Brochura

Transcripción

Brochura
ESPANHA
PORTUGAL
La región de Setúbal se beneficia de una temperatura amena al largo
del año. El clima varía entre el templado marítimo y el mediterráneo.
Temperatura:
• media mensual máxima (agosto): 29º
• media mensual mínima (enero): 5º
Humedad:
• media mensual máxima (diciembre): 89%
• media mensual mínima (enero): 55%
Precipitación:
• media mensual máxima (enero): 120 mm
• media mensual mínima (agosto): 4 mm
Todo en la región que es un Mundo
¿Y si un concelho reuniese en sí todo lo que un visitante desease? ¿Sería pedir demasiado? No en Setúbal.
Concelho polifacético, volcado al futuro, con características
propias, Setúbal cautiva por la diversidad y la calidad.
Sierra, río, mar y playas de elección se hacen rodear por un
rico patrimonio, una cultura y gastronomía impares, ofreciendo opciones inigualables a quienes nos visita.
Elevada a la categoría de ciudad en 1860 y capital de distrito
desde 1926, Setúbal es un centro cosmopolita situado tan
sólo a 40 quilómetros de Lisboa, capital de Portugal.
Envuelta por el azul del río Sado y por el verde de la cordillera
de Arrábida, Setúbal es rica en su patrimonio histórico, con casas que emanan cultura y tradiciones, iglesias seculares, museos y edificios que transportan a los visitantes hacia épocas
muy distantes.
Sorpréndase por una de las más bellas bahías del mundo, ¡la
bahía de Setúbal! Donde playas de arena blanca contrastan
con los colores del océano Atlántico, de la Sierra de Arrábida
y del cielo azul.
Sienta el olor a lavanda, romero y murta y entre en las aguas
calmas y transparentes de las playas de Arrábida.
Disfrute de paseos en el río observando los delfines y visite
el estuario del Sado, donde grandes bandos de flamencos
tienen su hábitat.
Setúbal ofrece, también, un abanico de sabores y es tradicionalmente reconocida como la región donde se degusta el
mejor pescado a la parrilla. Las sardinas asadas, la caldeirada
de pescado, confeccionada según la tradición de Setúbal, el
famoso choco frito, el arroz de tamboril y los ensopados con
anguilas u otros pescados sorprenden cualquier comensal.
Para acompañar las comidas nada mejor que un buen vino
de la región de Sado y para abrir boca el no menos famoso
Moscatel de Setúbal.
No se pude olvidar la repostería. Es imperativo probar las tartas de Azeitão, los “S” (biscochos) y los dulces de naranja.
A destacar el famoso queso de Azeitão, que se presenta como
una buena opción para empezar o terminar la comida.
Bienvenido a un mundo distante. Bienvenido a Setúbal. El rincón azul de Portugal.
Playas para todos los gustos
Aunque tengan particularidades propias, las playas de Setúbal comparten una
misma característica que las vuelven únicas: están inseridas en el Parque Natural
de Arrábida.
El Portinho de Arrábida es una de las playas más bellas de Portugal, con una cala
que sirve de espejo al verde de la sierra que se inclina sobre el arenal. Excelente
para la práctica del buceo, encántese con la fauna y la flora únicas existentes en
las aguas límpidas del Portinho.
El mar calmo y la belleza del paisaje envolvente
hacen de Figueirinha una de las más conocidas
playas de la región, siendo una de las más buscadas en la época balnearia. La poca ondulación ofrece excelentes condiciones para nadar y el
extenso arenal invita a largos paseos. La playa de
Figueirinha, galardonada con la bandera azul, reúne aún óptimas condiciones para la observación
de especies marinas.
Especies que abundan también en la playa de Galapos. Muy tranquila y abrigada, con aguas calmas
y claras. Es ideal para el buceo y pesca submarina.
De igual belleza, aunque más pequeña, se destaca la playa de Maria Esguelha, ubicada poco
después de la salida de la ciudad, en dirección a
Arrábida.
Ciudad volcada hacia al mar
Los pescadores y sus embarcaciones, el río y el mar
son parte indisociable de la identidad de Setúbal.
El colorido de centenas de embarcaciones ancladas
a lo largo de la zona ribereña contrasta con el fuerte
bronceado en la piel de los hombres de la faena.
Gente del mar, acostumbrada a salir adelante, con
una sabiduría y humor peculiares, capaz de pintar
con palabras telas que nos vuelven embebecidos.
Comercio con tradición
Es en el centro que se puede encontrar gran parte del comercio tradicional.
Tiendas para todos los gustos, con representaciones de algunas de las más reconocidas marcas
mundiales que se mezclan con otras más antiguas, donde se pueden encontrar algunas raridades y productos menos convencionales.
El centro no vive solamente del comercio. La cultura se asoma en cada esquina y algunos de los edificios son testigos vivos de una ciudad que creció y
se modernizó sin olvidar su casco histórico.
Casi todas las calles del centro convergen hacia
la Praça de Bocage, uno de los principales puntos
de encuentro de las gentes de Setúbal y de quien
visita la ciudad.
Las terrazas de la Plaza – dedicada a uno de los
más grandes de la poesía portuguesa – invitan
a una pausa. Mientras disfruta de una bebida refrescante, permita que los artistas de la calle, que
animan la zona noble de la ciudad, le sorprendan.
La estatua del poeta Bocage, con los ojos puestos
en el mar, es el ex libris de la Plaza más concurrida de la Ciudad. Casi nadie resiste en hacerse una
foto cerca del monumento que rinde homenaje a
Elmano Sadino – como fue conocido.
Delante de la plaza, se destaca la principal avenida de la ciudad que está dedicada a Luísa Todi,
nacida en Setúbal en 1753 y que fue reconocida
como uno de los nombres más grandes de todos
los tiempos de la canción lírica.
Es aún en la Praça de Bocage que se sitúa el edificio
de los Paços do Concelho, donde funciona la Alcaldía.
Arrábida al natural
Considerada una de las más bellas sierras portuguesas por
su localización privilegiada cerca del mar y a la biodiversidad que acoge, Arrábida, candidata a Patrimonio Mundial
de la Humanidad, tiene características peculiares por su clima y su vegetación, marcadamente mediterráneas.
El nombre de la Sierra, donde proliferan especies únicas y
temperaturas templadas, proviene del árabe y significa “local de oración”.
Desde 1976, el Parque Natural de Arrábida asegura la protección de los casi 11 mil hectáreas de área, una gran parte volcados hacia el mar y que ofrecen escenarios deslumbrantes.
Un impresionante paisaje de una Sierra que con poco más
de 500 metros de altura se vuelve imponente al inclinarse
sobre un océano de aguas límpidas.
Al recortar la Sierra por una carretera ondeante, que invita
a ablandar el ritmo, se encuentran los más idílicos locales,
desde playas a preciosos valles.
Destaque para áreas donde la vegetación conserva características más próximas de las originales como la Mata do
Solitário, la Mata do Vidal y la Mata Coberta, clasificados
como reservas integrales.
Gato montés, meloncillo, comadreja, raposa, liebre, conejo
y el águila de Bonelli son algunas de las más de dos centenas de especies registradas.
Pero no es solamente en la tierra que la zona es protegida. La
riqueza subacuática de la región de Arrábida es tal que este
es el único Parque Marino existente en Portugal Continental.
Por la sierra
Para mejor conocer algunas de las principales bellezas y misterios que Arrábida encierra son distintos los itinerarios a elegir.
Una de las sugestiones es empezar el viaje en la parte baja
de la Sierra.
Las playas de arena fina le harán compañía a lo largo de
algunos quilómetros. El extenso arenal de Figueirinha es
uno de los más buscados por los veraneantes, aunque
más ocultas, las playas de Galapos y Galapinhos presentan,
también, una belleza poco habitual.
Al subir la Sierra, deslúmbrese con la vegetación mediterránea protegida del Parque Natural e inicie una desviación hasta el Portinho de Arrábida, con un paraje por la Lapa de Santa
Margarida que cuenta con un acceso a través de una extensa
escalinata a lo largo de la encuesta hasta el nivel del mar.
Llegado al exterior de la gruta, donde fueron encontrados
vestigios de la presencia del Hombre, que remontan al Paleolítico Inferior, disfrute de la peculiar Piedra de Anicha,
una pequeña isla rocosa, reserva zoológica del Parque Natural de Arrábida, por su fauna marina.
De nuevo en la carretera, en dirección a la cumbre de la
Sierra, deténgase en los miradores naturales y disfrute de
las vistas panorámicas.
Las emociones saldrán reforzadas un poco más adelante
con una visita – es necesario reserva en la Fundação Oriente – al Convento de Arrábida, construido en el siglo XVI
para albergar los monjes franciscanos.
Más cerca de la cumbre de la Sierra se destacan dos miradores:
el de las Antenas y el de la Santa, este último con la particularidad de proporcionar otros escenarios como el extenso valle
delimitado por las sierras de S. Francisco, del Louro y de S. Luís.
Océano de un lado, ambientes más pastoriles del otro.
Imágenes que difícilmente se olvidan y que despiertan
emociones distintas a quienes las contemplan.
Sabores da la tierra y del mar
Si las playas y la sierra invitan a la pereza durante el día, al regresar, al final
de la tarde, una pausa por la zona ribereña de Setúbal sirve para abrir boca
a cualquier uno.
Los aromas se confunden. Del choco frito a la parrillada de pescado, del olor
que emana de una caldeirada de Setúbal o de las ostras, muchas son las
exquisiteces que el visitante tiene a su disposición.
Además de los espacios existentes en la zona ribereña, la principal avenida
de la ciudad, con el nombre de la cantante lírica Luísa Todi, ofrece también,
en toda su extensión, innumerables alternativas para el deguste de lo mejor
que el mar y el río tienen para dar, desde el pescado y los mariscos frescos,
al choco frito, a las cataplanas, ensopados o massadas.
Muy cerca de la principal calle de la ciudad, las opciones aumentan aún más
con la posibilidad de los restaurantes de los barrios piscatorios de Fontainhas, a naciente, y del Troino, a poniente, donde están ubicadas algunas de
las mejores casas gastronómicas de la Ciudad.
Referencia aún para la zona de Fonte Nova, donde las muchas terrazas, así
el clima lo permita, invitan a una excelente comida de pescado asado o a
picar algo al final de la tarde.
Para terminar la comida de la mejor manera hay mucho por donde escoger.
Las tortas de Azeitão empiezan la lista. Los dulces hechos a base de naranja
son también una excelente opción.
Pero la mesa no está finalizada sin un buen vino del Sado. Del tinto al blanco,
pasando por el rosado o el espumante (cava), la región le regala innumerables elecciones de calidad garantizada.
El moscatel de Setúbal no puede quedarse fuera y sea al inicio o al final de
la comida, es siempre bienvenido.
Concelho en fiesta
Setúbal es escenario, a lo largo del año, de un conjunto de ferias y fiestas, de naturaleza
profana y religiosa, envolviendo una parte significativa de la comunidad y atrayendo al concelho miles de visitantes.
Realizada hace más de cuatro siglos, la feria de Sant’Iago, que ocurre entre la última semana
de julio y la primera de agosto, es el exponente máximo del calendario de los festejos.
Un evento polifacético y que supo renovarse a lo largo de los tempos, la feria de Sant’Iago es
un escenario de promoción de las principales actividades económicas, sociales y culturales
de la región, así como de espectáculos musicales muy importantes.
En la parte más religiosa, se destaca la Fiesta de Nossa Senhora do Rosário de Tróia, con
particular destaque para el desfile de embarcaciones decoradas entre Setúbal y la caldera
de Tróia.
Realizados en la segunda quincena de agosto, los festejos empiezan con una misa en honor
a los fallecidos en la mar, siguiéndose la travesía del río Sado en barcos decorados. Una vez
en Tróia, por la noche, se asiste a una procesión de velas. Además de las ceremonias religiosas, hay lugar al convivio nocturno, con bailes populares de la región. Tres días después,
termina la fiesta por todo lo alto con el regreso de los barcos a Setúbal.
Las ferias también marcan presencia al largo del año.
Una de ellas, la Muestra de Artesanía, se realiza, habitualmente, en el último fin de semana
de cada mes, contribuyendo para la artesanía local y regional, bien como para la actividad
económica, cultural y social.
En el paseo central de avenida Luísa Todi, en el primer, tercer y quinto sábado de cada mes,
es posible también encontrar artículos a un buen precio en la Muestra de Antigüedades y
de Reliquias de Setúbal.
Una de las más bellas en el Mundo
Con un encuadramiento privilegiado por el estuario del
Sado, por la sierra de Arrábida y por la península de Tróia,
la bahía de Setúbal rivaliza con las más bellas ensenadas
del Mundo.
Los valores patrimoniales, ambientales y culturales que la
bahía abraza, le abrieron la puerta de entrada, en 2002, al
club de las más bellas del Mundo.
Constituyendo lo más importante hábitat natural para la
conservación del delfín roaz-corvinero, que rellena uno de
los requisitos naturales exigidos por UNESCO, la bahía de
Setúbal se beneficia de las plusvalías de la proyección de
la ciudad a nivel internacional.
Huella humana en Arrábida
Además del singular patrimonio natural, Arrábida es rica en patrimonio edificado. Las fortalezas de S. Filipe, de Santa Maria y el
Convento de Arrábida son ejemplos de una secular cohabitación armoniosa entre la obra humana y la naturaleza.
Ubicada en la cuesta sur de la sierra, el Convento de Arrábida, fundado en 1542, por frailes franciscanos, posee una
arquitectura que, debido a sus características y modestia
de volúmenes, más parece una obra de la naturaleza que
del Hombre. El Convento fue ocupado por los religiosos
hasta 1834 y actualmente sirve para fines culturales a través de Fundação Oriente.
Otra perla de visita obligatoria, es la fortaleza de S. Filipe.
Transformada en parador en el siglo XX, a partir de la fortificación del siglo XVI, el panorama desde ahí es impresionante. Las vistas hacia la ciudad, la bahía de Setúbal, Tróia,
el río Sado y el océano son indescriptibles.
Situada en el Portinho de Arrábida, inclinado hacia el mar, la
fortaleza de Santa Maria, erigida en 1670, por orden del rey D.
Pedro II, para protección de la zona costera merece también
una visita. Hoy día alberga el Museo Oceanográfico y un centro
de biología marina, propiedad del Parque Natural de Arrábida.
Estuario de los miles
de descubrimientos
Es inevitable que el itinerario de quien visita Setúbal integre un paseo por la Reserva Natural do
Estuário do Sado.
Presentándose como una de las más grandes zonas húmedas de Portugal, el área protegida, con
casi 23 mil hectáreas, es rica tanto por su patrimonio natural como por el patrimonio construido y
las tradiciones de sus gentes.
Además de los distintos puertos palafitos, las cabañas de rastrojo típicas de Carrasqueira y los vestigios
de las civilizaciones romanas, musulmanas y fenicias,
el Estuario se perfila como uno de los mejores locales para la observación de la comunidad residente
de roazes-corvineros y de distintas especies de aves.
Setúbal tiene el privilegio de ser uno de los pocos
locales en el Mundo, y el único en Portugal, que
cuenta con una colonia permanente de delfines.
El delfín roaz-corvinero es uno de los ex libris del
Sado y, como son bastante activos, es frecuente verlos acompañar a los barcos muy cerca de la proa.
La observación de los delfines se realiza a través
de empresas especializadas, al largo del año. Sin
embargo, es una actividad que se realiza, preferencialmente en primavera y verano, debido a las
condiciones climáticas.
El Estuario de Sado es, también, una importante
área de invernada para muchas especies y de nidificación para otras.
En una zona en que predominan pantanos y salinas, solamente en un día, es posible observar más
de 50 especies y en determinadas épocas del año
ese número puede cuadruplicar.
Entre las distintas especies de aves se destaca el
flamenco, que a partir del final de la década de 80
ha marcado, al largo del año, una presencia asidua
en las principales áreas húmedas del país, como es
el caso del Estuário do Sado.
Los paseos pedestres y en BTT, el piragüismo, la vela
y el windsurf salen favorecidos en el conjunto de las
actividades al aire libre recomendadas para la zona.
Naturaleza y cultura
juntas de la mano
El patrimonio edificado de Setúbal se mezcla en alegre
sintonía con las joyas naturales de la ciudad.
Los apacibles espacios verdes en la ciudad refrescan el
patrimonio construido, testigo de las riquezas histórica y
cultural de Setúbal.
Muchos son los monumentos y locales de interés en la
Ciudad, algunos de ellos de visita obligatoria.
La Iglesia del Convento de Jesus es uno de esos ejemplos.
Patrimonio nacional, y principal monumento de Setúbal,
constituye una de las primeras referencias de la arquitectura manuelina. Se destaca por ser, en Portugal, la primera
experiencia de iglesia-salón, con preciosas columnas torsas. La capilla mayor está revestida por azulejos donde,
en 1520-1530, fue colocado un retablo de pintura - considerado uno de los más notables conjunto del Arte del
Renacimiento en nuestro país – expuesto en la Galería de
Pintura Quinientista (Museo de Setúbal), anexa a la Iglesia.
A pocas decenas de metros, se encuentra el pulmón de la
Ciudad. El Jardim do Bonfim invita a momentos de ocio así
como a un paseo por el renovado parque verde. Son casi
cuatro hectáreas en el corazón de la Ciudad, con más de
300 árboles de 40 especies distintas. Aquí se encuentra el
árbol más alto del concelho, con 32,5 metros.
El Jardim do Bonfim y la plaza de Bocage están muy cerca.
Es en la principal plaza de Setúbal que se encuentra un
otro edificio histórico, la Iglesia de S. Julião. Fundada en
el siglo XIII y modificada en los siglos XVI y XVIII, a consecuencia de los varios terremotos que ocurrieron en la
región, hoy en día conservan dos portales de la época de
la reconstrucción manuelina. Además de la capilla mayor,
en el interior sobresale el sillar de azulejo que narra la historia de S. Julião.
Envueltos en las estrechas calles del centro de Setúbal, diríjase a la plaza de Santa Maria y visite la Catedral de Setúbal.
Erigida en el siglo XIII, estilo romano-gótico, fue reconstruida
en el siglo XVI. Dos torres ladean la imponente fachada, con
entrada en un portal serliano. Una vez dentro, admire las columnas de la orden toscana, frescos, techo, altares colaterales,
talla dorada de la capilla mayor y azulejos del siglo XVIII.
Prácticamente al lado de la Catedral está la Casa do Corpo
Santo. Referencia del Barroco en Setúbal constituida a oriente por una parte de la muralla trecentista. Fue ahí donde se
instaló la Confraria do Corpo Santo, importante hermandad
de navegantes, armadores y pescadores. Visite la antecámara, la capilla y el salón del despacho, donde azulejos, talla,
techos y pavimentos se conjugan armoniosamente.
No muy lejos, con un pasaje al jardín de Quevedo, hay otro punto de interés: la Casa Bocage. Hoy transformada en museo, acoge una exposición permanente sobre la vida y obra de
Bocage, uno de los principales poetas de la literatura portuguesa, nacido en Setúbal en el 15
de septiembre de 1765. En el mismo edificio está el archivo Américo Ribeiro, con el espolio
fotográfico representativo de Setúbal en el siglo XX.
Al salir del museo dedicado a Bocage, subiendo la calle, tiene a su mano izquierda la Igreja de
S. Sebastião y más adelante, a la derecha, tiempo para una pausa en el mirador de S. Sebastião.
Recupere las fuerzas y entre en el Museo del Trabajo Michel Giacometti, mismo al lado, un
espacio donde hay mucho para ver. Antigua fábrica de conservas, el museo dedicado al etnógrafo córsico Michel Giacometti, presenta tres exposiciones permanentes y otras temáticas,
siempre subordinadas al trabajo. En una de ellas se enseñan utensilios agrícolas y el trabajo
rural, en otra, toda la cadena de operaciones relativa a la unidad conservera, existiendo aún
una reconstitución integral de una tienda de ultramarinos, símbolo del comercio tradicional.
Los puntos de interés histórico y cultural no se agotan en la ciudad de Setúbal. En uno de
las extremidades del concelho, en Azeitão, se destaca el Museo Sebastião da Gama. Local de
homenaje al pedagogo y poeta Azeitonense, autor, entre otras obras, de “Serra-Mãe” (Sierra
Madre), donde exalta las bellezas de Arrábida.
Pero, antes de salir de la Ciudad hacia Azeitão, pase en el Parque Verde de Algodeia – cerca del
jardín de Bonfim -, una zona con excelentes áreas encespedadas donde se puede recuperar
las fuerzas antes de partir a la descubierta de tantas otras bellezas de Setúbal.
Villas con dulce sabor de Historia
Azeitão es la designación generalmente utilizada para hacer referencia a un conjunto
de poblaciones que alcanzan el exponente máximo en interés turístico en las villas Nogueira y Fresca.
A lo largo de los siglos, la región de Azeitão fue una de las predilectas de la aristocracia
portuguesa, ostentando, hoy en día, edificios y monumentos de gran importancia histórica.
Sombreada por la sierra de Arrábida, el área cuenta con la presencia humana hace milenios, pero fue sobre todo a partir del siglo XV que Azeitão ganó prestigio, con la instalación de familias nobles.
Hoy, Azeitão, se destaca por su paz bucólica, por el peso de la Historia patente en cada
edificio, por la simpatía de los habitantes y, en particular, por las experiencias gastronómicas que ofrece.
Aquí se pasea a pie. De otro modo puede que le pasen desapercibidas algunas de las
muchas bellezas que las villas nos regalan.
Las calles limpias y las habitaciones floridas son
imágenes que caracterizan Vila Fresca de Azeitão,
donde no se puede dejar de visitar los talleres de
artesanía, el chafariz o la Quinta da Bacalhôa.
En dirección a Vila Nogueira, las atracciones no
disminuyen. Empezando en la Quinta das Torres
y pasando por el Palácio dos Duques de Aveiro,
Igreja de S. Lourenço, Fonte dos Pasmados o por
la casa museo de la empresa vinícola José Maria
da Fonseca, los puntos de interés se multiplican.
La plaza de la República, más conocida por Rossio, donde se encuentra una estatua en homenaje al poeta y pedagogo azeitonense Sebastião da
Gama, es un apacible punto de ocio, sombreado
por grande plátanos.
Los azulejos, marca fuerte de Azeitão, son presencia
constante, siendo posible su adquisición en tiendas
o encontrarlos en los revestimientos de las casas.
Otro ex libris de la región es el conocido queso
de oveja. Con el peso aproximado de 330 gramas,
el queso de Azeitão es muy apreciado por su sabor especial que le confiere la característica de la
flora de la sierra de Arrábida y por la variedad del
cardo con que se procede a su coagulación.
La visita no puede terminar sin picar algo en una de
las cafeterías de la zona, donde se puede disfrutar de
los muchos dulces y de las sabrosas tartas de Azeitão.
Diseño: DICI, Câmara Municipal de Setúbal. Mayo 2012
NOTAS
Casa da Baía de Setúbal
Avenida Luisa Todi, 468 – 2900 Setúbal
Contactos : (+351) 265 545 010 / 915 174 442 | [email protected]

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