colección que hago ahora. Mi colección, sin embargo, tiene un espectro muy abierto, porque incluye también piezas de la cultura nazca y precolombina en general. ¿Qué visión tuvo de Parcours des Mondes cuando decidió comprarlo? Ya era un apasionado de la revista Tribal Art Magazine y, como ésta tenía dificultades, la compré. Ahora es la más prestigiosa del mundo en su especialidad. Y luego adquirí Parcours des Mondes para dinamizarlo. No puede compararse con las ferias de arte contemporáneo más influyentes, como la de Basilea, pero en arte tribal es la más importante del mundo. ¡Es apasionante!. Participan las galerías más afamadas y los mejores marchantes del mundo, que son los españoles Antonio y Ana Casanovas, con galería en Madrid [Arte y Ritual]. Reflexioné mucho antes de comprar esta feria, pero tras la apertura en París de un museo de arte tribal, el Musée du Quai Branly, el mejor del mundo, pensé que Parcours des Mondes representaría a los mejores marchantes, convirtiendo a París en la capital internacional del arte tribal. De esto hace cinco años y vistos los resultados podemos afirmar que hemos superado el reto. No hay ninguna feria comparable a ésta. Nuestro certamen es como una gran fiesta porque todos los coleccionistas vienen a París, los más reputados y los que no lo son tanto, los que tienen muy buen gusto y no demasiado dinero, y también los que tienen mucho dinero y encuentran piezas excepcionales. Los marchantes reservan sus mejores piezas para esta cita. Hay 60 galerías de arte tribal en el mundo, y tres de ellas en España. No son muchas si lo comparamos con las de arte contemporáneo que pueden existir en un solo edificio de Chelsea, o en Nueva York. ¿Cómo ha evolucionado el interés de los coleccionistas? De forma espectacular. Pienso que gracias a nuestros esfuerzos hemos estimulado la aparición de nuevos coleccionistas de arte tribal. Son compradores de cuadros de arte moderno y contemporáneo que acaban vinculándose al arte africano. Estos coleccionistas que no tienen problemas económicos han contribuido a la subida de los precios del arte tribal, a pesar de la crisis económica generalizada. En mi opinión, esta tendencia continuará, ya que la demanda de piezas tribales es Un paseo por el mundo “Hay sesenta galerías de arte tribal en el mundo” Indigènes, Apoyo-flecha de un jefe Luba, Congo, S.XIXXX. Foto : F. Dehaen - Studio R. Asselberghs © Indigènes 29 Uno de los atractivos de Parcours des Mondes son sus cuidadas exposiciones temáticas. La oferta este año es muy sugerente e incluye Salón de belleza, una muestra organizada por la Galería Maine Durieu, sobre adornos para el cabello, joyas y ornamentos de África, Asia y Oceanía, que ilustran la pasión ancestral por embellecer el cuerpo a través de formas armoniosas, virtuosismo técnico y materiales preciosos. Retratos de Oceanía es la propuesta de Michael Evans Tribal Art: una colección de fotografías del siglo XIX que retratan la vida diaria y las tradiciones de los aborígenes australianos y los maoríes de Nueva Zelanda. La galería de Laurent Dodier reúne, por su lado, un excitante conjunto de 40 objetos de Melanesia y Polinesia. La Galería Pascassio Manfredi, ha recopilado objetos de diferentes regiones de la lejana isla de Borneo. Estas obras del pueblo Dayak hablan del mito de la creación, la fertilidad o la lucha contra las fuerzas enemigas. La Galería SL da a conocer los extravagantes tocados del Congo. Destaca un tocado Pende llamado Mukotte, hecho de fibra vegetal y decorado con arcilla y clavos de cobre. Durante el periodo colonial lucirlo era considerado un acto de resistencia contra el ocupante belga. En las profundidades de la antigua tierra de Papúa Nueva Guinea las tribus que habitaban la ribera del río Sepik crearon unos singulares amuletos que pese a su pequeño tamaño desprenden el poderío de las figuras de tamaño natural y expresan el alma genuina de sus escultores anónimos. Podrán descubrirse en la galería Bruce Frank Primitive Art.. Galerie Alain Bovis, Cuerno medicinal, Toba-Batak, Sumatra, S. XIX. Foto: Mathieu Ferrier © Alain Bovis Los refinados Kulango David Serra - Art Tribal, Estatuilla Kulango. Foto: Guillem F-H © David Serra - Art Tribal La galería David Serra- Art Tribal presenta dos exposiciones. La primera, Kulango, agrupa obras realizadas mayoritariamente en aleación de cobre por los artistas-fundidores del grupo étnico Kulango-Loron. Establecidos a finales del siglo XVII y principios del XVIII entre los ríos Comoe y Volta Negro, en las regiones del norte de Costa de Marfil y del sudoeste de Burkina Faso, dominaban la técnica de la cera perdida, y crearon unas obras refinadas de estilo peculiar que solían emplearse como amuletos protectores y como medida para pesar el oro. Algunas de estas joyas se venderán desde 1.000 a 5.000 euros [en imagen]. La otra propuesta, Formes Rituelles se argumenta con obras que evocan diversos estilos del arte primitivo africano, entre ellas una figura de ancestro Tellem con los brazos levantados expuesta en Africa, colecciones privadas de Barcelona de La Fundación Godia, dos máscaras Bambara de Mali –una máscara sogo expuesta en el Museo Rietberg y una máscara koré ex colección P. Morigi-, y un taburete Lobi, de sorprendente finura. 30 superior a la oferta y el diferencial continuará acrecentándose, porque ya no hay producción de arte tribal, y actualmente es muy difícil encontrar obras. Como coleccionista, pienso que algunas de las piezas realizadas hasta los años 50 pueden considerarse arte tribal, pero a partir de ese momento ya no hablamos de arte tribal, sino de decoración. ¿Con qué criterio elige una pieza?, ¿ha comprado alguna por un enamoramiento, o es algo más racional? Lo primero es el enamoramiento, que siempre es una cuestión estética, después se atiende a los detalles, como la técnica, la pátina, la fabricación, si ha sido confeccionado y utilizado realmente por las tribus… Para esto hace falta mucha experiencia por eso hay que comprar a los marchantes. Pero a veces, el precio ¡puede hacer que el enamoramiento se desvanezca!. Hay que estudiar también la procedencia, de quién es, quién lo ha coleccionado, dónde… Una vez superada la fase de enamoramiento, se pasa a analizar la técnica, incluso, si son piezas relevantes, con análisis científicos, como el Carbono 14 y la termoluminiscencia, que pueden determinar un período, y aunque no pueden dar una fecha, ofrecen una escala posible, nunca cierta, pero es preciso hacerlo. En un buen enamoramiento está todo: la forma, la pátina, el color… es lo mismo que ocurre con un cuadro, de entrada, gusta o no gusta… y también sucede cuando un hombre mira a una mujer, o una mujer a un hombre: al principio se trata de encontrarse atractivos, después es el momento de fijarse en los detalles [sonríe]. Existen también los flechazos, pero son más raros. “Vendí mi colección de vanguardia rusa para adquirir arte de Oceanía” Algunos coleccionistas “hablan” con sus piezas y establecen un diálogo… Es cierto… para dialogar con las piezas es más fácil el arte tribal porque es figurativo. Con una máscara siempre se puede empezar un diálogo; con un Rothko, por mucho que te gustara, no sé si se podría… pero eso es la continuación del flechazo: se acaricia la pieza, se le habla… es como una locura. ¿Ha hecho algún “descubrimiento”? Todos los días… pero llegó un momento en que ya no hacía descubrimientos en arte africano, y ésta es la razón por la que empecé a coleccionar arte oceánico. ¿Qué piensa del arte aborigen australiano? Creo que es decorativo, pero no es tribal porque se conoce desde los años 60, y el arte tribal oceánico es más antiguo. El arte aborigen australiano es contemporáneo, está muy mediatizado y se encuentran cuadros porque todavía hay producción, puede coleccionarse pero no es arte tribal, y aunque sea muy bonito y pueda darse una explicación de su simbolismo, no es tribal. Por otra parte, yo estoy habituado al volumen y los cuadros son planos… el arte tribal tiene tres dimensiones. Usted vendió su colección de vanguardia rusa para empezar a coleccionar arte de Oceanía. ¿Recuerda cuál fue la primera pieza que compró de arte oceánico? La primera… [dice pensativo]… ¡sí, sí! fue un “crochet”, una figura-gancho; generalmente son piezas ceremoniales con uno o dos ganchos de suspensión. Estos ganchos tenían dos funciones diferentes. Una de ellas era la de colgar los alimentos para protegerlos de los roedores, como los ganchos de los carniceros. Otra era la de colgar los cráneos de los enemigos ya que ellos creían que conservando el cráneo también conservaban el vigor del contrincante. ¿Cómo han evolucionado el valor y el precio de las artes primeras en los últimos años? Están en constante evolución. Los precios siguen aumentando porque cada vez hay menos piezas en el mercado. Galerie Jacques Germain, Máscara zoomorfa, Bamana, Mali, S.XX. Foto: Hugues Dubois © Galerie Jacques Germain 31 Joyas tribales El joven anticuario Guilhem Montagut, con galerías en Barcelona y Nueva York, ofrece una de las obras más valiosas: una mascara zoomorfa del pueblo Mama (sur de Nigeria) de mediados del siglo XIX [en imagen]. Esta pieza de madera con una bella pátina perteneció al guionista y director de cine estadounidense Robert Douglas Benton, autor de éxitos como Kramer contra Kramer. Su precio: 100.000 euros. Otras ‘perlas’ son un fetiche Nkisi, del siglo XIX, que ofrece Serge Schoffel; una efigie conmemorativa de un fon (rey) del pueblo de Bamileke de la colección Arman que presentará la galería de Bernard Dulon, o un escudo de Mengen originario de Nueva Bretaña (XVIII-XIX) presentado por Michel Thieme Tribal Art. “La demanda de arte tribal crece pero la oferta escasea” ¿Cree que las subastas han contribuido al aumento de precios? Sí y eso es bueno porque da credibilidad. Afortunadamente existen grandes marchantes que ofrecen piezas de excelente calidad a muy buenos precios… y exponen en Parcours des Mondes. En los últimos años, el interés por el arte oceánico ha crecido entre los coleccionistas de artes primeras… En los últimos quince años había pocas galerías especializadas en arte oceánico. En cuanto al arte africano, había muchas piezas importantes pero también muchos marchantes; entonces, la gente, por gusto y por necesidad, empezó a fijarse en el arte oceánico, era distinto, colorista, y ahora suscita gran interés. Existen islas habitadas que producían objetos para sus habitantes y hay piezas de cuando llegaron los primeros exploradores en el siglo XIX, pero son rarezas. En los catálogos de subastas, así como en Parcours des Mondes, el 10% de las piezas de artes primeras son de Oceanía, y el resto de África. Hay regiones tribales poco conocidas por los coleccionistas, como el Sudeste asiático (Tíbet y Nepal) y Filipinas en donde hay piezas extraordinarias, como por ejemplo las que exhiben la Galerie Bovis y la Galeria Manfredi. Actualmente hay una bella exposición en el Museo del Quai Branly sobre arte filipino, que aconsejo visitar. Afortunadamente aún quedan objetos por descubrir [dice con entusiasmo]. ¿A qué precio puede encontrarse una pieza interesante de Filipinas?, ¿de qué tierras o culturas son las piezas más asequibles?¿A partir de qué precios se pueden encontrar piezas en Parcours des Mondes? Aparte de Alain Schoffel y Alex Arthur, quienes en los años 1970 y 1980 coleccionaron este tipo de piezas, no existen otros coleccionistas de arte tribal filipino. Apenas hay piezas disponibles en el mercado actual. Solo hay dos o tres marchantes que ofrecen esporádicamente algunos objetos. Por eso es prácticamente imposible determinar los precios. Pero a priori las obras presentadas son accesibles. Lo que es bello y antiguo es siempre accesible. En Parcours des Mondes se pueden encontrar piezas a partir de dos mil euros y con la garantía de recibir un consejo profesional acertado. ¿Ha llegado a los coleccionistas chinos el interés por el arte tribal? Existen coleccionistas chinos atraídos por el arte tribal, pero en general se interesan por su propia civilización y su propio arte. M. Perera Galeria Guilhem Montagut, Máscara zoomorfa Mama, Nigeria, S. XIX. Del 10 al 15 de septiembre Varias sedes. Saint-Germain-des-Prés. París www.parcours-des-mondes.com 32