segunda y última parte

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segunda y última parte
LA HOJA VOLANDERA
RESPONSABLE SERGIO MONTES GARCÍA
Correo electrónico [email protected]
En Internet www.lahojavolandera.com.mx
LA GENERACIÓN DE MEDIO SIGLO
(Segunda y última parte)
Nelly Farrera González*
*Alumna de la carrera de
Lengua y Literatura Hispánicas (FES-Acatlán)
Otra institución de vital importancia para la integración y consolidación de la
Generación de Medio Siglo fue la coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México, dirigida por Jaime García Terrés hasta 1953, cuya función consistió principalmente en organizar conferencias, mesas redondas,
recitales de poesía, ballets, conciertos, representaciones de teatro, exhibiciones cinematográficas, publicación de libros a través de la Imprenta Universitaria, con lo
que se pretendía extender el patrimonio cultural universitario al resto de la sociedad mexicana.
Miembros de esta Generación, tuvieron en sus manos puestos importantes
para llevar a cabo con éxito todos los proyectos culturales de nuestro país, así se
encontraba la presencia de Juan García Ponce como jefe de redacción de la Revista
Universidad de México, a José de la Colina al frente de los cineclubes, Juan José
Gurrola en el teatro y la televisión universitarios, Inés Arredondo en la Dirección de
Prensa, Huberto Batis, en la Dirección General de Publicaciones y de la Prensa Universitaria; en la Revista Mexicana de Literatura a Carlos Fuentes y Emanuel Carballo
de 1955 a 1958, de 1959 a 1962 a Tomás Segovia y Antonio Alatorre, posteriormente se encontrarían al frente de la revista el mismo Segovia pero ahora con Juan
García Ponce, para que este último fuera su único dirigente de 1963 a 1965.
La Revista Mexicana de Literatura antes mencionada, juega un papel realmente trascendente para esta Generación, ya que fue a través de la difusión de sus
páginas donde se dieron a conocer traducciones impecables de autores europeos y
Febrero 10 de 2014
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LA GENERACIÓN DE MEDIO SIGLO (II)
norteamericanos: Pavese, Joyce, Mann, Musil, Miller, Barthes, Camus, Bonnefoy, Auden, entre muchos otros; además, ayudó a difundir el trabajo de escritores latinoamericanos entre los que se encuentran: José Lezama Lima, Emilio Adolfo Westphalen, Fernando Charry Lara, Gabriel García Márquez, Álvaro Mutis, Cintio Vitier y
Julio Cortázar, cuyo cuento “El perseguidor” fue publicado por primera vez en dicha
revista.
El nombre del periódico Novedades con el suplemento “México en la Cultura”
y el de la revista Siempre! con “La cultura en México”, fueron dos publicaciones que
resultaron ser importantes para el desarrollo, pero sobre todo para el fin de la Generación; fundadas y dirigidas por Fernando Benítez, se encargaron de establecer
la presunta existencia de una “mafia literaria” en México.
Si bien han existido investigaciones al respecto de esta presunta “mafia”, como la realizada por Kristine Vanden Berghe o la expuesta en el libro La mafia de
Luis Guillermo Piazza, lo cierto es que este grupo permitió tanto la creación como
existencia de nuevos espacios intelectuales, además de la incursión de autores europeos y norteamericanos mediante la traducción, así como la publicación de escritores latinoamericanos poco conocidos o desconocidos en nuestro país.
Armando Pereira considera que el término “mafia” no es de ninguna manera
el concepto adecuado para referirse a este grupo de jóvenes que se dedicó al crecimiento y difusión de la cultura en México, además considera que estudios similares a los realizados por Vanden Berghe, podrían arrogar resultados equivalentes
con otros grupos como el Ateneo de la Juventud, Contemporáneos o Taller, plantea
de la misma manera que:
Una de dos: o aceptamos que en nuestro ámbito cultural la “vocación mafiosa” es
un mal endémico que nos constituye y contra el que ya nada podemos hacer, o aceptamos,
más bien, que toda revista o grupo literario tiene derecho a tejer su propia red de afinidades y divergencias, sin que por ello se sienta culpable de “elitismo” o en pecado mortal
por falta de una “democracia representativa”. 1
Juan García Ponce, también brindó su opinión al respecto:
Yo puedo decir sinceramente […] que no había ninguna mafia, que nunca tuvimos
intención de ser un grupo cerrado ni mucho menos, que la Revista [Mexicana de Literatura] publicó por primera vez a muchos autores mexicanos, que por algo cambiaba continuamente la redacción, y que la idea de mafia es una estupidez que sólo puede caber en mentes obtusas como Piazza o Monsiváis… Yo preferiría que quede como una generación
alcohólica o lo que sea, menos eso. 2
A pesar de los aportes invaluables que produjo este grupo para la cultura mexicana, sus días parecían estar contados, ya que en 1967 con el nombramiento de
Gastón García Cantú como nuevo jefe de la Coordinación de Difusión de la UNAM,
este grupo recibió una estocada de la cual no se recuperaría; el asesinato de un italiano homosexual en la Facultad de Filosofía y Letras fue la coartada perfecta para
1
2
PEREIRA, Armando, op. cit. p. 123.
Citado en PEREIRA, Armando, idem.
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desintegrar al grupo, ya que se vieron involucrados en el hecho aquellos que figuraban en su agenda, la cual contenía los nombres de los miembros del grupo, además
se consideró a Juan Vicente Melo como principal sospechoso del crimen, por lo que
el grupo se unió en su defensa y se enfrentó al nuevo jefe de la Coordinación, lo que
ocasionó que todos fueran obligados a renunciar a sus puestos dentro de la Universidad.3
A partir de ese momento un proyecto generacional preocupado por abrir
nuevos horizontes a la cultura mexicana, sustentado tanto en la crítica como en el
ejercicio intelectual de todos sus integrantes se vio obstaculizado y por fin desintegrado; escritores que concibieron y describieron el arte con más interrogantes
que respuestas, llenos de un espíritu crítico e interpretativo del mundo con una visión artística compleja 4 fueron finalmente sosegados.
La cultura mexicana experimentó con esta Generación la manera de expresar
una conciencia colectiva, la cual se gestó sobre todo en el interior de los nuevos escritores, en todos aquellos “oscuros meandros de su propia conciencia […] acechada por las fuerzas del inconsciente” 5; escritores que dieron a conocer a través
de sus escritos tendencias e ideas nuevas, para otorgar posibilidades distintas de
entender su realidad con el fin de plantearla, generarla y por qué no, transformarla
a través de la palabra.
Esta Generación tampoco dejó de lado el entendimiento, pero sobre todo, las
interrogantes que pudieran generarse en la interioridad del ser humano, así como
en las relaciones que establece; asimismo marcó un nuevo rumbo en las letras mexicanas, al buscar la universalidad e integrar parte de ésta a su propia sociedad.
Véase DE LA PEÑA, María Cristina, Imágenes del deseo. Estética en la obra de Juan García Ponce, México, CONACULTA, 2003, p. 22.
4 Véase BELLA, Jozef, Historia de la literatura Hispanoamericana, México, Universitaria, 2005, p. 272.
5 GARCÍA, Ponce, Juan, Apariciones, México, FCE, 1987, p.7.
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