Mi casa y yo serviremos a Jehová

Transcripción

Mi casa y yo serviremos a Jehová
MI CASA Y YO SERVIREMOS A JEHOVÁ
Eso lo dijo el hombre de Dios que habría de suceder a Moisés, y eso fue muy significativo
porque pronuncio esas palabras en un ambiente que uno jamás se lo imaginaría. Leyendo
cuidadosamente el capítulo 24 de Josué uno podrá ver a que corriente Josué se estaba enfrentando
junto con su familia; era alrededor del año 1372 a. de J.C., y ya Moisés tenía poco más de 50 años de
haber muerto (1423), y el pueblo todavía retenía dioses entre sus tiendas y aldeas. La corriente del
mundo pagano aun les llegaba hasta sus oídos y la seguían en algunas de sus prácticas, los verbos de
tiempo presente indican bien claro que Israel no dejaba la idolatría. La expresión dioses se usa al
menos 6 veces, ya sea en relación con la era patriarcal o durante el tiempo de Moisés o de Josué. El
hombre de Dios les dice "quitad de entre vosotros" v. 14 y 23, y esto quiere decir que el pueblo aún no
hacia conciencia plena de los mandamientos de Dios. Eso debe ser una lección para nosotros los
padres de familia, para los que queremos que nuestros hijos y descendientes no se desvíen de la
verdad. Pero todo empieza desde los padres quienes deben de mantener el celo por las cosas de Dios;
pero un celo saludable y constructivo, y no uno carnal que más bien destruya a los hijos en vez de
construirlos. La corriente pagana DENTRO del pueblo era lo que le preocupaba a Josué, y eso es lo que
a nosotros debe de preocuparnos para evitar que el mundo se lleve a nuestros hijos al paganismo. Si
en la iglesia se toleran conductas carnales y eso se suma a la disciplina deficiente dentro del hogar no
nos extrañe que nuestros hijos vivan vidas mundanas o acepten doctrinas humanas estando dentro de
la iglesia. La falsa doctrina todo el tiempo estará tocando a las puertas de la iglesia de Cristo, y no
faltará que miembro la acepte. Es triste decirlo, pero hay hermanos o hijos de hermanos que le han
dado oídos a la carnalidad del mundo. Me parece que los padres en los tiempos de Josué no hicieron
su trabajo con ellos mismos ni mucho menos con sus hijos, pero Josué y su esposa si lo hicieron y se
reflejó en su fidelidad al Dios de los cielos.