S MÍH¥OfAltiS 99 - Sistema de Bibliotecas de Universidad ORT
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S MÍH¥OfAltiS 99 - Sistema de Bibliotecas de Universidad ORT
*S MÍH¥OfAltiS 99& fi|l Mejor ?;plelan teiri* H í. IJa trayectoria de la iiejt» ?1H que escapa veloz de un r ~*°P- tenso y pulsado con •' Pjsno lirme, en busca del ,;£í3jpoo definitivo y consaj tra^orio, bien puede ser en ,,,2a; .ñora l a médula j sinte;,;sis,' del .recorrido realizado £P9i;l Edgardo Alcides Ghigf'S^L*" e l a l i o n a n t e earn*• beqjaato disputado en tierras , :»rft*2ieña.s. Por lo menos, lia ;. ;exaivi^o en su i-abajo y en : ; .el movimiento que acalam,.*bró- halres y derrumDó ineV potablemente rosadas üu;_ eiowes, el mismo sentido. Ja |_ misma fuerza e Idéntico re-,. «ultado. Nadie se atrevió a colocarse en el camino y quien erróneamente pretendió hacerlo, hoy tiene, dolo;. ,xosamente, una marca im. borrable la marca que unie la calidad, el empuje, decisión y una férrea voi Juntad, de vencer. ESpuesto lo anterior, visto '• j comprobado por taxíos, pa- recería no existir necesidad de seguir ahondando ei comentario ni echarse a la búsqueda de nuevos adjetivos para glorificar las hafcaüas del joven puntero dejecho de nuestra selección nacional. Sin embargo se puede decir mucho mas. Hablar de todo eso que lo . «onvirtló sin lugar a dudas en el mejor delantero del certamen, a despecho de las íuUiantes conquistas de Adhemir, del empuje brioso del hipano Zarra, de la delicada decoración del sueco Skoglund y de todos aquellos que, por su orden, movilizaron la tropical admiración de los escribas y aficionados brasileños. Pero Edgardo Alcides Ghiggia tuvo, por sobre todas las cosas una gran virtud. Bus hazañas parecieron realizarse, en ritmo liquidante, pero con la modesta apostura de quién trabaja pare, su causa sin: darle importancia al derroche de la propaganda y sin preocupación mayor por esos "juegos ¿torales" en donde la adjetivación alcanzaba tonos desusados. A las palabras lindas prefirió lo otro. La contundencia, irrebatible de sus propias conquistas, y la continuidad de su manifiesta influencia para levantar las . Acciones de la avanzada celeste. Y así subió a- la gloria y así también-les fue a sus ocasionales adversarios deportivos! I! Acostumbrados como estamos a seguir de cerca los acontecimientos del de-porte, por lo general damos la derecha- a Ja parquedad, cuando las circunstancias imponen la obligación de brindar un elogio. Le tememos a la extrema generosidad laudatoria y estimamos que, en la mayoría de los casos, esa • generosidad produce efectos-peligrosos. 6in embargo al enfocar una vez más la actuación de Ghiggia, no podemos mantener tal posición. Se nos ocurre que sostenerla adquiere visos de sacrilegio y que le estamos hurtando al brillante wing derecho, algo que h » ganado por notable derecho 'de conquista. Por eso, en la hora, sin m i e é o a caer en exageraciones, insistimos en el alto valor de sus rea liza? iones. Repetimos claramente la superioridad evidente que estuvo siempre presente en sus rushes, en sus filtraciones -formidables y le rendimos homenaje claro, sincero' J' absolutamente merecido que no solo impone su magnífica trayectoria, en el certamen, sino también esa banderilla extraordinaria y brillan- , te que, colocada en el arco de Barboza, hoy vale un campeonato memorable. • " r JLo que Hizo Ghiggía y loque no Dejó Haeer M. f guiados por e s a estrella q u e , , SUMA Y RESTA EH UN orienta y proteje sin lugar a du¡¡•i //• ESFUERZO S I N P A R das al fútbol uruguayo, no puede hemos dicho y repetido negarse que, con caracteres nitin quista de un nuevo Tor; : £eo Mundial rué obra y síntesis bres que asumen principalísima dei esfuerzo titánico de todos aqueen el relato y recuer- guayo fue básica y decisiva. Y es llos1 Que vistieron y honraron la importancia del certamen vivido. Edgardo que r.o sólo dejó siempre su bancasaca -celeste, no creemos que do A. "Ghiggia y Matías González. Va- derilla clavada, sino que por de,, boy,, al hacer una simple puntua- lores de suma y resta ciue gravi- rivación de sus jugadas raudas, ¡ liiiwíón sobre valores individuales, taron en ti. espectaculares y brillantes, la conVayamos a caer en un errorimper- planteo incuestionablemente del tremante problema cu- quista estuvo lista y fácil en los Nos parece oportu / dona ble alterando un. reconoci- ya consideración iniciamos Argentina 2-1, en un seesta cli<se _ de en Be- pies do sus coTTirjañeros de avangundo match, püeelo ;- ínientO; que debe llo Horizonte y fue notablemente zada. que el pri oiás, Jos rasgos sal ib j ( ¿Sí /colectivo en solucionado en Río de Janeiro Pero, para que la actuación del 1 1, ^ • .'<ó<Í&' aspecto y ante el estupor de las multitudes joven delantero cobre, si es posigo del alargue que esta«íiifeTa e¿tá fije e deportivas brasileñas. Por eso, for- ble, mayor- cotización, es absolutaruguayo. blece el reglamento paq iíH<>cabJe en. in mulamos la punttialización y la en- mente imprescindible anotar que E«i ia24 despu ra casos similares. El coVtjrífinrite11h y fortregamos al juicio d é l o s más. tejo decisivo se cumplió . cos amate fue precisamente en su puesto donfinalmente midable capitulo Reaparec el 13 de junio de 1928. observamos, tal vez; los valores campeonato Fue Ghiggia un winger de acción de , de nuestra histoLa F.I.F.A. acordó post interesantes del torneo en mas por solida. francamente impresionante. Sobrio, más ¿tiB.'deportiva. No organizar, al el• ~ sil y de atacantes. Pero en la com- les. ei Uruguay se lanzó teriormente simplísimo en su estrategia, pero teria ijgiíri pásmente, a 1 margen de las tradicioel fútbol con ei académico Finney de poder de catapulta en aquellas paración •Jo. forrnulala gran aventura de nales olimpíadas, la distai que por te». la selección inglesa, con la £>ra- aColumbee, —en • medio puta de la Copa del ocasiones en donde se reclamó de- de ;~un«- disquidas esperanzas ae revura y empuje dé un Bassorá o Mundo y después de tecisión, férrea voluntad y por so- cualquier otro que desde la ex- de una indiXerencia po- naces gestiones y no po- validar sus honrosos tí' i) margen pular desalen {ador a—, y bre todas las cosas, valor de con; de •¿.imprcscinditulos, considerada tal cos sinsabores-, el Uruderecha reclamara honores, vicción para instar al resto a lan- trema con severo " cabe en es evidente que Ghiggia surge ní- en ei equipo, é s.t e guay obtuvo el derecho intervención y sensato criterio .lecni» zarse a la conquista. De ahí que, tido, ites, y que se designara a brillante y sin mácula, como asombró al mundo, lo- de co. Tras muchas desazopasando generosamente por alto el el único M o n t evideo —eüincique a su paso no nes y diversidad de ges- a l g o R. Altobnro match sostenido contra el equipo encontró winger stejos tiones engorrosas que se obstáculos y si éstos exis- grando el codiciado cetodavía boliviano, que en lo real no revisles del L_._ _ „ plantearon con firmeza llevaron el mismo fin de Estados Unidos 3-0; a ' _. ililante en núes- tió más interés que el de un sim- tieron, - , sede del priUipis Francia 5-1. en la semi- tena Bigod'e. quebrado y liquidado sin mer campeonato dft esa se lo brindamos al afi- ple trabajo de adiestramiento, m remedio, apenas el choque planteó icho mei final a Holanda 2-1 y en Índole, en homenaje a no r ; no '{tara la crítica, sino figura haya estado presente en los iplicado de lo que s e . urgencia de agilidad. física y la final a Suiza 3-0. en la sus dos magníficas can. suponía iswnente para lo otro. Para momentos culminantes en donde la en aspectos para resolver el pleito. Eso tarde inolvidable del 9 quistas olímpicas y a su preliminares.los f • ese reconocimiento que Uruguay jugó sus cartas de triun- mental • indiscutible pre valencia el extremo derecho de la avanha tornado obligatorio, fo frente al brioso y combativo fue de junio. técnica. zada celeste en .el concierto estelar áue si todos encauzaron y team tle España, en la controversia mente como, cabeza d« fcfios más tariron la batalla que culminó difícilmente comprensible contra de los ases del Tornen del Mundo. deCuatro —«on la base de-eleste * tenrción deljauro sin par. Suecia o en el juego decisivo que en que se dividieron los misma alineaMatías González, por su parte, aquella :apítanos enfrentó a los cracks de Flavio ción celeste que nos hiCosta. Fue,. insistimos, un "claro fue el factor de resta a quien tanto todos neado por el gi í José que 'eífrentair T Bolivia Nasazzl—. habíer 3 vendebemos en la actual consagración. en la rueda previa, venfactor de suma que, a pesar de su los rítii l a MUNDIALES cído primeramente a ciendo con sugestiva innegable valor, pareció no serCon honestidad décimos que jamás epitió la mapor 1-0, el dia de la holgura por 8-0. Ya en D E 1950 apreciado debidamente en" ciertas hubiéramos siipnesto capaz al va- ravillosa conquista, esta Perú Inauguración del Estadio las finales, dividió honolor cerrense. de hacer todo eso que apreciaciones técnicas del juego vez en los Juegos olím- construido con molivo * b 1( pégires con España 2-2 y gacon las consecuencias que hoy se por instantes lo convirtiera en una picos de Amsterdam y del sensacional certa- nó angustiosamente 1: da pl». ObduUo J. —en muralla infranqueable. Mejor di- ante adversarios de ma. festejan. 1 Lópeí, Ensebio R. recuperación—*cho, habilitado para tanto "no de- yor enjundia aun que por 4-0; en la semi-final vigorosa Romeo Váaquei. Carlos a Suecia por 3-2. con lo Schnbcrt Gamb«lla, MaMas, si las palabras no alcanzan, jar hacer". Porque eso, en verdad, los encontrados en París a Yugoslavia 6-1 y en la que consiguió discutir a l otra vez a Argen- enjundioso 1 o c a t a rio ález. Roqa« C. Máspobasta una simple mirada retrospec- fue la síntesis de las faenas no- y desde luego con la final 4-2. en jornada —en plena marcha victoRodrtgu»! Atidrade j tiva a la propia modelación de tables del zaguero derecho • de enorme responsabilidad tina emocionante que se di- riosa—, la ambicionada Kiiberg. _ Hincados: Rolas conquistas celestes para adver- nuestra selección. Cancerbero te- de defender un titulo de lucidó en la tarde his- corona. El epilogo ya la DIM, Edgardo A. Ghíggia, rrible, en su decisión y acierta de tir que con la sola excepción del tórica del 30 de julio de conocen todos;* paree* Pérex, Owir O. Migue», conjunto del Maris. gol logrado por Obdulio Várela esa área' nuestra en donde los .tres talElNasazii A. Sctüafflno, Hubea Mo. una utopia, pero «6 rea* abatió a Ho- 1930. contra los hispanos, en todas las finalistas restantes buscaron el seMatucho n«oU. Uní-, 3-0 7 Alemania Desde entonces, por lidad magnifica: demás registradas en. la rueda fi- creto de un triunfo. Matías Goiizá- landa razones diversas, el Uru- •uay es otra w^. ca—T . 4.1; en la tura-lina! a (Cmtinfia en 1» Pá# 3) nal, la preseneia del puntero uru. , . ' guay no actuó más en peón invicto! LAS ( I 1TKO CONQUISTAS MAS S E N S A C I O N A L E S Italia 1-3 y en la «nal a . Suplenmnto Deportivo El PLATA VnriH» 26 de Julio de T95S :ález se tomó a pecho •la marcación sobre Adhemir. Sui compañeros hicieron reiterados chistes al respecto, pero lo cierto fue CfT»' el gran back resultó una estampilla de la que Adhemir no pudo despegarse en todo el partido. Después de la notable victoria, ya de noche, regresaban los ñamante* campeones del mundo al centro de la ciudad. Al pasar el ómnibus que les conducía por una ancha avenida, un grupo de chicas reconoció a los cracks y les aplaudió. El coche se detuvo un instante, por las dificultades del tránsito, y Matías aprovechó para bajar. Tal vez quiso "estrechar vínculos" con alguna ca- M caso de Matías González toma earacterís'tt- habla estrellado Zarra. Todos eran elogios para el N& exenciónales en muchos similares que .-ie han brillante defensor de la celeste, y Matías Gonzálea registrado en nuestro fútbol cuando tuvimos que sentía en su interior el halago de haber recompendiscutir las condiciones de un jugador para instan- sado a los que tuvieron fe en él, y particularmente cias trascendentales y definitivas. Salió de Monte- el haberle ganado el corazón de sus companeros y Entonces, alarmado porque el covideo, sin el aplauso y sin la confianza siquiera de de los uruguayos que fueron testigos de su hazaña. ?he iba a seguir, dijo Matucho Figoli: loe que serían sus compañeros de equipo y cuando El hombre había cumplido. Estaba satisfecho —Muchachos... ¿dónde íué Matías? jugó los primeros matches no faltaron las opinio- de su obra y realmente alegre por su invalorable Y contestó el yimbo Andrade: nes completamente discordes con la elección que contribución a la victoria. —Vio a Adhemir en la vereda j •e había hecho del hombre encargado de ocupar la bajó a marcarlo!... Aquel hombre sencillo, franco, moiiesto, esponplaza de zaguero derecho. táneo recibía el espaldarazo de la gloríe ganado a LO QUE HIZO GHIGGIA Y LO QUE Sin embargo el recio zaguero de Cerro se mostró punta de corazón, poniendo el alma en la lucha, NO DEJO HACER M. GONZÁLEZ Insensible' a esa corriente desfavorable de opinión, y luchando sin dobleces ni claudicaciones por sí v confiaiHio exclusivamente en sus fuerzas, fue ja- mismo y por una victoria que llenaría su vida de (Viene de la Página 2) lonando unas performances convincentes que ha-esperanzas. Fue el triunfo de la disciplina, del temlez supo, al estilo de los grandes, brían de culminar en la prueba de fuego del maten ple y de la fe. Porque así es Matías González, p n imponer bizarría, exacto concepto de una defensa formidable, sin perdefinitivo que tuvo por escenario el Estadio de Ma- jugador que no sabe de dificultades y que se brinder en un solo instante apostura racaná. Después de eso, los adjetivos resultaron exi- da generosamente en la porfía para consagrar un y sin dejar nada librado al azar. Cpios para diseñar la valía de su performance. Ma- anhelo de triunfo perseguido tesoneramente y deUN AUGURIO DE tías González habla invertido todo su patrimonio rrochando entusiasmo. Es probable que el elogio qu« hoy surge en esta meditación postde virtudes futbolísticas en la compra del Estadio El laurel de la victoria se ciñó sobre su frente, LOS SUECOS campeonato, al revisar antecedende Maracaná: "el patrón de la cancha". "El león ahora altiva, y difícilmente podrá marchitarse tes y detalles de la justa mundial, de Maracaná", "El Tanque", "La Cortina Metálica" con el riego de sus extraordinarias virtudes tutboLos diarios europeos aue nos ha quede o resulte pequeño, frente a contra la, que se estrelló Adhemir, como antes se lístícas. traído el último correo aéreo, pu- aquel otro que en lo íntimo, pueblicados a raíz del triunfo urugua- dan brindarle al crack de Cerro yo en el Campeonato del Mundo, esas estrellas que como Adhemir, traen interesantes detalles sobre Zarra o el . combativo delantero la jornada excepcional. Un colega centro de Suecia, sintieron en carfrancés, '•Football", recuerda, al ne propia la calidad expuesta por De retorno a París, el conocido siva. No titubea en tirar desde 30 bloqueo, sus pases y su juego de respecto, un augurio de los suecos, el zaguero uruguayo. Y es que la eronista francés Al Djukitch, ha o 35 metros. Su shot es siempre cabeza, unidos a su enorme in- después de su derrota en Sari Pa- finta y la técnica del astro brasiescrito esta breve nota sobre la bien dirigido, poderoso y seco El fluencia moral sobre el equipo, ha- blo. Y escribe lo siguiente, refi- leño, Corrió idéntico fin que el oportunista estilo del as español o tanto con el cual empató el match cen de Várela uno de ios máíriéndose a dicho partido: actuación de Obdulio Várela . lenta y seguramente, co"En 1940 la selección del Uru-contra España, es la mejor prue- grandes jugadores sudamericanos "Fue preciso esperar hasta los se apagó, el empuje del director de avanguay disputaba en Río, contra el ba. Su dribbling hacia adelante, su de los últimos tiempos". 60 minutos del match para asistir mo oonjunto brasileño, su match traal despertar del Uruguay: un des- ce de los nórdicos. dicional por la copa Río Branco. pertar brutal contra el que Suecia Frente a estas comprobaciones^ Como suplente del centre-half Sixluchó valientemente, pero perdien- irrebatibles para quienes presenfeo González figuraba Obdulio Vádo poco a poco su magnifica se- ciaron las luchas que al pasar menrela, que tenía entonces poco más guridad inicial.,, El equipo celeste desarrolló un inteligente plan táctico en cionamos, es que, repetimos, la «le veinte años. El azar quiso que el primer tiempo del match final. Había que contener • la pe"Los atacantes celestes que ha-chance uruguaya aun dependiendo (González se lesionara seriamente ligrosa línea de forwards brasileña, y se ensayó una cerrada bían querido "perforar" por el cen- y salvándose en la prodigación y ien el entrenamiento y que Várela marcación de hombre a hombre, que finalmente fue el respaldo tro a la defensa escandinava du- valentía de todos, tuyo como base entrara en el equipo nacional papara el extraordinario triunfo alcanzado. Matías González se rante el primer período, llevaron primordial el movimiento extraorpegó a Adhemir, mientras Obdulio Várela no dejó dominar ¡••fe ocupar un puesto que ya no entonces el juego a las puntas. Tal dinario de dos hombres transfornunca la pelota a Jair y Tejera fue una estampilla para Zi«lebería abandonar más. Hoy Váfue el punto de partida de la de- mados en medulares factores de zinho. En cuanto a Friazza y Chico, tuvieron en Gambetta y suma y resta, en la gestación de un rela es el rey del fútbol uruguayo, rrota sueca. R. Andrade dos tenaces marcadores. Pero Brasil atacaba más esfuerzo que ya está luminosa* ©e ha visto raramente un cuadro "El "tándem" Ghiggia - Péraz, mente y mas, jugándose preferentemente en campo uruguayo. Pese enclavado en la historia. •eleccionado donde un jugador sembró el pánico en el seno de las a que el estado físico de los nuestros era excelente, ya hacia Raúl Alloberro. •jerciera una influencia tan gr»núltimas líneas suecas y provocó el el final del primer tiempo algunos de los hombres de la de<le sobre sus compañeros. éxito uruguayo. A los 76 minutos, fensa daban muestras de agotamiento. El score se mantenía "Hemos ganado la copa "Rio Pérez engañó hábilmente a Svenscerrado, como era lo perseguido por los celestes, y faltaban CAMPEONES OLÍMPICOS ©raneo de 1950, — escribía recienson y ocho minutos más tarde, tres o cuatro minutos para el descanso. temente un periodista brasileño, — Ghiggia ponía la pelota fuera del DE 1924 En un ataque local, Matías González rechazó con gran vioI rSwrque Várela no jugó en el úlalcance del keeper nórdico". lencia pero sin justeza la pelota, y ésta se perdió afuera, al timo match". La estampa de la págin* i. Y agrega en seguida el cronista: out-ball! Cuando Bauer iba a poner en juego la pelota, ObRh difícil describir el juego de muesira: de pie, Ángel MÜrioli, "Derrotados y descontentos, loa dulio Várela corrió a su lado, ie quitó el esférico y se dirigió Héclor Sesione, José L. AndraVárela. En la defensa no acostumsuecos no invocaron disculpas paal linesman. Reclamó el dereiílo de ejecutar él out-ball, lo que de, José Vidal, José Naaarzi, An|)ra marcar mucho, prefiere ser un ; ra su fracaso. Solamente me de- drés Mazsali, José Pedro Cea, causó estupor y después desagrado entre el público, que comenestra cega. Dispone las posiciones clararon: "Hemos sido traicionados Alfredo Zibecehi, ZoUo Saldomzó a gritar. Pero mientras el linesman, que no entendía a Obdude los otros jugadores para quedar por nuestra condición física. Na bide, Humberto Tomasina y Pelio, llamaba al juez Reader, éste llegaba y aclaraba la inciUbre él mismo a fin de poder indro Zingoni. — En primer plabien bajamos la guardia, es decir, dencia, —sin que Obdulio largara la pelota—, entraban a la tervenir en tas situaciones critino: José Naya, Pedro Pe troné, durante el último cuarto de hora cancha Abate, Fígoli y Kirschberg, refrescaban con sus bolsas Pascual Somina, Pedro Arispe, cas. de resistencia, Uruguay se impuso de agua a los muchachos, les daban rodajas de Jimón y hasta Fermín Uriarie, Dominga Elche, "Es él, normalmente, quien consin discusión. Es sensible para algún masaje apurado. gayen, Ángel Romano, Alfreda cibe los ataques. Sin conservar nosotros. Pero, después de todo, Ghíítrra, Sanios Urdiñarán T PeDespués, naturalmente, la pelota la sacó Brasil... pero nuestra performance no tiene namucho tiempo la pelota, indica, dro Case 11 a. Obdulio había ganado el asunto! da de deshonroso: ¡el Uruguay mediante un rápido pase en proganará esta Copa del Mundo!" fundidad, la iniciación de la ofen- La Crítica Francesa y Obdulio J. Várela I \ Viernes 28 de Julio de 7950 «.II \ \ EL PLATA RECURSO Suplemento Deportivo Página TRES Un Zaguero Recuperado en la Instancia Decisiva Si una voluntad indomable, un exacto sentido de la responsabilidad y un generoso derroche de energías en el trance más difícil de una carrera, alcanzan para llevar al atleta al plano más alto de la consideración popular, entonces no puede negarse, írenle a la claridad de los hechos, Que Eusebio Ramón Tejera ha sido en la espectacular conquista del fútbol celeste, uno de los héroes que más merece el agradecimiento y 1E admiración de tos aficionados uruguayos. Fuerza es destacarlo y honesto es proclamarlo sonoramente para que, en el peor de los casos, su esfuerzo se constituya en ejemplo valioso y en él se emulen futuras generaciones futbolística/. 1.a misma sinceridad con que proclamamos esto, j en el bien entendido deseo de que pueda apreciarse la magnitud del esfuerzo citado, es lo que nos lleva, también, a recordar los pormenores de su si se miiere resistida inclusión en el plantel seleccionado. Prácticamente el astro nacionaiófilo estaba lejos, en la ocasión, del mejor punto de su carrera. Factores especiales determinaron que su entrenamiento técnico y físico adoleciera de fallas y aun mismo tornaran casi infructuoso el intento do hacerlo "revivir" en oportunidad de los cotejos de la Copa Río Branco. Aun confiando en su calidad, claramente se proclamó la entidad de esa dificultad: no había tiempo! Sin embargo, el tesón, la férrea voluntad del futbolisia, aquel sentido de la responsabilidad de que hablamos antes, hizo el mijagro. Eusebio Ramón Tejera, estaría al firme en el Campeonato del Mundo. Es más: en el propio bullir del certamen encontrada definitivamente ÍU los ases de tono el globo conocerían la muestra de una calidad fe Y asi fue. Salvando lenta pero firmemente las inconvenieni azar de juego.-- difíciles y pletóricos de responsabilidades. Tejera llegó a » máxima. A esa donde se jugaría la parada decisiva. X<a que no admitiría esperas, vacilaciones o titubeos. Y como el héroe, llefió y trunfó*. Como bueno, a lo grande, como un verdadero crack y un legítimo aspirante a la corona. Hablar, entonces, de lo que fue su aporte en la instancia final de Maracaná. *s •molemente repetir lo que consta en más de una página brillante de su historia deportiva. Fue el hombre todo nervio, todo voluntad y sobre todas las cosas, el jugador que tiende su? cartas con esa absoluta seguridad que brinda la experiencia y una cabal interpretación de sus posibilidades y aquellas que asisten al adversario. Fresco está en nuestros ojos el recuerdo del duelo apasionante con •1 artífice de la delantera brasileña.' Ese choaue espectacular que redujo casi a cero la pretensión malabarista o constructiva de Zízioho y aue, a la postre fue crear.do el clima tenso y emotivo, de donde surgiría la imborrable conquista celeste. Ese sentido claro y terminante de la responsabilidad que muy posiblemente faltó en el enemigo que lo tuvo lodo para vencer y se arrugó ante esa magnífica demostración del crack uruguayo. Arluó con Gran Diwciplina el Dinámico Futboler 62 GOLES CELESTES En los cualro torneos mundiales en que intervinieron 1 a s selecciones uruguayas, convirtieron la suma de 62 goles a favor, mientras que su valla fue vencida en 16 ocasiones, lo que habla por sí solo de la efectividad de las avanzadas celestes y k> férreo de sus defensas. grande el half derecho uruguayo. En lo correcto y en lo urgentemente necesario para afirmar IB posesión de la corona. Y es aue lo más notable de la gestión de este Campeón del Muado, fue precisamente, la observación de un detalle que por lo general ha sido poco común en sui actuaciones. Detalle, faceta o arista donde quedó firmemente establecido un claro sentido del orden, de la morigeración y sobre todo para no apartarse nunca de lo qua en verdad necesitaba el team campeón para llegar a la meta. Esa amalgama brillante de su esfuerzo personal con el no menos brillant* de sus compañeros de defensa y ese cuidado especia tísimo para evitar cualquier distorsión que arríesgara el éxito o facilitara la gestión reivindicatoría del vencido. Contemplando la extraordinaria faeua cumplida por Schubert Gaminsistimos, en que allí estuvo al betta en el período decisivo del electrizante cotejo final del Campeonato del Mundo, alguien dijo una frase que aun está firme en nuestro verdadero valor y secreto del éxii particular recuerdo: "Se ha hecho justicia. Este es un hombre que lo brillante de Schubert Gambetta. De su concepto del momento qu« merecía y lo ha obtenido el título de Campeón del Mundo". Frente a eso, es probable que todo lo que a posteriori se haya vivía, de la enorme responsabilimanifestado y lo que aun se diga, sea simplemente caer en redun- dad que pesaba en sus hombros j dancia. Insistir sobre terreno trillado y amontonar generosamente ad- de su comprensión exacta de ua jetivos sobre adjetivos. Pero, evidentemente, alcanza y sobra con aque- sentir colectivo. Y un hombre que en momentos lla frase para definir una personalidad-deportiva y delinear el esfuerzo tan duros recuerda todo eso, na cumplido por el dinámico half derecho del scracht uruguayo. Para pronunciarnos de esta manera nos regimos por un elemental demostrado claramente que no 1* principio de justicia. Hemos sido, tal vez, de los que muchas vece* queda holgada la corona de cam* hemos puntualizado cáusticamente los defectos y errores en que in- peón. curría, muy probablemente por causas temperamentales, el crack cuya figura hoy glosamos. Conociendo su innegable calidad, no admitíamos que se la desperCAMPEONES OLÍMPICOS digara asi, ingenuamente, en una irregularidad manifiesta en lo que DE 1928 debía" ser clara exposición de valores. Por eso, hoy estamos francamente habilitados para llamar a las cosas por su verdadero nombre En el grabado d* la página 5, y, entonces, reconocer sin ambages, una brillante mutación del panoM ve: de pie, Arturo Macelo, rama que a la postre nos presentó un campeón con toda la barba. Juan Pírii. Juan P. Ariemón. Para llegar a esto no necesitamos glorificar o ensalzar las resulPedro AxUpe. Alvaro Gectido. tancias de ese choque particular con el puntero Chico, que en el André» Maizal». Jo*é L- Andrscomentario general ha adquirido, al parecer, un valor desusado. No; de. Erneslo Fígoli. — Hincado»: eso no nos interesa por considerarlo accesorio o simplemente un detalle José Nasasxl, Hedor S carona, de su performance total. Nos interesa, en cambio, lo otro. Ese em- Rene Borja». Jo** P. Ce* T Huberto Figueroe. puje, esa decisión, esa insistencia que plasmó siempre en el juego de Schubert Gambetta en los instantes en que se reclamó algo más que deseo de revancha o satisfacción de un deseo personalista. Allí fue Página SEIS Suplemento Deportivo EL PLATA El Capitón Uruguayo íué Gran Estratega ¡Obdulia Jacinto Várela! He ahí el nombre del estratega formidable que- en- la memorable final de Maracaná, orientó la escuadra celeste hacia la victoria definitiva, la que haría trizas la pretensión suficiente que en la víspera ya había adjudicado el torneo al equipo brasileño y la que proporcionaría, a Uruguay una nueva y grande satisfacción de mantenerse grande entre los grandes. ¡Obdulio Jacinto Várela! El centre half con perfiles' de leyenda que quedará grabado más hondo aun, si esto es posible, en el recuerdo de una multitud atónita que todavía no acierta a explicarse como un veterano aun luce la prestancia y la .eficacia que son patrimonio de los años mozos j es capaz de convertirse en ejemplo sin par. Estas breves líneas parecerían ser suficientes para decirlo todo con respecto al capitán del'equipo celeste y su gravitación en la liquidación del cotejo definitivo que hoy nos vale un codiciado campeonato. Sin embargo, estimamos que aun puede acotarse algu más. Quien haya observado de cerca las actuaciones de Obdulio J. Várela habrá comprobado, muy probablemente, otro detalle singular; El detalle que habla de una influencia decisiva y del embrujo de su presencia perma nente en la más nimia de ías maniobras realizadas por el equipo camjwón. . . . . Se ha dicho y es verdad, que la faena técnica del eje medio no se ajustó siempre a un padrón firme y eficien te en la ardua trayectoria que llevó a la conquista maravillosa. Que tuvo altibajos y que, por instantes, pareció sentir el ajetreo y la presión de sus ocasionales advprsarios. Insistimos en esta verdad innegable. Pero, en esa misma realidad, en ese mismo oscilar que en algún instante nos hizo-temer por su estabilidad y la-de todo el team, ' fue precis mente donde prend la arista más notable* ' de todo, su trabajo. Y es que, aun vacilando, sintiendo el peso dp fallas colectivas o propias en la elaboracic del. juego, Obdulio Ju1 cinto Várela, nos moa . _ ." tro toda su grandeza y su calidad excelsa ¡,~.~ j ^ . ].. s.omo L-OÍI yu«; ho> tuúav.a ñus embarga de emoción. . Obdulio J. Várela, "sin" jugar, a la postre hizo jugar a todos!! Esto que decimos no es producto de la imaginación, -ni' constituye afán de tejer un elogio porque sí. No; es la realidad cruda, brillante, si se quiere detonante, que nú admite replica. ' . • pe ahí toda esa admiración ganada en la justa.de campeones y de ahí, también, el enorme valor de su esfuerzo final. Del esfuerzo cumbre, decisivo, acoquinante. De ese • que sé concreto en la victoria deslumbrante, puando después de haber llevado de la mano a todo el mundo, convertido en genial futbolista lazarillo, entró a-'lo suyo, a lo propio, a lo grande. A poner el sello inigualable de esa propia grandeza de la conducción definitiva que llevaba a la meta a un conjunto, que oportunamente despertó brioso e imbatible, para- recabar un cetro que nunca debió ni deberá salir de sus mano* privilegiadas. , . Esa es la obra grande, magnifica e irrebatible de ese centre half que definitivamente ha estrado s la historia por la puerta grande. Por esa donde pasan los campeo^ lies de verdad. Por el aroo de triunfo que'erifriñ su propia grandeza. I \ RECORD Q l E «ERA DIFÍCIL DE SI PEIIAR ESCRIBE PARA EL SUPLEMENTO DEPORTIVO DE "EL PLATA", EL SEÑOR NOBEL VALENTINI L»s Mejoréis Arbitrales del Torneo Mundial Coa el máximo celo de observa- lho Horizonte, mostró interpretación presencié la gestión de los ar- ciones que no estaban en concorbitros en el IV Campeonato Mun- dancia con la propia, reglamentadial de Fútbol. La primera actua- ción, y más que eso, en su discreta ción referil que presencié de este función; le faltó energía para remagno- certamen fue la del match primir el juego peligroso. Brasil - Yugoslavia, a cargo de B. M. Grjffith, y puedo decir que me conformó por su firmeza en la aplicación de los fallos, y las aplicaciones de la Ley de Juego, 'de esa unificación que se aprobó en Rio, y fue editacla para conocimiento público. Creo que debe ser la única a aplicarse en todas las Asocia-cionés afiliadas a la FJ.F.A. Tengo un ejemplar de ella y gustoso lo pondré a disposición-de EL PLATA para su publicacción. Si bien aquel arbitraje me había conformado, el que vi en el encuentro Uruguay - Bolivia en Be-' CAMPEONES MUNDIALES DE 1930 I En al grabado qu» publica.j. •n Ja última página, figuran: de pU, Ernesto Fígoli, Alvaro Gesttáo, José Naiazii, Enrique BaIlMlrero, Ernesto Mascberonl, José Leandro Andxade, Lorenzo Farnándei y Luí» Grecco. — Hincado*: Pablo Dorado, Hedor Scarone, Héctor Castro, Jomé P. C«* y Santos Irfarte. Nobel Valenüni Viernes 28 de Jvfío dm 1930 EL PLATA Incuestionablemente, el Brasil es la plaza más capacitada' para financiar un Campeonato Mundial de Fútbol, Ningún otro país, fuera de toda duda, seria capaz, de igualar siquiera. las cifras alcanzadas en el reciente torneo culminado en Río éé Janeiro. Obérvcse, por ejemplo, que la recaudación más alta lograda en Montevideo, ascendió a $ 44.319.25, mientras que los veintidós matches jugados. en los distintos fields de Brasil, arrojaron las siguientes cantidades brutas, en pesos oró uruguayos-: Uruguay vs. Brasil, en Rio de Janeiro «$501.836.72 Brasil vs. España, en Río de Janeiro "454.560.00 Brasil vs. Suecia, en Río de Janeiro "399.694.20 Brasil vs. Yugoslavia en Río de Janeiro " 369.574.56 Brasil vs. Méjico, en Río de Janeiro " 205.201.60 Inglaterra vs. España, en Rio de Janeiro "200.825.60 Uruguay vs. España, en San Pablo -.. " 135.210.04 Brasil vs. Suiza, en San Pablo " 122.793.60 Italia vs. Suecia, en San Pablo "118.400.00 Inglaterra vs. Chile, en Rio de Janeiro " 78.095.81 Italia vs. Paraguay, en San Pablo ,. " 69.896.00 España vs. Chile; en Río de Janeiro " 50.063.04 España vs. Estados Uñidos, en Curitiba •" 31.865.60 España vs. Suecia, en San Pablo " 26.444.40 Yugoslavia -vs. Méjico, en Porto Alegre " 26.632.80 Inglaterra vs. Estados Unidos en B. Horizonte " 24.862.80 Estados Unidos vs. Chile, en Recife " 20.509.12 Suecia vs. paraguay, en Curitiba " 2Q.509.12 Uruguay vs. Suecia, en San Pablo " 19.884.00 Yugoslavia vs. Suiza, en Bello Horizonte ...A. " 18.560.00 Uruguay vs. Bolivia, en Bello Horizonte '.,#,. *.' 12.857.60 Suiza vs. Méjico, en Porto Alegre ..'. " 7.576.00 Esa apreciación parcial de los jueces del torneo bastante pobre, • * • " • " $ 2.917.214.53 cambio fundamentalmente con la dirección que tuvo el difícil partido de españoles y uruguayos en el rente resolución. Y llegamos a la no pudo demostrar su valer, como Estadio de Pacaembú, donde el con- finaL Aquí podemos decir que con- lo ha hecho en otras oportunidatralor de la lucha estuvo a cargo formó la dirección que le dio a la des, recordando la condecoración de B M. Griffith, que ya de él me disputa por el título máximo el de la reina Guillermina a don Dohabía formado una • buena impre- juez inglés E. George Reader. De- mingo Lombardi en Amsterdam. sión En este encuentro • para njí bemos tener muy en cuenta la en- En el análisis general, la direcsurgió "el mejor arbitraje del tor- tidad de la lucha, pero debemos ción del Campeonato Mundial, poneo desde todos los puntos que se confesar que la misma tuyo un des- demos decir que fue buena y que le analice. Agilidad física y men- arrollo normal y. caballeresco, lo como mejor elogio, a la gestión retal buen disernimiento en accio- que permitió ai director actuar con feril, cabe agregar que no conoció nes simultáneas, unificación con las mucha tranquilidad. Por eso no me ningún incidente lamentable y que reglas y uniforme criterio en juga- explico algunos errores de carácter el Tribunal de Penas no tuvo gesdas idénticas. Lo más interesante técnico. tión alguna. de este juez, aparte de todas esas Para cerrar esta modesta nota Comisión de Jueces, no tuvo virtudes, fue su constante afán de enLacuenta para nada a.los sudame- mía, para la prestigipsa página dearmonizar el partido sin perder su ricanos, y lo más lamentable, ante portiva de EL PLATA, debo exprepersonalidad. No puedo tener ni de el silencio de los que tenían la obli- sar que el Uruguay se clasificó cerca ¡a misma impresión de Regi- gación de defender a los arbitros campeón mundial dentro de la ley nal Leafe," que dirigió la disputa que sin justificación alguna, fue- de juego y con exposición de virentre Brasil y España. Aquí el di- ron victimas de tan lamentable tudes dignas del historial del tutrector del lance íué presa del loca- desaire. La única vez que se pre- bol uruguayo. lismo, en tal forma que permitió guntó el por qué . " desde jugadas que más que de fút- ÍIB esa resolubol eran maniobras mal intenciona- ción, lo h i z o das, como la de Danilo, que le nuestro compaaplicó un "rodillazo" en el vientre trio t a Esteban al centre forward español Zarra Marino, y todaque lo dejó prácticamente liquida- vía le están por do. Sin embargo el infractor no fue contestar. ni observado. No solo por esto lo La verdad es califico del peor arbitraje del tor- que esta vez el neo, sino porque en jugadas de referato de la igual proceder deportivo tenía dife- América del Sur Svptemmnto Deportivo Fagina SIETE