los seres: nuestros protectores
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los seres: nuestros protectores
LOS SERES: NUESTROS PROTECTORES Por Martín (Thupten Chophel) La situación dentro del camino espiritual que tengamos, es la que tenemos y debemos aprender a aceptarla. De la misma forma los seres que nos rodean y con los que nos relacionamos, forman parte de nuestra situación dentro del camino. Si exigimos demasiado a los seres que nos rodean y no los aceptamos tal y como son, corremos el riesgo de crear tensiones, malos rollos, en definitiva malos karmas, que luego habrá que volver a trabajar en el futuro para superarlos, con la consiguiente pérdida de tiempo y de energía en el camino. El aceptar a los seres que nos rodean con sus virtudes y también con sus defectos, no implica no querer transformar y mejorar la sociedad poco a poco y subir el nivel de todos, sino que nos volvemos realistas y nos damos cuenta del punto en el que estamos. Si nuestras relaciones con la familia, amigos o laborales fluyen bien, debemos pensar que todos estos seres son nuestros protectores, y valorarlos en gran medida. El que estas relaciones fluyan y estén bien, es debido a trabajo de mucho tiempo, incluso de vidas y no se debe desperdiciar todo lo bueno que recibimos de ellas. Gueshe Tamding Gyatso Rimpoché, Lama del que fui asistente personal 5 meses, me contestó de la siguiente forma a la pregunta de si debiera quedarme a vivir en Vigo o ir a Menorca : “La adivinación sale que mejor que te quedes en Vigo, pero no olvides que tu mente y tus obstáculos te los llevas contigo allá donde vayas”. Por tanto si cuando no nos gusta una situación, huimos de ella y nos vamos a otro lugar, los obstáculos seguirán apareciendo aunque se manifiesten de diferente forma. Por supuesto que a veces hay que cambiar de lugar, pero nunca huyendo de nuestro interior. Como complemento a esto, también decir que en muchos momentos y donde podemos escoger, debemos alimentar las buenas compañías y dejar de lado las malas influencias, también a veces hay que saber cortar una relación que se vuelve extremadamente rutinaria y sin positividad. Debe haber un equilibrio entre aceptar lo que hay, y el sentido común y la mejora de todos. Os doy un ejemplo personal. He nacido en una tierra donde no existía el Budismo ni las Enseñanzas. Tras haber recibido muchas enseñanzas de grandes Lamas, y estar más de 1 año fuera de casa, viviendo con Lamas e incluso en Dharamsala en India, donde vive SS el Dalai Lama, entonces volví a Vigo, mi ciudad natal y todo fue muy difícil, rechazo al Budismo y a mi búsqueda espiritual por parte de mucha gente, debido a su ignorancia. De esta forma en este caso lo mejor es hacer un doble trabajo, aceptar bastante a la gente que me rodea, pero no olvidarme de la fuerza y perfección del Budismo, por tanto eso me llevó a viajar frecuentemente y estar en contactos con Lamas para recargar baterías, y mantener mi motivación firme. Ahora en estos momentos, pasados 18 años, ya no necesito viajar con tanta frecuencia y la práctica está integrada con todos y respetada por todos. Yo los respeto, les ayudo, les demuestro que les aprecio por lo que son y ellos me respetan y me aprecian, no nos intentamos convertir unos a otros. Hablo de Meditación y Budismo con quien está interesado en estos temas, y con los demás, de la familia, de fotografía, de solidaridad, etc. Esto lleva tiempo y no es fácil, pero es maravilloso ver que se puede conseguir. Por supuesto hay una práctica de Meditación diaria fuerte y estable, con disciplina y sin ella tampoco funcionaría el sólo ver a los seres como mis protectores. También hay días más difíciles y días más fáciles, todo ello es parte del camino. Para finalizar os propongo reflexionar en que todos los seres tenemos la naturaleza de Buda en nuestro interior, debemos eliminar los velos temporales que la oscurecen y por tanto debemos apreciar esa semilla en todo ser que vemos y pensar que al igual que yo no quiere el sufrimiento y busca la felicidad.