Los “tres mosqueteros uruguayos” de Ramón y Cajal

Transcripción

Los “tres mosqueteros uruguayos” de Ramón y Cajal
Los “tres mosqueteros uruguayos” de Ramón y Cajal
Dr. Ricardo Pou-Ferrari
Montevideo, Uruguay
I
En ocasión de un homenaje realizado al sabio español en la Academia Nacional de
Letras del Uruguay, en 19521, Clemente Estable (1896-1976) dictó una conferencia
titulada “Ramón y Cajal humanista”. Dijo entonces:
“No menos entrañable que en España es el homenaje que en Uruguay
tributamos a Cajal. Su influencia en Hispano América como incitador,
animador y propulsor de la producción original es evidente. Tuvo directa
experiencia de España en América y fue sincera, noble e intensa su
preocupación por el destino de la uno y de la otra. Un ilustre hermano suyo,
Don Pedro Ramón y Cajal, vivió seis años en Uruguay y cuatro uruguayos
fueron discípulos directos de Don Santiago: R. Terrazas, T. Blanes, J. Pou
Orfila…tres, sí, tres, pero son cuatro, como los tres mosqueteros.”
Omitía, como es obvio, por modestia, su nombre.
Para rehacer esa historia, veamos lo que el propio Cajal dice en “Recuerdos de mi
vida”,2 refiriéndose a “hechos fecundos” ocurridos durante el año 1897:
“La creación, a costa de no pocos sacrificios pecuniarios, de mi Revista
Trimestral micrográfica, cuyo primer fascículo vio la luz en marzo de 1897, al
objeto de publicar rápidamente y sin hacer antesala en las redacciones las
revistas nacionales y extranjeras, los trabajos micrográficos del Laboratorio de
la Facultad de Medicina y de estimular al mismo tiempo los ensayos de mis
discípulos[…] Poco después, creado un germen de escuela, ayudáronme
eficazmente, entre otros discípulos entusiastas, mi hermano Pedro Ramón Cajal,
a la sazón catedrático de Histología en Cádiz, que contribuyó nada menos que
con ocho extensas monografías sobre variados temas de neurología comparada
(peces, reptiles, aves, batracios); el malogrado alumno interno R[amón]
Terrazas, con sus interesantes estudios de neurogénesis cerebelosa y los
referentes al tejido cartilaginoso; el joven mallorquín Blanes Viale, alumno
aventajadísimo (muerto también en flor antes del término de la carrera, con
cierta concienzuda indagación acerca del bulbo olfatorio; Sala Pons, antiguo
discípulo de Barcelona, con sus estudios relativos a la corteza cerebral de las
aves y médula espinal de los batracios; Olóriz Aguilera, cuya colaboración en
mis indagaciones sobre la estructura ganglionar dejo ya consignada; Carlos
Calleja, por entonces ayudante de la Facultad y autor de valiosa comunicación
acerca de la corteza cerebral olfativa y en fin, Isidoro Lavilla, actual
catedrático de Valladolid, que aportó dos estudios importantes: uno sobre el
gran simpático intestinal y otro concerniente a los focos acústicos de los
mamíferos”.
1
2
Estable, Clemente. Ramón y Cajal humanista. Rev Acad Nac Letras (Uruguay), 1952:196-204.
Ramón y Cajal, Santiago, Recuerdos de mi vida. Madrid, segunda ed., 1923.
1
Vemos acá que dos de los cuatro nombrados por Estable aparecen formando parte de
la naciente escuela cajaliana.
Según versión posterior del Maestro español, de 1922, en oportunidad que se le
concediera la Medalla “Etchegaray”, hace una más pormenorizada relación de sus
colaboradores hasta el momento, incluyendo entre paréntesis los períodos de sus
respectivas actuaciones: “Pedro Ramón y Cajal (1894-1918); Claudio Sala y Pons
(1892-1894); C. Calleja (1893-1897); J. Lavilla (1887-1897); R. Terrazas ((18961897); T. Blanes (1897); J. Havet (1898-1916); Eduardo del Río (1900-1910)”. En la
misma no figura, con razón, ni Pou (que no publicó trabajos junto a Cajal), ni Estable,
que fue a Madrid a partir de esta fecha.
II
La referencia a la nacionalidad uruguaya de Ramón Terrazas (f.1898), el dato parece
provenir de la cita de Pou Orfila – fuente siempre confiable-, quien manifiesta: “fuera
de quien habla, Cajal tuvo otros tres discípulos uruguayos: R. Terrazas, […] Tomás
Blanes Viale […] y finalmente, el talentoso Clemente Estable […]3 Pensamos que este
dato lo obtuvo de Claudio Sala y Pons (Artés, 1868-1943), colaborador de Cajal desde
los tiempos de Barcelona, que se había trasladado a Madrid en 1892.4 También pudo
haberle llegado a través de Carlos Calleja y Borja Tarrius (1872-1923), también
conocido de Pou y compañero de Terrazas en el Laboratorio.
No hemos podido, sin embargo, corroborarlo. Según Luis Nieto Amada, de Zaragoza 5,
sería español. El propio Pou no lo cita, entre los alumnos uruguayos, en ocasión de una
nueva conferencia sobre Cajal en1941.6
De las dos publicaciones de Terrazas, la de mayor trascendencia es la referida a la
neurogénesis del cerebelo, en la que describe las células de la glía y que es
profusamente citada en la bibliografía hasta el momento actual.7 En realidad, este había
sido uno de los temas estudiados por Cajal y por su hermano Pedro desde 1889, también
fue objeto de la tesis de doctorado de Claudio Sala y Pons de 1894, 8 a la que sigue el
trabajo en consideración, aparecido conjuntamente con otro del Maestro, en el que éste
intenta dar una interpretación fisiológica a la presencia de dichas células9
Posteriormente, la glía fue objeto de importantes estudios por parte de Nicolás
Achucarro (1882-1918), hasta culminar con la descripción de la microglía por Pío del
Río Hortega.
3
Pou Orfila, J. Discurso pronunciado en la ceremonia en honor a la memoria de Ramón y Cajal,
organizada por el Ministerio de Salud Pública del Uruguay, y realizada en el Salón de Conferencias del
Hospital Pasteur de Montevideo, el 29 de octubre de 1934. En: Juan Pou Orfila Discursos universitarios
y escritos culturales, segunda serie (1926-1949), Montevideo, Tip. Atlántida, 1941: 103-104.
4
Juanicó i Petrus, Antoní. Claudi Sala i Pons (Artés, 1868-1943). Gimbernat, 2008; 43: 229-238
5
Luis Nieto Almada, comunicación personal, 2006.
6
Pou Orfila, J. Discurso pronunciado en el ceremonia realizada en la Facultad de Medicina de
Montevideo, en homenaje a la memoria del ilustre biólogo español Santiago Ramón y Cajal. En:
Discursos opc.cit (1941): 316-324.
7
Terrazas, R. Notas sobre la neuroglía del cerebelo y el crecimiento de los elementos nerviosos. Rev
Trim Micro, 1897;2:199-208.
8
Sala y Pons., C. La neuroglía de los vertebrados. Estudio de histología comparada. Barcelona, Imp.
Casa Provincial de Caridad, 44 págs.
9
Ramón y Cajal, S. Algo sobre la significación fisiológica de la neuroglia. Rev Trim Microg, 1897;2:3347.
2
III
La vida y obra de Tomás Blanes Viale (1878-1899) ha sido estudiada por Antoní
Juanicó i Petrus 10y por el antes nombrado Luis Nieto Almada11, así como también,
tangencialmente, por la historiadora del arte compatriota Raquel Pereda en su libro
sobre el hermano gemelo del primero, el pintor nacional Pedro Blanes Viale (18781926). 12Era Tomás uno de los diez hijos del Dr. Pedro Blanes Mestre (Artà, Mallorca,
1844-Palma de Mallorca, 1897) y de Rosa Viale Carbajal (nacida en Mercedes,
Departamento de Soriano, Uruguay, hija del italiano Tomás Viale y de la argentina
Rosa Carbajal). El padre actuó en Soriano primero y más tarde en Montevideo,
integrando el grupo inicial de los laicos católicos que tanta participación tuvieron en
diversas inquietudes sociales. Tomás nació, en segundo término, de un parto gemelar,
como antes hemos referido, en la ciudad de Mercedes, en el Departamento de Soriano,
en 1878. Luego de una temporada en Montevideo durante la que ambos hermanos
estudiaron en el Colegio de los Vascos, debido a la mala salud del padre que padecía de
asma, toda la familia se trasladó, primero brevemente a Puerto Rico –donde tenían
familiares- y luego a Palma de Mallorca –ubicándose en su cómoda residencia del
centro de la ciudad-. Allí cursó Tomás los estudios primarios y parte de los secundarios,
que completó en Valencia, siendo revalidados por el Rectorado de Barcelona en
noviembre de 1896. Al año siguiente, ingresó a la Facultad de Medicina de San Carlos
en Madrid. Entre este año y el siguiente aprobó, con calificaciones de “sobresaliente”,
los cursos de anatomía, embriología e histología (a cargo de Ramón y Cajal,
oportunidad en la que tomó contacto personal con el Maestro), fisiología, higiene,
patología general y terapéutica. En 1899 se matriculó en: patologías quirúrgica y
médica, obstetricia y anatomía topográfica. Llamó desde el comienzo la atención del
Maestro, no sólo por su inteligencia y capacidad de estudio sino por sus singulares
condiciones para el dibujo, por lo que lo incorporó a su Laboratorio; donde realizó –
como complemento de otros previos de Cajal-13 el ya mencionado estudio sobre el bulbo
olfatorio, identificando unas neuronas hoy conocidas como “células de Blanes”. 14 Se
trata de un tipo de interneurona grande, estrellada, ovoidea, de axón corto, que se
observa en la capa de las células granulosas del bulbo olfatorio. Hoy se sabe que son
gabaérgicas y que ejercen una acción inhibitoria persistente sobre las antes mencionadas
células granulosas; parecen importantes en la memoria olfativa y su deterioro puede ser
la base de la pérdida de ese tipo de memoria en la enfermedad de Alzheimer.15 Falleció,
a causa de una fiebre tifoidea, en su domicilio de Madrid, “en la calle Hermosilla
número once, a la una de la tarde del 16 de diciembre de 1899.” Nunca volvió, por
consiguiente, al Uruguay, como lo hizo en forma prolongada su hermano Pedro (que
falleció en Montevideo en 1926) y dos de sus hermanas, que estuvieron por poco tiempo
10
Juanicó i Petrus, Antoní. Tomàs Blanes Viale, un deixeble mallorquín de Santiago Ramón y Cajal.
Gimbernat (Barcelona), 2002; 38:107-115.
11
Nieto Amada, Luis. Tomás Blanes Viale, discípulo de Ramón y Cajal. Med. Bal (Mallorca), 2003;
18(3): 99-127.
12
Pereda, Raquel. Pedro Blanes Viale. Montevideo, Ed Banco de Boston, 1991.
13
Ramón y Cajal, S. Origen y terminación de las fibras nerviosas olfatorias. Gac. san. Barcelona,
Diciembre, 1890.
14
Blanes Viale, T. Sobre algunos puntos dudosos de la estructura del bulbo olfatorio. Rev Trim Micr,
1899;3: 99-127.
15
Pressler R.T .y Strowbridge B. W. Blanes cells mediate persistent feedforward inhibition onto granule cells in the
olfactory bulb. Neuron 2006; 49(6): 889-904.
3
en nuestra capital ese año. Es razonable que Cajal hablara “del joven mallorquín”,
ignorando su verdadera nacionalidad.
IV
Jacinto De León (1854-1934), que efectuó su carrera en Montevideo y la perfeccionó
en Nápoles para doctorarse al retorno en nuestro país, fue titular, entre 1887 y 1916, de
la Cátedra de Física Médica de la Facultad de Medicina. Ejerció además como
destacado clínico, pudiendo considerárselo el primer neurólogo uruguayo. 16 En agosto
de 1900 concurrió al XIII Congreso de Medicina, reunido en París, en ocasión de la
Exposición Universal. En tal oportunidad trabó conocimiento con Cajal, a quien se
concedió entonces el “Premio Moscú”. Dice Pou Orfila de De León: “fue uno de los
primeros en conocer y divulgar en nuestro medio la obra grandiosa de ramón y
Cajal”17. A continuación, explica este último cómo llegó él mismo a tomar contacto y
ser asistente al Laboratorio del histólogo español:
“En 1900, debido a su consejo y apoyo, siendo yo estudiante de Medicina y
Ayudante de nuestro Laboratorio de Histología, realicé un viaje a España,
trabajando varios meses con el gran biólogo español. Esta circunstancia, que
ejerció sobre mi vida una influencia capital, la debo, en gran parte a la
mediación del Profesor De León.”
Entre los meses de enero y abril de 1901, inclusive, según consta en el certificado
expedido por Cajal, concurrió a su Laboratorio, “trabajando con asiduidad y
aprovechamiento en los principales métodos de investigación empleados en los estudios
histológicos y anatomo patológicos”18, mientras éste
“trabajaba solo [no existiendo] a su alrededor la pléyade de discípulos
españoles y extranjeros que más tarde acudieron a Madrid, atraídos por su
fama […] aprendiendo en parte bajo la dirección inmediata del gran maestro y
en parte bajo la de sus ayudantes, doctores Eduardo del Río[y Lara; Madrid,
1852- Guadalajara, 1918; luego profesor de Histología en Santiago de
Compostela] y Claudio Sala [y Pons, ya citado], los principales métodos
histológicos [También tuvo] la suerte de participar en las primicias de
observación de numerosos detalles estructurales, entonces nuevos del sistema
nervioso[…] A mi vuelta a Montevideo, desempeñando funciones de Jefe del
Laboratorio de Histología, divulgué mis modestos conocimientos embriológicos
e histológicos”.
En 1943 dice al respecto Washington Buño (1909-1990), con motivo de la toma de
posesión de la Cátedra de Histología:
16
Wilson, Eduardo. Jacinto de León: primer neurólogo uruguayo. Rev Med Urug, 1992;8:75-88.
Pou Orfila, Juan. Homenaje a la memoria del Profesor Jacinto De León (1854-1934). Discurso
pronunciado en la ceremonia celebrada en la Facultad de Medicina de Montevideo, el 23 de marzo de
1936. En: Juan Pou Orfila. Discursos Universitarios y Escritos Culturales, segunda serie (1926-1940),
Montevideo, Tip. Atlántida, 1941: 131.
18
Certificado manuscrito actualmente en manos del Dr. Luis Barbeito.
17
4
“Si no hubiera motivos mucho más poderosos para que nuestra Facultad le
estuviera agradecida, éste sólo bastaría para hacerlo merecedor de un
fervoroso reconocimiento”. 19
En 1906, Pou Orfila tradujo del alemán el Atlas de Histología de Sobotta, dedicando la
versión castellana “al ilustre Maestro”,20 en el momento en que se le otorgaba el Premio
Nobel de Medicina o Fisiología, compartido con Camilo Golgi (1843-1926), de Pavía.
Cabe añadir que Pou Orfila fue quien relató la versión, recibida del propio Pedro
Ramón y Cajal (1854-1950), acerca de que este vivió durante seis años en Uruguay,
entre sus 16 y 24 años, oportunidad en la que militó “por fuerza de las circunstancias”,
en las filas del ejército revolucionario de Timoteo Aparicio (1814-1882), durante la
Revolución “de las Lanzas” (1870-1872), estableciéndose luego en Mansavillagra
(Florida) como empleado de comercio y por último, antes de reintegrarse a sus estudios
médicos en Madrid, en la Unión y en Montevideo.
Pou Orfila volvió a ver a Cajal, en su viaje hacia Berlín, en 1904, oportunidad en que
este le
“confió una magnífica colección de preparaciones de neuro histología, con el
encargo de que las entregara, como obsequio suyo, al Profesor [Heinrich
Wilhelm] Waldeyer [1836-1921] de Berlín […] quien consideró dicho regalo
<un verdadero tesoro>, y en correspondencia al pequeño servicio, [le
proporcionó al portador] indicaciones y facilidades que durante [su] prolongada
estadía en la capital teutona, [le] fueron muy valiosas.”21
En 1923 volvió a ver a Cajal en su Laboratorio en Madrid. Alrededor de 1929 tuvo de
él
“la última noticia directa. En bellísima carta, me hablaba de un proyecto suyo,
que acariciaba desde largo tiempo atrás: escribir una obra que debía llevar por
título <El sistema nervioso y el Espíritu>. En la mencionada carta, el Maestro
hablaba de <la existencia, en los organismos animales, si no del alma, por lo
menos de un principio organizador, con miras a la adecuación, cada vez más
perfecta, de las condiciones sensitivas y representaciones internas, a las
condiciones del medio exterior>. Recordaba luego <la delicadeza y
complicación del sistema nervioso de los invertebrados, tan pacientemente
observados por Fabre en los insectos, quienes, gracias a la perfección de su
sistema nervioso, poseen una especie de <ciencia infusa>, que nos maravilla
por su justeza, economía y utilidad de sus reacciones y que, dentro de ciertos
límites, permite al animal resolver las diversas situaciones accidentales que se
le presentan en la vida>”.22
19
Buño, Washington. Modernos conocimientos y problemas en el campo de la embriología sexual.
Lección inaugural de la Cátedra de Histología y Embriología, dictada en el Salón de Actos Públicos de
la Facultad de Medicina, el 26 de Mayo de 1943. An Fac Med (Montevideo), 1943; 28 (1-2): 339-357.
20
Sobotta, Johannes Atlas y elementos de histología y anatomía microscópica. Traducción del alemán de
J. Pou Orfila, Madrid, Ed. Académica, 1906.
21
Pou Orfila, Juan, op.cit. (1934): 105.
22
Pou Orfila, Juan, op.cit. (1934): 105-106.
5
V
Con referencia a Clemente Estable (Canelones, 1894-Montevideo, 1976), maestro
normalista y pedagogo de nota, inclinado luego a la Biología, tuvo la oportunidad de
viajar a Madrid en 1922, en usufructo de una Beca concedida por la benemérita
Institución Cultural Española del Uruguay, para trabajar en el Laboratorio de Cajal
durante tres años, pese a que, en el momento de su arribo, el histólogo se retiraba de su
cátedra al cumplir 70 años de edad, si bien continuó trabajando en su laboratorio. Si
bien ninguno de los involucrados lo declaró nunca, es posible que haya sido Pou Orfila,
médico la madre de Don Clemente, como lo fuera más tarde de su esposa, quien
facilitara a Estable alguna carta de recomendación para Cajal, conforme en su momento
lo hizo De León con él. A su regreso a Montevideo,
“da la bienvenida el talentoso compatriota Clemente Estable, quien, haciendo
uso de una de las becas que España ha consagrado a la obra, noble y generosa,
de estrechar vínculos espirituales con las repúblicas americanas, ha pasado
tres años realizando importantes estudios biológicos junto al gran español […]
Notable Maestro, autor de aquel brillante estudio pedagógico titulado “El
Reino de las Vocaciones”, de aquellas hermosas monografías sobre Historia
Natural y Biología, las cuales lo llevaron, previa especialización de sus
aptitudes inquisitivas, a la producción de valiosísimos trabajos originales sobre
la inervación sensorial olfativa y gestatoria, en los cuales releva las cualidades
que le reconoce el gran Cajal: <formalidad, perseverancia infatigable, amor a
la originalidad, entendimiento vigoroso y clarividencia crítica>”.23
Produjo en efecto Estable, estando en Madrid, dos trabajos, uno sobre la estructura
comparativa de la corteza cerebelosa24 y otro a propósito de “los sistemas osmóticos y la
causa histológica posible de la pluralidad de las energías olfativas específicas”.25
Mantuvo con Cajal en años posteriores un nutrido intercambio epistolar -del que sólo
conocemos algunos pasajes, publicados por Mañé Garzón- que esperamos algún día ver
publicado en su totalidad. Consagrado a la investigación, actuó primero en el recién
creado Instituto de Neurología, creó más tarde el Laboratorio de Ciencias Biológicas
(1927), institución que culminará, en 1950, con la inauguración del Instituto de
Ciencias Biológicas, hoy “Clemente Estable”. La vida y obra del insigne maestro e
investigador ha sido objeto de múltiples y enjundiosos estudios por parte de Washington
Buño, 26 Fernando Mañé Garzón27 y algunos de sus discípulos más tardíos. 28
Finalmente, un detalle no menor es el consignado por Pou Orfila, quien a propósito de
Estable, asevera:
23
Pou Orfila, J. Discurso pronunciado en la ceremonia de bienvenida al profesor Clemente Estable,
organizada por la Asociación “José Pedro Varela” y realizada en el salón de actos públicos de la
Universidad (19 de setiembre de 1825). En J.P.O. Discursos Universitarios y Escritos Culturales,
Montevideo, Imprenta Nacional, 1928:175-181.
24
Estable, Clemente. Note sur la structure comparative de l’écorce cérébelleuse et dérivés physiologiques
possibles. Trav Lab Rech Biol Univ Madrid, 1923 ; 21 : 169-256.
25
Estable, Clemente. Systèmes osmotiques et se cause histologique possible de la pluralité d’énergies
olfactives spécifiques. Trav Lab Rech Biol Madrid, 1924 : 329-358.
26
Buño, Washington. Clemente Estable. An. Fac. Med. Montevideo, 44(3-4): 165-169 e Idem Cajal y su mundo. An
Universidad (Montevideo), 1950, 167 y 168: 23-31
27
Mañé Garzón, F. El Maestro Clemente Estable. En: F. Mañé Garzón y H. Mazzela Historia de la
fisiología en el Uruguay, Montevideo, 2000
28
Trujillo Cenoz, Oscar. Clemente Estable; su perfil como neurofisiólogo, Montevideo, 1976, 17 págs.
6
“Autor de numerosos trabajos originales importantes sobre diversos temas de
neuro-histología, además del mérito que le corresponda por estos trabajos,
Estable tiene el de su iniciativa de reimprimir, en un volumen costeado por
amigos uruguayos de la ciencia, los trabajos de Cajal sobre la Neurogénesis.
En virtud de esta publicación, a nuestro país le corresponde el honor de haber
contribuido a la difusión de esa parte importante de la obra del gran maestro
español”.29 30
VI
En suma, si bien el Uruguay tuvo el privilegio de tener al menos tres
(probablemente cuatro) alumnos directos de Cajal, la obra de éste se expandió en
Latinoamérica, lo mismo que en el resto del mundo, especialmente con
posterioridad al otorgamiento del Premio Nobel en 1906. Muchos fueron los
centros que en esta parte del mundo continuaron el cultivo de las investigaciones
neurohistológicas y neuropatológicas, en especial cuando se produjo la diáspora
de científicos españoles en ocasión de la Guerra Civil Española (1936-1939). Tal
fue el caso de Pío del Río Hortega (Portillo, Valladolid, 1882-Buenos Aires,
1945), quien vivió y murió en Buenos Aires, y que también dio cursos en
Montevideo.
No obstante, el verdadero alumno uruguayo de Cajal, fue un Maestro
normalista, investigador biológico, en su inicio autodidacta, que, luego de
permanecer por espacio de casi tres años junto a Cajal, dedicó su vida por entero
a la tarea de laborarlo y formó una prolífica escuela en el país.
La vinculación personal, además de científica, que Cajal mantuvo, en mayor o
menor grado con sus dos últimos discípulos uruguayos, fue entrañable. El
reconocido sabio les dedicaba sus libros, intercambiaba con ellos cartas, los
citaba elogiosamente en sus obras y leía atentamente los trabajos que le remitían.
Los orientales, por su parte, se consideraron como eternos deudores intelectuales
de la vinculación con Cajal, de lo que resultó el conocimiento de obras que,
como “Reglas y consejos para la investigación científica”, que constituyeron en
nuestro medio literatura de primera mano para todos quienes tenían inquietudes
en este sentido.
Tuvieron lugar varios homenajes a Cajal en Montevideo; entre ellos, el citado
en primer lugar en 1952; el realizado con motivo de su fallecimiento en 1934,
otro en 1944, en el décimo aniversario (ocasión en la cual Pío del Río Hortega y
Clemente Estable editaron un libro) 31. Washington Buño hizo una importante
29
Pou Orfila, Juan, op. cit. (1934): 104.
30
Ramón y Cajal, S. Etudes sur la neurogenese de quelques vertébrés; recueil de mes principales recherches
concernant la genèse des nerfs, la morphologie et la structure neuronale, l'origine de la névroglie, les
terminaisons nerveuses sensorielles, etc., Madrid, 1929.
31
Del Río Hortega, P. y Estable, C. Ramón y Cajal, homenaje en el décimo aniversario de su muerte,
1934-octubre 17-1944, Montevideo, Institución Cultural Española del Uruguay, 1944, 112 págs.
32 Buño, W. Ramón y Cajal, Montevideo, Centro Editor de América Latina, 1968, 113 págs.
33 Bustos en bronce de Don Santiago Ramón y Cajal y don Pío del Río Hortega. , hoja sin fecha ni
numeración, conde consta que se trató de una donación de la Institución Cultural Española en Uruguay, en ocasión
7
síntesis de la personalidad y la obra del español, como prólogo a una
compilación de pasajes de sus obras en 1968,32 aparte de los artículos ya citados.
En el hall de la Facultad de Medicina de Montevideo se colocó un busto, obra
del escultor uruguayo Joaquín Barriola33. Una calle de nuestra Capital lleva el
nombre de Cajal. En mayo de 2006, en conmemoración del centenario del
otorgamiento del Premio Nobel, tuvo lugar en el Centro Cultural de España de
Montevideo, una exposición titulada “Cajal y el Uruguay”.
del homenaje que la Facultad de Medicina y la Sociedad de Biología ofrecieran a los ilustres histólogos españoles.
32
33
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