Fotografía de conciertos - La Mirada de los Fotógrafos

Transcripción

Fotografía de conciertos - La Mirada de los Fotógrafos
Fotografía de conciertos:
Guía de supervivencia (I)
Seguro que algunos de vosotros, en alguna ocasión, habéis
tenido la inquietud o interés por fotografiar algún
espectáculo o concierto y no habéis tenido claro como
afrontarlo. También es bastante probable que si habéis
accedido al recinto con el resto de público, por muy cerca que
hayáis estado del escenario, el resultado final no haya sido,
ni de lejos, lo que teníais en mente.
Por mi trabajo este es un tipo de fotografía que realizo con
bastante frecuencia y creo,
humildemente, que os puedo
aportar algunas directrices y consejos para que la próxima vez
que tengáis oportunidad os llevéis algunas buenas instantáneas
a casa. Ciertamente este tipo de fotografía puede llegar a ser
muy vistosa, gracias al plasticismo, colorido y variedad que
ofrecen este tipo de espectáculos, pero obtener imágenes que
no resulten anodinas, aburridas o corrientes no siempre es
tarea fácil.
La ubicación es fundamental
El primer escollo que os encontraréis es el acceso a una
ubicación medianamente digna para poder hacer el trabajo. En
este punto os adelanto que, difícilmente, obtendréis un
resultado aceptable si estáis perdidos entre el público.
No, no vale con estar en primera fila, pues es deseable tener
cierta movilidad, y no la tendremos si estamos rodeados de
fans (más o menos histéricos) que nos impiden movernos en
busca de nuestro encuadre. En este sentido la mayoría tendréis
un problema de inicio que puede llegar a ser insalvable: el
acceso a la zona de prensa, foso, o espacio habilitado para
los medios gráficos.
Excede el objetivo de este artículo la forma en la que
consigáis ese pase especial, aunque, dependiendo del
espectáculo, no siempre es tan complicado como pudiera
parecer. Asociaciones de fotógrafos, o cierta prensa escrita o
digital podrían facilitaros la consecución del mismo.
Manu Chao en concierto
Por otro lado, hay espectáculos y conciertos cuyos artistas
tienen menos renombre que os pueden facilitar el acceso sin
apenas pegas, y en muchas ocasiones incluso sin limitaciones
de tiempo, y como de lo que se trata de es de conseguir una
buena fotografía, por lo menos al principio, dejaremos de lado
a las estrellas internacionales para pulir nuestra técnica con
otros espectáculos más modestos, pero igualmente vistosos para
fotografiar (y añado que más divertido por las posibilidades
de movilidad y tiempo que nunca, nunca, dan los grandes)
Fotografía de conciertos: Objetivos
luminosos, una gran ayuda
Las ópticas: Desgraciadamente aspirar a ópticas con amplios
diafragmas no está al alcance de todos, pero no es una
condición ineludible. Os recomiendo usar diafragmas de al
menos f/2.8 en toda la focal del objetico aunque más que por
la luminosidad para poder jugar con la profundidad de campo y
los bonitos desenfoques del fondo que podemos obtener pero
sabed que la profundidad de campo también depende de la
distancia al objeto a fotografiar (aunque eso es tema de otro
artículo).
No, no vale con estar en primera fila, pues es deseable tener
cierta movilidad, y no la tendremos si estamos rodeados de
fans (más o menos histéricos) que nos impiden movernos en
busca de nuestro encuadre.
De modo que, no, no es imprescindible, pero sí bastante
deseable, disponer de un objetivo lo más luminoso
posible, pero eso no significa que trabajemos siempre a f2.8.
Nidi D´arac en concierto
Con las distancias focales sí que podemos jugar bastante,
siendo tan útiles angulares extremos como teleobjetivos.
Normalmente tendremos suficiente con un 24-70 y/o un 70-200,
pero si tenemos entre nuestro equipo algún angular luminoso no
está de mal tenerlo en la recámara para llevarnos perspectivas
de todo el escenario bastante vistosas y espectaculares.
Donde no hay dudas es en el modo de medición, que será puntual
sí o sí.
En mi caso, de nuevo por mi trabajo, no suelo tener tiempo de
andar complicándome cambiando de objetivos (y siempre llevo un
solo cuerpo), de modo que estudio la escena, valoro que quiero
y coloco el objetivo necesario. Si durante el tiempo concedido
tengo ya mi foto entonces, tranquilamente y sin presión,
cambio de óptica para buscar otros puntos de vista. No os
volváis locos cambiando de objetivo como posesos, normalmente
en dos temas (unos 8-10 minutos) no tendréis tiempo para
muchos alardes (ya os contaré por qué).
Malú en concierto
El flash en casa, gracias
¿El flash? En casa, gracias. Si elegimos fotografiar este tipo
de espectáculos es precisamente para captar su luz y estética,
no tenemos que aportar ninguna luz extra (y añado, ni debemos
porque molestaríamos a los artistas, principalmente).
Pastora Soler en concierto
Fotografía
de
conciertos:
poder
subir la ISO es importante, pero no
tanto.
¿Es necesario tener una cámara que suba a ISO 6400 sin
despeinarse? La respuesta es tajante, no. Pero hay que
matizar, las condiciones lumínicas en un concierto son tan
cambiantes que en los 10 minutos de los que solemos disponer
podemos pasar de tirar a ISO 100 (sí, cien) a necesitar 6400.
¿Entonces? Simple, afrontaremos nuestra labor con el cuerpo
que tengamos, sabiendo sus limitaciones y a partir de qué
punto el ISO convierte nuestras imágenes en inutilizables,
para procurar por todos los medios no tener que utilizarlo. Si
las condiciones exigen ISO 6400 (o más) y sabemos
positivamente que nuestro sensor no llega, es mejor esperar a
que la luz cambie (que lo hará) antes de empezar a sentir un
frío sudor por nuestra frente.
Pasión Vega en concierto
Fotografía de conciertos: Clavar
el Enfoque
Respecto al enfoque no hay fórmulas mágicas, cada concierto
puede exigirnos el modo continuo o el sencillo dependiendo del
movimiento del artista en cuestión. Personalmente no uso el
continuo salvo que la distancia al objeto a enfocar se mueva
de forma notable y sea difícil de enfocar en una sola
pulsación del disparador.
¿Por qué lo hago así? Porque me fío más de mí que del hardware
de la cámara en estas circunstancias, que en un segundo puede
enfocar donde queremos y en un leve movimiento del sujeto
cambiar a un punto más lejano (o cercano) que estropee nuestra
fotografía. En realidad mi dedo suele estar pulsando el botón
de enfoque de forma casi continua, manteniendo y bloqueando el
enfoque en el lugar deseado para concluir el recorrido del
disparador en el momento justo enfocando donde deseo.
El modo continuo no es, ni mucho menos, una opción a
descartar, siendo imprescindible en artistas a los que cueste
seguir de forma manual, y una alternativa a tener en cuenta
para los más tranquilos. La experiencia os hará decantaros por
un modo u otro. Seguramente en este punto debáis repasaros
concienzudamente el apartado de enfoque de vuestra cámara para
que se comporte como esperáis.
Alejandro Sanz en concierto
Fotografía de conciertos: Medición
puntual sí o sí
Donde no hay dudas es en el modo de medición, que será puntual
sí o sí. No recuerdo ningún concierto donde la medición
matricial me haya solventado la escena como yo deseaba. La
iluminación es cambiante por segundos y antes de disparar ya
debemos saber qué queremos exponer correctamente, qué no nos
importa dejar empastado en negro y qué quemaremos.
Dani Martín en concierto
Sí, quizás exista esa escena ideal con una luminosidad
uniforme, aunque seguramente también sea la más aburrida y
estéticamente menos atractiva. En este punto es vital tener
muy claro que las luces cambian por segundos, y recordar una
máxima, los efectos lumínicos suelen ser cíclicos, esto es, se
repiten por secuencias tarde o temprano.
Si queremos, por ejemplo, una silueta a contraluz y hemos
fallado en nuestro primer intento no debemos desanimarnos, el
contraluz volverá, y ahí estaremos nosotros con la medición
hecha para exponer esos estéticos rayos que dejan la silueta
de nuestro artista perfectamente definida. No tendremos muchas
oportunidades, pero nos dará tiempo a medir y colocarnos en
busca de la posición que permita meter en el encuadre la
composición que hemos pensado.
Los cañones de luz son nuestros enemigos (casi siempre).
Suelen ser potentes luces blancas dirigidas frontalmente
directamente al cuerpo y cara del artista, y debemos estar
atentos a ellas, pues en esos momentos tendremos la
oportunidad de bajar el ISO en busca de ese extra de nitidez
que nos dan los ISOS bajos. Ahora bien, son luces que
estéticamente no suelen aportar mucho, aunque ayudan a aislar
al artista del fondo, con velocidades de obturación altas, y
un fondo generalmente negro que puede ayudar a nuestra
composición. Pero, ojo, esas luces también provocan
indeseables y antiestéticas sombras del micrófono en la cara
del artista, para muestra un botón.
Espero que os haya gustado esta primera parte y os espero en
la segunda, aquí, en La Mirada de los Fotógrafos, donde espero
poder contaros de vez en cuando mis experiencias y aventuras
fotográficas.

Documentos relacionados