Sectorial

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Sectorial
de los productores sobre la necesidad de agregarle valor a la carne que se ofrece al consumidor, para bajar la dependencia actual
de la comercialización de ganado en pie, que alcanza niveles
del 85% y, de esta forma, estimular el crecimiento del consumo
y generar mayores ganancias.
Aunque son pocas empresas las que han dado el salto, el país
no se queda atrás en la búsqueda de nuevos canales de comercialización. En este sentido, durante el Congreso se presentaron
ejemplos de varias empresas que ya han incursionado en este
negocio y que han logrado una integración vertical en toda la
cadena de producción.
Para ello, han aplicado estrategias para estar más cerca de los
consumidores y para llegarles con productos preparados y listos
para servir, con una amplia variedad en los cortes, empaques y
formas de preparación.
“Tenemos que copar los
espacios que se abren en
el mercado y pasar de
una producción primaria a
una producción con valor
agregado. La asociatividad
es una realidad palpable
con resultados concretos”,
Andrés Gutiérrez Henao, director comercial de Supercerdo, destacó entre las estrategias aplicadas por esta empresa antioqueña la apertura de puntos de venta, el servicio a domicilio, los
canales institucionales, las ventas virtuales y las ventas tienda a
tienda. “Los jóvenes de hoy serán los compradores de mañana y
por eso, hay que llegarles a través de internet, Facebook y redes
sociales”.
En el mismo sentido, Ana María Liévano, de la empresa La Fazenda, destacó que la inocuidad en toda la cadena y en el manejo de la carne de cerdo, es un tema clave de calidad para
fomentar el consumo. “Las buenas prácticas ofrecen calidad y
confiabilidad al consumidor”. Para esta compañía, la apertura de
tiendas propias, en las cuales ofrece 120 referencias, ha sido una
estrategia ganadora.
Antioqueña de Porcinos y su marca, Porcicarnes, apunta en la
misma dirección: ya cuenta con 20 puntos de venta (13 en Medellín y Valle de Aburrá y 7 en otras ciudades) y tiene un proceso
integrado, desde las granjas hasta la planta de sacrificio y planta
de derivados y embutidos.
Julio César Giraldo, directivo de esa empresa, dijo que “el cerdo
en pie no marca diferencia ni lleva la marca de nadie… lo que
se impone es la comercialización de diferentes cortes con marca
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Noviembre - Diciembre 2015
propia y mayor valor agregado”. Esta empresa tiene capacidad
para procesar 33.000 cerdos por mes (1.000 por día, en un solo
turno) y el 48% de sus ventas las realiza en sus propios puntos
de venta.
Juan Fernando Arjona Harry, consultor de Mercadeo de la Asociación Colombiana de Porcicultores, les dijo a los productores
que “en el mercado solo hay dos tipos de empresas: las que cambian y las que desaparecen”. Y por eso, los invitó a pensar en la
asociatividad, en nuevas formas de comercialización y, especialmente, en incursionar en los canales digitales, “que no producen
nada ni son dueños de nada, pero son los que venden todo…
Este es el canal”.
El director Ejecutivo de la Asociación Nueva Porcicultura, Augusto Osorno Gil, dijo que para romper el cuello de botella de
la comercialización (entre el 80% y 85% de la carne de cerdo
se vende en pie) se hace necesario romper la desconfianza entre
los productores, que se ven como competidores y enemigos, y
buscar nuevas formas de asociatividad. “Tenemos que copar los
espacios que se abren en el mercado y pasar de una producción
primaria a una producción con valor agregado. La asociatividad
no es carreta, sino una realidad palpable con resultados concretos”, dijo Osorno. Y preguntó: ¿Seguimos produciendo materias
primas para terceros o nos asociamos para producir con marca
propia? “Este es el reto”.
Ejemplo de Chile
Sobre este tema de la comercialización, vale la pena repasar la
experiencia de Chile, presentada en el Congreso Nacional de
Porcicultura. Este país, con su marca propia, “Pork Chile”, está
penetrando los mercados del mundo, en especial, los países asiáticos.
El consultor Christian Cáceres Mora destacó que los cuatro grandes productores habilitados para exportar y que representan el
95% de la producción, desarrollaron este ejercicio de asociatividad para crear esta marca, con el respaldo de Pro-Chile (organismo de apoyo a los exportadores).
Chile es el sexto exportador de carne de cerdo del mundo, pero
solo participa con el 0,2% del mercado mundial, lo que indica
que su potencial de crecimiento es considerable. El país cuenta con 200.000 hembras y registra una producción de 500.000
toneladas de carne al año, el 50% para los mercados internacionales (Colombia, uno de ellos y la carne chilena ingresa sin arancel) y el restante 50% para el mercado interno, que es limitado
en capacidad de consumo.
Según el experto, este ejemplo de asociatividad se podría replicar en Colombia pero, inicialmente, a nivel regional, dadas las
diferencias entre los empresarios de las diferentes zonas productoras.
Importaciones sin arancel
Otro de los temas vitales analizados durante el Congreso tiene
que ver con la liberación total de las importaciones de carne de
cerdo desde Estados Unidos en el 2016, en virtud del proceso de

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