Informe completo en español

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Informe completo en español
La percepción de la sed durante la deshidratación por
ejercicio es la misma en un ambiente húmedo y en un
ambiente seco.
Catalina Capitán-Jiménez & Luis Fernando Aragón-Vargas.
Centro de Investigación en Ciencias del Movimiento Humano,
Universidad de Costa Rica
Resumen
La sed ha sido un mecanismo para controlar hidratación muy criticado a lo largo del
tiempo, confiar la homeostasis del cuerpo durante el ejercicio a un mecanismo subjetivo
como la sed es un tema controversial. Este estudio pretende: 1. Comparar las
percepciones subjetivas durante el ejercicio en calor (sed, calor) cuando se realiza en dos
condiciones ambientales distintas pero con el mismo nivel de estrés térmico y 2.
Determinar la asociación existente entre la escala de percepción subjetiva de la sed de
Engell y la escala analógica visual con el balance neto de fluidos. 14 participantes
realizaron ejercicio sin ingerir líquidos en dos ocasiones distintas (33.8ºC, HR53% “calor
seco” y 32.1ºC, HR67% “calor húmedo”, ambos con un WBGT 28.5ºC), intentando
alcanzar una deshidratación del 4% de su masa corporal. Cada 30 minutos mientras
hacían ejercicio se les midieron las percepciones de sed (con la escala de Engell y la
escala analógica), calor, y se incluyeron variables distractoras como el cólico y la llenura.
La comparación entre condiciones ambientales no mostró diferencias en el índice de
estrés térmico, pero sí para la temperatura y humedad relativa, tal cual se diseñó el
estudio. La percepción de sed fue la misma para ambas condiciones con la escala de
Engell y la escala analógica (p=0.916 y 0.409, respectivamente), por el contrario entre
mediciones donde sí existe una diferencia en ambas condiciones (0.0001). Lo mismo
sucede con la percepción de calor, no hay diferencia entre condiciones (p=0.423) pero sí
entre mediciones (p=0.001). Se encontró una asociación baja pero significativa entre el
balance neto de fluidos y la percepción de sed con la escala de Engell y la escala
analógica (R2=0.36, p=0.001 y R2=0.18, p=0.001, respectivamente). En conclusión las
escalas de percepción de sed son capaces de detectar la deshidratación progresiva, de
forma coherente, a más tiempo de ejercicio más deshidratación y más sed. Sin embargo,
estas escalas tienen un valor máximo que se alcanza rápidamente, para próximas
investigaciones se sugiere probar nuevas escalas que permitan un mayor rango de
percepción.
Palabras Claves: estrés térmico, sudoración, percepción de calor
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La sed ha sido descrita por múltiples autores como “el deseo de tomar” (Leiper,
2013; Thornton, 2010), y ha sido evaluada como una percepción, que puede ser
estimulada de diferentes maneras. La deshidratación inducida por el ejercicio
provoca una disminución en el volumen del plasma, aumentos en los niveles de
angiotensina II en sangre y aumentos en la osmolalidad de la sangre y la orina,
todos estos indicadores estimulan la sed; la percepción de sed que tienen las
personas cuando están deshidratadas, a su vez, puede ser evaluada.
Sin embargo, hay estudios donde se demuestra que la sed es un pobre indicador
del estado agudo de hidratación (Leiper, 2013 Brunstrom & Macrae, 1997;
Machado-Moreira, Vimiero-Gomes, Silami-García & Carneiro, 2006) quienes
además la reportan como una respuesta tardía a la deshidratación. Por otro lado,
existen autores que defienden a la sed como un mecanismo óptimo durante el
ejercicio (Noakes, 2010;Tam & Noakes, 2013) aunque los resultados de este tema
siguen sin ser contundentes.
Como parte del esfuerzo por entender mejor cómo funciona el mecanismo de la
sed durante el ejercicio y la sudoración profusa, se desea estudiar la influencia de
las condiciones ambientales ya que los ambientes húmedos presentan una mayor
dificultad para disipar el calor por lo que las percepciones, incluída la sed, podrían
verse distorsionadas si se comparan con ambientes calientes con baja humedad
(Maughan & Shirreffs, 2004); lo que contrario a los ambientes húmedos provoca
resequedad en la boca y podría distorsionar la percepción de sed (Ormerod et al.,
2003; Mears, Watson & Shirreffs, 2016).
Los intrumentos existentes para evaluar la percepción de sed se limitan a escalas
de percepción que como se mencionó anteriormente pueden verse influenciadas
por las condiciones ambientales en las que se realice el ejercicio, por lo tanto, este
estudio tuvo como objetivos:
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1. Comparar las percepciones subjetivas durante el ejercicio en calor (sed, calor)
cuando se realiza en dos condiciones ambientales distintas pero con el mismo
nivel de estrés térmico.
2. Determinar la asociación existente entre la escala de percepción subjetiva de la
sed de Engell y la escala analógica visual con el balance neto de fluidos.
Métodos
Este informe presenta los resultados correspondientes a la fase de deshidratación
por ejercicio en el calor. Otro informe presenta lo que sucede durante la ingesta
voluntaria de líquido posterior a la deshidratación (Aragón-Vargas y CapitánJiménez, 2016)
Sujetos. Ocho hombres y seis mujeres, con edades promedio de 25.8±7.79 años
y 26.8±2.13 años, respectivamente, consintieron participar en el estudio y firmaron
el consentimiento informado aprobado por el Comité Ético Institucional.
Todos los participantes fueron clasificados como físicamente activos (3 veces por
semana durante 60 cantidad de tiempo), según las normas del Colegio Americano
de Medicina Deportiva, 2011; y no presentaban ningún problema cardiovascular,
renal, hepático, ni se encontraban tomando medicación al momento del estudio,
ninguno de los participantes reportó haber tenido alguna complicación por calor.
A los participantes se les informó que el objetivo del estudio era estudiar diferentes
percepciones cuando se hace ejercicio, razón por la cual se les hizo preguntas
sobre calor, cólico, llenura y sed, sin embargo, no se les informó que también se
estaban estudiando las escalas de percepción de la sed para evitar un posible
sesgo por parte de los participantes.
Instrumentos.
Para medir el estrés térmico del ambiente se utilizó Monitor
Termal Ambiental marca Questemp36 con un rango de error de +/- 0.5 C para
temperatura y +/- 5% para la humedad. La gravedad específica de la orina (USG
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por sus siglas en inglés) se analizó con un refractómetro manual ATAGO modelo
URC-Ne, con una capacidad de 1.000 a 1.050.
Para la percepción de sed se utilizaron dos escalas: 1. escala de percepción de la
sed de Engell (PSE) (Engell, Maller, Sawka, Francesconi, Drolet, & Young, 1987) y
una escala analógica visual (Young, Sawka, Epstein, Decristofano, & Pandolf,
1987) que consistía en una línea continua de 100 mm en cuyo extremo izquierdo
se indica nada sediento y en el extremo derecho muy sediento (percepción de sed
línea, PSL); para evaluar la percepción de calor se utilizó la escala de calor
(Young et al., 1987). Además, para la sensación de llenura y cólico se hicieron
preguntas según la intensidad de 1 a 5 ¿qué tan lleno se siente en este momento?
¿Cuánto cólico siente en este momento? siendo 1 “nada” y 5 “muy, muy ”, junto
con estas preguntas se le solicitó a los participantes que contaran en orden
ascendente de 0 a 40 de 5 en 5 (con la única intención de distraer al participante).
Procedimientos.
Cada participante completó dos sesiones en orden aleatorizado, separadas por
una semana: sesión seca (SC) y sesión húmeda (SH) con el mismo índice de
estrés térmico.
Pre-ejercicio. Los participantes se presentaron al laboratorio en ayunas (mínimo
con 10 horas de ayuno) en dos ocasiones distintas (calor seco y calor húmedo).
Se les solicitó una muestra de orina para evaluar el estado inicial de hidratación;
con el objetivo de garantizar que los participantes iniciaran los tratamientos con
una buena hidratación. Se estableció el punto de corte de 1.020 para la gravedad
específica de la orina (Armstrong, 2007). Se les tomó el peso corporal desnudos y
secos para determinar el peso inicial.
Ingerieron un desayuno estandarizado (376 kcal: 11% FAT, 14.5% PRO y 74%
CHO), el cual incluyó 200 mL de líquido y aprox. 876mg sodio; treinta minutos
después de ingerido el desayuno se tomó el peso pre-ejercicio y las percepciones
de sed, calor, cólico y llenura inicial; las dos últimas variables fueron utilizadas
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únicamente como variables distractoras para evitar que los participantes se
centraran en la percepción de la sed, la principal variable de interés.
Ejercicio.
Se realizó ejercicio intermitente al 65% FCmax, en bicicleta estacionaria durante 2
horas. El ejercicio se realizó en lapsos de 30 minutos con 5 minutos de descanso
que se utilizaron para realizar los pesajes de monitoreo para la pérdida de peso,
todo esto en una cámara de clima controlado según la sesión correspondiente.
Percepciones
Cada 30 minutos se evaluaron las distintas percepciones a estudiar, para sed se
utilizó la escala de percepción de la sed de Engell (Engell, Maller, Sawka,
Francesconi, Drolet, & Young, 1987); para evaluar la percepción de calor se utilizó
la escala de Young, Sawka, Epstein, Decristofano, & Pandolf, (1987). Además, la
sensación de llenura y cólico se evaluaron según la intensidad de 1 “nada” a 5
“muy, muy” (estas preguntas tenían un fin distractor).
A los participantes se les pasaron todas las escalas de forma consecutiva;
además de las escalas se les pidió que contaran en orden ascendente desde 0
hasta 40 de 5 en múltiplos de 5; la intención de este ejercicio mental fue crear
distracción de variable a estudiar; las preguntas sobre las percepciones fue
aleatorizado para
cada punto y para cada participante. Todo esto se evaluó
después de 10 minutos de iniciado cada lapso de ejercicio hasta que se alcanzó la
deshidratación preestablecida.
Análisis estadístico.
Se realizó la estadística descriptiva (promedios y desviación estándar). Se
compararon las condiciones en que los participantes iniciaron cada sesión (peso,
gravedad específica de la orina, percepción de sed, percepción de calor y llenura)
con “t-student”. También se compararon las temperaturas de bulbo seco, las
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humedades relativas y TGBH ambientales registradas durante el ejercicio con
pruebas “t-student”. Para determinar si la percepción de la sed y calor fueron
distintas a través del tiempo y entre sesiones se realizaron 2 análisis de varianza
de dos vías (2 ambientes x 6 mediciones). Para analizar si el balance neto de
fluidos y la percepción de sed fueron distintos entre sí se realizó un análisis de
varianza, además se realizó correlación para establer la asociación entre el
balance neto de fluidos y la percepción de la sed.
Finalmente, se realizaron dos regresiones para valorar la fuerza de la asociación
entre cada escala de sed y el balance neto de fluidos. Todos los análisis se
realizaron con el paquete estadístico JMP versión7.
Resultados.
En la tabla 1 se presentan los valores iniciales de cada una de las variables
analizadas en cada sesión.
Tabla 1. Valores iniciales de cada sesión para cada una de las variables estudiadas.
Variable/Condición
Sesión seca
Sesión húmeda
p=
Peso (kg)
72.19±18.49
71.91±18.32
0.17
Gravedad
específica 1.017±0.006
1.017±0.006
0.77
(USG)
PSE (u.a)
3.4±2.2
3.6±2.1
0.69
PSL (mm)
32.1±28.5
40.5±29.6
0.35
Calor (u.a)
3.6±0.9
4±1.1
0.22
Promedio ± desviación estándar
Las condiciones ambientales fueron significativamente distintas entre sí:
temperatura ambiental = 33.7±0.1ºC y 31.8±0.3ºC para el calor seco y el calor
húmedo, respectivamente, p<0.0001; humedad relativa = 52.1±1.2% y 64.1±1.7%
para el calor seco y calor húmedo, respectivamente, p<0.0001; sin embargo, el
TGBH no fue diferente entre condiciones (TGBH = 28.4±0.2ºC y 28.0±0.1ºC,
respectivamente, p=0.05). De este modo, se cumplió con el objetivo de mantener
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condiciones ambientales distintas pero con el mismo índice de estrés térmico. No
se encontró diferencia estadísticamente significativa en las variables estudiadas
previas a iniciar el ejercicio, lo que indica que en ambas sesiones iniciaron en las
mismas condiciones (tabla 2).
Tabla 2. Valores preejercicio de cada sesión para cada una de las variables estudiadas
Variable/Sesión
Sesión seca
Sesión húmeda
p=
Peso (kg)
72.5 ±18.52
72.26 ± 18.32
0.185
Gravedad específica (USG)
1.017± 0.005
1.017 ± 0.005
0.77
PSE(u.a)
2.64 ± 1.9
2.35 ± 1.33
0.39
PSL (mm)
16.29±15.35
24.86±21.50
0.34
Calor (u.a)
3.64 ± 0.9
4.0 ± 1.0
0.22
Promedio ± desviación estándar
Pérdida de peso. Los participantes perdieron 2.23 ± 0.78 kg equivalente a 3.03 ±
0.46% MC en la sesión seca y 2.19 ± 0.85 kg equivalente a 3.0 ± 0.63% MC en la
sesión húmeda, la deshidratación alcanzada en cada sesión fue el mismo
(t= 0.313, p=0.759). En el gráfico 1 se puede observar la pérdida progresiva de
peso durante el ejercicio, la cual fue muy similar entre condiciones. Debido a que
la deshidratación es un proceso distinto en cada persona, en el gráfico 1 se
muestra el n para cada punto de medición, estos valores son válidos para todos
los gráficos a partir de aquí.
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Gráfico 1. Pérdida de peso corporal durante el ejercicio en ambas condiciones (p=0.759)
Percepción de la sed vs. tiempo
La percepción de sed con la escala de Engell fue diferente a través del tiempo
(p=0.0001) en ambas condiciones; el análisis post-hoc mostró que hasta los 100
minutos todos los tiempos fueron distintos entre sí (p = 0.009). Sin embargo, entre
condiciones no se encontraron diferencias significativas (p=0.916), tampoco se
encontró interacción entre las condiciones y los tiempos de medición (p=0.389) tal
y como se muestra en el gráfico 2, la respuesta de sed en ambas condiciones fue
muy similar.
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Gráfico 2. Percepción de sed según Engell a través del tiempo en las diferentes
condiciones.
La percepción de sed con la escala analógica fue diferente a través del tiempo
(p=0.0001) en ambas condiciones; el análisis post-hoc mostró que desde los 10
min hasta los 100 minutos todos los tiempos fueron distintos entre sí (p = 0.001).
Sin embargo, entre condiciones no se encontraron diferencias significativas
(p=0.409), tampoco se encontró interacción entre las condiciones y los tiempos de
medición (p=0.393) tal y como se muestra en el gráfico 3, la respuesta de sed en
ambas condiciones fue muy similar, a más tiempo de ejercicio más presencia de
sed.
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Gráfico 3. Percepción de sed según escala analógica a través del tiempo en las diferentes
condiciones.
Percepción de calor vs. tiempo
No se encontraron diferencias significativas entre condiciones (p=0.423) en la
percepción de calor de los participantes se encontraron diferencias significativas
entre mediciones (p=0.001); el análisis post-hoc indica que todos los tiempos
fueron distintos entre sí hasta el minuto 100. Sin embargo, no se encontró
interacción significativa (p=0.300).
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Gráfico 4. Percepción de calor a través del tiempo en las diferentes condiciones.
Balance neto de fluidos vs. percepción de la sed
Al comparar el balance neto de fluidos no se encontraron diferencias significativas
entre sesiones (p=0,140), tampoco se encontraron diferencias en la percepción de
la sed (p=0,916), la asociación entre el balance neto de fluidos y la percepción de
la sed fue de R2a= 0.70 (p = 0.001) (gráficos 5 y 6).
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Gráfico 5. Balance neto de fluidos y percepción de sed según la escala analógica en las
diferentes condiciones.
Gráfico 6. Balance neto de fluidos y percepción de sed según la de Engell en las
diferentes condiciones.
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Se encontró una asociación baja pero significativa entre el balance neto de fluidos
y la escala de Engell de R2= 0.36 (p = 0.001) en la sesión seca, esta misma
asociación se encontró en la sesión húmeda (R2= 0.17, p = 0.001)
además se
encontró una asociación baja pero significativa entre el balance neto de fluidos y la
escala análoga visual sesión seca (R2= 0.18, p = 0.001) y sesión húmeda(R2=
0.12, p = 0.001).
Discusión.
En ausencia de líquido durante el ejercicio en el calor, la percepción subjetiva de
sed fue capaz de identificar la deshidratación con una relación directa (más
deshidratación- más sed). Este efecto se presentó de igual forma en las diferentes
condiciones (seco- húmedo) con el mismo nivel de estrés térmico. La sed es
conocida como un potente recordatorio de consumo de líquido (Kavouras, 2013),
considerado por algunos como poco efectivo durante el ejercicio pues se
considera insuficiente para reponer las pérdidas de líquido
(Machado-Moreira,
Vimiero-Gomes, & Silami-García, 2006; Leiper, 2013 & Armstrong, et al, 2014,
Capitán-Jiménez & Aragón-Vargas, 2014).
Los resultados de esta investigación muestran que la sed es capaz de detectar la
intensidad de la deshidratación progresiva al realizar ejercicio, esto no concuerda
con algunas investigaciones previas en las cuales se menciona a la sed como un
mecanismo ineficiente y tardío para detectar deshidratación (Leiper, 2013
Brunstrom & Macrae, 1997; Machado-Moreira, Vimiero-Gomes, Silami-García &
Carneiro, 2006). Los autores suponen que estos resultados son distintos debido a
las condiciones del experimento, en las investigaciones donde la sed es la variable
de estudio se han enfocado en determinar si la percepción de sed puede reponer
los líquido perdidos por sudoración (Armstrong, y otros, 2014; Machado-Moreira,
Vimiero-Gomes, & Silami-García, 2006; Maughan & Shirreffs, 2004); por otro lado,
en esta investigación la variable sed se estudió durante el ejercicio con la intención
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de analizar si este mecanismo podía identificar el nivel de deshidratación a través
del tiempo.
Una de las diferencias más importantes de esta investigación es que a los
participantes no se les permitió ingerir líquido durante el ejercicio, esto permitió
aislar el efecto de la deshidratación sobre la percepción de la sed. Esto porque
está bien descrito que al ingerir líquido la percepción de la sed disminuye de
manera significativa aún en condiciones normales de vida
(Igbokwe & Obika,
2008); este fenómeno ha sido ampliamente estudiado en ejercicio, donde al ingerir
líquidos la percepción de sed disminuye aún cuando el nivel de deshidratación se
mantiene por encima del 2% MC (Armstrong, y otros, 2014; Machado-Moreira,
Vimiero-Gomes, & Silami-García, 2006).
La percepción de calor fue evaluada al mismo tiempo que la percepción de la sed
en ambas condiciones, y aunque se esperaba que la percepción de calor fuera
más alta en la condición más húmeda debido a la dificultad del cuerpo para
evaporar el sudor en ambiente húmedos, esto no fue así, la percepción del calor
fue la misma, es probable que la razón sea porque se mantuvo el mismo nivel de
estrés térmico,
Stapleton, Wrigth, Hardcastle, & Kenny (2012) encontraron
cambios similares en contenido de calor almacenado, temperatura rectal y
frecuencia cardíaca cuando compararon un ambiente caliente y seco con un
ambiente caliente y húmedo, pero con el mismo nivel de estrés térmico.
El segundo objetivo de la investigación fue determinar la asociación existente
entre la escala de percepción subjetiva de la sed de Engell y la escala analógica
visual con el balance neto de fluidos; esta asociación fue baja para ambas escalas
pero significativa, esto indica que ambas escalas tienen asociaciones similares
pero dificultades distintas a la hora de analizar los resultados.
Al brindar
resultados similares, los autores proponen utilizar la escala de Engell pues es más
fácil de entender por parte de los participantes, y de analizar por parte de los
investigadores.
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En conclusión, cuando se realiza ejercicio sin ingeir líquido, ya sea en ambientes
húmedos y calientes o secos y calientes, pero con el mismo nivel de estrés
térmico, la percepción de la sed es capaz de detectar la deshidratación progresiva.
Agradecimientos.
Este estudio fue realizado en el marco de los proyectos VI-245-B0-315 y VI-838B4-309 patrocinados por la Universidad de Costa Rica y Florida Ice and Farm de
Costa Rica.
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