Descargar - Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau

Transcripción

Descargar - Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
memoria
Noviembre / 2 0 08
ISSN 1684-2413
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau / Ediciones La Memoria
A GUITARRA LIMPIA
NOVENO ANIVERSARIO
A GUITARRA
LI PIA
MEMORIOSOS Y FELICES
AQUÍ ESTAMOS Y SEGUIMOS
Sumario
Noveno aniversario de A guitarra limpia / 1
Memoriosos y felices, aquí estamos y seguimos / 2
Concierto Una canción para Pablo / 3
Freddy Lafitta: Pared adentro / 4
Isael Pipo Carrazana: Técnica mixta / 5
Leonardo García: De paso por el sol / 6
Fernando Cabreja: Como una luna en pie / 7
Concierto para Frida y Diego por los nueve años
de A guitarra limpia / 8
Becas de Creación Noel Nicola y Sindo Garay / 9
Premio de Ensayo Noel Nicola / 10
Fotografías en el Centro:
Homenaje al Plátano y Sombras de mi tierra,
de José Martín Sulaimán / 11
Víctor Víctor y José Antonio Rodríguez:
A guitarra limpia en Cubadisco 2007 / 12
Eric Méndez: De vuelta a la guitarra / 13
Pedro Luis Ferrer: Concierto de fin de año / 14
Sharing Dreams: Música y Diseño / 15
Encuentro con Silvio Rodríguez / 16
Colección LA MEMORIA
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Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
Ediciones La Memoria
Noviembre de 2008
Director / Víctor Casaus
Editora / Xenia Reloba
Fotos /Alain L. Gutiérrez, Enrique Smith,
Ariel Díaz, Kaloián Santos / Centro Pablo
Agradecimientos / Instituto Cubano de la Música,
Fondos Ojalá
REDACCIÓN / Muralla No. 63
entre Oficios e Inquisidor, la Habana Vieja
Ciudad de La Habana
Tele-fax: (53-7) 866-6585
Correo electrónico: [email protected]
www.centropablo.cult.cu
www.artedigitalcuba.cult.cu
www.aguitarralimpia.cult.cu
www.centropablonoticias.cult.cu
http://www.trovacub.net/centropablo/
Director / Víctor Casaus
Coordinadora / María Santucho
Diseño gráfico / Katia Hernández
Cuba Arte Digital / Abel Casaus
Prensa / Estrella Díaz, Vivian Núñez
Sonido / Jaime Canfux
Fotos / Alain L. Gutiérrez
Informática / Jesús García
Especialistas / Elízabet Rodríguez,
Virgen Gutiérrez, Yus Escobar
Asistentes de producción / Jacquelin Rodríguez,
Manuel Rodríguez, Idalino Sánchez,
Cristina Quintero
Memoria no es una palabra cualquiera. Es una necesidad de quien existe, un arsenal para el
futuro de la vida toda. En los tiempos que habitamos, memoria es casi un grito de guerra. Por
tanto, es un acierto tremendo haber nombrado así este cuaderno que de mano en mano va
construyendo, como los cuadros de una película, la historia de toda una época. Tiempo de
canciones y personajes que hubieran sido incomprensiblemente anónimos de no ser por estas
tintas reveladoras.
De esa manera iniciaba el trovador Ariel Díaz el editorial del cuaderno consagrado al séptimo
año de A guitarra limpia.
Cerca de un centenar de conciertos, canciones, fotos, recuerdos… han desfilado por estas
páginas llenas de letras apretadas que hoy completan un ciclo numéricamente imperfecto –nueve–,
pero significativo porque llega con la década del espacio que el Centro Pablo inauguró –a la
sombra de las yagrumas de Muralla 63–, para aliento de quienes comenzaban a incursionar en los
ámbitos de la nueva trova y también de quienes son ya nombres consagrados de esa tradición que
desde aquí defendemos, contra viento y marea.
El primer año ya afirmábamos la vocación inclusiva de estas tardes de trova: A guitarra limpia
ha ofrecido su espacio a los valores más jóvenes de la nueva trova cubana, esa formidable
expresión de nuestra cultura que se encuentra en un momento de auge y transformación. Hemos
contado con la colaboración y el apoyo de los trovadores “mayores”–aquellos que iniciaron su
labor, como fundadores– y de la generación, también creativa y pujante, que les continuó.
Para evocar el paso –no tan fugaz como pudiera parecer– del tiempo por estas hojas, reunimos
viejas palabras; ellas resumen momentos, sentimientos, significados que, afortunadamente, nos
son hoy tanto o más cercanos que cuando nacieron.
Este cuaderno es, en su conjunto, una fiesta de la memoria, dijo el poeta y cineasta Víctor
Casaus, al comentar los conciertos reunidos en la edición que nos precede. Durante todos estos
años hemos recordado, junto con los nombres de los trovadores y trovadoras que llenaron cada
convocatoria A guitarra limpia, los de los artistas de la plástica que complementarían con sus
obras cada encuentro, y los de los amigos, las amigas y las instituciones que han hecho posible
nuestro sueño de constantes buscadores de verdades, belleza y poesía.
A guitarra limpia se ha convertido, para nuestra felicidad, en un espacio necesario, alentado
por la solidaridad y el deseo de crear, confesábamos en el segundo Memoria, y nos alegramos de
poder retomar esas palabras en esta edición. Un año después, en la memoria del tercer aniversario,
Casaus apuntaba que solamente por esa maravilla de ofrecer a los jóvenes trovadores la
posibilidad de ser grabados por primera vez para su naciente público, valdría la pena esta
aventura de haber creado el espacio A guitarra limpia.
Hoy, como entonces: este cuaderno Memoria quiere resumir, en un rápido golpe de páginas,
la maravilla de la persistencia… la belleza de esos momentos en que la canción y la poesía,
unidas, nos hacen mejores en un pequeño patio de La Habana Vieja. Nos complace anunciar,
además, el volumen Memorias: A guitarra limpia, de Ediciones La Memoria, recién salido
de la imprenta, y que se nutre en gran medida de los textos e imágenes recogidos durante nueve
años en este cuaderno.
Ya lo dijo Ariel, hemos estado aquí todo este tiempo, acumulando tesoros que otros
se dieron el lujo de confundir con desechos. Todos los que hemos sido cómplices de este
atrevimiento fuimos premiados con una visión más larga y un sentir más duradero…
Memoria no es cualquier palabra.
Siempre memoriosos y felices, aquí estamos y seguimos.
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Concierto
UNA CANCIÓN PARA PABLO
A GUITARRA
LI PIA
20 de diciembre de 2006 / 5 p.m.
CuandoelCentroconvocóalconcursoUna
canción para Pablo, no solo estaba cumpliendo uno
de sus mandatos fundacionales de exaltar la figura de
ese revolucionario contemporáneo que es Pablo de la
Torriente Brau, junto con el otro precepto de estudiar
y promover su obra creativa y su pensamiento
revolucionario.
Con el concurso, el Centro recordaba también
a los trovadores que el canto a los héroes es uno
de los pilares raigales de la trova, la de ayer y la de
hoy (a veces es preciso un recordatorio). Y porque
la trova no es una moda pasajera, dentífrico
musical que cuando se gasta se sustituye por uno
nuevo, sabemos que también la trova de mañana
continuará, como hasta hoy, cantándole a los
héroes. Y Una canción para Pablo llega en
momento oportuno, cuando aún los héroes siguen
convocando a la acción, a defender la República,
cuando debemos gritar todavía “¡No pasarán!”, y
cumplirlo a canciones, poemas y con los actos
apropiados en el momento necesario.
Han respondido los trovadores a este llamado
del Centro. Y han respondido bien. Tan es así que
el Jurado se vio obligado a rebasar el límite de
premios que prescribía la convocatoria, y conceder
dos premios adicionales y una mención especial.
Este concierto de hoy es el resultado.
Cantarán los premiados su canción a Pablo,
cantarán los demás finalistas del concurso, y
cantarán otros trovadores que se suman a este
homenaje a Pablo, para levantar con canciones,
con poemas, con actos, el más imperecedero
monumento a los héroes.
PRIMER PREMIO
Juan Carlos Pérez / Contra lo oscuro
SEGUNDO PREMIO
Marta Campos / Caminar contigo
TERCER PREMIO
Silvio Alejandro / Hijo de islas
CUARTOS PREMIOS
Heidi Igualada / Hay palabras
Fernando Cabreja / Arquitecto del sol
MENCIÓN ESPECIAL
Oscar Eduardo Sánchez / Torrente Brau
Germán Piniella
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SELECCIÓN
Samuell Águila / Dime cuánta
humanidad
Ihosvany Bernal / Pablo
Raúl Verdecia / Crónica de una utopía
INVITADOS
Ariel y Amanda / Los campesinos /
Coplas a la defensa de Madrid
Ariel Barreiros / Quinto Regimiento
Manuel Argudín / Elegía segunda,
canción de Silvio Rodríguez basada en
el poema homónimo de Miguel
Hernández
Vicente Feliú / Pablo
A GUITARRA
LI PIA
F re d d y L a f i t t a
PARED ADENTRO
27 de enero de 2007 / 5 p.m.
Invitados: Juan Carlos Pérez, Inti Santana
Obra plástica: Pedro Cantero
Nos queríamos comer el mundo. Caminábamos
por las calles de Las Tunas y éramos desafiantes,
iconoclastas, rebeldes. Rebeldes con una causa
común: la poesía. Más allá de eso no nos importaba
nada. Nos reuníamos (y no en el estricto sentido de
reunirse, más bien nos agrupábamos) en cualquier
parque, la Casa del Joven Creador, la Casa de la
Décima, el Centro del Libro o cualquiera de las
instituciones culturales de la ciudad. Soñábamos con
la trascendencia, el dulce sueño de la trascendencia.
Teníamos poco, muy poco: un par de bolígrafos, unas
hojas desechables y una guitarra. Detrás de la guitarra
siempre estaba Freddy, no importaba la hora ni el
lugar. Freddy era nuestro cantor. Lo seguíamos
ciegamente a todas partes y escuchábamos alelados
sus recitales de poesía musicalizada. Porque las
canciones de Freddy son poemas.
Él mismo es un poeta y de eso dan fe sus
publicaciones, pero tampoco hace falta buscar sus
libros para tener la certeza de su acto poético, basta
con sentarse frente a él (y su guitarra) y escuchar.
Habrá quien diga que no tiene voz. Silvio tampoco
la tiene y no por eso prefiero a Pablo. Muchos
trovadores de ahora cantan “lindo” y no por eso los
prefiero.Yo me quedo con la letra comprometida.
Sigo a esos trovadores que se desangran, que lo dejan
todo en sus canciones: toda la sangre, todo el dolor.
Por eso sigo a Freddy Lafitta, a Norge Batista,
aAriel Barreiros, aYunior Navarrete. Por eso asisto
a pocos conciertos en esta ciudad. Sigo a los
cantores auténticos, no al de la guitarra impecable
o al que posa en el escenario. La rueda de la historia
pasará sobre ellos sin que nadie recuerde el estribillo
de su canción más popular.Yo sigo al trovador que,
como Whitman, se cante y se celebre a sí mismo,
porque así estará tocando la carne de quien lo escucha.
Por eso sigo a Freddy Lafitta.
Hasta el fin del mundo.
Osmany Oduardo Guerra
Freddy Lafitta (Baracoa, 1971). Narrador, trovador y poeta. Miembro de la
Asociación Hermanos Saíz. Ha publicado en diferentes revistas del país, así como en varias
antologías cubanas y extranjeras. Ha merecido varios premios literarios, como el Principito, de
cuentos para niños (2000), Todo décima, de poesía para niños (2003), Mención Premio
Iberoamericano Cucalambé (2000) y Premio Nacional AlaDécima (2005), entre otros. En el año
2006 publicó el cuaderno Empezar desde cero, de poesía para niños (Editorial Sanlope, Las
Tunas). Como trovador, es autor e intérprete de las canciones de su repertorio, y se ha presentado
en diferentes escenarios del país. Reside en Las Tunas.
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CARMEN
Carmen:
hoy que ni siquiera se hace tarde,
voy por la ciudad como un cobarde
masticando la luz que sobró del viernes.
Carmen:
si este día fuera una canción
llegara el invierno y mi razón
no creyera en verdad ni en premoniciones.
Porque la canción es como un vino viejo
y para el milagro se inventó el invierno.
Tu voz me recuerda que existe la luz.
Tus manos criaron el tiempo.
Si cantas le pones espejos al pan
y hasta un cascabel al silencio.
Freddy Lafitta
Isael Pipo Carrazana
TÉCNICA MIXTA
A GUITARRA
LI PIA
24 de febrero de 2007 / 5 p.m.
Invitados: Alejandro González, Richard Pérez, Fernando Guerrero, Sucel Matos
(coros), Iván Suárez (bajo), Víctor Linens (tres), David Hernández (percusión),
William Roblejo (violín), Néstor Rodríguez (saxofón)
Obra plástica: Isael Pipo Carrazana
¿candor?, ¿sencillez? Es precisamente esto lo que trasciende y no por su
juventud, sino por su estilo, que nos recuerda las más bellas tonadas
campesinas, por eso me resultó muy legítimo el Gran Premio obtenido por
Isael en el 2003, en el concurso de música campesina Eduardo Saborit.
Gracias a los dos Puntal alto (noviembre de 2004 y junio de 2006) que
promueve el Centro Pablo, hemos podido disfrutar y analizar el conjunto
de su obra y sus potencialidades vocales. Gracias al Centro por otorgarle a
Pipo, como cariñosamente se conoce entre los trovadores, la beca de creación
Sindo Garay 2006.
Isael Carrazana es un artista genuino, trovador y pintor del verso, en el
arte y en la vida.
Qué satisfacción saber que con trovadores como él...
Una se va de novia con la vida,
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe que a la vuelta de la esquina…
hay gente como tú…
tan necesaria.
Cristina Palomino (actriz)
Hay gente que con solo abrir la boca
llega hasta los confines del alma,
alimenta una flor, inventa sueños…
Hamlet L. Q.
Y una de esas voces llegó una noche de viernes, en los comienzos del siglo
XXI, a la Peña Trova y poesía que realizaba en la recién desaparecida (no se
sabe por qué extraño artilugio o artimaña) Casa de la Trova de Centro
Habana.
El portador de esta bella voz, suave y limpia, un joven bayamés, desde su
primera presentación nos atrapó con sus composiciones (con lo más auténtico
del humor cubano), con su especial timbre, y desde esa misma noche se
convirtió en trovador permanente de nuestra cita.
Isael Carrazana repetía la historia de sus antecesores, los trovadores
insignes, mostrándonos lo mejor de la trova oriental, renovada, acorde a
nuestro tiempo, tanto en los textos como en la interpretación. ¿Ingenuidad?,
Isael Carrazana Vargas, Pipo (Bayamo, 30 de
marzo de 1971). Aficionado a la música y a la plástica desde niño.
En 1994 ingresó a la Asociación Hermanos Saíz de la provincia
de Granma, organización donde poco después asumió varias
responsabilidades. Se ha presentado en diversos espacios y festivales
en el país, entre ellos las Romerías de Mayo en Holguín, el proyecto
Puntal alto de la Sala Majadahonda del Centro Pablo de la Torriente
Brau y el Centro Hispanoamericano de Cultura, entre otros. Ha
obtenido premios en varias ediciones del Festival provincial de la
Trova Pimpo Lao y obtuvo Gran Premio en el Festival Nacional de
Música Campesina (2003). En el año 1999 realiza la grabación de un
demo en los Estudios del Centro de la Música Sindo Garay, de
Bayamo. Fue uno de los ganadores de la primera edición de la Beca
Sindo Garay, del Centro Pablo.
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A GUITARRA
LI PIA
L e o n a rd o G a rc í a
DE PASO POR EL SOL
31 de marzo de 2007 / 5 p.m.
I n v i t a d o s : T r í o d e c u e r d a s A l t e r e g o , Ya í m a O r o z c o , A r i e l M a r r e r o ,
Niurvis Moreno, Inti Santana, Samuell Águila
Obra plástica: Agustín Bejarano
CON EL ALMA DE ABRIGO
O UN SOÑADOR DE PELO CORTO
En una década cronológicamente más lejana
de lo que sentimentalmente nos puede parecer,
Joan Manuel Serrat deslizó en un tema
inolvidable aquella irónica pregunta: “A un
soñador de pelo largo, ¿qué le va usted a hacer?”
Todavía entonces resultaba transgresora la melena
masculina.
Claro que la ruptura –Paz mediante–
deviene tradición y termina instaurando nuevos
estereotipos. Por eso hoy nos parece trasgresor
ese aire tradicional con que proyecta su arte de
excelencias una figura como Leonardo García.
Leonardo es todo lo contrario de un “soñador con
pelo largo”: serio, puntual, formal al extremo,
sobrio en su vestimenta, fiel a su mujer, a su
poética y a su palabra, poco amigo de licores y
más casero que bohemio, lo que tal vez explique
el sólido orden de su universo creativo y su
coherencia al convertirse en otro tipo de bicho
raro: un trovador profesional.
De paso por el sol, regresa al Centro Pablo
con dieciocho piezas que resumen un trabajo de
lustros.
Sus más cercanos colegas en él admiran al
intérprete que se detiene celoso en matices y
detalles; que sabe usar con mesura el falsete para
explotar mejor su bien timbrada voz de color muy
atractivo, que tiende a lo académico en su
ejecución guitarrística. Y en él admiran al
compositor cuyos diseños melódicos se apoyan
en fraseos prolongados, que muestra preferencia
por los ritmos ternarios y que dota sus melodías
de un tratamiento armónico eficaz y transparente.
En Leonardo no nos resulta exagerado, como
en otros, el cómodo cliché de llamar al trovador
“poeta con guitarra”. De verdad esos textos
traducen a un lenguaje de alto vuelo el ademán
sentencioso tan propio de la oralidad cubana:
“Hay que morir un poco cada día para escribir el
cuento, para intentar la vida…” o “La felicidad
tocará a tu puerta, y tú tienes que aprender a
reconocerla”. Este discurso poético –donde no
cabe lo soez ni lo estridente– más bien parece
brotar de un consejero o viejo sabio obsesionado
por el tiempo: “Tanta pobre gente que no ve que el
futuro apremia…”; pero a la vez mantiene una
frescura juvenil al retratar la ternura amorosa: “Y
es que no hay encanto mayor que escuchar los pies
de tu corazón cuando se acerca al mío…”
Se trata de un amor que puede cobrar insólitas
dimensiones eróticas y proyectarse sobre el
paisaje urbano de “una calle lenta que abre sus
piernas”. Amor que puede agigantar a los
protagonistas de los textos: “Bajaré del Sol por
última vez a encender lo muerto. […] En la
madrugá agárrate de la Luna”. Amor que a veces
deriva en humor: “Llegarás al cuartel con tu
sonrisa, y se irán rindiendo los soldados”.
El poeta Leonardo García conoce el poder
fecundador o destructor de la palabra: “¿Y qué
palabra van a usar si nos vienen a matar?” Por eso
no concibe la posibilidad de rebajar sus versos a
una función suplementaria de la música. Es tal la
fuerza estremecedora de su verbo que, aunque a
menudo abuse de la primera persona, se nos torna
imposible dejar de reconocernos en esas
canciones, al cabo de las cuales nos parece haber
mirado por dentro el amor, los dolores, la ternura
y la nostalgia.
Si Leonardo García acomoda su voz a la carga
emotiva de cada letra y pone en ello un toque de
histrionismo; y puede incluso –con su pequeña
gran voz– imitar las inflexiones vocales de un
niño; si Leonardo García se afinca en su
formación académica para entregarnos una limpia
ejecución en la guitarra; si Leonardo García se
atreve a juntar versos suyos con otros de Martí de
donde obtiene un tema orgánico e irreprochable
como Treinta y siete versos para una mujer; si
Leonardo García expresa de modo involuntario
ese “todo mezclado” que nos define como nación;
si Leonardo García asimila con libertad la
herencia rítmica del son, el bolero, el vals, el
guaguancó, la balada, la guajira, el bossa nova…
aunque casi ninguna de sus composiciones se
ajusta del todo a un género particular; si Leonardo
García ha juntado a las suyas las preguntas de su
generación, solo nos queda escucharlo, entrar en
comunión con ese mundo esplendoroso de su
creación y murmurar como cómplices: “A un
soñador de pelo corto, ¿qué le va a usted a hacer?”
Yamil Díaz Gómez
Leonardo García Rodríguez (Cienfuegos, 17 de junio de 1975). Ingeniero
agrónomo y Master en Biotecnología de las plantas de la Universidad Central de Las Villas. Es
Proyecto Nacional de la Asociación Hermanos Saíz y pertenece al Centro Provincial de la Música de
Villa Clara. En 1990 se graduó de nivel elemental de guitarra en la Escuela Vocacional de Arte Olga
Alonso González. Ha participado en importantes festivales y concursos y su tema “Detrás del tilo”
ganó el Primer Premio de Interpretación (Vionaika Martínez) en el Concurso Adolfo Guzmán 2007.
Se ha presentado en la Casa de las Américas, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Teatro Amadeo
Roldán, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, entre otros lugares. Es co-fundador de
La trovuntivitis, del Centro Cultural El Mejunje, de Santa Clara. Aparece en antologías y discos
colectivos y en solitario, entre estos últimos Días corriendo (producción independiente, 2002)
y De paso por el sol (A guitarra limpia, 2007), con el que obtuvo el Premio en la categoría de Trova
en Cubadisco 2008. Fue ganador de la Beca Sindo Garay (2006). Su obra figura en varias antologías,
entre ellas el disco homenaje a Silvio Rodríguez Te doy una canción (2007), de la Colección
A guitarra limpia.
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A GUITARRA
LI PIA
F e r n a n d o C a b re j a
COMO UNA LUNA EN PIE
26 de abril de 2007 / 5 p.m.
I n v i t a d o s : I v e t t e R o d r í g u e z , P a v e l P o v e d a , Ta m a r a C a s t i l l o , D ú o K i k o y E d e r l i s ,
Edelys Loyola
Obra plástica: Paul Sosa
APUNTES PARA UN AUTORRETRATO
A CUATRO MANOS DE
FERNANDO CABREJA
Yo soy puro accidente del destino, / un
peregrino, como el amor. / Me paso todo el tiempo
revisando / cada cuartilla del corazón.
Un trovador es una bestia metafísica. No
podemos a ciencia cierta calificarlo ni como
músico ni como poeta, aunque ambos misterios
delimiten su inquietante y hasta peligrosa
indumentaria.
Un tanto irreverente abrazo el mundo, / a
veces fundo, a veces no. / Parece que no encuentro
nunca nada / pero renazco en cada dolor.
El poeta asegura que los versos del trovador
son piltrafa sin el acompañamiento de su guitarra.
El músico reconoce a duras penas que algo habrá
de armonioso en la tonadilla musitada por el
trovador.
De pez a pescador solo imagino / un breve
filo, punta de arpón. / Como todo mortal me
contradigo / pero exigiendo la salvación.
Poeta y músico están en lo cierto. Ambos
añoran secretamente convertirse en bestias
metafísicas. Fernando Cabreja es uno de esos
contados monstruos capaces de conmover y
exultar a un mismo tiempo. La extraordinaria
desnudez con que Fernando arropa sus esperanzas
y zozobras hace que sus canciones lleguen a la
médula.
Canta desde tu ventana / sueña al lado de tus
hijos, / cuando todo coincida, ay / cuando lo
malo coincida.
“Cantor de la familia” le llamó Silvio
Rodríguez. Así lo dejó escrito el autor de
Unicornio sobre aquella desvencijada guitarra con
que Fernando, en el año 1989, cantaba:
“Lluvia, qué nube te parió esa madrugada /
que me encontraste solo con mi amada / tendido
en una hoja / como cama.”
Fernando Cabreja es, no quepa la menor duda,
el autor de algunas de las mejores canciones de la
Trova, así, con inicial mayúscula. Raro privilegio
para unos pocos elegidos que hemos tenido el
venturoso albur de conocerle y escucharle. Certera
intuición del Centro Pablo, que hoy le facilita la
oportunidad de demostrar, a guitarra limpia, que
estas palabras son, ¡desde hace tanto!, una verdad
de Perogrullo.
José Luis Serrano Serrano
Fernando Cabreja (Sagua de Tánamo, Holguín, 30 de octubre de 1960).
Licenciado en Historia del Arte de la Universidad de La Habana. Es poeta, trovador y realizador de
programas en la emisora La voz del níquel (Moa). Publicó sus primeros poemas en las revistas Alma
Máter y El Caimán Barbudo (años 80). En 1991 vio la luz su poemario Paradoja de un hombre en
la mirilla. Pertenece a la generación de Carlos Varela, Gerardo Alfonso, Santiago Feliú y Frank
Delgado. Ha compuesto más de cien canciones, entre ellas “Canción al desaliento”, que ha sido
interpretada por el Trío Enserie, el Dúo Cofradía, Diego Cano, entre otros trovadores. Como
promotor cultural, organiza desde el 2000 el evento Trova viva y mantiene todos los segundos
jueves de cada mes el espacio Alta marea. Recibió la distinción 20 Aniversario de la Asociación
Hermanos Saíz. Es miembro de la UNEAC. Obtuvo premio en el Concurso Una canción para
Pablo, convocado por el Centro Pablo. Sus canciones mezclan lo lírico y lo épico y defienden lo
perdurable como esencia humana universal.
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CANCIÓN AL DESALIENTO
Si a tu casa asoma su perfil la duda
Comienza a cantar canciones y tendrás fortuna
Para el mal humor
Toma este buen consejo
Respira profundo
Y mira el sol que es viejo
Escucha las tonadas de tu hija
Si la desesperanza te cobija
Olvida los rencores al momento
Que el amor puede más que el desaliento
Y si te cae el peso de la soledad
Dale un paseo tranquilo a tu ciudad
Y si te cae el peso de la soledad
Dale un paseo tranquilo a tu ciudad.
Fernando Cabreja
A GUITARRA
LImPIA
Concierto para Frida y Diego
POR LOS 9 AÑOS DE A GUITARRA LIMPIA
A r i e l B a r r e i r o s , A r i e l D í a z , H e i d i I g u a l a d a , L i l l i a n a H é c t o r,
M a r t a C a m p o s , M a u r i c i o F i g u e i r a l , N e l s o n Va l d é s , O s c a r
E d u a r d o S á n c h e z , P e d r o B e r i t á n , To n y Á v i l a
24 de noviembre de 2007 / 5 p.m.
Obra plástica: Enrique Smith
¿Cómo conmemorar, con toda la fuerza debida,
el centenario de Frida Kahlo y los cincuenta años
de la muerte de Diego Rivera? Esa era la pregunta
que venía revoloteando en nuestras cabezas cuando
llegamos a aquella primera reunión en la Casa de
México, arropados por los muros sobrecogedores
de La Habana Vieja. Lo heterogéneo del pequeño
grupo de amigos –que incluía desde un coreógrafo
hasta un filósofo, pasando por artistas visuales,
críticas de arte, curadoras y un historiador; todos
ellos fridomaníacos, sobra decir– presagiaba
que lo que no podía faltar ahí eran ideas. Lo que
no imaginábamos en ese momento era hasta
qué punto nos iba a desbordar, en los días
subsecuentes, el alud de manos amigas,
procedentes de todos los campos artísticos,
de todos los ámbitos sociales, de las más diversas
provincias de Cuba, que deseaban sumarse,
en cuerpo y alma, a cualquier manifestación de
cariño y aprecio por esos dos gigantes del arte
de nuestra América. El hechizo de Frida volvía
a estar en el aire.
Fue en esa efervescencia de entusiasmo
y de propuestas que tomó cuerpo la idea de
convocar al certamen Una canción para Frida y
Diego, bajo los auspicios del Centro Cultural
Pablo de la Torriente Brau y la Embajada de
México. Ninguna otra institución podía haber
resultado más idónea que el Centro Pablo,
que conmemoraría así el noveno año del
espacio A guitarra limpia, devenido auténtico
crisol donde se decanta y renueva, con vigor
extraordinario, lo mejor de la tradición y
vanguardia de la trova cubana. A ello se sumó
un regalo invaluable: Silvio Rodríguez presidiría
el jurado del concurso, acompañado por Víctor
Casaus y Germán Piniella.
El reto para los trovadores cubanos era, así,
doblemente formidable: por una parte, sintetizar
en una canción dos fuerzas de la naturaleza, Frida
y Diego, trasmutando sus colores y sus luchas
en notas y versos, interpretando sus pinceles
y sueños a través de la voz y las cuerdas de
una guitarra. Por la otra, capturar en sus
composiciones no solo la intensísima vida
interior de ambos artistas, sino también la
atmósfera de un México tan entrañable como,
en muchos casos, físicamente desconocido, pues
la mayoría de los concursantes no habrían estado
en suelo mexicano.
¿Qué soluciones hallaron las trovadoras y los
trovadores a estos desafíos? Este concierto es la
respuesta. La enorme carga poética, la frescura,
sensibilidad, creatividad y solvencia técnica de
las composiciones e interpretaciones, evidencian
la inagotable riqueza y vitalidad de la tradición
trovadoresca cubana. El secreto de todo ello quizá
nos lo revele un poco aquel verso inefable del
propio Silvio: “Solo el amor engendra la
maravilla…”
Eduardo Menache Varela
Agregado Cultural
de la Embajada de México en Cuba
(La Habana, noviembre 24 de 2007)
RESULTADOS DEL CONCURSO
UNA CANCIÓN PARA FRIDA Y DIEGO
El jurado integrado por Silvio Rodríguez,
Víctor Casaus y Germán Piniella otorgó
por unanimidad el Premio Único a “Retrato
con el pelo corto”, de Lilliana Héctor y Ariel
Díaz. Además, entregó una Primera Mención
Especial a “Frida y Diego”, de Marta Campos,
y Segunda Mención Especial a “Frida”, de
Ariel Barreiros.
Fueron seleccionadas también para el
concierto las obras de:
- Heidi Igualada
- Nelson Valdés
- Oscar Eduardo Sánchez
- Mauricio Figueiral
- Pedro Beritán y Lilliana Héctor
- Tony Ávila
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RETRATO CON PELO CORTO
Crece la hierba en el patio, callada,
por las hendijas viene a ver la comunión.
Tiembla y se alarga la sombra soñada
y al tiempo los colores callan su razón.
Se abre por fin la casa en el cielo
a unos pocos besos de aquel callejón.
Parte la alondra plateada en su vuelo
marcando el mismo centro de su corazón.
Frida no tuvo un hijo en sus quehaceres.
Frida no quiere cometas sin estrellas.
Frida no sueña en el lienzo sus placeres
se pinta como es ella,
se pinta como es ella.
De a poco un tanto sus alas se hielan
y desde el silencio de la mesa herida,
gotea el mezcal de la misma manera
en que se va la vida,
en que se va la vida
Mira que si te quise fue por tu pelo:
aunque de tu pincel se agrandara Diego.
Quiero dormir a tu lado la muerte.
Ni siquiera esa suerte me queda tan lejos.
Tanto no andar le ha cansado sus alas
y entre sorbos canta la misma canción
donde volar no sirve de nada
si has nacido marcada por la maldición.
Frida no tuvo un hijo en sus quehaceres.
Frida no quiere cometas sin estrellas.
Frida no sueña en el lienzo sus placeres
se pinta como es ella,
se pinta como es ella.
Lilliana Héctor / Ariel Díaz
BECAS DE CREACIÓN NOEL NICOLA
Y BECAS SINDO GARAY
D
BECAS DE CREACIÓN
NOEL NICOLA
ando continuidad a su programa de difusión y
apoyo a la labor de los creadores de la nueva trova
cubana a través del espacio A guitarra limpia,
iniciado hace nueve años, el Centro Cultural
Pablo de la Torriente Brau, conjuntamente con el
Portal Trovacub y los estudios Ojalá de Silvio
Rodríguez, convocaron a principios de este año
2007 a las Becas de Creación Noel Nicola.
Cada beca consiste en el pago de una
mensualidad de 400 pesos MN durante un año al
ganador, como apoyo material para que pueda
desarrollar su proyecto. Asimismo, se realizará un
concierto en el espacio A guitarra limpia con los
resultados del trabajo de cada una de las becas
otorgadas, en una fecha convenientemente
acordada entre el autor y el Centro Pablo.
Con la grabación en vivo de cada uno de los
conciertos, el Centro Pablo producirá un CD
de la Colección A guitarra limpia.
Se recibieron siete propuestas de trovadores
procedentes de tres provincias del país.
Considerando la necesidad de ofrecer apoyo a una
cantidad mayor de trovadores que los incluidos en
la convocatoria, hemos decidido ampliar a cinco
el número de becas a otorgar.
Los proyectos ganadores de las Becas de
Creación Noel Nicola 2007, según el orden en que
fueron presentadas sus propuestas, fueron:
- Paso a paso, de Etien Fresquet (La Habana)
- Son reafirmativo, de Oscar Eduardo Sánchez
(Holguín)
GANADORES DE LAS BECAS SINDO GARAY 2006 Y 2007
(ACTA DE PREMIACIÓN)
El Centro Cultural Pablo de la Torriente
Brau, dando seguimiento a la acción de apoyo
material a los trovadores iniciada el año
pasado con la convocatoria a la primera Beca
de Creación Sindo Garay, decidió continuar
realizando el otorgamiento de estas becas
anualmente.
El propósito de esta iniciativa es ofrecer
apoyo material a trovadoras y trovadores de
distintas regiones del país para el mejor
desarrollo de su actividad artística en general,
sin que se parta de la presentación de un
proyecto específico para la solicitud de la
beca.
En la primera edición recibieron este
apoyo los trovadores:
Isael Pipo Carrazana (Bayamo), Yunior
Navarrete (Cienfuegos), Leonardo García
(Villa Clara) y Eric Méndez (La Habana).
En la presente edición de la beca hemos
decidido considerar también el importante
valor cultural de los espacios de difusión
de la trova que animan diversos artistas
en varias regiones del país, y ofrecer apoyo
para esta labor que se realiza con dedicación
y constancia.
Por ello, el Centro Pablo ha decidido
otorgar tres Becas de Creación Sindo
Garay 2007 a:
- Proyecto El Trovazo (Pinar del Río),
de Yamira Díaz,
- Proyecto Trovándote (Ciego de Ávila),
de Yoan Zamora,
- y al trovador Raúl Verdecia
(La Habana)
Dada en La Habana, a los 24 días del
mes de noviembre de 2007.
m
9
A GUITARRA
LImPIA
- Evocación, de Héctor Luis Posada (Ciego de
Ávila)
- Somos y no somos los mismos, de Mauricio
Figueiral (La Habana)
- Como una mariposa, de Samuell Águila
(La Habana)
Queremos destacar la conveniencia de un
diálogo entre los creadores premiados y el Centro
Pablo, a fin de precisar diversos aspectos
artísticos de sus propuestas y confirmar, más
adelante, las fechas posibles de los conciertos que
se realizarán.
Dada en La Habana, a los 24 días del mes de
noviembre de 2007.
Jurado: Martín Martínez (Portal Trovacub) /
María Santucho / Víctor Casaus
A GUITARRA
LI PIA
Premio de Ensayo
NOEL NICOLA
algunas de las zonas menos conocidas de ese
proceso cultural.
- La primera piedra, de Ariel Díaz, porque
entrega, a través de su lenguaje agudo y eficaz, un
testimonio auténtico y comprometido de esa
historia reciente, en particular de las generaciones
más jóvenes, a partir de la participación activa del
autor en esas acciones y debates.
4. Premio de Ensayo Noel Nicola
PREMIO DE ENSAYO NOEL NICOLA
E
n La Habana, durante el mes de noviembre de
2007, se reúne el Jurado del Premio de Ensayo
Noel Nicola, convocado por el Centro Cultural
Pablo de la Torriente Brau, conjuntamente con
los estudios Ojalá de Silvio Rodríguez y el
Portal Trovacub.
Sus integrantes, Alberto Faya, Germán
Piniella y Víctor Casaus, después de la lectura y
el cuidadoso análisis de los libros presentados a
concurso, acordaron por unanimidad lo siguiente:
1.
Confirmar que la canción, y muy específicamente la trova, figuran entre las expresiones
artísticas esenciales que, desde la segunda mitad
del siglo XIX, han definido al ser cubano.
Su continuidad en el tiempo se debe a la
creatividad de los artistas que la han desarrollado,
a la labor de diversas entidades que dentro de la
sociedad cubana han contribuido a perpetuar su
existencia y, por supuesto, a esa relación viva y
perdurable que las obras han establecido con el
pueblo en un intenso y constante intercambio de
sentimientos e ideas.
La convocatoria al Premio de Ensayo Noel
Nicola es, por ello, una importante acción que se
suma a las tantas otras que el Centro Cultural
Pablo de la Torriente Brau ha generado en
función de la preservación y el desarrollo de la
cultura artístico-literaria y, de manera muy
especial, de la trova.
2.
Los integrantes de este jurado, que asumimos
la responsabilidad de evaluar las obras enviadas al
Premio, hemos podido comprobar la seriedad y el
amor con que los concursantes se han acercado al
análisis de muy diversos aspectos de esa
fundamental manifestación artística nuestra.
Esto nos permite constatar no solo la importancia
de eventos como este, sino también recomendar su
necesaria continuidad.
Igualmente, el Jurado desea sugerir al Centro
la celebración de un coloquio en el que participen
varios de los autores de los libros presentados,
para debatir algunos de los temas presentes en sus
obras, junto a otros estudiosos, críticos y
trovadores, a fin de darle continuidad al Premio
y promover el debate acerca de esta vital
manifestación de la cultura cubana.
3. Reconocimientos
El Jurado decidió proponer al Centro Pablo
la publicación de un volumen que contenga
fragmentos de los libros que se mencionan a
continuación, en la certeza de que este conjunto de
textos ofrecerá criterios e información sobre el
desarrollo de la nueva trova cubana, difundirá así
aspectos importantes de su desarrollo y servirá de
apreciable herramienta para el trabajo de actuales
y futuros investigadores y estudiosos del tema.
- La literatura y la poesía en la música, de
Guillermo Rodríguez Rivera, porque reúne
valiosos textos de este trascendente crítico y
poeta que exponen y analizan la relación entre esas
formas de creación artística en el ámbito de la
cultura cubana del siglo XX.
- Canción cubana contemporánea: la luz,
bróder, la luz, de Joaquín Borges-Triana, porque
incluye una inestimable información sobre las
recientes generaciones trovadorescas cubanas y
contribuye al conocimiento y al estudio de
m
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Por la precisión con que caracteriza la
diversidad temática de la literatura en las
canciones de Silvio Rodríguez.
Por la acertada manera con que identifica los
vínculos de la obra de un artista con la sociedad
en la que se desarrolla.
Por la sencillez y el rigor intelectual de sus
análisis que contribuyen a esa claridad de ideas
imprescindible en un ensayo literario.
El Jurado otorga el Premio de Ensayo Noel
Nicola a:
Una propuesta sobre la poesía de Silvio
Rodríguez, de Suyín Morales Alemañy.
Dada en La Habana, a los 24 días del mes de
noviembre del año 2007, en el noveno aniversario
del espacio A guitarra limpia.
Jurado: Alberto Faya / Germán Piniella /
Víctor Casaus
Cubierta del libro Silvio poeta, resultado del
Premio de Ensayo Noel Nicola.
A GUITARRA
LI PIA
FOTOGRAFÍAS EN EL CENTRO
EL PLÁTANO, SIEMPRE EN EL CENTRO
A mediados de este año conocimos de la muerte de El Plátano, “el fotógrafo de la Nueva Trova”.
Muchas y muy sentidas fueron las reacciones que esa noticia provocó entre amigos y conocidos
del Centro Pablo. Nosotros lo recordamos especialmente durante la celebración del noveno
aniversario de A guitarra limpia, cuando recibió la cámara fotográfica que Silvio Rodríguez
le regaló.
En este cuaderno, que recuerda lo ocurrido en el patio de las yagrumas durante el año 2007,
incluimos un pequeño homenaje al Plátano, desde el ámbito de la fotografía. Aquí están las
imágenes de Enrique Smith, Alain Gutiérrez, Ariel Díaz y Kaloián Santos, con sus respectivas
y muy particulares maneras de “atrapar” al Plátano.
SOMBRAS DE MI TIERRA, DE JOSÉ MARTÍN PEPE SULAIMÁN
Entre las muchas y diversas actividades
con las que el Centro Pablo celebró, el 24 de
noviembre de 2007, el noveno aniversario
del espacio A guitarra limpia, figuró la
inauguración de la muestra Sombras de mi
tierra, del mexicano José Martín Pepe Sulaimán.
La exposición, según la periodista Estrella
Díaz, encargada de las palabras de presentación,
“evoca a un México nada folclorizado: no es el
México del tequila, los mariachis y los grandes y
llamativos sombreros, sino un México profundo,
reflexivo, hondo”.
Sulaimán, quien llegó directamente al Centro
Pablo desde el aeropuerto, aseguró que desde su
primera visita a La Habana, en 1983, se quedó
“absolutamente maravillado con Cuba, pero, sobre
todo, con la gente”, e insistió en que de inmediato
se identificó con la plástica, la danza, la literatura
y con la vida cultural en general.
“Vivimos –subrayó– en tiempos en que muchos
artistas pintan, esculpen y fotografían de manera
muy similar y llega un momento en que uno no es
capaz de distinguir si el creador es checo, ruso,
mexicano, cubano, japonés o de donde sea”.
En Cuba, aseguró, “encontré eco en los temas,
es decir, una preocupación muy profunda por
el ser humano”, y subrayó que lo que persigue
con su obra es que se “entienda sin darle
demasiadas vueltas” y que aquí, en la Isla,
“ha hallado gentes muy receptivas a este tipo
de mensaje”.
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Finalmente dijo que “este es de los mejores
días de mi vida… He estado cerca de treinta años
queriendo mostrar mi obra en La Habana y hacerlo
en el Centro Pablo es un privilegio, porque es un
lugar querido e importante que hemos visto crecer
y madurar”.
En un comentario sobre la exposición de
Sulaimán, la especialista Carina Pino Santos
apuntó: “Sus obras, realizadas como fotograbados
en una técnica denominada foto intaglio,
explicitan la intención de su autor por ofrecer
estampas del paisaje humano actual de ese
país desde la visión de un fotógrafo que ha
incursionado en el documental, y que, por tanto,
no ha dejado de tener un ojo atento a la realidad
cotidiana.”
Subrayó además que “el arte de José Martín
nos permite volver a plantear críticamente
aspectos sensibles y álgidos en el debate de la
práctica y la teoría del arte de la periferia, poner
sobre el tapete el tema del creciente interés
por buscar una independencia legítima que
se verifique como una aprehensión de lo
internacional sin que lo nacional deje de
proyectarse”.
A GUITARRA
LI PIA
Víctor Víctor y José Antonio Rodríguez
A GUITARRA LIMPIA EN CUBADISCO 2007
26 de mayo de 2007 / 5 p.m.
Invitado: Carlos Luis, guitarrista
Obra plástica: José Luis Posada
BACHATEANDO Y MÁS EN EL CENTRO PABLO
Por María Fernanda Ferrer
El último sábado de mayo (26) dijo adiós a ritmo de bachata y otras
sonoridades traídas desde República Dominicana hasta la Villa de San
Cristóbal de La Habana gracias al Cubadisco 2007. Y es que una de las
jornadas finales de la Feria Internacional del Disco Cubano fue un concierto
especial en el que participaron destacados músicos dominicanos.
En el recital, efectuado en la sede del Centro Cultural Pablo de la
Torriente Brau en La Habana Vieja, participó un grupo importante de músicos
dominicanos encabezados por Víctor Víctor, quienes regalaron dieciocho
temas que fueron desde lo más popular hasta lo más intimista.
Víctor Víctor, uno de los más reconocidos, incluso, en los escabrosos
sectores comerciales de la canción, demostró ser un artista que sabe lo que
quiere y lo que hace: desenfadado, seguro, auténtico y sin la más mínima
“pose”, transmitió al público la certeza de que la calidad y la sinceridad en el
hacer son la mejor carta de triunfo.
Cantó una canción de Joaquín Sabina, otra del también español Víctor
Manuel; siguió con “Rabo de nube” del cubano Silvio Rodríguez y comentó
“que alguien le diga que la cante”, palabras que fueron recibidas con la
sonrisa cómplice de Argelia, la mamá de Silvio. No podía faltar, casi al cierre
del concierto, “En mi mesita de noche”, tema muy popular coreado por el
público, que incluyó a un número importante de estudiantes dominicanos
en Cuba, a quienes el cantautor dedicó la última canción.
José Antonio Rodríguez, otro de los que participó en el concierto, confesó
ser “un compositor de tendencia intimista” y regaló varios boleros y el tema
“Algo está pasando”, de su coterráneo Víctor Víctor. Es francamente
alentador constatar que los dominicanos se intercambian canciones con gran
respeto y admiración mutuos.
Marel Alemany, joven y talentoso cantante –de quien no teníamos
referencia– tuvo varias intervenciones. Una de ellas fue la canción “Lucecita”,
dedicada a La Habana, y un “son-flamenco” con aires trovadorescos que contó
con el auxilio de Víctor Víctor en las maracas.
El registro vocal de Alemany es amplio y su voz redonda, con una dicción
para respetar. Fue, a mi entender, una de las gratas sorpresas del concierto,
sobre todo, al cantar un tema con influencias de lo mejor del llamado rock
latino. En un momento del concierto manifestó su “orgullo por haber
venido a La Habana con estos dos grandes de la música latinoamericana
y con La Vellonera”.
Carlos Luis también cantó y acompañó a José Antonio en varios temas,
aunque lo más significativo fue su ejecución de la guitarra, francamente,
de excepción.
Karel Kalaf y Juan Francisco Ordóñez (guitarras), Ramón Alnos
(bajo), Joel (percusión), estos tres últimos integrantes de La Vellonera,
constituyeron un excelente respaldo sonoro para el concierto.
Fue una velada disfrutable de inicio a fin y que se dividió en dos grandes
partes. La segunda fue el concierto y la primera la inauguración, en la Sala
Majadahonda, de la exposición Mitos, del importante artista de la plástica
José Luis Posada, coordinada por Elizabet Rodríguez.
Víctor Víctor (República Dominicana, 11 de diciembre
de 1948).
Ha sido un estudioso de las raíces
del merengue y la bachata. Éxitos suyos
han sido interpretados por importantes
vocalistas dominicanos y extranjeros.
En 1990 lanzó el álbum Un chin de
veneno, que constituyó un éxito
internacional. Anteriormente salieron al
mercado Álbum rojo, Flamboyán con
sus flores y sus vainas, Cotidiano,
Artistas por la paz, Inspiraciones,
Tu corazón y Alma de barrio.
Ha compartido escenarios con las
figuras más importantes de la canción
de Puerto Rico, Venezuela, Cuba,
Estados Unidos e Italia, entre otros
países.
José Antonio Rodríguez (República Dominicana).
Ganador del primer lugar en el
Festival de la Canción de la Asociación
de Músicos de República Dominicana
en 1984 y, dos años después, del primer
premio en el Festival Internacional de
Viña del Mar (Chile). Ha editado discos
en los que han participado destacados
músicos como Juan Luis Guerra,
Manuel Tejada, Jochi Sánchez, Peng
Bian y los cubanos Silvio Rodríguez
y Carlos Varela. Ha compartido
escenarios con Alberto Cortés,
Mercedes Sosa, Vicente Feliú, Miriam
Ramos, Charles Aznavour, George Ben,
Noel Nicola, Alejandro Filio y la
orquesta cubana Los Van Van,
entre otros.
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A GUITARRA
LI PIA
Eric Méndez
DE VUELTA A LA GUITARRA
28 de octubre de 2007 / 5 p.m.
I n v i t a d o s : L i l l i a n a H é c t o r, A r i e l D í a z , G l e n d a L ó p e z y Ya n d i F r a g e l a
Obra plástica: Digna de Ávila
JESÚS ME DIJO
- Yo estoy tocando…
me dijo él.
- Yo estoy tocando a la puerta de tu corazón día y
noche.
Si tú me abres, yo entraré,
te sentaré a mi mesa y contigo compartiré.
Él dejó en mí este ritmo tan descabezado,
que con las fuerzas de mi alma yo le alabo
y a ti te canto, te canto con mi fe,
te canto, te canto con mi fe,
te canto, te canto con mi fe.
Descubrir a Eric Méndez entre la algarabía de
esta ciudad fue una verdadera suerte. Sentarme a
escuchar entre descarga y descarga sus canciones
de extraña peculiaridad me hizo ir desentrañando
una madeja de ideas de indiscutible valor
espiritual.
Eric es un trovador que lleva a cuestas su vida
con auténtica sinceridad, despojado de esas
posturas pseudo-intelectuales y elitistas que
suelen acompañar a algunos como un sello que,
al final, ha sido rechazado masivamente por el
público del que luego nos quejamos diciendo que
no escucha la Trova.
Con una influencia formidable del funky más
acústico, el jazz, el gospel y el rythm n’ blues, este
compositor nos trae una negritud diferente al
mestizaje nacional, más cercano a lo afrocubano y
al solar.
Eric no teme emprender el reto de lo
universal; para eso cuenta con una guitarra tocada
como pocos, certera, rítmica y una voz que
empastaría hasta con el rechinar de una puerta.
No se necesita demasiada atención para reparar
en la profunda carga de religiosidad de sus textos,
su relación singular con un dios terrenal y
cotidiano, tema que no siempre ha sido llevado a
la canción de manera tan diáfana y poética al
mismo tiempo. De la mano de esta fe humanista,
nos devuelve un entorno preocupante, complejo
pero esperanzador. Este enfoque le ha traído no
pocas críticas y cierto rechazo superficial. La
pregunta que hago es: ¿por qué cantar desde esta
óptica cristiana resulta banal para algunos, sin
embargo, cuando ponemos algún canto afrocubano
en una canción es aceptado inmediatamente?
Desde una visión esnobista esto último tiene más
swing. En todo caso, su postura es auténtica y
universal.
No recuerdo trovador de imagen más sencilla,
mezcla de juglar y transeúnte común. Actitud
chaplinesca y una solidaridad que lo ha llevado a
invitar siempre a algún perfecto desconocido a sus
presentaciones: instrumentistas, trovadores,
poetas y pintores, en una suerte de corte de los
milagros que le agradecemos. Una especie de grito
de “¡Miren, hay otros también!”
Con un impresionante rastro de más de veinte
conciertos (no recuerdo haber hecho ni la mitad de
eso), la mayoría de las veces acompañado de
músicos que le han dado a su obra no poca fuerza
y complejidad, se nos presenta esta tarde más
cercano, en armonía con la guitarra y el patio que
lo reclama hace no sé qué tiempo ya, hecho que
denota la importancia que para él tiene estar aquí.
Hoy compartiré con él sus canciones, un reto
bastante grande para mi cuestionable destreza
guitarrística. Acepté porque el mundo de Eric
Méndez es una alternativa al mío, una ventana
nueva donde asomarme a encontrar otros caminos
que necesito. Si usted anda a oscuras o levemente
en las sombras, hoy descubrirá el milagro de la luz
emanada de la tierra. Luz que, sin máscaras, por él
ha sido sembrada.
Ariel Díaz
- Yo voy al padre,
me dijo él.
- Porque del padre he venido y al padre
regresaré.
Soy el camino, ven, sígueme.
Y la verdad, nadie llega al padre si no es por él.
Él dejó en mí este ritmo tan descabezado
que con las fuerzas de mi alma yo le alabo,
y a ti te canto, te canto con mi fe,
te canto, te canto con mi fe,
te canto, te canto con mi fe.
Se está acercando su tiempo y su bien,
y lo veremos todos,
a cada lado sus ángeles y en las alturas su trono.
Y cara a cara le alabaremos,
multitudes en gran coro.
Eso me dijo y desde que lo sé te canto mi fe,
te canto, te canto con mi fe.
- Yo vengo pronto,
me dijo él.
Mas dejó en mí su espíritu moviéndose con poder.
Alzo mis manos en su nombre.
Y con mi vida por todo tiempo le alabaré,
le alabaré, le alabaré.
Eric Méndez
Eric Méndez (Regla, 31 de enero de 1978). De formación autodidacta. Pertenece a la
Asociación Hermanos Saíz desde el año 2000. Empezó a componer en 1997 y tuvo sus primeras
presentaciones públicas en la Peña de Cecilio Avilés. Ha participado en diversas actividades y
proyectos comunitarios. Ha compartido escenarios con los trovadores Charly Salgado, Yolo Bonilla,
Lilliana Héctor y Ariel Díaz, entre otros. Realizó el video clip Fábula ecologista, auspiciado por la
fundación canadiense WWF. En el año 2006 recibió la Beca de Creación Sindo Garay, que otorga el
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. Sus temas figuran en el CD Sembrando, grabado en vivo
en el espacio Verdadero complot, de la Asociación Hermanos Saíz.
m
13
A GUITARRA
LI PIA
Pedro Luis Ferrer
CONCIERTO DE FIN DE AÑO
22 de diciembre de 2007 / 5:00 p.m.
Obra plástica: Eduardo Rubén
Estando todavía en Europa –una estancia
de siete largos meses que me parecieron siglos–
recibí del Centro Pablo de la Torriente el convite
a realizar, una vez más, un concierto para cerrar
el 2007.
El fin de año me exacerba la creatividad.
Son los meses en que –luego de haber transitado
doscientos días bajo el azote sofocante del verano
agosteño– ansiamos desesperadamente la llegada
de un frente frío, esos nortes breves y repentinos
que nos alteran la rutina y nos permiten sacar del
armario los abrigos que apenas usamos el año
anterior. Así, desde temprano, me voy apoderando
del mejor carbón y lo pongo a buen recaudo para
la hora decisiva de la parrilla; recolectamos la
naranja agria, el limón criollo, la buena ristra de
ajo, los cominos y oréganos de la tierra…Y llega
el día de ir a la finca del amigo a elegir el animal
que emparrillaremos en el patio, en evitación
de los precios despampanantes del agromercado.
Todo, bajo la protesta jocosa de las nuevas
generaciones vegetarianas que, en abierto desafío
al padre - abuelo carnívoro, rebosan los sacos de
frutas y hortalizas. Poco a poco se han urdido
los planes familiares, la lista de los invitados para
la Nochebuena y el Fin de Año. ¿Dónde vas a pasar
el 31? ¿Vienes con nosotros? Es entonces cuando
más echo de menos a los padres y tíos fallecidos,
quienes nos legaron la costumbre de reunirnos a
cocinar mientras disfrutábamos del jolgorio de
anécdotas y reflexiones. Me aferro al recuerdo de
aquellos días de júbilo para el adobo, entre
cervezas, empellas y chicharrones, tomates,
pepinos, berenjenas… Preparando la fiesta con la
fiesta. Así nuestros difuntos se arriman a la mesa,
beben, cantan y esperan el año nuevo con
nosotros.
Llevo años escribiendo un poemario que desde
el inicio mismo titulé: Poemas de Diciembre,
dedicado a mi madre. Año tras año aporto nuevas
criaturas que luego –poco a poco– van siendo
acicaladas con puntuaciones y precisiones
gramaticales, transparencias metafóricas… Como
el niño que se dispone a asistir a la trascendencia
de un evento colegial. Son versos que van
rememorando el arsenal afectivo de mi familia:
recuerdos de las incipientes meditaciones y
experiencias de mi infancia en Yaguajay, y mi
adolescencia en la barriada de Santos Suárez, en
La Habana. Algunos poemas intentan ser escritos
desde la época recordada, como si entonces yo
hubiera si capaz de concebirlos: malabares del
alma que no se resigna a haber dejado pasar la
ocasión de la belleza.
Hagamos entonces un concierto para cerrar
este año donde ha prevalecido el trabajo y la
búsqueda.
¡Feliz Año Nuevo!
Pedro Luis Ferrer
Pedro Luis Ferrer Montes (Yaguajay, Sancti Spíritus, 17 de
septiembre 1952). A mediados de la década del sesenta forma parte de varios grupos
aficionados como los Kapeles y el cuarteto Nova. A fines de 1969 es invitado a integrar la
banda profesional de rock Los Dada y a mediados de los setenta graba su primer disco en
solitario, titulado Pedro Luis Ferrer. Su repertorio se caracteriza por una proyección
reflexiva y crítica de nuestra realidad. Durante un corto período de trabajo en el Conjunto
Artístico de las FAR en Guantánamo, se puso en contacto con el changüí y otros valores de
esa región oriental. Ha realizado numerosas giras y largas estancias de trabajo en Europa
(España, Austria, Bélgica, Holanda, Francia e Inglaterra), donde promueve lo que denomina
“changüisa”, suerte de mezcla del changüí y los coros de clave espirituanos. Sus más
recientes CDs (Rústico, 2005, y Natural, 2006), son fieles a esa estética.
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CANCIÓN DE FIN DE AÑO
Ahora que permiten criticar:
¡qué bellos son tus ojos, vida mía!
Me gusta tu manera de bailar
y el fuero peculiar de tu alegría.
Ahora que permiten criticar:
me voy al Malecón y espero el día;
me quiero dedicar a descansar;
las flores del jardín son tan bonitas…
Ahora que permiten criticar:
estreno un pantalón y una camisa;
pusimos una hamaca en el portal
y un timbre que parece campanita.
Ahora que hasta el mudo quiere hablar
y está de moda el grito y la querella:
tus piernas, las quisiera devorar,
el modo en que caminas y te sientas
Ahora que permiten:
la calle está repleta,
las bolas y los chistes,
el cielo y las estrellas.
Ahora que permiten criticar:
compré un ordenador y una cazuela;
mi amigo preguntó para variar:
la luna está redonda y placentera
Pedro Luis Ferrer
A GUITARRA
LI PIA
Sharing Dreams
MÚSICA Y DISEÑO
COMPARTIENDO SUEÑOS DE
DISEÑO, MÚSICA Y GUITARRA
Motivado por el tema El diseño en la música,
que da continuidad al de la edición anterior
(El diseño en la cultura), fue convocado una vez
más el proyecto cubano-norteamericano Sharing
Dreams / Compartiendo sueños, que desde el año
2004 reúne en La Habana a diseñadores y carteles
de ambos países.
Pero esta es una ocasión especial, pues los
organizadores de la idea sugirieron a los dieciocho
participantes (siete profesionales y dos
estudiantes de cada país) que tomaran como fuente
de inspiración la imagen de la guitarra, para
sumarse de esa manera a las celebraciones por los
diez años del espacio A guitarra limpia.
Los escogidos este año son, por la parte
cubana, los diseñadores Arturo Folgueira, Eduardo
García, Enrique Smith, Ernesto Joan, Giselle
Monzón, Osmany Torres y Rafael Villares, así
como los estudiantes Marla Albo Quintana y
Pablo Monterrey. Entretanto, desde Estados
Unidos enviaron sus trabajos los profesionales
Veronica Corzo-Duchardt, Anne Ghory-Goodman,
Patrick Schreiber, Todd Childers, Colette Gaiter,
Nicole Wang y Erin Weber, así como los
estudiantes Mari Nakano y Pedro Sarmiento.
La muestra resultante de esta nueva
convocatoria será exhibida a partir del 19 de
noviembre de 2008 en la Sala Majadahonda,
como parte de las actividades por la primera
década de A guitarra limpia, el proyecto que el
Centro Pablo de la Torriente Brau, uno de los
auspiciadores de Sharing Dreams, dedica a la obra
de todas las generaciones de la nueva trova cubana.
Los carteles resultantes del Sharing Dreams 5
participarán también en exposiciones organizadas
en varias ciudades de nuestro continente durante
el año 2009.
Sharing Dreams se realiza desde el año 2004,
gracias a los trabajos conjuntos del Center for
Cross Cultural Design (AIGA / XCD) del
Instituto Americano de Artes Gráficas (AIGA) y el
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, con
la colaboración del Comité Prográfica Cubana.
Durante la primera edición compartieron
sueños los cubanos Pedro Abreu, José Gómez
Fresquet (Frémez), Eduardo Moltó, Fabián
Muñoz Díaz y Héctor Villaverde, con los
norteamericanos Audrey Bennett, Andrea Dezso,
Oscar Fernández, María Rogal y Kristin Rogers.
Un año después, en 2005, bajo el tema de
Sueños por la paz, se reunieron las obras gráficas
de Jorge Ferret, Julieta Mariño, Olivio Martínez,
José Menéndez, Yoana Yelín y Faustino Pérez
(Cuba), con las de Lisa Abendroth, Stuart Alden,
Maggy Cuesta, Mariana Domínguez, Lucie Eder y
Jesse Rankin (Estados Unidos).
El 2006 estuvo dedicado al tema El amor lo
conquista todo, y los convocados fueron los
cubanos Abel Nova, Juan Carlos Viera, Idania del
Río, Nelson Ponce, Francisco Masvidal, Laura
Llópiz y Ángel Alonso, y los norteamericanos
Carole Goodman, Clinton Carlson, Daniel Smith,
Lehze Flax, Marc Oxborrow, Philip Foeckler y
Stephanie Cunningham.
Por último, la edición del 2007, dedicada
a El diseño en la cultura, tuvo lugar en octubre de
ese año, coincidiendo con la celebración del
Congreso Mundial de ICOGRADA en La Habana,
y participaron los cubanos Eduardo Marín,
Eduardo Moltó, Héctor Villaverde, Kelly Núñez,
Katia Hernández, Luis Noa, Pepe Menéndez y
Rafael Morante, así como los norteamericanos
Ana Llorente, Anna Boyiazis, Betsy Berger, Henry
Brimmer, Jesse Thomas, Karen Oh, Liliam Lee y
Nick Alden.
QUINTA EDICIÓN DE SHARING DREAMS / COMPARTIENDO SUEÑOS
Arturo Folgueira
Eduardo García
Anne Ghory-Goodman Colette Gaiter
Giselle Monzón
Pablo Monterrey
Enrique Smith
Marla Albo Quintana Rafael Villares
Osmany Torres
Erin Weber
Mari Nakano
Nicole Wang
Patrick Schreiber
Todd Childers
m
15
Pedro Sarmiento
Ernesto Joan
Veronica Corzo-Duchardt
memoria
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau / Ediciones La Memoria
ENCUENTRO CON SILVIO
(Presentación del CD doble
Te doy una canción. Enero, 2008)
Sobre el surgimiento del Movimiento de la
Nueva Trova
(…) El hecho de la confluencia de esa
generación empezó antes, en el 67, cuando un
grupo de trovadores nos empezamos a juntar.
Pero, para tener una fecha más precisa, digamos
ese día en que se hizo el concierto en la Casa de
las Américas, en el 68; me parece una fecha más
celebrable, aunque no le quito el mérito
al Movimiento de la Nueva Trova.
(…) el Movimiento de la Nueva Trova, con
mayúsculas, es algo que decidió una organización
política y que terminó cuando esa misma
organización política dijo hasta aquí. Ahora,
ninguna organización determina un hecho cultural
verdadero dentro de la historia de un país. Y el
movimiento de la nueva trova, con minúsculas,
como somos, empezó antes.
¿Por qué hace canciones?
(…) Todas las canciones que yo he hecho, las
he hecho por el goce, por el vicio, por el deleite
personalísimo de hacer canciones y de hacerlas
bien. Me he tomado eso como los alemanes se
toman su trabajo, como un obrero alemán guía un
tren y es el más puntual, así. Me lo he tomado de
esa forma.
El disco homenaje del Centro Pablo
(…) Me doy cuenta y me llamó la atención,
pero lo entiendo perfectamente, que muchas
canciones eran del período más juvenil mío, ¿no?
Claro, todos los que escogían esas canciones eran
jóvenes. Se cae de la mata…; se identificaban más
con esa manera de decir, con esa impronta de la
juventud, con ese ímpetu. Es normal.
reproducirla y entonces andan el mundo entero.
Afortunadamente, no son muchas las cosas que
cambio. Cuando ya yo me atrevía a dar una
canción es porque estaba… Bueno, hay casos en
los que cambié la letra completa, ya no hablan de
la misma cosa, hablan de otra cosa.
Proyectos
Quiero hacer un disco nuevo, necesito escribir
la mitad de las canciones, la otra mitad revisarlas
y todavía espero poder escribir y componer y
editar al menos dos o tres discos más. (...) Quiero
decir, con temas nuevos, no de temas viejos, de
temas inéditos, de temas de este tiempo en
adelante. Me parece que es necesario también decir
algunas cosas. Claro que siempre las voy a decir a
Canciones que andan por ahí…
(…) Todavía por ahí andan canciones
que eran proyectos…, que yo no las había
terminado, que se las di a algún amigo que
llegó y ese amigo generosamente se encargó de
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
Muralla No. 63, entre Oficios e Inquisidor,
La Habana Vieja. Ciudad de La Habana. Cuba
Telefax: (53-7) 866 6585
Email: [email protected]
www.aguitarralimpia.cult.cu
mi manera... Entonces, son muchas cosas las que
tengo ahora mismo: ya soy un señor mayor y
jubilado (risas)… No se asombren, que el
espantado soy yo.
Hacer poesía – ser poeta
A mí me parece más importante hacer poesía
que ser poeta. Yo empecé queriendo ser poeta y
por el camino me di cuenta que era mejor hacer
poesía que ser poeta, por eso me quedé en
trovador, porque desde mi posición aparentemente
menor de trovador, por tener una guitarra y por los
privilegios que tiene la música, la poesía que
hacía, fuera la que fuera, mayor o menor o ínfima
incluso, era capaz de llegar a mucha gente porque
estaba asistida por los beneficios de la música.

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