Maquetación 1
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Maquetación 1
DA2 DOMUS ARTIUM 2002 SALAMANCA SAELIA APARICIO Espeleología Epidérmica Epidermal Speleology Abyección bajo la piel en la obra de Saelia Aparicio Espeleología epidérmica es una ventana al mundo interior de Saelia Aparicio, cruel, calculado y poético; un mundo único e independiente, no exento de una profunda conexión con el del resto de los mortales. Mortal aquí se usa con total intencionalidad; nuestra condición de carne perecedera es la base del entramado conceptual de su trabajo. Lo que propone la artista en su intervención expositiva para el Domus Artium 2002 (DA2) de Salamanca es una expedición a las entrañas de nuestra sociedad, analizando las primeras capas de piel que la rodean, como si de un ente vivo y humano a gran escala se tratase. Imaginativa y mordaz, Espeleología epidérmica entra en contradicción ya desde su título, un oxímoron que asocia dos conceptos: espeleología, (actividad que consiste en la exploración de cuevas y otras cavidades subterráneas naturales), y epidérmico, (la capa más superficial de la piel, el mayor órgano del cuerpo y el más visible). Unidos ambos conceptos antagónicos se obtiene un significado nuevo, capaz de perturbar al espectador abordando con descaro problemas punzantes de nuestro tiempo: el racismo, la construcción de la identidad de género, el sexismo, los cánones de belleza, la vejez, la enfermedad... Analiza la forma en que nuestra percepción se ve influida por construcciones sociales que generan dinámicas contradictorias: hay un culto al cuerpo que lo convierte en un templo y a la vez en una prisión. Nuestro cuerpo está velado por gruesas capas que impiden que estemos familiarizados con su interior, lo que provoca una sensación de extrañamiento hacia nosotros mismos, desagradable a ojos de aquellos que no se dediquen a la profesión médica o similares. Saelia Aparicio invita a ahondar en él como ejercicio de autoconocimiento desde donde identificar lo social en lo individual. En esta exposición se produce una ruptura con los imaginarios simbólicos tradicionales para los espacios sociales, en el que la utilización de metáforas referidas al cuerpo, nos lleva hacia una dimensión regida por la lógica de los dibujos animados, impregnada por un surrealismo psicodélico. Con su obra, subraya el materialismo del cuerpo y cómo éste resulta modulado/modelado/influido por creencias, convencionalismos y dogmas sociales que, a pesar de su in- materialidad, tienen un efecto físico sobre nuestras carnes: El cómo vivimos la vida afecta al cuerpo y viceversa. Con esta instalación la artista llama a reflexionar sobre los efectos de la vida contemporánea en nuestra salud. El organismo es una máquina delicada que, puede reaccionar de las formas más diversas cuando se enfrenta a estímulos externos hasta llegar al extremo de atacarse a sí mismo: de este modo, el encontrarse bajo los efectos del estrés por periodos prolongados tiene efectos físicos demostrados, entre las que se encuentran el insomnio, las úlceras gástricas, aumento de la presión cardíaca, depresión o incluso la reducción de ciertas partes del cerebro tales como amígdala y el hipotálamo, lo que acarrea la pérdida de memoria a corto plazo o dificultades para empatizar con los demás. El cerebro es el órgano más complejo y más sensible que existe, misterioso para los demás e incluso para cada uno de nosotros. Conocer la mente de quienes nos rodean, sólo es posible de forma muy limitada y superficial, por la incapacidad de penetrar en la mente del otro. Nos adentramos en el problema cartesiano de la subjetividad del yo: Descartes considera la subjetividad consciente como explicación del mundo, a partir de la cual el ser humano (sujeto consciente) se convierte en fundamento de todo. Desde este punto de vista, nos resulta imposible determinar lo que los otros sienten, ya que más allá de la percepción subjetiva, sólo podemos saber de su estado por lo que nos comunican, pero dada la incapacidad de entrar en el otro y mirar a través de sus ojos, siempre queda la incógnita, sobre lo que los demás realmente experimentan. Sin embargo, hay una pulsión hacia el conocimiento del otro, tal vez por esa cualidad intrínseca del ser humano llamada curiosidad. En ese curioso afán por penetrar en la mente del otro, por adentrarnos en él, mostramos simultáneamente morbo y delectación: las mismas sensaciones que experimentaban los adolescentes de la novela de Yukio Mishima “El marino que perdió la gracia del mar” que, (cuando) al diseccionar a un gatito, ven un paisaje de cierta belleza en sus vísceras desparramadas por el suelo. Saelia Aparicio recurre al concepto de “abyección” formulado por Julia Kristeva, que asocia repulsión y atracción ante lo desconocido, que Kristeva enlaza a la idea de revuelta en la sociedad actual. Una postura teórica que se subleva contra la desaparición de una cultura de duda, de argumentación y de crítica, con alcance moral y estético. Lo abyecto es lo opuesto a lo idílico, dice Kristeva, siendo lo abyecto una nostalgia negativa y lo idílico nostalgia positiva, ambos pertenecen a la memoria colectiva de los seres humanos. Así, contemplar un cadáver nos supone un trauma, porque evidencia la mortalidad del ser humano; un cuerpo herido atrae y repele a la vez, porque en él se reflejan los dolores propios. Las heridas provocan miradas afila- das y huidizas al mismo tiempo, haciendo aflorar la incómoda condición de voyeur que todos llevamos dentro. Para Kristeva la obra literaria es la última estancia de la abyección, que permite a las personas ser libres en su imaginación y plantear otras alternativas, como las que podemos encontrar recorriendo Espeleología epidérmica. Las obras expuestas evocan en el espectador la memoria de una experiencia similar a las creadas por la artista que, con sus dibujos, esculturas e intervenciones, compone una instalación donde reproduce una sala de autopsias. En ella se encuentra un cadáver asexuado, en relación con el cual se representan distintos cuadros clínicos, donde las propiedades físicas se encuentran alteradas, contienen mundos fantásticos o adoptan comportamientos cancerígenos. En ellos se refleja como el metabolismo cultural da lugar a distintas afecciones con su sintomatología, y pueden observarse sus preparaciones histológicas en donde estudiar los tejidos sociales. Mientras, en la sala aneja, destinada a disección, puede estudiarse un colon irritable, un cerebro estresado, distintas patologías oftálmicas y afecciones de la piel. En definitiva, en esta necropsia puede verse una diversidad de aproximaciones endoscópicas, epidérmicas, histológicas y anatómicas, donde la vistas macro y microscópicas se alternan caóticamente componiendo un muestrario de patologías sociales, individuales y biológicas, que se sitúan entre lo abstracto y lo figurativo, sin abandonar la estética del cómic y el espíritu PUNK. MARISOL SALANOVA Abjection under the skin in the work of Saelia Aparicio Epidermal Speleology is a window to the inner world of Saelia Aparicio: cruel, calculated and poetic. A world unique and independent, not deprived of a deep connection with mortals. Mortal is used here with full intent; our condition of perishable flesh is the base of her drawings conceptual framework. What the artist proposes in her installation for Salamanca’s Domus Artium 2002 (DA2) is an expedition to the entrails of our society, analysing first THE layers of skin that surround it, as if it were a living, large-scaled, human being. Imaginative and scathing, the work in epidermal speleology comes to contradict its own title, an oxymoron relating the concepts: speleology, (activity that consists in the exploration of caves and other natural underground cavities), and epidermis, (the most superficial layer of the skin, the largest and most visi ble organ of the body). By binding the antagonistic concepts, a new meaning is obtained, one that is able to disturb the viewer. The work insolently tackles some stinging problems of our time: racism, the construction of gender identity, se-xism, beauty standards, aging, disease… it analyses the way in which our perception is influenced by social constructs that generate contradicting dynamics: there is a way of worshipping the body that turns it into a temple and, at the same time, into a prison. Our body is shrouded by thick layers that prevent us from getting comfortable with its interior. An unpleasant feeling of estrangement from ourselves ensues. Saelia aparicio invites us to delve into said feeling as an exercise in self-discovery from which to identify the social in the individual. In this exhibition there is a rupture of traditional symbolic imaginings of social spaces. the use of metaphors referring to the body, take us into a dimension governed by the logic of cartoons, imbued with a psychedelic surrealism. With her work, she underlines the material qualities of the body and the way this is modulated/modeled/influenced by beliefs, conventionalisms and social dogmata that, despite their intangibility, have a physical effect on our flesh. With this installation the artist invites the viewer to reflect on the effects of contemporary life on our health. The body is a delicate machine that can react in the most diverse ways when facing external stimuli, even going so far in certain extreme situations, as attacking itself: living under the effects of stress for prolonged periods has proven physical symptoms such as insomnia, peptic ulcers, increased blood pressure, depres- sion or even the shrinking of certain parts of the brain like the amygdala and the hypothalamus. Such shrinking causes short-term memory loss or difficulty empathising with others. The brain is the most complex and sensitive organ in existence, mysterious to each and every one of us. Knowing the mind of those around us is only possible in a very limited and superficial manner, due to the fundamental impossibility of going into the mind of the other. We venture in the Cartesian problem of subjectivity of the self: Descartes con- siders conscious subjectivity as an explanation of the world, from which the human being (conscious subject) becomes the foundation of everything. From this perspective, it is impossible to determine what others feel, since beyond subjective perception, we can only know of their state through what they communicate to us, but given the inability of entering the other and looking through his or her eyes, there remains the enduring mystery over what everyone else really experience. There is, however, an impulse towards what the other knows, that intrinsic human attribute of curiosity. In this curious eagerness to penetrate the mind of the other, we show morbidity and delight simultaneously: the same feelings that were experimented with by the teenagers of yukio mishima’s ‘the sailor who fell from grace with the sea’ who, while dissecting a kitten, see a landscape of a certain beauty lying on the floor in its scattered entrails. Saelia aparicio resorts to the concept of “abjection” formulated by julia kristeva, who associates repulsion and attraction with the unknown, and links this to the idea of revolution in today’s society. A theoretical stance that revolts against the vanishing of a culture of doubt and the decline of argumentation and criticS with moral and aesthetic. The abject is the opposite of the idyllic, kristeva says, the abject being a negative nostalgia and the idyllic a positive one. Both belong to the collective memory of human beings. Thus, gazing at a corpse poses a trauma, because it manifests the mortality of the human being; a wounded body attracts and repels at the same time, as in it our own aches are reflected. Wounds cause glares that are simultaneously fierce and elusive, bringing up the uncomfortable condition of voyeurism that we all carry inside of us. For Kristeva, literary work is the last place for abjection, that allows people to be free in their imagination and to contemplate other alternatives, such as the ones we find while traversing Epidermal Speleology. The pieces shown recall to the viewer the memory of a similar experience, with the drawings, sculptures and interventions, an autopsy room is reproduced. In it, a sexless corpse is to be found. In relation to it, different clinical profiles are represented, altered physical properties, containing fantasy worlds and that adopt carcinogenic behaviours. In them, the way in which cultural metabolism produces different affections with their symptomatology is reflected. Their histological preparations can be observed in which we study the social fabric. In the meantime, in the adjacent space, destined for dissection, an irritable bowel syndrome, a stressed brain, different ophthalmic pathologies and skin conditions can be studied. In short, it is possible to see a diversity of approximations in this necropsy: endoscopic, epidermal, histological and anatomical, where the macroscopic and microscopic views alternate in a chaotic fashion, composing a collection of social, individual and biological pathologies, that place themselves between the abstract and the figurative, without abandoning the aesthetics of comic books and the spirit of Punk. Fotografías: Ricardo Suárez Obras realizadas por Saelia Aparicio en 2015 Traducción al inglés: Rafael Aparicio y James Brillantes DA2 DOMUS ARTIUM 2002 SALAMANCA 12 de noviembre de 2015 al 21 de febrero de 2016 Avenida de la Aldehuela, s/n. 37003 Salamanca Teléf.: +34923184916 y +34923184621 Fax +34923183235 [email protected] www.ciudaddecultura.org/da2 HORARIO GENERAL DE EXPOSICIONES Martes a viernes: mañanas de 12:00 a 14:00 h y tardes de 17:00 a 20:00 h Sábados, domingos y festivos: mañanas de 12:00 a 15:00 h y tardes de 17:00 a 21:00 h Lunes: cerrado (excepto festivos) Visitas guiadas gratuitas: sábados a las 18:00 y 19:00 h y domingos a las 13:00, 18:00 y 19:00 h Visitas concertadas gratuitas (para grupos) llamando al 923 18 49 16 Planta primera