Entrenamiento - Training Fútbol

Transcripción

Entrenamiento - Training Fútbol
Número 199 - Septiembre 2012
DEP. LEGAL: VA - 94/1996
ISSN 1577-7480
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47400 - Medina del Campo
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DIRECTOR
JESÐS CUADRADO PINO
COMITÉ TÉCNICO
V¸CTOR FERN˘NDEZ BRAULIO
BENITO FLORO SANZ
JUAN MANUEL LILLO D¸EZ
FERNANDO V˘ZQUEZ PENA
JORGE D´ALESSANDRO DI NINNO
MIKEL ETXARRI SASIAIN
JESÐS CUADRADO PINO
FERNANDO NAVARRO VALDIVIELSO
ANTONIO RAYA PUGNAIRE
MANUEL FERN˘NDEZ POMBO
JUAN JOSÉ GARC¸A LAVERA
ANTONIO GALINDO RINCŁN
MANUEL LŁPEZ LŁPEZ
JOSÉ CARRASCOSA OLTRA
Dr. PEDRO GUILLÉN GARC¸A
Dr. RICARDO JIMÉNEZ MANGAS
JESÐS OREJUELA RODR¸GUEZ
ALFONSO M. VARAS GARC¸A
TRADUCTOR-INTÉRPRETE
FRANCISCO JAVIER YEPES GONZ˘LEZ
EDITA : JECUPI
MAQUETACIÓN : TRAINING FÚTBOL
IMPRESIÓN : INDIPRESS
PUBLICIDAD : TRAINING FÚTBOL, departamento propio
Prohibido cualquier tipo de reproducción total o parcial de los
textos sin la autorización expresa y escrita del editor.
3
PUBLICACIÓN DE EXCLUSIVO CARÁCTER TÉCNICO
QUE SE EDITA CON PERIODICIDAD MENSUAL
Trata todos los temas relacionados
con la metodología del entrenamiento en el Fútbol:
Preparación Física
Preparación Técnica
Preparación Táctica
Preparación Psicológica
Metodología y Organización
Tests de Evaluación del Entrenamiento
Biomecánica
Aprendizaje Motor
Pedagogía Aplicada
Fisiología del Esfuerzo Físico
Medicina Deportiva
Dietética…
En cada uno de los números presentamos artículos actualizados
de prestigiosos técnicos relacionados directamente
con los temas a tratar, tanto nacionales como extranjeros.
Nuestra pretensión es servir de "vehículo de apoyo"
en el reciclaje técnico para entrenadores, preparadores físicos,
médicos del deporte, técnicos de fútbol en general,
estudiantes de los diversos niveles para entrenadores,
futbolistas y aquellos aficionados que sientan
la belleza de este deporte y que
quieran comprenderle mejor.
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Septiembre-2012 nº 199
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SU M A R I O
Editorial
Hablamos de fútbol con…
Juan Manuel Lillo.
Juego, táctica, entrenamiento…
Ejercicios específicos de
preparación.
Jorge Castelo.
Revisión bibliográfica:
muerte súbita cardíaca y
deporte.
Jaime Morente Sánchez,
Juan C. Requena Molina,
Antonio Raya Pugnaire.
Contraataque tras acción
de juego cerrada del rival.
Santiago Kenet Sánchez Custodio.
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Firma invitada.
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Tarea de entrenamiento:
“Subida de laterales”
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Contenido de nuestro
próximo número.
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Número 199
Septiembre 2012
Septiembre-2012 nº 199
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Entrenador Nacional de Fútbol (Nivel III).
Máster Profesional en Fútbol.
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL).
Especialista en Alto Rendimiento Deportivo por la Universidad Autónoma de Madrid.
Máster en A. R. D. por el C. O. E.
Técnico Deportivo Superior.
Director y Profesor del Máster Profesional en Fútbol para Entrenadores Nacionales (CESFÚTBOL).
Mercado de verano
En el ámbito del fútbol profesional está justificado el componente de negocio. Se realizan actividades
comerciales, se prestan servicios, se firman contratos, se intercambian gestiones empresariales. Lógico,
es un mundo profesional que requiere de ello. Lo malo es que, como llevo denunciando muchos años, el
componente de negocio está creciendo desmesuradamente y en muchos casos de forma injustificada. Se
producen actuaciones que están en los límites de legalidad y la ética. En muchos casos se superan esos límites.
El resultado es que este negocio tan desmesurado está devorando cada vez con más fuerza a los componentes de
juego, deporte y espectáculo, que son los tres pilares sobre lo que se asienta todo lo demás. Si acabamos con
ellos podemos acabar con todo el desarrollo del fútbol profesional y con su seguimiento por parte de los, hasta
ahora, aficionados. Muchas son las prácticas fuera del terreno de juego que atentan contra el fútbol, dentro de
ellas están los llamados mercados de verano y de invierno, basados en un trasiego de futbolistas entre los clubes
al tiempo que se están desarrollando cada una de las competiciones.
En los últimos días del pasado mes de agosto y los primeros de este mes de septiembre hemos asistido
al “mercado de verano” de esta temporada. Como siempre, se ha producido un gran cambio de cromos
que implica grandes daños colaterales. Una de sus consecuencias negativas es que en cada pretemporada los
entrenadores desarrollan el entrenamiento con un grupo de jugadores distinto al que luego tendrán en la
competición. Cada entrenador entrena durante al pretemporada a futbolistas que luego serán alineados en
equipos rivales. Además se produce la irracionalidad de que algunos futbolistas juegan en las dos primeras
jornadas con un equipo y después juegan contra ese equipo en el que comenzaron (cuestión que se agrava mucho
más con la llegada del “mercado de invierno” tras el término de la primera vuelta de la competición liguera). Lo
lógico y ajustado a la claridad de la competición es que las plantillas se cerrasen antes del comienzo de cada
pretemporada y ya no se produjesen cambios de jugadores en cada competición anual.
En el inicio de cada temporada hay muchos equipos de la Liga de Fútbol Profesional con graves
problemas en sus plantillas porque tienen futbolistas fichados “a bombo y platillo” la temporada anterior,
con contratos de altísimas remuneraciones y bastantes años de vigencia, y se estima que ya no interesan. Muchos
futbolistas también se encuentran con problemas ante esto porque se le quiere echar del equipo. En muchos casos
les apartan de los entrenamientos y les aplican ciertas medidas dictatoriales, ilegales e inmorales, para forzarles
a que se vayan casi sin cobrar lo que en su día se firmó. Cada año todos hablan de proyectos a largo plazo y cada
año esos proyectos se tiran a la basura. Todo esto se produce porque la mayoría de los clubes (prácticamente
todos) carecen de una estructura eficaz y estable en el tiempo que implante unos criterios futbolísticos en el
equipo. Tarea que debería ser responsabilidad de un director deportivo con altos conocimientos del juego, del
análisis de futbolistas, del mercado y de la metodología de entrenamiento.
e d i t o r i a l
Jesús Cuadrado Pino
DIRECTOR
El verdadero director deportivo tiene que ser capaz de desarrollar con eficacia las siguientes cinco tareas:
formar una plantilla competitiva en el campo y rentable en el mercado, crear un modelo de juego
consistente y estable como sello futbolístico del club, implantar las directrices de plantilla y metodológicas para
que el equipo juegue bien y compita mejor, establecer un rendimiento eficaz y, por último, instaurar una
metodología adecuada para la formación de los futbolistas de los equipos de la base. No se trata de inmiscuirse
en la labor específica del entrenador pero, en estrecha relación con éste, ha de implantarse en el club una identidad
futbolística propia y un modelo de juego que se afiance en el tiempo. El entrenador tendrá plena autoridad para el
desarrollo de los entrenamientos y para la planificación táctica de cada partido, pero debe aceptar los criterios
técnicos fijados por la dirección deportiva. Si no se hace esto, cada temporada significará un cambio de cromos
en forma de futbolistas, un incesante trasiego en manos de los representantes y bajo los subjetivos criterios del
director deportivo de turno y del entrenador de turno. Casi siempre bajo los mandatos del presidente que se mete
a técnico para realizar acuerdos de conveniencia particular con los agentes de los jugadores.
[email protected]
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Conversaciones sobre fútbol
“
Lillo: Los centrocampistas
adquieren sentido cuando los de
delante pueden jugar para atrás y los
de atrás pueden salir jugando para
que los centrocampistas reciban en
las mejores condiciones
Hablamos de
fútbol con…
Juan Manuel Lillo
Juego, táctica, entrenamiento…
”
Juan Manuel Lillo
Entrenador Nacional de Fútbol.
Ex-Entrenador de Salamanca, Oviedo, Tenerife, Zaragoza,
Ciudad de Murcia, Terrassa,
Dorados de México, Real Sociedad y Almería.
Profesor del Máster Profesional en Fútbol (CESFÚTBOL).
Miembro del Comité Técnico de TRAINING FÚTBOL.
“
Cuadrado: Hay que entrenar todos
los tipos de ataque para que durante
el partido se aplique el que más
convenga a la situación
”
Jesús Cuadrado Pino
Entrenador Nacional de Fútbol.
Máster Profesional en Fútbol y Máster en Alto Rendimiento Deportivo.
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol.
Director de TRAINING FÚTBOL y de CESFÚTBOL.
Director y Profesor del Máster Profesional en Fútbol.
Juego, táctica y entrenamiento; tres conceptos que suponen los pilares básicos del trabajo del entrenador
profesional de fútbol. Antes de aplicar las variantes tácticas hemos de plasmar bien los principios fundamentales
del juego y todo ello a través de un eficaz proceso de entrenamiento. Sobre estos tres conceptos hablamos con
Juan Manuel Lillo, un entrenador que, además de poseer un altísimo valor en cuanto a conocimientos, es pionero
en muchos argumentos de mejora y avance dentro nuestra compleja labor como entrenadores. Lillo siempre
aporta cosas, siempre deja sustancia para la reflexión. En esta trascripción a texto de la conversación
que mantuvimos con él también podemos encontrar útiles enseñanzas y aplicaciones. (Jesús Cuadrado Pino,
director de TRAINING FÚTBOL)
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Juego
Cuadrado.- Se produce una confusión de terminología entre los técnicos de fútbol. No solo en los
términos de análisis del juego, también en las variantes tácticas y en la metodología de
entrenamiento hay grandes errores en el manejo de la nomenclatura. No se aplican los nombres
adecuados a cada cosa y, lo que es peor, se desvirtúa el significado de bastantes conceptos. Muchos
no dan importancia a esta cuestión, sin embargo, yo considero que es de vital importancia para que
exista un entendimiento correcto común y, principalmente, para que se apliquen bien las prácticas
relativas a la metodología de entrenamiento y a las aplicaciones tácticas.
Lillo.- Se necesita una correcta y común terminológica para que podamos entendernos bien. Por eso los
buenos libros hacen inicialmente una aproximación terminológica. Sin embargo, nosotros no hacemos
esto. Carecemos de una aproximación terminológica. No estoy de acuerdo con muchos de los matices que
se están manejando. Además, existe una semántica que lleva a una simplificación del juego para tratar de
comprenderle, pero esto produce lo contrario, o sea, mala compresión del juego. La comprensión del juego
debe ser global, contextualizada, pero nunca sectorizada.
C.- En el desarrollo del juego todo está unido, cada acción depende de la anterior e incide
directamente en la siguiente. Como he dicho algunas veces, “la jugada más importante es la jugada
siguiente”. Todo es global y nada está aislado e independiente de lo demás. De la misma forma que
las capacidades se presentan juntas en cada acción de cada jugador: un jugador no es ahora técnico,
después táctico, a continuación físico y tras ello es de capacidad mental. Cada jugador es todo ello
en cada acción de juego que ejecuta. No obstante, considero que para el estudio, análisis y la
organización del juego debemos tener presentes cada una de las situaciones, parámetros y
capacidades que inciden en su aplicación.
L.- En desarrollo del juego, no existen por separado el ataque, la defensa y las transiciones. Tenemos
que buscar un camino para confirmar una estructura mental sistémica. Hemos de partir de un cambio de
percepción y su redefinición. Hay que desaprender para poder aprender, es lo que se conceptúa como
desaprendizaje. Hemos de saber cómo está construido nuestro conocimiento, de donde vienen nuestros
modelos de aprendizaje. A partir de ahí debemos encontrar otros caminos partiendo de cómo están
organizados los seres vivos. Ver cómo somos realmente por dentro y sacar conclusiones de ello para
relacionarlo con el juego. Los entrenadores tenemos mucha culpa de que muchos jugadores no
interpreten bien el juego, precisamente por esa separación que hacemos entre defensa, ataque y
transiciones. Esta separación ha impedido que el futbolista tenga una concepción global del juego.
C.- Es que en el entrenamiento aplicamos mucho esas separaciones y, además, el concepto del
grupo de trabajo está demasiado separado en parcelas que, en realidad, no son independientes unas
de otras. Por ejemplo, se trabaja mucho por líneas de forma aislada. Se crea en los jugadores un
concepto de esfuerzo individual, por jugadores, por líneas o por grupos de jugadores. Ello lleva,
muchas veces de forma inconsciente, a buscar objetivos parciales y darse por satisfechos con ello,
en lugar de buscar objetivos comunes a todo el equipo. Se necesitan los entrenamientos
individualizados o por líneas o por grupos de jugadores pero siempre en busca de la transferencia a
todo el equipo y sin abusar indiscriminadamente de ello.
L.- Resulta graciosa la frase, muy repetida por cierto, de que “yo no me complico la vida”. Cuando un
jugador dice que no se complica la vida, no está hablando de jugar. Está manifestando que siempre toma
las mismas decisiones independientemente de lo que pase cada vez. Con esa idea equivocada ocurre que
los de atrás se limitan a muy poco porque consideran que lo que tienen que hacer es defender, mientras
que los de arriba consideran que sólo se les evalúa por los goles (por eso ahora resulta que casi todos los
delanteros hacen todo hacia delante, para bien o para mal, pero adelante). Si los de atrás no quieren jugar
para no complicarse la vida y los de arriba tampoco quieren jugar porque sólo buscan acabar, ¿qué hacen
los del medio cuando los de atrás no se la dan y los de arriba piensan que están ahí únicamente para
meterla? Nosotros hemos colaborado a esto con muchas acciones y con declaraciones del siguiente tipo:
“un equipo son dos equipos, uno cuando defiende y otro cuando ataca”. Lo que debemos tener muy claro
es que se juega o no se juega. No puede hablarse de un jugador de fútbol manifestando que defiende bien
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“
Lillo: Los buenos jugadores son los que amplían las posibilidades de sus
”
compañeros de equipo
pero ataca mal porque, entonces, no es jugador de fútbol. Muchos jugadores han encontrado reposo en
los propios entrenadores para olvidarse de las funciones globales del juego. Hemos convertido a los
jugadores en especialistas de especialistas en función de su tarea, y luego pretendemos que interpreten
bien el juego. Pero sólo se puede interpretar bien el juego si hay una conceptuación global del mismo.
C.- En el análisis del juego del fútbol debemos partir de enfoques concretos como: deporte colectivo
o de equipo, deporte de colaboración-oposición, de situaciones abiertas y considero personalmente
que algunas situaciones cerradas, deporte acíclico, de velocidad-fuerza-resistencia, desarrollado bajo
unas Reglas de Juego concretas que lo enmarcan entre las que destaca la Regla del Fuera de Juego
porque resulta básica para la utilización adecuada del espacio y del tiempo. Partiendo de todo esto,
deben tenerse en cuenta las zonas estáticas, las zonas dinámicas, las líneas, las situaciones, las
funciones de los jugadores, los principios fundamentales, la colaboración directa de los compañeros
y la oposición directa del equipo rival. Todo esto para ejercer con eficacia la esencia del juego que es
la lucha por la posesión del balón para atacar la portería rival y proteger la portería propia.
L.- Por encima de todo esto, considero que el único parámetro es el jugador. No hay otros parámetros.
Con estas divisiones lo que se pretende es llegar a una pureza semántica. Entiendo lo que se quiere
decir, entiendo lo que tú indicas, pero debo señalar que en este afán por reducir todo hemos de tener
presente que hay unos costes. Los niños realizan su aprendizaje desde el todo hasta la parte, pero
nosotros ahora pretendemos hacerlo de la parte al todo, y de la parte al todo no se puede ir. Lo que sí se
puede ir es del todo a la parte, y con más motivo en una actividad como el fútbol. No se puede decir que
nada es más importante que nada para establecer partes, fases y sectores. Nuestra construcción del
conocimiento no es piramidal porque no nos construimos como un edificio, sino que nos construimos
como una red. Cada jugador es un mundo que se auto-organiza de una forma distinta. Debemos
contemplar las partes desde la prioridad pero no desde la jerarquización. Aquello que resulta
importantísimo para uno, puede ser poco importante para otro. El fundamento del juego es el jugador y
su capacidad para organizarse él mismo y para ser organizador con el resto. Los buenos jugadores son
los que amplían las posibilidades de sus compañeros de equipo.
C.- Es esencial la posesión del balón, es la verdadera esencia del juego, aunque el objetivo final
sea el gol. También debe contarse con otras referencias y situaciones, pero lo cierto es que partiendo
de lo que puede hacerse para mantener el balón y lo que puede hacerse para quitársele al rival se
empieza a conocer el juego.
L.- Sabemos que la posesión del balón no es un fin en sí
misma, pero resulta indispensable en el proceso ofensivo.
Tenemos el balón para progresar e intentar hacer gol, si bien es
cierto que antes que rifarle con el rival es preferible conservarle
nosotros porque así es más difícil que nos hagan gol. Es
preferible una acción de más que entregar el balón al contrario.
También puede tenerse el balón y jugarlo con intención
defensiva, como cuando se quiere perder tiempo para
conservar una ventaja sin arriesgar el balón. Es evidente que la
conservación del balón es colectiva y depende de la
colaboración de todos los componentes del equipo.
C.- Son diferentes los conceptos para defender la posesión del balón, se depende la situación y
de la zona del campo en que se desarrolle la acción.
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“
Cuadrado: Está bien la superioridad cuantitativa, que es la numérica; pero la
”
que resulta verdaderamente eficaz es la cualitativa, que es la posicional
L.- No obstante, hay unos conceptos básicos relacionados con la conservación del balón, como son,
la amplitud (“hacer grande el campo”), los apoyos o salidas al poseedor (rodearle de soluciones
coherentes), tener siempre presente que es mejor un pase seguro atrás que un pase confuso hacia
delante, jugar de acuerdo a las posibilidades técnicas utilizando pocos contactos y evitando en la medida
de lo posible la conducción y el regate.
C.- Dentro de las clasificaciones de los deportes hay una que se establece según sean de
habilidades abiertas o habilidades cerradas. En su aplicación al fútbol yo hablaría de habilidades para
referirme a las acciones de cada jugador en particular y, sin embargo, hablaría de situaciones para
referirme a movimientos de todo el equipo, de una línea o de un grupo de jugadores. En relación a
esto, considero que el fútbol es un deporte de situaciones abiertas pero que también tiene algunas
situaciones cerradas (entre otras, los movimientos grupales realizados lejos de la zona activa de
juego). Mi criterio es que el fútbol es imprevisto en muchas facetas pero previsto en varias facetas.
L.- En el desarrollo del juego existen partes previsibles y partes imprevisibles, partes lógicas y partes
ilógicas, partes equilibradas y partes desequilibradas. De todas formas no debemos olvidar nunca que el
ser humano tiende al desequilibrio. Hay unas partes, pero es necesario tener en cuenta que en cada parte
está el todo. Evidentemente, hay cosas que se repiten, cosas que se parecen más entre ellas, sin ser
iguales. Los portugueses hablan de táctica consciente y de táctica subconsciente, de llevar al plano
subconsciente situaciones conscientes. Desde el subconsciente es menor el esfuerzo a realizar, auque no
debe llegarse al automatismo. Hay una configuración táctica, pero sin cerrarse a una sola situación. Al final
todo es impensado, es pensadamente impensado. La situación que va a ocurrir es impensada, esa no la
sabe nadie, pero existen unas referencias o pautas por las que las situaciones se van pareciendo y hacen
que esperemos de los demás una resolución parecida. Luego ya nos adaptaremos al hecho concreto que
ocurra, pero el equipo tiene que saber a que juega. Esto no se consigue reduciendo, sino ampliando.
C.- Uno de los aspectos colectivos para buscar ventajas en el juego es la superioridad numérica.
Eso es cierto. Pero a partir de ahí la verdadera ventaja es la superioridad posicional, de la que
muchas veces habla Mikel Etxarri. Está bien la superioridad cuantitativa, que es la numérica; pero la
que resulta verdaderamente eficaz es la cualitativa, que es la posicional.
L.- Los futbolistas que saben jugar interpretan bien si están en superioridad posicional a pesar de estar
en inferioridad numérica, o si están en inferioridad posicional a pesar de estar en superioridad numérica.
Esto ayuda a entender el juego globalmente. No es coherente encasillarse en el “uno contra uno”, en el
“dos contra uno”, en el “tres contra tres”, etc., ya que esto no existe en el juego, no pueden darse estas
situaciones, siempre son once contra once. Lo que sí puede hacerse es establecer espacios de
intervención, y en función de estos espacios se dan unas situaciones concretas, aunque estas situaciones
aparecen y desaparecen continuamente.
C.- Personalmente divido las funciones de los jugadores en tres apartados: puestos, misiones y
especialidades. Dentro de las misiones, como enfoque general inicial, considero dos: defensores
cuando el equipo rival tiene el balón y atacantes cuando tenemos nosotros el balón. Pero esto
necesita de muchos matices porque ¿realmente debe ser así o ciertos jugadores pueden quedar
excluidos de algunas acciones de marcaje y persecución debido a sus aptitudes particulares, al
puesto que ocupen y buscando que estén frescos en todos los ataques del equipo?
L.- Efectivamente, esto necesita muchos matices. Aquí hay muchísimo que considerar y matizar. Inicial
y mentalmente siempre he sostenido, y sostengo, que aquel equipo que es capaz de pasar de una
mentalidad defensiva a una ofensiva (y viceversa) lo más rápidamente posible, es un gran equipo. Esto es
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una máxima. Aceptamos que nuestra implicación mental debe llegar hasta ese punto, o sea, si el balón le
tiene el rival, todos tenemos que trabajar para recuperarle. Este planteamiento lo hacemos casi todos o,
por lo menos, lo exigimos. Sin embargo, lo que no exigimos tanto es que cuando robamos el balón hasta
nuestro portero tiene que ser atacante. Esto ya no, porque no vaya a ser que se le pasemos al de atrás o
hagamos un pase horizontal y le perdamos. Resulta que queremos que sean delanteros de la mitad del
campo para adelante, pero de la mitad del campo para atrás cuanto menos la toquemos mejor. Yo
considero que los jugadores más alejados de la situación que estén viviendo, tanto en defensa como en
ataque, no pueden intervenir directamente en ninguna de las dos funciones. Es decir, si a mí, como jugador,
me han superado mis líneas cuando ya he hecho lo que tenía que hacer y ya no estoy en disposición de
defender, tendré que prepararme para atacar. Estoy muy lejos como para defender con mis compañeros
así que, entonces, tengo que colocarme en un lugar donde pueda ofrecer una solución de salida.
Táctica
Cuadrado.- El rendimiento del equipo resulta de la coordinación de sus jugadores, no de la simple
suma. Estamos ante un deporte de equipo en el que la colaboración es colectiva y se ejerce ante
una oposición también colectiva. La suma de las acciones individuales que ejecuta cada jugador no
se traduce en rendimiento competitivo, este rendimiento se produce con la coordinación adecuada
de las acciones y movimientos de todo el equipo.
Lillo.- Todos hablan de sumar las capacidades de los jugadores, nadie habla de complementarlas. Esta equivocación se
produce porque el ser humano busca seguridad y previsión,
queremos saber lo que va a pasar y no invertimos tiempo en
saber lo que pasa, excepto desde el dato cuantificado, porque
todos hablan de control, de medición y de jerarquización. Por
mucho tiempo que te pases golpeando al balón con el pié contra
la pared, no vas a jugar mejor al fútbol. Se está empleando un
paradigma que para refrendar el conocimiento controla, hace
tests y gira alrededor de la ley de causa-efecto. Desde una
conceptuación lineal, entendemos que si hacemos determinada
cosa ocurre otra, sin embargo, olvidamos que los organismos
vivos no estamos organizados así.
C.- El jugador es el dueño de la táctica, esto lo considero una máxima que llevo indicando desde
hace mucho tiempo. Y es así porque considero que la verdadera táctica es la capacidad de los
jugadores para tomar decisiones durante el juego. Partiendo es esto debemos concluir que el
entrenador debe facilitar esa toma de decisiones de sus futbolistas con entrenamientos bien
desarrollados y con planteamientos tácticos acordes a las potencialidades de su equipo. El
entrenador entrena y plantea, el jugador toma decisiones y ejecuta.
L.- Entendiendo la táctica como esa concepción global, el entrenador no puede elegir nada. Lo que sí
puede hacer el entrenador es organizar las configuraciones adecuadas por las que plasmen una serie de
comportamientos más habituales. Se trata de una configuración táctica para que se produzca un lenguaje
común con el que todos nos entendamos, pero al final la última decisión de ese hecho es tanto del futbolista
que vuelve a convertir las situaciones en imprevisibles. Todo esto hay que reconfigurándolo continuamente.
C.- Cuando hablamos de variantes tácticas nos referimos a diversos posicionamientos defensivos
dentro de la situación de defensa y a diversos tipos de ataque dentro de la situación de ataque. Sin
embargo, pienso que deben saber desarrollarse todos los posicionamientos defensivos y todas las
formas de atacar.
L.- Todos los equipos tienen que manejar los repliegues y posicionamientos defensivos en cualquier
zona del campo. Asimismo, todos deben manejar todos los tipos y las formas de organizar el ataque para
poder utilizar el adecuado cuando la situación lo requiera.
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C.- Hay que entrenar todos los tipos de ataque para que durante el partido se aplique el que más
convenga a la situación que en cada momento se esté produciendo.
L.- El ataque representa uno de los momentos fundamentales del juego del fútbol. Teóricamente la
posesión de balón representa el punto de partida del ataque. Pero un ataque se prevé en la forma
defensiva adoptada y en las actitudes de los jugadores. El ataque se apoya en los siguientes principios:
conservación del balón cuando es recuperado, progresión hacia la portería contraria, consecución de un
gol o remate. En función de estos principios de articularán todas las acciones colectivas e individuales.
C.- Según la situación del juego, en función del lugar en que robemos el balón y teniendo en cuenta
la posición de los rivales, puede interesarnos temporizar con el balón para conservarse o progresar
hacia la portería rival o buscar una situación de remate a gol.
L.- Inmediatamente después de la recuperar el balón, el objetivo fundamental es progresar en dirección
a la portería contraria de forma rápida y eficaz, con el objetivo de hacer gol. Para ello se necesita el
desequilibrio de la organización defensiva del rival y la creación constante de condiciones favorables para
el remate. Siempre hemos de tener presentes tres conceptos esenciales relacionados con la progresión:
recuperamos el balón por un lado para salir jugando por el otro, es mejor un pase atrás claro que uno
inseguro hacia delante, para ser profundos antes hay que ser amplios.
C.- Al robar el balón ejecutamos las acciones y movimientos de ataque, pero antes de apoderarnos
del balón podemos preparar en cierta medida el ataque posterior con algunos jugadores que estén
lejos de la zona activa de juego y que no puedan intervenir directamente defendiendo en ese instante.
L.- Puede decirse que la situación de ataque comienza antes de la recuperación del balón. El equilibrio
ofensivo está basado en todos los movimientos que realizan los jugadores que no intervienen
directamente en el momento defensivo para preparar el momento ofensivo. Se trata de movimientos que,
pese a no estar en posesión del balón, tienen los objetivos de no perder la ocupación racional del campo,
estar en condiciones de realizar inmediatamente un ataque, preparar mentalmente el momento ofensivo
ocupando espacios vitales del juego que pueden utilizarse para iniciar el ataque y obligar a los rivales a
que estén más preocupados de defender que de atacar.
C.- Se valora mucho la rápida salida de la línea defensiva achicando desde atrás muy rápidamente
como algo fundamental ante cualquier situación. Pero resulta que si un compañero que está más
arriba con balón no tiene espacio por delante necesita espacio por detrás para jugar. El rival puede
mandar delante del balón debido a la Regla del Fuera de Juego, pero por detrás de la línea del balón
mandamos nosotros, y con movimientos de nuestra última línea podemos hacer más grande o más
pequeña la zona total de juego. Con la salida rápida y mal medida de la línea de fondo, muchas
veces se quita espacio por detrás a compañeros con balón que están situados un poco más arriba.
L.- Estoy de acuerdo totalmente. Lo que pasa es que a la gente le cuesta mucho sobrar por detrás. Esto
ya no se produce ni con los centrales porque cuando tiene el balón un lateral, los centrales ya están a su
altura y siempre están esperando que le juegue hacia
delante. Actualmente los de atrás no se la juegan y los de
arriba se las juegan todas. Y si los de atrás no juegan y los
de arriba se la juegan, ¿qué podemos hacer para jugar al
fútbol? Cuando un futbolista te dice que no se va a complicar
la vida, es que se la va a complicar a los demás. Una de las
maneras para que el equipo juegue es aprovechar el
espacio que hay detrás del balón porque esto es lo que da
sentido a los centrocampistas. Los centrocampistas
adquieren sentido cuando los de delante pueden jugar para
atrás y los de atrás pueden salir jugando para que los
centrocampistas reciban en las mejores condiciones y con
la menor cantidad de rivales a su alrededor.
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C.- Nos organizamos defensivamente para robar el balón al rival o evitar su progresión o defender
la portería propia, pero en cierta medida también podemos organizarnos para atacar posteriormente
con posicionamientos de algunos jugadores alejados de la zona activa y que en ese instante no
pueden defender directamente. Como un planteamiento genérico y global, ¿El posicionamiento
defensivo de nuestro equipo puede depender de nuestras características para atacar?
L.- Yo me planteo la pregunta de la siguiente forma
concreta: ¿puedo preparar mi organización defensiva pensando también en cómo voy a atacar? En los movimientos y
las acciones jugadas creo que no, pero espacialmente sí
puedo colocar a mi equipo en función de las características
de mis jugadores. Esto se ve muy claro con el contraataque
y el repliegue. Si cuento con delanteros rápidos, tengo
buenos lanzadores y juego frente a un equipo que se lanza
muy arriba cuando tiene el balón, me puede interesar obligar
al rival a cruzar la divisoria. O sea, que sí puedo organizarme
un poco defensivamente para luego atacar, pero en el
aspecto espacial, porque en la acción concreta me parece
una quimera. ¿El posicionamiento defensivo de nuestro
equipo puede depender de nuestras características para
atacar? La respuesta es sí, pero sólo desde la perspectiva
de la ocupación espacial.
Entrenamiento
Cuadrado.- Para la planificación de las sesiones y las tareas, además de los modelos de
entrenamiento, hemos de contar con los métodos de enseñanza. Dentro de ellos tenemos métodos
directivos y métodos activos. Al primer grupo corresponden el mando directo, la asignación de
tareas, la enseñanza recíproca y la enseñanza individualizada. Al segundo grupo corresponden el
descubrimiento guiado y la resolución de problemas. Creo que todos ellos, tanto los del grupo de
directivos como del grupo de activos, tienen su cabida en el entrenamiento del fútbol, aunque los
métodos activos son los más adecuados para el desarrollo táctico al tratarse, en definitiva, de la toma
de decisiones de los jugadores.
Lillo.- Ante todo hemos de partir de un hecho esencial, y es que cada futbolista se autoconfigura de
forma diferente. Para unos son mejores unas cosas y para otros son mejores otras cosas, además de
que para uno mismo pueden ser mejor unas cosas en un momento que en otro momento. Lo que tengo
muy claro es que en el fútbol no se puede trabajar nada individualmente, ni la técnica ni la táctica.
Considero que no existe la técnica individual ni la táctica individual, porque en el fútbol no hay nada
individual. La propia construcción del futbolista es una construcción colectiva, el futbolista se ha
construido jugando, ninguno se ha construido solo. A partir de que se han construido contextualmente,
ya no hay táctica individual. Cada acción que realiza un jugador es para una acción posterior. Y todo ello
se hace en función de aconteceres anteriores.
C.- Para toda la planificación de tu entrenamiento partes siempre de la persona, del jugador. En
esencia, partes de la estructura de la que estamos compuestos los seres humanos y en eso basas
tu metodología. Tu modelo es la adaptación y aceptación mental de las situaciones por parte de las
personas. Lógico y racional planteamiento, pero en realidad resulta enormemente compleja la
manera de proceder de cada uno. ¿Cómo se aplica esto en la práctica diaria de entrenamiento?
L.- Lo primero que debe hacerse es aceptar la complejidad. Esto significa, ni más ni menos, aceptar la
incertidumbre y convivir con ella, ser consciente de que no voy a tener una solución para las cosas. Hay
que convivir con la incertidumbre de la vida cotidiana y con la incertidumbre que el juego plantea. No se
trata de intentar descifrar todo y de poner nombre a todo. Partiendo de estas premisas, hay una función
metodológica detrás del modelo estructurado para optimizar la hipercomplejidad en la que estamos
sumidos, para que se optimice estructuralmente cada día mejor y para que se juegue mejor al fútbol. Para
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que los jugadores, a través de esto, mejoren su capacidad de juego. Por otra parte, es necesario analizar
el juego jugado por el jugador, no el juego que el entrenador tiene construido para él. La forma de
plasmarlo en el campo de entrenamiento es a través de muchas situaciones simuladoras preferenciales.
C.- En el entrenamiento buscamos el desarrollo de las capacidades condicionales (preparación
física), coordinativas (técnica), cognitivas (táctica) y mentales (preparación psicológica). Considero
que donde existe más vacío y queda más camino por recorrer es en el entrenamiento de la táctica.
Falta mucho fundamento teórico y mucha aplicación práctica para el diseño eficaz, en cada caso, de
los ejercicios y las tareas para desarrollar las capacidades cognitivas y la toma de decisiones de los
futbolistas ante cada una de las situaciones que el juego les va planteando.
L.- La táctica, para mí, es todo uno. Hay una sola laguna en la metodología de entrenamiento: no
entrenarlo como un todo. Esta es la auténtica laguna, el verdadero error. Está claro que la forma de hacer
las cosas es lo que da sentido a las estructuras condicionales y coordinativas, y la forma de hacer las
cosas es la táctica. Lo que da sentido en la ejecución de las cosas globalmente es la táctica. La carencia
en el análisis del juego y en su metodología de entrenamiento reside en no verlo todo desde un sentido
global, contextual; del todo, no de la parte.
C.- No sé como podrían ejecutarse métodos de trabajo distintos con relación a distintas actitudes
mentales de cada uno de los jugadores. No refiero a los cambios evolutivos en las etapas de edad
de cada futbolista ni a sus adaptaciones en las diferentes fases. Hablo de la distinta predisposición
de los jugadores ante las circunstancias que ocurran.
L.- En esto reside uno de los valores. Tienen una influencia fundamental la estructura socio-afectiva y
la estructura emotivo-volitiva. Resultan más visibles la estructura condicional y la estructura coordinativa,
por eso se han impuesto sobre las otras, pero únicamente porque las explicamos mejor y con ellas
podemos hacer dictadura de nuestros conocimientos. La adaptabilidad a la variabilidad es conjugar todas
esas estructuras que están ahí y no marcar modelos cerrados de entrenamiento y de conducta. Ni se
debe ni se puede imponer un entrenamiento premeditado de manera taxativa, siempre hay que observar
como está la gente. En algunos casos puede que haya que dar la vuelta a todo y no hacer nada de lo
que se tenía previsto. Cada entrenamiento tiene que ayudar a optimizar todas las estructuras.
C.- Para orientar el proceso de entrenamiento hemos de basarnos en los conceptos de la
metodología y del aprendizaje. Se trata de aplicar bien los modelos de entrenamiento y los métodos
de enseñanza. Considero que en el fútbol caben todos los modelos de entrenamiento y todos los
métodos de enseñanza, sin olvidar que los modelos globalizados y estructurados, así como los
métodos activos, son los que producen mejor transferencia a la competición futbolística.
L.- Sucede que el conductismo y el mecanicismo imponen
modelos y el hecho de imponer un modelo supone poner un
límite. El conductismo y el mecanicismo atentan contra el
principio de libertad del ser humano. Separar y trocean. Son
válidos para los deportes individuales, donde las condiciones
son estables y la interpretación es homogénea. Su paradigma
clásico es la reproducción de modelos por evolución contrastada. Tengo que decir que yo creo mucho en la ciencia, ya que
la ciencia y la filosofía han caminado de la mano porque, de no
ser así, no se hubiera producido la evolución humana. Pero no
soy adscrito a que las leyes de la ciencia sean las leyes que
rijan todo. Frente a todo esto tenemos un paradigma ecológico,
y las teorías ecologistas proceden de muchas ramas científicas
y de sus relaciones, no nacieron de la casualidad. El conductismo nos ha llevado a situaciones absurdas
por querer sesgar, dividir y fracturar para que cada uno encuentre su puesto de trabajo. Y como luego todo
el mundo quiere seguir manteniéndose, se desmarca del objetivo global diciendo que su objetivo particular
está cumplido. Cada uno busca su espacio para darse significado a sí mismo.
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M E T O D O L O G Í A
Ejercicios específicos
de preparación
Por
Jorge Castelo
Entrenador Nacional de Fútbol.
Doctor en Ciencias del Deporte.
Profesor de Metodología del Entrenamiento en la Universidad de Lisboa.
Segundo Entrenador del Sporting de Lisboa.
Profesor de CESFÚTBOL.
En el número 197 publicábamos un trabajo de este autor sobre “ejercicios específicos de
preparación general en fútbol”. Ahora volvemos con otro trabajo de este autor sobre “ejercicios
específicos de preparación en fútbol”. Él agrupa en el apartado de específicos a todos los ejercicios que
desarrollan acciones de juego del fútbol, pero distingue entre los específicos preparación general y los
específicos de preparación. Pone el “apellido” de general a los que se realizan en contextos situacionales
rudimentarios con respecto a las condiciones objetivas en las que se realiza la competición en fútbol.
No pone apellido, dejándoles como ejercicios específicos de preparación, a los que se realizan dentro del
campo de juego y con referencias competitivas de espacios y porterías. Otro trabajo muy interesante y
sumamente útil de Jorge Castelo, magnífico técnico con quien tenemos la suerte de contar como
habitual colaborador de nuestra publicación. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL)
a manifestación de un elevado nivel de rendimiento deportivo, tanto por parte de los jugadores
como del equipo, es sostenido por los efectos de la aplicación regular, racional y metódica de
ejercicios de entrenamiento, caracterizados por su especificidad, que posibilitan adaptaciones
funcionales constantes, permanentes y duraderas. La especificidad de los medios de entrenamiento
son la orientación y tendencia fundamental del entrenamiento. Este hecho de innegable impacto obliga
a la reorganización de las prioridades en la aplicación de los ejercicios de entrenamiento. En la
perspectiva de la Teoría y Metodología del Entrenamiento podemos definir la especificidad como una
cualidad compleja y constitutiva de una subdivisión pormenorizada a partir de la globalidad de los
ejercicios, que se distinguen unos de otros porque ejercen una determinada función específica y
objetiva, que sólo a éstos es común. La especialización comprende todas las adaptaciones estables,
adquiridas por el organismo, conseguidas a través de la especificidad de las condiciones y contextos
situacionales propios del juego futbolístico y, en consonancia, con la implantación y desarrollo del
modelo de juego adoptado. En otras palabras, el ejercicio específico de entrenamiento se enfoca
fundamentalmente a la potenciación de un mayor efecto de transferencia del proceso de entreno con
vistas a competir, teniendo como elemento central el modelo de juego adoptado por el entrenador.
Algunos autores confunden la especificidad con una manifestación reduccionista del juego y de falta de
interdisciplinaridad. Es al contrario, la especificidad es un fenómeno racional e inteligible que sitúa el
proceso de entrenamiento en interacción con las exigencias de la competición y del modelo de juego
adoptado. La especificidad tiene un amplio espectro en el sentido de la aplicación de los medios de
entrenamiento del juego, manteniendo los presupuestos a través de los cuales fue conceptualizado, y
en relación a aquello que objetivamente se pretende alcanzar.
L
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“Los ejercicios específicos se basan en un conjunto de ideas,
”
actitudes y comportamientos enfocados al modelo de juego adoptado
Los ejercicios específicos se basan en un conjunto de ideas, actitudes y comportamientos enfocados
al modelo de juego adoptado. Dirigen y regularizan el trabajo individual y colectivo del equipo. Se
establecen, de este modo, como medios de causa y visionamiento continuo del futuro siempre en
construcción, en busca del cual se pueden utilizar diferentes caminos, no reduciéndolos a una simple y
exclusiva forma de trabajar. En los distintos ámbitos de nuestra vida social y profesional se observa una
creciente tendencia hacia la especialización. Esta tendencia es, naturalmente, visible en la misma
proporcionalidad para las diversas didácticas y metodologías que basan los procesos de entrenamiento
de las diferentes modalidades deportivas en el máximo nivel de rendimiento. En concreto, un grupo de
practicantes de una determinada modalidad se distingue de otros practicantes de otras modalidades por
un carácter que les es específico, y que sólo a éstos es común y aplicable. Si admitimos que el único
medio para alcanzar un determinado estado de entreno es realizar cotidianamente ejercicios, se deduce
que las características que muestra el estado de forma del jugador serán el resultado de las
adaptaciones determinadas exclusivamente por las condiciones y contextos situacionales específicos
del entrenamiento que ha realizado. Por todo ello, podemos afirmar que la especificidad del
entrenamiento viene dada por la especificidad de los ejercicios que se hayan empleado.
Por tanto, una correcta selección y sistematización del enfoque del entrenamiento se traducirá,
obligadamente, en un aumento de las capacidades de respuesta a las situaciones que se darán en el
entrenamiento y en la competición. El rendimiento deportivo es función de la especificidad de los
ejercicios de entrenamiento utilizados. Es decir, un determinado ejercicio de entrenamiento será
soportado durante un tiempo más largo y con un mayor nivel de exigencia por un jugador mejor entrenado
que otro o que un individuo no entrenado. En este ámbito, también se tiene en consideración que, de
partida, existen diferencias biológicas, fisiológicas, motoras e intelectuales entre el estado de una misma
persona, si se encuentra o no entrenada, presuponiéndose consecuentemente que esta diferencia
explica la mayor parte de las causas que determinan un aumento de la capacidad de rendimiento. La
funcionalidad específica de los diferentes sistemas orgánicos del jugador, traducidas en sus prestaciones
deportivas, son condicionadas por “presiones adaptativas” específicas, determinadas por la realización
de ejercicios específicos, la cual significa, a su vez, la realización de sesiones de entrenamiento
específicas. En este campo, la creciente tendencia y orientación fundamental de la Teoría y Metodología
del Entrenamiento Deportivo para una elevada especialización se basa en el hecho de que ésta es
esencial para potenciar y maximizar los éxitos y los altos rendimientos, tanto a nivel individual como
colectivo. El organismo responde a los estímulos externos con transformaciones adaptativas solamente
cuando éstas son objetivamente necesarias. Un nivel más alto de rendimiento solamente se alcanzará
por medio de sistemas funcionales que tengan capacidad de satisfacer las exigencias que de ahí deriven.
Niveles de complejidad de la lógica del juego
Los ejercicios específicos deben ser el núcleo central de la preparación de los jugadores, teniendo
siempre en consideración las condiciones estructurales en las que se verifiquen las diferentes
situaciones del juego. “Aprender a jugar equivale a acumular experiencias en las situaciones
fundamentales del juego” (Dietrich, 1978). Sólo los ejercicios que derivan de la contextualidad
situacional del juego son los que posibilitan mantener la “tensión dramática” del propio juego. Los
ejercicios específicos han de ser construidos de forma que los jugadores sientan que derivan realmente
de la lógica estructural del fútbol y del modelo de juego adoptado. Para que los ejercicios específicos se
ajusten convenientemente al nivel de formación deportiva del jugador es básico que establezcan
diferentes niveles que coincidan con la realidad competitiva o con el modelo de juego, teniendo siempre
presente su objetivo final, esto es, el gol, al cual se llega ineludiblemente a través de remates. En función
de los diferentes presupuestos estructurales, podemos establecer tres niveles de complejidad del juego:
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Primer nivel: los ejercicios específicos se caracterizan por la acción ofensiva de uno o más atacantes,
que desarrollan las acciones, incluida la finalización sin oposición defensiva. Los ejercicios de este nivel
de complejidad del juego se construyen con uno o más atacantes y sobre una portería.
Segundo nivel: los ejercicios específicos de entrenamiento se caracterizan por la acción ofensiva
de uno o más atacantes que desarrollan sus acciones y finalizan sobre una portería, ahora con la
oposición de defensas, que pueden estar en inferioridad, igualdad o superioridad numérica.
Tercer nivel: los ejercicios específicos se caracterizan por el hecho de que utilizamos dos
porterías, lo cual implica que los circunstancialmente atacantes, al perder el balón, habrán de pasar a
actuar defensivamente. Los ejercicios de este nivel implican comportamientos táctico-técnicos
defensivos y ofensivos, simultánea y alternativamente.
Ejemplos de ejercicios específicos de preparación
En función de los diferentes niveles de complejidad de los juegos establecidos podemos referenciar
en una misma medida tres tipos de ejercicios específicos de entrenamiento para cada uno de esos
niveles: ejercicios específicos de juego sin oposición sobre una portería, ejercicios específicos de juego
con oposición sobre una portería y ejercicios específicos de juego con oposición sobre dos porterías.
Ejercicios específicos de juego sin oposición sobre una portería:
Estos ejercicios se construyen a partir de que uno o más atacantes conduzcan el balón o lo circulen
entre sí, y rematen a puerta cuando llegan a zonas favorables a la consecución del gol, en función de
los ángulos y distancias propuestas. Una vez realizado el remate y que la acción finalice (con éxito o
no), el ejercicio se reinicia con los mismos u otros atacantes.
Ejercicios específicos de juego con oposición sobre una portería:
Estos ejercicios se construyen con uno o más atacantes que conducen o se intercambian pases,
superando continuamente las dificultades que planteen los defensores, y cuando llegan a situación
propicia rematan con vistas a concretar el objetivo del juego. Tras marcarse gol, o bien tras robo de balón
por parte de los defensores, se interrumpe el ejercicio para recomenzar con los mismos o con otros
atacantes. No existe la posibilidad de que los defensores, si roban balón, puedan a su vez hacer gol.
Ejercicios específicos de juego con oposición sobre dos porterías:
Estos ejercicios son, en realidad, un traslado del juego real. Se construyen con uno o más atacantes
que desenvuelven un conjunto de acciones ofensivas para atacar la portería contraria. Si pierden la
pelota, los hasta ese momento defensores pasarán a atacar la puerta rival. El ejercicio se practica en
función de tiempo o de llegar a determinado número de goles.
Fórmulas de base de los ejercicios específicos de preparación
De acuerdo con el establecimiento de los niveles de complejidad del juego podemos aplicar
diferentes fórmulas básicas para cada uno de los niveles descritos: ejercicios específicos de juego sin
oposición sobre una puerta, ejercicios específicos de juego con oposición y sobre una puerta y
ejercicios específicos de juego con oposición y sobre dos porterías.
Ejercicios específicos de juego sin oposición sobre una portería
La fórmula básica de este tipo de ejercicio es el 1x0, 2x0, 3x0, etc. La amplitud de esta fórmula puede
alcanzar hasta el máximo estipulado por el reglamento (10x0+Portero). Entre los límites mínimo y máximo
se pueden crear un número ilimitado de ejercicios con diferentes situaciones contextuales, de manera
que se adapte el ejercicio a las capacidades de los jugadores y a los objetivos que la sesión pretende
conseguir. Por tanto, en función del número de atacantes debe establecerse el espacio de juego en el
que se prevé que esas situaciones se den en la competición, incluso haciendo similares los factores
condicionales (resistencia, velocidad, etc.) y los de orden táctico-técnico, de manera que se potencien
comportamientos motores específicos del juego a través de situaciones específicas. Para ello se pueden
crear una serie de condicionantes para la ejecución de este tipo de ejercicios, como pueden ser:
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Factor tiempo: informar que el ejercicio está limitado en el tiempo y si en ése no se consigue
finalizar, ya no habrá opción.
Factor espacio: demarcar objetivamente los espacios de acción, lo que determina una mayor
capacidad técnica de los jugadores, individualmente considerados. También se pueden disponer
espacios más amplios. Esto va en función de las capacidades del equipo-jugadores.
Factor técnico: fomentar situaciones con la ayuda de ejercicios que incluyan obstáculos inmóviles
que es obligatorio sortear antes de poder finalizar. O finalizar inmediatamente a que suceda “algo”,
como por ejemplo un golpe de silbato (factor sorpresa). Esta condición obliga a los jugadores a que
estén preparados en cualquier momento en términos de equilibrio, coordinación y relación con el balón
para que cuando esa situación ocurra puedan responder con exactitud.
Factor comunicación: potenciar la necesidad de que se den un número determinado de pases antes
de que se pueda finalizar.
Factor estratégico-táctico: crear condiciones de “presión”, colocando un defensa que se mueve
constantemente como “sombra” del atacante, interponiéndose entre éste y el objetivo a alcanzar (la
portería).
Mediante esta fórmula básica es factible establecer
un repertorio de situaciones contextualmente correcto,
ya que se recrean ambientes cuya estructura deriva del
cuadro competitivo específico. Incluso las fórmulas
máximas (10 contra 0+Portero), por extraño que
parezcan, son fundamentales para el afinamiento de
las diferentes circulaciones tácticas ofensivas, de
manera que ajusten convenientemente el comportamiento motor de cada jugador en cada momento de
la situación, lo cual tendrá una función fundamental en
el engarce, sincronización, ritmo y eficacia que el
proceso ofensivo busca concretar.
Ejercicios específicos de juego con oposición sobre una portería
La fórmula base de este tipo de ejercicio es el 1x1, 2x1, 3x1, 3x2, etc. La franja de variación de esta
fórmula básica potencia la construcción de un número ilimitado de ejercicios que se construyen teniendo
presente la posibilidad de que se juegue en igualdad, superioridad o inferioridad numérica con vistas a
valorizar una determinada capacidad. Transcurren en un espacio en el que, en función del número de
jugadores, se prevé que puedan darse en torno a una portería. Este tipo de ejercicios específicos
determina un dualismo muy claro entre jugadores en actitud ofensiva (los poseedores del balón) y
jugadores en defensa. Así, tras concretarse el objetivo del ejercicio (conseguir gol) o bien tras surgir
pérdida de balón por parte del grupo atacante, no se permite que los defensas pasen a atacar y el
ejercicio recomienza con los mismos o diferentes atacantes. Estos ejercicios son fundamentales para:
1.- Aumentar la capacidad de duelo: estas situaciones de 1x1 entre los jugadores son consideradas
por muchos autores como la célula base de los juegos deportivos colectivos. Es a través de estas
situaciones como los jugadores desarrollan los procedimientos técnicos individuales básicos para jugar
al fútbol.
2.- Posibilitar jugar en superioridad numérica: los ejercicios en superioridad numérica posibilitan y
facilitan las conexiones ofensivas y la creación de espacios en situaciones propicias para la finalización.
3.- Mejorar la ejecución de combinaciones tácticas: de carácter simple, directas (“paredes”) e
indirectas entre dos o tres jugadores, de forma que se resuelvan situaciones momentáneas de juego y
se creen ventajas en términos espaciales y temporales para la consecución de los objetivos del juego.
4.- Seleccionar misiones tácticas específicas dentro del sistema de juego: estas situaciones de
entrenamiento tienen como finalidad elevar la prestación deportiva de un jugador o de un grupo de ellos
(sector de juego) en contextualidades próximas a la realidad del juego. Implican la reproducción de
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acciones táctico-técnicas similares en lo que se refiere al espacio y a las condiciones de ejecución
(velocidad y presión defensiva ejercida por los rivales).
5.- Potenciar diferentes sectores del sistema táctico (defensa, ataque, etc.): estos ejercicios crean
condiciones favorables para la comprensión de las situaciones de juego (establecimiento de un lenguaje
común) y la sincronización y coordinación de las acciones motoras de los jugadores, así como para el
ritmo y la cadencia de estos comportamientos.
6.- Fomentar dirección y sentido en los comportamientos motores de los jugadores: La ejecución de
estos ejercicios debe correlacionar constantemente todas las acciones individuales y colectivas de los
jugadores para que éstos tengan siempre un sentido práctico en relación al objetivo del ejercicio (la
finalización). Es básico que los jugadores tengan el “sentido de la portería rival”.
7.- Proporcionar situaciones de finalización: estos ejercicios deben situar a los jugadores ante
situaciones continuas de evaluación en las que se propicien finalizaciones con elevadas probabilidades
de éxito a través de condiciones favorables o de sorpresa, las cuales se pueden crear con su ejecución.
8.- Condicionar actitudes de carácter ofensivo y defensivo por parte de los jugadores: precisamente
por el hecho de que el ejercicio finalizará en el momento en que haya pérdida de balón, se manifiesta
muy importante para los jugadores en posesión que respeten los mecanismos conducentes a
mantenerle, y para que los que están en defensa se concentren intensamente en los mecanismos que
permiten hacerse con el balón.
Ejercicios específicos de juego con oposición sobre dos porterías
La fórmula base de este tipo de ejercicio es de Port.+1 vs. 1+Port; Port.+2 vs. 2+Port.; Port.+3 vs.
3+Port., etc. La amplitud de esta fórmula alcanza su máximo en el modo Port.+10 vs. 10+Port. De esta
fórmula básica se establece la posibilidad de construir un número ilimitado de ejercicios específicos a través
de los que los jugadores desarrollan, además de los comportamientos fundamentales del fútbol, la
potenciación de actitudes de ataque y defensa de forma continua en función de la recuperación y la pérdida
de la posesión del balón. Con estos ejercicios aumentamos su grado de identidad, aproximándonos así a
la lógica interna del juego de fútbol o del modelo de juego adoptado a través de la materialización de dos
grandes grupos de ejercicios: juegos con un número reducido de jugadores y juegos de entrenamiento.
Juegos con un número reducido de jugadores
Estos ejercicios específicos de preparación son construidos de manera que se adecue un número
reducido de jugadores en función de un espacio y de un tiempo dados con la intención de potenciar un
mayor número de contactos con el balón, de finalizar más veces y de alternar constantemente las
actitudes de ataque y defensa.
Juegos de entrenamiento
Estos ejercicios específicos de preparación son especialmente elaborados para reproducir lo más
simplemente posible las condiciones de competición, en términos de número (Port.+10 contra 10 + Port.),
de espacio (todo el campo) y de tiempo (45-90’). Podemos distinguir cuatro tipos de ejercicios de
entrenamiento del juego: práctica del juego con ejercicios conceptualizados y desarrollados en condiciones
próximas a las situaciones reales de competición durante los cuales el entrenador da un mayor énfasis
sobre determinados aspectos específicos de la organización del equipo, juegos de entrenamiento
propiamente dichos que tienen como principal objetivo que la cantidad de recorridos y su intensidad sean
lo más parecidos posible a los de competición y entrenamiento para practicar el plan táctico (estos ejercicios
tienen como objetivo fundamental verificar el comportamiento del equipo bajo la necesidad del cumplimiento
de un plan táctico-estratégico específico) y juegos preparatorios que son ejercicios de entreno cuya
estructura de base es concordante con la competición coincidiendo en el contenido de las acciones.
Desarrollo de los ejercicios específicos
Agrupamos los ejercicios específicos de preparación con relación a seis temas fundamentales: 1.ejercicios de entrenamiento para concreción del objetivo del juego, 2.- ejercicios denominados “metaespecializados”, 3.- ejercicios dirigidos, 4.- ejercicios de entrenamiento por sectores, 5.- ejercicios para
entrenamiento de las situaciones fijas del juego y 6.- ejercicios denominados competitivos.
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1.- Ejercicios de entrenamiento para la concreción del objetivo del juego
También denominados de finalización, buscan potenciar la creación de contextualidades
situacionales propicias a la finalización con elevadas probabilidades de éxito y perfeccionar el
comportamiento táctico-técnico de remate en momentos sucesivos con vistas a desenvolver
simultáneamente aspectos como la iniciativa, la espontaneidad, la improvisación y la destreza en la
ejecución de esta acción. Dentro de esta clase de ejercicios establecemos tres subtemas fundamentales:
situaciones de finalización caracterizadas por su reducida complejidad, juegos de finalización con un
número reducido de jugadores en espacio reducido, y juegos de finalización con un número de jugadores
y un espacio de juego próximos al partido real.
2.- Ejercicios de entrenamiento denominados meta-especializados
Son medios construidos con base a los diferentes contextos situacionales del juego futbolístico,
especificando y potenciando las misiones tácticas de ciertos jugadores, las cuales derivan de su
emplazamiento dentro de la organización del equipo. Los ejercicios para el desarrollo táctico-técnico de
los jugadores, que se construyen a partir de sus funciones específicas dentro de la organización del
equipo y realizados en espacios reducidos, establecen cuatro sub temas fundamentales: ejercicios
realizados sobre dos sectores y con una portería, ejercicios sobre dos sectores y dos porterías,
ejercicios sobre tres sectores y una portería, y ejercicios realizados sobre tres sectores y dos porterías.
3.- Ejercicios de entrenamiento dirigidos
Son medios construidos con base en dos vertientes
fundamentales: el modelo de juego establecido, así
como las condiciones y circunstancias en las que ciertas
situaciones se desenvuelven habitualmente durante la
competición. Los ejercicios dirigidos se enfocan al
establecimiento de formas superiores de coordinación
de las acciones individuales y colectivas de varios
jugadores, para asegurar la creación de contextualidades propicias a la concreción del objetivo del juego (el
gol), pueden ser organizados bajo cuatro sub temas
fundamentales: circulaciones tácticas a partir de una
organización ofensiva de tres medios y una o dos puntas de lanza, circulaciones tácticas a partir de una
organización ofensiva de cuatro medios y una o dos puntas de lanza, circulaciones tácticas construidas a
partir de una organización con defensas, medios y delanteros, y, circulaciones tácticas realizadas en
régimen de resistencia específica.
4.- Ejercicios de entrenamiento por sectores
Son medios para promover condiciones contextuales de juego a través de los que se perfecciona el
trabajo del equipo, esencialmente en lo que se refiere a la sincronización de las acciones del portero con
los jugadores del sector defensivo, o de éstos con los jugadores del sector de mediocampo, o de éstos
con los jugadores del sector más adelantado. Los ejercicios potenciadores de la articulación de los
sectores de juego del equipo pueden ser reunidos bajo cuatro sub temas fundamentales: ejercicios
organizados sobre dos sectores de juego, ejercicios organizados sobre tres sectores de juego, ejercicios
organizados en espacios reglamentarios con un número reducido de jugadores en cada sector de juego
del equipo, y ejercicios de sectores organizados por “oleadas”.
5.- Ejercicios de entrenamiento para las situaciones fijas del juego
Son medios construidos sobre la base de las situaciones de “balón parado” a través de las que se
estudian y entrenan soluciones estereotipadas, especialmente aquellas que debido a la proximidad a
la puerta rival potencian situaciones de finalización con elevadas posibilidades de éxito. En este campo
vamos a establecer diferentes soluciones para esas situaciones, atendiendo a libres directos o
indirectos cerca del área grande (en diferentes angulaciones y también lejos del área), saques de
esquina, saques de banda cercanos al área rival, saques de centro y penaltis.
6.- Ejercicios de entrenamiento denominados competitivos
Son medios semejantes, en todo, a la esencia y naturaleza de la competición futbolística, y, por
tanto, son los que más se aproximan a las condiciones reales. Del análisis de los ejercicios competitivos,
se pueden establecer cuatro tipos básicos: práctica del juego, juegos de entrenamiento, entrenamiento
para la experimentación del plano táctico-estratégico y juegos de preparación.
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Tema 1.- Juegos de finalización con un número reducido de jugadores y espacio de juego
(1) En espacios independientes para cada equipo
(2) En espacios comunes de juego
3) En espacios comunes de juego con varias porterías
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(4) Precedida por una situación de juego
Tema 2.- Juegos de finalización con un número de jugadores y espacios de juego próximos a las
condiciones normales de competición
(1) Con restricciones para entrar en un espacio de juego
(2) Juegos de finalización precedidos de una situación de juego realizado en espacios reducidos.
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Tema 3. Juegos de finalización con un número reducido de jugadores y espacio de juego
(1) En espacios independientes para cada equipo
(2) En espacios comunes de juego
(3) En espacios comunes de juego con varias porterías
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(4) Precedida por una situación de juego
Tema 4. Juegos de finalización con un número de jugadores y espacios de juego parecidos a los de
la competición real
(1) Con restricciones para entrar en un sector determinado del terreno
(2) Los de finalización precedidos de una situación de juego, y realizados en espacios reducidos
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Ejercicios meta-especializados
Concepto
Los ejercicios de entrenamiento denominados de “metaespecialización” son medios especializados
de preparación de los jugadores y los equipos y se construyen con base en los diferentes contextos
situacionales relativos al juego fútbol o en el modelo de juego adoptado. De esta forma, se especifican
y se potencian las misiones tácticas de ciertos jugadores (simultánea o separadamente), las cuales
derivan de su estatuto dentro de la organización dinámica del equipo.
Objetivos
Para que el éxito sea viable, sustentable y perdurable, se parte a través de una colocación específica
del equipo dentro de los límites que establece el Reglamento. Esta ocupación se concreta en un área más
o menos amplia que se expande o se comprime en torno a sus dos ejes fundamentales: anchura y longitud.
En este particular, se intenta racionalizar y optimizar las acciones del equipo, estableciendo espacios
adecuados a partir de los cuales cada jugador (individual o colectivamente), tanto en fase de ataque como
de defensa, y en un tiempo concreto de intervención, responda de forma apropiada a los problemas que
surgen ante las condiciones de variabilidad situacional del juego o del modelo de juego del equipo. En la
misma y precisa orientación se potencian diferentes niveles de actividad especializada durante el desarrollo
del juego cuyas responsabilidades de ámbito individual (jugadores) y de ámbito grupal (normalmente
denominadas de sector defensivo, medio o avanzado) son determinadas por diferentes atribuciones
funcionales y operacionales. Estas atribuciones, por otro lado, son soportadas en un primer análisis por el
modelo de juego adoptado, por el plano estratégico-táctico preestablecido antes del partido o por
alteraciones efectuadas a lo largo del desarrollo de éste
y que derivan de la operacionalidad táctica. El jugador
constituye el elemento central del rendimiento del
equipo durante la competición. La ocupación del terreno
de juego determina ligazones que, a su vez, definen
líneas de fuerza, o sea, redes de comunicación o
intercepción. Para que esto se plasme realmente es
necesario el respeto por una cierta distancia relativa
entre jugadores, ni demasiado larga (ya que aumentaría
el riesgo de intercepción del balón por parte del rival) ni
demasiado corta (con lo que la progresión en dirección
a la puerta rival sería muy dificultosa). En este sentido,
cada jugador en el campo representa una fuerza que se
manifiesta por la:
Ocupación dinámica de una parte del espacio de juego. Cuando analizamos el área del terreno
de juego en función del total de jugadores que se mueven dentro de él, observamos una media de 325
m2/jugador. En estas circunstancias, dentro de la estructura del equipo, cada jugador,
independientemente de su misión táctica específica, deberá ocupar y dinamizar una parte del terreno
de juego, pudiendo expresar individualmente su propia personalidad, no siendo “prisionero” del puesto,
pretendiéndose un amplio apoyo basado en una organización estructurada y fomentada desde una
cobertura permanente y recíproca.
Acción sobre el balón. En cada momento del juego solamente un jugador de los 22 que juegan
podrá detentar la posesión del balón. Esto implica que cada jugador, al intervenir sobre ésta, direcciona
el juego en uno u otro sentido, esto es, concretando, o no, los objetivos del juego. Simultánea o
paralelamente, en cada intervención sobre el balón por parte de cualquier jugador, se observa una
interacción operativa entre éste y los demás jugadores (compañeros y rivales), materializado por un
conjunto de complejas movilizaciones en torno o hacia el balón (apoyo o cobertura por parte de un
compañero, o bien marcaje por parte del adversario de jugador con balón).
Relación con los compañeros. La cooperación representa una forma específica de sociabilidad
del juego futbolístico. Cualquier jugador dentro del equipo, en función de un determinado objetivo
común, debe ayudar a sus compañeros y comunicarse con ellos. Para comunicarse es necesario
establecer un “lenguaje común” o, en otras palabras, tener un sistema referencial compartido, que está
fundamentado en el establecimiento y definición de principios de juego. La comunicación se realiza de
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“El carácter de las acciones sin balón de los jugadores representan la base
del concepto de juego del equipo”
una forma instrumental (a través del balón) y comportamental (a través de las acciones táctico-técnicas
ejecutadas). Así, los jugadores deberán comprender las intenciones y proyectos de sus compañeros en
cada situación de juego y adoptar comportamientos conducentes a obtener el máximo de eficacia de
esa situación en función de los objetivos del equipo. Las peculiaridades y el carácter de las acciones
sin balón de los jugadores representan la base del concepto de juego del equipo. El posicionamiento
escogido por el jugador en las diversas situaciones de juego refleja la fase cualitativa del pensamiento
creativo y de madurez táctica, basados en la capacidad de leer y valorar rápidamente las situaciones
para poder adoptar operacionalmente las soluciones más eficaces para el trabajo táctico que está
realizando el propio equipo.
Interceptación de las conexiones de los adversarios. La presencia del adversario constituye otra
de las constantes del juego, lo que determina el “jugar con y contra”. El juego puede ser analizado y
comprendido en términos de relaciones de fuerza entre los equipos. Estos, cuando están en fase ofensiva,
intentan desequilibrar el sistema de fuerzas del rival, y establecer las condiciones más favorables para la
consecución del gol. Por contra, el equipo en acción defensiva intenta mantener en todo momento el
equilibrio dinámico de su sistema, procurando recuperar la pelota y proteger su portería..
Constante adaptación a la variabilidad de las situaciones de juego. La variabilidad de las
situaciones momentáneas de juego promueve la constante adaptación de los comportamientos
individuales táctico-técnicos (resolución táctica presente) y de los táctico-técnico colectivos
(desplazamientos coordinados por la necesidad de equilibrar el reparto de fuerzas en el terreno de juego).
En síntesis, dentro de estas manifestaciones cada jugador concreta una línea de fuerza con múltiples
orientaciones en las que el rendimiento está subordinado a su situación en el espacio de juego con
respecto al balón, a las porterías, a los compañeros y a los adversarios.
Concreción del objetivo del juego. Cada jugador representa una identidad indivisible con una
voluntad propia que transporta consigo una mentalidad, una capacidad y una finalidad. Redimensionando esta cuestión en el seno de un equipo, la integración de cada jugador se realiza por la
aceptación, por parte de éste, de un conjunto de valores, convicciones y de un proyecto común,
asumiendo, en este contexto, una conciencia colectiva. De forma simultánea, cada jugador deberá saber
lo que el equipo espera de él, y la mejor forma de corresponder a esas expectativas. Así, cada jugador,
ante un cuadro de confrontación deportiva, debe entender que en cualquier momento del juego
(interviniendo o no sobre el balón) él es parte integrante de una cadena de acontecimientos, cuya
importancia es determinada por sus decisiones. Son éstas decisiones las que contribuyen a la resolución
de los diferentes contextos situacionales del juego, de forma que se plasmen los objetivos estratégicos
preestablecidos o los objetivos tácticos momentáneos del equipo.
Reglas
La organización estructural de un equipo de fútbol obedece a la necesidad de que se distribuyan
tareas y misiones tácticas de carácter general y específico a los diferentes jugadores que lo constituyen.
Hay que subrayar las siguientes cuestiones:
1.- Funcionalidad táctica del equipo. Las diferentes misiones tácticas de los jugadores son
conjugadas en función de una cooperación que busca la interdependencia funcional (adecuar las
relaciones de cooperación entre los jugadores, con vistas a aumentar la eficacia del juego del equipo) y
operacional, sin la cual no es posible alcanzar determinados objetivos de forma sostenible. Todos
estamos de acuerdo en que no es humanamente posible que todos los jugadores acometan todas las
operaciones inherentes al equipo. Luego, es muy importante que se dé lugar a la especialización, la cual
deriva de las tareas o misiones tácticas que deben corresponder a cada jugador y que deben expresar
de forma eficaz en aras de la resolución de las diferentes situaciones de juego. La distribución de las
tareas y misiones tácticas de los jugadores es, en último término, sostenido por el modelo de juego a
implantar y desarrollar por el equipo.
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“Es muy importante no confundir la especialización con la
mecanización del proceso ”
2.- Valorizar las capacidades de base de cada jugador. Más allá de que el hecho de la división de
las diferentes tareas tácticas obedece a la racionalidad del juego, importa sin embargo subrayar que ésta
debe contener una flexibilidad lógica y coherente, de forma que atienda y valore las potencialidades y
tendencias de los jugadores, haciendo así un aprovechamiento armonioso de todo lo que existe y sea
positivo dentro del plantel. Efectivamente, cualquier determinación táctica operacional es manifestada por
la: (1) atribución de tareas tácticas a los jugadores, tareas que deben estar subordinadas a sus capacidades
y aptitudes, (2) presentación de la información pertinente de aquello que se pretende que los jugadores
capten, de manera que ayuden a sus acciones de dominio motor, (3) potenciación de sus acciones a través
de medios correctos de entrenamiento, (4) coordinación del complejo de sus acciones táctico-técnicas
específicas, desarrolladas en una secuencia y ritmo apropiados al método de juego ofensivo y defensivo,
y (5) responsabilización de las acciones táctico-técnicas ejecutadas, las cuales deben expresar soluciones
eficaces en función de las diferentes contextualidades que el juego futbolístico contiene.
3.- Especialización no es mecanización. La especialización de los jugadores traduce la necesidad
de que éstos dediquen gran parte de su tiempo de entreno tomando decisiones y “repitiendo”, en
condiciones lo más parecidas posibles a la competición, pensamientos y acciones en el cumplimiento de
las tareas tácticas específicas. Sólo de esta manera es posible incrementar su pericia y eficacia, afinando
y puliendo su dominio decisional y comportamental. Con todo, es muy importante no confundir la
especialización con la mecanización del proceso. Así, en síntesis, las diferentes tareas tácticas atribuidas
a los diferentes jugadores son desarrolladas durante el juego, simultáneamente, siendo función de: (1) la
contextualidad situacional del juego, (2) las potencialidades y capacidades individuales de los jugadores,
(3) los objetivos tácticos a concretar durante el juego, (4) los objetivos estratégico-tácticos de cada
momento del juego, y (5) el reconocimiento más o menos minucioso de las circunstancias en que
transcurre el juego, incluyendo naturalmente las particularidades más evidentes del equipo rival.
4.- Especificidad no es repetitividad de la acción de respuesta. Cuando se dice que un ejercicio
es específico es porque existe una relación de similitud entre éste y el modelo de juego adoptado. No
significa que por existir otras decisiones táctico-técnicas de resolución de una situación dada, el
ejercicio deje de ser específico; simplemente indica que existen varios caminos para alcanzar un mismo
fin. Por tanto, la especificidad no debe ser confundida con repetitividad, con reiteración. El concepto de
práctica durante el aprendizaje y perfeccionamiento implica “repetición sin repetición”, esto es, se
intenta que las contextualidades situacionales provoquen constantemente una adaptación del
comportamiento en vez de simple repetición mecánica de las soluciones de juego. Incluso en los
movimientos estandarizados (circulaciones tácticas, esquemas tácticos), como es el caso de los
ejercicios dirigidos (ejercitaciones en condiciones similares a las que conocemos comportamientos
individuales y colectivos, y en las que las configuraciones son más o menos conocidas y previsibles).
Así, en condiciones en las que se conoce con precisión el estado inicial de cualquier situación y su
desarrollo global, no se deberá impedir que los jugadores o el equipo actúen estratégicamente. La
estrategia se impone desde que surja lo inesperado o la incerteza (que en un ejercicio dirigido podrá
ser un movimiento de un compañero extemporáneamente o que el balón sea pasado de forma
defectuosa o que el terreno de juego muestre dificultades añadidas para el control del balón, etc.).
5.- Articulación individual y sectorial del equipo. Cada misión táctica tiene objetivos, tareas
responsabilidades y espacios fundamentales de actuación bien establecidos. Sin embargo, esta
dinámica organizacional no excluye la posibilidad de que, en ciertos momentos del juego, se exija a los
jugadores que asuman otras funciones, bien de forma temporal, bien permanente o incluso accidental.
Más allá de este aspecto, la organización estructural de un equipo de fútbol pone a la vista igualmente
la necesidad de que se creen sectores de juego en los cuales un número reducido de jugadores
desenvuelvan sus acciones conjuntas y en cooperación de forma especializada. Aquí se estaría
intentando mejorar su articulación interna, promoviendo el trabajo de equipo especialmente en lo que
concierne a su sincronización.
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6.- Elementos para racionalizar las misiones tácticas. Uno de los problemas más complejos que
determina la eficacia de cualquier estructura de un equipo es la forma en la que los jugadores
desarrollan su acción dentro de la organización del equipo. En efecto, la concreción de los objetivos
preestablecidos da lugar a la necesidad de establecer una distribución (por ejemplo: portero, defensa,
delantero) y una función o misión táctica específica (por ejemplo: marcaje individual, moverse
exclusivamente en un pasillo de juego, en defensa o en ataque, ejecutar sistemas tácticos de una forma
definida, etc.), las cuales definen el sentido y los límites de participación de cada jugador en la resolución
de las variadísimas situaciones que el juego, de por sí, engloba. Un equipo presupone una funcionalidad
general (constante, realizada en base a principios y reglas de coordinación de las acciones) y una
funcionalidad especial (variable para cada partido, para cada adversario, en función de diversas
condiciones, etc.). Tanto la funcionalidad general como la especial del equipo se realizan a través de
una determinada programación de las acciones individuales y colectivas, según un sistema de
relaciones e inter-relaciones dinámicas, desenvueltas y coordinadas según estos principios y reglas
tácticas. En estas circunstancias, la complejidad de las diferentes misiones tácticas específicas es
concebida a partir de finalidades y objetivos comunes, siendo atribuida con vistas a:
(1) No restringir la iniciativa y la capacidad individual. Hay que tomar en consideración que cada
jugador es único en sus ambiciones personales, actitudes, preferencias y tendencias. En este sentido,
se debería ampliar el “radio de acción” de los jugadores en términos de participación en el juego,
ampliando fundamentadamente sus misiones tácticas generales y específicas, dejando espacio,
paralelamente, a sus capacidades de creatividad e improvisación.
(2) Asegurar la valorización de las particularidades de los jugadores. La concepción de juego
por parte del entrenador debe ser orientada a valorar las particularidades innatas o adquiridas por los
jugadores a lo largo de su preparación. Evidentemente, esa valoración debe ser condicionada por la
creación (a través de acciones individuales y colectivas) de las condiciones y situaciones de juego
favorables a su realización.
(3) Combinar las diferentes misiones tácticas específicas. En este aspecto, se pretende
asegurar que el potencial operacional de cada jugador se inter-relacione y se complemente con relación
a los restantes compañeros. Solamente de esta manera es posible crear una fuerza integradora que
establezca la cohesión, la homogeneidad y la funcionalidad efectiva del equipo.
(4) Obtener ventajas del conocimiento del equipo adversario. El conocimiento general y
particularizado de la expresión táctica colectiva e individual del equipo adversario tiene por objetivo, por
un lado, minimizar o anular sus aspectos más eficientes y, por otro lado, evidenciar sus carencias de
preparación en el ámbito de la capacidad de respuesta motora, de interconexión de sus sectores de
juego y de su organización en las situaciones de balón parado.
(5) Establecer organizadores de juego.
Si es cierto que el colectivo y la capacidad de
ayuda mutua son fundamentales en un equipo,
no es menos cierto que sigue habiendo jugadores
que, individualmente pueden decidir un partido.
De ahí la importancia de los organizadores de
juego o de los jugadores de nivel táctico-técnico
superior. Efectivamente, el gran número de
acciones táctico-técnicas (ofensivas y defensivas) determinó el surgimiento y especialización
de los organizadores de juego. Así, en ataque, el
organizador tiene como funciones específicas
adaptar, de forma creativa y en las situaciones
concretas de juego, el plan táctico del ataque.
Estos jugadores son caracterizados por un elevado raciocinio táctico y una gran capacidad de ejecución
técnica, así como por una fuerte personalidad y cierta autoridad sobre los compañeros. Los equipos tienen
necesidad de incorporar en su seno jugadores con cualidades humanas y competitivas especiales
capaces de: conducir-liderar a sus compañeros, organizar el juego de un sector o de un equipo y servir
de ejemplo encorajinando a sus compañeros en todos los momentos (incluyendo los más difíciles).
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Efectos
Durante la competición es indiscutiblemente esencial que la operacionalidad de las diferentes misiones
tácticas atribuidas a los jugadores se exprese en una eficaz interdependencia dinámica. En efecto, la
promoción de un espacio de base propio e individualizado, la atribución de un conjunto de misiones
tácticas de carácter general y específico a cada jugador, y también su articulación interna con respecto al
sector de juego en el que éste se encuentra, y del equipo en su globalidad, nos lleva finalmente a alcanzar
una organización más eficaz y eficiente en el diálogo con la complejidad de las diferentes contextualidades
situacionales que encierra el juego del fútbol. De esta forma, el perfeccionamiento estructural en la
organización del equipo pretende evitar dispendios inútiles de los recursos intelectuales (decisorios) y
energéticos, así como impedir que dos o más jugadores del mismo equipo realicen, en un mismo momento
y para una misma situación de juego, un mismo comportamiento con las mismas intenciones tácticas.
Salvo en las situaciones en las que es extremadamente ventajoso crear superioridad numérica (ofensiva
o defensiva), la organización estructural del equipo debe evitar la sobreposición de funciones, cuyo efecto
negativo inmediato sería el hecho de que el equipo desenvuelva su acción colectiva, de carácter ofensivo
o defensivo, con uno o más jugadores “de menos”. Al contrario de lo que se pueda pensar, estas
situaciones son recurrentes durante la competición. Así, ¿cuántas veces se da que, estando un equipo en
superioridad numérica en un determinado espacio de juego, ese hecho no tiene consecuencia positiva
alguna en el desarrollo eficaz del proceso ofensivo o defensivo en que están insertos, “pareciendo” incluso
que la superioridad numérica se transforma en la práctica en una evidente inferioridad? Naturalmente, al
darse esta situación, se disminuye inapelablemente la capacidad organizativa del equipo, lo mismo que
su eficacia en respuesta a la contextualidad situacional que de ahí deriva. En este sentido, la mejora de
la organización del equipo, partiendo del punto de vista de su estructura, promueve que cada jugador, en
cada momento del juego, deberá referenciar comportamientos de respuesta, articulando y adaptando las
necesidades de la resolución de la situación de juego con los compromisos que haya asumido con
respecto al equipo y en función de los objetivos táctico-estratégicos momentáneos del juego. La
organización dinámica de un equipo de fútbol, cuando es adecuadamente delineada, evidencia el
posicionamiento de los jugadores, o sea, su espacio referencial de actividad dentro del equipo, tanto como
las tareas tácticas (generales y específicas) a desempeñar. En esta medida, este procedimiento
estructural debe asegurar los siguientes cinco objetivos fundamentales:
1.- Promover la eficacia de la organización del equipo. Esta mejora estructural del equipo surge:
(1) del afinado de su articulación y comunicación interna, (2) de la racionalización del espacio de juego,
en función de los diferentes dispositivos tácticos de posible aplicación, y (3) en la especialización y
universalización de las tareas tácticas individuales y de pequeñas sociedades (sectores).
2.- Proporcionar una dirección. La estructura del equipo orienta a los jugadores en cuanto a la dirección
a seguir, dándoles un sentido y un significado. Paralelamente se enfoca también a los diferentes futuros
ambientes posibles, indicando y fijando las tareas tácticas “clave” para cada jugador y sector de juego.
3.- Desenvolver una cultura de responsabilidad, lealtad y solidaridad. Partiendo de la división
e interrelación de las diferentes tareas tácticas atribuidas a los jugadores, éstos desarrollan aspectos
de cultivo de responsabilidad, lealtad y solidaridad entre ellos. Valores fundamentales para la
concreción de los objetivos del equipo.
4.- Proporcionar un sistema de coordinación. La estructura del equipo define relaciones de
coordinación y responsabilidad de los diferentes jugadores. No nos extrañe que esa coordinación y
responsabilidad sea más evidente y preponderante en ciertas situaciones de juego: en las partes fijas
(por ejemplo en los saques de esquina, falta, penalti) o en la propia coordinación de las acciones
ofensivas y defensivas acelerando o frenando el ritmo de estos procesos, creándose así las condiciones
más favorables para su eficaz implementación.
5.- Establecer una red de información y comunicación en el equipo. La estructura de un equipo de
fútbol evidencia, igualmente, una red formal e informal en la que fluyen informaciones pertinentes y oportunas
dentro de un cuadro comunicacional tan importante que se procesa dentro de la organización del equipo.
Los ejercicios meta-especializados de entrenamiento establecen la posibilidad de que los jugadores
potencien sus acciones de juego en los espacios donde normalmente desenvuelven sus actitudes y
comportamientos táctico-técnicos, dentro de la organización del equipo. Estos ejercicios de entrenamiento
ponen de manifiesto las siguientes seis peculiaridades, que se asumen como los beneficios de su uso:
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1.- Evocan una organización básica. La conceptualización de los ejercicios meta-especializados
se sustenta en la formación de grupos pertenecientes al mismo sector de juego (por ejemplo: defensivo,
medio o atacante) o al mismo pasillo de juego (por ejemplo: corredor central, corredor lateral derecho
o izquierdo). De esta manera, se posibilita el incremento de la capacidad de los jugadores para prever,
decidir y ejecutar acciones táctico-técnicas de respuesta a la contextualidad de la situación propuesta.
Esta organización podrá evolucionar aumentándose gradualmente el número de jugadores que
intervendrán en las fases ofensivas y defensivas, lo que supone una aproximación a las condiciones
reales de juego, haciéndolo más semejante al que se produce en la competición real.
2.- Concentran a los jugadores en sus misiones tácticas específicas. La lógica estructural de
estos ejercicios obliga a los jugadores a que se ocupen muy intensamente en el desarrollo de acciones
motoras de respuesta, que derivan de sus misiones tácticas específicas de forma individual y
correlativa. Esto significa que las acciones individuales se deben compaginar y coordinar con los
comportamientos de los compañeros que tienen misiones tácticas semejantes, que se posicionan cerca
de ellos o que forman parte del mismo sector de juego.
3.- Posibilitan una elevada frecuencia de
solicitación. La aplicación de los ejercicios metaespecializados proporciona que diferentes jugadores,
con unas características y misiones tácticas específicas,
puedan, en colaboración con los compañeros cercanos,
ejecutar acciones de juego predominantes y correspondientes a su posicionamiento dentro de la organización
del equipo. Se incrementa así la frecuencia de solicitación, interviniendo constante y sistemáticamente
sobre el balón, creándose las posibilidades de que los
jugadores expresen su iniciativa, competencia, creatividad e improvisación.
4.- Potencian la ejecución de respuestas motoras específicas. El diseño de los ejercicios metaespecializados contiene dentro de su lógica operacional la potenciación de las acciones motoras
específicas y los mecanismos mentales y fisiológicos que soportan la acción. Esta potenciación
comportamental se debe a la creación de condiciones ventajosas o desventajosas en términos
numéricos, espaciales y temporales, con vistas a disminuir o aumentar la complejidad contextual en la
que estos jugadores se involucran.
5.- Proporcionan el incremento del ritmo de ejecución. La aplicación de estos ejercicios posibilita
una aproximación a las condiciones reales de la competición o al modelo de juego que se quiere
implantar y desarrollar. De esta forma, se asegura constantemente el establecimiento y el refuerzo de
las acciones táctico-técnicas de los jugadores con respecto a las pautas competitivas del equipo.
6.- Afinan los tiempos de respuesta mental y motora. La concepción de ejercicios metaespecializados tiene por objetivo concretar un afinamiento de respuesta mental y motora, bien el
número de veces que estos procesos son reclutados por unidad de tiempo, o bien su correcta gestión.
En este ámbito se busca establecer condiciones de forma que los jugadores apenas tengan tiempo
suficiente para resolver la situación de juego, obligándoles a decidir y a ejecutar de forma razonada y
a alta velocidad. Para que esto sea posible se disminuye el número de opciones tácticas, lo que lleva
a los jugadores a potenciar comportamientos táctico-técnicos individuales y colectivos restringidos,
teniendo únicamente en cuenta los índices pertinentes más importantes.
Limitaciones
A pesar del gran número de ventajas que se consiguen por la aplicación de los ejercicios metaespecializados de entrenamiento, éstos no están exentos de limitaciones que cuando no se interpretan
bien conducen a la disminución de su eficacia. Estos condicionantes derivan de los siguientes aspectos
esenciales:
1.- Ultra-especializan sus comportamientos. Los jugadores, al ultraespecializar sus actitudes y
comportamientos táctico-técnicos pueden perder la noción de la funcionalidad general del equipo. Así
desconectan sus acciones con respecto a las de los demás compañeros, lo que determina una mayor
compartimentación del equipo, aumentando por esta razón su permeabilidad a las acciones adversas.
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2.- Circunscriben espacios de actividad. Los jugadores circunscriben en demasía sus acciones
con relación a los espacios de juego a los que están adscritos. En este sentido, reducen su radio de
acción (de carácter general) dentro del equipo, no reflejando correctamente las funciones que han de
cumplir durante la competición.
3.- Focalizan sus acciones ofensivas y defensivas. Los jugadores focalizan demasiado sus
acciones específicas de orden defensivo u ofensivo, no desenvolviendo, por esta razón, actitudes y
comportamiento táctico-técnico de ataque y defensa de forma simultánea y permanente durante el
desarrollo del ejercicio.
4.- Participan constantemente en el centro del juego. Los jugadores están constantemente en
el centro de la decisión de las situaciones de juego, no estando así sujetos a períodos más o menos
largos de privación del balón, lo que sí ocurre en la competición real.
Momentos
La aplicación de los ejercicios de entrenamiento meta-especializados se debe verificar en la parte
principal de la sesión de entrenamiento. Aunque es importante tener en cuenta que su utilización debe
evolucionar hacia situaciones más complejas en las cuales se aumenta el número de jugadores, el espacio
de juego y otras restricciones que se establezcan para la realización del ejercicio; también hacia ejercicios
de entrenamiento de sectores en los cuales se perfecciona y desarrolla el trabajo del equipo con vistas a
mejorar su sincronización y articulación. En cuanto al microciclo de preparación para la competición, estos
ejercicios deben ser aplicados fundamentalmente en las tres primeras sesiones de trabajo, reduciendo su
utilización a medida que se aproxime la competición. No obstante, la utilización de estos ejercicios de
entrenamiento fuera del límite temporal referenciado no es totalmente desaconsejada.
Organización
1.- Ejercicios realizados sobre 2 sectores y 1 portería.
2.- Ejercicios realizados sobre 2 sectores y 2 porterías.
3.- Ejercicios realizados sobre 3 sectores y 1 portería
4.- Ejercicios realizados sobre 3 sectores y 2 porterías.
Para las cuatro situaciones podemos establecer varias prescripciones: ejercicios realizados en el
corredor central, ejercicios realizados en el corredor central con la posibilidad de que se utilicen los
corredores laterales de juego y, finalmente, ejercicios realizados sobre tres corredores de juego. Se
exponen a continuación varios ejemplos.
Tema 1.- Ejercicios realizados sobre 2 sectores 1 portería
(1) ejercicios realizados en el corredor central
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(2) ejercicios realizados en el corredor central, con la posibilidad de que se utilicen los corredores
laterales de juego.
(3) ejercicios realizados sobre tres corredores de juego
Tema 2.- Ejercicios realizados sobre 2 sectores y 2 porterías
(1) ejercicios realizados en el corredor central
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(2) ejercicios realizados en el corredor central, con la posibilidad de que se utilicen los corredores
de juego laterales
(3) ejercicios realizados sobre tres corredores de juego
Tema 3.- Ejercicios realizados sobre 3 sectores y 1 portería
(1) ejercicios realizados en el corredor central
(2) ejercicios realizados sobre tres corredores de juego
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Tema 4.- Ejercicios realizados sobre 3 sectores y 2 porterías
(1) ejercicios realizados en el corredor central
(2) ejercicios realizados sobre tres corredores de juego
BIBLIOGRAFÍA
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V A R I O S
Revisión bibliográfica:
muerte súbita
cardíaca y
deporte
Por
Jaime Morente Sánchez
Becario FPU (Formación Profesorado Universitario), Facultad de Ciencias del Deporte
de la Universidad de Granada.
Entrenador Categorías Inferiores del Granada C. F.
Juan C. Requena Molina
Profesor de Educación Física.
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
Antonio Raya Pugnaire
Profesor titular de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada.
Miembro del Comité Técnico de TRAINING FÚTBOL.
Presentamos a continuación un interesante trabajo sobre las afecciones cardíacas y su relación
con el deporte, esencialmente con el fútbol. La práctica deportiva siempre es buena, aporta grandes
valores para el desarrollo corporal y la salud, aunque a nivel de alta competición pueden presentarse
factores que enturbian esta aseveración. Muchos casos de grave enfermedad cardíaca, o incluso de
muerte súbita cardíaca, que se producen durante la práctica competitiva de alta intensidad se atribuyen
a esta misma práctica, sin embargo, la mayoría se deben a problemas genéticos o adquiridos que no
son detectados. También pueden producirse porque en la práctica deportiva no se guardan ciertas
normas de prevención y de ejecución. En fin, todo esto nos lo detallan y explican muy bien Jaime
Morente Sánchez, Juan C. Requena Molina y Antonio Raya Pugnaire en un trabajo muy bien
fundamentado y desarrollado. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL)
Resumen
rágicos episodios, con la muerte súbita cardiaca (MSC) como protagonista, han sacudido el mundo
de la actividad física y el deporte en los últimos años: Fabrice Muamba (2012), Dani Jarque (2009),
Antonio Puerta (2007), Miklos Feher (2004) y Marc-Vivien Foé (2003). Todo ello ha regenerado
este interés por el binomio “muerte súbita-deporte”. En la actualidad, dicha asociación, indivisible y
bidireccional, ha adquirido tal poder mediático que, en ocasiones se ha llegado a sobrepasar los límites
de la realidad. En este sentido, consideramos oportuno la realización de este tipo de trabajos que
permitan conocer a la población interesada los pormenores de esta temática.
T
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A continuación se presenta una profunda revisión bibliográfica que repasa los datos y publicaciones
más recientes apoyándose en una serie de epígrafes que vienen a dar respuesta a aquellas cuestiones
más comunes. Causas, preponderancia hombre-mujer, edad media, cuando se produce la MSC,
protocolos de prevención, síntomas prodrómicos, factores de riesgo (…), son algunos de los puntos que
se revisan en este trabajo con el fin de actualizar el conocimiento general sobre un tema que nos interesa
tanto como nos preocupa: muerte súbita cardíaca y deporte.
Concepto de muerte súbita cardíaca (MSC)
Muerte inesperada, no traumática, debida a causas cardíacas. En algunas ocasiones se limita a una
hora el tiempo entre el inicio de los síntomas hasta la muerte, mientras que otros estudios incluyen casos
de hasta veinticuatro horas después del inicio de los síntomas. Jueces de instrucción de Inglaterra y
Gales aceptan el diagnóstico de “muerte natural-muerte incierta”.
Magnitud del problema
Los datos estadísticos más relevantes de estos artículos (Tabla 1), demuestran la pluralidad de
enfoques existentes, lo que hace difícil una conclusión firme. Si bien, de modo flexible podríamos
considerar las informaciones más relevantes entre los estudios publicados de muertes súbitas. La
muerte súbita en atletas por debajo de 35 años que participan en deportes competitivos es más grande
(aproximadamente 2/100.000 por año) que en no atletas (2’5 veces más casos en atletas que en no
atletas). También existen datos que estiman 1/43.000 jóvenes (2,6 en hombres y 1,1 en mujeres de cada
100.000 deportistas por año). Entre 1,4 millones de estudiantes deportistas de 27 modalidades se estimó
que 1/200.000 casos por año se debieron a MSC durante 12 años de registro. Otro estudio ofreció datos
estimados en 1/133.000 varones y 1/769.000 mujeres dentro de una población de jóvenes deportistas
en edad escolar.
En España se deben producir unas 9.000 MSC al año en pacientes de 25 a 74 años. En los EE.UU.
esta cifra se eleva a 300.000 o 400.000 personas al año (para todas las edades). La incidencia de MSC
en España es de las más bajas de los países industrializados. Este dato, junto con la baja incidencia de
infarto agudo de miocardio en este entorno, pone de manifiesto una situación favorable respecto a los
países del norte de Europa y los EEUU. Se calcula que aproximadamente el 12,5 % de las defunciones
que se producen de forma natural son muertes súbitas (< 2 h. desde el inicio de los síntomas); de éstas,
el 88% son de origen cardíaco. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la
mortalidad por MSC en la primera hora, en un intervalo de edad entre 20 y 64 años, varía según los
países entre 19 y 159 por cada 100.000 en varones, y entre 2 y 35 por cada 100.000 en mujeres.
Muestra
Bille et al (2)
Mujeres
Hombre
Jóvenes deportistas <35 años
Corrado et al (3) Jóvenes deportistas <35 años
General
2/100.000
1.1/100.000
2.6/100.000
Maron et al (4)
Jóvenes deportistas <24 años
Van Camp (5)
Jóvenes deportistas
1/750.000
1/133.000
Marrugat et al (6)
20-64 años
2-35/100.000
19 a 159/100.000
1/43.000
1/200.000
Tabla 1. Magnitudes anuales de Muerte Súbita Cardíaca.
Causas de MSC
Los resultados son diversos. A veces convergen, pero en otras ocasiones se alejan de los patrones
generales. De manera que, según el lugar dónde se recopilaron las muertes registradas en los estudios,
las causas principales pueden variar. Aún así podemos establecer las causas más comunes como las
siguientes, en orden de frecuencia de aparición: 1-. Miocardiopatía Hipertrófica (MCH), 2.- Origen
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Anómalo de la arteria Coronaria (OAC) y 3.- Displasia Arritmogénica Ventricular Derecha -arritmias(DAVD). Como causas menos comunes se citan la miocarditis, la patología aórtica y la enfermedad
arterial coronaria aterosclerótica. En pacientes con una anomalía congénita en la arteria coronaria, la
SCD es debida a una arritmia desencadenada por una isquemia miocardial inducida durante el ejercicio.
Maron et. al afirman que uno de cada tres casos de muerte súbita cardíaca se debe a MCH. Otros
autores varían los porcentajes asignados a los distintos tipos de causas de MSC alegando diferentes
razones, apareciendo la Displasia Arritmogénica Ventricular Derecha, Aterosclerosis y Miocarditis como
las principales, dejando a la MCH con tan sólo un 2 %. Las razones de la diferencia entre los estudios
en EEUU e Italia serían varias, por un lado la carencia de estudios prospectivos sobre un grupo de
población bien definido y de etnia homogénea como la italiana, además los estudios morfológicos fueron
realizados por el mismo grupo de trabajo siguiendo el mismo protocolo. Así mismo, la incidencia tan alta
de Displasia se debería a un factor genético de la población derivada de la región de Véneto (Italia). La
carencia de MCH se debe fundamentalmente a más de veinte años de práctica exitosa en la prevención
de MSC por HCM gracias a la identificación e inhabilitación de los deportistas afectados.
Una característica común a las
3 causas principales mencionadas
es su carácter de enfermedad genéticamente determinada (MCH y
DAVD) o congénita (OAC), que
podría ser detectada, por tanto, en
cualquier momento de la vida del
individuo, siempre que se apliquen
los medios diagnósticos adecuados.
Por contra, la mayoría de las causas
menos frecuentes son enfermedades
adquiridas o de desarrollo en etapas
más tardías de la vida, por lo que
pueden manifestarse sin haber sido
detectadas en un chequeo previo.
Figura 1. Causas de muerte súbita cardíaca.
Teniendo en cuenta las referencias bibliográficas analizadas, podemos resumir las causas en la
figura anterior, que refleja la suma de todas las muertes. Debemos conocer las diferencias en los
estudios, derivados de los motivos ya expuestos para entender que cado uno, en base a su población,
tendría una gráfica diferente.
Preponderancia hombre-mujer
Predominancia masculina en la MSC, sobre todo en las poblaciones más jóvenes. La media mujerhombre fue de 1/9, datos consistentes con otros estudios que dan ratio hombre-mujer de 10:1.
Diferentes estudios apoyan la hipótesis de que este dato se debe a la escasa presencia femenina en
deportes de alta intensidad. Incluso este mismo estudio refleja que más del 50 % de los casos se dieron
en sujetos de raza negra, lo cual se achaca a la imposibilidad de acceder a recursos de prevención. Si
bien, otros estudios hablan de una frecuencia con que morían deportistas masculinos cinco veces por
encima que las deportistas féminas (7.47 vs 1.33 x 1000000 deportistas por año).
Edad media
Principalmente la media de edad de las muertes fue de 21.9 años, con rango entre 0-35 años. Otros
estudios hablan de 23.5 años con rango entre 12-35. Estudios anteriores detallaron los perfiles clínicos,
demográficos y patológicos de 134 atletas jóvenes competitivos que experimentan SCD a partir de 1985
hasta 1995. La media de la edad fue 17 años (rango de 12 a 40). En otros análasis, 160 casos de MSC
fueron registrados entre 1983 y 1993 con un rango de edad de 13-24 años y una media de 16.9 hombre
y 16.2 mujeres.
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38
“Con una muestra norteamericana, debemos mencionar el fútbol (soccer) y
el baloncesto como los principales deportes desencadenantes de la MSC”
¿Cuándo se produce la MSC?
Los artículos que incluyen datos relevantes en nuestro objeto de estudio sitúan la MSC sincrónica a
la actividad física o inmediatamente después de una actividad extenuante (aproximadamente hasta 1
hora). La mayoría (>80%) de las SCDs en jóvenes deportistas ocurren durante o inmediatamente
después de una actividad física extenuante. Otro estudio analizó 27 casos identificados solamente tras
la autopsia, cada atleta murió durante (n = 25) o inmediatamente después (n = 2) de un ejercicio intenso
en el campo deportivo. Otras investigaciones consideran que el riesgo relativo es incrementado durante
la hora de ejercicio ó 30 minutos después. Esto se da especialmente en pacientes con HCM, anomalía
congénita de la arteria coronaria, taquicardias ventriculares o arritmogenias. El impacto global de la
actividad física sobre la MSC es probablemente pequeño, ya que la incidencia anual de muerte súbita
durante la práctica de actividad física es muy baja: 1:200.000-250.000 personas jóvenes.
Deportes más
susceptibles de MSC
Cuando analicemos los deportes
más sacudidos por casos de MCS
debemos tener en cuenta las particularidades deportivas de cada
cultura, país o región. Atendiendo a
la figura 2, con una muestra norteamericana, debemos mencionar el
fútbol (soccer) y el baloncesto como
los principales deportes desencadenantes de la MSC.
Figura 2. Número de muertes súbita
en relación con deporte practicado.
Protocolos de prevención
En relación a este apartado hemos de decir que existen importantes diferencias entre EEUU y
Europa. Corrado et. al presentaron una propuesta de intervención común a nivel europeo basándose
en los exitosos resultados obtenidos durante una intervención de casi tres décadas en Italia (Venecia).
El protocolo propuesto para prevenir la MSC se encuentra constituido por una serie de componentes:
historial médico (clínico y familiar), un examen físico y un electrocardiograma (ECG). Siendo necesarios
exámenes más profundos si existen indicios en pruebas preliminares.
Hay estudios que demuestran que más de un 90% de los pacientes con MCH muestran ECG
alterados en reposo de ahí la importancia de esta prueba de diagnóstico. Del mismo modo, también
existen investigaciones que aseguran que una prueba de ECG en deportistas puede dar lugar a error,
fruto de las adaptaciones fisiológicas que sufre la bomba cardíaca como consecuencia de las
adaptaciones del sujeto al entrenamiento. Por esta razón se exigen fondos para el entrenamiento en la
interpretación de los ECG en aras de eliminar los falsos positivos que tantos problemas conllevan:
gastos innecesarios en investigaciones más profundas, estigmatización personal y problemas
emocionales tales como ansiedad en el propio deportista y en su entorno cercano personal.
Septiembre-2012 nº 199
39
Este protocolo nace en los años 80 fruto de la preocupación italiana por y para identificar el hipotético
riesgo de los sujetos que se inician en la actividad física. Las recientes Recomendaciones de Lausana,
así como del propio Comité Olímpico Internacional (COI) secundan este plan preventivo de intervención.
Así pues, las Recomendaciones de Lausana proponen que todos los institutos y escuelas deportivas
tengan una evaluación cardiovascular antes de la participación deportiva, es decir, una evaluación preparticipativa, monitorizada por personal especializado en salud, preferiblemente un médicos. Tales
exámenes serían repetidos cada dos años. Las Recomendaciones de Lausana se basan en dos pasos,
el primero trata de detectar síntomas de MSC mediante cuestionario cerrado (sí/no), historiales clínicos
y familiar y un ECG de doce derivaciones. Si se encuentran evidencias, se procederá a un examen más
profundo (paso 2). En la Figura 3 se puede comprobar el protocolo de prevención que se intenta
instaurar en Europa proveniente de las experiencias italianas.
Figura 3.
Diagrama de
flujo que ilustra
los exámenes
generados
según los
criterios
propuestos
para la
interpretación
del ECG en
deportistas
entrenados.
Por otro lado, y a diferencia del primero, en EEUU la American Heart Association (AHA) presenta un
modelo de prevención de la muerte súbita cardíaca diferente. Este plan se basa en 12 ítems de los
cuales 8 se centran en historiales clínicos propios y familiares y 4 en exámenes físicos. A pesar de las
fundamentadas recomendaciones de Lausana y del propio COI, la AHA desecha la prueba preventiva
de Electrocardiomiografía. El gran tamaño de población, el enorme coste económico que conllevaría, la
imposibilidad de asegurar la presencia de un especialista que interprete los resultados, así como el
riesgo de falsos positivos con las consecuencias que a nivel psicológico ello generaría, son algunos de
los motivos que alega la AHA para justificar la ausencia de la ECG en su protocolo de prevención.
A modo de ejemplo consideramos oportuno comentar que la razón por la que el ECG no está incluido
en la prevención norteamericana es que se necesitaría aplicar a 1.000 sujetos para evitar una sola MSC,
de manera que los costes y riesgos relacionados con los potenciales beneficios de las intervenciones
limitan la efectividad y eficiencia de estos programas. De hecho, si se asumen los 10 millones de
escolares americanos, se estima que salvar cada muerte equivaldría aproximadamente a 3,4 millones
de dólares y un coste total del programa de 2 mil millones de dólares por año. Indudablemente se aleja
de los patrones de rentabilidad óptimos y, por tanto, hay autores que concluyen que el modelo italiano
es complicado aplicar en países con grandes poblaciones. No obstante, no se desecha la aplicación de
estos exámenes pre-participativos a comunidades locales a pequeña escala como son los deportistas
de riesgo o bien los basados en exámenes voluntarios.
Hay estudios que demuestran la inconsistencia preventiva del protocolo americano respecto al
europeo. Por ejemplo, durante el desarrollo de un protocolo preventivo llevado a cabo en el Centro de
Medicina Deportiva de Padua (Roma) se detectaron 22 casos de HCM a través de ECG, de los cuales
tan sólo 5 sujetos (23%) hubieran sido identificados como pacientes coronarios aplicando el protocolo
carente de ECG propuesto por la AHA.
Recientemente, están apareciendo nuevas técnicas, tales como la Cardio-Resonancia Magnética
(CRM), relacionadas con la prevención de la muerte súbita cardíaca en relación con la detección a
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40
“No existe unanimidad de criterios a la hora de llevar a cabo una intervención
común a nivel europeo”
tiempo de enfermedades genéticas que la desencadenan. La CRM es un técnica de imagen no invasiva
que puede utilizarse como alternativa a algunas de las ya mencionadas en ciertos protocolos de
prevención tales como el ECG. Utilizando esta técnica se ha demostrado la posibilidad de aunar en una
única prueba la posibilidad de detección de las 3 enfermedades-causas principales de muerte súbita
cardíaca: MCH, DAVD y OAC. El protocolo de intervención se denomina “exploración de triple descarte”.
Dada su probada fiabilidad, los investigadores responsables proponen que se añada esta triple
exploración al protocolo o estudio cardiológico básico.
No obstante, como podemos comprobar en la tabla que aparece a continuación (Tabla 2), a pesar
de los datos expuestos en párrafos anteriores no existe unanimidad de criterios a la hora de llevar a
cabo una intervención común a nivel europeo.
País
Asociación
Ministerio de deportes.
Luxemburgo Comité olímpico. Asociación nacional de
médicos deportivos.
Suecia
Población
deportiva
Todos los
deportistas de
competición
Asociación nacional de salud y bienestar. Deportistas de élite
Federaciones deportivas.
Protocolo
Evaluación
Historial médico. Examen físico,
ECG (requerido)
Historial médico.Examen físico,
ECG (recomendado)
Noruega
Comité médico de la asociación noruega
de fútbol
Futbolistas
profesionales
Historial médico.Examen físico,
ECG, ecocardiografía (requerido)
Alemania
Asociación alemana de medicina
deportiva.
Federaciones deportivas.
Todos los
deportistas
profesionales
Historial médico.Examen físico,
ECG ecocardiografía, test físico
(requerido)
Polonia
Ministerio de deportes y turismo.
Deportistas sub-23
Ministerio de Salud, Sociedad polaca de de competición y Historial médico. Examen físico,
ECG (requerido)
cardiología.
miembros de
Federaciones deportivas.
equipos nacionales
Francia
Ministerio de deportes.
Todos los
deportistas
profesionales
Historial médico.Examen físico,
ECG (recomendado)
Escocia
Departamento de Salud del gobierno.
Futbolistas sub-16
de competición.
Historial médico.Examen físico,
ECG (requerido)
Inglaterra
Asociación británica de tenis y fútbol.
Todos los
deportistas de
competición
Historial médico.Examen físico,
ECG (requerido)
Grecia
Instituto griego de medicina deportiva.
Todos los
deportistas de
competición
Historial médico.Examen físico,
ECG (recomendado)
Bélgica
Federaciones deportivas.
Ciclistas y
motociclistas
Historial médico. Examen físico,
ECG (requerido)
España
Consejo superior de deportes.
Todos los
deportistas de
competición
Historial médico. Examen físico,
ECG (recomendado)
Holanda
Comité olímpico nacional, Federaciones
deportivas, Sociedad Holandesa de
Cardiología.
Ciclistas,
motociclistas y
buzos de élite
Historial médico. Examen físico,
ECG (requerido)
Tabla 2. Protocolos de evaluación pre-participativa del deportista en diferentes países europeos.
Septiembre-2012 nº 199
41
Consideraciones sobre coste-beneficio de la técnica de ECG
En Italia, los programas de prevención y evaluación están dentro del Sistema de Sanidad Nacional.
El coste de realizar los exámenes físicos con ECG es de 30 euros por deportista. Éste es cubierto por
el deportista-club, a menos que el sujeto sea menor de edad, en ese caso la financiación corre a cargo
de la Sanidad Pública. Del mismo, el coste de las evaluaciones más profundas a los positivos debe ser
tenido en cuenta, si bien sólo el 9% requiere de dichos exámenes posteriores como ECG.
La temprana edad de la población deportista evaluada y la naturaleza genética de las causas de MSC
produce un impacto profundo en las consideraciones de la rentabilidad. Los jóvenes diagnosticados con
estas enfermedades genéticas sobrevivirán largos años con una calidad de vida óptima gracias a las
restricciones de ejercicio intenso y consejos para evitar arritmias. Este gran número de vidas salvadas
influye en los análisis de rentabilidad y explica por qué todos los informes de ECG de jóvenes individuos
han proporcionado un coste estimado inferior a 50,00 euros por vida salvada, lo cual es el umbral
tradicional para considerar una intervención de salud rentable. El mayor obstáculo para el lanzamiento
de una evaluación definitiva todavía existe y se basa en la falta de legislación y presupuesto nacional.
Las declaraciones de consenso del grupo de estudio de Cardiología del Deporte, del grupo de trabajo
de Rehabilitación Cardiaca y Fisiología del Ejercicio, así como del grupo de trabajo de Enfermedades
Miocárdicas y Pericárdicas de la Sociedad Europea de Cardiología, nos señalan las futuras direcciones
en el campo de la prevención de MSC. Para ello proponen un registro donde se recolecten todas las
muertes súbitas de deportistas jóvenes con el fin de poder evaluar si las causas son genéticas y/o debido
a factores ambientales que pudieran influir en las diferentes muertes de los países europeos. Como se
comentó en líneas superiores, la ECG, reconocida herramienta no invasiva con potencial para
incrementar la precisión del examen preventivo, goza de una pobre eficiencia a nivel económico en
superpoblaciones. Una vía de investigación futura se abre en cuanto al uso y rentabilidad de la ECG, ya
sea completa o limitada, y su evaluación gracias a estudios en grandes poblaciones de deportistas.
A su vez, con el objetivo de reducir los costes innecesarios producidos como consecuencia de falsos
positivos derivados de ECG, se requiere una eficaz interpretación de dichos exámenes, así como la
presencia de personal competente para ello, con el fin de evitar confusiones entre síntomas de
enfermedad coronaria y funcionamiento fisiológico en estado de estrés del corazón en deportistas sanos.
Síntomas prodrómicos
Antes de un MSC, los síntomas más comunes suelen ser dolores torácicos, síncopes, respiraciones
entrecortadas (“disnea”) y arritmias. Las anginas suelen ser un síntoma de la MSC, por lo que habrá que
diferenciar entre la angina como enfermedad y la angina como síntoma. La causa más común de este dolor
de pecho durante el ejercicio es el asma inducido por el ejercicio. Los deportistas habitualmente describen
el dolor como una estrechez pulmonar, asociada con dificultad de respirar y tos. En cuanto a los síncopes
durante el ejercicio, pueden ser signo de serias enfermedades cardíacas subyacentes.
Otro síntoma prodrómico sería un patrón alterado de
ECG. No obstante, como queda reflejado en líneas
superiores, el análisis e interpretación de los datos debe ser
realizado por un médico, ya que dicha alteración del ritmo
cardíaco puede estar justificada fisiológicamente como
consecuencia de la adaptación del organismo al proceso de
entrenamiento deportivo. Todo ello en pos de reducir las
altas tasas de falsos positivos y de gastos innecesarios en
exámenes posteriores que ello conlleva.
El impacto ocasionado por un caso de muerte súbita a nivel social justifica la inhabilitación de los
deportistas jóvenes en riesgo, en aras a reducir posibles ataques silenciosos o inusuales muertes. Las
decisiones de apartar a los deportistas de competición con anormalidades cardiovasculares basadas en
los síntomas médicos de riesgo asociado al ejercicio deberían realizarse siempre en concordancia con
la Conferencia de Bethesda.
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42
Se considera un factor de riesgo el estrés térmico, ya que una alta
“
temperatura incrementa la frecuecnia cardíaca y podría inducir a arritmia”
Factores de riesgo
En personas condicionadas por anomalías cardíacas, la actividad física podría considerarse como un
factor de riesgo importante, sobre todo en las disciplinas competitivas. El deporte como tal no es la causa
del aumento de la mortalidad, pero sí el origen que desencadena un ataque cardíaco en aquellos
deportistas predispuestos fisiológicamente a arritmias ventriculares. Si bien existen discrepancias con
respecto a este tema, puesto que también existen artículos que consideran que practicantes no habituales
poseen mayor riesgo que a los deportistas comunes. La definición del COI de “deportistas de élite” como
el individuo que entrena más de 10 horas por semana podría ser tenido en cuenta a la hora de decidir quién
debe ser examinado.
Se considera un factor de riesgo el estrés térmico, ya que una alta temperatura incrementa la frecuecnia
cardíaca y podría inducir a arritmia. Un baño caliente o ducha inmediatamente después de los ejercicios
también debería evitarse. Así mismo, fumar debería ser evitado en deportistas, no solo en los prescritos
con enfermedad de la arteria coronaria, porque puede causar un incremento de ácidos grasos libres y su
liberación favoreciendo la aparición de arritmias, particularmente en el periodo inmediato postejercicio.
Otros estudios proponen como factores de riesgo de muerte súbita síncopes recurrentes, taquicardias
ventriculares en ECG ambulatorios e Hipertrofia ventricular izquierda extrema. Por una parte, se ha
reconocido que la práctica regular de actividad física es un factor protector de cardiopatía isquémica y, por
otra parte, se sabe que la actividad física intensa puede desencadenar una MSC, sobre todo en personas
que no realizan este tipo de actividades de forma regular y en personas con enfermedades cardíacas.
Ha habido un inquietante aumento de reportajes (a menudo en
los medios de comunicación) relacionados con la muerte súbita
asociados a deportes extenuantes como maratón y fútbol, y en la
mayoría de los casos de carácter profesional. Estableciéndose
una gran asociación entre actividad deportiva y muerte súbita. No
obstante, hay estudios que demuestran que la actividad físicodeportiva es sólo un factor de riesgo más y como tal ha de ser
considerado. En este sentido, destacamos un estudio realizado
por investigadores franceses del “Hospital Europeo Georges
Pompidou” de París, que analizaron 820 casos de muerte súbita
registrados entre los años 2005 y 2010 en el país galo. De estos
casos, se comprobó que el 90% se dio en personas que practicaban deporte a nivel aficionado o de
forma recreacional no competitiva. También resulta interesante, como se analizó en apartados
superiores, que la edad de los sujetos fue relativamente joven, la mayoría de unos 45 años y
predominantemente hombres (el 95%).
Cadena de supervivencia
Puesto que las posibilidades de sobrevivir a un paro cardíaco repentino son escasas, el equipo de
atención médica del deportista debe preparar un protocolo de intervención hasta que se active el sistema
médico de emergencia (SME) que no debe tardar más de 8 minutos. Los distintos componentes de esta
cadena de supervivencia deben sucederse de forma casi simultánea. El SME incluye la planificación del
acceso al lugar donde se desarrolla el evento deportivo, que debe combinarse con una actuación
inmediata del equipo de atención médica del deportista: soporte vital básico (permeabilización de vías
aéreas y reanimación cardiopulmonar en primer minuto) y soporte vital avanzado (desfibrilación antes
del minuto dos). A continuación se debe dejar paso al equipo médico especializado que debería llegar
en un tiempo no superior a 5 minutos. En este sentido, estudios longitudinales como el Marijon et al.
afirman que sólo se siguió el protocolo de reanimación cardiopulmonar (RCP) en el 30% de los casos.
Septiembre-2012 nº 199
43
Conclusión y limitaciones
A modo de conclusión, consideramos oportuno
comentar que de acuerdo con la mayoría de las
referencias revisadas, la inexistencia de un registro
o categoría de este tipo de muerte impide un estudio
más profundo. En la mayoría de los casos, en el
momento de la muerte no se registran las condiciones que han llevado a ella como, por ejemplo, la
intensidad a la que se realizaba la actividad. Si
hablamos de los estudios propiamente dichos, los
resultados no pueden ser generalizados en su
totalidad pues existen una serie de variables que no
son comunes. Por ello, sólo se puede recurrir a la
revisión de los registros de autopsias, dándonos unos números estadísticos que van a depender del
entorno donde se producen las muertes, etnias predominantes, características culturales o deportivas.
Por ejemplo, la causa estructural más común encontrada atribuible a SCD en EEUU a los deportistas
es la cardiomiopatía hipertrófica (HCM) mientras que esa proporcionalidad tan directa no se da, por
ejemplo, en afroamericanos, lo que llega a resultar contradictorio puesto que existen publicaciones que
demuestran que aproximadamente la mitad de los deportistas que experimentan la SD fueron
afroamericanos
Los datos presentados en esta revisión demuestran que los casos de muerte súbita se dan tanto en
deportistas profesionales como en amateurs, así como en sujetos sedentarios afectados por ciertos
factores de riesgo. Resulta de vital importancia que todos seamos conscientes de la necesidad de vigilar
el estado de salud de nuestra bomba cardíaca. Aunque en la mayoría de las ocasiones el corazón avisa
(arritmias, dolores torácicos, disneas, mareos, etc.) en otras no tiene por qué hacerlo. Por lo tanto, se
hace necesario estandarizar protocolos de prevención eficientes, así como educar a la población,
sensibilizándola, haciéndola partícipe, y proporcionando los medios y herramientas necesarias con el
fin de aumentar la respuesta útil tras un episodio de muerte súbita.
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45
T
Á
C
T
I
C
A
Contraataque tras
acción de juego
cerrada
del rival
Por
Santiago Kenet Sánchez Custodio
Entrenador de Fútbol, nivel I.
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL).
Como desde siempre, mantengo que un equipo de fútbol debe conocer todas las formas de
atacar, todos los tipos de ataque, para aplicar cada uno de ellos durante el partido en función de las
situaciones que se vayan presentando. Como desde siempre, mantengo que un buen equipo de fútbol
tiene que dominar todas las variantes tácticas, tanto de la situación de defensa como de la situación
de ataque, para utilizar en cada instante del juego la más adecuada. Muchas veces los equipos no
dominan el contraataque y especialmente no lo dominan cuando tienen que ejecutarle tras una
acción de lanzamiento de una falta, un saque de banda o un saque de esquina del equipo rival.
Santiago Kenet Sánchez Custodio, buen técnico pleno de inquietudes, nos ofrece un trabajo sobre
esta situación. Trabajo desarrollado en la práctica con un equipo concreto que aporta interesantes
conceptos y conclusiones. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL)
Introducción
a importancia del contraataque en el fútbol es primordial. Es un concepto válido para todos los
equipos, ya sean mejores, peores, de mayor o menor categoría, más técnicos, más veloces…
Cuántos partidos se habrán decidido gracias a una ejecución rápida y precisa de una contra bien
llevada, cuántos goles se habrán anotado con tan relativamente corto esfuerzo, cuántas alegrías y
disgustos les habrán dado a los aficionados esa ínfima cantidad de toques necesarios para plantarse
rápidamente en la portería rival y acabar introduciendo allí el balón. El contraataque es un principio ofensivo
que ningún entrenador debe desestimar para el buen funcionamiento de su equipo.
L
He planteado el contraataque partiendo de un saque de esquina o de un tiro libre lateral del equipo rival
que implique un centro al área. Considero fundamental que aprender a ejecutar el contraataque en este
tipo de situaciones que tanto se producen en cada partido. No quiero decir que el equipo se dedique
únicamente a efectuar contraataques cuando el rival ejecute este tipo de jugadas, sino que expongo el
problema como una base de aprendizaje que luego podremos extender a un robo de balón cerca del área
rival, en nuestra propia defensa o cuando el contrario se encuentre descolocado o en inferioridad numérica
por cualquier motivo.
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Debo destacar que soy partidario de que mis equipos realicen ataques indirectos, siendo este el estilo
de juego habitual a lo largo de los noventa minutos. Sin embargo, no quiero despreciar el contraataque.
Es importante que los jugadores entiendan que aunque el modelo a implantar se base en la posesión de
balón, en la paciencia para llegar hasta la portería rival y en el control del “tempo del partido”, un
contraataque nunca debe ser desaprovechado si se presenta la oportunidad de realizarlo. En general, me
he dedicado más a incidir principalmente en el inicio de la jugada, sin por ello restar importancia a la
finalización en sí misma. He planteado distintas cuestiones que originan el problema, tanto por parte del
portero como del resto de jugadores. Fijándome en la causa y el origen del problema, he establecido
posibles soluciones que conduzcan al aprendizaje final del contraataque, y para ello he redactado los
objetivos y los contenidos que me voy a proponer para con mi equipo. He creído conveniente desarrollar
una serie de actividades que contribuyan a asimilar el entramado del contraataque. Estas actividades las
pongo en práctica mediante un método de enseñanza determinado que he querido justificar, ya que creo
es el más conveniente para su realización. He puesto especial hincapié en las pruebas de evaluación. Por
último, he querido elaborar una sesión tipo en la que resumo todos los aspectos descritos anteriormente
y que servirá a mi equipo para desarrollar y llevar a la práctica el ejercicio del contraataque. Finalizo con
una serie de conclusiones tras haber analizado previamente los resultados.
Análisis del contexto de estudio
El equipo en el que he desarrollado mi investigación es el Unión Deportiva Plasencia, que milita
actualmente en la Regional Preferente. Se trata de un club histórico de la ciudad que por cuestiones
deportivas, y sobre todo extradeportivas, se ha visto abocado a una mala situación económica en los
últimos años, consumándose un descenso a la regional preferente a lo largo del curso pasado, en el que
fue una temporada nefasta para el club. Este año, el equipo tiene dos metas fundamentales: retornar a
la Tercera División y sanearse económicamente, abonando todas las deudas pendientes que han
provocado tantos daños en anteriores temporadas. Para ello contará especialmente con gente de la casa,
que cobrará por objetivos a razón de una cantidad fija por cada partido ganado. Por tanto, se pretende
fomentar la competitividad y el compromiso de los jugadores para relanzar al club y volver a colocarle
donde tiene que estar, en una categoría que nunca debería haber perdido.
El lugar de trabajo es la Ciudad Deportiva Municipal, en un campo de proporciones grandes teniendo
en cuenta el resto de campos de la categoría. El césped se encuentra en un estado regular, aunque ha
mejorado algo respecto a otros años debido fundamentalmente a que este año no se han organizado
conciertos que provocaron que la temporada pasada, sobre todo al comienzo, estuviese casi
impracticable. Este fue sin duda otro de los motivos que arrastró al equipo hasta la Regional Preferente,
ya que no solo los partidos, sino gran cantidad de entrenamientos, se vieron condicionados por la nefasta
situación del terreno de juego.
En cuanto a los materiales con que contamos, son los normales en equipos de esta categoría: una
serie de balones suficientes para que los jugadores puedan trabajar por parejas pero no de forma
individual, petos, conos, chinos, porterías laterales y alguna pica. Estos son los elementos con los que
debemos organizar nuestros entrenamientos.
El nivel de los jugadores es alto para la categoría que vamos a afrontar, ya que muchos de ellos
permanecen del año anterior, siendo futbolistas con elevada experiencia y categoría contrastada en la
Tercera División. El equipo se completa con varios juveniles que el pasado curso lucharon por los primeros
puestos de la División Autonómica Extremeña, por lo que son chavales de garantías, comprometidos con
el equipo y dispuestos a aportar su granito de arena en busca de la consecución del objetivo final.
Los días de entrenamiento son variables: a comienzos de temporada se entrenará durante todos los
días (especialmente las 2-3 primeras semanas) hasta que el equipo vaya cogiendo el tono físico
necesario para afrontar con garantías el duro reto del ascenso. A medida que vayan transcurriendo las
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semanas pasaremos a entrenar 3 ó 4 veces por semana, en función de factores como el rival, la
climatología, el estado físico y anímico del equipo, etc.
Me gustaría destacar que el ambiente del equipo es excelente. Todos son conscientes de la mala
campaña realizada el curso pasado, y los que se han quedado tienen ganas de reivindicarse y ayudar a
crecer a los jóvenes valores del equipo en busca de un ascenso que sin duda la ciudad merece.
Definición del problema, origen y causas
Mis jugadores no saben ejecutar el contraataque
cuando el equipo rival realiza un saque de esquina o
un tiro libre lateral cerca de nuestra área de meta. El
problema se presenta fundamentalmente a la hora de
iniciarlo debido a las siguientes causas:
- La causa principal del problema radica en que
mis jugadores no saben colocarse adecuadamente
para el inicio del contraataque porque tienden a
meterse todos dentro de nuestra propia área o, en
el caso de colocarse fuera de ella, lo hacen en
posiciones que no son correctas para poder iniciar
una contra. Piensan que es mucho más efectivo
procurar que no nos marquen gol en cada saque de
esquina que prepararnos para una salida posterior.
Están mucho más preocupados de la defensa que del
ataque, mayormente influidos por la tendencia del
fútbol actual.
- La falta de decisión a la hora de salir con el balón jugado rápidamente es otra de las causas. Al
equipo le falta bastante confianza en cuanto al juego rápido se refiere, y quizás se deba a que están
acostumbrados a afrontar los partidos controlando el juego y avanzando progresivamente hacia el
marco contrario. No deja de ser positivo que el equipo quiera controlar el juego, pero los jugadores
deben darse cuenta de las ventajas que tiene salir rápido con el balón jugado, especialmente cuando
el equipo contrario se encuentra desorganizado debido a que han subido los centrales a rematar un
saque de esquina.
- Es quizás esta última causa la que provoca una excesiva pérdida de tiempo a la hora de efectuar
los primeros pases en el inicio del contraataque y que muchas veces provoca que el contrario nos pueda
realizar una falta táctica que acabe con la capacidad de sorpresa de la contra. Somos un equipo que
tiende demasiado a tener la pelota, y así es muy difícil salir jugando rápido hacia la meta contraria.
En cuanto al origen del problema, podemos decir que el fundamental es la desmotivación, debido a
que no tienen muy claro el concepto de contraataque. Como ya expuse antes, están mucho más
preocupados de defender que de atacar y no creen en el concepto de salir rápido a la contra. Prefieren
llevar el ritmo del partido y jugar la pelota lentamente. Quizás se les haya informado mal en etapas
anteriores de un concepto tan importante y fundamental en el fútbol como es el que estamos abordando.
Debido también a etapas anteriores, el equipo ha cogido algunos vicios que ahora son difíciles de
erradicar: la conducción excesiva de la pelota es uno de ellos, el abuso del regate es otro y el agachar
la cabeza sin mirar los desmarques y movimientos de los compañeros cuando el jugador tiene la pelota
es el último. Son aspectos que en su día no fueron corregidos y que ahora es necesario hacerlo si
queremos que el equipo consiga ejecutar con precisión los contraataques.
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“Costará mucho menos esfuerzo llegar a la portería contraria con peligro si
ejecutamos la contra cuando el rival se encuentra desorganizado”
Quisiera destacar fundamentalmente el aspecto psicológico, quizás el más difícil o, más bien, el más
curioso de tratar. Se ha insistido tanto en las categorías inferiores sobre la importancia de la posesión de
la pelota que hablar de contraataque les supone un tremendo impacto en el sentido de que les parece
que nos vamos a pasar todo el partido encerrados atrás, esperando enganchar alguna contra con la que
imponernos en el resultado final.
Concepto y marco teórico relativo al problema de estudio
Indagando en la bibliografía, he conseguido encontrar las siguientes definiciones de contraataque:
- Reacción ofensiva de un deportista o de un equipo con la que sorprende al adversario antes de que
pueda organizarse.
- Ataque rápido que emprende un equipo inmediatamente después de recuperar el balón.
- Ataque rápido y sorpresivo que inicia un equipo de forma inmediata tras recuperar el balón,
aprovechando la desorganización defensiva del equipo contrario y la existencia de espacios libres. Se
lleva a cabo normalmente con pocos jugadores y en una situación de superioridad numérica atacante o
de igualdad.
- Situación estratégica preparada para, tras la recuperación del balón, salir controladamente al ataque
y crear unas acciones rápidas en superioridad numérica momentánea.
- Consiste en robar el balón al adversario en nuestra zona del campo e intentar llegar rápidamente a
su portería, sorprendiéndolo de tal forma que no pueda replegarse ni organizarse defensivamente y
explotando los espacios libres que dejó al adelantarse. La acción del contraataque se verá beneficiada
al disponer de espacios donde jugar y ante defensas descolocadas y en inferioridad numérica.
Aparte de estas definiciones del contraataque propiamente dicho, he encontrado también algunos
apuntes que pueden llegar a ser interesantes en lo que respecta a nuestro problema en cuestión:
- El movimiento continuado de los jugadores en un deporte de equipo permite encadenar acciones y
conseguir así gran eficacia.
En cuanto a la estrategia defensivo-ofensiva que nos permita salir al contraataque tras un saque de
esquina o tiro libre lateral del equipo rival, se aconseja que los extremos y el delantero centro se dispongan
en triángulo en una posición más adelantada, aproximadamente en el medio de la distancia entre la propia
área y el centro del campo.
Establecer hipótesis y posibles soluciones
Hay varias posibles soluciones si tenemos en cuenta el origen y las causas del problema:
En primer lugar, y conceptualmente hablando, ¿los jugadores entienden el concepto de
contraataque? La respuesta es no y, por tanto, se trata de que los jugadores comprendan la importancia
del contraataque como un principio ofensivo muy útil en jugadas a balón parado del equipo contrario. Se
les debe explicar mediante una breve charla que costará mucho menos esfuerzo llegar a la portería
contraria con peligro si ejecutamos la contra cuando el rival se encuentra desorganizado, por ejemplo, si
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sus centrales han subido a rematar y son otros jugadores menos especializados quienes ocupan las
posiciones más retrasadas. Hay que incidir en que la ejecución del contraataque debe realizarse con
pases y desmarques rápidos y precisos, no debiendo ralentizar el juego ni elaborando excesivamente
la jugada, ya que ello podría dar lugar a la reorganización del rival o bien a ser objeto de una falta táctica
que nos impediría la realización de la contra. Además, y dado que estos jugadores prestan una especial
atención a la defensa, hacerles ver que habrá muchas menos opciones de remate cuanto menor sea
el número de jugadores del rival en nuestra propia área. Así se darán cuenta de que no sólo hacemos
un contraataque para atacar, sino también para defender con mayor eficacia.
En segundo lugar, vamos a hacer hincapié en los aspectos procedimentales que podemos mejorar
para ejecutar con mayor precisión el contraataque:
- ¿Porqué es importante la técnica del pase? La mejora del pase se antoja como algo fundamental,
tanto por parte de los jugadores como por parte del portero. Debemos incidir fundamentalmente en pases
al primer y segundo toque y con mucha rapidez. Para ello trabajaremos primero de una forma analítica
para posteriormente pasar a ejercicios de forma global, de manera que saquemos el balón jugado desde
la defensa con la mayor brevedad posible.
- ¿Cómo debemos colocarnos para iniciar un contraataque cuando el equipo rival realiza una acción
a balón parado cercana a nuestra área? Incidir especialmente en la colocación de los jugadores, así como
en distintos movimientos y desmarques que nos permitan obtener una situación ventajosa cara al inicio
y finalización de la contra.
- ¿El objetivo perseguido es únicamente que no todo el equipo esté metido atrás para defender las
acciones del rival a balón parado? Debemos mejorar la definición y finalización del contraataque una vez
hayamos conseguido iniciarlo con éxito. Es importante porque aunque el problema fundamental se
presenta en el inicio, no debemos descuidar la finalización en sí misma.
- ¿Es importante la preparación física en el entrenamiento del contraataque? Importantísima,
especialmente, referida a la velocidad. Por eso, trabajaremos aspectos de velocidad de reacción, de
desplazamiento y gestual.
Motivarles y premiarles cada vez que realicen bien una contra es un punto muy importante para
que se den cuenta que realmente es un principio muy útil con el que se pueden obtener grandes
beneficios con poco esfuerzo. Unos beneficios que sin duda se verán reflejados en el marcador en más
de un partido, constituyendo este otro punto de refuerzo positivo para el entrenamiento de estas
acciones concretas.
Objetivos
Hemos dividido los objetivos en tres grupos principales: conceptuales, procedimentales, y
actitudinales. Los resumimos a continuación:
Objetivos conceptuales:
- Analizar la función de cada jugador para la correcta realización del contraataque.
- Conocer con exactitud cómo debemos colocarnos en el campo para ejecutar correctamente la
contra cuando el equipo contrario se dispone a sacar de esquina o ejecutar una acción a balón parado
en las cercanías de nuestra área, así como distintos movimientos que nos permitan iniciar el
contraataque.
- Distinguir los distintos espacios del campo que quedan libres a la hora de comenzar el
contraataque.
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Objetivos procedimentales:
- Ejecutar pases rápidos y precisos tanto con la
mano (portero) como con el pie (portero y jugadores).
- Mejorar los blocajes y la seguridad por alto de
los porteros, que en la mayoría de las ocasiones
serán los iniciadores del contragolpe.
- Mejorar los despejes orientados hacia el lado
contrario del que llega el balón, a ser posible.
- Utilizar los espacios libres que deja el equipo
contrario con el fin de comenzar a ejecutar el
contraataque, ocupándolos y aprovechándolos con
movimientos rápidos, sincronizados y muy bien
estudiados.
- Percibir los movimientos de desmarque de los
compañeros y seleccionar la mejor opción de pase.
- Mejorar distintas capacidades físicas y la
ejecución de movimientos que nos permitan realizar
contraataque con mayor eficacia.
- Levantar la cabeza cuando nos hacemos con la pelota y no caer en un exceso de individualidad
cuando el balón se encuentra cerca de nuestra área de meta, evitando conducciones y regates que,
aparte de restar velocidad al juego, pueden suponer todo un problema en caso de acabar perdiendo la
pelota.
- Culminar el contraataque en gol.
Objetivos actitudinales:
- Aceptar la importancia del contraataque como un principio táctico rápido y efectivo para llegar con
eficacia a la portería rival, especialmente cuando el contrario realiza algún saque a balón parado en las
cercanías de nuestra área.
- Respetar y ser solidarios con el resto de compañeros a la hora de entrenar este tipo de jugadas, ya
que por sus especiales características podrían derivar en distracciones en aquellos jugadores que no
intervengan directamente en la realización del contraataque.
- Colaborar con los compañeros en el desempeño de las funciones individuales.
Contenidos
Al igual que los objetivos, he decidido dividir los contenidos en conceptuales, procedimentales y
actitudinales.
Contenidos conceptuales:
- El contraataque tras un saque de esquina o tiro libre lateral del equipo contrario.
- La importancia del contraataque como un principio ofensivo que puede llegar a resolver muchos
partidos.
- El inicio del contraataque por parte del portero.
- Las superioridades numéricas en el contraataque. Movimientos.
- El inicio y la finalización del contraataque.
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Contenidos procedimentales:
- Ejecución rápida, correcta y precisa de los pases para el inicio de un contraataque.
- Blocaje y pase de precisión por parte del guardameta para el inicio del contraataque.
- Colocación correcta y aprendizaje de distintos movimientos para salir a la contra cuando el rival saca
de esquina o realiza un tiro libre lateral.
- Aprovechamiento de los espacios libres que el rival descuida cuando realiza un saque de esquina o
un tiro libre lateral.
- Finalización efectiva del contraataque una vez éste haya sido correctamente iniciado.
Contenidos actitudinales:
- Actitud positiva en el aprendizaje.
- Colaboración con los compañeros.
- Respeto al entrenador.
Existen una serie de normas que debemos respetar para mejorar en la consecución de contraataques
cuando el rival ejecuta una acción a balón parado. Son las siguientes:
1.- Todos los jugadores deben permanecer atentos, tanto a los contenidos teóricos de las sesiones
como a la aplicación práctica, incluso cuando no vayan a intervenir directamente en la realización del
contraataque.
2.- Jugar a la máxima velocidad, evitando conducciones y regates que puedan provocar el repliegue
del rival.
3.- Estar atentos y concentrados en todo momento en el desarrollo de las sesiones de entrenamiento
para luego estarlo en los partidos, y aplicar los conceptos aprendidos en los entrenamientos.
Actividades
Para la mejora del contraataque propongo una serie de actividades que pienso serán de gran utilidad.
Ahora las tratamos de forma general, en la sesión tipo especificaremos con más exactitud los ejercicios
llevados a cabo:
Actividades específicas del portero:
- Mejora de los blocajes. Para ello realizaremos centros laterales, tanto desde los saques de esquina
como desde posiciones laterales, y lo haremos tanto a pierna cambiada como a pierna natural de la banda
por la que saquemos. De esta forma, el portero aprenderá a blocar balones abiertos, cerrados, con efecto,
bombeados, más fuertes y más tocados. Alternar los tipos de golpeo, la altura y la velocidad.
- Mejora del saque del portero, tanto con el pie con la mano. Para ello situaremos a jugadores laterales
que deben comenzar a correr para que el portero les envíe el balón con la precisión exacta para que el
jugador pueda controlar el balón en carrera.
Actividades específicas de los defensores:
- Al igual que hemos hecho con los porteros, los defensores también deben aprender a mejorar los
despejes ante las acciones a balón parado del equipo rival. De esta forma trabajaremos en defensa pero
también en ataque, ya que una de las premisas en este tipo de actividades será la de tratar de despejar
siempre hacia la banda contraria de donde nos llega el balón.
Actividades específicas de los delanteros:
- Ejercicios de superioridad numérica (2:1 ó 3:2) para mejorar los movimientos, los arrastres, las fintas,
el último pase y la finalización de cara a portería.
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“Vamos a darle especial importancia al contraataque cuando se realiza
tras una jugada de saque de esquina o tiro libre directo lateral del
equipo contrario
”
- Trabajos de 1:1, primero contra el defensa y posteriormente contra el portero, situaciones habituales
en los contraataques.
Actividades conjuntas de todo el equipo:
- Ejercicios para mejorar los contraataques y los repliegues, de alta intensidad y dividiendo a la plantilla
en equipos de 3-4 jugadores.
- Ejercicios de saques a balón parado, despejes o remates, repliegues y contraataques, en equipos
formados por 4-5 jugadores.
- Ejercicios de evoluciones en el juego, de forma
semi-activa y posteriormente activa, para que los
jugadores conozcan específicamente algunos
movimientos a realizar en función de su situación de
partida, que también será tratada.
- Ejercicios de aplicación directa en partidos tácticos
en los que se produzcan acciones a balón parado.
Colocación de los jugadores, movimientos a realizar,
precisión en los pases, repliegue por parte del equipo
defensor, coordinación y utilidad de los desmarques,
finalización de los contraataques.
Metodología y recursos
En el aprendizaje del contraataque voy a utilizar el método del mando directo, en el que el entrenador
establece y dirige las actividades e instruye directamente a sus jugadores. La evaluación de los resultados
es de tipo finalista, ya que en este caso lo que interesa es que acaben ejecutando correctamente el
contraataque y en los instantes oportunos, así como finalizándolo en gol. Vamos a darle especial
importancia al contraataque cuando se realiza tras una jugada de saque de esquina o tiro libre directo
lateral del equipo contrario, de forma que luego podamos extrapolar la situación a, por ejemplo, un robo
de balón cerca del área rival.
Pienso que este método es el que más conviene porque lo que tratamos de buscar son una serie de
acciones conjuntas un tanto complejas, que con otros métodos serían bastante complicadas. Por ejemplo,
en el aprendizaje del pase, que sólo se trata de eso: un pase (pero que no deja de tener importancia ni
mucho menos), quizás el método más conveniente sería el de descubrimiento guiado, sobre todo en
etapas muy jóvenes, en las que el jugador busca las soluciones por su cuenta. Pero en este caso,
tratándose de una serie de movimientos: el cuándo efectuarlos, cómo, en qué momento dar el pase, como
finalizar la jugada… quizás sean muchas cosas para un método más activo. Esto no quiere decir que en
momentos puntuales no se le puedan hacer al jugador preguntas del tipo: “¿tú cómo crees que iniciarías
mejor el contraataque?”, o “¿hacia dónde crees mejor que puede orientarse tu desmarque, en función de
los espacios libres que deja el rival?”. Con esto quiero decir que tampoco hay que seguir un mando directo
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al cien por cien, pero sí es el método que va a predominar. El “tomar prestado” recursos de otros métodos
más activos estoy seguro que le hará mucho bien al equipo. Aún así, insisto en que es importante que el
jugador se someta al mandato del entrenador, quién organizará, controlará y desarrollará las actividades
a realizar, convirtiéndose el jugador en un mero repetidor e imitador de aquél. Aunque un contraataque
puede ejecutarse de mil formas distintas, sería muy interesante una pequeña automatización de
movimientos sentando una base interesante cara al futuro. Una vez dominados estos desmarques y
apoyos, se le debe dar más libertad al jugador para que elija la mejor opción. Para establecer esa base lo
mejor es una actitud directiva del entrenador, que tendrá en cuenta el orden y la disciplina de cada jugador
dentro de lo que es el equipo.
Control y evaluación
Debido a la complejidad del problema a tratar, he creído conveniente realizar distintas pruebas de
evaluación, tanto cuantitativas como cualitativas:
Cuantitativas:
- Número total de segundos que emplea el equipo en llegar a la portería contraria desde que nos
hacemos con el balón en zona defensiva tras un saque de esquina o lanzamiento lateral a balón parado
del equipo contrario.
- En lugar del número de segundos, podemos contar también el número total de pases, suponiendo
que a menor cantidad de ellos, mayor rapidez en el cómputo global de la jugada.
Cualitativas:
Para este método de evaluación, realizaré una escala de clasificación en la que evaluaré a cada
jugador con una nota del 0 al 10 en distintas situaciones. Así podré obtener información sobre qué
jugadores son los más aptos para realizar el contraataque y cuáles son más útiles en la defensa del saque
de esquina del rival. La escala tendría la siguiente forma:
Nombre
jugador
Precisión
en el pase
Capacidad de desmarque y Capacidad Capacidad
de desborde
de
Observaciones
aprovechamiento
de espacios libres
al contrario finalización
1.
2.
3.
Etc.
Asimismo, el entrenador debe evaluar y observar que a medida que se ensaya y aprende el
contraataque, los jugadores le van dando la importancia que éste se merece. Este es quizás uno de los
objetivos más importantes, pues sería muy difícil trabajar en algo en lo que no se cree, y el único método
de evaluación posible aquí parte de la subjetividad del entrenador, que debe observar en sus jugadores
un mayor interés y entusiasmo a medida que avancen los entrenamientos en torno al contraataque. Sólo
así se conseguirá un aprendizaje correcto del mismo y su posterior aplicación en los partidos con el
consiguiente beneficio para el equipo.
Partimos de una evaluación inicial en la que nos damos cuenta que el equipo tarda mucho en montar
un contraataque, que el balón no llega correctamente a los delanteros, que lo hacemos con mucha lentitud
y al equipo contrario le da tiempo a replegarse… para poco a poco ir mejorando tanto en la precisión de
los pases y desmarques, como en el tiempo de ejecución, y finalizando con éxito la realización de los
contraataques, anotando goles con asiduidad en ejercicios y posteriormente en partidos.
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Realización
En el trabajo de la mejora del contraataque tras una acción a balón parado del equipo rival realizaremos
los siguientes trabajos a lo largo de la temporada, siguiendo el método de ATR (AcumulaciónTransformación-Realización). Debido a la complejidad de la materia tratada, especifico únicamente el
primer macrociclo (desde julio hasta diciembre). En función de la mejora experimentada se trabajará más
o menos a partir de diciembre, teniendo en cuenta el rendimiento del equipo en competición.
Primer Macrociclo (julio -diciembre):
- Mesociclo de Acumulación (julio-agosto)
· Microciclo de Carga. 4ª Semana. Actividad general táctica de la práctica del contraataque, en
una sesión. Movimientos específicos, colocación de los jugadores.
· Microciclo de Carga. 5ª Semana. Actividad para el desarrollo de la capacidad anaeróbica láctica,
más contraataques y repliegues intensivos, en una sesión. Superioridad numérica 3:2 con finalización.
· Microciclo de Activación. 8ª Semana. Actividades en 2 sesiones para la mejora del contraataque,
una de ellas tras saque a balón parado del rival.
- Mesociclo de Transformación (septiembre-octubre)
· Microciclo de Competición. 10ª Semana. Actividades en una sesión de entrenamiento para la
mejora de la finalización en superioridad numérica
· Microciclo de Competición. 12ª Semana. Actividades en varias sesiones para la mejora general
del contragolpe y la finalización tras jugadas rápidas.
· Microciclo de Competición. 15ª Semana. Aprovechando el puente de octubre jugaremos un
partidillo amistoso contra el filial en el que repasaremos los conceptos y movimientos tácticos al sacar
de esquina el equipo rival.
- Mesociclo de Realización (noviembre-diciembre)
· Microciclo de Competición. 17ª Semana. Trabajo de finalización y de situaciones 1:1, en una
sesión. Utilizar más sesiones si es necesario.
· Microciclo de competición. 18ª Semana. Trabajaremos en varias sesiones los saques en largo
del portero para iniciar las contras, y los movimientos específicos de delanteros y centrocampistas
que se incorporan desde atrás para finalizar de forma adecuada los contraataques.
· Microciclo de competición. 20ª Semana. Situaciones de superioridad numérica, 2:1, 3:2, y 4:3.
En otra sesión de la semana perfeccionaremos varios movimientos que se pueden realizar para
efectuar un contragolpe tras una acción a balón parado del rival.
Como ya hemos apuntado, solo incluimos una breve descripción de algunas actividades de los primeros
meses del año. En el parón de navidad, tocará sentarse y analizar hasta que punto el equipo ha mejorado
en este principio ofensivo que consideramos tan importante y en que medida hay que seguir insistiendo en
él con la automatización de movimientos, precisión y velocidad en los pases y efectividad de cara al gol.
Sesión tipo
OBJETIVOS:
- Conocer los distintos movimientos a realizar en un contraataque.
- Analizar la función de cada jugador en la realización del mismo.
- Ejecutar correctamente el contraataque en sus distintas fases a partir de un saque de falta lateral
del equipo contrario.
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“Los delanteros han sabido perfectamente encontrar el momento de
pausa adecuado para, tras llegar en carrera, fintar al portero ”
- Aprovechar los espacios libres que existen en una acción de este tipo, aprovechándolos y creando
un contraataque mediante pases y desmarques rápidos, precisos y efectivos.
- Percatarse de la importancia del contraataque, por una parte, y del repliegue intensivo por la otra,
en acciones de este tipo.
PLANTEAMIENTO DE LA SESIÓN:
Vamos a desarrollar la sesión tipo de la 5ª semana de entrenamiento del año, en la que señalaremos
aquellas actividades relacionadas con la mejora del contraataque tras un saque de falta del equipo rival.
Para ciertos ejercicios nos dividimos en grupos de cinco jugadores.
DESARROLLO DE LA SESIÓN:
- Parte preparatoria:
· Calentamiento (carrera suave 10’ + estiramientos y movilidad articular)
· Calentamiento específico de los porteros. Ejercicio en grupos de paredes y movilidad.
- Parte principal:
· Ejercicio de muy alta intensidad (capacidad anaeróbica láctica) Dividimos a la plantilla en
grupos de cuatro jugadores más los porteros. Un jugador botará una falta lateral, el equipo atacante
intenta rematar, pero si no lo consigue debe replegarse rápidamente hasta tocar los chinos de su
propia área, momento en el que podrá defender el ataque rápido iniciado por el que era el equipo
defensor. Al finalizar este ataque invertiremos papeles, siendo en este caso los primeros defensores
los que deben correr, tocar sus chinos e intentar entonces frenar el ataque del rival. Haremos 3 ó 4
repeticiones en total, con pausas semi-activas (estiramientos) entre cada repetición
· Actividad de finalización en superioridad numérica, 3:2. Movimientos.
· Partido normal en el que cada gol anotado de contraataque vale el doble.
- Parte final o de vuelta la calma:
· Carrera suave 2’ + estiramientos + juego de relajación.
EVALUACIÓN DE LA SESIÓN:
- Aspectos a observar: colocación correcta de los jugadores, celeridad en el cómputo global de la
contra y del repliegue, pases rápidos y precisos, desmarques aprovechando los espacios libres, rapidez
en la ejecución.
- Cuantitativamente: número de goles conseguidos, número de acciones finalizadas, número de
movimientos adecuados y tiempo de ejecución.
Resultados del estudio
Los resultados del estudio no pueden ser más que satisfactorios. Tras unas cuantas semanas de
entrenamiento, y tras haber evaluado el antes y el después de las sesiones tipo, analizamos los
resultados obtenidos:
- El equipo sitúa ya varios jugadores preparados para salir al contraataque cuando el rival efectúa una
acción a balón parado en las cercanías de nuestra área. Es importante observar el compromiso adquirido
y la motivación que supone la consecución de goles para el equipo en acciones de este tipo.
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- Los movimientos que se producen cada vez son más rápidos y efectivos en los instantes iniciales,
y el equipo tiene claro que si el saque de esquina o la falta lateral llega de un lado, el balón debe ir hacia
el otro.
- La velocidad de ejecución también se ha
incrementado notablemente desde que comenzamos a trabajar este tipo de jugadas. Al
comienzo, el equipo tardaba mucho en llegar a la
portería rival tras iniciarse el contraataque. Además, se abusaba de conducciones y regates.
Poco a poco, el equipo ha ido mejorando en todos
los sentidos; ahora, en apenas 3 ó 4 pases es
capaz de plantarse en la portería rival con un
tiempo de ejecución muy corto en comparación
con las primeras sesiones.
- La mejora del contraataque tras acciones a balón parado del rival no solo ha mejorado el aspecto
ofensivo del juego. Otro de los objetivos paralelos era evidentemente mejorar los despejes y las salidas
por alto del guardameta. Especialmente esto último ha mejorado con creces, y los dos guardametas del
equipo son ahora mucho mejores en el blocaje, aunque aún deben mejorar la precisión de los pases hacia
los compañeros, especialmente el golpeo con el pie.
- Donde sí han mejorado muchísimo ambos guardametas es en el saque con la mano. Especialmente
uno de ellos es capaz de poner el balón con la mano casi en el mediocampo, con lo que el comienzo del
contraataque está garantizado.
- Desde el comienzo de los trabajos también se ha notado una alta mejoría en la capacidad de
finalización de los contraataques. Ahora no solo se realizan a mayor velocidad, sino que en la mayoría
de las ocasiones acaban dentro de la portería si conseguimos plantarnos delante del portero. Los
delanteros han sabido perfectamente encontrar el momento de pausa adecuado para, tras llegar en
carrera, fintar al portero y colocar el balón lejos de su alcance.
La evaluación de los resultados, por lo tanto, nos deja muy satisfechos del trabajo realizado ya que
consideramos el contraataque, si bien no como el principio fundamental ofensivo del equipo, sí como un
factor muy importante para gozar de alternativas en el ataque.
Conclusiones relevantes
El desarrollo de este proyecto buscaba encontrar una serie de mejoras en aquellos equipos que no
estaban habituados a realizar contraataques. Pienso personalmente que el contragolpe es un principio
ofensivo fundamental en cualquier equipo, incluso aunque no sea el estilo de juego predominante de ese
equipo. Por eso he querido centrarme en acciones a balón parado, porque este tipo de acciones las va
a tener que defender todo el mundo, ya sean equipos habituados a esperar replegados atrás y que tienen
el contraataque como norma habitual, o ya sean aquellos equipos que prefieren presionar arriba
buscando robar el balón cerca de la portería rival y que generalmente utilizan los ataques indirectos para
llevar la pelota hacia el fondo de las mallas.
Por tanto, una de las conclusiones más relevantes que este trabajo puede aportar es que resulta
válido para todos los equipos, es aplicable en todos ellos y es útil sin lugar a dudas. Al trabajar acciones
a balón parado mejoramos no solo la parcela ofensiva sino también la defensiva. Es quizás también una
forma de enmascarar a los jugadores un trabajo defensivo básico que de otra forma pudiese resultar
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algo monótono. Si les damos a los jugadores la oportunidad no solo de despejar, sino también de
aprovechar esos despejes para salir con peligro a la contra, estaremos fomentando un doble reto en el
que lo primero evidentemente será evitar que nos rematen a puerta para, posteriormente, aprovechar
los espacios libres existentes en acciones de este tipo para lograr rápidas transiciones de defensaataque que puedan resultar muy beneficiosas para el equipo.
Concretamente, podemos sacar las siguientes conclusiones:
- El equipo ha entendido perfectamente la importancia del contraataque tras acción a balón parado
del equipo rival, ya no defendemos todos atrás sino que se quedan varios hombres descolgados para la
ejecución del contraataque.
- Se han anotado varios goles llevando a cabo estos contraataques, especialmente tras saques de
esquina rivales en los que el portero ha podido blocar la pelota y sacar en largo con la mano buscando
los movimientos ofensivos trabajados.
- La mejoría en defensa ha sido notable, encajando un solo tanto en acciones de este tipo en los
meses de desarrollo del estudio (julio-diciembre). Así que estamos muy satisfechos por partida doble.
- El equipo ha sabido extrapolar varios de los elementos trabajados al modelo de juego general: no
abusan tanto de las conducciones, el número de regates ha bajado en cantidad pero subido en calidad,
son habituales las paredes y jugadas a 1-2 toques.
- Como colofón final, el ambiente ha mejorado también mucho, tanto por la marcha del equipo como
por la efectividad en este tipo de acciones. Ahora el equipo ya no se muestra tan reticente a trabajar el
balón parado sino que son incluso los propios jugadores los que piden en ocasiones trabajar acciones
de este tipo.
BIBLIOGRAFÍA
BANGSBO, JENS Y PEITERSEN, BIRGER (2003). Fútbol: Jugar en ataque. Editorial Paidotribo. Barcelona.
LÓPEZ LÓPEZ, JAVIER (2002). Fútbol: 160 fichas de entrenamiento para cadetes. Wanceulen Editorial
Deportiva, S.L. Sevilla.
VILACHÁ RODRÍGUEZ, ALFONSO (2003). Fútbol: Aprender y disfrutar jugando. Sesiones de
entrenamiento: infantiles, cadetes y juveniles. Librería Deportiva Esteban Sanz, S.L. Madrid,
MORENO, MARIANO (2005). Táctica, estrategia. Curso Nivel 2. Entrenador Regional de Fútbol. Técnico
Deportivo de Grado Medio. Real Federación Española de Fútbol. Escuela Nacional. Editorial Gymnos.
Madrid.
Teoría y Práctica del Entrenamiento Deportivo. Curso Nivel 2. Entrenador Regional. Técnico Deportivo.
Real Federación Española de Fútbol, Escuela Nacional (2003). Imprenta Sarabia. Madrid.
Táctica, estrategia, sistemas de juego. Curso nivel-1, instructor de fútbol base. Real Federación Española
de fútbol. Escuela Nacional.
Metodología de enseñanza y entrenamiento deportivo aplicado al fútbol. Curso nivel-1, instructor de
fútbol base. Real Federación Española de fútbol. Escuela Nacional.
Diccionario Paidotribo de la Actividad Física y el Deporte (1999). Volumen II, C-D. Editorial Paidotribo.
Gran Enciclopedia de los Deportes (1998). Tomo 3. Cultural de Ediciones, S.A.
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Firma invitada
Francisco Seirul.lo Vargas
Licenciado en Educación Física y Deportes.
Preparador Físico del F. C. Barcelona.
Profesor del INEF de Cataluña.
El fútbol como deporte de equipo
ada individuo es una estructura hipercompleja conformado por un conjunto de sistemas
complejos. Cuando toma la decisión de estar en el aire, controlar con el pie, bajar el balón
y pasarlo, pone en evidencia a todos los sistemas, su ejecución no es casualidad, sino el
producto de la interacción de todos los sistemas de su estructura hipercompleja. La evolución del
aprendizaje se centra en la capacidad para analizar las señales, interpretarlas y tomar variadas
soluciones motrices cada vez más ajustadas a los objetivos buscados. Este es el objetivo de las
teorías cognitivas, que están más próximas a lo que necesitamos para los deportes de equipo. El
pensamiento sistémico, la teoría de los sistemas, la teoría ecologista y la teoría estructuralista nos
dan la medida exacta que necesitamos para entender el comportamiento globalizado del ser vivo.
Debemos cambiar la observación de los fenómenos que suceden en la práctica de los deportes de
equipo porque el soporte científico de estos deportes tiene que hacerse partiendo de otras ciencias
que ya existen y que se han aplicado a otros campos. No tenemos que entrenar en los deportes de
equipo sobre el automatismo y sí sobre la variedad. La variedad de las situaciones es lo que
verdaderamente enriquece la capacidad para dar respuestas aleatorias y diversas, que es lo que
sucede en la realidad y lo que se necesita en los deportes de equipo.
C
En función de los caminos que va siguiendo la autoestructuración de cada uno de los sistemas,
cada sujeto es capaz de resolver la misma situación de distintas maneras. Por eso el fútbol es el
deporte de interacción de mayor no linealidad. A pesar de los entrenadores, preparadores físicos,
fisiólogos… a pesar de todo, el sujeto que tiene talento y se ha construido de esta forma, aún sin
saberlo, construye situaciones distintas que la mayoría de los sujetos porque el camino de autoestructuración ha sido distinto para cada uno de los sistemas, autodiseña una alternativa de
optimización del producto de su configuración genética pero que se optimiza, o no, cuando
pertenece a un determinado conjunto distinto de sistemas. Todos tienen el mismo sistema nervioso,
la misma estructura formal, sí, pero se autooptimizan de forma muy distinta según las experiencias
motrices que han tenido a lo largo de su vida y según la forma en que las han aprendido.
En fútbol no hay que plantear tareas concretas para observar al jugador, lo que debe hacerse es
convencer a la situación del entorno que nosotros podamos prever, la no linealidad de esta situación
que esté dentro de unos parámetros que al menos nos aseguren una situación simuladora parecida
a las condiciones que vamos a tener en la competición. Sólo valen estas situaciones simuladores
preferenciales. No valen otras porque no contemplan la no linealidad de las actuaciones en una
situación de deporte de equipo. La solución está en crear situaciones simuladoras preferenciales
que permitan altos niveles de interacción para ser resueltas. Hay que crear situaciones reales de
interacción en las que para resolverlas sea necesaria la optimización preferente de alguna de las
estructuras respecto a otras. Pero que intervengan todas ellas es un entrenamiento global y no es
un entrenamiento estructural. Tenemos que plantear situaciones simuladoras que no sean físicotécnico-tácticas, sino que con el soporte prioritario de una de las determinadas estructuras podamos
concluir con la interacción entre todas. No la física con la técnica, sino que la física de prioridad a
la coordinativa (soporte de la técnica), la cognitiva (soporte de lo táctico) y la socio-emotiva
(interacción con las demás situaciones).
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Nuestro ejercicio del mes
Revista TRAINING FÚTBOL nº 199
TAREA DE ENTRENAMIENTO
Autor:
Miguel Ángel Portugal
Entrenador Nacional de Fútbol.
Ex-entrenador del Racing de Santander.
Título: “Subida de laterales”.
OBJETIVOS:
1.- Subida bien establecida de los laterales cubriendo todo el frente de ataque.
2.- Salida de balón desde atrás aprovechando la superioridad numérica.
3.- Presión de los delanteros sobre salida de balón de defensores rivales.
4.- Defensa de la portería con inferioridad numérica.
Consideraciones:
Introducir la variante de que los dos delanteros azules puedan abandonar la zona 1
para prestar ayuda defensiva a sus compañeros. Con esto se desarrolla el
repliegue y las ayudas defensivas de los delanteros.
EXPLICACIÓN Y DESARROLLO
Para establecer los espacios de desarrollo de la tarea tomamos como referencia
medio campo reglamentario. En este espacio global de medio campo marcamos
dos zonas, zona 1 y zona 2. La zona 1 con unas dimensiones aproximadas de 16 x
70 metros y la zona 2 con unas dimensiones aproximadas de 39 x 70 metros
(observar el gráfico).
Juegan dos equipos: un equipo A (rojos) compuesto por 8 jugadores más el
correspondiente portero, frente a un equipo B (azules) compuesto por 6 jugadores
más el correspondiente portero. El equipo A sitúa a cuatro jugadores (defensas)
dentro de la zona 1 y otros cuatro (medios y delanteros) dentro de la zona 2. El
equipo B sitúa a dos jugadores (delanteros) dentro de la zona 1 y cuatro jugadores
(defensas) dentro de la zona 2.
Inicia la jugada el portero del equipo rojo pasando el balón con la mano a uno de
sus compañeros. Cuando los cuatro jugadores rojos de la zona 1 (apoyándose
también en su portero) den una serie de toques establecidos (3, 4, 5…) ante la
oposición de los dos jugadores del equipo azul, pasarán el balón a un compañero
de la zona 2 y en ese momento se incorporarán a esa zona los dos laterales de los
rojos, cada uno por su banda y abriendo bien el frente de ataque.
El equipo rojo tratará de hacer gol en la portería contraria ante la oposición de los
cuatro defensores azules (los dos delanteros azules no pueden abandonar la zona
1) con la superioridad numérica de 6 contra cuatro (los cuatro que inician en la zona
2 más los dos laterales que se incorporan).
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GRÁFICO
SELLO
REVISTA TÉCNICA PROFESIONAL
Jorge Guillén, 8
47400 Medina del Campo
VALLADOLID
Número 200- Octubre 2012
Contenido de nuestro PRÓXIMO NÚMERO
Hablamos de fútbol con… Francisco “Pacho” Maturana García.
Conceptos tácticos.
Francisco “Pacho” Maturana García.
Entrenador Nacional de Fútbol.
Ex-Entrenador del Real Valladolid y del Atlético de Madrid.
Ex-Seleccionador Nacional de Colombia.
Coordinador Técnico de la Federación Colombiana de Fútbol.
Jesús Cuadrado Pino.
Entrenador Nacional de Fútbol.
Máster Profesional en Fútbol y Máster en Alto Rendimiento Deportivo.
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol.
Director de TRAINING FÚTBOL y de CESFÚTBOL.
Director y Profesor del Máster Profesional en Fútbol.
Sobre la lógica interna del juego en fútbol.
Por
Manuel Aguado Gil.
Entrenador Nacional de Fútbol.
Máster Profesional en Fútbol.
Profesor de la Escuela de Entrenadores de Fútbol de Castilla-La Mancha.
.
Factores psicológicos que influyen en fútbol.
Por
Juan Andrés Jiménez Luna.
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
Fútbol: conceptos tácticos para analizar el juego.
Por Rubén Takayama.
Entrenador de Fútbol por el Instituto Superior de Lima, Perú.
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL).
.
.
Firma invitada
Tarea de entrenamiento: “Seis contra seis y seis porterías”
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