Boletín 22 - Asociación Cultural Humboldt

Transcripción

Boletín 22 - Asociación Cultural Humboldt
Asociación Cultural Humboldt
Boletín N° 22 - Año 1985
Caracas 1986
Asociación Cultural Humboldt
Boletín
° 22 - Año 1985
Caracas 1986
Miembros de la Junta Directiva de la
Asociación Cultural Humboldt
(Elegidos en 1985)
Presidente
Sr. Axel Krueger
Vice - Presidente
Ing. Ulrich W agner-M anslau
Tesorero
Ing. Klaus G oetz
V ice-T esorero
Sr. Rodolfo R oetter t
Secretario
Ing. Nicolás Dalmady
Vocales
Arq. Eduardo Robles Piquer
Ing. Luis B ertrand Soux
Dr. H einrich Telaak
Suplentes
Prof. Luisa V eracoechea de Castillo
Sr. Alfredo G erbes
Lic. Beatriz N egretti de Lerbs
Sra. Rosario Pardo
Sr. G eorges Schmitz
Comisarios
Sr. G ünter M anns
Sr. Cristóbal Blohm
Asesor Jurídico
Dr. Frank Jürgens
C om isión Editora
Prof. Luisa V eracoechea de Castillo
Lic. Beatriz N egretti de Lerbs
Arq. D irk B ornhorst
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Ex - Presidentes de la Asociación Cultural Humboldt
Dr. José Ignacio Baldó - 1949/51
Dr. Eduardo Róhl - 1951/52
Dr. José Loreto A rism endi - 1952/54
Dr. Luis Teófilo N úñez - 1954/56
Dr. Julio Criollo Rivas - 1956/57
Dr. Afilio Brillembourg - 1957/59
Dr. R udolf Jaffé - 1959/61
Sr. Ernesto Blohm - 1961/63
Dr. Oscar H erz - 1963/64
Dr. Juan F. Stolk - 1964/65
Prof. W alter D upuoy - 1965/67
Arq. Dirk Bornhorst - 1967/69
Dr. José Ignacio Baldó - 1969/70
Dr. Eugenio de Bellard Pietri - 1970/72
Dr. Antonio A nzola Carrillo - 1972/74
Dr. Enrique Pim entel - 1974/75
Dr. M arcel Roche - 1976/77
Dr. Horacio V anegas Fischbach - 1978/80
Dr. Pedro T rebbau - M illowitsch - 1980/83
Dr. O laf Sandner M ontilla - 1983/85
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Indice
La N ueva Sede de Los Techos Rojos
por L uisa V. de C a s tillo ............................................................................................................
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Pre - Inauguración de la N ueva Sede
D iscurso del Dr. H ans R heinheim er
Palabras del Sr. H ans W erner Loeck
Palabras del Dr. Tulio A rends
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A gradecim iento - N uevas D o n a c io n e s.........................................................
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La biblioteca de A lejandro de H um boldt
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Liszt y el Rom anticism o
p o r L u is B. S o u x .........................................................................................................................
27
Un Recuerdo para R o d o lfo .............................................................................
33
La D eutsch - V enezolanische G esellschaft
35
Dr. O laf Sandner M ontilla - C ondecorado
37
Renovación U rbana en la RFA
p o r K aro lu s H e i l ............................................................................................................................
Resum en de las Actividades de la ACH en 1985
Lista de M iem bros de la A C H ..........................................................................
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La Nueva Sede de los Techos Rojos
Luisa V eracoechea de Castillo
Al pie del m ajestuoso Avila, en la Avenida J. G. Roscio de la U rbanización
San Bernardino, rodeada de una frondosa vegetación tropical, se destaca la
nueva sede de la Asociación C ultural H um holdt: la sede de techos rojos,
blancas paredes y verdes jardines.
La herm osa edificación, term inada en su mayor parte, nos m uestra una
equilibrada com binación de rasgos arquitectónicos típicos coloniales y m o­
dernas y avanzadas innovaciones estructurales. Sus techos de tejas inclina­
das, sus blancos m uros, sus jardines de plantas tropicales, tanto interiores co­
mo exteriores, los frondosos bam búes, las acacias, mangos, chaguaram os y
demás árboles que descuellan en sus alrededores, nos recuerdan un hemoso
pasado lleno de contenido histórico y un paisaje, que tanto cautivó el espíritu
y la sensibilidad de m uchos viajeros y que inm ortalizaron el sabio Alejandro
de H um boldt, en sus estudios científicos, y el pincel m ilagroso de Bellerm ann, en sus vivientes pinturas.
Es una tradición en m uchos países, hacer un acto de pre - inauguración,
cuando se ha logrado colocar el techo sobre una casa en construcción, lo que
se considera com o un m om ento culm inante, ya que perm ite vislum brar lo
que será la edificación en su presentación definitiva. Siguiendo esta costum ­
bre, la Asociación C ultural H um boldt ha decidido hacer el acto de pre - inau­
guración de su “sede de los techos rojos” el día 20 de marzo. H an sido invita­
dos representantes del gobierno venezolano, instituciones privadas, delega­
dos del G obierno de la República Federal de Alem ania, representantes del
Instituto G oethe de M unich, los Agregados de Prensa y de C ultura de la Re­
pública Federal de A lem ania en los otros países hispanoam ericanos, que se
reunirán esa misma sem ana en Caracas y los donantes, amigos y sim patizan­
tes de la institución. El Barón Bernhard von H um boldt, biznieto del sabio
alem án y el Excelentísim o Sr. Em bajador de la República Federal de A lem a­
nia prestigiarán el acto con su presencia.
La Asociación Cultural H um boldt nace en 1949, cuando un grupo de 25
venezolanos y 25 alem anes residenciados en V enezuela se reunieron en la
residencia del Dr. José Ignacio Baldó para constituir una asociación con el fin
de estrechar las relaciones culturales entre Alem ania y V enezuela. La prim e­
ra Junta Directiva quedó integrada por seis venezolanos y un alem án: Dr. Jo­
sé Ignacio Baldó, Presidente, y los señores: Dr. E duardo Róhl, Dr. Carlos
Ottolina, Dr. José Loreto A rism endi, Dr. Ram ón D íaz Sánchez y Prof. Rudolf Jaffé.
En ese m ism o año se celebraba el bicentenario del nacim iento de G oethe
y los 150 años de haber pisado A lejandro de H um boldt tierra venezolana. Se
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adoptó el nom bre de Alejandro de H um boldt por haber contribuido el sabio
alem án, más que ningún otro, a la exploración científica de V enezuela en el
Siglo XIX y a las relaciones hum anas, constituyendo así su nom bre un sím­
bolo del m utuo entendim iento entre el m undo germ ánico y el hispanoam eri­
cano. Posteriorm ente, m uchos científicos siguieron las huellas de H um ­
boldt.
Desde esa fecha, la ACH ha venido realizando sus fines m ediante el aus­
picio y presentación de exposiciones, reuniones, foros, conciertos, actos con­
m em orativos, conferencias sobre diversos tópicos de divulgación científica e
interés hum anístico. Asimismo com enzó a im partir la enseñanza de la len­
gua alem ana a hispanoparlantes, y de español, para la colonia de habla alem a­
na.
En 1963 se firm ó un acuerdo entre el G oethe Institut de M unich y la Aso­
ciación, im prim iédose así un carácter formal a la enseñanza de idiomas. Ac­
tualm ente los cursos de alem án se ofrecen en todos los niveles, desde el Ciclo
Básico, para principiantes, hasta el nivel superior, que term ina con el Diplo­
m a del idiom a alem án, otorgado por la Ludwig - M axim ilian U niversität y el
G oethe Institut de M ünchen. La colaboración prestada por este Instituto es
de un valor incalculable para la Asociación, no solo por su asesoram iento di­
dáctico, sino por la riqueza y variedad de program as de divulgación cultural
que le sum inistra a la institución venezolana. El D irector, nom brado por el
G oethe Institut, trabaja en estrecha colaboración con la Junta Directiva.
Hasta la fecha las siguientes personas han presidido la A sociación: Dr. Jo­
sé Ignacio Baldó, Dr. Eduardo Röhl, Dr. José Loreto Arism endi, Dr Luis
Teófilo N úñez, Dr. Criollo Rivas, Dr. Atilio Brillem bourg, Prof. Rudolf Jaffé, Sr. Ernesto Blohm, Dr. Oscar Herz, Dr. Juan Francisco Stolk, Prof. W alter
Dupouy, Arq. Dirk Bornhorst, Dr. Eugenio de Bellard Pietri, Dr. A ntonio J.
Anzola Carrillo, Dr. E nrique Pim entei, Dr. Marcel Roche, Dr. Horacio Venegas Fischbach, Dr. Pedro Trebbau, Dr. O laf Sandner, Sr. Axel Krüger,
nuestro actual presidente.
La Asociación Cultural H um boldt ha producido tam bién un buen núm e­
ro de publicaciones. Entre ellas m erecen citarse: Uriji jami! Im presiones de
Viajes O rinoquenses por Aire, Agua y Tierra; V enezuela hace un Siglo,obra
pictórica de A ntón G oering; una edición facsímil de los prim eros cinco nú­
m eros del “Boletín de la C olonia Tovar”, escrito por sus prim eros poblado­
res. Con motivo de sus 25 años publico el libro “A lexander von H um boldt, el
libre Progreso de la Inteligencia”, que com prende 35 cartas de H um boldt;
posteriorm ente “B ellerm ann y el paisaje V enezolano” y “Los A lem anes en
V enezuela”. Está en preparación el libro sobre la “Colonia Escocesa en To­
po”, del acusioso investigador Dr. H ans R heinheim er, presidente de la Socie­
dad Pro - Sede de la A sociación Cultural H um boldt. D esde 1964 se publica
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anualm ente la revista anual, que contiene un resum en de las actividades rea­
lizadas durante el año.
La A.C.H. cuenta con una biblioteca en alem án y español de 8000 volúm e­
nes, una hem eroteca y una m edioteca. Un laboratorio, televisión y películas
para el entrenam iento y audición del alem án. La A.C.H. ha trabajado conjun­
tam ente con la Universidad Central de V enezuela, la Universidad Simón
Bolívar, el COÑAC, Asociación P ro -M ú sica de Cámara, M useo de Bellas
Artes, A teneo de Caracas y en la nueva sede aspira a am pliar aún más su cola­
boración con otras instituciones.
En sus com ienzos, las actividades se realizaban en casas particulares.
Pronto hubo que alquilar un local en Sabana G rande. En 1962, al iniciarse
oficialm ente los Cursos de Idiom as del G oethe Institut, se vio precisada a al­
quilar una casa en Cam po Alegre y en 1974 se m udó a su sede actual en Bello
M onte.
El increm ento de las actividades ha hecho insuficiente la sede actual, por
lo cual fué necesario trabajar para una sede propia, diseñada especialm ente
para sus funciones y con posibilidades de expansión. Con honda satisfacción
podem os anunciar la realización del proyecto.
Gracias a las gestiones del Dr. A. J. A nzola Carrillo, m ientras ejerció la
presidencia, el Consejo M unicipal del D istrito Federal le donó a la Asocia­
ción, en calidad de com odato, el terreno de 3.500 m en que hoy se levanta las
edificaciones, en la U rbanización San Bernardino.
Los prim eros años fueron muy difíciles, pues no se disponía de dinero pa­
ra el proyecto. Se hizo necesaria la form ación de la Sociedad Pro - Sede con
su propia directiva, que se encargaría de conseguir las donaciones para el an­
helado fin. Se nom bró Presidente al Dr. H ans R heinheim er y Vice - Presi­
dente al Ing. U lrich W agner - M anslau, quienes han trabajado con gran ahín­
co y dedicación personal ju n to con el Arq. Dirk Bom horst y tam bién han lo­
grado grandes donaciones oficiales y privadas, dentro y fuera del país. El Arq.
Dirk B om horst donó el artístico y arm onioso proyecto arquitectónico. El
Arq. Eduardo Robles Piquer, el proyecto para los jardines ornam entales y la
fuente central.
Asimismo los G obiernos de V enezuela y de la República Federal de A le­
m ania han dem ostrado su sensibilidad a los valores culturales haciéndole va­
liosas donaciones a la institución. Entidades com erciales y privadas y perso­
nas am antes de la cultura han dado y continúan ofreciendo diferentes dona­
ciones de todas clases para la conclusión de la obra. La cam paña de recolec­
ción de fondos por iniciativa del Dr. R heinheim er ha tenido gran éxito: Tam ­
bién se han hecho donaciones de m uebles coloniales, un banco antiguo, va­
rias butacas y tinajas que arm onizan con los pisos de ladrillos octagonales,
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tan tradicionales en las casas venezolanas. Otras han ofrecido equipos y m o­
biliario.
Al aproxim arnos a la sede, llama la atención su fachada con entrantes y sa­
lientes orgánicam ente agrupados, que se adaptan a la topografía del terreno.
Amplias escalinatas de entrada entre dos jardines, nos conducen a la puerta
principal transparente, que perm ite apreciar, desde el prim er m om ento, el
corazón interno de la sede, que im presiona por su gran am plitud. A la iz­
quierda esta la zona adm inistrativa y de secretaría y un recibo de espera, con
un pequeño jardín interior. A la derecha un inm enso “foyer”, en tres niveles,
aprovechando tam bién la topografía del terreno. En la pared de enfrente el
retrato de Alejandro de H um boldt, donado por la pintora Luisa Richter y los
retratos de Simón Bolívar y Andrés Bello, com o un símbolo de la adm iración
que sintieron entre sí estas tres grandes figuras universales y que nos recuer­
da que las fronteras y divisiones entre los pueblos term inan donde hay verda­
dera cultura. La ilum inación de los jardines internos se hace a través de una
cúpula rectangular. A la derecha del “foyer” estará la futura entrada al teatro,
que será objeto de la segunda etapa de la construcción.
Al subir al tercer nivel, llegam os al patio central de la zona cultural, que se
integra con el salón de conferecnias, llamado E dm undo e Hilde Schnoegass,
en m em oria de sus donantes. A la izquierda del patio se encuentra la bibliote­
ca, con un entrepiso para la ubicación de ciertos libros y un pequeño salón de
lectura. Junto a la biblioteca está la refresquería y sitio para encuentro de pro­
fesores, alum nos y visitantes. En el prim er piso tam bién se dispone de habita­
ciones para huéspedes.
A la derecha del patio central se construyó la “Biblioteca Alejandro de
H um boldt”, que es una réplica de la biblioteca del gran sabio en Berlín. L ue­
go su estudio o sala de trabajo, integrada a la biblioteca por una amplia entra­
da. Ambos salones serán decorados y am ueblados por el hijo de Bernhard
von H um boldt, decorador profesional y restaurador de la Catedral de Colo­
nia.
Frente al estudio y patio central se sem brarán plantas estudiadas y clasifi­
cadas por H um boldt con el asesoram iento del conocido botánico Profesor
Vareschi, como un tributo de adm iración y un recuerdo de la perm anente vi­
gencia de su obra.
La zona docente está situada al Este y com prende doce salones, con m o­
dernos equipos para la enseñanza de idiomas. Sus m odernos ventanales ha­
cen un bello contraste con los elem entos arquitectónicos tradicionales y lu­
cen com o inm ensos cuadros en los que la naturaleza nos m uestra su verde fo­
llaje y sus exuberantes árboles.
Todo el conjunto arquitectónico revela gran sobriedad y sencillez y llama
la atención por su original concepción de un estilo com puesto de elem entos
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Nueva Sede de la Asociación Cultural H um boldt (en construcción).
Acto de Pre - Inauguración.
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arcaicos, com binados con las más m odernas innovaciones, con el resultado
de un juego de líneas verticales y horizontales, que com pletan la arm onía del
conjunto y le im prim en unidad y movimiento.
En la 2a. etapa se edificará el teatro para 300 personas, que se com unicará
con el gran “foyer”. Frente al teatro los jardines aéreos levantados sobre te­
rrazas estarán adornados con plantas ornam entales - según el gusto de fines
de siglo - de form a irregular, abigarrados, con m uchos y variados colores y
profusión de flores y arbustos decorativos: G ranados, azahares de la India,
bellísim as diam elas, el velo de novia, la violeta, la yerbabuena, el café y el ca­
cao, setos de rosales y palm as reales.
Al cum plir los 37 años de existencia en el presente año, la Junta Directiva
de la Asociación C ultural H um boldt, presidida por el Sr. Axel Krüger, se
com place en participarle a sus donantes, socios, amigos y sim patizantes que
sus esfuerzos por la difusión de la cultura y acercam iento de las relaciones y
am istad germ ano - venezolanas, se verán coronados con la inauguración de
la “nueva sede de los techos rojos” en los prim eros m eses del próxim o año.
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Pre - Inauguración de la Nueva Sede de la ACH
el 20 de marzo de 1986
Discurso del
Presidente de la Sociedad Pro - Sede de la
Asociación Cultural Humboldt
Dr. Hans Rheinheimer
Es motivo de especial com placencia para la Sociedad Pro - Sede el hecho
de reunim os esta noche para la pre - inauguración de la futura sede de la Aso­
ciación Cultural H um boldt. Este acto tal vez poco usual entre nosotros, segu­
ram ente habrá llam ado al atención de m uchos de Uds., ya que la obra no está
totalm ente term inada. Por esta razón, les agradezco aún más el haber corres­
pondido tan gentilm ente a nuestra invitación y al mismo tiem po, les pido ex­
cusas por la falta de com odidades que presenta una obra en construcción.
En algunos países es una vieja costum bre efectuar este tipo de actos para
festejar el haber podido colocar el techo sobre las paredes de una obra, lo que
se considera como un m om ento de gran relevancia, ya que ello nos perm ite
tener una visión de lo que será la edificación cuando esté totalm ente conclui­
da. Esto se celebra con un brindis entre amigos y las personas que han tom a­
do parte en ella, com o sucede esta noche, y con ello se honra tam bién a todos
los técnicos y obreros de la construcción.
Para la Asociación Cultural H um boldt este acto significa, especialm ente,
la culm inación de una serie de esfuerzos y una ardua labor de su Junta D irec­
tiva para lograr este propósito.
La realización de este sueño de largos años tam bién es la expresión de un
deseo de renovación que requiere cualquier organism o viviente de tiem po
en tiem po, de lo contrario está condenado a desaparecer.
Por falta de espacio en nuestra actual sede en Bello M onte, el com etido de
la Asociación Cultural H um boldt estaba en peligro. Se aum enta el núm ero
de alum nos de la asociación, el núm ero de participantes en los diversos actos
y eventos pasa anualm ente de la cifra de 100 mil. Ha sido necesario efectuar
los conciertos y exposiciones teatrales, proyecciones de películas en otras
instituciones como el Consejo Nacional de la Cultura (COÑAC), la U niversi­
dad Central de V enezuela, la U niversidad Simón Bolivar o en el Ateneo de
Caracas, que am ablem ente han colaborado con nosotros, por lo cual les esta­
mos altam ente agradecidos. Por esta razón un grupo de m iem bros de la Aso­
ciación C ultural H um boldt decidió la construcción de una sede propia donde
pudiera realizarse la rica y variada program ación que planifican el Instituto
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G oethe y la Directiva de nuestra asociación, y que se ampliará aún más en es­
ta sede.
Debido a las gestiones del Dr. Anzola Carrillo, el Concejo M unicipal del
D istrito Federal le donó a la asociación este terreno, que tiene un área de
3.500m . En 1981,b ajó la Presidencia del Dr. Pedro Trebbau, se colocó la pri­
mera piedra y se com enzó el pilotaje. Se presentaron tiem pos muy difíciles
debido a la escasez de fondos. N obles objetivos y buena voluntad no son sufi­
cientes para continuar y llevar a térm ino una obra, cuyos costos están estim a­
dos en 13 m illones de Bolívares.
Esto m otivó a la D irectiva de la Asociación Cultural H um boldt en aquel
tiem po, dirigida por su Presidente, Dr. O laf Sandner M ontilla, a crear la So­
ciedad Pro - Sede de la Asociación Cultural H um boldt, con la finalidad de re­
caudar fondos y dirigir la construcción.
Como Presidente de esta Sociedad es para mí un honor y un placer contar
con la estrecha e incansable colaboración del Profesor Dirk Bornhorst, padre
de esta bella arquitectura, el Ing. Ulrich W agner-M anslau, el Ing. Hans
Richter, el Arq. Eduardo Robles - Piquer y las Sras. Rosario Pardo y Luisa de
Castillo, a quienes les expreso mi sincero reconocim iento, como a todos los
hom bres de la constructora A D IPA quienes, con su idoneidad profesional,
han contribuido enorm em ente al progreso de la obra.
U na construcción como ésta no debe ser sólo una síntesis arquitectónica,
ni una edificación estática, ni una selección de m ateriales, sino que debe ser
la representación o el sím bolo de una filosofía real, de un concepto sobre la
cultura, de un florecim iento cultural recíproco entre los venezolanos y los
alem anes. Las relaciones entre estos dos pueblos son tan viejas como el m ar­
co geopolítico de V enezuela. Fueron creadas a tráves de siglos por diferentes
fuerzas y m otivos históricos. Su punto culm inante fue alcanzado durante los
16 m eses que perm aneció Alejandro de H um boldt en este país, después de su
llegada a Caracas en 1799.
La presencia de H um boldt en tierra venezolana formó no sólo jóvenes sa­
bios y científicos, sino que tam bién marcó el com ienzo del estudio científico
de la naturaleza am ericana en su más am plio sentido. Inició tam bién una fase
de estudio sobre V enezuela de parte de artistas y científicos alem anes e hizo
posible u n intercam bio cultural dentro del espíritu hum boldtiano.
Sin em bargo, las relaciones entre V enezuela y A lem ania no sólo progresa­
ron dentro de un m arco espiritual y estético, sino que fueron determ inadas
tam bién por influencias económ icas y políticas, las cuales fueron notorias so­
bre todo durante nuestro siglo.
Violenta interrupción tuvieron estas relaciones en la segunda década de
este siglo, que hasta el presente no hem os superado en su totalidad.
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Por esta razón, en el año de 1949, se reunieron en esta ciudad de Caracas,
un grupo de venezolanos y alem anes, quienes recordando el legado de Ale­
jandro de H um boldt, fundaron la asociación que lleva su nom bre, con la es­
peranza de volver a unir a ambos pueblos por medio de la amistad. Principal­
m ente la relación entre Simón Bolívar y Alejandro de H um boldt, que estaba
im pregnada del más alto aprecio y respeto m utuo, fue invocada como un con­
suelo, una esperanza y un Leitmotiv.
H um boldt recordó con em oción durante toda su larga vida sus experien­
cias en Cum aná, Caripe, Caracas o el Casiquiare. C ontinuam ente hace refe­
rencias a estos sitios en su obra, y se rodeó en su casa de Berlín en su bibliote­
ca y su sala de trabajo de recuerdos y objetos de V enezuela, de anim ales dise­
cados y de los instrum entos científicos que lo acom pañaron en su explora­
ción por el Orinoco. E ntre estos objetos conm em orativos se encuentran ilus­
traciones sobre V enezuela com o por ejem plo un óleo de la Cueva del G uá­
charo de Caripe, y otro de la ciudad de Caracas, del pintor Bellermann.
Como un hom enaje hem os decidido construir en esta nueva sede una ré­
plica de su biblioteca y de su sala de trabajo de Berlín, donde el tuvo tan gra­
tos recuerdos de V enezuela y desde donde despidió a tantos artistas y cientí­
ficos que visitaron a V enezuela, debido a sus sabias indicaciones.
Esta réplica la hacem os con reverencia y m odestia, muy lejos del intento
de crear una reliquia o un m useo fosilizado, sino un organism o viviente.
Esta reconstrucción debe ser el núcleo de un edificio lleno de vida con sus
12 aulas, patios, biblioteca, áreas de servicio y adm inistración y herm osos jar­
dines interiores y exteriores, sem brados de plantas clasificadas y estudiadas
por el sabio H um boldt.
Para la reconstrucción de este núcleo disponem os de la experiencia, la for­
mación profesional y la sensibilidad del tataran ieto -so b rin o de Alexandro
de H um boldt, el Sr. C onstantín de H um boldt.
La Sociedad Pro - Sede se com prom ete a la term inación del edificio, a fi­
nes del año en curso, ocasión en la cual esperam os poder hacer entrega de las
llaves de la obra concluida al Sr. Axel Krüger, actual Presidente de la Asocia­
ción Cultural H um boldt, quien nos está brindando su muy valioso apoyo en
este proyecto.
La Sociedad Pro - Sede se com prom ete igualm ente a efectuar la decora­
ción interior dignam ente con criterio estético.
Con sumo entusiasm o hem os recibido m uebles y artefactos antiguos y
nos sentim os especialm ente com placidos por el retrato de H um boldt, que es­
tá expuesto en el futuro Foyer, creado y donado por la Profesora Richter.
Esperam os que esta casa irradie la concepción de Alejandro de H um boldt
sobre la cultura: Su espíritu de investigación, su curiosidad científica, su sen­
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sibilidad poética, su am plia com prensión de los pueblos, en una palabra, su
gran hum anism o.
Asim ism o que estén presentes en ella las nuevas corrientes del pensa­
m iento ya que tam bién, según la concepción de H um boldt, la cultura debe
estar en constante renovación y dinam ism o, es la apasionante conjunción de
la tradición con la innovación, del pasado con el presente. A unque esta con­
cepción de H um boldt referente a los problem as sociales y culturales de su
tiem po no siem pre fue bien com prendida por sus contem poráneos.
En la época actual se hace cada vez más im portante la intensificación de
las relaciones culturales y económ icas entre am bos pueblos, principalm ente
en el cam po energético, en el cual ha com enzado una im portante y m utua co­
laboración, beneficiosa para am bas naciones.
Como expresión de esta intensificación de las relaciones bilaterales nos
satisface tam bién el hecho de que sea la ciudad de Caracas la sede de una reu­
nión - que se efectúa durante estos días - de los A gregados Culturales y de la
Prensa del gobierno de la República Federal de Alem ania, acreditados en los
dem ás países latinoam ericanos.
Es propicia la ocasión para expresar nuestro profundo agradecim iento por
las donaciones recibidas: La Presidencia de la República de V enezuela; la
Cancillería de la República Federal de A lem ania; el Instituto G oethe de M u­
nich; el Concejo M unicipal del D istrito Federal; las diferentes fundaciones y
em presas venezolanas y alem anas, como tam bién las m últiples donaciones
privadas.
Con gran optim ism o y fe en el logro de nuestros objetivos, seguim os ade­
lante.
M uchas gracias! Amigos todos!
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P alab ras de
su Excelencia el Embajador de la República Federal de Alemania,
Sr. Hans Werner Loeck
Sr. M inistro para la Ciencia y Tecnología
Sr. M inistro Encargado del M inisterio de Energías y Minas
Sra. Blanca Ibáñez, Secretaria Privada del Sr. Presidente de la República
D istinguido amigo Dr. Uslar Pietri
Sras. R epresentantes de los M inisterios de Educación y de Cultura
Sr. Dr. Rose, D iputado del Parlam ento de la República Federal
de Alemania
Barón von H um boldt
Damas y Caballeros
El acontecim iento que festejam os hoy marca un m om ento im portante en
la historia de las relaciones entre A lem ania y V enezuela.
Ponem os el tejado en un edificio que llevará el nom bre de H um boldt, fun­
dador de las relaciones am istosas, afectuosas y de m utua com prensión, que
luego desem bocarían en un am plio intercam bio espiritual y económ ico,
uniendo a V enezuela y a toda Latinoam érica con Alem ania, desde hace casi
dos siglos.
Fue H um boldt quien abrió los ojos de la Europa m oderna hacía la grande­
za, la belleza, las enorm es perspectivas y riquezas naturales de este continen­
te y para lo que significan sus talentosos pueblos en nuestro m undo.
Como para H um boldt V enezuela constituía el puente entre los dos conti­
nentes y como el venezolano más grande, Simón Bolívar, tenía con él las más
estrechas y estim ulantes relaciones personales, Caracas me parece el lugar
más idóneo para ten er una casa dedicada a su m em oria. A esta m em oria ser­
vimos todos de la mejor m anera si nos esforzam os a dar a todo lo que nos une,
aún más substancia.
Este am plio techo finalm ente nos brindará la oportunidad para hacer de la
Asociación C ultural H um boldt un lugar de encuentro en todo el sentido de
la palabra. D ebe com prender todos los elem enos de nuestras relaciones cul­
turales, artísticas, científicas y tecnológicas incluyendo los últim os desarro­
llos, conocim ientos y conquistas. D ebe incluir tam bién las cuestiones socio políticas y de la política am biental. Esperam os sobre todo que la nueva sede
se convierta en un punto de atracción para la juv en tu d que quiere, aprendien­
do aquí nuestro idiom a y adentrándose en la ciencia, el arte y la cultura de
Alemania, adquirir un m ejor entendim iento de nuestro país y al mismo tiem ­
po de Europa, en cuya integración económ ica y política la República Federal
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de Alem ania desem peña un papel destacado. La historia de la construcción
de esta casa es alentadora. Es toda una dem ostración de que está vivo entre
nosotros el espíritu de la solidaridad y la com unidad: Surgió del trabajo en tu ­
siasta, de la dedicación y la adm irable dinám ica de un grupo de alem anes y
venezolanos, unidos bajo el nom bre de Asociación Pro- Sede. En conse­
cuencia se halló u n eco que m e parece ejem plar por parte de em presas y per­
sonas privadas así como de parlam entarios y dirigentes políticos hasta el más
alto nivel en am bos países.
Mi gobierno aprecia particularm ente los nobles gestos de la m unicipali­
dad de Caracas y del Excmo. Sr. Presidente Lusinchi, contribuyendo de m a­
nera tan substancial, viéndose mi G obierno así reafirm ado en sus propios
considerables esfuerzos financieros.
Damas y caballeros, esta es una obra de alem anes y venezolanos. Estoy se­
guro de que a todos los que nos sentim os de alguna m anera ligados a ella, nos
llenará de orgullo y satisfacción cuando esté finalizada. Entonces llegará el
m om ento en que todos los que trabajam os en pro de una cada vez mayor
com penetración entre la R epública Federal de A lem ania y Venezuela, te n ­
drem os que unir nuestras fuerzas para llenar de vida la nueva sede de nuestra
bien arraigada A sociación C ultural H um boldt.
El Excmo. Embajador de
Ia RFA, Sr. H ans Werner
L o e c k y su Sra. esposa.
18
P alab ras del
Ministro de Estado para la Ciencia y la Tecnología,
Dr. Tulio Arends
Señor Em bajador de la República Federal A lem ana y dem ás m iem bros
del Cuerpo D iplom ático
Señora Blanca Ibáñez, Secretaria Privada del Presidente de la República
Señor Ex - Em bajador de V enezuela en la UNESCO, Dr. Arturo
Oslar Pietri
Señor Presidente y dem ás m iem bros de la Asociación C ultural H um boldt
Señora R epresentante del M inisterio de la C ultura
Señor Presidente de la Asociación Pro - Sede de la Asociación
Cultural H um boldt
Distinguidos invitados especiales
Señoras y señores
Me es muy grato tom ar la palabra en este acto por varias circunstancias.
En prim er lugar, porque es placentero para el G obierno N acional y para mí
personalm ente asistir a la pre - inauguración de la sede de una Asociación
que se ha caracterizado por su contribución y aportes a la cultura nacional y
que ha dedicado esfuerzos a estrechar los lazos de vincualción am istosa entre
Alemania y V enezuela. Toda m anifestación de cultura debe ser saludada co­
mo beneficiosa para el país, y especialm ente esta obra en que ha habido un
im portante aporte del sector privado. Este hecho debe ser reconocido como
una iniciativa digna de ser secundada y, por tanto, la saludam os como ejem ­
plo, ya que es una buena dem ostración de la contribución que debe haber en­
tre el sector público y el privado, entre V enezuela y Alemania.
En segundo lugar, hablar de la Asociación C ultural H um boldt es m encio­
nar la im portante labor que a través de los años ha venido rindiendo, tanto en
el campo artístico com o en el campo cultural, incluyendo el científico. Y
m encionar la Asociación C ultural H um boldt es rem ontarnos a la figura señe­
ra del sabio Barón Alejandro H um boldt y recordar la im portante labor que
rindió en este país. Se considera que sus estudios constituyen el inventario
más herm oso que país alguno pueda aspirar. Es tam bién rem em orar la am is­
tad y el aprecio que hubo entre Bolívar y H um boldt, y como esta am istad sir­
vió por una parte para que H um boldt le recom endara a distinguidos viajeros
que vinieron a Sur A m érica a continuar o a com plem entar la labor del Barón,
y por la otra, para Bolívar recibirlos, apoyarlos y hasta defenderlos como el
caso de Bom pland cuando el D ictador de Paraguay lo tuvo preso. L am enta­
blem ente, cuando H um boldt trabajó no había interesados en las ciencias na­
turales y él se queja de esa ausencia. Y esta situación se prolongó por varios
19
años porque cuando el Dr. José Vargas viene en 1825 a radicarse en V enezue­
la, se queja de lo mismo y tiene expresiones idénticas a las de H um boldt. Los
más capaces de esa brillante generación de 1810 tuvieron que concentrar sus
esfuerzos en m aterializar los anhelos de independencia.
Pero los tiem pos han cam biado. A hora existe interés por la cultura, por la
ciencia y la tecnología. Se desea conocer la cultura, la ciencia y la tecnología
alem anas, precisam ente las m ás im portantes m anifestaciones del intelecto.
Se desea que haya intercam bio entre nuestros docentes, investigadores y es­
tudiantes. Y esta institución está llam ada a m aterializar este deseo. D ebem os
establecer intercam bio a todos los niveles en provecho de nuestros dos paí­
ses.
Este edificio es u n mensaje de optim ism o. De optim ism o para los que han
contribuido a su construcción. Es u n optim ism o que viene a apoyar el opti­
mismo del Presidente Jaime Lusinchi, quien considera que las dificultades
transitorias que atraviesa actualm ente el país pueden ser superadas con el es­
fuerzo de todos. Es un m ensaje de optim ism o que sirve de apoyo a los que co­
laboram os con el Presidente Lusinchi. Es un optim ism o que estim ula la la­
bor futura de esta Asociación.
En nom bre del G obierno Nacional y en el mío propio felicito a los prom o­
tores y realizadores de la idea que se está m aterializando aquí. Felicito a los
m iem bros de la Asociación C ultural H um boldt y les deseo com pleto éxito en
sus labores futuras.
20
Agradecimiento
Nuevas Donaciones
En vista de las num erosas donaciones de personas naturales e institucio­
nes privadas y oficiales recibidas en los últim os m eses, publicam os una vez
más la lista de todos los donantes, cuyos aportes hicieron posible la realiza­
ción de nuestro anhelado proyecto de una sede propia para la Asociación
Cultural H um boldt.
D eseam os expresar nuestro sincero agradecim iento a la Presidencia de la
República de V enezuela, a la Cancillería de la República Federal de A lem a­
nia, al Concejo M unicipal del D istrito Federal y a todas las instituciones, em ­
presas y personas naturales que nos han enviado sus donaciones y que m en­
cionarem os a continuación:
D onantes benefactores
Becoblohm C.A.
Bornhorst, Arq. Dirk
Concejo M unicipal del D istrito
Federal
Corimón C.A.
Dominici, Sra. Luisa de
Familia Blohm
Fundación Edm undo e H ilde
Schnoegass
Fundación Polar
Fundación Vollmer
G obierno de la República Federal
de Alem ania
G uenther, Sra. M artha
G rupo Savoy
Lagoven S.A.
L ufthansa Líneas Aéreas
Alem anas
Presidencia de la República de
V enezuela
Protinal C.A.
Siem ens S.A.
Tele N orm a C.A.
Veba Oel AG
W alther- W eisbeck, Sra. Katharina
B ornhorst de
D onantes protectores
A gfa-G evaert de V enezuela S.A.
A guador S.A.
Basf Venezolana S.A.
Bayer Químicas Unidas S.A.
Bayerische V ereinsbank AG
Bornhorst, Sra. Ragnhild G. de
Brücker, Sr. J. Jorge
D.S.D. Com pañía G eneral de
Industrias
D eutsche T reuhandgesellschaft AG
D eutsche Bank AG
Díaz Flores, Dr. Carlos
Exquisiteces Frisco C.A.
Ferrostaal AG
F orster N eum ann, Sr. Juan W.
G oetz, Dra. Inga S. de
G oetz, Ing. Klaus
H ierrobeco C.A.
H oechst Rem edia S.A.
Inelectra S.A.
K rueger, Sr. Axel
KSB V enezolana C.A.
Larco C.A.
Locher W., Sr. H einrich
21
M aquinaria D iekm ann S.A.
Paragon C.A.
Petzall, Dr. W olf
Rheinheim er, Sra. Lynn Elizabeth
Richter, Ing. H ans J.
Richter, Sra. Luisa
Riese & Cia. S.A.
Robles Piquer, Arq. E duardo
Roetter, Sr. Rodolfo
Sandner, Dr. Olaf
Scanzoni, Sr. O laf von
Seguros Caracas C.A. V enezolana
Trebbau, Dr. Pedro
V enezolana Lanco S.A.
W agner-M anslau, Ing. Ulrich
W aveca C.A.
D onantes Contribuyentes
A nzola Carrillo, Dr. A ntonio J.
A utoeuropa C.A.
Banco V enezolano de Crédito S.A.
Behrends, Sr. Angel
Bentata, H oet y Asociados
Beyer Camp, Dr. H elm ut K.
Blohm, Sr. Carlos A.
Castillo, Sra. Luisa de
Contiflex C.A.
Dorn, Sr. Franz
Essig, Sr. Franz
Flexo- Clisés C.A.
Haesen, Ing. Dirk
Hoet Linares, Dr. Franklin
Hoffm ann, Sra. Lia
Jencquel, Sr. Jacob H.
Juergens, Dr. Frank
Kersting, Sra. Ilse Leo de
Loeck, Sr. H a n s-W e rn er
M anns, Sr. G uenter
M arcano, Sr. Alfredo
M öller, Sr. W erner
M otorex C.A.
N. D alm ady y Asociados
Neigert, Sr. Klaus
N iederm aier, Sra. Erika Leo de
Ofica R epresentaciones S.R.L.
Popcev, Sr. Angel
Pardo, Sra. Rosario
Profesores del Colegio H um boldt
Reyes, Federico
R heinheim er, Dr. Fritz
Rheinheim er, Dr. Hans
Robles Piquer, Sra. Lola de
Rixen & Co.
R epresentaciones S.R.L.
Roche, Dr. Marcel
Schiavone, Sr. N.
T er Horst, Ing. Otto
Tipografía Cervantes
W. M oller C.A.
Wolf, Sr. Federico
Zando, Sr. W alter
Sociedad Pro - Sede de la Asociación Cultural H um boldt
Dr. Hans R heinheim er
P residente
22
Ing. Ulrich W agner - M anslau
V icepresidente
La biblioteca de Alejandro de Humboldt
La biblioteca y el estudio Alejandro de H um boldt en la nueva sede de la
A.C.H. están concebidos como una réplica de la biblioteca que poseía el sa­
bio en Berlín.
El decorador profesional C onstantín von H um boldt, chozno de Alejan­
dro de H um boldt, ha venido especialm ente para hacer el diseño y dirigir la
decoración. Los cuadros del pintor H ildebrandt han servido de guía para re­
crear los dos am bientes. Las cornisas son una im itación de los originales de
aquel tiem po, que sirvieron de m odelo a los dibujos elaborados por Cons­
tantín.
La obra ha sido ejecutada por los escayolistas A ntonio Lozano y Enrique
Soto, en dos diseños diferentes: Uno para la biblioteca y otro para el estudio.
Toda la obra ha sido en escayola o yeso y cocuiza. U na vez elaborado el di­
seño, los artesanos escayolistas proceden a hacer la copia en terraya o for­
ma, luego hacen un corrido o camón de yeso, fijado con las fibras de la co­
cuiza, lo que le da consistencia; sobre este corrido funden una segunda pie­
za, después una tercera y al final la definitiva, con lo cual queda lista la m ol­
dura para ser fijada al techo.
En la parte central descuella un rosetón como una m argarita, de cuyo cen­
tro emerge una lám para de elabastro, com o un plafón con brazos de metal
que sostienen unas velas.
En las fotos se observa a los escayolistas trabajando en la artística obra de
artesanía.
23
Sr. Constantin von Hum botdt durante los trabajos de decoración de la réplica del estudio del
sabio Alejandro de Humboldt.
24
L isz t y el R o m a n tic ism o
Luis B. Soux
Franz Liszt (1811 - 1886), un siglo después de su m uerte, continua fasci­
nando al público am ante de la música, tanto por sus im perecederas com posi­
ciones como por la tum ultosa trayectoria de su vida, que lo convierte en uno
de los representantes más destacados del m ovim iento rom ántico europeo.
Si bien el origen del Rom anticism o se encuentra en la filosofía de retorno
a la naturaleza y en el culto a la sensibilidad de Jean - Jacques Rousseau y, por
consiguiente, en una reacción en contra de la ciencia, orden y disciplina de la
Era de la Razón, el m ovim iento rom ántico propiam ente dicho tom a forma
durante las guerras N apoleónicas en las que surge un fuerte espíritu naciona­
lista y una reacción en contra del dom inio cultural de Francia.
Sin embargo, no es en el campo político sino en el de las artes donde el Ro­
manticism o produce cam bios de m ayor trascendencia, contraponiéndose al
Clasicismo formal que lo precede. Q uien sabe una de las prim eras y mejores
definiciones de lo que significa el R om anticism o la da W ordsworth, el año
1800, en el prefacio al libro “Baladas Líricas” de Coleridge, en la que describe
a la poesía como “el desbordam iento espontáneo de un poderoso sentim ien­
to ”. El énfasis del rom anticism o en las artes recae sobre la individualidad del
artista y particularm ente en su subjetividad y auto-expresión.
En la música, sim ultáneam ente con el surgim iento del Romanticismo, se
produjo un cambio radical en la posición social del artista, como com positor
y como intérprete. En vez de depender de una m anera casi servil de la aristo­
cracia, el músico pasa a efectuar sus presentaciones en los teatros de los prin­
cipales centros urbanos, y su dependencia se trasladó hacia un gran público,
en su mayoría burgués, el cual era muy influenciable por el “genio” del artis­
ta. De esta m anera surgió el culto por el intérprete virtuoso, que m agnetizaba
a un público que lo idolatraba.
L am entablem ente no existen grabaciones sonoras de la época de Liszt
que nos perm itan juzgar sus interpretaciones de m anera directa; sin em bar­
go, según todos los relatos de quienes lo escucharon, su técnica pianística era
prodigiosa y a ésta se unía una particular habilidad para cautivar su auditorio.
(Liszt fue el prim ero en ofrecer un “recital de piano” tal como lo entendem os
hoy, en el que un solo artista toca una velada com pleta.) En los anales m usi­
cales, su legendario virtuosism o sólo se puede com parar al de Paganini en el
violín, y de am bos se llegó a decir que tenían un pacto con el diablo! Si
bien no existe una escuela de piano que se pueda denom inar propiam ente
Lisztiana, ejerció una fuerte influencia sobre sus num erosos alum nos, la
mayor parte de ellos entre los más destacados de su é p o c a , y a través de ellos,
hasta los pianistas de nuestros días.
27
Franz Liszt en 1832 a los 20 años de edad.
28
Como com positor, Liszt es uno de los más prolíficos de la historia, con
más de 700 obras en su haber. El piano ocupa por supuesto una parte prom i­
nente de su producción; adem ás de obras originales para este instrum ento,
Liszt escribió num erosas transcripciones de sinfonías y trozos operáticos,
que en un tiem po en que no existía el gram ófono, perm itían la divulgación de
un amplio repertorio en los hogares m usicales, donde no podía faltar un pia­
no. A partir de su traslado perm anente a W eim ar en 1848, sin embargo, se in­
teresa cada vez más en la com posición orquestal y se convierte en el primero
en com poner un “poem a sinfónico”. A dicionalm ente, es el prim ero en utili­
zar el m étodo de “transform ación de tem as”, m ediante el cual uno o dos te­
mas pueden servir de base para una obra com pleta, y como tal, es él el precur­
sor del “Leitm otiv” de W agner. Liszt expandió considerablem ente el lengua­
je harm ónico de su época, dando paso a la m úsica del Siglo XX e influyendo
directam ente a com positores tales com o Debussy, Bartok y Schonberg.
Un aspecto curioso de la vida de Liszt es el de su nacionalidad, o mejor di­
cho, sus m últiples nacionalidades. Nació en Raiding, Hungría, cuando ésta
era parte del im perio A ustro - Húngaro. Como tal, se puede considerar hú n ­
garo, y él mism o así se consideraba. Sin em bargo, en su casa paterna, se ha­
blaba principalm ente el alem án y él mism o adm ite que nunca habló el hú n ­
garo a la perfección.
D espués de una corta estadía en Viena, en 1823 se establece con su familia
en París, donde recibe posiblem ente la parte más im portante de su formación
musical. De ahí en adelante, siem pre prefiere el idiom a francés para com uni­
carse, tanto verbalm ente com o por escrito. Su affaire con la condesa Marie
d ’Agoult, no aceptado por la sociedad, lo obliga a salir a Suiza e Italia (años
de peregrinaje), hasta que se establece finalm ente en Alem ania. Y aquí se
convierte en un gran defensor del nacionalism o musical alem án, muy en con­
sonancia con el de Richard W agner, casado éste con su hija, Cosima Liszt.
N uevam ente debido a la no aceptación de un affaire am oroso, esta vez con la
princesa Caroline Sayn- W ittgenstein, se ve obligado a trasladarse a Roma,
donde pasa la mayor parte de sus últim os años. Sin em bargo, en este período
hace num erosas visitas a H ungría, donde es adorado como héroe nacional.
Otro aspecto aparentem ente contradictorio de la vida de Liszt es la juxtaposición de una vida personal libertina con un fuerte sentim iento religioso.
Liszt siem pre fue un centro de atracción de las m ujeres, sobre todo las de in­
clinación artística o intelectual, y sus conquistas fueron ¡num erables, co­
m enzando con una de sus alum nas en París, hija del Conde de Saint - Cricq.
Con la ya nom brada M arie d ’Agoult tuvo sus únicos tres hijos, Blandine, Co­
sima y Daniel. E ntre sus am antes famosas se encuentran la bailarina Lola
M óntez y la actriz M arie Duplessis. Y a partir de 1847 tuvo un largo affaire
con la princesa S ay n-W ittgenstein. No obstante, desde niño dem ostró una
fuerte inclinación religiosa, posiblem ente influenciada por su padre, quien
29
Franz Liszt (1811 -1886)
30
durante dos años perteneció a la Orden Franciscana. D urante su perm anen­
cia en París, pensó seriam ente en hacerse sacerdote y posteriorm ente estuvo
en contacto cercano con los San - Simonitas, un m ovim iento socio - religioso
que propugnaba la herm andad universal de los hom bres. A partir de su trasla­
do a Roma en 1861, se dedica cada vez más a com poner m úsica religiosa, y
cuando el esposo de la princesa S ay n -W ittgenstein m uere en 1864, ya no
piensa en un m atrim onio que tanto había deseado, sino recibe las órdenes
m enores de la Iglesia Católica (sin llegar a ser sacerdote).
D urante toda su vida, Liszt fue centro de la actividad cultural europea y
adm irado por las personalidades sociales y artísticas más im portantes de su época, la cual abarca prácticam ente todo el período rom ántico. Con un des­
prendim iento proverbial, sirvió de apoyo m aterial y artístico a un inm enso
núm ero de jóvenes artistas, tanto intérpretes como directores de orquestas y
com positores. Todo esto hace de Liszt un personaje inolvidable, íntim am en­
te ligado en nuestras m entes a lo que significó el rom anticism o.
La influencia de Liszt com enzó a declinar después de la Primera G uerra
M undial cuando surgieron sim ultáneam ente un m ovim iento neoclásico en ­
cabezado por Stravinsky y la escuela vienesa atonal de Schonberg. D esde el
punto de vista de interpretación pianística, pasa a la delantera la escuela ale­
mana, identificada con Schnabel, en la que se rechazan las expresiones a ve­
ces exageradas de virtuosism o identificadas con Liszt a cambio de una in ter­
pretación más fría, más intelectual y con absoluta fidelidad a la partitura.
Junto con estos cam bios, el gusto del público se vuelca hacia la m úsica barro­
ca y clásica del pasado, hasta cierto punto despreciando la rom ántica.
Sin em bargo, en las dos últim as décadas, ha vuelto a resurgir el espíritu ro­
m ántico, dándole mayor cabida a la sensibilidad personal del intérprete y
dentro de este resurgim iento, la m úsica de Liszt y su estilo apasionado y tem ­
peram ental de tocar el piano, nuevam ente son apreciados. En los recitales
ahora escucham os a m enudo algunos Estudios T rascendentales, C onsola­
ciones, N octurnos, piezas de Años de Peregrinaje, Sonetos del Petrarca, el
Vals M efisto, y su obra pianística cum bre: la Sonata en Si M enor. En los con­
ciertos orquestales tam bién podem os oir con mayor frecuencia sus Poemas
Sinfónicos, particularm ente M azeppa y Les Preludes, así como sus concier­
tos para piano, los cuales en realidad nunca fueron abandonados. Y, lo que es
muy interesante, han salido varias grabaciones de sus transcripciones operáticas (D on Juan, Lucía di Lam m erm oor, N orm a, Sim one Boccanegra) y de la
Quinta y Sexta Sinfonía de Beethoven, las cuales proporcionan un verdadero
placer. Para el año centenario de su m uerte, esperam os poder disfrutar de
parte de la obra del gran com positor rom ántico que fue Franz Liszt.
31
Un Recuerdo para Rodolfo
La desaparición de Rodolfo R ótter de­
jó en quienes le conocim os un gesto
de sorpresa. Especialm ente entre sus
com pañeros de la Junta Directiva de la
Asociación Cultural H um boldt, en la
cual participaba como V ice-T eso re­
ro. Y es que se fue Rodolfo cuando
más esperaba de la existencia, luego
de una carrera de años de trabajo, de
vida fam iliar y cuando em prendía una
nueva etapa después de retirarse de las
actividades com erciales. Rodolfo Rotter llegó una vez a V enezuela desde su
nativa A lem ania, a trabajar en las em ­
presas de los N eum ann. Dado su ca­
rácter abierto, muy pronto se relacio­
nó en el país con personas tanto de la industria, com o de diversos estratos so­
ciales. Fundó una bonita familia con su esposa Betsy, quien le dio cuatro hi­
jas y ellas a su vez varios nietos que llenaban de alegría su casa en Lomas del
M irador o su residencia de fin de sem ana en Río Chico. Su cara siem pre ri­
sueña reflejaba un espíritu no sólo dirigido al m undo de los negocios, sino al
de la naturaleza y de las cosas buenas, com o las obras de arte, los viajes, las
fiestas y reuniones, pero, sobre todo, a la buena música. Precisam ente le sor­
prendió la m uerte luego de haber asistido a un concierto en los festivales de
Salzburgo.
Hom bre de dos m undos, sus restos quedaron ju n to a sus fam iliares de Ale­
mania, en su nativa Travem ünde; pero su recuerdo perdura entre todos quie­
nes le tratam os aquí en V enezuela, especialm ente entre sus amigos de la
ACH, pues gracias a un generoso donativo de la Com pañía Corim ón, a la cual
Rodolfo dedicó m uchos años, una de las aulas de la nueva sede de la Asocia­
ción, en San Bernardino, llevará el nom bre de Rodolfo Rótter. Justo hom e­
naje se le rinde así a un hom bre que, siem pre de buen hum or en las sesiones
de nuestra D irectiva, participaba en la prom oción de las dos culturas a las
cuales se sentía vinculado: la venezolana y la alem ana.
33
La Deutsch - Venezolanische Gesellschaft
La Asociación V enezolana A lem ana
La “D eutsch-V enezolanische G esellschft” (DVG) fue fundada el 25 de
abril de 1983 en la Em bajada de V enezuela en Bonn, bajo el auspicio del em ­
bajador A ristiguieta Gram cko. La ju n ta incluye, entre otros, a personalida­
des tan conocidas en nuestro país como el Dr. G oetz, el Sr. Alex M artius, el
Sr. Negrín (Viasa), el Dr. Conrad Koch, El Dr. C hristoph Borchert, el Dr.
Egon G raf von W esterholt, el Sr. Joaquín Fischer...
Los directores y editores de la revista son el Dr. Theo Eberhard y el Dr.
Rolf W alter, en colaboración con el agregado cultural de la Embajada de Ve­
nezuela. La sede de la Asociación se encuentra en M unich.
El fin y los objetivos fundam entales son lograr un mayor conocim iento y
com prensión de V enezuela en A lem ania (Europa), a través de la difusión de
su cultura. Esto significa que la transm isión de inform ación en este caso se
hará en sentido inverso, es decir, del “T ercer M undo” hacia Europa y no, co­
mo de costum bre, de ese continente hacia acá. Y, en segundo lugar, se desea
reforzar los nexos ya existentes entre am bos países, por ejemplo, entre alum ­
nos y ex - profesores del Colegio H um boldt; estudiantes, hom bres de nego­
cio, artistas y científicos venezolanos que hayan estado o estén residenciados
tem poralm ente en A lem ania; o, a la inversa, alem anes que hayan estado o es­
tén en V enezuela por el m ism o motivo.
La revista “N achrichten der D eutsch - V enezolanischen G esellschaft”,
que se publica de m anera trim estral en M unich, en estos m om entos es el
principal m edio para el logro de estos fines, y es tam bién el lazo entre am bos
mundos.
Igualm ente se piensa organizar viajes de Alem ania a Venezuela y vicever­
sa. T enem os especial interés en considerar y, de ser posible, poner en prácti­
ca todas las sugerencias de m iem bros de la DVG.
La com unidad de trabajo D V G /A C H quedó ratificada durante la reciente
visita a Caracas del Dr. Theo Eberhard. Los objetivos de ambas organizacio­
nes se com plem entan. Por otra parte, la ACH dispone de un equipo adm inis­
trativo bien organizado con cuya ayuda la DVG logrará evitar m uchos gastos
y dificultades. Las labores de la com unidad de trabajo, cuya dirección ha
aceptado la Prof. Lieselotte Vareschi, son: 1) O btener el mayor núm ero posi­
ble de contribuciones para la revista, sobre una gran variedad de temas. 2)
A tender a los m iem bros venezolanos de la DVG, y a los m iem bros alemanes
de la mism a que vengan a V enezuela.
Y com o com unidad naciente, querem os hacer un llam ado a todos los cola­
boradores voluntarios. T enem os interés en contribuciones sobre todos los
35
aspectos del quehacer venezolano, que querem os m ostrar en Europa. Todo
es im portante: El folklore y el arte, el com ercio y la ciencia, la gente, la fauna
y los paisajes, los libros y la política. Y nos interesan todas las contribuciones:
La de los jóvenes y la de los adultos, la de los venezolanos y la de los europeos
germ ano - parlantes. Algunos artículos se podrán publicar en Castellano,
otros serán traducidos.
Dirección de la C om unidad de Trabajo:
Prof. Lieselotte de Vareschi
Apartado Postal 80.160
Caracas 1080-A
Teléfono 962 16 82
o en la secretaría de la ACH
D ebido a la situ ció n cam b iaría actu al, la c u o ta a n u al, in clu y e n d o la revista trim e s­
tral, to ta liz a tan sólo Bs. 150,00 c o n re sp ec to a D m 60. La inscrip ció n y el pago de la
c u o ta p u e d en re aliz a rse en la secretaría de la A C H , q u e tam b ién se encarga de la d istri­
b u c ió n de las revistas.
N ota: P or la m ism a su m a de Bs. 150,00 se p u e d e a b o n a r u n a su scrip c ió n de regalo
para E u ro p a. U sted paga a q u í, indica la direcció n e n E u ro p a, y su s se res q u e rid o s re ci­
b e n la revista allá: EL R E G A L O ID E A L .
PS: Para q u e U d. p u e d a h a ce rse u n a idea m ás clara de la D V G , la A C H p o n e a su
disp o sició n a lg u n o s e jem p lares de la revista “N a c h ric h te n ”. A d em ás in te n ta re m o s o b ­
te n e r a lg u n o s eje m p la res d e e sto s p rim ero s n ú m e ro s de la revista para los n u e v o s in s­
critos.
P or favor, in sc ríb a se lo a n te s p o sib le para q u e recib an la revista “N a c h ric h te n der
D V G ”, y q u izás p u e d an c o m e n z a r a c o la b o ra r c o n n o so tro s m uy p ro n to .
36
Dr. Olaf Sandner Montüla - Condecorado
En acto c ele b ra d o el pasado m es d e m arzo e n la re sid en c ia del E x ce le n tísim o Sr.
E m b a jad o r de la R epública F e d e ral de A lem ania, fue c o n d e c o ra d o el Dr. O la f S a n d n e r
con la O rd en La C ru z del M érito en su P rim era C lase, o to rg ad a p o r el P re sid e n te de la
R epública F e d e ral d e A lem ania. A c o n tin u a c ió n p u b lic a m o s las p alab ras de ag rad eci­
m ie n to del Sr. O la f S andner.
Excelentísim o Sr. Em bajador de la República Federal de Alem ania
Queridos amigos y fam iliares que nos acom pañan
Ilustres M iem bros de la Junta Directiva de la
Asociación C ultural H um boldt
Quiero expresarle a Ud. Sr. Em bajador y al G obierno de la República F e­
deral de Alem ania mi agradecim iento por el gran honor del cual he sido obje­
to, al serm e otorgada esta condecoración, la cual acepto con m ucha alegría.
Esta distinción me ha movido a una serie de reflecciones que quisiera co­
m entar en este m om ento:
Ante todo tengo que m anifestar que todo lo que he podido haber hecho en
el seno de la Asociación C ultural H um boldt, lo hice con un íntim o im pulso
de obligación. Com o hijo que soy de un alem án y de una venezolana he senti­
do siem pre un ineludible deber de laborar en pro del fortalecim iento de los
lazos culturales y científicos de estos dos grandes países. Mi padre, Friedrich
August Sandner, perteneció a ese grupo de alem anes que llegaron a V ene­
zuela en el período com prendido después de la consolidación de la república
hasta los com ienzos de este siglo, portando los gérm enes de una cultura m ile­
naria para sem brarla en la tierra venezolana, ávida y receptiva hacia las m ani­
festaciones científicas del viejo continente. Estos alem anes, que fueron muy
num erosos, llegaron sin pensam ientos colonialistas y sin am biciones perso­
nales, llegaron sim plem ente com o hom bres de m ente clara y con un amplio
espíritu hum ano, deseosos de ver un horizonte libre y grande, sólo portaban
en su corazón el deseo de hacer algo por este naciente país, casándose la
mayoría de ellos con venezolanas, para fundar hogares que han sido ejem ­
plos de trabajo, honradez, disciplina, con grandes fundam entos culturales y
de donde germ inó una fuerte descendencia, con apellidos que figuran en las
páginas de la literatura, de la ciencias m édicas, la industria y el com ercio, de
las artes en general y llegando m uchos de ellos a plasm ar su nom bre en las
páginas de honor de nuestras universidades. Mi padre llegó a V enezuela muy
joven, con su gorro de estudiante en el m orral, aún susurraban sus labios el
“G audeam us igitur, juvene dum sum us” que cantó en los recintos académ i­
cos de D resden, Leipzig y H eidelberg, para dedicarse a la docencia del Cole­
gio A lem án de Caracas, y más tarde fundar en Rubio del Táchira el conocido
Colegio A lem án, donde fueron forjadas las m entes de m uchos venezolanos
ilustres. En Rubio del Táchira nací, en aquel bello pueblo som breado por las
faldas de los m ajestuosos A ndes, aún lactante fui llevado a Alem ania, a una
de las ciudades más bellas del m undo, a la trágica D resden, y de allí en ade-
37
lante, durante mi niñez y juventud, tanto mi padre como mi madre, me incul­
caron el am or patrio, un respeto a la historia y un deber a servir a estas dos na­
ciones. Así pues, com o hijo que soy de estos dos grandes países, lo que es para
mi motivo de orgullo, tengo y tendré siempre la ineludible obligación de tra­
bajar por la cultura y la ciencia de éstas dos naciones, y principalm ente por el
intercam bio cultural de V enezuela y A lemania, sin esperar el más mínimo
reconocim iento.
Dr. O laf S a n d n e ry S n t Beatriz de Sandner
38
Otro punto en mis reflecciones me lleva a pensar en lo que significa un
grupo de m ujeres y hom bres que ya hace m uchos años encabezan la D irecti­
va de la Asociación Cultural H um boldt. Cuando fui presidente de ésta, una
de las asociaciones culturales más im portantes de V enezuela, m uchas veces
me puse a pensar: ¿Qué sería de mi trabajo individual sin las inteligentes y ve­
hem entes palabras de un Ulrich W agner M anslau, sin las opiniones firmes y
austeras de un Axel Krüger, nuestro actual presidente, sin los aportes cultu­
rales de Rosario Pardo, Beatriz Lerbs o Luisa de Castillo?, ¿qué haríam os sin
un G ünter M anns, que lleva por años los libros contables o sin un Hans
R heinheim er o un Dirk Bornhorst, quienes al lado de nuestro Ulrich, con un
increíble tesón construyen la nueva Sede de esta Asociación? y en fin ¿qué
sería de nosotros sin los picarescos y sabios com entarios de Ras, de nuestro
querido Robles Piquer? y sólo he nom brado algunos de los grandes colabora­
dores de esta asociación. Señoras y Señores, sin estos ilustres com pañeros en
la Junta Directiva de la Asociación C ultural H um boldt, nada hubiera yo lo­
grado. Y podem os llegar más allá, si recordam os a José Ignacio Baldó, Rudolf
Jaffé, Ernesto y H enrique Blohm, A ntonio A nzola Carrillo, Alejandro Pietri,
W alter D upuy y m uchos, m uchos más, y perdónenm e que sólo nom bre algu­
nos. Estos hom bres plantaron los cim ientos de nuestra casa cultural; sin su
trabajo no estaríam os aquí reunidos.
Tam bién debo pensar en el aporte técnico - cultural y económ ico que Ale­
mania ofrece a ésta, nuestra Asociación. A través del Instituto G oethe y del
M inisterio del Exterior, la República Federal de A lem ania presta una ayuda
de magnas proporciones, sin la cual nuestro trabajo sería m ínim o y muy difí­
cil. Esta ayuda, absolutam ente desinteresada, que abarca desde la docencia,
pasando por los aportes bibliotecarios y el envío continuo de im portantes
grupos artísticos de toda índole, incluye tam bién la parte económ ica, tanto
en su actividad docente, artística y técnica, culm inando con im portantes do­
naciones para la construcción de la nueva sede de esta Asociación que próxi­
m am ente estará en uso y será orgullo para A lem ania y fuente cultural para
Venezuela. Esta ayuda se plasma en las ilustres personas de sus Emabajadores y Agregados C ulturales que siem pre han m antenido un estrecho e íntimo
contacto personal con nosotros.
H err Botschafter, herzlichen Dank für diese A uszeichnung. Bitte teilen
Sie Ihrer Regierung mit, daß alles das was ich getan habe, habe ich mit der
besten Lust und Freude geschafft und m it der festen Ü berzeugung, daß ich
nur m eine Pflicht getan habe.
Señor Em bajador, gracias de todo corazón por esta condecoración. Le
agradezco com unicarle a su gobierno que todo lo que pude haber hecho, lo
hice con el mayor deseo y alegría y con el firme convencim iento de que sólo
he estado cum pliendo con mi deber.
M uchas gracias.
39
Renovación Urbana en la República Federal de Alemania
- Situación de la Problemática - Estratégias - Resultados Karolus Heil
C o n fe ren c ia realizada el 18-11-1985 en c o la b o rac ió n con la F a c u lta d de A rq u ite c tu ra
de la U n iv e rsid ad C en tral de V en ezu ela.
Saneam iento y renovación urbanas son, desde hace unos 10 años, no sólo
una de las áreas más im portantes de la planificación urbana, sino tam biém
una de las más conflictivas en las ciudades de la R.F.A. Si bien en la década
del 60 ya se tom aban m edidas de renovación urbana en diversos lugares, és­
tas se producían en base a arreglos locales especiales o a una situación pro­
blem ática específica, com o casos dem ostrativos, que ya en aquellos m om en­
tos y por los m otivos más diversos hacían posibles y necesarias m edidas de
saneam iento y renovación. D espués de la guerra, sin em bargo, recién en los
años 70, com ienza la renovación urbana en gran escala. En mi exposición
quiero trata y dem ostrar m ediante una serie de diapositivas cuatro áreas en
especial:
I.
¿Cóm o se define en la R.F.A. la renovación urbana? ¿Cuáles son las si­
tuaciones características que, de acuerdo a las norm as y reglas vigentes
en la R.F.A., hacen necesarias las m edidas de renovación?
¿Cuál es el volum en de renovación resultante?
II.
Luego deseo m ostrar las distintas fases y estrategias de la renovación
urbana en al R.F.A., las condiciones que la enm arcan y sus efectos.
III.
A continuación quiero tratar las bases legales de la renovación urbana,
como es su desarrollo en la práctica y com o es su financiación.
IV.
Finalm ente com entaré las perspectivas y tendencias que se recono­
cen para el futuro.
I
D ebem os partir de la base que la renovación urbana y el saneam iento de
determ inadas áreas y situaciones es, o debería ser, u n proceso permanente, y
naturalm ente en la m ayoría de las ciudades se produce perm anentem ente, en
pequeña escala. Viviendas, edificios de oficinas y com ercios, instalaciones
fabriles, sistem as de calles y de tránsito surgen bajo determ inadas condicio­
nes históricas y sociales, y en consecuencia son adaptados de diversa m anera
a las cam biantes exigencias, son renovados y, a veces, reem plazados por
otros. C uando hablam os aquí de renovación urbana tam bién nos referim os a
este proceso, pero no en prim era línea. Lo que aquí interesa principalm ente
es la más o m enos sistemática renovación de áreas urbanas mayores que
han quedado relegadas en el desarrollo, que ya no responden las norm as fun­
41
cionales, sanitarias, sociales o económicas vigentes, pudiendo ser muy diver­
sas las razones que m otivan esta situación.
En casi todas las ciudades hay áreas que no participan en form a adecuada
en este proceso de adaptación, zonas donde no se producen las continuas in­
versiones de adaptación y renovación, y que se van convirtiendo paso a paso
en áreas en peligro: Estancam iento y deterioro económ ico, condiciones habitacionales que em peoran en forma absoluta y relativa y por ende son acep­
tables sólo para la población de m enores ingresos, inexistentes o insuficien­
tes inversiones de infraestructura, etc. Todos estos procesos son interrelacionados: Se aum entan recíprocam ente y dificultan y encarecen así el sanea­
m iento y la renovación.
Las razones que pueden originar u n proceso de este tipo son, como ya
m encioné, de diversa índole. Pueden resultar del proceso de desarrollo de
la ciudad, pero tam bién pueden ser provocadas m ediante especulaciones.
Estas razones pueden radicar en los habitantes que no pueden pagar alquile­
res más elevados y por lo tanto dependen de sustancia edilicia ya am ortizada;
tam bién pueden ser desventajas de ubicación y estructura de una zona (p.
ej.: Em anaciones industriales, actividad laboral m olesta, tránsito m olesto)
que ofrecen a los propietarios de casas y tierras en esas zonas pocos atractivos
para invertir y renovar. Pueden ser planes a largo plazo, p.ej. de la com una,
para m odificar una zona, que hacen que las inversiones en estas áreas parez­
can poco rentables. Puede ser la escasez de capital de los propietarios que vi­
ven del alquiler de los inm uebles, pero no están en condiciones de hacer in­
versiones para su renovación. Pueden ser aspectos de conservación de m o­
num entos historíeos que obstaculizan la introducción de cam bios en con­
juntos arquitectónicos urbanos que se han form ado a través de las épocas. Y
tam bién pueden ser consideraciones especulativas tendientes a provocar
en un barrio condiciones que hagan im prescindibles su dem olición, reedifi­
cación y cam bios en su aprovecham iento que perm itan una utilidad más pro­
vechosa de los terrenos.
En la R.F.A. por lo general son varias las razones de im portancia para dar
lugar a la form ación de zonas de renovación, siendo naturalm ente la de utili­
dad una de las más relevantes. Por otro lado es im portante saber, que la for­
mación de áreas necesitadas de renovación está íntim am ente ligada a la polí­
tica de desarrollo urbano general y sus estrategias de los últim os cuarenta
años.
* En los prim eros años después de la últim a G uerra M undial —hasta m edia­
dos de la década del 50 apróx.—se encaró la reparación, la reconstrucción
de los edificios destruidos o dañados en la guerra (restauración), por lo ge­
neral no había concepciones amplias y con vistas al futuro, o por lo m enos
carecían de im portancia para la construcción inm ediata sobre los planos y
sistem as de abastecim iento existentes.
42
* A continuación de ésto la construcción de viviendas com enzó a orientarse a
la periferia de las ciudades. Este desarrollo alcanzó su punto álgido en la
década del 60 con la creación de barrios habitacionales satélites y periféri­
cos. En esta fase de crecim iento acelerado en la periferia de num erosas ciu­
dades, en m uchas de ellas se partía de la base que los barrios históricos de
edificios y viviendas cercanos al centro, deberían de todos m odos ceder an­
te la expansión de la econom ía y del tránsito. El cuándo solo era considera­
do una cuestión de tiem po.
Recién a com ienzos de la década del 70 la orientación volvió a volcarse ha­
cia los barrios habitacionales más antiguos, a m enudo contiguos a las zonas
céntricas de las ciudades. Razones im portantes para este cambio de orienta­
ción fueron las críticas que provocaron las ciudades satélites en la periferia,
la resistencia que se ofrecía más y más a la transform ación de los barrios ha­
bitacionales urbanos en centros com erciales, pero tam bién el interés de la
industria de la construcción en abrir nuevos campos de actividad y el inte­
rés por un acrecentado aprovechamiento económ ico de los terrenos en las
áreas urbanas.
Premisas para com prender la discusión y situación de la renovación urba­
na en la R.F. A. son por un lado la diferenciación de varios términos que se
utilizan en este contexto y que poseen diferentes contenidos, y por el otro la­
do el conocim iento de los distintos tipos de renovación.
Los térm inos relevantes son renovación urbana, modernización y
mantenimiento.
En 1966 se define renovación urbana com o “la adaptación de la estructura
urbana a las exigencias que hoy y en el futuro se im ponen al entorno edificio
del hom bre.” Renovación urbana significa pues un proceso amplio de adap­
tación a necesidades variantes.
Saneamiento urbano, en cam bio, se entiende como uno de los pasos en
el marco de una amplia renovación urbana. Como causa para el sanea­
m iento se entienden las deficiencias funcionales en las respectivas zonas.
Esto tam bién incluye nivelar las discrepancias entre los diversos barrios. Sa­
neam iento significa pues la rem odelación de los barrios en cuestión. Esto
puede significar la elim inación de condiciones de hábitat deficientes, pero
tam bién otras m edidas de urbanización.
Pero hay que reconocer que los térm inos renovación y saneam iento urba­
no frecuentem ente se usan com o sinónim os.
En la modernización se trata principalm ente de la elim inación de defi­
ciencias edilicias o deficiencias urbanísticas en el sentido de su adapta­
ción a los standards que han ido varian d o ; p. ej.: U nión de viviendas, coloca­
ción de instalaciones sanitarias, nuevos sistem as de calefacción, etc.
43
Por m antenimiento se entienden las m edidas corrientes que aseguran el
buen funcionam iento de las instalaciones edilicias. Debe, a través de perm a­
nentes medidas e inversiones, prevenir el deterioro.
De ésto surge que no son térm inos estrictam ente delim itados, sino que la
transición de uno al otro es fluida y difusa. D e hecho, en la renovación urba­
na todos los aspectos son relevantes de diferente m anera de acuerdo a las cir­
cunstancias.
Si se trata de tipificar las diversas situaciones de necesidad de renova­
ción de acuerdo a sus características se deben m encionar principalm ente las
siguientes, (siendo oportuno discernir entre las grandes ciudades por un lado
y las m edianas y pequeñas por el otro).
Para las grandes ciudades tienen especial significancia cuantitativa y
cualitativa las siguientes situaciones:
1) Barrios habitacionales, cercanos al centro, que en la mayoría de los casos
se construyeron en la segunda m itad del siglo pasado. El equipam iento de
estas viviendas ya no responde a las exigencias actuales (falta de baños,
toiletes instaladas en los rellenos de las escaleras, calefacción a estufa). La
edificación es densa, los patios interiores tam bién están profusam ente edi­
ficados, frecuentem ente en edificios habitacionales (en Berlín p.ej.
había m uchas situaciones de edificios de cuatro a seis cuerpos), a m enu­
do tam bién albergan talleres y explotaciones com erciales que m olestan
con ruidos, em anaciones, tránsito, etc. La entrada de luz y sol son insufi­
cientes, en la mayoría de los casos faltan espacios verdes libres y de espar­
cim iento infantil, los edificios m uestran señales de deterioro. Los pobla­
dores frecuentem ente pertenecen a clases de bajos ingresos, hay una pro­
porción excesiva de ancianos y, a m enudo se han radicado allí ¡migrantes y
trabajadores extranjeros en mayor cantidad. D urante m uchos años se
efectuaron inversiones renovadoras aquí, lo que llevó a ú n a em igración de
la población más joven y de mayores ingresos. Los propietarios con fre­
cuencia son dueños de una sola casa y sus ingresos precisam ente provie­
nen del alquiler. D ebido a convenios vigentes y/o los bajos recursos de los
inquilinos no pueden obtenerse alquileres más altos, los ingresos no al­
canzan para inversiones, los propietarios viven de la sustancia, consum en
el capital. La actividad económ ica se estanca en estas zonas.
2) Areas mixtas, que consisten de edificaciones habitacionales y de explota­
ción com ercial o industrial, donde el hábitat se ve afectado por los estable­
cim ientos y el tránsito que estos provocan y, a su vez, las em presas no pue­
den desarrollarse en la form a adecuada debido a la situación edilicia. A
m enudo tam bién aquí se encuentran los defectos y deficiencias ya m en­
cionados: G ran densidad urbana, viviendas con instalaciones deficientes,
deficiencias edilicias, falta de espacios libres y verdes, población de bajos
44
recursos, estancada o decreciente, propietarios faltos de capital.
3) Barrios habitacionales construidos en las prim eras décadas de este siglo,
ubicados con frecuencia afuera de la circunscripción de la época de la fun­
dación, cuyos propietarios generalm ente son sociedades o com pañías coo­
perativistas de la vivienda, y fueron construidos en m uchos casos como
com plejos habitacionales de estilo arquitectónico uniform e. Por regla
tam bién aquí las instalaciones m uestran las deficiencias m encionadas, y a
m enudo se sum an a éstas las reducidas dim ensiones de las viviendas.
Tam bién las ya m encionadas características de la población se dan aquí y
se añade, en m uchos casos, que los habitantes están radicados allí desde
hace m uchos años, produciéndose así un apego especialm ente intenso.
Este peculiar tipo de edificación de complejos de concepción uniform e,
requiere con frecuencia formas especiales de proceder. M uchas veces los
bloques que pertenecen a em presas industriales, como se da en la región
industrial del Ruhr, están com prendidos en este tipo.
4) Finalm ente hay un cuarto tipo de viviendas, que fueron construidas en dé­
cadas anteriores para determ inados grupos sociales relegados, especial­
m ente los llam ados desam parados que, habiendo sido desalojados de sus
viviendas, debían ser reubicados en el marco de programas sociales. Dado
que el standard de estas viviendas generalm ente estaba por debajo de los
niveles habituales ya desde el m om ento de su construcción, estos com ple­
jos habitacionales fueron convirtiéndose m uchas veces en así llam ados
“ghetos sociales”. Hoy día se les entiende com o inaceptables y necesitados
de saneam iento desde sus bases en casos que no se procede diréctam ente a
su dem olición.
En ciudades medianas y pequeñas se presentan tipos parecidos de nece­
sidad de renovación. Por cierto en dim ensiones cuantitativam ente más redu­
cidas y en consecuencia la problem ática de las m edidas de renovación es con­
siderablem ente m enor. Sin em bargo frecuentem ente se presenta aquí un ti­
po muy peculiar de m edidas de renovación, a saber:
5) La necesidad de adaptar el centro de la ciudad o partes del mismo a los
cánones y exigencias de funcionam iento de nuestra época (saneam iento
de deficiencias funcionales). Tam bién en las pequeñas y m edianas ciuda­
des una gran parte de la población del núcleo urbano fue radicándose en la
periferia desde que las condiciones del hábitat ya no respondían a sus exi­
gencias. Las condiciones para el desarrollo de establecim ientos com ercia­
les y m anufactureros (pequeños) son precarias, las calles angostas, el
transporte de cargas, al igual que el estacionam iento de los vehículos es di­
ficultoso. En m uchos casos el tránsito autom otor ocasiona considerables
m olestias a los habitantes que aún perm anecen allí. Los terrenos son pe­
queños, faltan espacios libres. Con frecuencia se trata de edificios o situa­
ciones edilicias protegidas com o m onum entos históricos. Tam bién aquí
45
se da el caso que m uchos propietarios no están en condiciones de financiar
las renovaciones en el libre m ercado. Y entretanto tam bién ya es frecuente
aquí que m inorías étnicas constituyan una gran parte de la población.
Las cinco situaciones detalladas presentan im portantes características co­
m unes:
- La problem ática de la financiación de las renovaciones, ya que el libre m er­
cado no la provee.
- El nivel relativam ente bajo del valor de los terrenos y alquileres; pero los
habitantes y em presas de estas áreas dependen en gran parte de estos alqui­
leres bajos.
- La mayoría de los inm uebles están distribuidos entre m uchos propietarios;
ésto excluye para la com una la posibilidad de realizar renovaciones sin difi­
cultades.
- El significado urbano - histórico, urbano - edificio y arquitectónico de m u­
chos de estas zonas necesitadas de saneam iento, como partes integrantes de
una identidad urbana que fue conform ándose através del tiem po.
- El hecho de que estas situaciones problem áticas siguen y se acrecientan si la
com una no tom a cartas en el asunto, ya que los barrios no pueden renovarse
por sus propios medios.
No requiere especial m ención que las opiniones de políticos y planifica­
dores sobre la problem ática descrita han sido susceptibles a considerables
variaciones. M ientras la atención y el interés de inversión se concentraban
en las áreas de construcciones nuevas en los lím ites de las ciudades, estos
problem as eran considerados m enos candentes. La conciencia de cuan can­
dente era el problem a se fue acrecentando a m edida que los intereses de
aprovecham iento fueron concentrándose en estas áreas. Por lo tanto puede
decirse que las perspectivas tam bién fueron, y siguen siendo influenciadas
por los respectivos intereses dom inantes. En este aspecto la planificación ur­
bana fue, por lo m enos en el pasado, una instancia principalm ente depen­
diente.
F rente a esta situación el estado y las com unas se ven ante una enorm e ta­
rea: Tanto en el aspecto financiero com o en el de la planificación. Una inves­
tigación del Instituto Alem án de U rbanística (DIU) determ inó en el año
1980, que las inversiones que las com unas deberán realizar en el lapso hasta
1990 en el ám bito de renovación urbana/m odernización de viviendas, as­
cienden a 196.000 m illones de marcos. Esto representa una inversión anual
prom edio de 12.200 m illones de marcos. Significa que aprox. el 20% de los
1,094 billones de DM , que es el total aproxim ado de las inversiones que pre­
ven ciudades y m unicipios para ese lapso, deberá destinarse al área de reno­
vación urbana / construcción de viviendas / m odernización. No están incluí-
46
das las obras que, como consecuencia de esta renovación y m odernización,
se harán necesarias en otros ám bitos, p.ej.: Escuelas, espacios verdes, redes
de sum inistros de fluidos y de evacuación de deshechos (canalización, etc.).
II
Las diferentes concepciones de renovación urbana seguidas en los pasa­
dos años, posiblem ente perm itan reconocer un cambio aún más radical de
puntos de vista y estrategias, que en otros ám bitos del desarrollo urbano. El
trasfondo de este cambio está dado en parte por amargas experiencias, pero
tam bién por el paulatino reconocim iento de cuan com plicado y amplio es el
problem a, sus consecuencias socio-políticas y su envergadura financiera.
Simplificando podem os dividir este desarrollo en tres fases:
1) El saneamiento de áreas, que a m enudo tam bién es denom inado “sanea­
m iento de desm onte” - recordando la tala de un bosque.
2) La renovación urbana de “conservación” y finalm ente
3) La renovación urbana “cuidadosa”.
¿Cuáles son los elem entos característicos de estas tres estrategias? ¿Cómo se
fundam entan y cuáles fueron las experiencias extraídas?
1) Saneamiento de áreas:
Se entiende por saneamiento de áreas la dem olición total o mayoritaria
de grandes áreas en las zonas necesitadas de renovación y su reem plazo
por nuevas construcciones. F recuentem ente van acom pañadas por un
reordenam iento total en la construcción: la situación de espacio urbano y
edificación urbana sufre cam bios fundam entales. Es consecuencia de esta
situación, que los habitantes de las áreas afectadas tengan que ser traslada­
dos en su m ayoría a otros barrios y la experiencia m uestra que son muy po­
cos los que pueden volver después de la reedificación. Es condición previa
de esta estrategia, que todas las edificaciones sean adquiridas por un aus­
piciante del saneam iento y ésto conduce a que deba instalarse una gran
parte de infraestructura y sistem as de abastecim iento. La estrategia del sa­
neam iento de áreas es un quebrantam iento radical con la edificación anti­
gua, con la form a tradicional de la ciudad. Niega los valores de las áreas habitacionales y de trabajo, que fueron conform ándose históricam ente, con­
sidera com o irreparables las condiciones en que éstas se encuentran. Ade­
más presupone que es posible y legítim o erradicar a los habitantes de ba­
rrios enteros, con sus apegos sociales y em ocionales. Yo creo que el sanea­
m iento de áreas en este aspecto da cuenta de una estrtegia cínica, profun­
dam ente inhum ana, hostil a civilización y cultura.
Concepciones de saneam iento de áreas fueron desarrolladas principal­
m ente para zonas densam ente edificadas de la época de fundación en la se­
47
gunda m itad de! siglo pasado y que, durante m ucho tiem po, fueron inter­
pretadas com o form as extrem as de condiciones de hábitat hostiles al hom ­
bre. Ya desde varias décadas se había concentrado sobre estos barrios el ta­
jante rechazo, principalm ente, de grupos interesados en m ejorar las condi­
ciones habitacionales de los estratos inferiores de la clase trabajadora de la
ciudad. Tam bién los m ovim ientos obreros habían denunciado una y otra
vez las deficientes condiciones de vida, especialm ente en aquellas áreas
habitacionales que databan de la época de la fundación industrial. Estas
condiciones de vida se consideraban inhum anas y una de las peores conse­
cuencias de la especulación inm obiliaria de aquella época. Las exigencias
contenidas en la Carta de A tenas respecto a nuevos m odelos y criterios de
urbanización —luz, sol, aire—y los cánones urbanísticos que en su conse­
cuencia fueron adquiriendo relevancia, justificaban estas concepciones de
descongestionam iento edificio m ediante dem olliciones parciales de estos
barrios. Al finalizar, en la década del 60 de este siglo, el boom de la cons­
trucción en las afueras de las ciudades, la atención de la industria del ramo
y la de los inversionistas com enzó a centrarse en estos barrios. El resultado
fueron estrategias de aprovecham iento del saneam iento de áreas, con
cuya ayuda se creía poder elim inar sim ultáneam ente este tipo de viviendas
de edificación en bloques encim ados.
Por supuesto es correcto que las condiciones de vida en estas barriadas
eran frecuentem ente muy problem áticas, que nacieron como resultante
de especulaciones, que faltaban luz, aire y sol, parques y plazas de juegos
infantiles, que a m enudo conform aban una m ezcla muy problem ática de
industria, actividad comercial y hábitat. Pero tam bién es un hecho que
esos barrios habían sido por cerca de 100 años la patria chica de hom bres,
quienes les habían estam pado sus características y sus cambios. Con los
m edios técnicos y de planificación de hoy día podrían haberse adaptado,
sin mayores problem as, estos barrios a las necesidades actuales, ya que sus
alquileres eran bajos, su arquitectura en m uchos casos interesante y la ele­
vada densidad de ocupantes, que había caracterizado las prim eras décadas
de su existencia, ya se había reducido considerablem ente.
Conceptos de dem olición total y reedificación nueva se desarrollaron en
m uchas ciudades, pero fueron llevada a cabo sólo en form a parcial, en
otras tantas ni llegaron a realizarse, ya que m uy pronto se produjeron seve­
ras críticas. Probablem ente fue en Berlín, donde se realizaron en su forma
más consecuente, y donde dieron origen a graves conflictos.
La crítica a estas concepciones de renovación urbana se concentran ante
todo en los siguientes puntos:
* El argumento social: La problem ática social del saneam ineto de á re a s destrucción de estructuras sociales existentes y desplazam iento de los po­
48
bladores a otras áreas habitacionales, generalm ente zonas periféricas—no
son ni aceptables, ni pueden llevarse a cabo sin superar grandes dificulta­
des en lo financiero y organizativo; las consecuencias sociales son de peso;
adem ás los barrios de edificaciones antiguas son los que aún más fácilm en­
te ofrecen las condiciones para el desarrollo de nuevas form as del hábitat,
de la actividad artesanal.
* El argumento de la estética urbana: Através del saneam iento de áreas se
elim inan partes integrantes de la ciudad que ha ido creciendo, valiosas des­
de el punto de vista de la construcción urbana y la historia de las construc­
ción; generalm ente tom a su lugar una construcción habitacional nueva,
anónim a, producida en masa, estéril en el aspecto urbanístico; la a m enudo
interesante mezcla de estructuras de los viejos barrios no puede volver a
producirse en otro lugar.
* El argumento de la política estructural: Através del saneam iento de áreas se destruyen una gran cantidad de pequeñas em presas o se les obliga a
abandonar su actividad; ésto elim ina lugares de trabajo y sustancia econó­
mica.
* El argumento de la política de mercado de la vivienda: No se puede re­
nunciar a la económ ica sustancia edilicia de los viejos barrios; los alquile­
res en construcciones nuevas no están al alcance de la población de escasos
recursos; el m antenim iento de las viviendas existentes debe ser pues, prio­
ritario a la construcción de nuevas viviendas.
* El argumento de la política financiera: Los costos de los gastos posterio­
res, consecuencia del saneam iento de áreas, son muy elevados; prim ero se
destruyen valores considerables, para luego poder producir nuevos valo­
res; la construcción de gran parte de la infraestructura y sistem as de abaste­
cim iento necesarios ocasiona grandes gastos.
Como ya m encioné, esta concepción llevó, allí donde se la llevó a cabo, a
considerables conflictos. En Berlín, p.ej., este conflicto llegó a su punto álgi­
do fatal a com ienzos de la presente década. Más de 150 casa de viviendas que
estaban desocupadas, en barrios destinados a dem olición, fueron ocupadas
por jóvenes en busca de vivienda. Esto provocó discusiones de lo más ásperas
y violentas que, finalm ente, desencadenaron una crisis en el gobierno berli­
nés; pero tam bién dieron lugar, al m ism o tiem po, a una extensa y conflictiva
revisión de la política de saneam iento de la ciudad.
2) La renovación urbana de conservación:
Se entiende por renovación urbana de conservación una estrategia de re­
novación que preserva las principales partes de los viejos barrios y renueva
su sustancia habitacional, retirando en forma diferenciada partes que m o­
lestan. Esto atañe especialm ente a los edificios posteriores (segundos
cuerpos y subsiguientes) y a actividades m olestas de los talleres en los pa­
49
tios internos. De esta m anera se trata de lograr una reducción de la densi­
dad de población de estos barrios, o b ten er lugar para obras de infraestruc­
tura (escuelas, jardines de infantes, hogares para ancianos, etc.), y hasta la
creación de espacios verdes y libres en proporciones limitadas. El aspecto
urbano históricam ente conform ado debe ser básicam ente conservado y,
donde fuera posible, m ejorado. Las infraestructuras existentes deben, en
lo posible, conservarse y, dado el caso, utilizarse con nuevos fines. Los ha­
bitantes deben obtener en su mayoría la posibilidad de perm anecer en su
hábitat, o poder volver después de concluidas las obras de renovación.
En el interior de las viviendas se trata principalm ente de m ejorar las condi­
ciones: agrandar viviendas pequeñas uniendo a varias de ellas, instalar
baños, toiletes, calefacción, m ejorar la aislación, mejorar el entorno habitacional.
Este tipo de renovación hasta ahora llegó a su realización en la gran
m ayoría de los casos. Es natural que de un lugar a otro haya considerables di­
ferencias en la proporción de sustancia a conservar y a dem oler y tam bién en
el detalle de los procedim ientos. En consecuencia tam bién hay diferencias
en los niveles de los alquileres y en la proporción de la población original que
perm anece o vuelve después de la renovación.
Como aspectos críticos, negativos de este tipo de renovación se m encio­
nan:
* Aun en la renovación de conservación se dem uelen dem asiados edificios
de viviendas económ icas, ésto no es aceptable frente a los elevados alquile­
res de las viviendas nuevas.
* El standard de renovación de los edificios es dem asiado elevado. No es m e­
nester llevar a todas las viviendas viejas al más alto nivel de las viviendas
nuevas, m uchos inquilinos tam bién se conform an con un equipam iento
más sencillo.
* Con el desnucleam iento de los patios internos tam bién se destruyen gran­
des cantidades de talleres pequeños, ya que éstos dependen de los conve­
nientes alquileres y precios de los terrenos y no sobreviven a un traslado.
Por el otro lado, los que propician políticas renovadoras más radicales, crí­
tica una serie de hechos:
* La renovación conservadora es com plicada y requiere m ucho tiempo.
* La inversión para el saneam iento de edificios viejos es dem asiado elevada,
ya está cercana al costo de viviendas nuevas.
Los conflictos que se originaron y originan en este tipo de renovación, se
concentraban y concentran principalm ente en la cuestión de las deciciones
individuales: si deben o no ser dem olidos determ inados edificios.
Los aspectos positivos de esta estrategia ya fueron señalados som eram en­
50
te. Gran parte de la población puede perm anecer en su hábitat. El aspecto ur­
bano de los barrios es conservado y probablem ente mejorado. La infraestruc­
tura existente no es elim inada, ni reducido su valor, sino que queda integrada
a la renovación. Resum iendo: las heridas que este tipo de renovación infiere
a la ciudad agrandada a través de las épocas, son relativam ente reducidas, pe­
ro los lugares ganan en calidad de vida.
3) La renovación urbana “cuidadosa”:
Como tercera form a de renovación urbana se ha cristalizado, especial­
m ente en los años más recientes y bajo la im presión de los considerables
conflictos públicos y políticos en torno a la renovación urbana, la renova­
ción cuidadosa. Esta estrategia es la que trata en mayor grado de m ante­
ner toda la sustancia edilicia existente y dejar a los habitantes en sus vi­
viendas. Las siguientes características son im portantes:
* Sólo se efectúan dem oliciones en casos extrem os y, en principio, sólo
cuando la calidad edilicia es sum am ente deficiente; ésto tam bién incluye
las edificaciones posteriores y los patios internos.
* Los niveles de la renovación se orientan en las necesidades e intereses de
los habitantes, lo que puede significar, en algunos casos, niveles muy m o­
destos com o m etas de la renovación.
* Por principio los habitantes deben ten er la posibilidad de perm anecer en
sus viviendas, de ser factible, incluso durante los trabajos de saneam iento.
* El aum ento de los alquileres, y con ello tam bién el nivel de la renovación,
deben orientarse según la capacidad financiera de los habitantes, de modo
que las concepciones a m enudo tengan un caráter muy individual.
* Los habitantes deben tener la más am plia posibilidad de participación en
la determ inación de pasos y m etas de trabajo, p.ej. a través de reuniones de
los habitantes de cada casa, encuestas a inquilinos y planes sociales dife­
renciados, con lo que se averiguan y consideran las necesidades específi­
cas de los diversos grupos.
* Todo el proceso de renovación debe, de ser factible, organizarse en forma
diferenciada; los habitantes deben tener la posibilidad de parcipar m e­
diante su propia ayuda en los trabajos y de este m odo reducir los costos de
los alquileres.
* Aun donde la sustancia edilicia está en inm inente peligro debido al dete­
rioro (p.ej. roturas de techos), debe procederse en forma escalonada, es de­
cir, prim ero elim inar las deficiencias y luego las de m enor urgencia.
* Se da m ucha significancia a los factores de tiem po y organización; en todo
deberá realizarse la renovación con tal cuidado que perturbe en el m enor
grado posible las condiciones de vida de los habitantes.
51
* Tam bién las pequeñas em presas deberán, de acuerdo a las posibilidades,
poder perm anecer en su lugar, ya que la experiencia ha dem ostrado que el
traslado de las mismas lleva a la pérdida de lugares de trabajo en el barrio y,
especialm ente los establecim ientos económ icam ente débiles, no tienen
posibilidades de desarrollo en ubicaciones más caras.
Esta concepción de renovación urbana naturalm ente no perm ite, o sólo lo
hace en forma muy lim itada, la realización de concepciones nuevas dentro de
una zona. Está orientada de m anera directa a las necesidades actuales de los
habitantes y sólo se la entiende com o reacción a las formas más radicales de
renovación urbana. Especialm ente se presentan dificultades cuando los pro­
pietarios de los inm uebles no coinciden con esa concepción, ya que ven en­
torpecidos sus intereses económ icos. Esto se da especialm ente cuando los
dueños son em presas de construcción de viviendas, que han adquirido las
edificaciones viejas, respectivam ente necesitadas de saneam iento, con la in­
tención de su aprovecham iento económ ico. De allí ha surgido, como ocurrió
en Berlín p.ej., la necesidad de que el estado, respectivam ente la com una, ad­
quiera determ inados edificios para llegar así a arreglos especiales con los ha­
bitantes.
La crítica a la renovación cuidadosa se concentra en especial en los si­
guientes puntos:
* Con ella se m antienen condiciones habitacionales deficientes, y se invier­
ten sum as considerables en edificios que, a la larga, no son dignos de ser
conservados; de producirse algún cambio en el m ercado de la vivienda, és­
tas serían las prim eras en quedar vacantes.
* No es posible la construcción de instalaciones de infraestructura, si no se
procede a la dem olición de parte de la vieja sustancia edilicia.
Entre las tres estrategias de renovación descritas hay naturalm ente m u­
chas transiciones. Tam poco es el caso que el saneam iento de áreas esté
com pletam ente superado, ni que la renovación cuidadosa sea la forma gene­
ral de proceder. Están en vigencia las tres formas, si bien con ciertos condi­
cionam ientos. Cuál de ellas dará las pautas, depende fundam entalm ente de:
- la concepción de la institución de planificación local,
- la dispoosición de los habitantes y afectados a aceptar esa concepción,
- la situación del m ercado de viviendas local.
N aturalm ente tam bién son factores determ inantes las condiciones físico edilicias y edificio - urbanas existentes en las áreas a sanear.
En las pequeñas y medianas ciudades, donde a m enudo se trata de m e­
jorar la capacidad funcional de los centros, naturalm ente tienen vigencia en
form a más suavizada, las tres estrategias enum eradas. G eneralm ente dom i­
52
na allí el segundo tipo, es decir la renovación urbana de conservación, reali­
zándose las siguientes m edidas:
- renovación, en ocaciones tam bién dem olición de algunos edificios,
- traslado de m anufacturas m olestas,
- mejoras en el acceso a los establecim ientos que perm anecen en el lugar, y
posibilidades de estacionam iento en las adyacencias de la zona, etc.
- regulación del tránsito en las zonas habitacionales tendiente a hacerlo más
tranquilo,
- m edidas de cuidado, conservación de m onum entos históricos,
- creación de espacios libres y verdes.
Si en las grandes ciudades se ha tenido que recorrer cam inos equivocados
en la renovación urbana, para finalm ente llegar a un justo medio, este peligro
fue m ucho m enor en la pequeñas y m edianas ciudades. Procesos de decisio­
nes políticas locales y la gran identificación de los pobladores con sus ciuda­
des evitaron aquí, en la m ayoría de los casos, soluciones drásticas prem aturas
que hubieran m odificado fundam entalm ente el aspecto de estas ciudades.
III
¿Cuáles son las bases legales para la renovación urbana en la R.F.A.? La base
más im portante para la renovación urbana es la Ley de Prom oción de Edifica­
ción U rbana que fue sancionada por el Bundestag (Parlam ento Federal) en
1971. Hubo cuatro aspectos relevantes para fundam entar esa Ley:
* Posibilitar a la com una para tom ar iniciativas de renovación urbana.
* Suprimir la especulación relacionada con la planificación de las renovacio­
nes.
* Evitar al máximo posible los efectos sociales negativos, y
* La financiación de las renovaciones.
La Ley de Prom oción de Edificación U rbana crea las condiciones básicas
para que los parlam entos com unales puedan fundam entar un derecho espe­
cial por tiempo limitado para las áreas de renovación. Tiene por objeto po­
sibilitar o facilitar el proceso de renovación urbana. La Ley contiene en to n ­
ces las siguientes reglam entaciones im portantes:
1. El área de saneam iento requiere una delimitación en su forma. Esta deli­
m itación está a cargo del respectivo parlam ento com unal. En la delim ita­
ción del área, ésta debe ser detallada exáctam ente. Con esta delim itación
de su form a entran en vigencia una serie de reglam entaciones para esta área que, en su conjunto, tienen por objeto la realización del saneam iento y
53
la supresión de procesos descontrolados. Así p.ej. las ventas de terrenos o
cambios edilicios de im portancia requieren un perm iso especial. Por otra
parte se facilita la posibilidad de expropiación si ésta fuera imprenscindible para lograr el saneam iento.
2. Las bases fundam entales que rigen una delim itación formal surgen de in­
vestigaciones previas. Estas investigaciones previas deben determ inar la
necesidad de saneam iento y obtener bases para consideraciones respecto
de condiciones sociales, estructurales y urbanas, com o tam bién el apoyo
de los habitantes. Tam bién deben determ inarse aquí los efectos negati­
vos que pueden surgir del saneam iento. La com una debe, lo más tem pra­
no posible, exam inar los planes con los afectados y deliberar sobre la ma­
nera de evitar en el m ayor grado los efectos negativos. Tam bién durante el
proceso de saneam iento la com una debe continuar estas deliberaciones
con los afectados por el saneam iento, los habitantes, inquilinos, arrenda­
tarios, pero tam bién los trabajadores de los establecim ientos de la zona, a
fin de considerar las renovaciones y sus efectos. El resultado debe ser vol­
cado —con validez de com prom iso legal—en un plan social. En com pen­
sación de desarrollos económ icos o sociales especialm ente negativos cau­
sados por el saneam iento, pueden concederse com pensaciones en dine­
ro (com pensación de condiciones extraordinarias “H árteausgleich”), de
no disponerse de otros m edios de com pensación.
3. Para posibilitar el saneam iento, la com una tom a medidas de ordena­
m iento, como son la com pra del terreno o de casas a renovar, el traslado de
habitantes y m anufacturas, la elim inación de instalaciones edilicias, etc.
La com una puede trasladar estas tareas a terceros, pero es responsable de
su realización. Las renovaciones específicam ente edilicias son determ ina­
das por el contratante de la obra. Para facilitar el proceso, la com una tiene
derecho prioritario de compra y posibilidades especiales para la adquisi­
ción del terreno. Tam bién se facilitan las condiciones para cancelar rela­
ciones de inquilinato y arrendam iento.
4. Para el cum plim iento de las tareas que surgen de la preparación y realiza­
ción, la com una puede nom brar un responsable del saneamiento (con­
tratista), siempre y cuando éste pueda constatar su cualificación para esta
tarea (p.ej. una em presa de construcción de viviendas).
5. La Ley tam bién reglam enta la financiación del saneam iento. Los costos
de la preparación del saneam iento y las m edidas de ordenam iento se cu­
bren con fondos públicos. Esto vale tam bién para la provisión de viviendas
para los afectados por el saneam iento, durante el tiem po que dem ande la
renovación, si no existen otros medios. Pero tam bién es válido para la rea­
lización del plan social en otros ám bitos, p.ej. la com pensación de condi­
ciones extraordinarias. Para la realización de las m ejoras edilicias en sí, se
54
otorgan, para partes im portantes, créditos oficiales a interés reducido.
6. Un elem ento im portante de la Ley reglam enta que la com una puede exigir
del propietario de la tierra un importe compensatorio por la valoriza­
ción que ésta sufre através del saneam iento.
M edios federales, provinciales y com unales están disponibles para cubrir
los gastos de la preparación del saneam iento, las m edidas de ordenam iento,
las de m odernización y de infraestructura, los costos de la compra de terreno,
como tam bién para la creación de instalaciones com unitarias y aquellas que
resulten del saneam iento. Más allá de ésto, el estado concede préstam os a in­
terés convenientes para la producción de viviendas sociales.
En su conjunto la Ley de Prom oción de Edificación U rbana representa un
instrumento complicado, frecuentem ente criticado por los pragmáticos de
la renovación urbana. Los críticos señalan que podría prescindirse dé esta
Ley, que lo principal es que el estado dispusiera los m edios necesarios para el
saneam iento. N aturalm ente tam bién es factible realizar renovación urbana
al margen de esta Ley y sin la delim itación formal del área de saneam iento,
cuando puede llegarse a convenios individuales entre la com una y los propie­
tarios de la tierra, cuando a través de programas especiales se proveen los m e­
dios financieros o cuando em presas constructoras de viviendas o tam bién
propietarios individuales desean renovar su propiedad, y no es m enester re­
currir a la im plem entación de esta Ley. Sin em bargo es un hecho, que desde
la prom ulgación de esta Ley se han iniciado en m uchas ciudades m edidas de
renovación para las que esta Ley ha abierto un cam ino sistem ático y viable.
Esto es especialm ente válido desde el m om ento que ha posibilitado la finan­
ciación de los considerables gastos rentables del saneam iento y señalado
cam inos para evitar o am inorar, aunque sea parcialm ente, los efectos negati­
vos del saneam iento.
IV
Paralelam ente a la discusión de las distintas estrategias de renovación ur­
bana, fue adquiriendo, en los últim os años una creciente significancia la de­
terminación de las consecuencias de las medidas de renovación. Debía
determ inarse cuáles fueron los efectos de la intervención planificada en los
barrios urbanos conform ados por un crecim iento urbano natural, y tam bién
si habían sido logradas las m etas de las m edidas de renovación (control de
efectividad). A nte todo tam bién fue im portante la preo cupación, a través de
descubrir errores, de influir sobre las estrategias de renovación. Para que un
resultado pueda ser considerado positivo o negativo, naturalm ente, son sig­
nificativos los intereses y las perspectivas.
Pueden resum irse las siguientes experiencias:
55
Y
Osnabrück en Bajo Sajonia: El N ikolai - Zentrum.
56
Dos puentes de acero conducen
como gangways al Puente - Café.
A través de la cúpula en la entrada al garaje
subterráneo se divisa el “W estko p f.
Desde los accesos a las piezas del hotel, se
contempla el patio de la fuente.
57
Las viviendas, dispuestas aterrazadamente, y el camino cubierto de cristal.
58
1. La estru ctu ra de un barrio habitacional es una situación muy frágil y deli­
cada. Eso significa: C uando el objetivo es m ejorar la situación de una zona
para los hombres que allí habitan, como lo hace la renovación de con­
servación o la cuidadosa, entonces deben im plem entarse las estrategias
antes m encionadas, p.ej.:
- A consejar y cuidar intensivam ente a los habitantes durante y después de
la renovación.
- Lograr la participación de los habitantes en la determ inación de Tos obje­
tivos del saneam iento.
- Establecer procedim ientos individuales y diferenciados en la renovación
edilicia reduciéndo al m ínim o posible las intervenciones en la sustancia
edilicia.
- Reducir el aum ento de los alquileres a través de, entre otros, un manejo
flexible del nivel de renovación.
2. Aún con los procedim ientos cuidadosos no pueden evitarse totalm ente
los efectos negativos para gran parte de los habitantes; tam bién allí au­
m entos de alquileres y cam bios sociales. Son consecuencias inevitables.
3. Aquí los más afectados son los estratos sociales más débiles de la pobla­
ción: Ancianos, familias de escasos ingresos, desocupados, m inorías étn i­
cas, m ientras que los grupos de ingresos m edios y elevados en m uchos ca­
sos se benefician con el saneam iento (m ejor standard de vida), ya que ellos
pueden soportar las crecientes cargas. G eneralm ente la estructura social
después del saneam iento difiere de la anterior.
4. Tam bién en el saneam iento cuidadoso m uchas pequeñas em presas llegan
a su fin. D espués de realizado el saneam iento la cantidad de lugares de tra­
bajo y de pequeñas em presas es m enor que antes.
5. M uchos de los cam bios sociales y económ icos se producen antes de la re­
novación propiam ente dicha. Como consecuencia del clima de inseguri­
dad que esparce la inm inente renovación, m uchos habitantes y pequeños
em presarios deciden emigrar.
V
Las perspectivas que pueden divisarse para la renovación urbana en la
R.F.A. pueden caracterizarse por seis lineam ientos de desarrollo:
1. Después de que, hasta este m om ento, en las grandes ciudades fueron obje­
to
de la renovación especialm ente los hábitat de la época de la fundación,
construidos en su m ayoría en la segunda m itad del siglo pasado, en el futu­
ro la atención se centrará más intensam ente en los barrios habitacionales de las primeras décadas de este siglo (años 20) y en los de los años 50
59
(edificación de postguerra). En varios casos ya se han realizado m edidas de
saneam iento y m odernización tam bién en estos ámbitos, habiédose implem entado tam bién aquí las tres estrategias m encionadas inicialm ente.
Las m edidas se verán intensificadas en estos ám bitos.
2. Como próximo punto central se están anunciando las necesidades de re­
novación de los grandes complejos habitacionales de los años 60. Des­
de sus com ienzos fueron conocidos com o zonas de problemas. Su atracti­
vo ya hoy día es muy reducido. En m uchos de estos com plejos hay num e­
rosas viviendas desocupadas debida que habían perdido el atractivo para
sus habitantes. Así p.ej. en Berlín está en m archa, desde hace algún tiem ­
po, un programa preparativo para el saneam iento del “M ärkischen Vier­
tel”, un ejemplo muy drástico de ciudad satélite. En otras ciudades hay de­
sarrollos similares.
3. La tercera perspectiva para la renovación urbana podría radicar en los
Standards de saneamiento, que en el futuro se harán considerablem ente
más diferenciados:
- Por un lado seguirá relegándose más y más la norm a según la cual las vi­
viendas deben ser renovadas a nivel de las nuevas. Es decir, que tam bién
se realizarán soluciones de nivel medio y bajo, ya que, frente a los eleva­
dos precios de los alquileres nuevos, que adem ás siguen con tendencias
alcistas, es ésta la única m anera de asegurar una cantidad suficiente de vi­
viendas económicas.
- Por otra lado se renovará una parte de las viviendas antiguas, especial­
m ente aquéllas en ubicaciones privilegiadas en las ciudades, m ediante
elevadas inversiones, para convertirlas luego en viviendas de propiedad
privada.
4. Otro aspecto im portante es el que m uchas de las zonas de renovación son a
su vez zonas donde se concentran situaciones sociales problem áticas, es­
casos ingresos, desocupación, ancianidad, gran proporción de minorías é t­
nicas. Esto adquiere especial significado ante el trasfondo de procesos de
cambios económ icos: El desem pleo, especialm ente de trabajadores poco
calificados y el desarrollo salarial regresivo. Los programas de saneam ien­
to deberán en el futuro unirse aún más a programas sociales muy especí­
ficos. Estos program as deberán tratar de m ejorar las situaciones sociales y
socio - económ icas. Esto significa tam bién que deberá darse participación
en el saneam iento, dentro del marco de program as de provisión de lugares
de trabajo y programas de form ación profesional a desocupados, especial­
m ente a desocupados jóvenes. Lo mism o vale de ayuda para la creación de
pequeñas em presas y de trabajos independientes. En m uchas ciudades de
la R.F. A. ya se están probando program as y principios de este tipo. Pienso
60
Hasta las viviendas pequeñas despiertan
la sensación de generosa amplitud.
61
que aquí se abre un nuevo campo de acción para los planificadores urba­
nos.
5. F inalm ente la renovación urbana se centrará en el futuro aún más en m e­
jo rar las condiciones ecológicas de los densam ente edificados barrios
viejos de todas las m aneras posibles, p.ej. con reducción de m olestias de
tránsito, m ediante la utilización de sistem as de calefacción que econom i­
zan com bustible y no contam inan, o m ediante la creación de, aunque
sea, pequeños espacios verdes libres. A éstos tam bién corresponde el de­
sarrollo de conceptos de uso racional de infraestructuras sociales y técni­
cas existentes. Ya hay una serie de interesantes principios y experim entos.
En la política se discute qué solución se puede dar a la financiación de este
tipo de m ejoram iento de entorno del hábitat.
6. En un todo se ha im puesto la conciencia de que la renovación de ciudades
y pueblos no es una tarea que finaliza en un m om ento dado, sino que es
una tarea permanente, que m antendrá ocupados a los planificadores ur­
banísticos durante las próxim as décadas.
En el ámbito legal hay tendencias más bien a dism inuir las reglam enta­
ciones que fortalecen la posición de los fondos públicos y el cálculo de los as­
pectos sociales en la renovación urbana y la participación de los afectados, y
confiar más en las leyes del libre m ercado. En este m om ento no puede deter­
m inarse si, y con qué alcances, estas tendencias se verán reflejadas tam bién
en las futuras leyes que reglam entarán la renovación urbana y las m odalida­
des de su financiación.
Bibliografía:
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62
Asociación Cultural Humboldt
Resum en de las Actividades Culturales durante el año
1985
Caracas
I
II
III
IV
Conciertos
Conferencias
Exposiciones
Películas
Proyecciones
V Seminarios
IV Teatro
Presentaciones
VII Conversaciones Literarias
Interior
N ú m ero
A s i s t e n te s
30
22
4
70
114
3
1
62
10
6.265
1.217
22.400
9.942
N ú m e ro
A s i s t e n te s
2
317
12
55
218
27.740
19.987
141
9.500
198
I Conciertos
L ugar y
Fecha
G rupo Barroco de Caracas. Florian Ebersberg, cello;
12 . 1 .
A teneo de Caracas Aldo Abreu, flauta; A braham A breu, clavecín. En oca­
sión de los 300 años del nacim iento de J.S. Bach, Dome222 pers.
nico Scarlatti y G.F. H ändel. En colaboración con la
A sociación C ultural Pro M úsica de Cámara, la Em baja­
da de la República Federal de A lem ania y el Instituto
V enezolano Italiano de la Cultura.
25. 1.
V elada de Lieder: “Die W interreise”. Textos, W ilhelm
A teneo de Caracas M üller; música, Franz Schubert. Janis Klavins, baríto127 pers.
no; M artin Imaz, piano.
En colaboración con el A teneo de Caracas.
9. 2.
A braham A breu, clavecín. Prim er concierto del Ciclo
A teneo de Caracas Bach.
197 pers.
En colaboración con el A teneo de Caracas y la Asocia­
ción C ultural Pro M úsica de Cámara.17. 3.
Prof. Friedrich W ilhelm Schnurr, piano, D etm old
Ateneo de Caracas Obras de Bach, B eethoven, Brahms,Resphigi y Schu162 pers.
mann.
En colaboración con el A teneo de Caracas y la Asocia­
ción C ultural Pro M úsica de Cámara.
63
2 1 ./23. 3.
G rupo Barroco de Caracas. Florian Ebersberg, cello;
Ateneo de Caracas A braham Abreu, clavecín; G ien Egner, violín; Nicolae
Duca, flauta.
238 pers.
Johann S. Bach; “La O frenda M usical”
En colaboración con el A teneo de Caracas y la Asocia­
ción C ultural Pro M úsica de Cámara.
13. 4
Julius Berger, cello, W ürzburg.
Ateneo de Caracas Obras de Bach, Beethoven y Rachmaninov.
198 pers.
En colaboración con el A teneo de Caracas y la Asocia­
ción Cultural Pro M úsica de Cámara.
20. 4.
Margot P arés-R eyna, soprano y el G rupo Barroco de
A teneo de Caracas Caracas.
170 pers.
Johann S. Bach: C uatro concierto, Arias y Sonatas.
En colaboración con el A teneo de Caracas y la Asocia­
ción Cultural Pro M úsica de Cámara.
Asociación M úsica Antigua. Peter Ruschenburg, tenor.
1 8 ./1 9 ./2 1 . 5.
A teneo de Caracas En conm em oración del 300 aniversario del nacim iento
1.050 pers.
de J. S. Bach.
Johann S. Bach: “La Pasión según San Juan”.
En colaboración con la A sociación “M úsica A ntigua”.
8. 6.
El Esem ble Brahms de Caracas. Yasmira Ruiz, soprano;
A teneo de Caracas Marcel Valladare, m esosoprano; Pedro Sperr, tenor; F.
86 pers.
Salazar, bajo; V. Tejeda, piano; M. Lamazares, piano.
Obras de Bach, H ändel y Scarlatti.
En colaboración con el Instituto V enezolano - Italiano
de la C ultura y la Asociación C ultural Pro M úsica de
Cámara.
15. 6.
A braham Abreu, clavecín; Francoise Deval, violín. Se­
A teneo de Caracas gundo concierto del Ciclo Bach.
75 pers.
En colaboración con el A teneo de Caracas y la Asocia­
ción C ultural Pro M úsica de Cámara.
22 . 6 .
Rubén G uzm án y Ernesto Schmied, flautas dulces; José
A teneo de Caracas Carbanara, oboe; Carlos G uzm án, cello; G ilberto G i­
81 pers.
m énez, clavecín. Concierto del Ciclo Bach - Händel.
En colaboración con la Asociación Cultural Pro M úsica
de Cámara.
64
G rupo “Sequentia”, Köln. Barbara T hornton, canto y
4. 7.
A teneo de Caracas sinfonía; Benjam in Bagby, canto y arpa; M argriet Tindem ans, fídicula y salterio.
230 pers.
Programa: “Los Vagantes M úsicos - Poetas de la Edad
M edia A lem ana”.
En colaboración con el A teneo de Caracas.
6. 7.
Judith Jaim es, piano; N icolae Duca, violín; Florian
A teneo de Caracas Ebersberg, cello.
124 pers.
Obras de: Bach y Brahms.
En colaboración con el A teneo de Caracas y la Asocia­
ción C ultural Pro M úsica de Cámara.
A braham A breu, clavecín. Variaciones Goldberg.
20. 7.
A teneo de Caracas En colaboración con la Asociación Cultural Pro M úsica
de Cámara.
85 pers.
M anfred Schoof, trom peta; Rainer Brüninghaus, piano.
30. 8.
A teneo de Caracas Concierto de Jazz.
En colaboración con el A teneo de Caracas.
300 pers.
H einer G oebbels, piano; Alfred H arth, saxofones, clari­
6. 9.
A teneo de Caracas nete, trom bón, sintetizador.
310 pers.
C oncierto de Jazz contem poráneo.
En colaboración con el A teneo de Caracas.
“C ollegium V ocale”, Köln. M ichaela Kramer, soprano;
23. 9
A teneo de Caracas Ulla Tocha, m esosoprano; W olfgang From m e, contra­
120 pers.
tenor; H elm ut Clem ens, ten o r; G ünter Hüb, barítono;
Hans - Alderich Billig, bajo; A ndrea Kleer, violín; W er­
n er E hrhardt, violín; Christine Kyprianides, Violonce­
llo; H arald H ören, clavecín. D irector: W. From m e.
Program a: “H einrich Schütz y sus años de estudio en
V enecia”. Obras de H. Schütz, Claudio M onteverdi y
G iovanni Gabrieli.
En colaboración con el A teneo de Caracas.
2. /3 . / 5. 10.
A teneo de Caracas
Barquisim eto
M aracaibo
400 pers.
Franz - Friedrich Eichberger, piano, W iesbaden.
Obras de Bach, H ändel, H onneger y Brahms.
En colaboración con el A teneo de Caracas, el Conserva­
torio “Juan V icente Sojo” de B arquisim eto y la Asocia­
ción H um boldt de M aracaibo.
65
12. 10
H arriet Serr, piano. C oncierto del Ciclo Bach.
Ateneo de Caracas En colaboración con el A teneo de Caracas y la Asocia165 pers.
ción Cultural Pro M úsica de Camára.
2. 11.
André Poulet, cello; A braham A breu, clavecín.
A teneo de Caracas Octavo concierto del Ciclo Bach.
140 pers.
En colaboración con el A teneo de Caracas y la Asocia­
ción Cultural Pro M úsica de Cámara.
9. 11.
G rupo Barroco de Caracas. Irini Nicolescu, soprano.
A teneo de Caracas C oncierto del Ciclo Bach - Händel.
123 pers.
En colaboración con el A teneo de Caracas y la Asocia­
ción Cultural Pro M úsica de Cámara.
16. 11.
Eric C olón, guitarra; A braham A breu, clavecín.
A teneo de Caracas Noveno concierto del Ciclo Bach.
123 pers.
En colaboración con el A teneo de Caracas y la Asocia­
ción Cultural Pro M úsica de Cámara.
Fiesta de fin de curso en la ACH. Aparecen el Dr. Heinrich Telaak, Director Genera! del
Goethe Institut en Caracas, Sr. Volker Schulz, Sr. Manfred B o eh m y la Sra. Luisa de
Castillo de la Junta Directiva entre los alumnos de! Curso Medio de alemán.
66
Os
-1
Algunos miembros de la Junta
Directiva de i a A C H y
ex - presidentes departen durante
el brindis de fin de año que tuvo
lugar en el Hotel Avila de
Caracas.
17. 11.
G rupo “C ontem porain”, H olanda. H enri Bok, saxofón
A teneo de Caracas y clarinete; Evert Le Mair, m arim ba y vibràfono.
173 pers.
C oncierto de M úsica C ontem poránea. Com posiciones
de diferentes países.
En colaboración con el A teneo de Caracas.
5. 12.
Sala A.C.H.
57 pers.
G rupo de Cámara “José Luis Llam ozas”. A ntonio
M ayorca, violín; Ernesto Schmied, flauta dulce; Luis
Eduardo G óm ez, violoncello.
Obras de Sam artini. T elem ann, W. Croft y Vivaldi.
18. /1 9 . / 20. / 2 1. 12.O rquesta y coro de la A sociación “M úsica A ntigua” baIglesia Stsma.
jo la dirección de Carlos Riazuelo.
Trinidad
G isela H ollander, soprano; Isabel Palacios, contralto;
1.626 pers.
Peter Ruschenburg, ten o r; W illiam A lvarado, bajo.
Johann Sebastian Bach: “O ratorio de N avidad”
E n colaboración con la Asociación Cultural “M úsica
A ntigua”.
II Conferencias
Lugar y
F echa
A.C.H.
21.2.
78 pers.
28. 2.
72 pers.
M anuel Ferrada, U niversidad de Valencia, España.
“La A ntropología Fenom enològica de Max Scheler”
“La Relación del H om bre con su Cuerpo en la Antropologia de H elm ut Plessner”
Escuela de Idiom as Prof. W olfram W ills, U niversidad de Saarbrücken.
M odernos, UCV
En colaboración con la Escuela de Idiom as M odernos
240 pers.
de la UCV.
25. 2.
“Estado A ctual de la T raductología”
26. 2.
“La Función del T raductor en el Proceso de la T raduc­
ción”
27. 2.
“E lem entos R etóricos y Estilísticos com o Problem a Di­
dáctico de la T raducción”
28. 2.
“T raducción A utom ática”
Univ.
Simón Bolívar
Prof. Franz H uber, Instituto Max Planck, Seewiesen.
En colaboración con la U niversidad Simón Bolívar.
68
4. 3.
20 pers.
5. 3.
22 pers.
“La C onducta Frenio a las Células Nerviosas Individuales”
A.C.H.
12. 3.
26 pers.
Prof. E rnst - U lrich von Kameke, organista, Hamburgo.
“El Idiom a Simbólico de Bach a través de los ejemplos
de la Pasión de Johannes y de la Misa en si-m e n o r”
A.C.H.
8. 5.
39 pers.
Dr. Eugenio de Bellard Pietri.
“Exploraciones Espeleológicas en Lara, Sucre y el Cerro de la N eblina”
A.C.H.
12. 6.
32 pers.
Alfredo Yuncoza, Asociación C onservacionista AUDUBON de V enezuela.
“Los Parques N acionales de V enezuela”
A.C.H.
17. 7.
32 pers.
Arq. Eduardo Robles Piquer.
“A rquitectura Paisajista”
CENDES
Prof. H an s-R im b ert H em m er, Giessen.
En colaboración con el C entro de Estudios para el D e­
sarrollo, CENDES.
7. 10.
20 pers.
“Sobre las Posibilidades de T ransferencia de la Econom ía de M ercado Social a los Países en D esarrollo”
8. 10.
10 pers.
“Satisfacción de las N ecesidades Básicas y Política Regional”. “Posibilidades y Lim itaciones de un Nuevo Or­
den Económ ico Internacional en Pro del D esarrollo”.
(M esas redondas).
A.C.H.
487 pers.
Bernhard Luther, m iem bro activo del m ovim iento antinuclear y conservacionista “G reenpeace”.
5.
“H éroes o D em entes”. Conferencia + Video.
11.
“El D esarrollo de la Investigación de la C onducta”
12. 11.
“Rescate de las Tortugas M arinas”. Conferencia + D ia­
positivas.
19.
11.
“En Lanchas N eum áticas C ontra Flotas Pesqueras de
Cetáceos”. Conferencia + Película.
26.
11.
“Prevención de D epósitos Radioactivos en el A tlánti­
co”. Conferencia + Película.
69
UCV
Fac. A rquitectura
18 pers.
Dr. K arolus Heil, R.F.A.
En colaboración con la Facultad de A rquitectura de la
U niversidad C entral de V enezuela.
18. 11.
“Renovación U rbana en la R.F. A., Problem ática Instru­
m entos - M étodos - R esultados”
19. 11.
“D esarrollo U rbano en la R.F.A.”
20.11.
“La E nseñanza de Planificadores U rbanos y Regionales
en la R.F.A .”
A.C.H.
4. 12.
121 pers.
K enneth G ood
“La Sociedad Y anom am i: M edios de A daptación a la
Selva A m azónica”
III Exposiciones
L ugar y
F echa
“A lberto D urero”
50 lám inas que m uestran una selección representativa
de la vida y obra del gran pintor alemán.
8. 1.-31. 1.
Biblioteca UCV
3.900 pers.
En colaboración cin el D epartam ento de Servicios Públicos de la UCV.
23. 6.-18. 7.
Barquisim eto
600 pers.
En colaboración con el C entro de Ingenieros del Estado
Lara.
“M ax U hle: Padre de la A ntropología y Arqueología
A ndina”.
63 fotografías en blanco y negro que m uestran las cos­
tum bres y hábitos de los pueblos andinos.
10. 1.-31. 1
Cu maná
4.000 pers.
En colaboración con la G alería Estatal del Estado Su­
cre.
10. 2.-15. 2.
M aracaibo
1.500 pers.
En colaboración con el M useo Estatal de Maracaibo.
70
“La U tilización de la Energía Solar. U na tarea para el fu­
tu ro ”.
15. 1.-31. 1.
B arquisim eto
5.800 pers.
En colaboración con el Instituto Politécnico de Barqui­
simeto.
“Bach - H ändel - Schütz”. Tres m aestros de la M úsica
Barroca Alem ana.
11. 2 .-7 . 3.
Biblioteca UCV
15.000 pers.
En colaboración con el D epartam ento de Servicios Pú­
blicos de la UCV.
10. 3 .-7 . 4.
M aracaibo
1.400 pers.
En colaboración con la Asociación C ultural H um boldt
de M aracaibo.
9. 6 .-1 . 7.
Barquisim eto
950 pers.
En colaboración con el C onservatorio “Vicente Emilio
Sojo” de Barquisim eto.
Ciclo “Protección A m biental”
En colaboración con el Instituto para el Control y la
Protección del Lago de M aracaibo.
25. 2.-21. 6
M aracaibo
7.000 pers.
- “Reciclaje”
- “La U tilización de la Energía Solar”: U na tarea para el
futuro”
- “C ontracciones N aturales”
1. 4.- 15. 4.
M aracaibo
1.890 pers.
“El Año: Páginas del C alendario”
50 lám inas de fotografías de calendarios artísticos.
En colaboración con el M useo de Artes Gráficas de M a­
racaibo.
“Sigmund F reu d ”
50 lám inas ilustrativas sobre la vida y obra dèi famoso
psicoanalista austriaco.
15. 4.-31. 4.
M aracaibo
2.300 pers.
15. 5.-31. 5.
Biblioteca UCV
1.800 pers.
En colaboración con el M useo de Artes Gráficas de M a­
racaibo.
En colaboración con el D epartam ento de Servicios Pú­
blicos de la UCV.
71
18. 6.-23. 6.
Barquisim eto
500 pers.
En colaboración con el C entro de Ingenieros del Estado
Lara.
Valencia
En colaboración con la Facultad de Econom ía de la
U niversidad de Carabobo.
“Entre A rte e Industria: El W ERKBU ND A lem án”
Publicaciones del W erkbund A lem án aparecidas en las
revistas “Los A nales”, 1912 -1915, y “La Form a”, 1922 1933, así com o tam bién en el periódico “Obra y T iem ­
po”, 1952.
23. 9 .-4 . 10.
Biblioteca UCV
3.500 pers.
En colaboración con el D epartam ento de Servicios Pú­
blicos de la UCV.
Barquisim eto
En colaboración con el Instituto Politécnico de Barqui­
simeto.
IV Películas
Lugar y
A s i s t e n te s
Func.
Caracas
Pto. Ordaz
Barquisim eto
M argarita
Cum aná
1.003 pers.
4 “Aguirre, la Ira de D ios”
2 “ 1972. D irector: W erner H erzog”
3
1
1
Barquisim eto
200 pers.
2 “A niversario”
D irector: D ieter W edel
Pto. Ordaz
120 pers.
1 “A ños de H am bre”
1980. D irector: Jutta Brückner
Cum aná
50 pers.
1 “Berlín A lexanderplatz”
1979. D irector: H ans- D ieter Hartl
Caracas
Barcelona
Barquisim eto
475 pers.
1 “Buen Viaje”
1 1982. D irectores: N. B a rtn ik /W . Dotzel
4
72
Caracas
B arquisim eto
Barcelona
465 pers.
1 “C eleste”
4 1981. D irector: Percy Adlon
1
Caracas
Barquisim eto
M argarita
378 pers
1 “C orazón de Cristal”
3 1975 /76. D irector: W erner Herzog
Caracas
30 pers.
1 “Egm ont”
D irectores: H ans G ottschalk / F . P. W irth
Barquisim eto
Pto. Ordaz
242 pers.
1 “El Angel de H ierro”
1 1980. D irector: T hom as Brasch
Caracas
Barquisim eto
325 pers.
1 “El G ato y el R atón”
3 1966. D irector: H ans Jürgen Pohland
Caracas
Barquisim eto
153 pers.
1 “El M om ento de la Paz”
1 1964. D irector: Egon M onk
1
Caracas
20 pers.
1 “El Pan de los Prim eros A ños”
1962. D irector: H erbert Vesely
B arquisim eto
200 pers.
2 “El Pato Salvaje”
1976. D irector: H. W. G eissendórfer
Caracas
Barquisim eto
226 pers.
2 “El Poder de los Sentim ientos”
1 1983. D irector: A lexander Kluge
Barcelona
Barinas
Barquisim eto
260 pers.
1 “El Tam bor de H ojalata”
1 1979. D irector: Volker Schlóndorff
1
Caracas
1 “G eorg Büchner: U na R evolución A lem ana”
73
Barquisim eto
Barcelona
410 pers.
3 1981/82. D irector: H elm ut Herbs.
2
Caracas
Barquisim eto
C um aná
485 pers.
1 “H erm anas o el Balance de la Felicidad”
3 1979. D irector: M argarethe von T rotta
1
Pto. Ordaz
660 pers.
3 “24 Horas de la Vida de una M ujer”
1931. D irector: R obert Land
Caracas
Pto. Ordaz
Barcelona
Barinas
Barquisim eto
353 pers.
2 “Im perativo”
1 1982. D irector: K rystoff Zanussi
1
1
1
Caracas
Barquisim eto
310 pers.
1 “Juan de H ierro”
3 1982. D irector: Tankred D orst
Caracas
Barquisim eto
245 pers.
1 “K uhle W am pe”
2 1932. D irector: Slatan D udow
Caracas
Barquisim eto
127 pers.
1 “Las Cartas de A m or”
1 1969. D irector: H a n s-D ie te r Schwarze
Caracas
Barquisim eto
128 pers.
1 “La Celda de Cristal”
1 1977. D irector: H ans G eissendörfer
Caracas
Barquisim eto
180 pers.
2 “La Crónica de A na M agdalena Bach”
1 1967. D irector: Jean M arie Straub
Caracas
Barquisim eto
168 pers.
1 “La F erdinanda”
4 1980. D irector: R. H orn
74
Caracas
Barquisim eto
150 pers.
1 “La G uerra de las M uchachas”
1 1977. D irectores: B. S in k e l/A lf Brustelin.
Pto. Ordaz
130 pers.
1 “La Libertad de B rem en”
1973. D irector: Rainer W. Fassbinder
Caracas
M argarita
198 pers.
1 “La M edia Roja”
4 1981. D irector: W olfgang Turnier
Caracas
46 pers.
1 “La Opera de Tres C entavos”
1931. D irector: G. W. Pabst
Caracas
Barquisim eto
130 pers.
1 “La Paz de M enta”
5 1983. D irector: M arianne Rosenbaum
Barquisim eto
100 pers.
1 “La Pesa Falsa”
1971. D irector: B ernhard Wicki
Pto. Ordaz
145 pers.
1 “La Ruleta C hina”
1976. D irector: Rainer W. Fassbinder
Caracas
Barinas
Cum aná
400 pers.
1 “Las A venturas del Baron M ünchhausen”
1 1943. D irector: Josef von Baky
3
Caracas
Barquisim eto
110 pers.
1 “M ilus Barus: El H om bre más F uerte del M undo”
2 1982. D irector: H enning Stegm üller
Caracas
B arquisim eto
Barcelona
M argarita
547 pers.
1 “Sistema sin Som bras”
4 1983. D irector: R udolf Thom e
1
1
Barcelona
M argarita
160 pers.
1 “Sueños de N iños de C hapa”
6 1982. D irector: Iván Steiger
75
Porlam ar
280 pers.
4 Ciclo: “C ine Infantil”
“El G ato con Botas”
1955. D irector: H. Fredersdorf
“Un Día con el V iento”
1978. D irector: Haro Senft
“R um pelstilzchen”
1955. D irectores: H. F red ersd o rf/ T. Kornowicz
“El Lobo y las Siete Cabritas”
1957. D irector: Peter Podehl
Caracas
82 pers.
1 Ciclo: “C ine Super 8”
En colaboración con el Cine Club “Film ocultura”,
Caracas.
“G uaniam o” de L othar Benetka
“En la G ran Sabana” de A lbrecht W eiss
“Vida en los Llanos” de G uido H auer
“Las U ltim as G otas” de H ubert Förster
Caracas
Barquisim eto
6.950 pers.
Ciclo: “El Expresionism o A lem án”
En colaboración con la C inem ateca Nacional.
“El G abinete del Dr. Caligari”
1919. D irector: R obert W iene
“La M uñeca”
1919. D irector: E rnst Lubitsch
“N osferatu”
1921. D irector: F. W. M urnau
“El U ltim o H om bre”
1924. D irector: F. W. M urnau
“T artufo”
1925. D irector: F. W. M urnau
“T abú”
1930. D irector: F. W. M urnau
“Fausto”
1926. D irector: F. W. M urnau
76
“M etrópolis”
1926. D irector: Fritz Lang
“M - U na Ciudad busca al A sesino”
1931. D irector Fritz Lang
“El T estam ento del Dr. M abuse”
1932. D irector: Fritz Lang
“Kuhle W am pe”
1932. D irector: Slatan D udow
“El Angel A zul”
1930. D irector: Josef von Stem berg
Barquisim eto
Cum aná
2.698 pers.
8 Ciclo: “El Fascism o y la Postguerra en A lem ania”
^ “El Tam bor de H ojalata”
1979. D irector: Volker Schlóndorff
“El H acha de W andsbek”
1981. D irectores: H. K ó n ig ste n /H . Breloer
“Los U ltim os Cinco D ías”
1979. D irector: Percy Adlon
“El Angel de H ierro”
1980. D irector: Thom as Brasch
“Años de H am bre”
1980. D irector: Jutta Brückner
“El Pan de los Prim eros A ños”
1962. D irector: H erbert Vesely
“La F rontera”
1981. D irector: T heodor Schübel
Caracas
B arquisim eto
M argarita
2.625 pers.
15 Ciclo: “El Teatro M undial en el Cine A lem án”
7 En colaboración con la Cinem ateca Nacional.
10 “El Pato Salvaje”
1967. D irector: H. W. G eissendórfer
“H uéspedes de V erano”
1975. D irector: Peter Stein
“El Príncipe de H om burgo”
1973. D irector: Peter Stein
77
“La Fierecilla D om ada”
D irector: John Cranko
Caracas
Cd. G uayana
Barinas
872 pers.
3 Ciclo: “G oethe: Su Vida y su Obra”
4
. D ocum entales: “El Joven G oethe”, “De W eim ar a
4
Rom a”, “Un N uevo C entenario”.
D irector: J. Burkhardt
“500 A ños F austo”, docum ental
“Los A pasionados”
1981. D irectores: T. K ö rfe r/H . C. Buch
Barinas
Barquisim eto
Valencia
1.395 pers.
4 Ciclo “La Juventud”
, “El Final del Arco Iris”
4
1979. D irector: Uwe Friessner
“La M edia Roja”
1981. D irector: W olfgang T um ler
“El Pan del Panadero” 1976.
D irector: Erwin Keusch
“M ar del N orte, M ar A sesino” 1976.
D irector: Hark Bohm
Caracas
1.400 pers.
Ciclo: “La Juventud en el Cine A lem án”
Presentado por el Prof. H orst Scháfer, D irector del
C entro de Cine Infantil y Juvenil de A lem ania F ede­
ral. En colaboración con la Cinem ateca Nacional.
“El Enem igo de la Clase”
1979. D irector: Peter Stein
“Pregúntam e algo m enos difícil”
1979. D irector: Haro Senft
“La Hija de Joseph”
1981. D irector: G ustav Ehmeck
“N oche de Lobos”
1981 / 82. D irector: R. N üchtern
“Prueba de F uerza”
1981 / 82. D irector: H eidi G eneé
78
“El Chico”
1982. D irector: Klaus Lemke
“Los U ltim os A ños de la Infancia”
1979. D irector: N. K ülkem ann
“El Final del Arco Iris”
1979. D irector: Uwe Friessner
B arquisim eto
Valencia
930 pers.
7 Ciclo: “La Prisión en el C ine”
3 “La Celda de Cristal”
1977. D irector: H. G eissendörfer
“El E m brutecim iento de Franz Blum”
1974. D irector: R einhard H auff
“El Cuchillo en la Espalda”
1975. D irector: O ttokar Runze
M aracaibo
Barquisim eto
423 pers.
4 Ciclo: “M ozart: Su Vida y su Obra”
3 “La Flauta M ágica”
1971. D irector: Joachim Hoss
“ C osí fa n t u t t e ”
1969. D irector: Vaclav Kaslic
“El Rapto del Serallo”
1967. D irector: H ans Liesendahl
Caracas
1.400 pers.
12 Ciclo: “Peter L ilienthal”
En colaboración con la Cinem ateca N acional
“H orror”. 1968
“El M artirio de Peter O ’H ey”. 1964
“M alatesta”. 1969
“David”. 1978/79
“Striptease”. 1963
“Start No. 9”. 1971
“Profesor H ofer”. 1974
“Jacob von G u ten ”. 1971
“La Insurrección”. 1979 / 80
79
“La V ictoria”. 1973
“En el País reina la C alm a”. 1975
“A utógrafo”. 1984
“Querido Mr. W onderful”. 1982
Barquisim eto
Valencia
675 pers.
6 “Pequeño Ciclo Lilienthal”
2
“Profesor H ofer”. 1974
“M alatesta”. 1969
“En el País reina la C alm a”. 1975
C um aná
Barinas
Barquisim eto
870 pers.
3 Ciclo “R ainer W erner Fassbinder”
3
“Berlín A lexanderplatz”. 1979
3
“La Libertad de B rem en”. 1973
“La R uleta C hina”. 1976
V Seminarios
L ugar y
F echa
11. 3.-15.
A.C.H.
27 pers.
Prof. Friedrich W ilhelm Schnurr, D etm old.
Curso de piano. Tem as: Obras de Bach y Händel
11. 4 .-1 6 . 4.
A.C.H.
18 pers.
Prof. Julius Berger, W ürzburg.
Curso de cello. En colaboración con la Asociación Cultural Pro M úsica de Cámara.
19. 11.-22. 11.
M useo
Audiovisual
96 pers.
Prof. W olfgang H orn, Instituto A dolf Grimme.
“E ducación y Televisión”
Sem inario ilustrado con películas para televisión ganadoras del prem io “A dolf G rim m e”. En colaboración con
el M useo Audiovisual.
80
VI Teatro
L ugar y
F e c h a ______________ F u n c .___________________________________________________________________ _________
Junio / Julio
62 “La Persona H onesta de Sezuán” de Bertold Brecht
Sala Rajatabla
G rupo Rajatabla. V ersión libre de Luis Tavira, México.
9.500 pers.
En colaboración con el G rupo Rajatabla y el Consejo
N acional de la C ultura, COÑAC.
81
Cursos de Alem án y de Español durante el año 1985
T rim e stre
1.
D u ra c ió n
14.1.-31.3.
2.
3.
15.4.-29.6.
8.7.-22.9.
4.
30.9. -14.12.
B ásico I
193
221
B ásico II
57
71
M ed io
14
203
247
51
86
18
13
864
265
45
* E m p r e s a s : S ie m e n s , H o e c h s t, B A S F , B ro w n B o v e ri.
E m p re sas*
E sp a ñ o l
T o ta l
37
35
24
18
15
35
17
398
131
50
1.355
—
305
356
296
Lista de Miembros
F U N D A D O R E S O T O R G A N T E S D E L A C T A C O N S T IT U T IV A
B aldó, D r. José Ignacio
Jaffé, D r. R u d o lf
A rism e n d i, D r. José L o reto
A te n clo , D r. H u m b e rto
B lohm , Sr. E rn e sto
B lohm , Sr. H e n riq u e
B rillem b o u rg , D r. A tilio
C riollo R ivas, D r. Julio
D íaz S án ch ez, Sr. R am ón
D egw itz, D r. G u ille rm o
G a th m a n n , Sr. H ans
G o n z á le z Plaza, Dr. R afael
G u in a n d , D r. C arlos
H a rtu n g , D r. E n riq u e
H e rn á n d e z Sozaya, D r. G u ille rm o
H au sz, D r. R ichard J. C.
M á rq u e z R e v e rá n , D r. V ictorino
M e n d o z a, Sr. Ju a n Sim ón
O tto lin a , D r. C arlos
P ard o , D r. Isaac J.
R e v e rá n , Sr. C arlos E n riq u e
R óhl, D r. E d u ard o
R o ld án , D r. L eo n cio Jaso
S oulés B aldó, D r. R aúl
W eiss, D r. F ra n z
Z ingg, Sr. G u sta v
FU N D A D O R ES
A n g u lo O rtega, D r. A lb erto
A n z o la C arrillo, Dr. A n to n io J.
Ball, D r. R. R.
B arnola, D r. José
B e h ren s, Sr. A lfredo A.
B e h ren s, Sr. C a rlo s F e d e ric o
B e h ren s h ijo , Sr. C arlos
B e rth o ld , D r. G ü n th e r
B laschitz, Sr. C arlos
B o h n h o rst, Sr. E rich
B o rn h o rst, Sra. Julia
C o h n , Sr. A lfredo
C o n d e Ja h n , D r. F ra n z
C o ro n il, D r. R. F.
C o ttó n , D r. G u stav o
D egw itz, Sr. H e rm a n n
D o m in ici, Sra. L uisa de
D u p o u y , Sr. W alter
E m d e n , Sra. H a n n i
Essig, Sra. H ans
F le u ry C u e llo , D r. E d u ard o
F ries, Sr. F re d e ric
G a b a ld ó n M á rq u ez , D r. J.
G arcía A lvarez, Dr.. Julio
G a th m a n n , Sr. A dolfo
G ó m e z, D r. B e rnardo
G o n z á le z R in co n e s, D r. P edro
G u n z , D r. Jo sep h
H a rtu n g , D r. M an fred
H auck, Sr. L udw ig
H au sz, Sr. H e rb e rt
H e d d eric h , D r. E n riq u e
H e lm h o lz , Sr. H e rib e rto
H e rm a n n , Srta. L uise
H e rre ra U slar, Sr. R ein ald o
H e rz, D r. O scar J.
H e u e r L ares, Sr. W e rn e r
In d o rf, D r. H.
Itu rb e , D r. Ju a n
Itu rb e , D r. P edro
Jaffé, Sr. E rw in
Jaffé, Sr. H e lm u t
Jaffé, D r. W e rn e r
R n o ll, Sr. P h o e b u s
K ro g m a n n , Sr. A lfred
K utz, Sr. W illi
L a n d a e ta P ayares, Dr. H é c to r
L ayrisse, D r. M iguel
L o za n o , D r. L uis
M ac h ad o M e n d o z a, Ing. G u ille rm o
M ach ad o M o ra les, D r. G.
M e n d o z a, Dr. L o ren z o A.
M o n te m a y o r, Sr. R o b e rto de
M ü lle r-K a rg e r, D r. E dgar
N ú ñ e z , D r. L uis T eófilo
O ’D ally, Dr. J. A.
O lb rich , Sr. Ju a n
Paul, Dr. G ü n th e r
Paz, D r. O tto
P e ltz e r, D r. E rn esto
P é re z C a rreñ o , D r. M iguel
Pietri, D r. A le ja n d ro
P o p k e n , Sr. A dolfo
P o te n za , D r. L ea n d ro
Raga, D r. M iguel
R itter, D r. H ugo
R ohl, Sr. Ju a n
S c h u b e rt, Sr. C arlos
Stolk, D r. J u a n F rancisco
T ovar, D r. G u ille rm o
T o v ar L ange, D r. M artin
T o v ar h ijo, Dr. Silvestre
V egas, D r. M artin
V o llm er, Sr. A lb e rto F.
V o llm er, Sr. F ed erico
W äc h te r, Sr. H ans von
W ilschek, Sr. M ax
W olf, Sr. F e d e ric o
Y epez S anta M aría, Sr. A n d ré s
M IE M B R O S D E LA A S O C IA C IO N C U L T U R A L H U M B O L D T
H onorarios
H u m b o ld t, B aron B e rn h ard von
Ju rg e n s, D r. F ra n k
O lbrich, Sra. D o ra de
S c h u b e rt, Sr. C arlos
U slar P ietri, D r. A rtu ro
M erck S.A.
T aller d e A rq u ite c tu ra B o rn h o rstN e u b erg e r
T arz ila n d ia C.A.
T ele N o rm a C.A.
W aveca C.A.
Vitalicios
Suscriptores
A lvarenga, Dr. A n to n io
B o rn h o rst, A rq. Dirk
K noll, Sr. P h o e b u s
M e n d o z a F leu ry , Sr. Ju a n S.
V ollm er, Sr. A lberto
A costa, Ing. F re d d y
A lb a n ez , Srta. M aritza
A ltam iran o , D r. M ario
A lvarez, Sra. M e rce d e s
A lvarez C h a cín , Dr. F ran cisco
A lzate, Sr. G u ille rm o C ésar
A n id jar G a rz ó n , Sr. R u b é n
A n z o la C arrillo , Sra Y o la n d a L. de
A riste g u ie ta G ra m ck o , D r. E n riq u e
A rn al N ú ñ e z, Sr. Jo sé Ignacio
A u e , Sr. E b erh a rd
Protectores
B e n ed e tti P ietri, O scar
B igott F e rn á n d e z , Sra. Josefina
B lohm , Sr. Jorge
G e rb es Iz ag u irre, Sr. A lfredo
K resling, Sra. N o rk a
Petzall, D r. W o lf
S chacht A riste g u ie ta, D r. E frain
S c h rö d e r de S ch u ltz, Sr. P e ter F.
S oux, Ing. L uis B e rtra n d
T am ayo R ivero, E d u a rd o
W u rth , Sr. H ans
Protectores (E ntidades)
B E C C A , B erger C arib e C.A.
F e rro sta al de V e n e z u e la S.A.
F e rru m C.A.
F u n d a c ió n V e n e z o la n o -A le m a n a
C olegio H u m b o ld t
H o e ch st R em ed ia S.A.
L itografía T e c n o c o lo r S.A.
M a q u in aria D ie k m a n n S.A.
S iem en s V e n e z o la n a S.A.
Suscriptores (E ntidades)
A g fa -G e v a e rt de V e n e z u e la S.A.
C.A. T ab a ca lera N acional
E x q u isite ce s F risco C.A.
L u fth a n sa L íneas A é rea s A lem anas
84
Babó R euss, D r. A m érico
B a ch m an n , Sr. C arlos E.
B aldó, Sra. Jo sefin a A . de
Ball hijo, D r. R icardo
Barz B ecker, Sr. H orst W.
B astidas, Sr. A ristid es R.
B ecker B ecker, Dr. E ric
B eh ren s, Sr. A lfredo A.
B erckem eyer, Sr. Jo h a n n H.
B erger, D r. C arlos
B erner, Sr. Sam uel
B eyer C am p, Dr. H e lm u t K.
Bez, Dr. R olan d o
B laschitz, Ing. B ern ard o
B lohm , D r. A lfredo
B lohm , Sr. C h risto p h
B lohm , Sra. E m ily de
B lohm , Sr. H e n rik
B o e ttich e r v. P u ttk a m e r, Sr. K.
B ongiovani, Sr. A ngel
B onilla, Sra. G ladys de
Boos L., Sr. G le n n
B rando Paz, A rq. C arlos
B ra n d t, Sr. G e rh a rd
B raun, Dr. P eter
B recht, Sra. K a th arin a
B rehm , Sr. W ilhelm
B renzel, Sr. M ax F.
B rillem b o u rg , Dr. A tilio
B rillem b o u rg , Dr. D ario
B rücker, Sr. J. Jorge
B rücker, Sr. A nton
B ru n i-C e lli, Dr. Blas
B u sta m a n te, Sr. R ené
C arrillo , Ing. Francisco
C arvallo, Ing. A n d rés
C astillo, Prof. L uisa de
C astillo s, D r. Rafael
C oli de G ru b e r, Sra. E na
C ossio, Srta. M aria
C ra u sh a ar, Sr. W o lf von
C ru z -D ía z , Srta. Jo sefin a
D aza, Srta. R osario
D a Via, Sra. M aria de
D e A rm as M irabal, Dr. Julio
D e Bellard Pietri, Dr. E u g en io
D e F ries, Sr. F ederico
D e la R osa, Dr. G eorge
D e la R osa, Sra. T am ara
D íaz G o n z á le z , Ing. P edro
D ie k m a n n , Sr. O lu f
D o e b b el, Dr. Fleinz
D om inici, Sra L uisa de
D ü rr, Sr. F ed erico
E b ersb erg , Sr. F lo rian
E gaña, D r. M anuel R.
Eisig, Sra. E lisab eth
E lschnig, Ing. H a n n s -D ie te r
E ssig, Dr. H ans
G o e tz , D ra. Inga S te in v o rth de
G o ld sc h m id t, Sra. Ilse Jaffé de
G ó m e z B ruzual, Sra. Provi
G ó m e z P lana, Srta. L o u rd es
G ó m e z S ánchez, Dr. G e rm án J.
G o n z á le z C hávez, Ing. A n a A.
G o n z á le z E raso, Dr. G u sta v o
G orkow , Prof. H o rst
G o ttb e rg , Sr. C ésar
G u n z , Sr. E rn st H.
G u ru c ea g a , Dr. O scar A.
H a h n , Sr. H ans
H arm s, Sr. W olfgang
H auck, Sr. C arlos
H e d d eric h , Dr. H e n riq u e
H e rn á n d e z L ópez, Prof. R házes
H e rtz, Sr. G ü n te r
H erz, Dr. W ern e r
H e u fer, Ing. K laus F.
H ille, Ing. O skar E.
H o ffm an n , Sr. H ans
H uizi A guiar, Sr. L uis F.
Irving Ja h n , Sr. R icardo A.
Isava E., Ing. H é c to r
Jaffé, Sr. E rw in
Jaffé, Sr. H e lm u t
Jaffé, Dr. W e rn e r
Ja h n M o n ta u b á n , D r. E d u ard o
Ja h n M o n ta u b á n , Ing. L eo p o ld o
Je n c q u e l, Sr. Jacob
Je n c q u e l, Sr. O scar H.
Ju n g h a n , Sr. A lfred
Ju re w itz G ra u ss, Sr. G e rd
F a h n e rt, Sr. H einrich
F a h re n b e rg , Sra. G isela
Fedak,S r. M atías von
F e h re n b a c h e r, Sr. W alter
F ig u ero a, Sr. Jaim e R ené
F isch er, Sr. G ü n te r
F ischer, Sr. H ans Jo ach im
F legel, Sr. H elm u t
F reites, Srta. G en o v ev a
F ried ei, Sr. Uwe
F u h rm e is te r, Sr. Karl F rie d ric h
K a m n itz er, Sr. M iguel
K a u ffm a n n , Sr. C arlos
K iste rm a n n , Sr. R e in h a rd
K lein, Sr. H ans P eter
K lein, D r. M arvin
K le m m e r, Sr. H ans A. W.
K loka, Sr. H u b e rt
K och, Sr. Uwe
K olbe Jo e stin g , Sr. H ans W.
K ro g m a n n , Sr. A lfredo
K rüger, Sr. Axel
K rüger, Sr. E kkehard
G a m b o a, Dr. H elly A.
G arcía, Sr. V ictor
G a rd n e r, Sra. M arlis
G a sp a rin i, Srta. M arina
G ilb ert, Srta. M aritza
G o e tz , D ipl. Ing. K laus
L ancini, Prof. A b d é m R.
L ares de Jaffé, Sra. R en ate
L a s c a ro v -M o ld o v a n u , Sr. A le x an d ru
L efeld M a rtín e z, Sr. F ritz
L e h m a n n , Sr. B u rk h ard
L em bcke, Sr. C arl H.
85
L erbs, Sr. E rich
L essing, Sr. H e rb e rt
Levy, Dr. H e rib e rto
L obo C a stellan o s, Dr. O scar
L o ch er, Sr. H ein rich
L öffler, Sr. J o h a n n -F rie d ric h
L ópez H e rn á n d e z , Sr. E liseo
L ópez M ., D r. A rm a n d o
L ozada, Sra. A licia de
L ozano G ó m ez. D r. L uis
L ü ck en , Sra. M aria von
L u q u e G ., Sr. A rtu ro N.
P asto r, D r. Félix
P e tersen , Sr. H ans A.
P helps de C isn ero s, Sra. Patricia
P im en tel, Dr. E n riq u e
Pizani Ricci, Prof. H ilario
P olanco, D r. Je sú s E rn e sto
P o lla k -E ltz , D ra. A ngelina
Preschel, Sra. B eatriz
R ath, Sr. H ans
R h e in h e im e r, Dr. H an s P.
R em ien, Sr. Ju a n V icente
R engifo, Sr. C arlos A lb e rto
R e q u en a , D r. Jaim e
R ichter, Ing. H a n s J.
R iehl, Sr. E rn e s to
R iehm , Sr. H ans
R itter Jim én e z, Dr. Jo sé
R ixen M ehl, Sr. H e lm u t
R obles P iquer, A rq. E d u ard o
R oche, Dr. M arcel
R odríguez, Dr. C ésar
R o d ríg u ez A z p ú ru a, D r. Ellas
R odríguez B., Sr. Raúl
R öhl, A rq. Ju a n
Rojas, Ing. E d u ard o
R öm er, Dr. M iguel
R osen b erg , Sr. Kai
R ö tte r, Sra. Betsy
R uiz M é n d e z , Sr. José A.
M a e d le r-K ro n , Sr. Joachim
M aekelt, Dr. A lb erto
M ager, Ing. C arlos
M aiw eg, Sr. F ed erico
M an n s, Sr. G ü n te r
M arcano A d rian za, Sr. A lfredo E n riq u e
M a rín S. R osendo
M á rq u ez F e rn á n d e z , D r. X avier
M á rq u ez G arcía, D r. A b d e lk ad e r
M á rq u ez R everón, D r. V icto rin o
M a rtín e z Barca, Srta. A dela
M a rtín e z D iez, Ing. C arlos
M arw ege, Sr. G o ttfrie d
M a tth ie s, Sr. R olan d
M elich O rsini, Dr. José
M ey er G a th m a n n , Sr. K laus W.
M ira n d a G arcía, Sr. M an u el A.
M isle, Sr. C arlos E d u a rd o
Saab, Sr. D avid
M o e b e l, Sr. G ü n te r
S aalfrank, Sra. C h rista M aría RufT de
M o ln a r, Dr. E rico G.
Salvi S ifo n tes, Sr. A dolfo
M ö lle r B ru h n s, Sr. W e rn e r
S a n d n e r, D r. O laf
M o n te s de O ca, Dr. Israel
S a n só n , Dr. Javier
M o ró n , Dr. G u ille rm o
S a n tan d e r, D r. Rafael
M o ró n , Dr. Ju lio C ésar
S can zo n i, Sr. C risto f von
M o sco so , Srta. Luci
S c an zo n i, Sra. H elga von
M ü ller, Sra. Use de
S c h in d le r, Ing. D ie te r J.
M ü lle r-K a rg e r, Ing. F ran k
S c h le e -T e rn o w , Ing. G e o rg e
N eig ert, Sr. K laus
S c h lü te r, Srta. G e rtru d
N e u b e rg e r, A rq. P edro
S chm itz, Sr. G e o rg es
N itsch , Sr. O tto
S chm itz, Sr. O scar
N o rrm a n n , Sr. F red
Schnell B ehrens, Sr. O scar
N u tt, Sr. H einrich
S c h u b e rt, Dr. C arlos
S c h u c k m a n n , Sr. S iegfried von
O jeda, Sra. C arm en T ere sa P once de
S c h u m a n n , Sr. F ra n z
O rtega, Sr. B elém
Sedgw ick Baez, Sr. Luis
O rtiz, Sra. Pola de
S e n g e n b erg e r, Sr. N o rb e rt
Sicart J., Srta. M aria del M ar
P ach eco S an tan a, A rq. R icardo
Siccardi K unkel, Sra. E le o n o r de
P ardo, D r. Isaac J.
Sieke, D r. P eter
P ardo R ivero, Sra. R osario
Sierich, Sr. C lau s A dolph
Pari G rie co , Lic. A n d ré s
S im ón, Sra. G e rtru d
Paris D ., A lb e rto M iguel
Sm all, Srta. C a rm e n
S th a m e r, Sr. O tto -F rie d ric h
Stark, Ing. R oland
S tillfried, Sra. G isela von
Stöckling, D r. K urt
S to e b er, Sr. F ra n k H elm u t
S tum pf, Dr. W alter
S uárez, Sr. V íctor M.
T atta r, Sr. A lb erto
T e r H o rst, Dipl. Ing. O tto
T ew es, Sra. E u g en ia
T illich B., Sr. G eorg
T o d tm a n n , Sr. C a rsten P eter
T o rre a lb a , Sr. S im ón
T o th P., Dr. José
T rav ieso , Dr. C arlos
T re b b a u M ., Dr. P edro
T u e ro s, Lic. N ancy
U rb an eja, D r. L uis Felipe
V a le n tin e L., Srta. M arilyn
V a len tin er, D r. G u ille rm o
V a le n tin e r, Sr. H arald
V an D am V an B eever, Dr. Luis
V anegas F isc h b a ch , Dr. H oracio
V areschi, Prof. D r. V olkm ar
V eit, Sr. Z aids
V e tte r, Dr. R ein er
V illarroel, Sra. D elia B e retta de
Vivas R am írez, Ing. H é cto r
W äch ter, Ing. C ristó b al von
W äch ter, Sr. F e d e ric o C arlos von
W äch ter, Sr. K aspar von
W a g n e r-M a n sla u , Ing. U lrich
W ah lert, Sr. E k h ard von
W a lth e r-W e isb e c k , Sr. U lrich
W alter, Dr. R olf
W ern e r, Sr. P e ter
W e sem an n W ., Sr. K urt F. W.
W ie d eb a c h , Dr. A le x an d e r
W ielen, Sr. H a n s - D ie te r van der
W ilschek, Sra. E d ith de
W in te r, Sra. E rika
W olf, Sr. F e d e ric o
W olf, Sr. Jü rg en
W o lters, Sr. G eo rg
W ulff, Sr. E d u a rd o
Y epes S an ta M aría, Sr. A n d ré s
Z a m b ran o , Ing. L isbeth de
87
ADVERTENCIA
EL BOLETIN de la Asociación Cultural Humboldt no se hace soli­
dario de las ideas que emitan los autores en sus artículos. N o se de­
vuelven originales.
* ífc *
Los artículos que aparezcan en el BOLETIN de la A.C.H. pueden ser
reproducidos siempre que se indique su procedencia, y con la obliga­
ción de enviar a la Asociación Cultural Humboldt, A partado 60.501
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que los reproduzca.
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nes nacionales y extranjeras, que serían destinadas a la Biblioteca de
la Asociación.
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