Mi gato y yo Gabriela es una hermosa niña de 5 años
Transcripción
Mi gato y yo Gabriela es una hermosa niña de 5 años
Mi gato y yo Gabriela es una hermosa niña de 5 años, tiene un hermano 6 años mayor llamado Rodrigo Andrés, sus padres Olga Liliana y Hernán, ella abogada y el publicista, cada uno trabaja en empresas diferentes. Llevan una vida familiar normal: Gabriela estudia su preescolar, es muy inteligente y como todos los niños de ahora es muy observadora y está atenta a todo lo que pasa a su alrededor. Los fines de semana generalmente los pasan en familia con sus abuelos maternos en una finca en Dapa llamada ´El Recreo´ donde estos hermanos son felices compartiendo con amigos y vecinos: los columpios, el brinca-brinca, las bicicletas, el balón, la piscina; otras actividades preferidas son bajar frutas de los árboles y recoger flores para deshojar. Previo a las fiestas de Navidad , Gabriela dijo a sus padres que ella necesita un “hermanito para jugar todos los días con él y que la acompañara porque su hermano estudiaba mucho y no tenía tiempo” Llego Diciembre y empezaron las novenas en su colegio y todos los niños compartían felices lo que pedirían al niño Dios: los hombres bicicletas, balones, patinetas, carros, superman, el hombre araña, el bombero, el policía y las niñas las muñecas, castillos, princesas, ropa para sus muñecas, triciclo, patines; entonces Gabriela con la ayuda de su profesora hizo carta dirigida al Niño Dios; en ella le solicitó con mucho amor que le trajera un “hermanito perro o gato” para jugar con el todos los días y para que la acompañara cuando sus padres tuvieran que salir. La pequeña le prometió que ella lo cuidaría mucho y que seguiría muy aplicada en el colegio. Llegó feliz a su casa, sello su carta y la colocó en el pesebre al lado del niño Dios y le contó a sus padres que ya había enviado su petición. El 25 de diciembre muy temprano Gabriela se despertó escuchando el sonido de su regalo, el ¨miau miau¨ de un hermoso gatito siamés de color castaño con el pecho blanco. Ella feliz salió a mostrarle a sus padres y hermano el maravilloso ¨juguete¨ recibido. Todos se pusieron felices y su madre comento ¨que mejor haya llegado un gato porque este animal es mas juicioso y disciplinado que el perro: no deja sus heces ni el orín regados por todas partes, basta con colocarles en un sitio determinado el arenero para ello, su cama, una vasija con agua y otra con su concentrado y mantenerle además juguetes como pelotas, huesos y otros con superficies rugosas para rascarse periódicamente¨. Rodrigo Andrés pregunto a su hermana ¨Que nombre le vas a colocar ?¨. Hubo varias propuestas: Gabito, Andy, Tobi, a lo cual Gabriela grito ¨se me ocurre una idea, llamémoslo ´Lucky´ porque esa palabra significa suerte¨. Todos estuvieron de acuerdo y la felicitaron por su mascota. Todo iba muy bien mientras los niños permanecieron en vacaciones en su casa ,jugaban con su gato, lo ponían a correr detrás de una pelota, lo cargaban, le cerraban puertas etc. En Enero cuando se alistaban para el primer día de colegio, al sentarse a desayunar encontraron que ´Lucky´ se había subido en la mesa y les había probado la comida. Esa mañana a Gabriela y a Rodrigo les toco salir sin desayunar porque la ruta del bus no daba espera. A ´Lucky´ le encantan también los juguetes de Gabriela, al punto que ya le ha despeinado varias de sus muñecas; también cada que tiene oportunidad se sube en las camas y muebles de sala y comedor, afilando sus uñas en los cojines y acolchados. Así y todo el gato se ha convertido en otro miembro bastante querido de la familia: es muy juguetón, activo y está en todas partes con su parentela; tan activo es que una mañana no lo veían por ningún lado del apartamento ubicado en un quinto piso aunque le habían colocado malla en el balcón y todas las ventanas para que el menor de la familia no corriera riesgos de ninguna clase; después de buscarlo por todos los rincones se asomaron al balcón y Rodrigo Andrés lo pude ver en la terraza del tercer piso: ¨Imposible como pudo caer y por donde se metió¨ exclamaba él. Después de recogerlo donde los vecinos lo llevaron al veterinario y afortunadamente no tenía ninguna lesión. Más tarde revisaron como pudo caer a pesar de la malla y encontraron que se ´coló´ entre dos soportes de la malla; asi Lucky a pesar de la caída conserva sus siete vidas intactas. El padre de Gabriela hizo revisar y reforzar la malla para que ´Lucky´ no repitiera su hazaña, los hermanitos siguieron disfrutando de su hermanito menor el cual compartían con sus amigos. El gato era muy popular en el vecindario porque los niños lo paseaban todos los días por las áreas comunes del conjunto y siempre los acompañaba mientras estos jugaban con sus amigos; lo transportaban en el porta mascotas y llevaban también el recogedor de ´popis´ por si se presentaba un imprevisto. Esta experiencia hizo que los niños fueran muy admirados en el barrio por su responsabilidad y compromiso con su mascota. Al final del año académico, la víspera de la clausura, el colegio les organizo a los alumnos del preescolar un compartir y la condición era que cada uno llevara algo de comer para degustar con sus amigos: galleras, dulces, frutas, yogurt, etc. Y que además quienes tuvieran mascotas podrían llevarlas. Sobra decir que los niños estaban felices. Gabriela pregunto a sus padres ¨Como lo voy a vestir para el evento?¨. Su hermano sugirió que como el ¨gato con botas¨, efectivamente les pareció apropiado y se las ingeniaron para encontrar el atuendo más original para enviar a ´Lucky´ con botas. Este fue un día inolvidable para todos los niños y para sus mascotas, porque fueron los protagonistas del evento y hasta comieron del mecato que llevaron los niños. Ya en vacaciones Gabriela y su familia se fueron para Miami (dejaron a ´Lucky´ en casa de sus abuelos) y lógico estuvieron en Disneylandia. Para Gaby esta era su primera visita al parque de entretenimiento. La paso dichosa durante los cinco días que estuvieron allí; cada día la sacaban prácticamente cuando cerraban el parque. De regreso a Colombia, fueron el fin de semana a Dapa felices de compartir esta nueva experiencia con sus abuelos y de ver nuevamente a su mascota quien no se despegaba de la familia nuevamente reunida. Gabriela le trajo unos detalles a sus abuelos y por supuesto no se olvido de los juguetes para su ´Lucky´ entre ellos un gatito de cuerda, que al principio lo asustaba mientras rodaba pero que después lo perseguía para derribarlo con sus patas. Cuando el gato no jugaba con gatito de cuerda, la abuela colocaba en una repisa alta la “mascota” del gato con el propósito de evitar que alguien lo pisara. Cada día en la finca lo disfrutaban mucho: la abuela le daba gusto a los niños con sus comidas preferidas, el abuelo les contaba historias y les enseñaba juegos como el trompo, las canicas, trique, rayuela, saltar la cuerda, etc. Una tarde estaban todos entretenidos escuchando los cuentos del abuelo cuando oyeron un estruendo. Todos corrieron al lugar para ver qué había sucedido; encontraron a ´Lucky´ ´chillando´ en el piso con parte de la repisa, donde permanecía el gatito de juguete, aprisionándolo el cuerpo; en la pared y en una ventana contigua había rastros de que ´Lucky´ había subido por allí hasta la repisa. Gabriela lloro al ver a su mascota así y le dijo: ¨Abuela porque ´poniste´ mi gato en ese mueble ´dañido´? Por eso ´Lucky´ se cayó.¨ El abuelo al oírla y para distraerle le dijo ¨no se dice ´poniste´ sino pusiste y tampoco ´dañido´ sino dañado¨ a lo cual Gabriela le respondió ¨así no ´diji´¨. Al oírla todos los presentes soltaron sus carcajadas y Gaby cambio sus lágrimas por sonrisas porque sin la repisa encima ´Lucky´ ya estaba de nuevo jugando con ellos. Por: Miriam López Gómez 1 de abril de 1953 C.C. 31 148 206 Palmira