Actitud AIKI - Alta Escuela de Aikido Satori

Transcripción

Actitud AIKI - Alta Escuela de Aikido Satori
Actitud AIKI
“ Trabajad para ser mejores personas, la defensa personal viene por sí sola”
En Aikido de hace más énfasis en la parte mental, al dar por supuesto que la física es
obligatoria para su entrenamiento ( lo cual es evidente si presenciamos cualquier
entrenamiento en un dojo. Durante el entreno se pide calma y relajación, pero la calma no es
estancamiento o involución; es como en la respiración, sustento de vida, fuerte y capaz de
conservar su lugar con solo continuar siendo ella misma. Lo que cuenta os que está en el centro
conservando el bienestar del organismo.
En principio todos os movimientos de Aikido son sencillos, naturales y lógicos. Debemos
apartarnos de lo artificial y descubrir las razones de todos los gestos que se ejecutan en el curso
de la demostración de una técnica. No basta con que estas razones se expliquen por el instructor
al alumno, es necesario que éste compruebe por sí mismo su verdad.
Al comienzo del estudio de una técnica, es preciso analizar los movimientos, realizándolos
lentamente para darse cuenta de sus menores detalles, luego tales movimientos van
acelerándose progresivamente, hasta que se alcanza una velocidad normal de ejecución.
Un método que da buenos resultados es entrenarse solo, con la propia “sombra” repitiendo
continuamente todos los movimientos de las técnicas y obligando a nuestro cuerpo a aprender
en silencio.
Por otra parte, es necesario mantener un buen equilibrio, una actitud adecuada y elegante, y
un desplazamiento fundamental.
En definitiva, conseguir que todo el cuerpo participe en el movimiento.
Acostumbrarse a respirar profundamente antes de comenzar cada una de las técnicas, o
incluso antes de cada movimiento de las mismas.
No desplazarse de un lado a otro sin objeto bajo pretexto de no volver la espalda a Uke. El
verdadero camino es siempre el más sencillo y con frecuencia el más directo. Recordar que es
más apropiado no volver la espalda al Uke antes y durante la ejecución de la técnica. Pero para
esto no existe regla alguna; es más bien una cuestión de espíritu que de forma, y depende de
cada caso específico.
Como cuestión de espíritu y actitud, quisiera redactar una enseñanza de la Escuela Yapyu de
sable en la que se hace especial hincapié en la actitud mucho más importante que la técnica en
sí.
SIN ESPADA
Estar “sin espada” no significa necesariamente que debes apoderarte de la espada de tu
adversario. Tampoco se refiere a que debes hacer una demostración que enaltezca tu
reputación. Es el arte “sin espada” el de liberarte de la muerte cuando no tienes arma. La
intención básica no tiene nada que ver con tratar deliberadamente de arrebatarle la espada a tu
oponente.
Tampoco se trata de alcanzar insistentemente lo que está fuera de tu alcance. Intentar no
aterrarse para evitar ser despojado se llama asimismo “sin espada”. Si una persona trata a toda
costa de que no le arrebaten la espada, olvidará cuál es su oponente y se aferrará
exclusivamente a la idea de no perder su arma, por consiguiente será incapaz de matar y
liberarse de la muerto es considerado la victoria.
El principio no es hacer un arte del hecho de arrebatarle la espada al adversario, se trata de
aprender cómo evitar ser herido por otro cuando uno mismo está sin arma.
Este arte no tiene el propósito de apoderarse de otras armas ni de matar al oponente. Cuando
un enemigo trata con insistencia de matarte, eso es el punto en el que deberías arrebatarle la
espada. Tomar el arma no es la intención original, el propósito es obtener una adecuada
comprensión del ámbito de seguridad: esto implica mesurar la distancia que te separa de tu
contrincante en la cual su arma no te hiere.
Si conoces exactamente la distancia en la cual estás fuera de su alcance no debes temer de la
espada de tu adversario. Cuando tu cuerpo está expuesto al ataque, piensas activamente acerca
de esa exposición. De igual modo, cuando no tienes espada y además estás fuera del alcance de
la espada enemiga, no puedes arrebatársela, debes estar dentro del ámbito de ataque para poder
coger la espada, por ello debes exponerte a la muerte para obtenerla.
“Sin espada” es el secreto más importante. La postura física, la posición del arma, la
distancia, el movimiento, la estrategia, la apariencia y la intención: todo esto proviene de la
actitud "sin espada”. Este es el corazón de la enseñanza.
Espero que os sea tan útil como no los ha sido a nosotros y ayude a que vuestra actitud sea
menos “hombre” y más caballero.
A. Martín
L. Núñez
“El Budoka” nº 256 Pág. 12-13

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